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Capítulo VI
La primera nevada había llegado a Tokio, indicio de que las vacaciones de invierno se estaban haciendo presente y en la universidad de Tokio los alumnos estaban entregando trabajos finales para concluir curso, así que las bibliotecas y cafeterías de las diversas facultades estaban repletas de aquellos estudiantes. Se escuchaban voces y se veía ir y venir estudiantes, algunos preocupados por no aprobar y otros ya bastante relajados por exentar materias. Entre este último grupo estaba un rubio que había logrado exentar las evaluaciones finales.
Naruto desde su infancia fue un niño bastante problemático debido a que se le dio diagnóstico de hiperactividad y déficit de atención, así que los primeros años de escuela fueron difíciles para él y sus padres ya que no alcanzaba las metas indicadas y esperadas por los profesores. Hasta que a sus 8 años para buena suerte del rubio su abuela Tsunade lo llevo en las vacaciones con uno de sus amigos que era psiquiatra y al interactuar con el rubio apenas escasos 30 minutos dijo que ese niño no tenía ni hiperactividad ni déficit de atención, todo lo contrario, su CI era demasiado alto y se aburria en clases y pocas cosas le llamaban la atención en las clases regulares.
Así que con base a esto los padres de Naruto si bien siguieron llevándolo a escuelas regulares integraron al rubio a diversas actividades que llamaron la atención del rubio, desde matemáticas, robótica, pintura, danza, futbol, etc. Para condicionar al rubio en el cumplimiento de sus deberes escolares y así poder librar bastante bien la situación escolar. A la edad de 12 años el rubio descubrió la música, de la cual jamás se quiso despegar, por eso cuando llego el momento de escoger carrera universitaria, el rubio se sintió un tanto preocupado ya que venía de una familia de físicos. Pero para su suerte sus padres tomaron bastante bien la noticia y le apoyaron en todo. Y si era de hacer suma de su coeficiente intelectual y su amor por la música era más que obvio que por ello que el rubio había exentado sus materias a la perfección y ahora se encontraba ahí, en la biblioteca sentado en una mesa esperando a su novio azabache que extrañamente llevaba 20 minutos de retraso.
Por fin después de otros cinco minutos Naruto pudo visualizar al pelinegro con una chamara que podía jurar que era más grande que él, y como su nariz era color rojo debido al frio del clima y a la blancura de su piel, Naruto sonrió ante la imagen tan fascinante de su novio, el cual llego al fin a la mesa y se quitaba la chamarra y la colocaba en el respaldo de la silla, para después acercarse al rubio y darle un beso en sus labios cálidos.
-Lamento la demora…- decía le pelinegro sentándose y sacando su laptop
-Solo te espere 25 minutos, es extraño que seas impuntual- dijo el rubio divertido mientras recargaba la cabeza en la mesa y miraba al pelinegro que justo ahora tenía el ceño fruncido
-Me estas tomando el tiempo- respondió con voz ronca, Naruto no supo distinguir si era por el clima o por el enojo, que no comprendía del porque
-Solo dije que era extraño que seas impuntual, regularmente tu eres el que espera- el rubio no despegaba su cabeza de la mesa. Mientras miraba al pelinegro
-Y ya te pedí disculpas- Sasuke comenzó a prender la laptop y sacar unos libros de su mochila
- ¿Qué sucede?
-No sé de qué hablas-
-No me has querido ver a los ojos, y estas muy gruñón para ser las 9 de la mañana- explicaba el rubio sin despegar la cabeza de la mesa
-Son finales Naruto, no todos somos super dotados como tú y exentamos materias- explicaba el pelinegro mirando su celular y después ponerlo boca abajo sobre la mesa.
-En las maestrías no puedes exentar, y además eres demasiado inteligente para estar estresado por finales, ¿Qué es lo que sucede?
