Los días del Colegio
Disclaimer:
Los personajes de Candy Candy pertenecen a sus respectivas autoras K. Mizuki y Y. Igarashi. Algunos párrafos e ideas pertenecen a la traducción del italiano al español de CCFS que maravillosamente han hecho en wattpad (vol. 2, segunda parte).
Este capítulo proviene del manga y CCFS en el Volumen 2 capítulo 14 de wattpad, con algunas adecuaciones para seguir la lógica de esta historia y algunos agregados, sobre todo en los pensamientos de los personajes y en el orden pues en mi Fic no permitiría que Eliza arruine este momento.
Es una historia construida con la única intención de esparcimiento, sin fines de lucro, en este capítulo, he añadido algunas escenas y diálogos, el fundamento es propiedad de sus autoras y/o traductoras.
Capítulo 29.
Los favores de Terry.
El temporal de verano había estallado.
Terry estaba recargado sobre la chimenea mirando a Candy, que jugaba fascinada con la bata de su madre, y comenzó a recordar la tarde que pasó con ella.
También aquel día, llegada la noche, encendí el fuego.
Ella y yo permanecimos aquí hasta la mañana siguiente, mirando las flamas…
A pesar de que hablamos poco, nos sentíamos muy próximos. Fui capaz de comprender que, en el pasado, ella quería vivir con el Duque de Grandchester… y conmigo, si tan sólo hubiese podido hacerlo. Esto era lo que ella en realidad deseaba, más que convertirse en actriz y llenarse de éxitos…
Si hubiera sido por ese hombre, yo no lo hubiera sabido.
Y sin Candy, no habría entendido nada de esto; si el tiempo hubiera pasado un poco, yo la hubiera echado de aquí… a mi madre, que había venido exclusivamente para pasar algunas horas conmigo.
Y hubiera hecho algo que no sería capaz de remediar, no habría marcha atrás posible.
.
Candy sonreía viendo las flamas y cuando su vista se posó en Terry, el chico le dedicó una sonrisa desde el fondo de su corazón, con toda su fuerza, llena de agradecimiento y cariño.
Hay cosas que se comunican con más fuerza, con una sola sonrisa, con una mirada, en lugar de mil palabras.
El corazón de Candy se llenó de una enorme calidez y sonrió ella también al mismo tiempo que su mente se aclaraba con un solo pensamiento.
Me gusta…me gusta mucho Terry… (1)
Candy lo pensó, hasta un punto en que la intensidad era casi dolorosa.
Y tal vez, Terry… también gusta de mí…
En ese momento el tiempo pareció detenerse por un instante. La mano de Terry se levantó casi como un impulso hacia Candy… pero su mano bajó en el camino como si él se hubiera sobresaltado de repente, volviendo en sí de un ensueño.
Candy suspiró, retirando sus ojos de él y girándolos nuevamente hacia el fuego.
Después de unos minutos en silencio, Candy comenzó a hablar.
- "Afuera llueve, y aquí tenemos fuego, como si fuera Navidad…También hay una chimenea en el Hogar de Pony. La Srita. Pony y la Hermana María siempre asan malvaviscos en ella en esa época."
- "Tú tienes muchos relatos acerca de comida, Candy." Dijo Terry riendo. – "Si sigues pensando en comida, muy pronto ninguna rama podrá soportarte Tarzan."
- "¡Terry! ¿me observabas mientras caía del árbol?" Candy lo miró sorprendida por su confesión.
- "Digamos que te vi, pero no te miré." Le dijo mientras sus ojos adoptaban una mirada traviesa.
Candy se sonrojó recordando la anécdota a la que Terry hacía alusión, era muy claro que él sí la había visto cambiarse esa tarde en el bosque; nerviosa, ignoró el comentario y continuó hablando.
- "Quizás tengas razón, muchos momentos felices para mí han estado rodeados de comida. Yo casi no podía esperar a que llegara la hora de las meriendas y los almuerzos… me gustaba hacer el pan, y las galletas… ¡Eran deliciosas!"
