Disclaimer: Desgraciadamente no soy la propietaria de ninguno de los personajes que Rowling ha creado. Tan solo algunos son de mi creación (qué se le va a hacer :P): Helen McGrawn, Jennifer Edwards, Shamara Reinolds, Allisson Brooks, Jonathan McGrawn, Odhin Zabini (el apellido pertenece a la Ro, pero la personalidad en mi fic se la he puesto yo) y algunos otros que todavía no han salido demasiado… y otros personajes secundarios, etc.
Author's note1: Hey! Vivan los Carnavales! Supongo que la mayoría estará contento de que sus exámenes hayan acabado (sino, ya podéis ir al psiquiatra ¬¬) y de que ahora podáis disfrutar en mayor o en menor medida de unas fiestecillas :D Espero que os lo paséis también como yo (y ya que estamos, incluso mejor! ;P) En fin chicos, que tenéis delante un pedazo capítulo con el que espero que disfrutéis un montón. Sorry por la tardanza, sé que son cinco días de diferencia, pero he avisado en cuanto he podido en mi profile (que por fiiiiiin actualicé, y seguiré actualizando) del problema de suicidio de mi laptop, la puñetera conexión, etc, etc,so, be kind with me! Son casi 31 hojas al word, 17.582 palabras (ahí es ná) así que, amiguitos míos ya podéis empezar a leer, y, of course, dejar review que ya me sé de algunos que son unos traidores y no me dejan ¬¬ Malos malosos! XD
Muchísimas gracias: Thank you so much to everybody who review me! (espero que entendáis el inglés :P) Vosotros sí que sabéis como arrancarme una enorme sonrisa de satisfacción por haber logrado haceros pasar un buen rato :D Pss, sois los mejores :grin:
Flanagan, AnnaTB,
Faith-theBloory, BorjaVM
Amsp14, Blackberry-girl,
WilliamW
Autor's note2: Antes de que leáis el chapter 10, debo avisaros de algunas cosas. Cuando veáis esto: (Ita. Una frase escrita) significa que es la traducción en español de lo que he puesto en italiano (jurjur, ahora me estoy imaginando vuestra cara de ein? Y me parto XD), lo mismo cuando veáis (Ger. Una frase escrita) es para el Alemán. Ok? En author's note 4, hay más aclaraciones
En fin, queridos míos (HORROR O.O no os soné como la Trelowney? Arggggggggg!) que llegó la hora de que leáis el pedazo chapter. Espero que os guste tanto como me gustó a mí leerlo y, weno, si hay cosillas que no entendéis pues podéis preguntar, de acuerdo? Y, cómo? Pues mandando un review, claro XD (intento de chantaje :P) Pues eso, aaaaaaaa leeeeeeeeeeeeeeeer!1
Chapter X. HOGWARTS SPRESS 5972
.-o-.o.-o-.o. Fecha: Domingo 1 de Septiembre de 1975
.-o-.o.-o-.o. Hora: 10:26
.-o-.o.-o-.o. Lugar: Compartimiento nº 48, Vagón nº 7, Expreso de Hogwarts, andén 9 y ¾, Londres, Inglaterra, Gran Bretaña.
.-o-.o.-o-.o. Temperatura aprox.: 18º Centígrados, 64'4º Fahrenheit.
Bostezo.
Tic, tac.
Tic, tac.
Bostezo.
Tic, tac.
Tic, tac.
Tic, tac.
Bostezo.
Tic, tac.
Bostezo.
Gran bostezo.
Lily Evans, enfundada en unos vaqueros desteñidos y una bonita camiseta azul clarita, estaba medio adormilada en uno de los asientos del séptimo vagón que la llevaría, junto con otros estudiantes, al colegio de magia y hechicería de Gran Bretaña. Su querida hermana Petunia la había traído, bastante pronto para su gusto, en el coche nuevo que le habían regalado por su cumpleaños hasta la enorme estación de trenes. Allí, la castaña se despidió apresuradamente de ella después de repetirle hasta la saciedad las recomendaciones de su madre en susurros enfurruñados, miradas furibundas y empujones varios. Lily había hecho como que no la escuchaba mientras arrastraba sus pertenencias hasta un carrito, simplemente para verla enfadada, aunque al final se habían despedido con un cálido abrazo y habían prometido escribirse de vez en cuando. Lily había visto desaparecer a Petunia entre el gentío por lo que, después de pensar que tardaría bastante en verla, decidió encaminar sus pasos hasta el andén 9 y ¾. El andén que la llevaría de nuevo a un mundo que la mayoría de la gente desconocía o no deseaba reconocer.
Bostezó.
La chica pelirroja miró el reloj de su muñeca, que destelló bajo los rayos del sol, con los ojos un poco rojizos debido al sueño. Sentía su cuerpo calentarse bajo la atenta mirada del sol que bostezaba entre las nubes y no pudo reprimir un nuevo mini-bostezo. Se fijó en que todavía faltaban más de media hora para que saliese el tren y sus amigas todavía no habían llegado.
"¿Cómo van a estar aquí tan pronto?... jooooo, con lo bien que estaría todavía yo en mi camita..." Lily ahogó un bostezo. "Hay que joderse, no podía haber vuelto a disfrutar de mis condenadas pesadillas otro día, nooooo. Tenía que ser precisamente la noche antes de mi primer día de clase... Dios, tres puñeteras semanas durmiendo tranquilita y van las malditas, y se presentan cuando menos las necesito." Bostezó. "Mierda, creo que no voy a aguantar a llegar a la cama" Refunfuñó.
Recogió con desgana del asiento contiguo una novela de misterio sobre un detective involucrado en un asesinato dudoso que tenía como principal autora del crimen a una niña de seis años. El libro la tenía enganchada desde hacía un par de días y, Lily tenía muy claro que no se iba a dormir mientras sus amigas no estuviesen con ella, no fuera que algún depravado sexual intentase aprovechase de su inocencia (Nda: no puedo evitar reírme XDD) por tanto mataría el tiempo leyendo la entretenida novela y así no caería frita por cerrar un poco los ojos al decir "solo cinco minutitos, luego me despierto"
Ni tan siquiera había terminado de leer tres párrafos, que habían conseguido engancharla de nuevo haciéndola leer con absoluta avidez, cuando la puerta de su compartimiento se abrió sorpresivamente, sobresaltándola por la brusca interrupción.
.- Buenos días Evans.
La modulada voz de su compañera de cuarto la tranquilizó al saludarla nada más entrar en el soleado compartimento de la pelirroja. No se trataba de ningún depravado (Nda: si la pobre Lily supiera… XD)
.- Brooks, hola.- Le contestó todavía con el corazón desbocado y la maldijo internamente por el susto que la había metido. Recogió del suelo el libro que había volado de sus manos. Se puso con rapidez sus mechones pelirrojos sueltos detrás de la oreja y abrió de nuevo el texto, buscando la página en la que se había quedado para marcarla.
.- ¿Te asusté?.- Allisson, después de cerrar la puerta, había entrado en el compartimiento y se había sentado en su diagonal (con los pies puestos en el asiento opuesto al que se sentó). Había dejado un amplio bolso de cuero marrón en otro asiento y estaba mirando con sus ojos grises claritos, los ojos verdes esmeralda de la pelirroja.
.- Nonotranquila, es que pensé que eras Potter.- Lily se maldijo mentalmente por pensar en ese desgraciado tan pronto.- .¿Qué tal las vacaciones?.- se volvió a maldecir mentalmente.- .¿Y cómo es que estás aquí?.- de nuevo se maldijo mentalmente.- Es decir... que, como el año pasado faltaste el primer trimestre pues... pensé que igual... no sé...
La pelirroja creyó haber visto una sonrisilla en el rostro de la pelinegra que se había sentado de forma tan poco femenina. Un poco nerviosa rogó a Dios que la salvase de esa embarazosa situación. No tenía ganas de nada, y menos de que la morena se enfadase por haber tenido tan poco tacto.