-Nada…
-Nada nunca es nada
-Viniste a ayudarme con mis trabajos o a ser una molestia…
- ¿Disculpa? - el rubio al fin levanto su cabeza de la mesa y miro fijamente al pelinegro que seguía evadiendo su mirada- Me llamaste molestia… es en serio, Sasuke- aquello realmente le había dolido
-Naruto, tengo mucho trabajo por…
-No, no es cierto, tienes 6 materias de las cuales 4 ya tienes los proyectos, las otras 2 son exámenes que estoy seguro pasaras con los ojos cerrados así que deja de usar de pretexto la escuela y dime que sucede- Naruto sabía que algo había de extraño en aquel comportamiento
-Naruto…- el pelinegro tuvo que guardar silencio al sonar el timbre de su celular. El cual tomo y miro la pantalla, al percatarse quien era dio un enorme suspiro- Dame dos minutos, por favor. - pidió el pelinegro y después dio contestar a la pantalla- Dime…
Naruto observaba como el pelinegro, fruncia su ceño y como decía solo monosílabos ante aquella llamada, observo también como sus puños se cerraban fuertemente, se percibía frustración. Después de un par de minutos el pelinegro colgó y vio al fin a los ojos a Naruto que esperaba una explicación de su comportamiento hostil.
-Sarada y Sakura vendrán a Tokio- soltó sin más el pelinegro provocando que el rubio sintiera un escalofrió en su cuerpo y como su piel se erizaba. - Les dije que tampoco iría estas vacaciones a casa por…
-Mamá te invito a pasar la cena de navidad con nosotros…- susurraba el rubio
-Lo sé, por eso no iría a casa, pero… Sakura se molestó así que arrastro a Sarada a Tokio, me lo ocultaron por un par de días, hoy llegan en el tren de las 5 de la tarde. - Sasuke esperaba alguna respuesta por parte del rubio, pero este solo guardo silencio- Lo lamento…
-Tú… tú tienes familia Sasuke, es obvio que quieran pasar esta fiesta a tu lado- sonreía falsamente el rubio tratando de ocultar lo mejor posible su corazón roto.
-Pero yo quiero estar contigo…
El cuerpo se calentó con aquel par de palabras, era lo único que necesitaba para sentirse mejor. Y de repente se escuchó un grito de sorpresa en aquella biblioteca, ya que la corriente eléctrica se fue dejando a media luz aquel edificio, gracias a la luz que se colaba entre las ventanas. Naruto miro de un lado a otro esperando que la luz regresara.
-Mierda…- decía Sasuke- Tengo que enviar un correo…
-Podemos ir a tu departamento y desde ahí…
-Naruto- interrumpió Sasuke- aún tengo que entregar algunas cosas hoy de forma presencial. Podrías ir a mi departamento y…- Sasuke solo se restregó su rostro con frustración para después ver al rubio- Y recoger tus cosas, ellas se quedarán una semana y yo no quisiera que ellas encontraran…
-Mis cosas…- completo el rubio y de nueva cuenta el corazón roto se presentó en su pecho
-por favor…- el Uchiha le entrego unas llaves al rubio- es una copia de mis llaves, yo te llamare en cuanto me sea posible…- Sasuke se acercó al rubio y lo beso en los labios- Te amo…
Y así habían pasado 4 días en los cuales la ausencia de Sasuke estaba presente, ni una llamada telefónico o mensaje. Naruto le marco en tres ocasiones, pero simplemente le mandaba a buzón lo fue a buscar a su facultad, pero al llegar se encontraba con la noticia que el Uchiha se había retirado. El día viernes tampoco acudió a la asesoría de Minato, lo que ocasiono en el rubio un vacío extraño. Ese día sábado bajaba sin energía y se dirigió al comedor donde su familia ya estaba desayunando.