El tiempo continuaba pasando y parecía romperse la tensión que había sentido Terry, cuando casi cede al impulso de acercarse a ella y besarla nuevamente sin permiso, por lo que él concedió una sonrisa mientras estiraba sus largas piernas sobre la alfombra, poniéndose cómodo.
- "Hornear panes y galletas con la Srita. Pony y la Hermana Lane era mi alegría…" recordó Candy con emoción. – "¡Cómo me gustaría que pudieras probar las galletas de pasas de la Hermana Lane!"
- "… Me gustaría ir alguna vez al Hogar de Pony… y también siento curiosidad por ver el árbol de manzanas en el que te has entrenado para llevar a cabo tu misión de Tarzan."
- "¿De veras te gustaría, Terry? ¡Definitivamente deberías ir, por lo menos una vez! ¡Me lo tienes que prometer!" saltó Candy con alegría mientras aplaudía, viendo a Terry con un brillo en sus ojos, pero de repente éstos adoptaron un velo de tristeza. – "Sin embargo, tal vez haya llegado el momento de dejar de hacer de Tarzan… A partir del próximo otoño quiero comprometerme a convertirme en una verdadera dama." Dijo seriamente.
Pero Terry rompió en carcajadas.
- "¿Candy siendo una dama? Pero ser una dama no va contigo."
- "¡Eso es muy descortés!" exclamó Candy inflando sus mejillas para mostrarse enojada, pero Terry reía con tal alegría que ella también estalló en risas.
- "Yo todavía no sé lo que es ser una verdadera dama."
- "Yo te lo diré Candy, ser una "dama" es ser una mujer aburrida, banal y hueca que se preocupa más por mantener su vestido impecable, que por mantener pensamientos bondadosos en su cabeza y hacia los demás ¡No comprendo por qué quisieras convertirte en alguien así!"
- "Eso no Terry, es sólo que yo no quiero decepcionar al Tío Abuelo William. Quiero ser el tipo de dama que le agrade cuando lo conozca ¡No quisiera decepcionarlo! ¡Quisiera que él se sienta orgulloso de mí!"
- "Estás hablando del hombre que te adoptó, ¿cierto?"
- "Sí. En cada carta que recibo por medio de Georges, su secretario personal, el Tío Abuelo siempre me comunica el deseo de que yo sea una linda dama. Me siento comprometida".
Terry sonrió.
Qué presión debe sentir Candy para convertirse en una verdadera señorita de sociedad.
- "No tengo otra forma de mostrarle mi gratitud, es todo lo que puedo hacer ¿entiendes?… Yo estoy segura de que puedo conseguir tener buenos modales si me empeño, un temperamento suave, incluso puedo estudiar y obtener buenas notas. Pero…"
La cara sonriente de Terry se topó con la cara seria de Candy y él dejó de sonreír.
- "Cuando llega el momento del piano y de los otros instrumentos musicales, no puedo seguir el ritmo como todas las demás."
Ella tenía razón. Todas en el colegio tocaban por lo menos un instrumento. El piano, el clavicordio, el arpa y el violín. Annie, por ejemplo, tenía una habilidad especial para tocar tanto el piano como y la flauta.
- "Debes estudiarlos sin prisa. Aprende a tocarlos despacio, tomándote tu tiempo."
- "Pero si no me doy prisa, el Tío Abuelo puede morir pronto."
- "¿Es tan anciano?"
- "A pesar de que nadie lo ha visto en los eventos sociales, ha corrido un rumor de que parece tener una edad muy avanzada."
- "En ese caso, ahora entiendo por qué tienes tanta prisa."
- "¿Lo entiendes? … Bueno, por supuesto sería de gran ayuda un buen maestro que estuviera dispuesto a darme clases." Candy giró graciosamente sus ojos y lo miró con una sonrisa traviesa en los labios.
- "Sería para mí una gran ayuda si hubiera alguien, que sea bueno tocando el piano, y que pudiera enseñarme."
Con una sonrisa, Terry le dio un golpecillo en su frente.