Allisson Brooks se quitó sus gafitas negras y se puso a limpiarlas con un trozo de su camiseta morada desteñida. Decidió obviar la última parte de lo que la había preguntado su compañera de cuarto, Lily Evans, ya que no tenía ni pizca de ganas de que saliese de nuevo el tema. No la apetecía contar de nuevo algo que en realidad no había pasado... Bastante tendría con que algún gilipollas se atreviese a pasarse de listo y le ofreciese en bandeja de plata la oportunidad de sacarle los intestinos por la boca a base de un buen par de dolorosas maldiciones que le destrozaría todos los órganos internos haciéndole vomitar sangre amarga con lentitud pasmosa... Sacudió la cabeza.
La pelinegra miró a la pelirroja que la contemplaba un poco incómoda y la sonrió para restar importancia al asunto, fijándose en que el pelo de su compañera llameaba bajo los rayos del sol.
.- Mis vacaciones… bien, bastante bien.-empezó.- Esperaba ver a mi Tutor, pero al final no fue posible. Una pena, a decir verdad, todos los años me pasa lo mismo y, aunque crea que ya me he acostumbrado a que siempre tenga algo más importante que hacer, en realidad… me llevo la misma decepción de siempre….-La pelinegra hizo una breve pausa mirando fuera del compartimiento mientras seguía limpiando sus gafitas negras.- En fin, estuve visitando España unas semanas, de ahí mi tono moreno (por cierto, el tuyo tampoco está mal), en un par de preciosos lugares históricos de Francia (tenías razón, el Louvre es muy bello), también estuve en….- Lily asintió instándola a continuar, sonriendo.- bueno, también hice turismo por otros sitios… Gané algo de pasta trabajando y.-la pelinegra sonrió sabiendo que esto le iba a agradar a su compañera de cuarto.- he ido estudiando algo de este curso… .¿y tú?
.- También he trabajado este verano y, por supuesto que estudié.-contestó Lily como diciendo ".¿tú que te pensabas, eh?".- Tengo bastantes temas adelantados de Encantamientos, Defensa y de Pociones.- La pelirroja sonrió de medio lado haciendo un gesto entre cómico y despectivo con la mano.- ya sabes el aprecio que nos tiene el de pociones a los Gryffindor.…
.- ¿Slughorn?
Lily rió.- El mismo…
Allisson se puso sus gafitas negras con una sonrisa.- ¿Le has visto?
.- No. Aunque no creo que tarde en enviarnos alguno de sus mensajitos.- Las dos sonrieron burlonas ante el comentario de Lily.
.- Sobretodo a ti, Evans.-apuntó con cierta malicia la pelinegra lo que hizo que la pelirroja la lanzase una mirada indignada, aunque realmente sabía que tenía razón y que era la preferida de Slughorn.
Sin embargo, Lily continuó con la conversación anterior con convicción mientras gesticulaba con las manos.- .¿Sabes? creo que hemos hecho estupendamente al haber adelantado algo de lo que vamos a estudiar, puesto que es muy importante este año y necesitamos buenas notas. No sé si te acordarás del año pasado que a los de sexto se les hizo la prueba de actitud.- Viendo que Allisson negaba levemente con la cabeza explicó.- que sí mujer, que sí. El TMA. (Nda: Test Mágico para Alumnos… lo sé, un nombre muy poco original, pero weno, lo importante es el test, no el nombre)
Y Lily empezó a enumerar todas y cada una de las características de dicha prueba. Que si el TMA es un montón de test con pruebas psicológicas de actitud. Que si es muy importante para decidir nuestro futuro. Que si influye notablemente a la hora de conseguir un buen trabajo o una beca o un puesto en la Universidad. Que si resalta tus mayores cualidades de forma muy precisa. Que si mide tu cociente intelectual y tu potencial mágico. Que si descubre un montón de cosas sobre ti mismo que nunca hubieras sospechado. Que si es un infalible método de psicoanálisis mágico. Que si… Bla. Bla. Bla. Y más bla.
Durante el tiempo en el que su inteligente pelirroja compañera se explayaba a gusto, explicando con asombrosa amplitud todos los detalles y particularidades de dicho test, Allisson había sacado un cigarrillo y lo había encendido con un mechero plateado, disfrutando al dar las primeras caladas ante la mirada medio contrariada de Lily Evans.
.- .¡Ah, sí, ahora claro que me acuerdo.- la pelinegra dio otra calada y se puso un mechón rebelde detrás de su oreja.- pero pensé que solo lo iban a hacer hasta el año pasado, ya dijo Dumbledore que el test era de prueba y que igual no se iba a volver a repetir.
.- Pues por lo visto sí, nos lo contó Skeeter hace unos días cuando nos la encontramos en Hosmeade comprando material para el curso.-dijo con una mueca de desagrado, tanto por la insufrible de Skeeter como por el hecho de que Allisson estuviese fumando. Lily se cruzó de piernas.- todavía no entiendo cómo es capaz de saber tanto de todo el mundo….-frunció el ceño.- la muy cotilla ya nos estaba preguntando nuestros resultados en los TIMOS….- La miró dudando.-…
Allisson sonrió. Sabía lo que quería preguntar pero no pensaba responderla por el momento. También ella sentía bastante curiosidad por las notas de la pelirroja, pero se contuvo porque no quería que pensase que era una cotilla como la repugnante de Skeeter. Sacudió la temprana ceniza en un minicenicero del brazo del sillón del tren.
.- .¿Y, tus vacaciones Evans?.- decidió que un cambio de tema sería lo más oportuno.- Vi a tu hermana Petunia a principios de Julio con alguna de sus amigas y con….- La pelinegra frunció el ceño.-….¿cómo se llamaba el chico con el que estaba saliendo?
.- Vernon.
.- Y con Vernon.-pensó un momento.- .¿Sabes si van en serio?
.- .¿Por qué lo preguntas?
.- No pienses que le quiero quitar el novio a tu hermana, .¿ok?.- Lily sonrió y negó con la cabeza.- te lo pregunto por curiosidad.
.- Supongo que sí… por cierto, .¿dónde los viste?.- Preguntó la guapa pelirroja apartando disimuladamente el humo (Nda: ni idea de cómo se hace eso, pero bueno, que Lily intenta aguantar)
.- Pues….-la pelinegra arrugó el ceño, recordando.- en un centro comercial, creo que estaban eligiendo para ver una peli.
Allisson Brooks vio a su compañera de cuarto pensar un poco y asentir.
.- Mmm, no sé….-Lily se encogió de hombros y siguió con una ligera sonrisilla.- Na, al final Petunia estas vacaciones no me ha dado muchos dolores de cabeza.- se acomodó el pelo e hizo un gesto con la mano para restar importancia.- nos limitamos a insultarnos, ignorarnos, tirarnos cosas a la cabeza… bah, lo normal.- Lily sonrió pensativa al tiempo que la pelinegra esbozaba una ligera sonrisa.- bueno, también hemos pasado ratos más agradables, .¡que parece que nos hayamos estado intentando abrir las ideas todo el verano!.
Las dos chicas sonrieron por el comentario.
.- .¿Te ha traído ella?.- le preguntó la pelinegra jugueteando con el mechero.
Lily asintió y cogió el botellín de agua para beber un poco. Después de poner el tapón le preguntó directamente, sin dar más rodeos.
.- .¿Desde cuando fumas?
.- .¿Te molesta?.- Allisson sonrió.
.- Ya deberías saber que no soporto el humo, Brooks.
La pelinegra volvió a sonreír pero no apagó el cigarrillo, lo que sí hizo fue abrir un poco la puerta del compartimiento para lanzar una bocanada de humo al exterior. Volvió a deshacerse de la ceniza. Lily frunció levemente el ceño porque no lo había apagado pero no dijo nada por el gesto de su compañera.
.- .¿Has empezado a fumar este verano?.- le volvió a preguntar con cierto tono de censura tipo madre.
.- No.
Lily esperaba algún tipo de aclaración. Que ella supiese Brooks no fumaba… si era cierto que no había empezado a fumar en verano entonces, el año anterior tendría que haber empezado. Sin embargo, no había nada de tabaco en su cuarto y, bueno, aunque no registrase sus pertenencias, no creía que fumase. Al menos no se lo notó y ni Shamara, ni Jennifer, ni Helen le habían dicho nada, por tanto, ellas tampoco lo sabían.
.- Entonces… .¿el año pasado fumabas?
