Al final del Viaje

No. Kouga todavía no es mío.

Octavo Capítulo: "Recuerdos"

Miroku buscaba a su grupo, no le fue difícil divisarlos, las mujeres eran mayoría en Kinesiología y corrían tras él. Así era porque Miroku no sólo era un pervertido al por mayor, sino que era el galán de su salón y de su carrera. Las mujeres se derretían por él. Cualquiera diría que era un muchacho completamente feliz, pero él no las amaba, ni siquiera las quería, sólo eran cuerpos vacíos.
Miroku se sentía triste, la única mujer a la que había amado lo rechazaba constantemente, pero pese a eso él era incapaz de olvidarla. Eso era algo que se reprochaba a diario.
Las muchachas se acercaron sonrientes, él las abrazó gentilmente y las evadió. De pronto pudo escuchar:

Tanto tiempo Miroku, no has cambiado nada, sigues siendo igual de seductor

Era Koharu, una muchacha desinhibida y muy sensual que se empeñaba en enamorarlo aunque nunca conseguía nada. Pese a esto ella no dejaba pasar las ocasiones en las que podía "seducir" a Miroku. El joven muchacho la aceptaba gustoso "carne fácil" - era lo que solía pensar. Sí, porque Koharu siempre estaba disponible para él, no importaba la hora ni el lugar, ella llegaba hasta los confines del mundo por él.
Mientras la abrazaba el muchacho pensaba sólo en la diosa de sus sueños, en la mujer que amaba más que a su propia vida y que le era imposible olvidar.

Koharu sonreía triunfal, ya que según ella "Miroku ya estaba en sus manos" La pobre muchacha pensaba que el depravado estudiante de Kinesiología la amaría por cuanta "carne" ofreciese, sin saber que lo que él más deseaba era una mujer que le negara todo, alguien que fuese inalcanzable, un reto. Ya estaba cansado de las aventuras fáciles y rápidas.

Sesshomaru se abría paso entre la multitud. Caminaba con determinación, ya se había despedido de Kagome y ahora buscaba su salón y a sus compañeros.

Estaba triste, no quería seguir dañando a su hermano, eso era algo que le dolía mucho, no podía seguir al lado de Kagome si eso estaba destruyendo el alma de su "hermanito menor" Tendría que abandonar a Kagome pese a quererla mucho.
Estaba pensando eso cuando sintió un gran abrazo acompañado de un inconfundible:

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ ¡¡¡Sesshomaru!!!!!!!

Era la "pequeña Rin" así era como él le decía a la muchacha, que de "pequeña" sólo tenía la inmadurez. Ella era su compañera de salón, también cursaba el tercer año de astronomía y, al igual que él, era una alumna destacada.

Bonita, simpática y atractiva. Así describían sus amigos a la muchacha. En su curso era adorada casi como una diosa. Tenía, literalmente, locos a sus compañeros, no sólo por su belleza externa, sino porque era una muchacha sumamente divertida, espontánea y alegre. Todo su curso estaba tras ella, pero la muchacha sólo deseaba el amor de Sesshomaru. Ellos habían sido novios en primer año, pero rompieron cuando ingresaron a segundo, todo por culpa de una muchachita de primer año de medicina llamada Kagome.
Pese a esto Sesshomaru le ofreció su amistad y ella la aceptó porque no deseaba vivir sin él y así, al menos podía ser su "amiga" aunque seguía amándolo secretamente, esperando el momento para acercarse a él nuevamente.

InuYasha caminaba a su facultad, no podía dejar de pensar en Kikio y en lo mucho que se parecía a su adorada Kagome. Muy pronto se percató de que estaba en un error porque Kagome y kikio podían parecerse físicamente, pero nunca habría alguien igual a Kagome.

Cerró sus ojos y comenzó a recordar los mejores momentos de su vida, en aquellos en los cuales Kagome era su amiga y estaban juntos día y noche. En aquellos momentos en los cuales no logró confesarle sus sentimientos y que, una noche, ayudado por la luz de la luna, vivió en carne propia el amor. Fue con aquella muchacha que conoció el verdadero amor, fue con ella con quien se besó, era ella quien lo hacía (y lo hace) soñar. Fue esa noche también que cometió el peor error de su vida...

Flash Back

InuYasha y Kagome paseaban de la mano, la noche estaba más clara de lo habitual, las estrellas brillaban con todo su esplendor y les sonreían. Kagome estaba muy triste pero no deseaba llorar. InuYasha intentaba animarla y así decidieron salir a pasear.

"¿Quién te puso en mi camino?
¿Quién te dijo que aún estaba vivo?
¿Quién tuvo la brillante idea?
Con un corazón que ardía
por falta de compañía,
por tanta,
tanta soledad.
Y me dijo que también estaba sola
y abrí mis brazos
y así le entregué la vida"

Pasó el tiempo y él la animó como nadie, por algo era su mejor amigo. La luna era testigo de ese momento maravilloso. Fue un momento en el cual ella lo miró fijamente y sonrió, él también lo hizo. Estaba nervioso, ella era la mujer que él amaba y no deseaba perderla, no deseaba verla sufrir. La abrazó.

"Y volamos fuera de este mundo
por un rato,
me sentí seguro.
Y libre como un pensamiento,
como para no volver"

Ella respondió a aquel abrazó y se ruborizó. InuYasha la hacía sentir tan bien, tan querida, tan amada. Sonrió, la muchacha se acercó y él quedó prendado de su eterna belleza. La luz de la luna irradiaba a Kagome y le regalaba otro matiz, mucho más hermoso. No esperó más y la besó. Y en ese beso traspasó su alma.

"Y se nos fue la noche entera
entre besos y quimeras,
debajo de una luna llena.
Y nos dijimos pocas cosas,
justo lo que nuestras bocas
quedaban libres para hablar.
Y nos perdimos en la noche blanca y negra
y allí comprendí que vivir vale la pena"

No fue un beso cualquiera, en aquel beso ellos observaron sus corazones y entendieron que se amaban. InuYasha se sentía feliz, su corazón palpitaba con más fuerza que nunca, pero cometió el error de que al separase de ella observó la tristeza y no preguntó el por qué. Sólo se precipitó a los resultados y dijo:

"Y volamos fuera de este mundo
por un rato,
me sentí seguro.
Y libre como un pensamiento,
como para no volver"

Perdóname, esto no debió haber ocurrido

"Y llegué a pensar
que no era de este mundo,
tanto amor no se concibe en un segundo.

Y volamos fuera de este mundo
por un rato,
me sentí seguro.
Y libre como un pensamiento,
como para no volver"

"Fuera de este Mundo"
(Franco de Vita)

La muchacha sonrió. El golpe en la mejilla de Inuyasha se sintió demasiado, él comprendió su error, pero ya no podía enmendarlo. Esa noche perdió a Kagome.

Fin Flash Back

Perdóname Kagome - susurró el muchacho, mientras una pequeña lágrima resbalaba de su hermosa mejilla.

Continuará…

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