- "¿Esperabas que yo dijera "si no te importa, me gustaría hacerlo", señorita Pecas?"
- "Si."
- "Está bien Pecas, si te conformas conmigo, estoy disponible ¿esa es la respuesta que deseas escuchar?"
- "¡Exactamente!" respondió Candy con una deslumbrante sonrisa.
Terry se puso de pie, resistiendo el impulso de atraerla hacia sí para abrazarla firmemente, pero no sabía cuánto tiempo más podría contenerse.
El fuego ya se estaba apagado. El sonido de la lluvia ya había amainado, incluso sin que ellos se dieran cuenta, y la luz del sol, a través de los postigos rotos de la ventana, llenaba la habitación.
- "De acuerdo, si no te importa tenerme como maestro Tarzan Pecosa." Dijo Terry, haciéndole una cortés reverencia.
- "No me ha gustado mucho el final de la frase, pero si tú quieres enseñarme, daré mi consentimiento." Dijo ella mientras también trataba de ponerse de pie, terminando por pisar la larga bata.
- "Después de todo lo dicho, hay que aclarar que eso no te queda." Terry lanzó una risita.
Candy ajustó la bata a su altura y se la mostró.
- "Estoy segura de que un día me convertiré en una chica que pueda llevar una linda bata como ésta."
- "De eso no me queda duda…" Terry pasó al lado de ella con una sonrisa, dirigiéndose hacia la habitación del fondo el pasillo.
La bata de seda de Eleanor Baker. Si la bata se hubiese rasgado, hubiera sido una calamidad.
Candy se la quitó, nerviosa por la frase que Terry había dicho, y la dobló cuidadosamente, preocupada por la posibilidad de poder arruinar la hermosa prenda.
- "Ven Candy, ya conoces la sala de música." Terry puso su mano en la puerta mientras veía a Candy acariciando la bata de su madre, Eleanor Baker, y recordó que cuando ella estaba por marcharse, le pidió ir a América con ella, para estudiar actuación. Ella pudo sentir en su corazón que Terry había tomado un gran interés en las obras de teatro.
.
Si estuviera en los viejos tiempos me hubiera ido, si fuera el que era antes…
Si hubiera sido antes de conocerte Candy…
.
Terry miró con ojos anhelantes a Candy quien miraba fijamente hacia el piano en la habitación del fondo.
.
… Ocurrió que encontré algo que me atrae más que las obras…
.
… Yo quiero compartir este tiempo de verano con Candy.
Y con este pensamiento, Terry se prometió vivir plenamente ese precioso verano que pasarían juntos.
.
- "¿Está bien si tocamos el piano para inaugurar nuestras lecciones, Candy?"
Quitándole el polvo, Terry abrió el piano, mientras ella abría las ventanas. La habitación se llenó del olor de la hierba después de la lluvia y del azul del cielo, que se había tornado claro de nuevo después de la tormenta veraniega.
De pronto, Terry comenzó a tocar el piano con una melodía que destacó intensamente de una manera alegre y rítmica.
- "¿Cuál es el nombre de esa pieza? Me parece que no la conozco." Preguntó Candy parándose a un costado de Terry.
Él, sin dejar de tocar el piano, giró pícaramente para ver a Candy mientras continuaba deslizando los dedos sobre el teclado, y con aire irónico le respondió:
- "Un impromptu* ¡Su nombre es "Las aventuras del Tarzán Pecoso o la mujer mono"! ¿Te suena conocido?"
- "¡Oh, basta!" dijo Candy dándole un ligero empujón. – "¡¿Quién te va a detener, Terry?!"
Lo empujó suavemente, pero él reaccionó dramáticamente dejándose caer de la silla de manera exagerada, arrastrando ésta con él.
Los dos comenzaron a reír, llenando el aire con su alegría.
