Como cuando Zero vuelve con capítulos nuevos de Ronin y una llegada inesperada.
Mirio: Supongo… que se
Bueno sabía que esto pasaría, qué más da, aquí su nuevo capítulo bola de degenerados.
Capítulo 4: Un plan loco, pero infalible…
"¡Hola Mai!"
"…" la refinada joven levanto una ceja cuando una desnuda Ty Lee salió de las duchas de su baño, sin molestia ella se sentó en la cama de su mejor amiga, que estaba en una silla en su escritorio leyendo un libro.
"¡Estoy tan cansada! Podría dormir toda una semana" la sonrisa de la chica era imborrable, con pereza se secó su cabello, mientras más gotas de agua se seguían deslizando por su glorioso cuerpo curvilíneo y firme.
"Parece que tuviste un buen día" dijo mirando con ojos entrecerrados a la chica del circo, que parecía tensarse.
"Ehhh bueno, hable nuestro lindo prisionero y nos divertimos"
"¿Qué clase de diversión te hace chillar como cerdo y sudar como correr en un maratón?" Ante la preguntar tan directa y su mirada, la castaña sudo a balas.
"Pues… ¿Jugamos a las luchas?"
"…"
"¡Está bien! ¡Si lo hicimos! Varias veces ¡El estilo perrito! ¡El misionero! ¡El ave que aletea! ¡La cuchilla en mantecada! ¡La demoledora!"
"¡Si! ¡Ya entendí! ¡Cállate!" Mai se sentía sucia el solo escuchar los nombres de posiciones que la verdad no quería saber cómo funcionaban, pero para una chica tan flexible para Ty Lee, pocas cosas eran imposibles, "Varios soldados y yo vimos como 'jugaban a las luchas'"
"¿Me vieron?" el sonrojo en las mejillas de la chica creció hasta llegar a todo su rostro, "¿Les gustó? ¿me vi bien?"
"Eres una pervertida"
"¡Oye!"
~~~~~~~~~~~~~~~ • ~~~~~~~~~~~~~~~
Azula se sentía completa, llena no solo de placer y satisfacción, sino también de la polla del mocoso en su interior.
Sus paredes internas lo apretaron con fuerza no queriendo que salga nunca de ella.
Con sus manos apoyadas en sus hombros y uñas clavándose en su carne, ella movió sus caderas, la suave carne de sus muslos se ondulaba ante cada sentadilla que daba, sus húmedos labios se deslizaban por la dura longitud que entraba y salía de ella.
"No me dejes todo el trabajo a mi…" gruño mientras con sus grandes tetas que rebotaban ante cada fuerte sentadilla que sacaba fuertes gemidos de ambos, aunque más para ella que disfrutaba ver el rostro de placer y dolor del Uzumaki.
"Si me dejaras moverme con libertad, ambos lo disfrutaríamos más" respondió adolorido por como ella clavaba sus uñas en sus hombros hasta que sacara su sangre, por no decir de la presión tan brusca sobre su polla y pelvis por los sentones tan fuertes que ella daba.
"Mientras yo lo disfrute nada más importa"
Diciendo eso deslizó sus manos para tomar el rostro del mocoso, y dejándose caer sobre el lo beso en los labios, teniendo que morderlo para que abriera su boca y dejara meter su lengua dentro de su boca.
"¡Mmmm!" la lengua de la chica se movió de un lado a otro dentro de su boca y sus afiladas uñas se enterraron en sus mejillas, haciendo que mantuviera sus ojos abiertos para que chocará miradas.
Azul y amarillo.
Ambos colores de sus respectivos ojos se encontraron.
Un amarillo que brillaba con Amor, oscuridad y locura.
Mientras que el azula solo reflejaba resignación y enojo contenido.
Esa mirada no afectaba a Azula, solo hacía que todo esto fue más divertido para ella, el ver cómo rechazaba su toque, su cuerpo y amor, pero de todas formas bajaba la cabeza sumiso ante ella.
Era una sensación poderosa e intoxícante.
Violando su boca con su lengua, saboreo su sabor y sonrió internamente cuando sintió el pene del mocoso palpitar en su interior, ella no dudo en aumentar su ritmo a uno más frenético que dejó sin aliento al chico debajo de ella.
"¡Azula! ¡Ya no aguanto!" advirtió soportando lo más que pudiera para no venirse dentro de ella, pero le fue imposible cuando está dio una fuerte sentadilla que dejó su longitud hasta el fondo de su interior.
"¡Dámelo todo!" grito con regocijo cuando la cálida, densa y abundante semilla del shinobi inundó su coño, fue una sensación increíble que la hizo quedarse sentada inmóvil, con los ojos cerrados y una sonrisa torcida.
"¡Ahhh!" el solo pudo quedarse recostado en el frío suelo mientras sentía como su polla era exprimida por las apretadas y mojadas paredes internas que la maestra fuego tenía, que lo ordeño hasta la última gota.
Pasaron varios segundos hasta que el clímax que ambos adolescentes compartieron se calmó.
"Muy bien" Azulo con una sonrisa torcida y amorosa froto su estómago con sus manos, que podría jurar que tenía un pequeño bulto por más doce veces que hizo que el adolescente se viniera dentro de ella, fueron tres horas intensas, "Tendremos tantos hijos… fuertes… poderosos… imparables…"
"…" A Naruto no le gustaba nada la sonrisa tan oscura y feliz que ella tenía, el verla acariciar su vientre con sus manos, con aún su polla dentro de ella, hizo que para su incredulidad volviera a encenderse con su flácida longitud volver a endurecerse.
