Algún día, en algún lugar (Someday, Somewhere).

Los personajes de Candy Candy pertenecen a sus respectivas autoras K. Mizuki y Y. Igarashi. Ésta es una historia construida con la única intención de esparcimiento, sin fines de lucro, casi toda pertenece a mi imaginación, sin embargo, reconozco que hay pasajes de libros que he leído por aquí y por allá, como aquel que da nombre (en inglés) a esta historia.


Capítulo 2: El Tío abuelo Terrence

Al llegar a Londres, Lilian ni siquiera pensó en llamar a John, sólo pudo pensar en el legado de Candice White durante toda la noche.

Las horas pasaron muy lentamente hasta que por fin la hora fue apropiada para llamar al abogado que hizo todos los trámites de Candy.

Era el nieto de Archibald Cornwell, aquel que fue gran amigo de su infancia y el hombre que había desposado a su amiga Annie. Tenía cerca de sesenta años y hasta donde sabía, había conocido a Candy por lo que si alguien sabía lo que había sucedido entre Terrence y ella, tenía que ser él.

- ¿Señor Cornwell? Soy Lilian White, la nieta adoptiva de Candice White. Quisiera hablarle acerca de la herencia.

- Es usted una mujer poseedora de un rico tesoro Lilian, se podría decir que es usted rica en este momento, ¿qué más necesita saber?

- ¿Rica? No, no, yo he encontrado...

- ¿Las joyas y el título de propiedad de ese cottage de ensueño?

- ¡No! Quiero decir, sí, encontré eso pero no es exactamente a lo que me refiero, en el desván yo he encontrado...

- ¿Encontró el manuscrito? Créame que es original y vale millones, más aún si quisiera usted vender la historia a la prensa, aunque por supuesto, no sería lo más adecuado.

- ¡Por supuesto que no! Esa historia será publicada como Dios manda, eso lo resolveré con mi jefe en la editorial...

- Entonces si se trata de las joyas, yo le aconsejaría tenerlas bajo buen resguardo, valuarlas y venderlas. Claro, menos aquellas cosas que desee conservar. El reloj es una auténtica reliquia familiar.

- ¿El reloj de oro con las siglas T.G.G.? Bien, empecemos por ahí, ¿a quién le pertenece esa antigüedad?

- A usted por supuesto.

- Señor Cornwell, no le demos vueltas a esto. ¿Estamos hablando de alguien apellidado Grandchester?

- Sí, una familia con orígenes en los más altos nobles ingleses. ¡Muy bien, quiere decir que usted ha leído detenidamente el manuscrito!

- Y curiosamente, en el mismo lugar me encuentro con fotografías y efectos personales del famoso actor de los años 20, Terrence Graham... T.G.

- Creo que lo que usted quiere preguntar es si Terrence Graham en realidad perteneció a la nobleza inglesa. Y así fue.

- Pensé que esta sería la parte en la que usted negaría todo. ¿No es un secreto familiar?

- Bueno, señorita White, los Grandchester llevan mucho tiempo alejados del ojo público, como entenderá eso ya solo lo vive la familia Real; no queda nadie vivo a quien eso le importe.

- ¡Es lo mismo que Candy ha escrito! Genial, la historia necesitará que algún familiar testifique su autenticidad y pensándolo bien, quizás quiera ese reloj de vuelta. Yo en realidad no tendría inconveniente en entregarlo.

- ¡¿Devolver el reloj?! ... Usted definitivamente estuvo relacionada con Candice, de otra manera no me explico que pretenda devolverle a esa familia – que francamente en absoluto lo necesita – un reloj tan valioso...

El abogado suspiró con fuerza y continuó.

- Veamos... sólo la sobrina nieta de Terrence y su hijo quedan como descendientes directos del Duque de Grandchester. Verá Lilian, la hermana de Terrence nunca se casó ni tuvo descendencia, el hermano mayor – que se supone heredaría el ducado, Richard Jr. –, desapareció en la época de la Segunda Guerra Mundial sin que se supiera más de él, y el hermano menor, Carlton y su esposa inglesa, junto con su hijo Alexander, fueron los únicos de aquella familia que llegaron a América como parte de los diplomáticos europeos exiliados poco antes de la Segunda Gran Guerra, fue la única manera en la que el Duque pudo proteger a su hijo menor de la vergüenza de no ir al frente. ¿Me sigue?