Allisson sonrió internamente ante su pregunta y lo que implicaba. Sabía que a la pelirroja le molestaba todo lo que se utilizase para dañar la salud: mala alimentación, dieta incorrecta, falta de aseo, falta de ejercicio, alcohol, drogas legales e ilegales, etc. y... fumar. Fumar. Por eso no la extrañaba en absoluto que intentase descubrir el foco para erradicarlo. Seguramente no querría que ninguna de sus amigas cayese en ese mal hábito. Pobre Lily… se iba a llevar una sorpresita con una de ellas.
Si bien es cierto que, por supuesto, la pelinegra sabía que no estaba nada bien fumar, fumaba igualmente. Sabía que dañaba seriamente su salud. Que la restaba resistencia física y mental. Que podría ocasionarle cáncer a largo plazo en diversas zonas internas del cuerpo (boca, lengua, faringe, pulmón, estómago…) Que restaba percepción olfativa y gustativa. Que hacía estragos en la piel de la cara y de las manos. Que te dejaba un mal aliento y que los dientes se te ponían amarillos. Que la ropa y los dedos se quedaban con el olor. Que mataba lentamente por la cantidad de sustancias químicas que contenía. Que… puff, un montón de cosas. Ella lo sabía perfectamente. Y también sabía que no debería fumar. Sobretodo teniendo en cuenta que ella debía de mantenerse en perfecta forma física. Sin embargo, a pesar de ello... fumaba de vez en cuando. (Nda: explicaré una cosilla en author's note4, pero seguid leyendo, que no tiene mayor importancia)
.- Sí….- Allisson decidió contestar con una verdad a medias.- empecé el año pasado simplemente porque sí. Necesitaba deshacerme urgentemente de los nervios que tenía encima por… por los estudios (los TIMOS y tal). Me ofrecieron y no lo rechacé. El que no te dieses cuenta, tan solo significa que no fumo tanto como crees.- quitó la ceniza sobrante.
.- .¿Sabes que eso mata?.- inquirió Lily acusadora.
.- Di qualcosa è necessario da morire...-y repitió en inglés ante la mirada ceñuda de la pelirroja.- De algo hay que morir...
.- Pero, .¿quién te ofreció?.- Lily quería saberlo para tenerlo vigilado las 24 horas del día, no fuese que "convenciera" a más almas inocentes… aunque a veces dudaba que Brooks fuese tan inocente.
.- Un amigo.
.- Pues vaya amigo, arruinarte la salud de esa manera. No sé porque tendrías que...
.- Evans no es asunto tuyo.
La pelirroja la miró enfadada con los ojos verdes esmeralda fulminándola, pero, al fin y al cabo, cerrando la boca. Pero, .¡Joder, encima que se preocupaba por su salud!.¡Dios, que sus abuelos habían muerto por cáncer de pulmón y de estómago por fumar como unos carreteros!.¿Acaso pretendía acabar de esa manera?
Lily se hizo a sí misma el firme propósito de acabar con todos los fumadores de Hogwarts ese curso. Erradicaría ese autodestructivo hábito como que se llamaba Lily Evans. Estaba decidido. El año pasado le tocaron a los que estaban enganchados al café, aunque… al final había acabado ella uniéndose a tan selecto club. Pero cuando decidió dejarlo, lo dejó. Eso sí, le costó lo suyo pero lo había conseguido. Ahora tomaba solo tres cafés diarios (Nda: ok Lily, si tú dices que dejaste el café… tu misma, pero… el que solo bebas tres tazas diarias me da que pensar en cuántas tazas te tomabas antes de "dejarlo"… XD)
Se quedaron un rato calladas, pensando cada una en sus cosas, la pelirroja todavía enfurruñada.
.- .¿Has visto a Alice?.- la pelinegra le preguntó a Lily, unos minutos más tarde, dando otra calada a un nuevo cigarrillo. Allisson la había estado observando con sus ojos grises y quería que, a la pelirroja con alma de salvadora del mundo, se olvidase del tema del tabaco y de "su nueva misión". Porque estaba completamente segura que ya se había propuesto acabar con los fumadores… "reconvertirlos" mas bien.
.- La vi hace unos días en el callejón Diagon cuando fuimos a comprar el material.- Lily se tocó la barbilla pensativa, frunciendo el ceño.- creo que estaba con Frank Longbottom y con otro chico, no me preguntes quien es porque no tengo ni idea.- En realidad sabía quien era el otro chico, pero no quería volver a nombrarle… ni a pensar en él, ni a acordarse de lo bueno que estaba, ni a… Arg, no debía pensar en él!
.- Longbottom, eh…molto interessante.- murmuró Allisson medio sonriente y quitó la ceniza de su cigarrillo.- y, .¿la has visto por el tren?.- preguntó en alto pues quería saber dónde estaba su amiga. Ese había sido su objetivo desde que vio a Lily en el compartimiento.
.- No.
Allisson se levantó.- .¿Me haces un favor? Si la ves dila que la estoy buscando.- se puso el bolso de cuero y con el cigarro en la boca le dijo.- Tengo sellos para ti.- La lanzó un paquetito azul, abrió la puerta del compartimiento, la sonrió antes de cerrar y dijo.- Felicidades Prefecta.
.-o-.o.-o-.o.-o-.o.-o-.o.
". ¿Qué...?"
Lily Evans se había quedado de piedra. Tenía sus ojos verdes esmeralda abiertos de la sorpresa clavados en el lugar donde hasta hacía un minuto estaba su compañera de cuarto.
Hacía tan solo un instante estaba intentando apartar de sus pensamientos a James, .¡a Potter!.¡a Nadieeeee!… Arg! Y, de repente, escuchaba de boca de Brooks algo que se suponía que no sabía nadie más que ella misma, sus padres y sus amigas. No tenía ni la menor idea de dónde podría haber sacado que ella era de nuevo Prefecta. ¡Si lo sabían personas de confianza!.¿Cómo se supone que se había enterado de que de nuevo iba a desempeñar el cargo de Prefecta?.
.-…
Yaaaaa… claro, ahora lo comprendía.
La pelirroja suspiró apartando en el proceso algunos pelos traviesos de su cara y se sentó cómodamente con sus piernas recogidas en el asiento marrón. Puso el libro entre sus finas manos y se pasó, pensativa, una por su pelo onduladillo para peinarlo. Absorta, miró hacia fuera por la ventana de la puerta del compartimiento por donde varios alumnos vestidos todavía con ropa de calle pasaban de vez en cuando.
Era perfectamente comprensible que Brooks supiera que ella era Prefecta. Se lo habría imaginado cuando recibió la carta de los resultados de los TIMOS y no vio la insignia granate. Sí, tenía que ser eso. Ella, al igual que todos los Gryffindor, sabía que Allisson merecía también ser Prefecta. De hecho, la pelinegra era la segunda candidata al puesto… al menos eso es lo que le insinuó la Profesora McGonagall, la severa jefa de su casa. Por supuesto, ella no se lo había dicho a su compañera, aunque sabía que no hacía falta que lo hiciera puesto que, cuando ella necesitaba ayuda de algún tipo, McGonagall, se lo decía a la pelinegra quien hacía todo lo que estaba en su mano para ayudar a solventar el problema.
Lily lo medio sentía por su compañera de cuarto. También estudiaba mucho y sacaba buenas notas. Sin embargo, no la veía tan dispuesta a seguir las normas o a hacerlas cumplir por sus compañeros de casa. Además, ya se había metido en algún que otro lío recibiendo como castigo la suspensión de puntos y la conveniente detención en el despacho de Filch, con McGonagall e, incluso, en el despacho de Dumbledore.
Suspiró resignada.
Un par de críos de primer o segundo curso corretearon por delante del compartimiento. Apartó la vista de la puerta y la fijó en el paquetito azul que le había lanzado Brooks. Lo recogió y lo guardó en el bolsillo de su vaquero para abrirlo cuando estuviese en el cuarto. Miró el libro que tenía entre las manos y se puso a buscar la página donde se había quedado leyendo.
De todas formas, era a ella a quien le habían encomendado la misión de guiar a los integrantes de Gryffindor, y eso es lo que iba a hacer. Se lo había estado currando durante todos estos años y, por nada del mundo, renunciaría a un puesto que estaba ocupando como un merecido premio por su esfuerzo, dedicación y responsabilidad… lucharía antes de cederlo.
.-o-.o.-o-.o.
Allisson cerró la puerta del compartimiento de Lily Evans.