"Más… aún necesito más" con una sonrisa y mirada sedienta de sexo, ella tomo con fuerza de los tobillos del Uzumaki y lo obligó a tomar una de sus posiciones favoritas.
La amazona.
Consistía en dejar en sumisión a tu pareja (masculino) y tener el control de cada movimiento, su coño aún tenía fugas de la similla del rubio mezclado con sus jugos, esa fuga fue tapada de inmediato cuando la princesa hizo que la dura hombría del Uzumaki entrara en ella.
Con una sonrisa imborrable y ojos perdidos por el placer, ella disfrutaba como de forma deliciosa la polla del mocoso se deslizaba hasta llegar al fondo, se tomó el tiempo se saborear la sensación de estar tan llena.
Para después, moverse forma brutal y sin piedad, sus piernas se flexionaron mientras estrellaba su culo contra las caderas del rubio, que gemía sin sentido por lo fuerte que se movía la maestra fuego sobre él.
En solo pocos minutos sintió como el calor del momento se disparó cuando Azula llegó al clímax, su coño lo apretó y apretó de tal forma que hizo que su interior sea demasiado caliente para Naruto.
"¡Azula!" Gritando su nombre de nuevo, termino disparando dentro de ella otra vez, el ya había perdido la cuenta, después de todo se convirtió en el consolador parlante de la princesa.
Que dio un gemido de alegría cuando se sintió llena de nuevo, pasaron algunos segundos hasta que ella soltó al chico dejándolo caer contra el suelo en un golpe sordo.
"Es suficiente por ahora" murmuró agotada y respirando con pesadez, apenas pudo mantenerse de pie, "Eres un hijo de puta muy resistente" se burló viendo con el chico, aunque parecía exhausto, tuvo la fuerza para sentarse aún con su hombría en pie de batalla, "Si eres una buena mascota, dejaré que juegues con Ty Lee, después todo dará una buena descendencia para la nación del fuego"
"…"
"Vamos… debes de sentirte honrado, cuando lleguemos ante mi padre, te tomaré como mi esposo para una buena imagen social, no tengo que recordarte que pasará si te niegas…"
Este poder, el poder de tomar decisiones y no tener a nadie quién se atreva a contradecirla.
Era de los más gratificante.
"Aunque desearía solo usarte yo, temo que el bien común de mi nación es lo primero, empezaron con diez de maestras fuego más feroces y fuertes del país, las vas a impregnar con tu semilla, para ver qué tan fuerte y capaz será la primera generación"
"¿Primera generación?" pregunto incrédulo el chico ante una idea como esa.
¿La idea era ser violado por locas como está que solo buscaran ser impregnadas y que sus hijos sean usados como soldados?
"Si" Cómo si ella adivinara lo que estaba pensando, respondió su pregunta, "No tienes que tener miedo, de nada sirve una herramienta rota, serás cuidado y valorado, y si te comportas como debes, dejaremos que interactúes y veas a tus hijos, todo hijo merece conocer a su padre"
"¿Debo de sentirme mejor con eso?"
"Si, si no sigues mis órdenes, te aseguro que hay formas más… rudas para aclarar tus ideas y pienses cuidadosamente que hacer" diciendo eso ella aún desnuda y con la semilla del adolescente bajando por su coño, fue hasta su ropa para tomar lo que parecía ser un collar con una cadena, "Es hora de aceptar tu destino Uzumaki Naruto, tu vida, tu cuerpo y alma me pertenecen ahora"
"…" tragando en seco el rubio bajo la mirada y cerró los ojos.
Flash back:
"¡Gracias!"
Mai frunció el ceño al ver cómo el chico empezó a comer como un cerdo de la charola que había traído y la verdad no podía culparlo.
Azula venía dos o tres veces al día para follar con el como si no hubiera un mañana, la verdad sentía pena por él.
"¿Estás bien?"
"Aparte de una loca psicópata que me quiere secar las bolas cada ocho horas, estoy bien"
"Lamento escuchar eso" murmuró sin poder evitar mirando la zona privada del Uzumaki, el estaba completamente desnudo, un pedido de Azula que él no se pudo negar.
Aun estando suave tenía un tamaño interesante para un chico de su edad, era tierno de una manera muy retorcida,
"¿Quieres ayuda?"
Naruto justo había terminado de comer cuando ella dijo eso, asegurándose de tragar todo la miro a los ojos varios segundos.
"¿Qué clase de ayuda?"
"Que ara que puedas escapar y evitar que Azula cometa un genocidio por nada"
Eso definitivamente llamo la atención del Uzumaki, que miro ilusionada a la chica que se mantenía impasible sentada en la silla.
"¿Qué es?"
"Nada es gratis, si quieres algo tienes que dar algo"
"¡Oh vamos! ¡Estoy aquí en pelotas! ¿Qué quieres? ¿Qué escriba en un trozo de papel en que te doy mi alma?"
"¿Qué me crees? ¿Una Bruja? No quiero pactos inútiles ni dinero que tú puedes tener, quiero tus servicios"
"Oh… ¿A quién hay que matar?"
