Algún día, en algún lugar (Someday, Somewhere).
Los personajes de Candy pertenecen a sus respectivas autoras K. Mizuki y Y. Igarashi. Ésta es una historia construida con la única intención de esparcimiento, sin fines de lucro, casi toda pertenece a mi imaginación, sin embargo, reconozco que hay pasajes de libros que he leído por aquí y por allá, como aquel que da nombre (en inglés) a esta historia.
Si desean subir esta historia a otro portal por cortesía, háganmelo saber y por favorrrrr siempre citen al autor en la historia, recuerden que es un trabajo no pagado y el reconocimiento es lo único que pedimos.
Advertencia, capítulo en el que Susana aparece, léase bajo su propio riesgo. Jeje, no pretendo asustarlas, solo me adelanto a la polémica que siempre desata este personaje antagonista. Espero no me lluevan tomatazos por lo que he escrito, ha sido mi intento por darle fluidez a la historia, no por justificar las acciones de este personaje. No lo aprecio y por supuesto no me gusta, pero es un cabo suelto que se tiene que entrelazar (al menos en mi lógica). Las animo a leerlo pues casi al final se descubre un misterio más.
Capítulo 9: El peso en los brazos de Terry (parte 2).
"La vida de una persona es como una obra de teatro por la que transcurren muchos personajes. Unos son coprotagonistas y otros simplemente actores secundarios. La cuestión es adivinar quién es quién antes de que se bajé el telón". El Desván ¹
Tengo que confesar que nunca he escrito de verdad lo que siento,
le temo a mis sentimientos más que al mismo infierno.
Lo confieso.
Le tengo miedo a la oscuridad porque ésta refleja mi demencia.
Temo que te vayas,
le temo a la soledad, pero yo no puedo estar cerca de nadie.
Estoy cansada de ser esta persona tan infeliz
y tal vez no tenga el tiempo suficiente para hacer algo bueno en el mundo.
Tengo miedo de morir triste...
Es así que hago lo único que puedo hacer.
Es hora de echar mis sueños a la basura junto con mis esperanzas de que me ames.
Me río de mí misma al ver en lo que me convertí por buscar hacerte feliz como se lo prometí a ella.
Lo de ustedes fue como un adiós sin despedida,
Fue como el final de una historia sin punto final.
Fue una serie de puntos suspensivos que ahora deben continuar...
Lilian se tapó la boca para evitar que la escucharan sollozar en el baño de chicas de la editorial. Había leído uno de los escritos llenos de enmendaduras que Taylor le había hecho llegar.
Por supuesto, ésta no era una carta que Susana Marlow hubiera enviado, parecía un borrador. A primera vista lo que recibió del reportero fue un montón de papeles; por un lado reportes clínicos y pruebas psicométricas que no le interesaban, la copia de lo que debe haber sido un cuadernillo de notas con una serie de garabatos de los cuales esa carta era lo único que se lograba entender, y el resto eran copias de frases sueltas como:
"Me he enamorado. Es el hombre más guapo que he visto en mi vida... ¡No! Es el más guapo del mundo. Me habla con amabilidad pero no con cariño. Sería fantástico actuando como protagonista se lo diré al director en cuanto me dejen salir de aquí".
"Me siento extraña...".
"¡Algo horrible me ha sucedido!... estoy mutilada...".
Y más frases sueltas que no terminó de revisar.
Lo demás era ilegible, los años habían borrado la tinta y siendo todo una fotocopia, no había grandes esperanzas de hallar nada más. De los diagnósticos e historias clínicas no entendió ni una palabra, pero tampoco le importaban.
La necesidad de regresar a Stratford-upon Avon se volvió insoportable. Necesitaba sentirse cerca de Candy. Ya revisaría cada documento con calma.
Como pudo cerró los pendientes y empezó a recoger su escritorio, si se daba prisa podría abordar el tren de las 7 y llegar antes de la media noche al cottage.
- Lilly, hace un rato tu teléfono estuvo sonando. Me parece que era una...
- Gracias linda, me encargaré de ello el lunes. Si alguien me busca, dile que estaré fuera de la ciudad.
- Pero yo en realidad creo que deberías de...
