Disclaimer: InuYasha no me pertenece, no me interesa que lo haga y nunca me importará. Me conformo con que Rumiko – sama sea buenita y me regale a Kouguita precioso! Oh my sweet Kouga – kun! My honey Lobito Feroz!
Advertencia: este Fic no tiene fines de lucro, además de un mensajito por ahí, pero sí tiene un formato "alternativo" a largo plazo, y con más de una pareja protagonista. Les recomiendo conocer hasta el capítulo cinco para juzgar porque ahora están conociendo a los personajes y sus tramas. Esto es casi una Teleserie
Al final del Viaje
Tercer Capítulo: "Amigos inseparables"
Kouga se levantó más temprano de lo habitual (es que es tan lindo), lo sabía, pero debía hacerlo ya que era su segundo año en la universidad y deseaba llegar temprano a clases (no se caracteriza x ser muy puntual -- somos iguales!), al menos por una vez en la vida.
Se vistió con un buzo deportivo y se dispuso a desayunar. Bajó al primer piso y tomó un poco de leche, al parecer era el primero en levantarse.
Poco tardó en percatarse de su error, allí estaba Kagura (yo! yo! Yo quiero!), su mejor amiga.
Ella lo miraba divertida, sin duda un año más junto al muchacho sería otra aventura. Lo observó fijamente y lo saludó:
Buenos días Kouga ¿Vas a salir a trotar?
Así es - dijo el muchacho. ¿Por qué?
Porque creo que yo también debería salir, aunque no me gusta correr ¿Qué tal si te acompaño con mi bici? - preguntó Kagura
Kouga sonrió, le agradaba salir con Kagura, era prácticamente su hermana menor, por lo tanto la cuidaba (tan tierno que es n.ñ) y ella lo ayudaba en todo.
Muchos soñaban con verlos convertidos en novios. Sin duda eran de esas parejas que todos las señalan como tal, pero que sólo ellos se empeñan en negarlo. Claro, cómo iban a ser novios si eran excelentes amigos. La amistad y el amor no iban de la mano… eso, claro, según ellos.
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Kouga trotaba silencioso, pensaba en su vida y sus proyectos a futuro. Deseaba terminar pronto su carrera para ejercer lo que tanto amaba. Sí, el muchacho estudiaba Educación Física (profe! profe! Ñam… n.ñ…. Ñam!)
Kouga era un muchacho muy atractivo, pero no era un casanova como Miroku, uno de sus mejores amigos. Estaba consciente de su atractivo físico, pero no era de los muchachos que se acercaban a cualquier muchacha.
No, él esperaba a la mujer adecuada, la luz que iluminaría su camino (aquí MiSaO presente), la que según él llegaría muy pronto.
No le importaba que InuYasha, otro de sus mejores amigos, lo molestara eternamente, él sabía que algún día llegaría su princesa… por lo tanto él debía ser un príncipe capaz de recibirla como merecía.
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Armada con su personal stereo estaba Kagura. Pedaleaba mientras tatareaba una alegre canción. Era una muchacha muy feliz e independiente, no era como cualquier chica, no se preocupaba por su aspecto pese a ser muy hermosa. Tampoco se preocupaba de los muchachos y las fiestas, parecía que sólo pensaba en ella.
Kagura adoraba su libertad más que nada. No visitaba a su familia muy seguido, pero ésta tampoco intentaba juntarse con ella, a veces porque estaban peleados, y en otras ocasiones, las más, porque no tenían suficiente dinero para viajar.
Sí, su familia era muy pobre, por lo tanto ella estudiaba con beca universitaria y era una de las mejores alumnas, aunque a veces tenía problemas con algunas compañeras que la molestaban por su origen humilde.
Kagura disfrutaba los deportes, y se relacionaba mucho más con los hombres que con las mujeres. Así fue como decidió estudiar Teatro porque, según ella, la dejaba expresarse y dejar volar su imaginación.
A primera vista se veía como una muchacha fría y cruel con los hombres que se acercaban para cortejarla. Las mujeres la envidiaban por su talento, carisma y belleza. Sólo tenía a Kouga y a los muchachos de la pensión (InuYasha y Miroku), los que eran prácticamente su familia. Sí, porque ella sabía que podía contar con sus amigos, aunque no podía evitar sentir nostalgia ante la falta de una amiga.