"…." Mai apretó el puente de su nariz con fuerza, deseando tener la paciencia para no tomar la silla y romperla en la cabeza del mocoso, "Solo… usa tu lengua para esto"
Naruto quedo con la boca abierta cuando la chica desató el nudo de su kimono y dejo mostrar su figura delgada, pero increíble, sus senos copa C contenidos por un sostén negro, su estómago era plano y su piel tan clara, bajando su mirada se quedó mirando la ropa interior tradicional que era la fusión entre un taparrabos y un tanga.
Lo único bueno de estar en un mundo en su época casi medieval era la poca modestia que podían tener las chicas a la hora de usar ropa interior, si es que la usaban.
"¿Te vas a quedar solo ahí parado? Muévete" impaciente en la chica de las cuchillas abrió sus piernas aún sentada en la silla, tomando una posición cómoda.
"Ehhh… ¿No eres la novia del hermano mayor de Azula?" Ty Lee venía varias veces al día, no sólo para follar con el como conejos, bueno la mayoría de las veces, pero a veces aflojaba su lengua y le contaba todo lo que sabía de sus amigas.
"Ya pasaron cinco años de la última vez que lo vi, no soy de piedra y no, no es mi novio, solo me gusta"
"Oh… ¿y aun así quieres que te un oral?"
"Si, ¿Tienes algún problema?"
"No" era mejor no hacerla enojar y se arrastró hasta ella, sin decir nada la joven separó sus piernas dejando que el mocoso acercará su rostro.
"Ahhhh" su solo cálido aliento contra su zona íntima cubierta por una delgada tela fue suficiente para que un gemido escapo de sus labios, necesitaba esto y mucho, "Vamos, rápido"
"Ya oí" gruño Naruto que con cuidado acarició los muslos de la chica, para lentamente tomar los bordes de su ropa interior y bajarla, "Mierda, estás muy mojada ¡Ay!" su comentario ganó un golpe detrás de su cabeza.
"Deja de decir estupideces, a trabajar niño"
"Que gruñona, ¿y así quieres un novio?" su respuesta fue esta vez una cuchilla que apuntaba a frente, "¡Ok! Ya entendí, uy… que carácter"
"Creo que llamaré Azula, será interesante ver cómo te hace su perra" diciendo eso iba a atar su kimono y retirarse, pero antes que pudiera retirarse se quedó sin aliento cuando de forma brusca el shinobi enterró su rostro entre sus piernas, "¡Ten cuidado niño!" Advirtió con un sonrojo de vergüenza cuando el beso su zona íntima.
Ella quedó sin aliento cuando su coño fue besado, lamido y hasta casi mordido por el, su interior ardía por como sus paredes se contrajeron cuando la lengua del Uzumaki entro en su interior.
Usando sus manos ella peino ese cabello revuelto y dorado, tomando su cabeza para acercarlo aún más a ella y que hundiera su lengua inquieta en su interior, fue una sensación increíble.
Era la primera vez que algo que no fuera sus dedos entraba en su interior, el escuchar los húmedos sonidos de su coño ser besado y estimulado no solo por la lengua del chico, sino por sus labios superiores que se frotaba contra su endurecida clítoris.
"¡Ahhhhh! Ty Lee y Azula te enseñaron bien" dijo como pudo tratando de regular su respiración, el placer se volvía más intenso ante cada segundo que pasaba, "Esto te gusta ¿no? Niño sucio que disfruta de chupar los coños de las mujeres que te dominan"
"¡mmmm!" Naruto solo respondió con gemidos ahogados mientras seguía trabajando, sus dos manos se apoyaron en la pequeña cintura de la chica que agarraba con bastante fuerza su cabello.
Aunque dolía, siguió estimulándola haciendo que su lengua llegué tan lejos como pudo, sorbiendo sus jugos que al igual que Azula y Ty Lee tenía un sabor único.
Pasaron varios minutos hasta que la mandíbula del shinobi empezó a dolor, pero no sé detuvo ante nada y siguió hasta que sentía como el interior de la chica se contraía y sus jugos salpicaban hasta su boca.
"Eres tan buen… maldito mocoso…" Mai se sentía intoxicada por el entusiasmo que tenía el chico que literalmente se estaba comiendo su coño, mordiéndose sus labios sintió que estaba en su límite, "¡Abre bien la boca Naruto!" sus piernas envolvieron el cuello del Uzumaki y sus dedos se aferraron con fuerza de su cabello.
Con un largo gemido de gozo sintió su interior arder en llamas y el clímax la golpeo.
Duro, muy duro.
Jadeando la chica no pudo evitar tener una sonrisa tonta y excitada por como aún el mocoso seguía chupando su coño, tomando cada gota de sus jugos, este estimulo extra hizo que la chica temblará como gelatina, su espalda se arqueara y sus piernas tuvieran fuertes espasmos.
No fue hasta casi, un minuto completo hasta que por fin pudo ordenar sus ideas.
"Joder… con razón esa perra de Azula y tarada de Ty Lee lo usan como su juguete" murmuró para si misma extasiada por el hormigueo de placer que recorría su cuerpo enterró, bajando la mirada noto que la polla del chico latía acumulando pequeñas cotas de pre cum en la punta.
"Ahg…" con un gruñido Naruto se levantó, acariciando su longitud tratando de aliviar un poco la tensión, una vez de pie iba apuntar su hombría contra la zona íntima de la chica de los cuchillos, pero ella le cerró las piernas con una mala mirada.
"Nunca dijo que podrías tomar mi virginidad, ya le pertenece a alguien más"
"Oh…" eso había sido decepcionante para el, pero bueno podría darse una paja para aliviar su dura erección.