- Nos vemos el lunes. – dijo Lilian sin darle oportunidad, estaba cansada y quería aislarse del mundo.
Su corazón se había partido con la idea de Candy teniendo que vivir a la sombra de esa mujer que no merecía la amabilidad de ella ni de Terrence.
Si estuviera en su lugar, le habría procurado el bienestar físico y los cuidados médicos necesarios, pero no se habría sacrificado a sí misma. Haber salvado a Terrence era un milagro, algo heroico y desgarrador, pero cobrarle el resultado le parecía... Argh ¡ruin! desagradable, inmundo, cruel, egoísta y... Sería mejor que dejara de agregar adjetivos o su hígado colapsaría.
Con rapidez cerró su gabinete, tomó su bolso y echó a andar hacia la salida.
- Espera Lilian, ¡me parece que era una llamada internacional! – gritó la chica de recepción sin que Lilian pudiera escucharla inmersa en esa tormenta de pensamientos.
Lilian durmió en el camino, jamás conseguía hacerlo, siempre prefería ir pendiente de lo que sucedía, mirando el camino, pensando o leyendo. Sus ojos se cerraron sin notarlo hasta que estaba a una estación de su destino.
Al llegar se acercó a un histórica posada-restaurante en el que le pusieron un par de platillos para llevar; y no solo eso, cuando preguntó si había algún transporte, agradeció la amabilidad del chico que estaba por terminar su turno y a cambio de una buena propina se ofreció a llevarla a casa de Candy.
En el camino platicaron de cuánto había cambiado Stratford, de la gente famosa que lo había elegido para vivir, y le sugirió hablar con su abuela, una mujer hecha de otra madera. A sus noventa y tantos años seguía trabajando con la mente más clara y la memoria mas fantástica del mundo según su nieto. Quizás habría conocido a Candy... quizás habría visto a Terrence alguna vez.
Su charla fue tan amena que al cruzar la puerta el sueño se le escapó. Se sentía agotada pero ya no podía evitar que su mente flotara hacia el recuerdo de Susana.
Taylor habló de una carta que había enviado a Candy. Ella sabía perfectamente a lo que se refería. Cuando revisó el joyero de madre perla vio un sobre blanco claramente vacío cuyo remitente se situaba en un Hospital de Nueva York y el sello del envío estaba fechado en el invierno de 1914. No podía provenir de otra persona.
Buscó entre los papeles de Susana algo que hablara de esa carta, pero solo encontró algunas frases escritas a lo largo de todo el cuaderno. Algunas nombraban a Candy, Lilian supo que otras aunque no lo dijeran, claramente se referían a ella:
"Candice, querida Candice, te ruego que me perdones por hacer esa escena y forzarte a regresar.
Yo sabía dónde se encontraba el corazón de Terry, aunque lo sabía, no lo iba a dejar de todos modos.
Yo odié tus brillantes ojos. Yo odié a Terry quien pensaba solo en ti.
Si Terry hubiera podido olvidarte, yo hubiera podido estar dispuesta a hacer cualquier cosa.
Comparado con perder a Terry, no poder caminar fue nada para mí…
Lo siento.
Yo amé a Terry pero al mismo tiempo me convertí en una mala mujer.
Desde mi niñez había sido mi sueño ser una actriz. Me he sacrificado por mi sueño, pero ahora… Yo solo quiero estar a su lado. No quiero separarme de Terry. Es todo lo que quiero. Yo sé lo desconsiderado que es, pero…
Esa noche, Terry, quien se mantuvo disculpándose dijo: "Estaré a tu lado… siempre". El vio hacia la nieve a través de la ventana, diciendo esas palabras. Su voz, a pesar de ser baja, era clara.
Aunque sabía que el alma de Terry estaba corriendo tras de ti, yo solo me aferré a su palabra.
¿Cómo se supone que voy a vivir para agradecerle a Terry?
Lo que tengo que hacer es pedirte tu compasión en mi mente y continuar amando a Terry con tu porción de amor.
Terry es mi vida.
Candy, te lo agradezco muy profundamente por darme la esperanza para vivir por algo.
Espero que seas feliz." ²
.
- No te conocí y simplemente te desprecio... – pensó Lilian apretando la hojas en su mano.