Mientras tanto Eliza, preocupada por el estado de Terry, había decidido reunirse con él en su Villa. Pensaba que el chico debía haber sufrido un ataque de fiebre repentina, de lo contrario no habría faltado a la fiesta sin siquiera avisar. Había subido rápidamente a su habitación para cambiarse de ropa y alistarse a salir, sólo tendría que sacar a sus primos y sus insulsas acompañantes de la Villa Andley.
En el cuarto de abajo, Annie tocaba el piano bellamente.
- "¡Muy bien Annie! ¡Nunca pensé que llegarías tan pronto a tocar de esta magistral manera!" dijo Archie realmente sorprendido por la habilidad de ella. Annie expresaba las notas con tal sensibilidad que había logrado tocar los sentimientos de todos los que la escuchaban dentro de la habitación blanca, la favorita de la Tía Elroy.
- "Tengo que decir que el piano me ha sido de gran ayuda, es estupendo." Respondió Annie con modestia.
- "Y todo se conjuga en este hermoso cuarto." Añadió Patty.
- "Es tan blanco, como si estuviéramos en la nieve." Dijo Annie.
- "Es el favorito de la Tía Abuela…" decía Archie sin interés mientras se encogía de hombros.
- "La verdad es que a mí no me parece tan lindo." Agregó Stear.
- "Un cuarto blanco es una cosa, y otra muy distinta los pensamientos de quienes la habitan…" refunfuñó Archie.
- "Silencio Archie… alguien se acerca." Lo calló Stear.
En ese momento se abrió la puerta dando paso a Eliza.
- "¿Qué decías Archie?"
- "Nada, qué hermoso vestido para un día de lluvia Eliza ¿piensas salir?" preguntó Archie.
- "Sí, y ustedes deben irse ya… aunque haya personas que provienen de orígenes desconocidos, algunos modales deben haber aprendido."
- "¡Basta Eliza!" dijo Archie con enojo.
- "Es más, deberíamos registrar nuestras posesiones para ver si no nos falta nada y…"
- "Voy a darles una primicia, para terminar la fiesta, Annie tocará el piano ¡Anímate Annie!" la interrumpió Patty.
- "Parece que olvidaste que eres sólo una invitada, Patricia" dijo Eliza con una mirada de enfado.
- "No Eliza, no lo olvidé, puedes seguir hablando cuando Annie termine de tocar."
- "¡Patricia!" gritó Eliza, pero ya nadie le hacía caso. Annie se levantó con la cara en alto y se sentó a tocar una alegre melodía.
Archie la miró con admiración, quedaba muy poco ya de esa tímida niña que conoció justamente frente al piano, en una de las tantas visitas sociales que hizo la familia Britter a la casa Andley. Annie se estaba convirtiendo en una señorita de modales refinados, pero con más seguridad en ella misma, lo cual la hacía ver más atractiva.
- "Cierra la boca hermano, no querrás que los demás se den cuenta de la manera en la que la estás mirando." Le murmuró Stear con ganas de hacerlo enfadar.
- "¡Stear, calla!"
La música del piano los silenció a todos y la tarde de la Fiesta Blanca terminó para ellos.
Después de algunos primeros acordes que Terry enseñó a Candy, él dio por terminada la lección.
El día había renacido con un clima tan bueno que era difícil de ignorar. Además, no quería que Candy avanzara demasiado rápido en las lecciones, siendo la ávida estudiante que era.
Éste sería el pretexto perfecto para atraer a Candy a su Villa, un par de días a la semana… ¿un par? ¡No, no! ¡Tres días! ¿Cuatro? Bueno, mejor todos los días de esa semana, menos el domingo que las chicas tenían menos tiempo libre y debían dedicar un largo tiempo a las lecturas evangélicas… Aunque bien podría Candy asistir a una lección rápida ese día también para no correr riesgos en sus avances con el piano. Podría enseñarle también sobre la vida y obra de algunos compositores ¿o acaso eso sería excesivo? ¡No, de ninguna manera!
¡Todo fuera por el bien de su aprendizaje!
Pensando esto Terry rió.
- "¿Qué pasa Terry?" preguntó Candy divertida al mirarlo inmerso en sus pensamientos.