"Pero puedes tomar este"
Para la incredulidad y maravilla del muchacho, Mai se levantó de la silla se dio media vuelta para apoyar sus manos en silla, dejando caer su pesado Kimono a sus pies, dejando la vista, su perfecto cuerpo desnudo ante los ojos ansiosos de Naruto.
Que se quedó en silencio viendo como ella acariciaba su estrecho trasero perfecto, tal vez no era tan grande como el de Ty Lee o incluso Azula, pero eso no lo hizo menos emocionante.
"Sera mejor que lo lubriques bien y te juro que tú cabeza rodara" amenazó de manera mordaz, mientras usaba sus manos para separar sus glúteos, dejando ver su apretado punto fruncido y los mojados labios de su coño.
"¿Lubricar?" Pregunto confundido ganando una mirada molesta de Mai, que siguió en esa posición.
"Mete tu lengua en mi culo y lámelo tarado, tienes que lubricarlo para que sea más fácil meter tu pedazo de mierda en mi"
"Oh…"
¿meter su lengua dentro del lugar donde ella…?
Bueno ya saben.
Estaba dudoso de hacerlo, su mente lo hacía dudar, pero su libido le gritaba que dejará de pensar y metiera su lengua hasta el fondo de su sabroso culo.
"¡Mmmmm!" la chica dio un largo gemido cuando el adolescente le dio una lamida de prueba a su culo, que pasó a ser un suave beso.
Entusiasmo Naruto acarició los suaves glúteos de la gruñona mujer, se sentían tan suaves y elásticos en sus manos, sus dedos se hundían en la suave carne.
¿Se sentiría mejor el sexo anal que el vaginal?
Bueno, solo había una manera de averiguarlo.
"¿Lista?" Ya la había lubricado con su saliva lo suficiente, creía que era suficiente para que fuera agradable para ella.
"Solo hazlo de una vez"
"¡A la orden!"
"¡Ahhhhhh!" la chica fue tomada por sorpresa cuando fue tomada de su cintura por ambas manos del shinobi, que al parecer no midió su fuerza e hizo que una tercera parte de su longitud entrara dentro de ella, "¡No tan fuerte mocoso tarado!"
"Lo siento…" el apenas la había escuchado, estaba demasiado centrado en lo increíblemente apretado que era el culo de Mai, tuvo que esperar algunos segundos hasta que ella se relajara y sus paredes se calmarán lo suficiente para que el pudiera moverse.
"¿Debería de sentirse así?" Se preguntó así misma la chica que sentía como lentamente el chico iba saliendo y entrando de su culo, no era la primera vez que usaba ese hoyo con fines de satisfacción sexual.
Pero una cosa era sus juguetes, otra muy diferente era un pene de carne y duro como hueso.
Se sentía tan diferente, tan raro, tan caliente, tan bien…
"¡Ahhhh~! ¡Mmmmm!" Mai no pudo contenerse cuando el chico fue aumentando su ritmo, cada embestida sacudió su culo que se ondulaba anta cada golpe de la pelvis del shinobi.
Que estaba tan excitado como ella, y lo demostró al acariciar su espalda y aferrarse a sus hombros para dar una estocada final que le hizo llegar hasta el fondo de ella.
"¡Estás tan apretada Mai!" Gruño incrédulo el chico que sentía como su pene era apretado de una manera tan deliciosa y placentera, no sabía que el anal podía ser tan genial.
¿Sería bueno con Ty Lee o Katara? Esperaba que ellas le dejarán hacer lo mismo.
"¡Te dije que no tan fuerte!" grito avergonzada por como en el calabozo solo se escuchaba el incesante golpeteo de su trasero contra las caderas del rubio, que ni siquiera parecía escucharla, "¡Ahhgg!" El placer se volvió tan intensa que para su vergüenza sentía los jugos de su coño bajar por sus muslos.
Mai clavó sus uñas con fuerza en la madera de la silla que apenas podía soportar el peso de ambos adolecentes lujuriosos.
A ella le costaba contener sus gemidos y el cuánto le encanta como la polla del Uzumaki fue empujada dentro de ella, sus ojos se abrieron cuando él la estiró y separó sus túneles.
"¡Mai! ¡Eres increíble! ¡Gracias por dejarme hacer esto!"
Su longitud, la empujó, y acarició sus caderas mientras se ponía de pie, por una vez ser menos alto que ella le permitió tener una mejor posición para embestirla, no pudo evitar inclinarse hacia adelante para tomar varios mechones de su largo cabello y sentir el intoxícante aroma de flores y fresa.
"¡Deja… de hablar… ahhhhh~!" no podía creer que un mocoso la pudiera hacerla sentir tan bien, quería que esto durará más, pero no podía dejar que este chico pensara que esto le gustaba, sería vergonzoso para ella rogar para que la follara, "¡Solo termina de una vez!"
Grito con una voz más agudo de lo que ella siempre solía usar, agradecida internamente por estar dándole la espalda y así no viera sus mejillas ardientes, sudor bajando de su frente, y una sonrisa lujuriosa indigna de una chica tan refinada como ella.
Haciendo caso omiso a su orden, Naruto estaba listo para darlo todo, sus manos apretaron con fuerza el suave trasero de la chica y las separo tanto como pudo, "Ahora voy con todo…" gruñó de manera grabé y agarró su cuerpo con fuerza mientras se deslizaba más adentro, centímetro a centímetro.
