.
.
.
.
Capítulo II
-Deberías de revisar de nueva cuenta la formula- decía un rubio con unos anteojos revisando unos papeles que sostenía con sus manos.
- ¿Esta mal? - interrogo un pelinegro mirando con el ceño fruncido a aquel rubio que por tercera vez en ese día le decía que revisara la formula.
-No es que este mal Sasuke…- el rubio se quitó los anteojos y miro al pelinegro- es solo que sigues usando una formula muy básica para algo tan complejo, está bien como base, pero no para el desarrollo total de los resultados que buscas obtener para tu hipótesis…
-De eso se trata, refutar o corroborar mi hipótesis, si con esto no la compruebo quiere decir que…
-Que no investigaste lo suficiente- interrumpió el rubio- creo que tengo un libro que te ayudara…- el rubio escaneo aquel estudio donde había una serie de estantes y varios libros ahí. Se puso de pie y se dirigió bajo la atenta mirada del pelinegro al estante donde pensaba que estaba el libro. - Sabes, quizá lo tomo mi esposa, hace poco escuche que estaba preparando una clase para un diplomado, permíteme iré a revisar…- el rubio salió de aquel estudio dejando al pelinegro solo el cual regreso la mirada a la computadora, tratando de descifrar lo que aquel rubio quería de él.
Desde hace un año había ido a residir a Tokio debido a una beca completa de maestría en física que había obtenido, a la cual había postulado desde que concluyó la carrera, pero a la cual no pudo acceder y además los compromisos que tenía a sus 23 años cuando se graduó le impedían seguir preparándose, pero cuando se encontraba más estable económicamente y de tiempo también, no dudo en volver a postular y vaya sorpresa que se llevó al ser aceptado, ya que actualmente tenía 35 años y con regularidad daban esa beca a menores de 30 años, pero ahí estaba él, en su segundo años de maestría en una ciudad desconocida. Y en la casa de su asesor de tesis para ir revisando el protocolo de esta, apenas el protocolo de investigación. Sasuke dio un largo suspiro sería un largo camino. Pero era algo que quería hacer desde que era joven a pesar de todas las trabas que se presentaron para estudiar y mantenerse, se sentía reconfortado por estar en esa maestría.
La puerta del estudio se abrió, pensando que era su maestro no despego la mirada de la computadora, pero vaya sorpresa que se llevó cuando una voz diferente a la de su maestro se presentó.
-No sabía que había alguien aquí- decía un rubio, Sasuke miro al recién llegado y vio que era una copia casi igual a su maestro solo que este tenía cabellos más alborotados, era más joven y lucia unas peculiares marcas en sus mejillas y ni que decir de aquellos ojos azules aún más expresivos que los de Minato- Solo vine a buscar un libro, no interrumpiré
-Buenas tardes- dijo el pelinegro viendo al joven de jaens y playera naranja. Sasuke devolvió la vista a su computadora mientras escuchaba los pasos del rubio que se movían a lo largo del estudio buscando un libro según dijo este con anterioridad
-Mi nombre es Naruto- dijo el rubio recargándose sobre la mesa en la que trabajaba el pelinegro. Sasuke solo lo miro y sintiendo su privacidad invadida ¿acaso no iba solo por un libro? - Así que eres el nuevo torturado de mi padre, ¿Cuál es tu nombre?
- ¿Torturado? - arqueo la ceja el pelinegro
-Si, mi papá tiene cara de buena gente y de ser una blanca oveja, pero en el fondo es el maestro más exigente de la facultad, es por su apariencia que muchos lo eligen además es buena onda como maestro, pero como asesor ni hablar, hay varios que prefieren cambiar de asesor debido a la exigencia de mi padre… -explicaba el rubio mientras sonreía. - ¿Cuál es tu nombre?
- ¿Tienes la costumbre de interrogar a los alumnos de tu padre siempre?
-En realidad no, pero realmente los alumnos de mi padre no son tan atractivos como tú- soltó sin más el rubio provocando una extraña sensación en el pelinegro, casi parecido a un revoloteo en el estómago.
-No creo que sea conveniente decirme ese tipo de cosas- solo atino a responder el pelinegro
- ¿Por qué no?, ¿te incomoda?
- Quizá porque no es correcto que coquetas con alguien mucho mayor que tú
- ¿Mucho mayor que yo?, por favor si eres joven. ¿Qué edad tienes?
-Tiendes a ser muy impropio, ¿Quién te dijo que le podías preguntar a un desconocido su edad?
-Pero ya te dije mi nombre…
-Pero yo no el mío
-Entonces vuelvo a preguntar ¿Cuál es tu nombre?