... Lilibell, no seas tan dura...
¡Santo Dios, lo que le faltaba! ahora escuchaba voces.
Tratando de ignorar a los fantasmas regresó al viejo escrito que se quedó a medias mientras lloraba de rabia en el baño de la editorial.
Respirando profundamente para no romperlo en mil pedazos, siguió la lectura donde la dejó:
.
Lo de ustedes fue como un adiós sin despedida,
Fue como el final de una historia sin punto final.
Fue una serie de puntos suspensivos que ahora deben continuar.
Este es el adiós para todos los sentimientos que tuve por ti.
Fui la villana del cuento disfrazada de protagonista.
Perdí, pero gané como una buena actriz entre tantos papeles secundarios,
llevo semanas sabiendo que mi mente ya no está aquí,
sé que un día este será mi presente, y ese día puede ser muy tarde para ti,
para que vayas a buscarla.
Esta carta es mi declaración de olvido y de la promesa que un día me hiciste,
aquella que nunca cumpliste de hacerme feliz.
Y es por esto que te libero de tu otra promesa,
la de quedarte a mi lado.
Adiós Romeo,
es el turno de ella de hacerte feliz por las dos.
Susana.
.
Eso no podía ser verdad, Susana jamás dejaría en libertad a su "presa"...
¿O sí?
¿Habría cambiado de opinión entre esa carta de 1914 para Candy y este último escrito de la época cuando estuvo ingresada en aquella clínica de la que Taylor "obtuvo" toda esta información?
Pasando las hojas llegó a la última en la que solo había escrito una frase:
.
Si tienes tan solo la mitad del gran amor que le tuve,
puedes jurar que a quien le quiere lo bendigo,
quiero que sea feliz aunque no sea conmigo.
Es mi turno de luchar por su felicidad a costa de la mía.
.
Lilian no entendía nada, era mejor irse a la cama y al día siguiente con la mente clara acomodaría este desorden.
A la mañana siguiente, después de su típico desayuno compuesto por café frío y con la novedad de las sobras de la cena del día anterior, decidió buscar algún papel conservado por Candy.
Vamos, si había guardado vestidos parchados y ropa presuntamente de Terrence, definitivamente tendría que haber algo más por ahí.
Si fuera ella todo lo que hiciera referencia a aquella época lo guardaría alejado de su vista; el doloroso pasado no es algo que se mantenga a la mano sino encerrado en algún oscuro lugar que te recuerde su existencia lo suficientemente lejos para que no pueda lastimar... y el desván era el lugar ideal.
Aun en pijama y pantuflas, subió por la estrecha escalera con llave en mano, forcejeó con la cerradura como la primera vez, y entró dando un empujón que levantó una cascada de polvo.
Lilian observó todas las cosas que había almacenadas ahí arriba en las que no había reparado la primera vez y decidió ordenarlas, acomodar y clasificar siempre la relajaba. Comenzó separando aquellas que estaban rotas o que no servían para nada e intentar rescatar algunos objetos interesantes que podían alegrar su hogar en Londres.
Había tantas cosas que parecían pertenecer a Terrence e inevitablemente la llevaban a pensar en Blake; cuando lo recordaba sufría pequeños desaires, no se explicaba cómo pudo desaparecer de esa manera.
Fue en ese momento cuando notó que empezaba a estar enfadada con su ausencia.
Mientras revolvía todo se topó con una caja a la que nunca le había prestado atención.
Era una caja mediana, sin rotular, que estaba debajo de otras cajas, casi escondida al fondo del desván.
La curiosidad y su reciente vocación de investigadora le llevaron a desear saber qué había en ella.
Le tomó cerca de una hora poder sacarla de su escondite y cuando por fin la pudo tomar en sus manos pensó para sí misma que era muy posible que todo eso terminase en haber gastado una hora de su vida en llenarse de polvo la pijama para encontrar solamente objetos tapizados de mugre y arañas.
Rezando por encontrar cosas polvosas pero no arañas, bajó con ella a la estancia donde le sería más fácil huir de espeluznantes bichos, la abrió y vació todo su contenido en el suelo mientras permanecía lo suficientemente lejos y a salvo arriba de un sillón con los ojos cerrados por si acaso, mientras los objetos caían desperdigados en el piso.