Sonrió entre triste y burlona apagando el cigarrillo contra una superficie metálica y lo tiró por el alto de la ventanilla abierta. Apoyó sus manos en el cristal, por encima de su cabeza y se fijó en que ya había bastante gente en el soleado andén por lo que echó un vistazo al reloj de su mano derecha. Las 10:43.
Sabía perfectamente que ahora mismo Lily estaría un poco sorprendida. Seguro que se andaría preguntando cómo sabía ella que era otra vez Prefecta de Gryffindor.
Una sonrisa amarga se le dibujó en el rostro. Que Lily hubiera sido de nuevo elegida para desempeñar tan importante papel, le restaba a ella puntos para ser Premio Anual.
Y eso jodía. Y la jodía pero que muy bien.
Vale, sí, que la pelirroja sacaba mejores notas que ella, que se comportaba correctamente siempre, que acataba las normas a rajatabla (más o menos), que constantemente estaba intentando que los demás las cumplieran, que era una alumna ejemplar, que sabía absolutamente de todo, que... todo eso lo sabía perfectamente. Pero ella seguía sin tener la insignia de Prefecta otro año. Joder, .¡No tenía tanto tiempo como ella para dedicárselo a los estudios de Hogwarts!.¡No podía ser tan condenadamente perfecta en absolutamente todo como lo era Evans!
Cerró sus ojos con fuerza.- Maledizione è… (Ita. Maldita sea...)
Estaba teniendo un acceso de celos y lo sabía.
Y sabía que estaba siendo injusta con Evans. Pero no tenía ni pizca de ganas de reprimir los enormes celos que la estaban inspirando en ese momento.
Maldijo en voz alta y abrió sus párpados, dejando de apoyarse en la ventana en la cual veía reflejados sus ojos grises destilando envidia. Apartó su mirada de la superficie traicionera, y se recompuso emocionalmente después de haber respirado profundamente un par de veces.
Un par de chiquillos de primer o segundo curso corretearon por el pasillo hacia ella. Allisson se hizo a un lado para que pasaran sin arrollarla. Un grupo de chicas de séptimo de Ravenclaw la saludaron muy de pasada, a la vez que entre risas y derroche de entusiasmo contenido, por ser su último curso, se instalaban en otro compartimiento.
Decidió buscar uno para ella y para Alice, porque a ese paso se iban a quedar sin uno en condiciones.
Encendió otro cigarrillo con su mechero y, colgando su bolso de cuero, avanzó por el pasillo del vagón número siete hacia el ocho intentando olvidar que, de nuevo, no era Prefecta.
.-o-.o.-o-.o.-o-.o.-o-.o.
Otra vez, varios minutos más tarde, la puerta de su compartimiento se abrió con brusquedad. Y otra vez, sobresaltándola.
Jennifer entró perjurando en hebreo y tiró de mala manera sus cosas en el mismo sitio que antes las había dejado Allisson. Una lechuza parda revoloteaba indignada dentro de una jaula. Cerró con brusquedad, haciendo temblar el cristal de la puerta.
.- .¿Se puede saber qué coño te pasa?.- preguntó la pelirroja a bocajarro, dejando de leer. Se le estaba levantando dolor de cabeza.
.- Potter.
.- Oh.-Lily levantó las cejas.- casi esperaba que fuese Black o incluso Lovegood.
Jennifer la fulminó con la mirada.
.- Que quieres que te diga.- replicó la rubia con hastío.- casi yo también lo esperaba.
.- .¿Entonces…?
.- Entonces su otro amiguito del alma… tú queridísimo pretendiente, se le adelantó.
.- Yo me refería a Regulus Black, no a su hermano.
.- Bueno, pues no ha sido el imbécil de Sirius Black.-la chica dio una patada al sillón que tenía enfrente mientras que la pelirroja apartaba la jaula de la lechuza de Jennifer para que no sufriese ningún daño por parte de su dueña.- sino, el subnormal de Potter, el que se ha pasado dos pueblos.
.- No te digo que no habrá sido para tanto, porque sé que con él todo es para tanto.
.- Pues díselo a tu querida amiga Helen McGrawn.
.- .¿Otra vez de su parte?
.- .¿De cual sino?
Lily se quedó callada, pensativa. Si Helen se había puesto de su parte quería decir una de estas dos cosas: o que realmente tenían razón, o que Remus Lupin estaba presente.
.- Sí, Lupin estaba allí.-se le adelantó Jennifer rebuscando de mala manera en su mochila su walkman mágico.
.- .¿Pero qué ha pasado?
En ese momento la puerta del compartimiento se abrió de nuevo. Era Helen, con el pelo rubio en dos moñitos apretados que la hacían parecer más rechoncha de lo que ya era. Llevaba las lentillas moradas puestas.
.- .¿Qué trola te ha contado esta?.- le preguntó a Lily, sin esperar una respuesta realmente, después de apartar de mala manera las piernas de Jennifer y sentarse enfrente de la pelirroja.
.- .¡No he contado ninguna trola!.- gritó la atractiva rubia de pelo liso.
.- Y una mierda, Jen, que todas sabemos lo proclive que eres a exagerar las cosas.
.- Y tú a dar la razón a Lupin como si la vida te fuera en ello.
.- Eso no es cierto.- espetó Helen enfurecida clavándola su mirada morada en la marrón de su amiga.
.- Ahora no me digas que solo se la das cuando verdaderamente la tiene.- Jennifer sarcástica la miró despectiva mientras Lily se preguntaba qué narices había pasado.
.- Pues sí.- medio gritó Helen poniéndose roja por aguantar las ganas de gritar en condiciones.
.- Mentirosa.- Jennifer contestó casi alzándose de su asiento.
.- No soy ninguna mentirosa.- medio gritó la otra.- Además, a quien daba la razón era a James.
.- .¡No lo nombréis!.- chilló la pelirroja, irritada.
.- Claro, claro.- continuó Jennifer haciendo caso omiso del comentario de Lily, empezando a enfadarse de verdad.- Así lo mejoras. Si no es Lupin, es James.
.- .¡Joder Jen! .¡Le estaba dando la razón a James porque la tenía!
.- .¡No lo nombréis!
.- .¡Puedo hacer lo que quiera con mi vida y ni tú ni nadie podéis decir nada!.-expetó Jennifer alzándo toda su altura sobre la poca de su amiga.
.- .¡Pues entonces, no me digas a mí a quién puedo o no puedo dar la razón!.- gritó Helen clavando sus ojos morados en los marrones de Jennifer.
.- .¡Digo lo que me da la gana, imbécil!
.- .¡Que no me insultes, estúpida!
.- .¿Qué harás?.-Jennifer salió con ironía mientras gestigulaba.- .¿Decírselo a Lupin o a James para que te defiendan?. Total, seguro que lo hacen porque estás siempre a sus pies.
.- .¡Eso es mentira!.!.- rugió Helen arrugando aún más el ceño.
.- No me digas, entonces .¿cómo explicas que todos los Merodeadores hablen contigo con absoluta confianza?
Helen suspiró hondamente para llamar a su calma interior (de algo tenían que servir las clases de yoga) antes de contestar con absoluta paciencia y hablando lentamente, conteniéndose para no gritar a la rubia de su amiga Jennifer. Lily no sabía si parar la discusión o esperar a saber qué narices estaba ocurriendo para intervenir.
.- Te recuerdo que tanto James como Sirius y Frank son mis compañeros de equipo. Lupin es amigo de ellos y me parece el más sensato y, Pettigrew, es el novio de Shamara.-Helen hizo un gesto de obviedad con la mano.- Todo eso resumido, sin contar que los padres de James son amigos de los míos desde hace varios años, no sé si te acordarás pero hemos pasado parte del verano con ellos.
.- Genial.-dijo la de ojos castaños entre amarga y acusadora.- Es decir que nuestra amistad de más de cinco años no vale ni una mierda. No eres capaz de ponerte de mi parte ni una puñeterísima vez .¿Tanto te cuesta enfrentarte a ellos?
.- .¿No tendrás envidia?.- preguntó Helen después de una pausa en la que se la había quedado mirando.
.- .¿Envidia?.¿Yo?.¿Tomas algo?. Ah. No. Espera. Que la que "toma" algo soy yo.- Jennifer irritadísima y encendiendo los walkman pero sin ponerse todavía los auriculares.