Si Mai hubiera pensado que era un placer increíble tener al chico follando su culo, ahora la experiencia fue a otro nivel, su boca se abrió como un pez, y un lamentable gemido escapó de su garganta, su rostro se torció con una expresión que jamás creyó que tendría.
"¡Ahhhhh! ¡Mocoso~!"
"¡Mai!"
Su culo estaba tan apretado, e incluso su resistencia sobrehumana fue duramente probada por la perforación del culo de la joven que estaba incrédula por la potencia de las estocadas.
A un ritmo mucho más frenético y brusco, Naruto comenzó a empujar, entrando y saliendo, el golpeteo fue lo suficiente intenso y fuerte para que seguro los guardias fuera de la puerta los escucharan.
"¡Mierda!" Mai jamás pensó que diría esa palabra tan fuerte, apenas pudo reaccionar cuando escucho el quebrar de la silla de madera, antes que se diera cuanta estaba en la vergonzosa posición, como vulgarmente diría Ty Lee 'la del perrito'.
El la golpeó, inclinándose y presionándola casi contra el frio suelo de metal, los ojos de la chica estaban muy abiertos, y estaba sin aliento, silenciosa de asombro mientras la polla del adolescente trabajaba en su pobre e indefenso culo.
Ella sentía que el placer iba a hacer que tenga un duro clímax, algo que ni siquiera sabía si era posible, aun jodiendo su culo su coño también estaba a punto de estallar, apenas podía pensar con el placer tan abrumador que la hizo jadear y gemir hasta quedar sin aliento.
"¡Mai… creo que ya no aguanto!'
Eso encendió las alarmas de Mai, que apenas pudo levantar la cabeza para mirar sobre su hombro, la fuerza del mocoso era monstruosa.
"¡No… ahhhh… te…" Ella ni siquiera podía hablar consentido, sin que hubiera gemidos de por medio, era difícil pensar con coherencia mientras él la follaba, moviendo sus caderas erráticamente, balanceándose rápido y duro por sus empujes.
La forma en que su erección golpeó su ano, remodelándolo a su gusto y placer.
Sus nalgas aplaudieron ruidosamente, un rápido golpeteo de piel contra piel mientras el se sumergía dentro y fuera de ella, moviendo sus caderas insaciablemente hacia adelante y hacia atrás.
"¡Tengo… que terminar dentro!" el tenía que hacerlo, la sensación de como ella la apretaba era increíble y la idea de cómo sentiría si terminaba dentro, no habría punto de comparación.
"¡Mocoso… no te atrevas!" mientras él le golpeaba el culo con todas sus fuerzas, acarrearla y arrasándola como una fuerza de la naturaleza que solo un monstruo podía tener, sacudiendo su mundo con cada embestida, estaba profundamente tentada a gritar su nombre a todo pulmón.
Pero no podía.
No debía.
Tenía una imagen que mantener.
Pero eso era imposible, no podía pensar en otra cosa que no sea en la gloriosa sensación de su culo ser reclamado por la dura longitud del muchacho.
"¡Solo hazlo de una vez!"
Ella al final termino cediendo, y siguió gimiendo eufóricamente y lo tomó todo mientras el la golpeaba, moviendo sus caderas para recibir sus fervientes embestidas. Ella se deleitó con el movimiento de su polla, tomando su virilidad tan profundamente como pudo.
"¡Eres la mejor! ¡Mai~!"
Naruto se estrelló contra su trasero y golpeó su cuerpo contra el suelo con sus embestidas lujuriosas y dominantes, ya no tenía que restringirse a si mismo.
"¡Hummmm!" Ella se retorció, siseando y gimiendo por la velocidad, profundidad y poder de los empujes del chico. Ella temblaba y estaba débil en sus brazos, casi impotente en su éxtasis.
Su fuerza era irreal, y disfrutó de sus empujes tan agresivos.
Su respiración era caliente y humeante, sus gemidos roncos y trémulos de cansancio, estaba débil, totalmente impotente en las manos del shinobi.
Al final llegó lo inevitable.
"¡Ahhhhh mierda!"
Ella gimió lascivamente cuando él se corrió dentro de su culo, su polla convulsionó con la erupción de su semen, desperdició su semilla en su ano, bombeando su semen dentro de ella, ambos adolescentes disfrutaron de la sensación.
Pero ella fue la que más sintió de ambos, su coño se sintió como si estuviera en llamas, fue inevitable que su coño dejara escapar sus jugos por tal potente estimulación, con un último jadeo terminó derramando sus jugos al suelo, mientras su culo era llenado por la semilla del adolescente.
Pasaron algunos minutos en que los dos disfrutaron de esa posición, del calor que el otro desprendía, o al mano Naruto lo hacía.
"Quítate de encima"
Mai empujó al chico de encima de ella, haciendo que de un 'pop' la hombría del Uzumaki dejara su culo, que quedó entre abierto con semen escurriendo entre sus muslos.
"¿Te he dicho que eres increíble?" con una sonrisa juguetona Naruto se sentó en el suelo junto a Mai, que puso sus ojos en blanco.
"Ya lo dijiste cinco veces y eso no te salvara, te dije que terminarás afuera" gruño la peli negra que sacó un pañuelo de su kimono, y se limpió de mala gana los líquidos ajenos a su cuerpo entre sus muslos.
"Lo siento… pero no me arrepiento" murmuró entre dientes, pensando que ella no la escucharé, aunque desgraciadamente sí.