- Por supuesto, entonces debo buscar a la descendencia de Alexander Grandchester.

- Así es, la hija de éste, Julia Grandchester, radica la mayor parte del tiempo en Nueva York; finalmente se casó con un americano millonario adoptando el apellido Hartman, que es el que lleva su hijo, cuyo nacimiento se vio envuelto en un gran misterio, los rumores indicaban que Julia y su esposo no podían concebir, pero al parecer los milagros ocurren.

- ¿Hartman? ¿Los dueños de museos, escuelas de arte, galerías y demás Hartman? Cielos, se podría decir que esa gente nace en cuna de oro... Esa señora, Julia, ¿conoció a Terrence?

- Por supuesto, si bien los hermanastros mayores de Terrence fueron increíblemente distantes, el abuelo de Julia, que sólo tenía unos diez años cuando él decidió embarcarse hacia América, creció con una enorme fascinación por el primogénito de su padre; tanto así que buscó un acercamiento con Graham más o menos en los años en los que el Duque falleció y tengo entendido que a pesar de lo receloso que éste era, tuvo una relación muy cercana con Alexander y la hija de éste, Julia. Juntos crearon algunas bibliotecas y fundaciones para financiar la educación de jóvenes literatos ingleses. Todo ese negocio fue heredado por su hijo por supuesto.

- Bien, ¿cree que deba contactar a Julia Grandchester o a su hijo?

- Lilian, los Grandchester y los Hartman del mundo no contestan su propio teléfono. Mi sugerencia es que llame a las oficinas de la Fundación Hartman y sea paciente. Yo mismo le daré el número en Nueva York. Espero que en algún momento Blake se interese en este asunto.

- ¿Blake es el hijo? – Lilian pensó que tan solo su nombre sonaba pretencioso, pero no quería ser prejuiciosa, ojalá se equivocara.

- Así es, y puedo decirle que ha heredado más que el porte y los millones de los Grandchester, su parecido con Terrence es evidente y absolutamente sorprendente.

- No lo creo, Terrence Graham era uno en un millón. Debe ser porque conoce su parentesco que le parecen similares, pero le puedo asegurar que nadie puede ser como él.

- Entonces se sorprenderá mucho Lilian, imagínese que acabara prendada de él. Creo que Candy daría pequeños saltitos desde la tumba si así fuera... Se alegraría más de lo que usted cree.

- Señor Cornwell, soy una mujer comprometida. Con este proyecto y la herencia que nos ha legado Candy, la vida ha tomado un rumbo bastante claro.

- Eso deseamos todos señorita White

- ¿Cómo que todos?

- Mi secretaria se encargará de enviarle los números directos de Hartman, ¿la puedo ayudar en algo más?

- Mmm no, estaré en contacto, aunque me encantaría tener una entrevista personal con usted. Hay muchas dudas que tengo acerca de la historia de ellos dos.

- Candy era una mujer muy cariñosa, como sabe mi abuelo fue un gran amigo de su juventud; sin embargo también era muy reservada acerca de su vida personal. No sé si sea yo quien pueda resolver sus dudas, la mayor parte del tiempo ella permanecía en Reino Unido y en el Hogar de Pony... pero podría revisar lo que la abuela Annie dejó, después de todo también nosotros tenemos un viejo desván.

Lilian rio al pensar en esa increíblemente común costumbre de guardar recuerdos por el simple hecho de sentirse cerca de las personas que fueron importantes para uno. Aunque también había gente práctica como John que se deshacía de todo en un santiamén.

- Dígame, ¿cree que pueda encontrar algo más que Graham haya escrito acerca de ellos? El final es un poco vago, no menciona nombres ni fechas en el desenlace, dígame, ¿es Terrence con quien ella vive? ¿es el hombre que ama?