- "No es nada. Ven, quiero enseñarte una cosa."
- "¿Qué cosa?… Terry, ¿no estarás tramando asustarme con alguno de tus trucos? Recuerdo que mencionaste algo sobre el espíritu de un caballero"
- "No sería una mala idea, pero no se trata de eso… al menos no esta vez." Dijo él guiñándole un ojo y tomándola de la mano.
Una vez en el jardín posterior, Terry se dirigió hacia el hangar de su padre, en el lado opuesto a los establos.
Lo que hoy parecía un enorme y deteriorado granero, había alojado uno de los tesoros más grandes del Duque en su juventud.
Candy recordaba haber pasado por ahí cuando cabalgaba con Terry la tarde que había conocido su Villa.
Él abrió la puerta dejando a Candy ver su contenido.
- "¡Un aeroplano! ¡¿En verdad funciona?!" ella no podía creer lo que sus ojos veían.
- "Era la pasión de mi padre en su juventud. Está un poco estropeado, pero debe funcionar todavía."
- "¡¿Podemos mostrárselo a Alistear?! A él le gustaría mucho y estaría tan contento de poder arreglarlo para ti."
- "Candy, tus primos no son muy de mi agrado." En realidad, Terry no había contemplado pasar tiempo con los amigos de ella, eso significaría menos tiempo a solas.
- "Vamos Terry, son unos chicos estupendos y Stear es una linda persona."
- "Anda Terry, sé que no los conoces bien, pero ellos son muy amables."
- "¡Por favor, Terry!"
- "¡Te lo ruego, Terry!"
- "¡Hazlo por mí!"
- "Está bien, está bien, basta. Entiendo. Hay que admitir que no se te puede negar nada." Dijo Terry un poco aturdido por tanta insistencia, pero contento de poder darle gusto a Candy y hacerla sonreír de esa manera.
- "¡Gracias Terry!"
- "No quiero que me des las gracias; lo haré a cambio de un beso." Dijo él mientras señalaba sugerentemente la comisura de sus labios.
Candy se sorprendió por la petición, parece que Terry hablaba en serio.
- "De acuerdo… cierra los ojos." Dijo ella para sorpresa de Terry, que la miró con desconfianza.
- "Bien, ya están cerrados."
Terry cerró sus azules ojos y bajó un poco su rostro para quedar al alcance de Candy.
Ella mientras tanto, cuidándose de no hacer ruido, arrancó una suave hoja del arbusto a sus espaldas y se acercó a él poniéndola sobre sus labios con un ligero toque.
- "¡Toma!" decía ella mientras Terry abría un ojo para espiar. – "¡Ya está!"
- "¡Hey! ¡¿Te atreves a querer engañarme?!"
Sin dar ninguna explicación Candy echó a correr entre risas.
- "¡Tú, espera un momento! … ¡Me debes algo!"
- "¡Te atraparé!"
El ambiente se llenó nuevamente de risas y un aire de felicidad para ellos dos, más no para unos ojos marrones que los espiaban desde la maleza.
Escondida, Eliza los observaba llena de ira. Había entrado a través de la verja de hierro que se encontraba entreabierta, ella la había cruzado sin dudar.
En el jardín había visto un caballo blanco atado a la sombra de un árbol. Eso le había quitado toda duda de lo que había pasado con el joven aristócrata.
¡Lo sabía! ¡Terry tenía la intención de venir a mi Fiesta Blanca montado en aquel caballo!
Sonrió confiada, seguro se pondría muy contento de verla venir a buscarlo en persona.
Había tocado la puerta con fuerza y llamó varias veces, pero nadie se hizo presente. Creyó escuchar ruidos en el jardín, estaba convencida de que sería disculpada por entrar sin permiso en la propiedad del Duque, sólo para poder darle una sorpresa a Terry.
Pero…
Al principio no podía creer el espectáculo que se le estaba presentando.
Terry le hacía señas a Candy sobre su rostro y después salía corriendo tras ella… persiguiéndola con tal vehemencia, sin parar de reír.