-Ohayo…- decía sin ánimo el rubio y tomando lugar a lado de Nagato
-Naruto, ¿qué onda con tus ojeras? - decía Deidara mientras tomaba café - ¿acaso no dormiste?, ¿Qué no se supone que eres el genio de la familia? Y siempre andas alardeando que tú no te desvelas por tareas y eso…
- ¿te sientes enfermo? - interrogo Kushina
-No y no…- solo respondió Naruto tomando la taza de café caliente entre sus manos
-No es obvio que es porque no ha visto a su novio- decía Nagato llevándose un bocado a su boca- desde el domingo no hay luces de Sasuke por aquí… ¿acaso se pelearon? - interrogo el pelirojo. Ganándose una mirada pesada del rubio menor
-En todo caso no es un tema que nos concierne, Nagato- explicaba el patriarca de la familia
-Bueno ayer ni siquiera vino a su asesoría, padre lo cual hace más sospecho esto… ¿acaso ya acabaron? - dijo esta vez Deidara quien miraba fijamente a su hermano menor- ¿te fue infiel?
- ¿Qué? - respondió sorprendido y exaltado Naruto- que mierda dices Deidara
-Naruto ese lenguaje- regaño Kushina
-Lo siento…
-Sasuke no vino ayer porque su familia vino a visitarlo a Tokio, ayer me envió un mensaje para disculpar su ausencia- explicaba Minato, provocando en Naruto una nausea ¿acaso Minato ya sabía que Sasuke tenía una familia?, no sabía cómo indagar en el asunto y además un pequeño enojo se coló en su ser, a su padre si le pudo enviar mensaje, pero a él no- Quizá por eso este un tanto ausente, ¿es eso Naruto?
-Que alivio- decía una vez más Deidara- Porque el jueves lo vi con un par de chicas, a decir verdad, una de ellas era muy parecido a él, quizá sea su hermana. Aunque la otra tenía cabello muy exótico
-Ya sabes como son los jóvenes hoy en día, Deidara- decía Kushina
-Tu, ¿viste a Sasuke? - dijo Naruto casi en un susurro
-Si, de lejos realmente llevaba prisa, fue el día que tuve que llevar a papá porque se descompuso la camioneta. Al salir del estacionamiento lo vi en las jardineras con dos mujeres, Sasuke parecía que tenía mucha prisa, a decir verdad.
-Quizá sean sus hermanas- explicaba Minato
- ¿Sasuke tiene hermanas? - interrogo Nagato mirando al rubio
-Yo…
-Sasuke es muy reservado- interrumpió una vez más Minato
- ¿Deberíamos extender la invitación de la cena de navidad para su familia también? - interrogo Kushina
-No creo cariño, Naruto y Sasuke llevan pocos meses y el ya presentar las familias serias algo muy rápido… demos tiempo a los chicos, que ellos decida- Minato dio un suspiro- Es más hagámonos a la idea de que Sasuke quizá no venga, si sus hermanas, hermanos y padres están aquí… es seguro que querrá pasar las fiestas con ellos, ¿no crees Naruto?
-Yo…- así que su padre tenía la idea que la familia de Sasuke se refería a hermanos y padres. - Creo que tienes razón, Sasuke debe pasar las fiestas con su familia…- susurro lo último ya que él si sabía que la familia del Uchiha era su esposa e hija.
El timbre sonó sorprendiendo a los presentes.
-Yo abro- dijo Nagato levantándose de la mesa y dirigiéndose a la entrada. Después de un par de minutos, y que los demás integrantes de la familia seguían consumiendo sus alimentos. Una voz conocida para la familia se hizo presente.
-Buenos días- el corazón de Naruto se sobresaltó y volteo a ver al pelinegro que acaba de llegar- Provecho, lamento interrumpir
-Sasuke- dijo Kushina levantándose y yendo a abrazar al mencionado- que gusto verte, te extrañamos mucho estos días. - la pelirroja deshizo el abrazo- pero pasa a desayunar, siéntate.
-Yo… gracias, lamento las molestias
-Tú no eres ninguna molestia- decía Minato sonriendo
-Hola- decía Sasuke acercándose a Naruto y depositando un beso en los labios de un atónito rubio que no dejaba de verlo con sorpresa. Sasuke tomo asiento a lado del rubio, mientras Nagato regresaba a su lugar y Kushina se acercaba colocando otro plato y taza.
