Al final del Viaje

Y sigo… Kouga todavía no es mío. Pronto, pronto… prepárate Rumiko

Sexto Capítulo: "¿Una nueva amistad?"


Sango caminaba tranquilamente, aún no encontraba a aquel muchacho que deseaba evadir, pero que en el fondo necesitaba ver. Estaba algo cansada, al parecer las vacaciones habían sido muy cortas. Seguía escondida, pero deseaba verlo con todas sus fuerzas, estaba segura que su corazón lo buscaba y ella trataba de negarse a aquel deseo.
Llegó a su salón, habían al menos 20 compañeros menos que el año anterior, ahora no quedaban alumnas, sólo ella. Los profesores eran muy machistas y detestaban a las muchachas, pero Sango no se daría por vencida nunca y lucharía hasta el final. La escuela de leyes era así, fría y calculadora, al igual que ella en estas alturas de la vida.
Sango tenía muchos problemas con los profesores, era una alumna excelente y eso los disgustaba de sobremanera, no era posible que una mujer fuese la mejor alumna del salón. A esto se sumaba el "odio" que Sango sentía por los hombre (esto lo explicaré más adelante), el feminismo declarado de la muchacha y su fuerte carácter. Todo esto formaba una mezcla interesante que siempre terminaba de extinguirse en rectoría. sí, las peleas habituales de la muchacha y sus profesores terminaban siempre frente al decano de la universidad.
Sus profesores la admiraban por no desertar, destacaban su disposición y ánimo, pero la odiaban por ser tan buena alumna.
Lo que nunca nadie trató de conocer fue el interior de Sango, su corazón y el por qué del odio a los hombres. Ese era uno de los mayores secretos de la muchacha.

Kagura llegó a su sala, Kouga había insistido en acompañarla, para ella eso era algo sin importancia, no le gustaba que la protegiese tanto ya que ella era una mujer autosuficiente y no necesitaba a alguien para que la ayudase. De todas formas le era imposible odiar a Kouga (es que es taaaaan lindo!), era su mejor amigo y lo quería mucho.

"Eterna soledad,
el tiempo danza en la madrugada
y no puedes dormir
si están todas las luces apagadas.
Ya se fue el tren
y esta calle nunca más será igual,
aprendiste a tener miedo
pero, hay que correr el riesgo
de levantarse
y seguir cayendo"

Entró a su salón, sólo había unos cuantos muchachos así que decidió salir a tomar aire. Para su mala fortuna se encontró frente al grupo de muchachas que tanto la odiaban. Pensó en evadirlas, pero se percató de que eso era muestra de debilidad y podría ser interpretado como un acto estúpido, así que decidió enfrentarlas y caminó entre medio de ellas sin prestarles atención. Esta acción fue interpretada por el grupo de muchachas, como una ofensa pública y se dispusieron a amargarle otro año más a Kagura. La dejarían completamente sola y le crearían una reputación de "huraña y come hombres" con esto ningún hombre se acercaría a ella. Pero, para sorpresa de todas las presentes, los hombres de Teatro ya se habían acercado a Kagura, quien los trataba con amabilidad y cierta ternura.

"No hay nada que perder

cuando ya nada queda en el vaso,
y no puedes saber
que fuerte es el poder de un abrazo.
Ya se fue el tren y

esta calle nunca más será igual,
aprendiste a tener miedo
pero, hay que correr el riesgo
de levantarse y seguir cayendo.

Pero, hay que correr el riesgo
de levantarse y seguir cayendo"

Cuando sus compañeras se acercaron al grupo toda la magia se acabó y se cortó cualquier tipo de acercamiento.
Lo que nunca planificaron fue que entrara al salón un apuesto muchacho que dejó a todas embobadas. Era realmente maravilloso, todas se acercaron a él y quedaron prendadas de la sonrisa mágica y sincera que el muchacho proyectaba. Él, por su parte, sólo se dedicó a observar el salón hasta descubrir a una linda y cautivadora muchacha que se encontraba ¿sola? y algo confundida. Se acercó a ella, sonrió y amablemente dijo:

Hola, me llamo Bankotsu ¿Puedo sentarme a tu lado?

Ella lo observó sorprendida, seguramente era nuevo en la universidad y era por esto que no la conocía.

"Yo lo sé
que nadie te dijo para qué
todos están aquí

Yo sé,
la soledad te da un cierto confort,
no te deja mirar.
¡¡Eterna soledad!
¡¡Eterna soledad!
sé que la gente busca tu consejo;
hay que correr el riesgo
de levantarse y seguir cayendo.
Pero, hay que correr el riesgo
de levantarse y seguir cayendo"

Eterna Soledad
(Los Enanitos Verdes)

Se alegró de tener a alguien con quien conversar aunque tal vez sólo fuese por un tiempo. Lo miró alegremente y le dijo:

Mucho gusto Bankotsu, mi nombre es Kagura. Puedes sentarte, si tu quieres.

El muchacho no esperó más y sentó. Así fue como comenzaron a conocerse.

Kagome caminaba tranquilamente, ya se había despedido de Sesshomaru y se acercaba a sus compañeros de Medicina. Los saludó alegremente y sonrió, tenía muchos amigos (as) allí, aunque también tenía muchos pretendientes que la acosaban continuamente. Sí, porque no podemos olvidar que Kagome era una muchacha muy hermosa y carismática.
Apenas llegaba a su salón un joven muchacho se acercó a ella y la saludó cordialmente aunque sin tratar de ocultar sus vanos intentos de cortejarla. Así era, porque Houjo era el muchacho más apuesto de Medicina, pero Kagome no le prestaba importancia, para ella sólo era un amigo, en su corazón sólo se encontraba Sesshomaru.
El pobre Houjo intentaba que al menos Kagome lo mirase, pero no lograba nada, Kagome era la estrella más distante que había conocido y, por lo mismo estaba completamente enamorado de ella y se había juramentado de que algún día sería su novia. Aunque por el momento no podía hacer nada ya que la hermosa muchacha estaba prendada de un tal Sesshomaru.
De todas formas él no se daría por vencido fácilmente, amaba demasiado a Kagome como para no luchar por ella. Lo que Houjo no sabía es que el destino no le había deparado a Kagome.

Por su parte la muchacha no paraba de pensar en el hombre que más amaba, el muchacho que la hacía suspirar con toda el alma. Sesshomaru era la persona con quien soñaba noche a noche, pero, pese a esto no podía olvidar otra dulce mirada, tan dorada como la de su amado pero algo más triste... sin percatarse de nada su dulce y suave voz murmuró:

Inu...Yasha…

Continuará…

Gracias a quienes están leyendo mi Fic!

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