-No te lo pienso decir- Sasuke volvió su atención al computador
-Vale, ¿si adivino tu edad me dirás tu nombre?- reto el rubio con una sonrisa
- ¿Y yo que gano con eso?
-Saber mi edad…
-Tienes que… 23 años- soltó el pelinegro
-De seguro mi padre te lo dijo, en ocasiones es demasiado parlanchín- dijo en un mohín el rubio
-Veo quien lo heredo de los 3 hermanos
-Ves, te lo dijo mi padre, eso es trampa y no es justo… ahora ya sabes mi nombre y mi edad
-Vale, adivina, pero solo tienes una oportunidad- dijo Sasuke divertido ante los gestos del menor y puso su atención en el rubio
-25 años -soltó seguro el rubio
-Fallaste
- ¿Qué? no es verdad… solo me estas mintiendo porque no me quieres decir tu nombre, soy bueno calculando las edades.
-Si tienes 23 años debes ser el hijo menor de Minato, lo que quiere decir que eres el artista, el que rompió el molde y que a diferencia de los mayores que también son físicos, tú eres el que estudia música en el conservatorio así que tal parece que eso de los cálculos nunca se te ha dado.
-A veces odio a mi padre por boca floja- soltó Naruto
-Cada que tiene oportunidad Minato habla mucho de ustedes, sus hijos en las clases.
-Anda dime tu edad- insistió el rubio
-Si te lo digo me dejaras de fastidiar- dijo el pelinegro
-Puede ser una posibilidad… si, porque no- mintió el rubio, claro que se sintió atraído por aquel pelinegro lo que menos haría seria dejarlo de ir a fastidiarlo
-A la edad que dijiste solo suma 10 años, si es que puedes sumar- dijo sarcásticamente el pelinegro
- ¿Qué?... tienes 35 años, no te creo te ves mucho más joven
-Le agradeceré a los buenos genes de mi madre- Sasuke volvió la atención a su computadora
-Demonios, mi padre se va a enojar mucho- dijo Naruto incorporándose de la mesa en donde había permanecido recargado para ver de más cerca de aquel varón
- ¿Por molestar a sus alumnos?, no lo dudes
-No por eso, eso es lo de menos…- el rubio dio un largo suspiro- Se va a molestar porque mi novio es 12 años mayor que yo…
Sasuke miro al rubio el cual solo atino a sonreír, mostrando sus blancos dientes. La puerta del estudio se abrió mostrando a Minato con un par de libros en sus manos
-Con que aquí estas- decía Minato acercándose a la mesa y colocando ahí los libros- Tu madre te está buscando, quedaron en alcanzar a Deidara en el supermercado. Anda ve te está esperando afuera
-Cierto, casi lo olvido- el rubio menor tomo el libro por el cual entro en aquel estudio
-Espero que no le hayas ocasionado problemas o distracciones a Sasuke, Naruto- soltó en un tono de reproche de broma el mayor
-Claro que no, ¿verdad?... Sasuke- dijo el rubio sintiéndose triunfador al por fin saber el nombre de aquel sujeto. Naruto subió sonriendo de aquel estudio dejando a su padre y a su estudiante solo.
Las imágenes de la primera vez que vio a Naruto rondaban por su cabeza, mientras miraba atento a este cantando aquella canción, que comenzaba a tener un ritmo magnifico, sin duda aquel rubio era un maestro en hacerle llamar su atención, en sembrar su cuerpo, su corazón, su alma y sin lugar a dudas en la música.
Y ahora quiero que vuelvas, como un niño los findes
desde que te has ido no hacen gracia los chistes
me he cortado el pelo me he comprado otro tinte
buscando a ver si encuentro alguno como tú en Tinder
Naruto comenzaba a mover su cuerpo al ritmo de la música, sin dejar de ver aquellos ojos ónix. Se toco su cabello que ahora lucia corto desde hace 2 años y se lo pinto nada fuera de su color natural rubio. Solo aclarándolo un poco más, simplemente había decidido cerrar el ciclo con Sasuke, dejar de ser aquel joven locamente enamorado del ex alumno de su padre.
Querido eres la musa de mis canciones tristes
no puedo cerrar los ojos mientras te me desvistes
haces que de mí se vayan todos mis despistes
y es que olvidarte no será una tarea simple, no
Solo quería olvidarlo… por eso acepto irse a vivir a Inglaterra los últimos tres años, pero justo a su regreso volvía a topárselo y en lugar menos inimaginable… volvía a tenerlo de frente… Naruto pensaba que la vida era muy cruel con él.
Continuara…