-Gracias, Kushina, pero ya desayuné
-Solo café entonces, anda ya te extrañábamos en la mesa- sonreía la mayor
-Gracias…- Sasuke tomo la taza ya rellena de café- Solo vine a desearles feliz navidad y a disculparme, porque no poder acudir a la cena.
Naruto solo atino hasta ese momento a bajar la mirada y sentir como su corazón una vez más se rompía. Sasuke estaría con su familia, con su esposa e hija.
-Claro, Sasuke… Minato nos dijo que tus padres y hermanas venían a visitarte, es normal que te la pases con ellos- explicaba Kushina haciendo que Sasuke se sorprendiera ante lo dicho.
- ¿Hermanas? - soltó por instinto Sasuke
-Deidara te vio en el campus con tus hermanas- se apresuró a decir Naruto tomando la mano del pelinegro.
-Ah, si… mis hermanas- trato de ponerse Sasuke en la misma sintonía. - También vine a entregar mi última corrección del protocolo- decía Sasuke sacando un folder de su mochila
-Sasuke pudimos esperar de regreso de las vacaciones- sonreía Minato
-Lo sé, pero bueno yo quería venir…- Sasuke volteo a ver a Naruto quien lo miraba intensamente
-Si necesitan privacidad vayan al cuarto de Naruto- soltó Deidara ante la mirada que se daban aquellos dos
-DEIDARA- dijeron sus padres
-ash… lo siento- se disculpó el rubio
El desayuno paso de una forma tranquila y amena, donde se tocaron temas triviales, una plática tan común ya para aquellas personas que se reunían alrededor de aquella mesa, pasaron cuarenta minutos cuando Naruto y Sasuke subieron a la habitación del rubio mientras que los padres de este salían de compras y Nagato y Deidara estaban en sus habitaciones, o haciendo quehaceres asignados.
-No tienes idea de lo mucho que te extrañe- decía el pelinegro dentro de la habitación del rubio mientras lo besaba intensamente y caían los dos sobre la cama destendida del rubio.
Naruto sentía el calor emanar de aquel hombre que lo excitaba de sobremanera, sentía como su cuerpo se restregaba con el suyo y como aquel beso subía de intensidad, hasta que llego un momento que el pelinegro se detuvo en seco, haciendo que el rubio abriera sus ojos y viera a Sasuke encima de él y con una sonrisa de medio lado.
- ¿Qué pasa? - interrogo el rubio al ver la mirada tan fija de su novio
-Te amo…- Sasuke comenzó a dar pequeños besos en las mejillas del rubio y su rostro, sus orejas, su cuello.
- ¿Por qué no me mandaste ni un mensaje? - al fin dijo el rubio con un miedo en su estómago por arruinar el momento y un enojo al mismo tiempo. - Te marque y no respondías
-Naruto, estaba con Sakura y Sarada yo no podía…
-Pero te llamaba cuando estabas en clases
-Sabes que no respondo mientras estoy en clases- se defendió el pelinegro. Y el rubio cayo en cuenta de aquello, era cierto, Sasuke jamás respondía mientras estaba en clases, pero el hecho de que no se comunicara de otro modo lo hizo ponerse tan enojado y celoso por la ausencia de este.
-Le mandaste un mensaje a mi papá, al menos pudiste tener un mínimo minuto para enviarme uno a mi…- reprochaba el rubio
-Naruto, yo no quería hablar contigo por mensaje o llamada, yo quería estar así contigo- Sasuke volvió a besar el rostro del rubio intensificando el abrazo con el que rodeaba al rubio.
-Te fui a buscar a la facultad y no te encontré…
-Salía lo más rápido posible, Sakura es una molestia y en estos días ha ido a la facultad… no quería que nadie me viera con ella por mucho tiempo- explicaba Sasuke
-Pues Deidara te vio
-Lo ves, me salía rápido de la facultad para que nadie me viera, más de la mitad de la universidad saben que estoy de novio contigo, no quería arriesgarme que ella se presentara como mi esposa y que tu papá se enterara. - Sasuke dio un suspiro sonoro- En serio lo siento, sé que tuve que llamarte o enviarte un mensaje, pero sé que en el momento que te llamar o enviara mensaje no sería solo dos minutos… yo siempre quiero más de ti…
-Si, se notó en estos últimos días…- dijo sarcástico el rubio
-Ok, estas enojado- dijo Sasuke levantándose de encima del rubio- Yo solo vine aquí para estar tu y yo los dos juntos sin pensar, pero veo que tu enojo es aún más grande
-No entiendo, si dices que es una molestia, ¿Por qué no la dejas de una vez? - soltó el rubio incorporándose y ahora ambos quedando sentados en la cama.