- Eso es algo que yo ignoro por completo. Candy mencionó algo del contenido de esa novela para efectos del testamento, pero jamás pregunté, y que yo sepa, no existe ninguna continuación. Eso es lo que en sus últimos años de vida Graham escribió. Tampoco dijo cómo es que la novela llegó a sus manos, pero estaba segura de que debía ser manejada con delicadeza. Confiaba en que su madre, Beth, tomara una decisión acertada; después de todo Candy eligió a su madre para ser su heredera por alguna razón, su adopción la puso a salvo de cualquier debate legal acerca de cualquiera de sus pertenencias... y las de Graham, por supuesto.

- Mi madre sabía mucho más de todo esto, pero todas las cartas entre ellas desaparecieron.

- Entonces sólo queda hablar con Julia Grandchester y que usted misma tome la decisión. Debo dejarla señorita White, hágame saber cualquier cosa que necesite.


Lilian se quedó un rato reflexionando acerca del asunto.

Tenía información que confirmaba los rumores sobre los orígenes de un famoso ícono del teatro de los años veinte, y no sólo eso, también mostraba que siempre amó a una sola mujer, a pesar de su relación con la actriz con la cual había vivido varios años.

¿Qué había sido de aquella mujer en aquel lapso entre que Terrence se había hecho cargo de ella y la fecha de su muerte? Para empezar tendría que revisar las esquelas para saber cuándo había sido eso.

Finalmente, no sabía qué había sucedido entre ellos, pero por las fotografías, Candy estuvo presente en la vida del actor y él la describía a la perfección a través de sus letras.

¿Qué dirían los Grandchester a todo esto?

El sonido del timbre la sacó de su reflexión, el rostro de John la sorprendió en cuanto abrió la puerta.

- Hola cariño, ¿qué tal va la política?

- Lilian, ayer no me llamaste, pensé que continuabas en ese pueblo perdido, ¿pudiste hablar con el agente?

- Aun no contacto con él, pero no vas a creer lo que encontré en ella...

- Recuerda que los muebles viejos y la ropa pasada de moda no son los mejores objetos a conservar por mucho que te llenen de nostalgia. Tú ni siquiera conociste bien a esa mujer.

- Por momentos me encantaría que fueras menos racional John, un poco de sensibilidad no te vendría nada mal... He encontrado entre las cosas de Candy la última novela de un famoso escritor, Terrence Graham. Es un manuscrito original, el abogado de ella me ha confirmado que será fácil demostrar que es su última obra.

- Vaya, eso es magnífico. Yo podría comenzar a sondear el costo de los derechos y...

- Espera John, debo contactar a los descendientes de Graham. La narración los involucra y creo que debemos ser cuidadosos acerca de ello. También revela algunos detalles de su vida amorosa.

- ¿Estás loca? Eso sería anticiparlos en tu contra, lo más probable es que busquen la manera de impedir que se publique ese escrito.

- John, Candy confiaba en que mi madre tomaría la decisión correcta antes de hacer cualquier cosa.

- ¿Qué puede ser tan privado que no se pueda publicar en esta época? Nadie se sorprendería si él hablara de una fila interminable de mujeres e hijos ilegítimos.

- Él pertenecía a la nobleza John, su padre fue el último Duque de Grandchester de Inglaterra.

- ¿¡Qué dices!? Eso es aún mejor, si la familia no desea que esto se publique igualmente nos beneficiaría. ¿Les has llamado?

- Esta mañana recibí el número de Blake Hartman Grandchester, el hijo de la última descendiente directa del Duque... sería algo así como el tío bisabuelo de Hartman.

- Genial, podemos intentar llamarles mañana, yo te puedo asesorar en todo lo que necesites Lilian.

- Eres político John, no abogado.

- Y por lo mismo, sé cómo tratar a gente de la alta sociedad Lilian. Él es un famoso monstruo de los negocios y ella, bueno... ella debe ser la típica señora de sociedad preocupada a morir por el qué dirán. Hay que buscar la manera de llegar a ella.

- John, a veces me da miedo la manera en la que te expresas de los demás.

- Soy realista querida, y busco protegerte, después de todo pronto seremos una familia.

- Si todo sale bien...

Lilian no quiso decir una sola palabra más, en realidad nunca había estado muy segura de querer formar una familia con John y por eso no había impulsado más las cosas, quizás era la costumbre de estar con él lo que había provocado que el tiempo pasara tan rápido sin concretar nada. Estaba convencida de que los grandes amores solo les sucedían a personas afortunadas.