.- Pues yo creo.- empezó la rubia de los moñitos con una tranquilidad que no tenía.- que a ti te gusta alguno de ese grupito, como el resto de descerebradas que pululan a su alrededor. Apuesto por Sirius o Lupin.
.- Helen, .¿porqué no admites tú de una buena vez que te gusta Lupin y te lo follas?.- gritó Jennifer con el ceño profundamente fruncido por el cólera.
.- ¡.¿QUERÉIS DEJAR DE DISCUTIR DE UNA MALDITA VEZ?.!.- gritó Lily. Era oficial, definitivamente tenía dolor de cabeza.
Si Helen McGrawn no había soltado una buena bofetada a la otra rubia, era porque Jennifer era su mejor amiga. Entendía que estuviese enfadada con ella porque no la había apoyado delante de los Merodeadores, pero, debía entender que ella daba la razón a James porque .¡realmente la tenía!. Así que, en lugar de lanzársela a la yugular, se puso al estilo indio, cerró los ojos y empezó a relajarse haciendo oídos sordos ante los comentarios molestos de su rubia amiga.
El tren escarlata lanzó un par más de sonoros pitidos que resonaron en todos los vagones y, con un movimiento un poco brusco, empezó a rodar por los raíles produciendo el inicio del familiar traqueteo para luego ir subiendo de intensidad.
Lily miró su reloj.
Las 11:00 en punto.
Soltó un quejido.
Todavía no habían llegado a Hogwarts y ya se avecinaban problemas.
.-o-.o.-o-.o.
Décimo vagón.
Justo cuando los pitidos del tren anunciaban la salida desde el andén 9 y ¾, acababa de entrar en el territorio Slytherin por excelencia. Ningún alumno con menos de dos dedos de frente se adentraba sin una buena razón tanto en el noveno como en el décimo vagón. Sobretodo... el décimo.
De hecho, quienes se dedicaban a controlar esa zona eran los Prefectos de su propia casa, aunque, muy de vez en cuando alguno de otra casa se aventuraba.
Pisar suelo Slytherin, siendo de otra casa o curso inferior, indicaba que o eras un maldito estúpido o que tenías unas ganas horribles de que te dieran gratis una buena paliza. También, puede que tuvieras información importante que podría ser "comprada" para proporcionarte ciertos privilegios o que podría ser cambiada por el no partirte la cara por una u otra razón (lo que Theodore Nott se empeñaba en llamar "tarjeta de inmunidad"). Pero, al fin y al cabo, daba igual, eras un jodido imbécil por estar en su territorio fuese el motivo que fuese.
Claro que a lo mejor… podrías tener un "pase especial" o tener realmente algún amigo Slytherin…
Allisson pasó por al lado de algunos chicos de séptimo de la casa de las serpientes. Uno de ellos la paró y la pidió un cigarro. Ella se lo dio y él la sonrió levemente volviendo a iniciar la conversación con sus amigos después de dejarla pasar.
Ese gesto. Ese simple gesto, indicaba que era bienvenida y tolerada en el territorio Slytherin. Ese gesto, ponía en relieve la excepcional situación en la que se encontraba. Además, daban a entender que sabían de su posición dentro de las serpientes y que la respetaban como persona "influyente", no como representante de la casa de los leones.
Allisson sabía que el hecho de que fuera amiga de Odhin Zabini suponía un montón de exenciones por parte de los Slytherins.
Odhin Zabini era "el segundo al mando", título compartido en algunas situaciones con Severus Snape, aunque éste era el "consejero oficial" de Lucius Malfoy.
Me explico.
Lucius Malfoy era, por así decirlo, el soberano de Slytherin. Era tratado como tal y, como todo buen rey, poseía un círculo interno para delegar algunos asuntos y para tener controlado al resto de sus leales "súbditos". Odhin Zabini y Severus Snape eran sus más fieles allegados, eran sus dos verdaderos amigos, a los que confiaría ciegamente su vida (debido a ciertos episodios que de momento, no vienen al caso). Sin embargo, esos dos cargos se los disputaban silenciosamente los otros tres fieles del rubio. Bellatrix Black, Theodore Nott y Rodolphus Lestrange (seguido muy de cerca por su hermano Rabastan)
Bellatrix Black había demostrado ser una auténtica arpía. Conocía cada punto débil de todos los que estaban en Hogwarts, y, de los que no conocía ya se encargaba ella de descubrirlo. Se valía de esa información para chantajearlos. Aunque, para qué negarlo, no la hacía mucha falta. Era muy bella, como su nombre indicaba. Alta, hermoso cabello negro, ojos azules oscuros, piel blanca y una fría inteligencia que más de un buen Slytherin quería... e, incluso algún que otro Ravenclaw. Se había ganado el privilegiado lugar donde estaba con bastante trabajo, por eso no toleraba que se la considerara inferior por ser mujer y, si hacía falta, empleaba la fuerza mágica y no mágica para que su opinión fuese valorada como debía. Se merecía estar donde estaba por merito propio y eso era algo que todos sabían.
Theodore Nott (Nda: elijo el mismo nombre que el del hijo para que no resulte complicado tanto nombrecito nuevo, ok?) era un auténtico sádico y un salido de cuidado. Si bien su mente no era muy brillante sabía aprovechar su fuerza bruta a su favor. Conocía un montón de distintos tipos de tortura, tanto mágicas como muggles, y ansiaba tener una pelea para demostrar que él era el más fuerte. También conocía muchas formas de matar. Participaba activamente en el reclutamiento de nuevos miembros para la causa por medio de la intimidación, también actuaba como controlador de los pagos por inmunidad o información. Meterte en una pelea con Theo, era estancia en el ala de la enfermería segura. Sus dos subalternos Goyle y Crabble le profesaban admiración absoluta y, acataban cada una de sus órdenes con la máxima presteza y eficiencia que era posible.
Rodolphus Lestrange era demasiado avaricioso e intimidante como para no tenerlo en cuenta. Poseía una cantidad ilimitada de recursos que competían con los de Bellatrix Black y el primo de ésta, Regulus Black, a quien tenía un especial aprecio. Se daba aires y pretendía conseguir el puesto de Lucius Malfoy a toda costa porque le tenía respeto y envidia por igual. Era capaz de vender su alma al mismísimo diablo a cambio de un buen puñado de áureos galeones y del más completo de los lujos. Tampoco le importaría venderla a cambio de una buena ración de sexo. Poseía una habilidad innata para meterse en problemas junto con Theodore Nott, pero sabía deshacerse de ellos por medio de sobornos tanto monetarios como físicos. Su hermano pequeño, Rabastán, le intentaba sabotear en sus intentos de conseguir el poder que tanto ansiaba, pero, al ser su hermano mayor y tener más conocimientos, podía hacerle frente casi sin problemas.
Y, ahora os preguntaréis… .¿Odhin Zabini, un Slytherin, amigo de Allisson Brooks, una Gryffindor? Os contestaré a eso.
.¿Sabéis la frase del Padrino que dice "Manten a tus ribales cerca, pero más cerca aún a tus enemigos"?… bien, pues ese fue su caso. Odhin y Allisson habían sido algo así como enemigos declarados, al principio. Pero .¿cómo no serlo? Ambos venían de mundos diferentes y habían acabado en diferentes casas, a pesar de que en el tren habían compartido, con bastante amiguilidad, compartimento junto con Alice Lejeune y tres compañeros más.
Lo que les hizo empezar a enfrentarse fue por una pulla que hizo Lucius Malfoy sobre Allisson durante el primer año. La llamó jodida huérfana sangre-sucia. Y eso dolió. Y mucho más el que Odhin se riese a carcajada limpia de ella y que, desde entonces, alentara a los de Slytherin a llamarla por ese "ocurrente" apelativo. Desde luego, lo de huérfana era cierto, pero, lo de sangre-sucia no era seguro. Por su parte, la Gryffindor le llamó puto gilipollas folla-culos en medio de una clase con Slughorn, quien bastante escandalizado ante el lenguaje tan poco femenino de la joven, le puso en detención tres semanas seguidas, la retirada pertinente de puntos y le exigió las convenientes disculpas delante de toda la clase para un "agraviado" Odhin Zabini. Eso sulfuró aún más a la ñiña, quien salió de su anterior mutismo y empezó a enfrentarse en todo lo posible a Lucius y a Odhin. Con el primero no podía hacer gran cosa por el momento, por lo que se centró en Odhin.