Cuando los abrió notó que había mucha ropa, un guardapelo con la inscripción "Para que siempre nos lleves contigo" que por más que forcejeó no pudo abrir, y al fondo encontró una carpeta mohosa con varios papeles de color amarillento que estaba por abrir cuando sufrió uno de los sobresaltos más grandes de su vida.
- ¿Lilian?
- ¡Santo Dios! – gritó ella asustada.
¿Estaría imaginando voces de nuevo?
Ella guardó silencio sin moverse por unos segundos.
- ¿Es que no piensa abrir la puerta nunca? – refunfuñó el hombre al otro lado de ella.
Esos gruñidos no podían pertenecer a otro que no fuera Blake Hartman.
Se relajó por un momento, todo era mejor a que fueran voces imaginadas... pero ese estado de calma no duró mucho, estaba llena de polvo, en pijama y sin ducharse.
- ¿Qué haces aquí? – dijo abriendo la puerta. No se veía capaz de pronunciar muchas más palabras. Consideraba que incluso sobraban después de tanto tiempo en silencio.
- Vaya bienvenida, llevo cerca de media hora golpeando a la puerta – sonrió él de una manera enigmática. – Aunque vale la pena si de ahora en adelante me llamas con esa familiaridad.
Lilian apretó los labios, finalmente lo tuteaba como si fueran cercanos.
- Si eso te hace feliz... En este momento no puedo atenderte, como verás no estoy en condiciones. Quizás en una hora...
- Perfecto, te esperaré.
Ella lo miró sorprendida, abrió la puerta señalándole el sillón junto a la venta donde creía que habían existido las Dulce Candy y caminó con solemnidad hacia el baño.
Se duchó rápidamente y se maquilló un poco, lo justo para que no notase que lo había hecho, pero suficiente para verse sin ojeras y con la tez más animada. Se puso sus jeans favoritos y uno de los suéteres de hombre que halló en los cajones de la recámara principal del que se había enamorado a primera vista y había enviado a lavar cuidadosamente.
Bajó la escalera y lo vio inspeccionando el lugar como si fuera la cosa más interesante en el mundo.
- Estoy lista, ¿ahora me puedes decir qué te trae hasta aquí?
- Intenté ponerte sobre aviso pero hallarte es más complicado de lo que fue para ti ubicarme a mí.
- Eso es una exageración...
- Lo es – sonrió Blake encantador. – He venido a proponerte algo, pero me temo que he llegado en mal momento.
Blake miró fijamente el desorden sobre el piso, había controlado su curiosidad como para no tocar nada pero lo había mirado todo.
Ella sonrió con malicia.
- Muéstrame tus cartas y te mostraré las mías.
- ¿A qué te refieres? – dijo él mirándola con sospecha. Esa mujer traía algo entre manos.
- ¿Por quién me tomas Hartman? ¿Creíste que no me daría cuenta del souvenir que te has llevado en tu última visita?
Blake se mordió los labios como lo haría un niño pequeño sorprendido después de hacer una travesura y sonrió.
- ¿¡Te parece gracioso ladronzuelo!? – dijo ella poniendo las manos en la cintura y tratando de sonar amenazadora. – Creí que teníamos un trato.
- Y así es Lilian, te prometí que te ayudaría a llenar los vacíos en esta historia. Digamos que tuve algunos "problemas" para encontrar una explicación clara para este embrollo.
- ¿Embrollo?
- Sí, pero me han puesto una condición, por eso he venido en persona a proponerte algo.
Lilian se cruzó de brazos, Blake no dejaba de dar vueltas al porqué había secuestrado aquellas fotografías.
- Mi madre quiere conocerte.
- ¿¡Qué, qué!? ¡Tu madre! ¿No crees que es algo pronto para tener esa clase de compromisos?
- Muy graciosa... ella es la única que pude explicar qué hace esta persona en las fotos de tu abuela.
- ¿No me dirás quién es?
- No. Es tu turno de decirme lo que has hallado.
- Susana Marlow perdió la razón y eventualmente liberó a Terrence, si él decidió dejar su relación en la oscuridad, nada tuvo que ver con la responsabilidad que adquirió con esa mujer.