Suficiente por hoy.

Al día siguiente tendría que desempolvar en los Hartman el recuerdo del tío abuelo Terrence y encontrar la manera de convencerlos de publicar esa novela.


En los días que siguieron, Lilian comprendió que había sido muy optimista.

Le llevó varias semanas poder siquiera acercarse a la asistente, de la asistente, del asistente personal del señor Hartman. Y ni siquiera así había conseguido hablar con él.

Le contó a John su enorme desengaño mientras cenaban, estaba en un dilema, tenía la sensación de estar a punto de perder el camino si dejaba de insistir.

- Si averiguaras que existe un manuscrito y algunos efectos personales que pertenecieron a un miembro de tu familia ¿no querrías verlos y posiblemente recuperar alguna de sus pertenencias como recuerdo, John?

John suspiró mientras miraba su vaso lleno de gin.

- Lilly, trato de pensar como tú, pero mi cerebro me dice que el riquísimo señor Hartman posee todos los recuerdos que pueda desear, no necesita un manuscrito, y mucho menos un viejo reloj como regalo. No es uno de los pobres huérfanos de la señora White.

- Eso no es importante, es algo que perteneció a Terrence Graham, ¿lo entiendes?

- Lamento no despertar en ti tanto entusiasmo como ese actor en mallitas recitando pasajes de Shakespeare mientras va agitando su larga y sedosa cabellera.

- No me digas que estás celoso – Lilian tuvo que aguantar un poco la risa, sabía que John no era malo, solo un hombre que sabía ambicionar, pero no soñar.

- Te noto distinta Lilly, llevas días hablando solo de ese tipo y su sobrino bisnieto.

- No se trata de ellos John, es la última voluntad de una persona increíblemente importante para mamá. Quizás debería vender todo y hacer una fundación para niños con dotes artísticas. La Fundación White para literatos y dramaturgos.

- ¿Qué te parece la Fundación Lilly White para políticos indigentes? – rio él con una mirada escéptica.

- El dinero no es lo importante John, por supuesto te apoyaré, somos un equipo pero primero debo resolver esto. Después veré cómo invertir el dinero y todo lo demás, debí haber hecho esto hace mucho tiempo, me siento algo culpable; yo lo tomé tan a la ligera y Candy, a través de mamá, parece haberme dejado toda esta herencia para asegurar mi futuro.

- ¿Dejándote los regalos que le hizo su amante?

Lilian lo miró con los ojos muy abiertos, como si no diera crédito a lo que acababa de oír.

- Lo siento Lilly, esa es la única opción que se me ocurre. He hecho algunas averiguaciones y no he podido encontrar evidencia pública de una relación entre ellos. Sería mejor que vendieras la historia a la prensa y dejaras de buscar a ese sujeto.

- ¿No te suena eso algo ofensivo?... John, necesito pensar muchas cosas.

- No pienses demasiado Lilly – dijo él dejándole un beso en la frente – Deberías decirle a uno de los sirvientes de Hartman que vas a publicar una historia en un periódico sensacionalista sobre la señora White, una huérfana dedicada a la caridad, y el grandioso dramaturgo Terrence Graham, que de por sí, ocultaba un enredoso secreto familiar que afecta el apellido de su noble origen, ¿o no fue él mismo un hijo bastardo?

John había investigado por su cuenta, pero se marchó sin que ella pudiera decirle una sola palabra... ¿Sería posible que John tuviera razón?

Quizás las historias de amor solo existen en la ficción.


Notas:

¡Qué bien se siente volver! Ahhhhhh.

Como les decía, ésta es una historia aun no terminada, conforme voy releyendo y con la ayuda de sus reviews voy afinando los detalles de esta vida en secreto que Candy vivió, el por qué, el cómo, sus razones, las razones del hombre que ama, en fin. Una parte está ya en mi cabeza y la otra se va construyendo conforme publico, hay cabos sueltos que aun estoy tratando de unir.