"Te atraparé"
Escuchando esa frase en boca de Terry fue invadida por tal furia que le pareció que iba a vomitar el corazón.
¡Candy! … ¡Nunca te perdonaré por esto!
Un millón de pensamientos llenos de odio y envidia estallaron en su cabeza.
¡Lo has robado! ¡Él iba en camino a mí y a mi fiesta!
¿Qué hace una mendiga como ella con Terry?
¡Qué vergüenza!
¡Será mejor que lo olvides, Candy, no te lo voy a ceder…! ¡Nunca! ¡Jamás!
Lo pagarás muy caro…
¡Terry es mío!
Ella se mordió fuertemente los labios, dejando caer la canasta con fruta fresca a sus pies y pisoteando las flores que había traído mientras se marchaba llena de odio, urdiendo el plan para deshacerse definitivamente de Candy.
Es una fortuna que no se quedara a observar más, por fin Terry había atrapado a Candy y la acorralaba contra un árbol.
Él había encontrado el momento preciso, había visto en ella la sonrisa perfecta, las miradas profundas y constantes que le daban pie a dar el paso siguiente.
¡Al diablo el autocontrol!
Esta vez, Candy no se le escaparía…
Notas:
(1) En esta frase Candy piensa "Me gusta Terry" hay traducciones que lo ponen como "Amo a Terry… y quizás él a mí". Lo dejé como "me gusta" para darle sentido a la historia que, si recuerdan el capítulo pasado, recién Candy se preguntaba si lo que sentía por Terry era como lo que siente Annie por Archie.
* Impromptu significa improvisación. Terry tocaba una melodía improvisada y posiblemente creada por él para hacer reír y enojar a Candy.
De nuevo las musas llegaron en sábado, debe ser el ambiente veraniego que las inspira.
Sí, sí, sé que han sido capítulos pequeños y que llevo demorando este momento una eternidad jojojojo (risa malvada) pero es para mantenerlas con emoción siguiendo la historia, ahora sí Terry ya se decidió… Así que me veré en la necesidad de meterle mano al siguiente episodio y crear unas cuantas escenas porque en este capítulo más o menos respeté el "guion" original, salvo el momento en donde los ve juntos Eliza: en CCFS es mientras ríen en la habitación del piano, en el anime recordarán muy bien que es cuando están frente al fuego (e incluso la abofetea con el ramo de flores, cosa que odié) y en el manga, es justo cuando Terry la acorrala contra el árbol y la besa (no diré en dónde para no ser spoiler).
Agradecimientos:
Ay, he sentido muy lindo leyendo tantos comentarios y tan lindos. Jamás pensé que me dejaran tantos reviews y me animen a escribir otras partes de la historia como la continuación al capítulo final del anime, o la brecha que hay entre el final del manga y que Candy recibe la nota de Terry en CCFS. Me llenan el corazoncito y les prometo que después de una breve pausa tras concluir en septiembre este Fic, escribiré alguno de los que me sugieren. Honestamente me encantaría hacer que se escapen del Colegio, pero ya existen al menos tres Fics bellísimos en los que eso pasa, dos de ellos tristemente se quedaron truncos, pero no pierdo la esperanza de que las autoras los retomen en algún momento.
Gracias a todas las lectoras de nuevo, a quienes se toman un momento y me escriben, aquí van mis comentarios semanales:
Stormaw Como verás, aunque Eliza sigue apareciendo trato de darle un matiz menos traumático que en el anime, porque verla dándole de ramazos a Candy y que Terry sólo le diga que no está bien que haya venido sola (¿Y qué? ¿Para Candy sí está bien presentarse sola con él?) es todo un problema de las traducciones, pero como a mí me amansa oír la voz del señor Turnes haciendo de Terry, hasta se me pasa el coraje jajaja Habrá más romance, tú agárrate que el próximo capítulo hasta mareada van a dejar a Candy (y a nosotras) jajajaja. Abrazos y genial semana.