Ambos empezaron a pelearse, al principio de forma encubierta y más tarde, abiertamente. Ya no solo se insultaban o se lanzaban algún hechizo por los pasillos o en las clases, sino que se enviaban notas con las que se descalificaban mutuamente. Provocaban duros castigos en el otro, broncas, amenazas, accidentes a su alrededor y la pérdida de multitud de puntos para su casa. Todo eso sumado a que ambos luchaban por sacar mejor nota que el otro y ganar el máximo número posible de puntos para su casa, y así poder restregárselo al contrario por la cara a las primeras de cambio poniendo su inteligencia en entredicho, hizo que la situación se agravase. Mucho más cuando también empezaron a ponerse en pareja en las clases de Defensa, solo para poder atacar con saña al otro de forma "legal", lo que no les impedía desafiarse a otras horas y tener alguna que otra pelea de varitas cuando no había ningún profesor, ni cuidador, ni Prefecto cerca.
Habían llegado, incluso, a "quedar" por las noches en las diversas torres que tenía el castillo (para que Filch o quienes estuviesen de guardia no les pillasen) para retarse y lanzarse cuanto hechizo supiesen, además de pelear cuerpo a cuerpo con patadas, puñetazos, tirones de pelo, escupitajos… todo lo que os podáis imaginar. A veces iban los dos solos, a veces se llevaban un segundo. Por supuesto, el segundo de Odhin fue siempre Lucius Malfoy quien había llegado en alguna ocasión a jugar sucio. Allisson se había llevado casi siempre a su amiga Alice, pero, tras un desafortunado accidente en el que la Ravenclaw acabó en la enfermería con varios huesos rotos, la rubia había tenido temor a acompañarla, por lo que Allisson al no confiar plenamente en nadie más, empezó a acudir sola cuando su amiga decidía quedarse esperando a que regresase.
Así pasaron tres largos años, hasta que desde mediados de tercer curso sus confrontaciones pasaron al campo sentimental. Ambos intentaban arruinar las citas que tenía el otro cada vez que conseguían una. Tan solo para burlarse y poner en entredicho la capacidad del otro. Cualquier oportunidad era buena para descalificar a la pareja del contrario. Hacían todo lo posible para que todo les saliese mal en la cita y, que la pareja saliese escandalizada y muy enfadada de donde quiera que estuviesen. Los dos ahuyentaban los ligues del otro con cualquier excusa, rumor, amenaza, jugarreta o hechizo. Todo valía.
Sin embargo, una lluviosa y fría noche de cuarto curso en la que "quedaron" en la torre de Aritmancia para pelearse porque durante una semana entera se habían insultado desalmadamente delante de sus respectivos amigos, gastado gamberradas con consecuencias de estar en la enfermería, peleado a puñetazo limpio incluso en las clases, etc, ambos querían resarcirse imperiosamente a base de hacerse todo el daño que pudieran hacerse. Sin embargo, algo cambió. Quizá tuvo algo que ver el hecho de que se enrollaron a lo bestia comiéndose la boca como auténticos desesperados tras una grandiosa pelea e insultos bajo una gran cortina de lluvia que les estaba calando hasta los huesos. Quizá tuvo algo que ver el hecho de que a partir de ese momento solo quedaban para seguir un ritual para intentar deshacerse de lo que sentían: hechizos más potentes, lucha cuerpo a cuerpo donde se golpeaban, y enrollarse mordiéndose para sentir la sangre del otro en su boca .¿Quién sabe lo que cambió? (Nda: se nota que estoy siendo irónica en ésta última pregunta, .¿verdad?)
El caso es que empezaron a… como decirlo… algo así como... llevarse bien (No. No. No es exactamente eso…) a tolerarse… y, en cierta manera a respetarse. Cada uno empezó a recapacitar sobre la situación a la habían llegado y en lo que había derivado. Ambos empezaron a reflexionar sobre lo que habían logrado con su enfrentamiento permanente. Empezaron a pensar en largo camino que habían recorrido y en la persona en la que se habían convertido gracias a sus luchas. Ambos, en un momento determinado, se pusieron en el lugar del otro y se sorprendieron con los cambios que encontraron. Los dos empezaron a pensar en una increíble posibilidad, una posibilidad tan inconcebible que se les hacía muy difícil no pensar que era una auténtica gilipollez el tan solo hecho de haberlo considerado.
Sin embargo, tras una etapa de distanciamiento que les sirvió para reflexionar sobre algunas cosas del párrafo anterior y otras muchas, decidieron volver a… verse. Ésta vez lo hicieron para… algo así como charlar. Al principio con mucha tensión, con ganas de saltar a la mínima para demostrar que tal o cual opinión era la mejor a través de un duelo de varitas o de una lucha cuerpo a cuerpo. Pero algún tiempo después y tras varios episodios, ya hablaban con algo más de… libertad y de tacto. Las mutuas reticencias a contarse cosas más allá de "lo normal" entre un Slytherin y una Gryffindor, se vieron rotas a medida que iba pasando los días. Fue largo y tedioso para ambos el tener que lidiar con los sentimientos y con las posibles opiniones de los demás si se llegaban a enterar de que se llevaban… bien.
Muchas noches de charla, de peleas, de rabia y de silencios fueron necesarias para que al final empezasen a quedar para pedir la opinión del otro sobre acontecimientos que ocurrían dentro y fuera de Hogwarts, sobre su vida personal y sobre cualquier otra cosa que en ese momento no podían (por diversas circunstancias) contar con la ayuda de sus respectivos amigos.
Así continuaron aprendiendo del otro, a saber cómo era su "rival" y cómo le afectaba el mundo donde vivían. Valoraban la opinión del otro y ambos sopesaban los pros y los contras de innumerables temas. Incluso se atrevían a criticar a la pareja del otro o a ridiculizar las acciones del día. Hubo noches más extrañas en las que simplemente quedaban para contemplar los oscuros terrenos de Hogwarts en silencio, inmerso cada cual en sus propios pensamientos y preocupaciones. Otras en las que no paraban de conversar de cualquier cosa, por trivial que fuera. Y otras en las que lo único que hacían era pelearse con rabia para liberar tensiones o para mejorar sus habilidades.
Desde entonces, las notas que se enviaban eran preguntando a qué hora y en dónde iban a quedar, o preguntando por tal o cual tema que la noche anterior habían tratado. Incluso en alguna ocasión se habían quedado estudiando los dos en la biblioteca ante unas miradas, al principio, incrédulas del resto. En otras habían llegado a salir juntos por Hogsmeade o a regalarse alguna cosa.
El cambio que se produjo en su relación se hizo patente cuando en un enfrentamiento verbal público en el que tanto Odhin y Allisson estaban inmersos, Lucius se acercó a los dos para volver a descalificarla con el maravilloso apelativo de "jodida huérfana sangre-sucia", pero esta vez, Odhin ni se rió ni alentó a los de Slytherin a que la llamase de esa manera. Lo que hizo fue mirar con absoluta frialdad al presuntuoso rubio mientras le decía con dureza en su voz que se fuera a la mierda y que les dejase discutir tranquilamente. Lucius se había quedado impresionado, pero no dijo nada a su amigo hasta que Allisson se fue. Después le preguntó que cojones había pasado para que se llevase bien con la huérfana, a lo que el moreno contestó que no le incumbía, que lo único que debía saber es que se llamaba Allisson y que había pasado a no ser considerada su enemiga. Algunos días más tarde en el que Lucius le volvió a preguntar sobre el tema cuando estaban a solas en el cuarto del rubio, Odhin le dejó muy claro bajo amenaza que debía dejar en paz a la Gryffindor porque era su amiga. Lucius se sorprendió tanto de esa declaración que le preguntó el porqué del cambio. El moreno tan solo contestó con un "las apariencias engañan" que dejó un tanto descolocado al rubio hasta que noches siguientes, Odhin le relató parte de su historia, de lo que él creía que había sido el cambio.