"¿Y yo me arrepentiré de cortarte el pene mocoso?"
"¡Aleja eso de mí!" grito espantado y adhiriendo sus pies en el techo, cuándo sintió el rose del cuchillo en sus bolas de una daga que solo dios sabía de dónde la saco esa chica.
"Eres muy ruidoso" dando un suspiro, la joven se puso de pie con esfuerzo, sus piernas aún se sentían algo acalambradas, y el hormigueo en su culo no se iría pronto.
"Lo soy cuando una mujer me quiere corta a Naruto Jr."
"¿Le pusiste nombre?"
"Si"
"Los chicos son un asco"
"¡Oye! Aún estos aquí"
"¿Y?" molesto se dio cuenta que tendría que darse un largo baño, para quitarse el olor a sexo, como también el semen que aún goteaba de su culo.
Naruto se dejó caer del techo, para sentarse junto a ella, mirándola con curiosidad, ya no se sentía raro estar desnudo, como tampoco verla a ella en el mismo estado.
"¿Qué me puedes decir de Azula?"
"Que es una loca que merece un escarmiento"
"Oh… ¿pensé que era amigas?"
"La palabra amiga no existe en su diccionario" murmuró con pereza, aún estaba algo cansada por ese intenso momento, "¿Quieres saber una debilidad de ella y explotarla con eso?"
"No"
"¿Entonces?"
"Que tal vez si la conozco mejor pueda sacar su lado bueno"
Naruto parpadeo confuso cuando la joven de los cuchillos estallo en un ataque de risa, que duró casi un minuto completo, no sabía que ella podría reír, aunque se reía de una forma bastante masculina.
"jaja…. Ja… ja" dando unas últimas carcajadas, se secó una lágrima, no se había reído así en…
¿Años?
Su sonrisa desapareció, cuando vio que el chico estaba serio.
"Espera… ¿Lo dices enserio?"
"¡Claro! Muchos de mis amigos más cercanos me han querido matar antes, Neji, Gaara, esa señora de la tienda de comestibles, que intento envenenarme cuando tenía 5 y ahora le ayudo de vez en cuando a regar sus plantas, incluso mira" sonriente el chico apunto a su pecho una marca circular que apenas se lograba ver, "Mi mejor amigo me atravesó el pecho el pecho con su puño cubierto de rayos"
"…"
"Y Ero-sennin me empujó a un barranco a una caída de un kilómetro"
"…"
"Y Oba-chan me tiró una roca de veinte toneladas a la cabeza" Su sonrisa nunca desapareció, aunque esta vez con una mueca torpe, "Aunque eso fue cuando estábamos en un hotel, y entre el baño a media noche y ella se estaba dando un baño de burbujas"
"…"
"Aunque lo que Azula hizo estaba mal, no le guardo rencor"
"Eres una de las personas más nobles que he conocido o un grandísimo estúpido"
"Un poco de esto, un poco de aquello… todo es igual para el gran Uzumaki Naruto"
"…" Mai se quedó varios segundos en silencio mirando fijamente al chico ninja, la esquina de sus labios de curvaron hacia arriba, "Tal vez pueda decirte una o dos cosas de Azula"
Fin de flash back:
"No necesitas usar eso…"
"…" Azula levantó una ceja cuando vio como el chico se puso de pie, todo rastro de sumisión e impotencia se había ido.
El ahora estaba ante ella erguido sacando su pecho con orgullo y sonriente, una sonrisa que hizo que la princesa se sintiera tanto enferma como excitada.
Una sonrisa alegre y juguetona, que por más que le buscara no encontraba malicia detrás de esa maldita sonrisa, que le hizo apretara las cadenas en sus manos, tensa cuando el dio un paso a ella, que por reflejo dio un paso hacia el.
"¿La mascota quiere revelarse a su ama?" gruño con furia haciendo que el oscuro calabozo sea iluminado por las llamas que salía de sus manos, dejando las cadenas que tenía al rojo vivo, "¡¿No te han dicho que no muerdas la mano que te da comer?!"
"No, pero si me que haga esto…"
"¡Tu-" el fuego azulado se extinguió cuando la chica sintió unas brazos envolver su cuerpo, se quedó congelada cuando el mocoso la estaba abrazando, "¿Qué está haciendo? ¿Un truco?" su mente le demandaba que le rompiera las piernas y lo encadenara contra la pared, y reclamarlo como suyo.
"Ya~ ya~ ya~" Naruto ignorando el brillo casi demoníaco en los ojos de la chica, el solo le dio suaves palmadas en la espalda, mientras la abrazaba con más fuerza, "Todo está bien… todo está bien"
*Goteo*
Azula sentía su mente explotar, su coño se contraía de forma violenta, sus ojos se nublaron al igual que mente cuando sus jugos gotearon por su sensible coño.
Podía sentirlo todo.
Sus cuerpos desnudos, como vinieron al mundo, entrelazados en un abrazo fuerte e irrompible, el cálido aliento del Uzumaki chocaba contra los senos sensibles de Azula, que tenía temor a que sus pezones estallaran por lo duro que se pusieron.
Y eso no era todo, el chico tuvo el atrevimiento de bajar y subir sus manos, deslizándose por suave piel, acariciando su espalda de arriba abajo dándole descargar de placer intensas a lo largo de su espalda dorsal, pero lo más increíble se sintió cuando las manos del adolescente bajaron, tomando sus dos suaves nalgas, sus dedos se hundían en la suave carne.