No saquen cuentas, la realidad es que no hay manera de que los años encajen y pudiéramos tener la dicha en 2019 de algunas cosas que pasarán, pero para esta historia era necesario. Imagínense que no se desarrolla en 2019 sino antes... por los 2000. Después de todo, es la historia secundaria, y que todo encajara suena más complicado que haber escrito Cien Años de Soledad. Y bueno, para que Lilian pueda desentrañar el misterio no podían pasar 20 años más (no tendría sentido, ella tendría como 50 años). Ya verán a qué me refiero más adelante. Por lo pronto Lilian y Blake andan en sus casi 30 años cumplidos (en el 2000) para que ambos hayan podido conocer un poquito durante su infancia a nuestros rebeldes, que esa es parte de la trama.

Mis mensajes para cada una:

Les agradezco profundamente la bienvenida a viejas conocidas: Letty que ya le he escrito y que fue mi primer review en esta historia, Kamanance que entiende bien mi conflicto de andar haciendo saltos en el tiempo (que justo es lo que comenzará en un par de capítulos para alternar la historia de Lilian y la reconstrucción de lo que sucedió con C&T) y a Guest que me da una calurosa bienvenida y que me encantaría saber su nombre para agradecerle profundamente. También muchas gracias a espero que haya lágrimas de puro gusto (en general) durante esta historia.

A mi querida Phambe que desearía tenerla a lado mío para ayudarme a plantear todas estas dudas y poder reajustar la historia a tiempo. ¡Qué alegría que sigas por aquí! Sí, es una historia con un toque de drama, y sí, es aquí donde espero darme una mayor libertad creativa, pensar en personajes más maduros que aunque no han cambiado su personalidad se plantean problemáticas diferentes. Algo más alejado de la alternativa romántica, "fácil" en la que uno regresa a la vida del otro y todo se arregla, como escribí en "Destino". Quise darle un toque de misterio y complicidad con este pacto y silencio que llevó a Candy a adoptar a una mujer y su hija cuando ella ya se encontraba entrada en años, y poder enlazar las vidas de ciertos descendientes de los personajes originales, y de otros no. Adoro y agradezco todas tus opiniones, serán fundamentales para ir dando forma a este proyecto. Abrazos también para ti, que alegría volver a estar en contacto contigo.

A nuevos nombres que veo por aquí: Perth77 Yes! That is the center of this story… the re-encounter, all the questions around this "How, when, who knows and who doesn't, why now…" Thank you for your interest in this story elaborated by my crazy mind! Yelani, gracias a ti por leer! espero te siga gustando. Francesca Romana ahhhh me hiciste recordar esa historia de Sarah's Key estremecedor libro, bella adaptación en la película, entiendo por qué te parece similar, en efecto va en retrospectiva y hay una historia actual alterna con personajes que tiene su propia temática, inicia en un lugar que guarda secretos y luego va moviendo la trama a otros escenarios. Espero seguirte leyendo por aquí.

Lectora 1977 y azter26 espero que lo que sigue les guste tanto como este comienzo... va de menos a más, debo confesar que no puedo esperar a publicar el capítul jejeje, ya verán por qué.

Guest2 torpe: Gracias linda, me halaga que hayas leído mis otras historias, de verdad es muy bonito saber que hay gente que invierte tiempo para leer lo que una escribe, sin ser profesional y solamente para compartir lo que me pasa por la cabeza. Ay, no quiero ser spoiler, pero como le decía a Phambe, sí hay drama, no todo es una historia de amor perfecta con finales felices y perfectos; está inspirada en un libro que leí y que me quedó a deber, pero que tiene una intensa historia de amor del pasado que me gustó mucho... Uff, ya veremos cómo avanza ésta, por eso le llamo un experimento.

Ayame DV bella amiga que ha venido a mi mente en cuanto regresé. Tengo pendiente escribirte PM, coincido en muchas opiniones contigo y leyendo algunos reviews lo confirmo... Una alegría volver a estar en contacto, hace poco releí tu historia "fantasmal", me encanta 😊

Y a todas las que se dan una vuelta por aquí, con review o no review, les agradezco enormemente, después de todo para mí la escritura es una forma de construirnos mutuamente. Abrazos y maravilloso fin e inicio de semana.