Lilian no parecía la misma que había defendido a Candice y su amor a capa y espada. Sonaba decepcionada.
- ¿Crees que solo porque no podían estar juntos él se resignaría a hacerla su amante? ¡Definitivamente no conociste a mi tío abuelo! ¡Él era un caballero, jamás habría hecho a ninguna mujer su amante!
- ¿Lo tienes en gran estima todavía? ¡Eras tú quien no podía admitir que ellos tuvieron una relación!
- Por supuesto que mi imagen de él no ha cambiado, nada de lo que hallemos podría cambiar mi opinión.
- Genial, entonces mejor así, olvida todo esto como si nunca hubiera subido al desván y encontrado nada – dijo ella con enorme amargura.
- Genial, te quedarás con la duda de lo que sucedió y ese manuscrito se publicará con todos esos vacíos incapaz de dejar totalmente satisfecho a ningún lector.
Se hizo un enorme silencio entre los dos.
- Hay un problema... yo no quiero olvidarlo – gruñó Blake.
- ¿Qué? ¿Por qué? No te burles de mí, no estoy de humor. ¿Quieres escuchar de mis labios que tenías razón, que todo esto fue una fantasía y en realidad ellos fueron amantes en la oscuridad?
- ¡Por supuesto que no! ¡Eres tan increíblemente necia! ¿Ves este chico que aparece aquí? – dijo él poniendo una fotografía entre sus manos que nunca había visto.
Era el mismo chico rubio de ojos verdiazules, que miraba con adoración a un hombre bastante mayor que miraba solemne a la cámara. Tenía la misma fecha que muchas otras de sus fotos, 1939; pero esta tenía un título: "El pequeño Duque".
Ella lo miró confundida.
- Ese hombre mayor que ves ahí es Richard Grandchester...
Lilian volvió a observar la fotografía, Terrence se parecía mucho a su madre, pero el porte, la mirada fría, la altura y algunos otros rasgos eran una réplica perfecta de aquel aristócrata. Vaya que los genes de la "guapura" se transmitían en esta familia. Bastaba ver a su último descendiente para verificarlo.
Antes de que pudiera levantar la mirada, Blake señaló al rubio.
- ... Y ese chico que ves ahí, es nada menos y nada más que Alexander Grandchester, mi abuelo.
¿Abuelo?
¿Por qué Candy tenía fotografías del hijo de Carlton Grandchester, el hijo menor del Duque?
A menos que... Su boca se abrió al mismo tiempo que sus ojos que se clavaron fijamente en Blake.
- Lo mismo pensé yo, es por eso que tenemos que hablar con la hija de este hombre rubio, Julia Grandchester, mi madre. Pasé una semana tratando de comunicarme con ella y cerca de dos semanas persuadiéndola de hablar conmigo... solo conmigo, pero su condición es contar con la presencia de la "señorita White" – dijo con sarcasmo.
Lilian tuvo que sentarse un momento, todo le daba vueltas. Esto se complicaba nuevamente, sentía que estaba revolviendo el pasado y aunque no era lo correcto, como comerse un helado cuando estamos resfriados, parecería que una fuerza superior se lo pedía desde adentro.
Notas:
¹ Frase de "El desván" de Lorena Fernández.
² Literal es la carta que Susana le escribe a Candy cuando ella regresa a Chicago con el corazón roto (argh maldita, tengo ganas de gritar cuando leo esta carta). Aparece en Final Story, y la obtuve del sitio de candy candy online punto com, en el foro. El sitio de wattpad donde la leí por vez primera se me perdió en el ciberespacio.
Agradecimientos:
Queridísimas lectoras, les dejó un capítulo más largo que de costumbre, como dice Alessandra, el tiempo es tirano y no basta para hacer tanto como quisiera. En verdad me estoy esforzando porque todo cuadre, es posible que quizás se me escape algo por ahí pero ya lo enmendaré. Lo primero que noté es algo que tendré que modificar en el capítulo que sigue en el que volveremos al pasado.
Para quienes echan de menos el romance, tengan paciencia, ya viene. He imaginado en mi cabeza el reencuentro, solo tomen en cuenta que no es una historia tan tradicional en la que todo se soluciona como por arte de magia.