Sus palmas se presionaban contra su culo, el la toco como si estuviera amasando la masa para el pan de cada día, algo que hizo que ella se relajada de inmediato y sus mejillas ganarán un suave sonrojo, sus nalgas fueron tomadas, apretadas y separadas dejando ver su pequeño ano que se contraía apretándose por la exposición y su coño aun dejaba salir sus jugos que ya estaba goteando hasta el suelo.
Pero sin dudo, lo que vino ahora dejo sin aliento a la princesa de la nación del fuego, que sentía su coño estremecerse cuando sintió la punta de la hombría del Uzumaki rozar sus muslos y acercarse más hasta rozar sus húmedos labios.
Ese toque, ese minúsculo rose que fue casi como un beso entre su húmedo zona íntima y la dura punta de la hombría, fue algo casi celestial que hizo que la chica se sintiera entumecida y rara.
¿Cómo algo tan mundano podía sentirse tan bien?
¿Cómo era posible que sus caricias hicieron que su piel se erizara?
¿Por su solo toque le daba una descarga de placer que hizo que su mente se nublara?
"Azula…"
"…" los ojos dorados de Azula se iluminaron cuando se encontró con los seductores ojos azules del Uzumaki, le parecía una eternidad el tiempo en que solo se miraron.
"¿Puedes darme el honor de amarte? ¿De mostrarte cuánto significas para mi?"
"Ehhh…"
Su putísima madre, la mente se Azula estaba a toda marcha pensando cómo podía el chico verse tan atractivo y angelical como lo estaba viendo ahora, con esa mirada llena de cariño y amor.
El verlo como se acercaba a su rostro, teniendo que ponerse en puntillas, para intentar alcanzarla, ella tuvo que inclinarse y el sonrojo en sus mejillas ardían más que las llamas que disparaba de sus manos.
Lentamente los dos se acercaron hasta que sus labios se rosaron, casi de forma inocente un solo toque se significó tanto para Azula, que no podía creer que esto se sintiera aún más placentero y bien que sus besos más rudos en que buscaba meter su lengua dentro de la garganta del chico.
Esto era diferente.
Era un beso más amable, más cariñoso, más tierno y personal que hicieron que las rodillas de la chica perdieran fuerza y temblaran.
Sus lenguas nunca se tocaron, solo sus labios se movieron contra los de el, sus manos se movieron para estás sobre sus hombros y atraerlo aún más a ella.
"¡Mmmmmm!" un fuerte gemido ahogado casi escapo de los labios de Azula, cuando sus húmedos labios inferiores se fueron superaron de una manera tan lenta y deliciosa, cada célula de su cuerpo se exaltaba en éxtasis por como la longitud del adolescente fue entrando poco a poco en su interior.
Ella estaba eufórica.
Nunca experimento un placer como este, un placer tan intenso y abrumador.
El había entrado en ella, ella lo obligó hacerlo varias veces.
Pero ahora era el quien entraba voluntariamente a ella.
¿Esto habrá sentido esa sucia campesina de la tribu agua?
¿Este toque divino que hacía que cada músculo de su coño se apretara alrededor de la polla?
¿Ella experimento este placer primero que ella?
Sentía… tanta envidia.
Por primera vez en su vida.
¿Y si hubiera intentado que su primera vez con el hubiera sido así?
Algo tan íntimo, intenso, glorioso, increíble, placentero e infinitos de sinónimos más que decían solo una cosa.
Placer…
O…
¿Amor?
Esa era una palabra que Azula desconocía.
"Ahhhhh" un suave gemido hizo que ella volviera a la realidad, separándose de sus labios, Azula abrazo con todas sus fuerzas al shinobi, que la seguía embistiendo lentamente, haciendo que ambos sintieron cada parte del otro.
Un ritmo tan lento que hizo que ella se quedará en éxtasis, un placer infinitamente mejor que cuando ella lo violó tantas veces, no podía compararse, ni siquiera por asomó.
Las embestidas solo fueron más rápidas, porque los dos sentían que sus zonas erógenas ya estaban en ese punto, el punto en que el placer se volvió insoportable, ya estaban en sus límites.
"¿Te gusta Azula?"
"…"
Ella apenas tenía la suficiente conciencia para escucharlo, atontada solo pudo asentir con la cabeza, envolviendo sus brazos alrededor de el con más fuerza, como si temiera que al separarse el se iría para siempre.
"¿Te hace sentir bien?" preguntó en voz baja, sus manos se deslizaron para apretar sus suaves nalgas, levantándola desde su trasero, la levanto sobre el suelo, teniéndola sobre sus brazos y apretándola contra su pecho, su rostro quedó entre sus suaves senos, no pudo evitar abrir su boca y tomar uno de sus pezones dentro de su boca y empezar a chuparlos con suavidad.
"¡Ahhhhh~! ¡Si~! ¡Si~!" ella no pudo contener sus gritos, amaba está posición, el como la longitud entraba aún más dentro de ella, sus manos que apretaban sus muslos con fuerza y cariño al mismo tiempo, pero lo más increíble fue sin dudas el como el se amamantaba de sus senos.
Tomándose el tiempo de soltar uno, para luego ir por el otro.
Por primera vez en todos estos días, Naruto le dio una sonrisa traviesa.
