Al final del Viaje
Quinto Capítulo: "Confesiones"
Kouga sigue sin ser mío. Por el momento…
Mucho gusto, un placer y un honor conocerlos - dijo Kikio
Luego
de aquella presentación fue invitada a desayunar con los
demás. Rieron alegremente y le contaron en muy poco tiempo
muchas de las tantas aventuras que habían vivido el año
anterior.
Cuando llegó la hora
de ir a la universidad, ellos la invitaron para que caminasen juntos,
algo que Kikio aceptó gustosa. Así fue como llegaron a
la puerta principal, otro nuevo año comenzaba y, como de
costumbre, Kouga corría a espantar a los hombres que se
acercaban a Kagura.
Algún día Kikio, ellos dos se van a casar - murmuró Miroku
InuYasha observaba la escena y afirmaba con la cabeza las palabras de su amigo. Para ellos dos (InuYasha y Miroku), Kouga y Kagura formaban la pareja "perfecta"
Kikio sonrió y admiró la universidad, el área que a ella le tocaría era muy hermosa según decían, ya que tenía muchos jardines floreados.
Miroku observó a los alrededores, según él estaba buscando a las nuevas estudiantes, aunque sus amigos tenían otra percepción de su búsqueda.
Aún buscas a aquella muchacha, Miroku? - preguntó Kouga
Cómo no va a buscarla si todavía la quiere - dijo Kagura
Lo que sucede es que Miroku está obsesionado - añadió InuYasha
¡¡¡¡Eso no es cierto! - gritó Miroku
Ah... no? - preguntó InuYasha
No, no es así. Yo no estoy obsesionado - respondió Miroku
Entonces, si no es así ¿por qué no lo pruebas? - pidió Kouga de manera desafiante
Lo haría si ella estuviese aquí - dijo Miroku a modo de defensa
Tienes mucha suerte Miroku, porque ahí viene - acotó Kagura
Miroku abrió los ojos y ya no pensó más, aquella muchacha caminaba sonriendo a los amigos con quienes caminaba. Quedó absorto en los ojos de la doncella y no pudo articular palabra. El momento fue interrumpido por la confundida Kikio, quien no entendía nada de lo que allí sucedía.
¿Quién? - preguntó Kikio
Sango... Sango Fuyotomi - murmuró suave y tristemente Miroku
Efectivamente Kikio pudo observar a un grupo de estudiantes que se acercaba, logró reconocer a la muchacha que Miroku evitaba. Sango era bonita, pero Kikio no podía entender cómo era posible que Miroku no se atreviese a hablarle siendo un casanova profesional. Comenzó a investigar al alegre grupo que se acercaba y alguien llamó su atención, era un muchacho alto y parecido a InuYasha, tenía sus ojos de un hermoso color dorado. Tal vez comenzaba a volverse loca por la expectación que le causaba estar en la universidad, pero le pareció alguien conocido. Pudo percatarse de como una muchacha de cabellos azabaches se abalanzaba sobre el alto muchacho y lo besaba con pasión. Fue en ese momento que Kikio escuchó a Kagura:
Será mejor que nos vallamos
Pero... ¿por qué? - preguntó una confundida Kikio
Porque él es el hermano mayor de InuYasha - respondió con un hilo de voz Kagura
Pero... ¿qué tiene que ver eso? - preguntó Kikio
Kagura se acercó a ella y la miró comprensivamente. Fue en aquel momento que le susurró una pequeña y amarga historia de amor:
Ves a la muchacha de cabello negro, bueno ella era pretendida por InuYasha y por su hermano mayor, para desgracia de InuYasha la muchacha eligió a su hermano. Es por esta razón que están peleados. No debes contarle a nadie porque es un secreto, InuYasha ha estado muy mal después de eso porque no sólo perdió a quien quería, sino que también se separó de su hermano.
Kikio comprendió y se marcharon del lugar.
Por otro lado, un alto muchacho abrazaba a su dulce amada mientras sentía un gran dolor en su corazón:
Perdóname InuYasha - pensó Sesshomaru
Kikio caminaba pensativa, no llevaba ni dos días de conocer a InuYasha, pero ya lo apreciaba y no deseaba verlo sufrir. Le daba vueltas y más vueltas a la situación, pero no se conformaba, no podía entender cómo se había peleado con alguien tan importante como un hermano por una muchacha. Tal vez la quería mucho, tal vez estaba enamorado de ella y lo alteró saberla la novia de su hermano mayor que, por cierto, se le hacía muy conocido, aunque no le era posible recordar de qué lugar. Se sentía mal, no le gustaba ver triste a la gente, mucho menos si era alguien a quien ella apreciaba. Fueron estos motivos los que la acercaron al triste y melancólico InuYasha. Le regaló una dulce sonrisa y le dijo:
No te preocupes InuYasha, la vida nos pone pruebas con cientos de obstáculos, si nos dejamos vencer y caemos rendidos significaría que no somos dignos de alcanzar otra etapa. Sé lo que te duele, pero debes superarlo. Él es parte de tu familia, es tu hermano, no puedes hacer como si no existiese y olvidarlo. Recuerda que debes luchar siempre porque no estás solo, tus amigos estaremos siempre contigo. Ahora debes sonreír y levantar tu moral ya que empiezan las clases y necesitarás de todo tu ánimo para sobrevivir a las miles de horas que tienes de matemáticas por día (que asco, odio matemáticas) Espero que disfrutes este primer día, nos veremos a la salida o en la residencial. Ahora iré a buscar a los de Periodismo.
Y Kikio se fue.
InuYasha sonrió y levantó su moral. Era algo increíble pero Kikio había logrado lo que nadie, InuYasha estaba alegre, feliz ante la adversidad (y las matemáticas), parecía impregnado por el espíritu y la fuerza que irradiaba Kikio.
Continuará…
Muchas gracias a quienes leen mi Fic. Sobretodo por la paciencia que han tenido al esperar. Por eso les regalo todos estos capítulos. Espero que los disfruten!
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x-MiSaO-x