Aurora Ya ves que no les arruinó la tarde peeeerrrroooo ya anda maquinando su plan final en el que todas sufrimos como condenadas. Por eso, mejor sigamos disfrutando del verano.
Guest Este Terry (en este Fic) es medio parco verbalmente, pero todas las miraditas y las indirectas son para no espantar a Candy. Le irá demostrando que está enamoradote hasta las pestañas con varias acciones que vienen. En esta, no puede decirle que no a nada.
Blanca G No se escapará, lo prometo y eso que aún no acaba la tarde.
Lucero Santoskoy Sí querida, aunque no lleguemos a coincidir, ¡hagámoslo! Yo creo que a veces uno se hace más ideas de lo difícil que va a estar lograr las metas y no vemos que el mundo está lleno de posibilidades así que, aunque me tenga que ir remando sobre una de las puertas de mi casa (tipo Titanic), yo llego a Escocia jajajaja.
Fíjate que le he dado mil vueltas a si Archie siente algo por Annie, me parece que a estas alturas de la historia no, pero sí comienza a verla de manera diferente (Annie muy a la manera del poema Táctica y Estrategia creo que le fue llegando al corazón del gatito). Lo que pasa es que Archie es un necio y le cae tan mal Terry que se niega a soltar a Candy (aunque yo creo que no tiene nada que soltar pues nunca la tuvo, es soltarla emocionalmente). Para mí es un personaje apasionado, temperamental, hasta parecido a Terry diría yo en ese sentido. No sé si hayas leído Azul de la escritora increíble Abami (soy su fan), ahí muestra a un Archie y Terry similares, aunque peleando en exceso creo yo. En fin, gracias por siempre comentar querida, me alegras; y abrazos miles que te duren hasta la siguiente entrega de esta historia.
Eli Ay sí, yo también creo que es una galantería el que Terry en cuanto supo que Candy no iba hasta se burló de la ridiculez de fiestecita, y luego que le dijera sinceramente que él sólo quería ir para verla (lo cual es del CCFS) hizo que mi corazón hiciera acrobacias de tanta felicidad y por ello lo puse tal cual está traducido. Y si además te lo dice un caballero blanco en su fiel corcel, no hay mujer que le diga que no a este galán. Por cierto, yo tampoco sé qué se fumó Eliza, ha de ser el exceso de sol que la hace delirar, la pobre está peor de loca que yo.
skarllet northman Así es querida, se complementan como el día y la noche, ambos temperamentales pero nobles, traviesos y rebeldes, pero equilibrándose mutuamente y ayudándose a ver el mundo de maneras distintas.
Angye Ya viene, lo prometo… esto aún no se acaba hasta que se nos venga la noche.
Gadamigrandchest nada de ridícula sino imagínate cómo estaría yo que hasta me emociono de releer lo que ya escribí jajajajaja y es que el trauma del anime me lo tengo que sacar de alguna manera, no hay terapia que me sirva mas que esta de escribir 😉
AlexaPQ ya te extrañaba yo, pero sé que siempre andas por aquí y por allá. Tengo que confesar que ya estoy empezando el capítulo que sigue y tiene una parte dedicada a ti que me imagino que ya sabes cuál será pues recuerdo bien que te gusta y a mí también. Las discrepancias ya sabes que son un malabar continuo para darle sentido y que no quede medio raro, pero luego siento que quiero incluir tanta cosa que espero no revolverlas. De momento todo va bien jejeje. T.G. para mí es también un detalle precioso… yo también usaba iniciales para referirme al galán en esa edad, es increíble, como si fuera un secreto (bien obvio claro) jajaja. Te mando abrazos de aquí hasta donde te encuentres.
ELIZA LUCIA V 2016 Que linda con todas tus porras. Yo también creo que en el verano es cuando en verdad ambos se enamoran profundamente y se conectan. Aquí es donde se forma ese hilo invisible que va del corazón de Terry al de Candy y viceversa, y que para mí jamás se rompió. Me encantará volver a escribir otra historia y me encantará aún más tenerte entre mis lectoras, querida Eliza Lucía, te mando un abrazo.