"¿Te gusto Azula?" el dejó de moverse, quedando completamente quieto saboreando lo apretada y mojada que estaba, levantando la mirada dejo en paz las tetas de la maestra fuego y levantó la cabeza para mirarla a los ojos.
Ella le devolvió la mirada, sin saber cómo reaccionar ante esa pregunta, pasaron varios segundos hasta que pudo procesar sus pensamientos y decir algo.
"Si…" esas palabras se escaparon de su boca, con tanto cariño y amor, que incluso ella se avergonzó y escondió su rostro contra el cuello del Uzumaki.
La sonrisa de Naruto creció cuando sintió como la chica se aferraba, con brazos y piernas a el, como si fuera el pilar que mantenía su vida a flote.
El le devolvió le gesto, al empezar a moverse como antes, igual de lento e íntimo que antes, pero está vez hubo algo diferente.
Azula se estremeció cuando su mejilla fue tocada la mano del Uzumaki, que la hizo levantar la mirada y quedar frente a frente con el, cara a cara, ella quedó paralizada cuando fue besada en los labios.
Ese fue el punto de quiebre.
Ella casi sintió su conciencia irse por la ventana, cuando todos sus músculos se tensaron y su interior ardió en llamas, aún más calientes que el fuego que arrojaba a sus enemigos, sus jugos salpicaron en todas partes por el clímax tan duro que la hizo quedar como un títere sin hilos.
Pero sus sentidos se dispararon cuando sintió algo caliente, denso y maravilloso llenar su interior, la sonrisa que tenía Azula, nadie se la iba quitar, hasta los dedos de sus pies que se contrajeron hasta sus ojos que quedaron en blanco.
Ella dio un último gemido.
*Click*
Azula ni siquiera sabía que fue ese sonido. Solo sabía que manos fueron envueltas por las cadenas que había dejado caer, confusa miro que estaba encadenado al Uzumaki.
"Espero me perdones"
"¿Qué ha-"
Ella quedó en silencio cuando el chico la abrazo con fuerza, sus cuerpos desnudos se juntaron y sentía su longitud endurecerse sentir de su sensible coño, la maestra fuego quedó sin aliento cuando el adolescente corrió hasta la puerta del calabozo.
Y de una patada abrir la puerta.
"¡El prisionero escapa!"
Detrás de la puerta había decena de soldados, no sabía si era porque tenían que vigilarlo o ellos estaban espiando mientras tenía relaciones sexuales con la princesa.
"¡¿Suelta a la princesa?!" pregunto escandalizada una de las mujeres soldados al ver incrédula a la princesa de su nación, desnudo y encadenada alrededor del mocoso, que tenía su… cosa dentro de ella, "¡Atrapen a ese mocoso pervertido!"
"¡¿Cómo?! ¡No podemos disparar sin la posibilidad de herir a la princesa Azula!"
"¡Rodéenlo!"
"Bueno al menos no me quemaron vivo" pensó aliviado aún sosteniendo a la atontada y cansada Azula en sus brazos, que al parecer aún tenía ganas de más, ya que se movía levemente sobre su longitud.
Este sería un escape complicado.
Dando un salto se adhirió al techo como un insecto y corrió de cabeza, con los pesados pasos de los soldados detrás de el.
Obviamente correr con una mujer desnuda en tus brazos que tenía sus piernas y brazos alrededor de tu cuerpo, apretando tu pene con su cálida vagina y maravillosas tetas que se apretaban contra su rostro.
Fue inevitable que Naruto se desconcentrara y resbalara, haciéndolo caer sobre su espalda contra el duro suelo.
"¡AHHHHHHH!" que causo que Azula quedará empalada por la polla que seguía moviéndose fuera y dentro de ella, algo que la hizo muy feliz y complacida.
"¡Maten a ese mocoso de mierda!"
Los soldados no estaban tan felices al ver cómo su princesa estaba siendo deshonrada de esta forma, del pervertido chico que se arrastró para levantarse del suelo y continuar corriendo.
"¿Qué es todo este escándalo?" desgraciadamente en su camino se cruzaron unas confundidas y curiosas Ty Lee y Mai que estaban a medio pasillo.
"¡Wow!" la chica del circo vio maravillada como el shinobi abrazo contra su cuerpo a la princesa y dio un giro para pasar sobre sus hombros, "¡Ahu!" Aunque no fue perfecto, el trasero de Azula termino golpeando la cara de Ty Lee derribándola.
Llegando hasta la escalera final, Naruto atravesó la puerta con un Rasengan, y aliviado vio el oscuro cielo lleno de estrellas y media luna, aterrizando en la cubierta, soltó a Azula.
O bueno, lo intento.
"¡Suéltame Azula!" No recordaba que ella fuera tan fuerte, pero con un fuerte tirón logro salir de ella, con su pene saliendo de su apretada vagina como un corcho de una botella.
"¡Naruto!"
El shinobi dio una disculpa a la dormida Azula y la arrojó contra Mai y Ty Lee, está última tenía una marca roja en su frente, y una expresión más que molesta.
Las dos chicas atraparon a su amiga y de inmediato la cubrieron con una manta ante la mirada pervertida de los soldados.
En cuanto al desnudo Naruto, dio un salto para arrojarse al mar y nadar hasta perderse en el horizonte del mar.
Vaya escape.
Raro y loco, pero al final Uzumaki Naruto era libre.
Que capítulo bien cargado de zukulencia para ustedes bola de degenerados.
¡Dejen sus comentarios manga de pervertidos, Bey!