-Vine a verte para estar contigo y ¿quieres hablar de mi matrimonio? - dijo esta vez comenzado a molestarse el pelinegro
-Si no estuvieras con ella, obtendrías todo tu tiempo conmigo… no dices que siempre quieres más de mi… ¿entonces porque no lo consigues?, si sabes que yo no te lo voy a negar
-Naruto ¿es enserio lo que me dices?, tú sabias cual era mi situación desde un principio
-Pero está en tus manos poderla cambiar, o es que ¿acaso no quieres?
-No es tan fácil
- ¿Qué es lo difícil Sasuke? - Naruto se levantó de la cama y comenzó a caminar a lo largo de la habitación, tratando de procesar la información y la discusión que se avecinaba- ¿Sarada? Estas con Sakura por tu hija… por favor, ella ya tiene 20 años ya es una adulta para enfrentar la separación de sus padres, que bien tú me dices no hay amor en esa relación… ¿entonces porque seguir?
-Estas utilizando mis palabras en mi contra- respondió enojado el Uchiha quien permanecía aun en la cama tratando de comprender como llegaron a esa discusión. Una discusión que posponía cada vez- Tienes razón Sarada no es la razón por la que sigo con ella, sé que Sarada es lo suficientemente madura para afrontar un divorcio, pero…
- Pero ¿qué?
-Ya te dije, tú sabias mi situación desde el primer momento
-Sasuke, mira que yo lo intento, pero te desvaneces siempre me hago el contento
pero hoy no me apetece
-Tu no lo entiendes- Sasuke tomo su cabeza entre sus manos, mientras apoyaba sus codos sobre sus rodillas y ocultaba su rostro.
-EXPLICAME- grita Naruto
- ¿QUE QUIERES QUE HAGA NARUTO? - grito Sasuke levantándose de la cama, para después dar un sonoro suspiro al recordar que estaba en casa de Naruto y que los hermanos de este estaban en casa. Así que bajo su tono de voz y se acercó de forma rápida al rubio y lo tomo de los hombros acercando sus rostros, lo suficientemente cerca para que lo que iba a decir fuera únicamente audible para el rubio- Vengo de una familia conservadora, donde cuando te casas el divorcio no existe… sí, es cierto Sakura no es la esposa que yo elegiría para casarme, pero las cosas pasaron y lo hice, no la amo, claro que no, pero es mi esposa, ella ha estado conmigo desde hace muchos años, ha estado ahí en los peores momentos de mi vida…
-Entonces no lo haces por ella… realmente la amas- dijo Naruto ya con lágrimas en sus ojos y apretando sus puños queriendo golpear a Sasuke
-NO- grito una vez más para después bajar su tono de voz otra vez- entiende no la amo, pero en mi familia no existen los divorcios, además… que voy a decirles, "oigan me voy a divorciar de Sakura, porque ¿Qué creen?, me enamore del hijo de mi asesor de tesis, el cual es doce años menor que yo y además es hombre"- decía el pelinegro entre dientes- "se me olvido decirles familia, soy gay, solo que la cague con Sakura y pues ni hablar me hice responsable pero ahora estoy enamorado"
-Entonces el puto problema es que soy hombre- decía Naruto entre dientes con el ceño fruncido y luchando para soltarse del agarre de Sasuke
-No, entiende no- soltó al fin Sasuke al rubio- es todo, Naruto… es un conjunto de cosas que son complejas y no tan fáciles…
-Lárgate…- susurro Naruto abriendo la puerta de su habitación
-Naruto…- Sasuke se acercó al rubio y tomo su rostro con sus manos- te amo…- Sasuke deposito un casto beso en los labios de Naruto- te veo en unos días…
Sasuke salió de aquella habitación dejando a un rubio con un caos en su cabeza, sentía que todo le daba vueltas, Naruto solo atino a sentarse en el suelo, mientras acariciaba sus rubios cabellos, el rubio escuchaba los pasos de Sasuke bajar, y como este se ponía los zapatos, abría la puerta y se iba sin poder resistir más Naruto comenzaba a sollozar.