Anjiluz Los capítulos anteriores y el que sigue yo los amé en el manga, me matan estas escenas y los complementos de CCFS son bellísimos al hablar más de lo que los dos sienten. Por cierto, ¡espero que te haya ido de maravilla en tu presentación! Me encantan ver cuando, a pesar de los comentarios negativos, las personas se levantan y se respaldan creyendo en ellas mismas. Lo más importante es eso querida, lo que tú opines de ti es el fundamento de cualquier meta, tenemos la vida entera para alcanzar lo demás, pero nadie nos puede enseñar el respeto por uno mismo.
Phambe Coincido contigo, Eliza está tan encerrada en sí misma que no concibe la idea de que alguien no la ame a ella y la encuentre la más hermosa de todas las mujeres. Terry y Candy creo que nunca imaginaron la magnitud de su envidia, y por lo mismo no se cuidaron de lo que ella podría hacerles. No me gusta nada la impresión que generó el anime, sé que no es tu referencia, pero la de muchas chicas sí y en él Terry parece nunca haber puesto un freno, ni a Eliza ni a Sussana, pero como hemos hablado tú y yo antes, tampoco se percibe que Terry haya provocado este amor enfermizo de ninguna de ellas, esa necesidad de poseerlo como si fuera un objeto… definitivamente no es amor. Y mi querida Candy, a veces parece que no se cree capaz de despertar los sentimientos intensos de un hombre, y sin embargo lo hizo en varios, incluso en Neal como bien mencionas, aunque para mí fue una obsesión y un capricho lo que este último sintió. Un niño mimado que cree poder "adueñarse" de alguien.
Respecto a la cita de Annie, si bien creo que son muy jóvenes, creo que también eran muy cultos, por lo que en la poesía quizás encontraran un espacio para poder decir lo que tanto cuesta poner en palabras cuando uno es joven. No por supuesto con la cita que usé de Neruda jeje, él nace hasta 1904 pero quizás estos jóvenes de 1913 buscaran inspirarse como Terry que lee a Shakespeare, en algunos clásicos. Es una pena que tantos jóvenes no lean actualmente, yo encuentro en cada libro una inspiración y una frase que, aunque la había sentido, no había podido ponerla en las palabras exactas.
Sobre el final de esta historia iré viendo hacia dónde me llevan las musas de la inspiración jajaja, una historia sobre ellos a los 19 y 22 años… mmm me gustaría, debo pensar en dónde creo que estarían en ese tiempo. En tus comentarios anteriores me gusta mucho que hayas notado que para mí Annie y Patty, han descubierto, y son testigos de ese amor improbable que nadie hubiera pensado que podía surgir entre un aristócrata enigmático y una bondadosa y traviesa chiquilla.
En cuanto al comentario que hice sobre las experiencias sexuales de Terry me faltó aclarar que es otro tema, sé que tú no lo mencionaste. Recordé en el momento en que te escribía que existen incluso foros de discusión acerca de si Terry había tenido otros besos antes u otras experiencias carnales. Si hablamos de la época, en efecto la aristocracia y la nobleza europea incentivaba en los varones el ser experimentados. Con el carácter aislado de Terry me parece que, aunque haya tenido otros acercamientos, él no había sentido la ternura y el casto deseo de abrazar a alguien como fantasea con Candy (en los diálogos de CCFS) ahhh es el enamoramiento puro para mí, el cariño profundo y la sensación de las mariposas en el estómago que cuando uno ama, las puede sentir en cualquier edad si deja el miedo a ser lastimado a un lado.
Ya veremos qué más nos deparan los capítulos que quedan, calculo que serán uno más pues queda poco del material que conocemos en la historia, veré qué más puedo añadir sobre las lecciones de piano, que deben haber sido fantásticas. Gracias a ti por leer y por comentar siempre, me da mucha alegría leerte y conversar. Fuerte abrazo desde México para ti.
A todas una maravillosa semana de verano ¿Notan cómo es que vivimos la misma época en este Fic? :)