Hoy quise librarnos de un obstáculo. Sé que para muchas sería imposible que Susana dejara ir a Terry, pero en esta historia ante la irrevocable pérdida de su realidad debido a las complicaciones de salud, quise que por una única vez en su vida esa mujer tuviera un gesto de amabilidad y no de egoísmo, por eso agregué también la primera y única carta que ella escribe a Candy citada en Final Story. En la traducción que leí se cuenta que en el joyero de madreperla Candy guarda el sobre en blanco vacío y que leyó esa carta una sola vez.
En mi historia y 100% sacado de mi imaginación he creado en contraste un último escrito en el que libera a Terry. La carta que Taylor menciona que envió Susana a Candy es la primera (la de Final Story), pero como no está fechada él asume que es de la época que Lilian desea investigar, cuando la más relevante de ellas es la carta que me inventé y que años después "libera" a Terry si es que así lo queremos ver.
Les dejo un abrazo a todas y en especial a quien me deja un comentario que llena mi corazón:
CandyNochipa 2003: te nombro en este capítulo pues en el anterior estaba en proceso de publicarse el capítulo 8 cuando me llegó tu review. Gracias linda por ambos en el capítulo 7 y el 8.
Mita: Ahhh, la nostalgia es algo esencial en esta historia. Gracias a ti por leer.
Gladys: jajaja me hizo el día lo de las ansias locas. Sin duda me encantaría que fueras mi colega detective, y en cierta forma lo eres pues me acompañas siempre con tus comentarios.
Villa: Por poco y no logro subir el capítulo anterior, lo que es lindo es saber que cuando no llega hay quienes la extrañan. 😊 gracias linda.
Torpe: gracias por tus porras, me halaga hasta que me nombres escritora, me siento aún muy primeriza para recibir el título y agradezco profundamente que sigas esta historia que a veces con tanto enredo provoca que las musas prefieran fugarse en vez de quedarse a seguir inspirándome.
Guest: definitivamente bella tú que me dejas bendiciones. Trato de leer a detalle a quienes entran de invitadas para tratar de diferenciarlas cuando regresan a dejarme un comentario. Quiero pensar que en el capítulo 7 eras tú quien recuerda aquél episodio donde Terry dice que quizás amó a Candy desde el mismo instante del barco y que eso no iba a cambiar (justo después de que Susana le dice que lo ama y no se lo "dejaría" a ella... argh me da dolor de panza nada más de recordar esa parte pero el resto es bello); esa misma idea Terry escribe a Candy en la nota de Final Story, "Nada en él ha cambiado". Cada vez que leo esas líneas me estremece como la primera vez que la leí. Gracias por tus palabras tan amables y bendiciones para ti también.
Lety Bonilla: Lety querida no puedo negar que se me descoció un poco el corazón leyendo que te había decepcionado la historia. Aún falta mucho por descubrir pero te adelanto que no es una historia dramática de final triste, viene una parte de romance muy linda pero no es una historia rosa y tradicional, he querido esta vez crear una lectura distinta.
Aaronlaly: habrá que esperar para llegar a saber todas esas respuestas que deseas, no te confirmo ni niego nada para no ser spoiler jaja.
Yelani: gracias a ti por la paciencia de esperar este nuevo capítulo. Ya veremos si lo que estas pensando se hace realidad.
Kamanance: así es querida... no es castaño, bueno aquí casi que solté ya toda la sopa jajaja, no me aguanté más. Lo que no sé si plasmé adecuadamente es que los ojos marinos son como me imagino yo el fondo de un mar, una mezcla de verde y azul... Quiero decirte que fue tu review que me dio combustible para quedarme frente a la computadora y terminar de subir el capítulo anterior, debo confesar que por poco me rindo, pero me llegó tu mensaje directo al corazón y le inyectó fuerzas a mi vejentud jajajaja. Besos.
Ster star: sí, fue muy cortito tanto pan de muerto y tantos compromiso me dejaron poco tiempo pero aquí compenso un poco con el doble de largo que el capítulo anterior. Besos bella!
Isis: Bienvenida, gracias por tus palabras, espero el estilo de mis letras te siga motivando a continuar hasta el final.