Con el tiempo, la relación entre los dos se hizo más profunda, sobretodo intelectualmente. Habían decidido que la rivalidad entre las casas era algo que debían tener apartado de su peculiar amistad. Amistad que por un muy breve periodo de tiempo se había convertido en cierto grado de amor. Amor que llegó a su fin por celos. Celos que se quedaron en el olvido y su relación nuevamente se volvió de amistad. Amistad que se volvió más sólida con cada prueba que se les ponía por delante. Él la protegía y la hacía valer dentro de Slytherin, no dejando que nadie la tocase ni la amenazase. Ella le ayudaba en cualquier cosa que estuviese al alcance de su mano, incluso había llegado a culpar a varios de sus compañeros Gryffindors por salvarle a él.
En todo ese tiempo, ambos habían aprendido a confiar en la lealtad del otro, sin atender a falsedades ni la rumorología existente. Sabían que. de las personas que conocían parte de su peculiar relación, había quienes no lo aprobaban, por lo que se andaban con mucho cuidado de lo que dejaban entrever. El pilar que realmente los sostenía era el de la confianza mutua. Podían contar con el otro puesto que no solo existía la complicidad sino que sabían que era un apoyo y que no les iba a traicionar.
En todo esto iba pensando Allisson Brooks mientras miraba el interior de diversos compartimentos, se apartaba para dejar pasar a alumnos de los primeros cursos que reñían y correteaban entusiasmados por todos los vagones, y dejaba sitio para las rezagadas serpientes que iban por el tren con los baúles bien cargados. El baúl de la Gryffindor se había quedado en un compartimento donde una buena amiga de Hufflepuff se había ofrecido a guardárselo hasta que encontrase un compartimento o, hasta que decidiera quedarse de una vez con ella y con sus amigas. Allisson había pasado alrededor de una media hora con ellas mientras la ponían al día de alguno de los cotilleos que ya circulaban por el expreso o la contaban entre risas sus anécdotas del verano.
La pelinegra esquivó a un Slytherin de tercer curso (seguramente) que la miró con el ceño fruncido en un principio. Después, el niño, se metió en un compartimento lleno de chiquillos y cerró la puerta con estrépito para empezar a gritar a los que estaban allí dentro. Allisson elevó ambas cejas con cierta altivez mientras pensaba "Será imbécil, un crío tenía que ser" El siguiente compartimento al del niño cabreado lo ocupaban tres niñas y dos niños de segundo curso. Miró dentro del siguiente, donde había varios niños de quinto pasando unos de otros. Dos parejas se daban el lote en el de al lado. Cuando miró en el compartimento inmediatamente después al anterior, se fijó que unas chicas de cuarto curso discutían acaloradamente, seguramente porque un par de chicos de quinto estaban junto con unas emocionadas chicas de cuarto en el de al lado. En el siguiente en el que puso sus ojos grises, estaban dos chicos de segundo intimidando a tres de primero. Y, en el de al lado…
Miró hacia dentro del compartimiento.
"Quién...?"
.-o-.o.-o-.o.
.- .¿No deberíamos estar haciendo algo?
.- Algo como qué, Sirius.-Remus cansino sin apartar la vista de la lectura.
.- Algo como dejar de leer, por ejemplo.-Sirius intentó arrancarle el periódico de las manos a Remus, quien le dio un puñetazo amistoso en el estómago.-Vale, vale, pero creo que deberíamos estar haciendo otra cosa.
.- Pad, suéltalo de una maldita vez que me estás rayando.
.- Prongs, prongs, prongs… Evans-abstinencia, .¿no?.- recibió otro puñetazo, este menos amistoso que el anterior.- Joder, .¿es el día de pegar al sex-Sirius y nadie me lo dijo?
.- Y luego dices que no eres engreído.-respondió Frank pasando una página de una revista de motos después de resoplar con diversión.- No me extraña que Evans y sus amiguitas te llamen egocéntrico: te lo tienes bien merecido.
.- Eh, eso me ha dolido.- dijo con una mano en el corazón para luego tornar en una sonrisilla.- Aunque sé que en realidad te mueres por parecerte a mí.
.- ¡Socorro! .¡Todos a cubierto!.-empezó a parodiar Frank.- .¡Bomba nuclear con sobrecarga! .¡El ego de Sirius va a explotar!.- James, Remus y Frank se cubrieron con lo que pillaron mientras se reían tontamente por la ocurrencia del último.
Sirius soltó un bufido, se despeinó hacia atrás su suave pelo negro-azulado y rebuscó en el bolsillo bajo del pantalón. Sacó un paquete de cigarros, cogió uno y le encendió con un mechero de plata en el cual tenía gravado (entre otras cosas) con bonitas letras góticas S.O.B. correspondientes a las iniciales de su hombre completo, Sirius Orión Black (Nda: como si que hiciera falta decirlo ¬¬). Sin mediar palabra le tendió la cajetilla a un divertido Frank quien también cogió uno y se puso a fumar.
.- Joder tíos, otra vez con el puto vicio.-rezongó James tirándoles una pelotita que hacía las veces de snitch muggle.- a ver si lo dejáis, que luego parece que Moony y yo también fumamos.
Remus perforó con la mirada las letras del periódico mágico Daily Prophet manteniéndose muy quieto. The Quibbler descansaba doblado, junto a revistas de motos y de Quidditch, en la tabla auxiliar que hacía las veces de mesa. El rubio había dejado de leer y mantenía la vista fija en un artículo sobre extraños fenómenos que habían ocurrido en Alemania, África, Francia, Grecia, Italia e Irak. Casi dejó de respirar pues mantenía sus sentidos alerta para pasar completamente desapercibido. No tenía ganas de que descubrieran su "remedio contra el dolor" que compartía con Severus Snape.
.- .¿Tengo o no tengo razón, Remus?.-preguntó el de gafas malhumorado, apartando el humo tanto Sirius como Frank le habían lanzado a la vez.
.- SisiJames.-respondió el licántropo con celeridad pasando apresuradamente la hoja del periódico.
.- .¿Veis?.- James hizo un gesto de obviedad con la mano.- Remus opina lo mismo que yo.
.- Eso es porque es condenadamente sano.- respondió Frank dando una calada. Remus se sintió morir.
.- Ni que eso fuera un delito.- respondió el de gafas.- Os aviso, si seguís así, os inhabilito.
.- Mi querido capitán Potter.- empezó con pomposidad Sirius mientras retiraba la temprana ceniza de su cigarro.- No conseguiréis a dos mejores cazadores que mi camarada y yo en todo Gryffindor.
.- Ni en todo Hogwarts.- apuntó Frank.
.- Me importa una mierda. Remus puede perfectamente ser vuestro suplente.
.- .¿Y quién sería el otro?.- Sirius sabía que Remus era bueno como cazador… también como guardián, pero el puesto lo ocupaba alguien mucho mejor. Además, pensó Remus, el que todos los meses se sintiera débil y furioso a la vez, le hacían perder muchos puntos a la hora de jugar como titular. Tampoco es que le importara demasiado, pero Remus sentía cierta envidia por sus compañeros.
.- Finningan o Thomas, puede que incluso...- y James empezó a enumerar a un montón de chicos y chicas candidatos al puesto ante la cara de indignación de sus dos amigos. Al cabo de un buen rato en el que el de gafas había dicho cuanto nombre sabía de Gryffindor, fuesen o no fuesen buenos, tanto Sirius como Frank apagaron sus respectivos cigarrillos y empezaron a meterse con James.
Remus se rió por lo bajo. Sabía perfectamente que "Jamsie" solo quería que dejasen ese mal hábito, pues por nada del mundo les suspendería. Por mucho que le animara el ser un candidato seguro para ser cazador, Prongs quería en su equipo a aquel par de locos.
Recordó al equipo de Quidditch de Gryffindor.
Los tres cazadores eran James, Sirius y Frank. Los tres formaban un equipo formidable. Un triángulo asombroso. Se complementaban a la perfección y era una auténtica delicia verlos volar en formación y girar o hacer algún dribblaje a la vez con una precisión asombrosa. El que James fuese el capitán y el cazador central, le daba una posición privilegiada para pensar en estrategias de ataque cada vez más efectivas. Dichas estrategias rivalizaban con las de Severus Snape quien las preparaba con una brillantez y firmeza asombrosa, a pesar de que tenía un terror atroz a volar después de ciertos episodios.