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Seguían corriendo mientras Kouga observaba de reojo a Kagura, era como ver a su hermana menor. La muchacha no era una modelo y no vestía como princesa, pero tenía un físico excelente, una personalidad maravillosa y un corazón como ninguno. Él lo sabía mejor que nadie porque era su mejor amiga, su hermana, la muchacha que había jurado cuidar y proteger de los "jotes" universitarios.
Este era uno de los principales motivos por lo que era tan importante para los muchachos de la pensión… y para él. Kagura era una más de la "banda", aunque ellos nunca la miraron como una mujer, sino más bien como la hermana pequeña que debían cuidar.
El estado físico, de la muchacha, era envidiable, practicaba muchos deportes pero el ciclismo era su fuerte. Para ella era como volar sobre una pluma. Pero lo que sin duda amaba eran los deportes extremos, por esto los practicaba cada vez que podía. Pese a toda la alegría que irradiaba ella estaba muy sola, tenía un vacío muy grande en su corazón, tenía miedo al rechazo pero se había negado ante el chico más popular de su carrera, esto la marginó de su curso puesto que era diferente al resto de las muchachas. Eso era algo que le dolía mucho ya que no tenía amigas y su curso le hacía la "ley del hielo" (es cuando nadie le habla). Pese a todo esto era una excelente alumna y era muy envidiada, por lo cual recibía constantes ataques por parte de sus compañeras que buscaban avergonzarla y hacerla desistir de la carrera, aunque a la vez los hombres la admiraban secretamente por su coraje y valentía. Por eso ella seguía de pie, porque la vida siempre tiene algo más.
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Kouga seguía pensando en su carrera, aunque estaba aburrido de ella. Las muchachas se acercaban a él en busca de popularidad y él las rechazaba caballerosamente, mientras se refugiaba en sus únicos amigos: InuYasha, Miroku y Kagura, o en sus compañeros de clases: Ginta y Hakkaku.
Era un muchacho muy tímido y desconfiado como para formar más amistades. Era solitario aunque muy alegre. Le costaba sociabilizar pese a aparentar un exceso de confianza. Kouga, al igual que Kagura, participaba en una actividad extraprogramática; era la estrella del equipo de Atletismo de la universidad (yo también hago atletismo, aunque creo que jubilaré), un velocista, el más rápido del país. Gustaba de una participante del equipo llamada Ayame, y siempre intentaba impresionarla incentivado eternamente por su fiel Kagura.
Sí, pese a ser apuesto y varonil nunca había hablado con Ayame, ya que según él no podía invitarla a salir porque si iban a alguna fiesta él tenía que cuidar a Kagura (es muuuy tierno), algo que la muchacha le recriminaba constantemente al decir que "ella era libre para estar con quien quisiera" algo que molestaba a Kouga.
Sus amigos, incluida Kagura (quien era la que más insistía), trataban de animarlo a hablar con la "atleta" pero no conseguían nada, Kouga era muy tímido y jamás se acercaría a Ayame... a menos, que su querida "hermanita" Kagura le diera un empujón.
Empujón que sin saber cavaba su propia tumba y podría destruir más de un corazón.
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Continuará…
Wenu… no me han dejado más reviews ToT, parece que no les gustó mi Fic así que les subo este capítulo para ver si cambian de opinión. Voy a subir dos capítulos más, pero si no hay mensajitos es mejor no continuar, por eso subo dos capis más y me retiro si no lo quieren ToT
Que pasen Feliz Año Nuevo!
Y Feliz Navidad… aunque ya fue xD!
PD: por si a alguien le interesa… yo escribo otros Fics, de Rurouni Kenshin (Misao x Aoshi) "Ultimátum al amor: demuestra que aún vives en mí" y "Una Estrella entre la Nieve"
Y de InuYasha escribo éste y "Duele Verte" (Un Kouga x Kagome)
Muy pronto
Fic de InuYasha: "Un Dulce Sueño" y "Ya no serás mi Vida"
Fic de Rurouni Kenshin: "La Cazadora"