Perth77: I know dear, I can't stand Susana either but I can't stop tying that loose end.
Nally Graham: He aquí por quien preguntabas, el pobre hombre tuvo que ir a hacer sus investigaciones por su lado, pero por andarse saltando a Lilian lo enviaron de regreso. Aún queda pendiente esto de la relación secreta... aun hay mucho por descubrir. Si Susana queda fuera de la historia ¿qué será lo que sucedió? Ya lo leerás Jejejeje (risa macabra fuera de temporada). Abrazos.
Alessandra Narciso: cara, è un piacere leggerti, sono d'accordo con te, Phambe è una detective meravigliosa e un'analista della personalità. Nelle mie storie, non posso fare a meno di dimostrare che Terry è il personaggio che mi affascina, mostra fascette così umane che a volte puoi temerlo e altre lo amano. È un personaggio fantastico. Sarebbe bello se decidessi di scrivere in futuro. Forse arriva il momento per te come è arrivato per me, non è facile ma all'improvviso trovi quegli spazi. Scrivere è un mondo meraviglioso, mi ricorda il modo in cui Terry parla del teatro in quel capitolo in cui Candy scopre di leggere Shakespeare durante la sua estate in Scozia. Alcuni indizi che devi aver confermato in questo capitolo, non è Susana e il motivo per cui "mantengono" un segreto. Sei un detective fantastica!
Ho deciso di cambiare la data quando Terence scrive la lettera a Candy ("cara Candy, come stai?...") e della morte di Susana in modo che abbia un senso nella storia, la leggerai nei seguenti capitoli. E infine, del numero di capitoli in questa storia, prevedo diverse notti insonni, circa 10, non sono ancora sicuro. Abbracci dal Messico con tanto affetto e grazie per ognuno dei tuoi commenti.
Phambe: Querida Phambe, ojalá fuera fácil para mi revisar las traducciones automáticas para poder escribirte en francés. Mi conocimiento de este idioma se ha quedado en el olvido después de tantos años de no practicarlo, pero es maravilloso saber que entre nosotras el idioma no es una barrera. Coincido con Alessandra, eres una fantástica detective. Me has sacado una sonrisa al leer tus comentarios al capítulo 6 pues ahora tengo la tranquilidad de saber que esta historia tiene lógica, has descubierto varias pistas y las has armado tal y como aparecen en mi cabeza, me he sentido comprendida tanto en mis letras como en mi lógica personal. En efecto, he querido darle a Candy tiempo para pensar, para considerar una segunda oportunidad en la que ambos se elijan entre ellos y no a un tercero, que la madurez y el absoluto convencimiento de pertenecerse sean definitivos (eso es lo que yo entiendo por un amor definitivo, aquel que ha madurado, que se elige). No sé si entiendo bien tu comentario acerca de la imagen de Terry durante la separación (cette séparation n' pas choix unilatéral mais mutuel, un acuerdo tacite et réciproque avec Candy et non imposé par celle-ci). Siempre he creído que esa separación fue decidida por ambos, cada quien de manera solitaria, pero de con el mismo desenlace, era la única opción, injusta y dolorosa, pero la única que les ahorraba esa auto destrucción de la que hablas. No sé si he logrado plasmar hasta este capítulo que aunque Susana "libera" a Terry, él aún lleva cargando un peso que deberá aprender a soltar pero ahora espera hacerlo junto a Candy, será un proceso para ambos... (en el capítulo 6: "La siguiente vez que Terry volvió a la Estación Central de Nueva York fue para abordar un tren con dirección a La Porte, cargando bajo el brazo aún la enorme culpa de una responsabilidad que él nunca quiso y la esperanza de poder aprender a vivir sin ésta".).
No sé si te lo he dicho, pero mi estima y cariño por ti son también reales y profundos. Disfruto enormemente conversar contigo a la distancia y estoy muy agradecida con este foro por habernos reunido. Te mando un muy cariñoso abrazo, que tengas una maravillosa semana. Hasta pronto querida amiga.
Y a todas y cada una de ustedes, mi cariño y mis letras.
Besos, maravilloso domingo y mejor inicio de semana.
ClauT