-Naruto…- se escuchó una tenue voz entrando a su habitación, el rubio vio unos pies descalzos enfrente de él, y comenzó a alzar la mirada topándose con su hermano mayor Deidara. El cual se agacho a la altura del rubio- Pelearon, ¿verdad?
-Yo… Deidara…- Naruto se soltó a llorar y solo atino a abrazar a su hermano- Yo lo intento, lo intento… pero él se desvanece… me siento como un niño sin luz con miedo…
-Tranquilo enano- abrazo más fuerte el rubio- fue una pelea, todas las parejas las tienen.
-Es que… no entienden que siempre has sido diferente, como Venecia sin agua, como Madrid sin gente-
-Lo que me acabas de decir no tienen ningún sentido para mí, pero solo puedo decir que se nota que eres artistas que justo en un momento triste sacas algo así…- dijo Deidara mientras Naruto se soltó a llorar aún más, sin poder explicar a su hermano, su verdadero malestar. Se sentía tan mal decir que estaba con un hombre casado. Entonces ese pensamiento por unos cuantos segundos hizo que comprendiera a Sasuke. No era tan fácil la situación lo que ocasiono que el rubio se soltara más a llorar
Naruto se llevó una de sus manos al pecho mientras sus pies continuaban con el ritmo de la música, y desmonto el micrófono del pedestal y camino unos pasos adelante, provocando que Sasuke se reacomodara en su asiento, Sasuke solo quería que en ese preciso momento Naruto se acercara a él y lo tocara… lo besara.
Tú y yo los dos juntitos sin pensar
contigo como un niño en Toys R Us
que se apague la luz en navidad
sí desprendemos electricidad
Mira que yo lo intento
pero te desvaneces
siempre me hago el contento
pero hoy no me apetece
Naruto extendió una de sus manos tratando de alcanzar algo para después actuar que ese algo se esfumaba, un movimiento en seco donde se quedó quieto, mientras cantaba y fingía una sonrisa y la señalaba con su dedo índice para después borrarla.
Justo esas palabras hicieron que Sasuke recordara aquella pelea en relación a su incapacidad de no poder romper el matrimonio con Sakura, la primera pelea que tuvieron en relación directa de ese tema y que por meses él evadía. El humor de Sasuke en esas vacaciones fue de los mil demonios y aunque siempre trataba de controlar su mal humor con Sarada, aquella vez no puedo controlarlo, ya que recordaba que Sakura le dijo que se quedarían todas las vacaciones ahí, y no una semana como había dicho de inicio, lo que provoco ansiedad en el pelinegro de no arreglar las cosas con Naruto lo más rápido posible. Las entrañas de Sasuke recordaban aquello y se reprochaba por ser tan cobarde.
Y no entienden que siempre
has sido diferente
como Venecia sin agua
como Madrid sin gente
Deidara tuvo un flas back con esa estrofa de la canción y sin más siguió la mirada de su hermano menor, que desde que comenzó a cantar, además de no entonar la canción acordada no quitaba la mira de un punto en fijo. Deidara reconoció al pelinegro que igual no despegaba la mirada de su hermano, y vio en aquella mesa también a la pelinegra que vio una vez en la facultad y ni que hablar de la pelirosa a lado de Sasuke… Deidara cayó en cuenta que aquellas mujeres eran su esposa e hija. Deidara solo quería ir en ese preciso momento a golpear a Sasuke. Y golpearse a sí mismo por no darse cuenta y proteger a su hermano menor a tiempo.
Continuará…