Sirius también aportaba ideas, pero, como las bromas o los proyectos que tenían, la criba, el que miraba minuciosamente los posibles errores era él (Nda: me refiero, indudablemente, a nuestro licántropo favorito). Remus también ayudaba, si bien no estaba en el equipo por "problemillas" ayudaba de vez en cuando en los entrenamientos. Pedía la escoba prestada a Severus, quien a pesar de que no le hacía ni puñetera gracia volar porque se ponía malo, tenía una buena escoba. Lo peor de todo es que tenía que mentir a sus amigos sobre ese "detallito" y, les decía que Arthur Weasley la había puesto a su disposición.
Los dos golpeadores eran el pelirrojo Mark Irons de quinto y el castaño William Raist de séptimo. Al principio parecía que esos dos no se iban a llevar bien, pues habían tenido sus más y sus menos a cuenta de una chica de cuyo nombre ahora no se acordaba. Sin embargo, en cuanto James echó cojones al asunto, y dijo muy serio que como volviese a pasar algo negativo al equipo por su culpa, los expulsaría indefinidamente, la cosa cambió. Se había dado cuenta de que tanto Irons como Raist habían hecho sus deberes, porque no dejaban que nada ajeno al Quidditch les hiciese perder el control cuando estaban entrenando o jugando. Sabía que eran buenos golpeadores y que rivalizaban con los de Ravenclaw, quienes eran considerados los mejores de todo Hogwarts.
El guardián era Allisson Brooks. Estaba en el equipo desde tercer curso porque su predecesor, el imbatible Oswald Wood se había graduado ese año y necesitaban alguien que fuese tan bueno para sustituirle. Era una lástima que Allisson solo hubiera entrenado con él durante un año, porque a veces se echaban en falta sus habilidades técnicas. Lo bueno de todo es que ella entrenaba entregándose por completo para dar lo mejor de sí misma. Para ser sincero, era una suerte tenerla como guardiana, ya que en un principio se había negado en redondo a pertenecer al equipo. Gracias a Sirius la chica había cambiado de parecer y, desde que estaba en el equipo habían quedado segundos por detrás de Hufflepuff, primeros y, terceros el año pasado porque en el primer trimestre había faltado y su sustituto no era tan bueno como ella y, ni mucho menos como Wood.
La buscadora era Helen McGrawn. La simpática chica rubia de lentillas moradas del grupito de Lily. Realmente sorprendió a todos cuando a lo largo de las diversas pruebas pudo atrapar la escurridiza Snitch dorada que simbolizaba el fin del partido y, posiblemente la decisión final de quién ganaba y quién perdía. Helen había demostrado que a pesar de que era la única chica, que estaba un poco gordita y que parecía no saber nada de Quidditch, era la mejor de cuantos se habían presentado para el puesto. Remus recordó contento la felicidad que expresó la chica al saber que era la nueva integrante del equipo. Y, desde luego, no había decepcionado en absoluto. Hacía ya dos años de aquello y, gracias a ella, el primer año habían ganado la copa final de Quidditch, no así el año pasado, pues Slytherin se la había llevado.
Remus se había perdido gran parte de la discusión de sus amigos porque se había quedado mirando pensativo por la ventana. Así, mientras recordaba al equipo de Gryffindor había podido ver el paisaje verdoso de la campiña inglesa iluminado por los rayos amarillos del sol que se escapaba entre las nubes del cielo. Altas montañas húmedas, campos verdecitos con casitas, bosques con multitud de árboles con sus hojas verdes y marrones, algún riachuelo, algún pueblo o ciudad en la distancia… Se le hacía agradable mirar a la soleada lejanía mientras pasaban a toda velocidad.
.- Remus.¡.¿Has dejado embarazada a Rita Skeeter?.!.
Lupin abrió desmesuradamente los ojos por la impresión y giró tan deprisa la cabeza que a poco y si se rompe el cuello en el proceso.- ¡.¡Queeeeeeé!.!
.- Te decía, que como no te cambies ahora no llegarás a la reunión de Prefectos.- le dijo Frank con una sonrisa que pretendía decir "aquí no ha pasado nada de lo que te has imaginado oír"
.- Casi me matas del susto.- resopló el licántropo con una mano en donde guardaba la varita.
.- .¿Es que es verdad?.- preguntó, fingidamente alarmado, Sirius.
.- ¡.¡Noooooooo!.!.- gritó horrorizado el Prefecto ante tal posibilidad.
.- Joooooo, snif, yo que me hacía ilusiones.- lloriqueó en broma el oji-azul sobre el hombro de James (Nda: gran dilema existencial. ¡No sé si quiero estar en el lugar de Sirius o en el de James! XDD).- Un retoño… un pequeño Merodeadorcillo…
.- Tranquilo, Pad, tranquilo.- dijo el capitán acunándole en broma.- Ea, ea. Va. Ya pasó, ya.- seguía diciendo ante la mirada divertida de Frank y la medio enfadada de Remus.- Ya llegará el momento de que seas padrino...
.- ¡.¿Queeeeeeeeé?.!.-gritó el oji-azul sobresaltándoles, apartándose de James como si tuviese el virus de la gripe del dragón. Le apuntó con el dedo mientras chillaba.- ¡.¿Has dejado embarazada a la Evans y no nos dijiste nada?.!
James se quedó con esta cara: O.O
.- ¡.¡Nononononooooo.!.- dijo apresuradamente, con la cara medio sonrojada y enfadado.- ¡.¡Que yo no he dejado embarazada a nadie!.!
.- Porque tomas precauciones, porque sino… bienvenidos a clan Potter-sonrió Frank divertido. Remus asintió con una sonrisa.
.- ¡Aaaaaaaaaaah!.-gritó de nuevo Sirius, sobresaltándoles. Apuntando a Frank con el dedo- ¡Dejaste embarazada a Alice Lejeune y no dijiste nada!.!
.- ¡Qué.!.-la cara de Frank pasó a pánico.- ¡.¡Noooooooo!.!
.- Entonces.- Sirius con cara de no entender nada y haciendo pucheritos.- .¿Quién a dejado embarazada a quién?
.- Sirius….-empezó Remus un tanto mosqueado.- creo que será conveniente hacer esa visita a San Mungo.
.- .¿Por qué?.¿Quién va a dar a luz?.-a Sirius pareció que se le iluminó la bombillita por lo que chilló.- ¡.¡Peter dejó embarazada a Shamara Reinolds!.!
Todos se dieron con la mano en la frente al tiempo que rodaban sus ojos.
.- Pad… que Peeeeter no ha dejaaaaado embarazaaaaaada a naaaaadie.- dijo con infinita paciencia Remus mientras ponía los ojos en blanco.
.- Eso seguro.-apuntó James. Frank solo sonrió divertido.
.- ¡.¡AAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHH!.!.-todos pegaron un tremendo brinco en sus respectivos asientos por el aullido que pegó Sirius. Éste tenía sus ojos azules completamente abiertos de la impresión y el espanto.- ¡.¡SNAPY VA A TENER DESCENDENCIAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!.!
.- ¡.¡.¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHH!.!.!
El berrido que pegaron los cuatro ante tamaña pesadilla se escuchó por todo el vagón.
.-o-.o.-o-.o.
.- No me lo puedo creer.- decía Shamara.
Lily no prestaba casi ninguna atención a la conversación que mantenían sus amigas. Tras la insistente autoinvitación de Morfeo se le estaba poniendo cada vez más difícil no caer dormida allí mismo. Ya ni el olvidado libro que estaba en las manos de Shamara conseguía despertar en ella ningún tipo de interés y, deseó fervientemente, haber hecho café antes de que Petunia la llevara a King's Cross.
Bostezó y se acurrucó contra Helen que ahora estaba sentada a su izquierda. Sintió una de sus manos entrelazarse en las suyas y acariciarlas. Sonrió interiormente, sabía que podía confiar en todas sus amigas porque… .¿acaso debía dar razones para decir el por qué de su confianza ciega en ellas? Confiaban ciegamente las unas en las otras y punto.
Entre la bruma del sueño se acordó de una frase que había oído decir a Remus "Los amigos son la familia que elegimos nosotros mismos". Suspiró. Cuánta razón tenía. Sus amigas eran para ella las personas más importantes junto con sus padres y… su hermana, a pesar de que se pelease con ella. Los quería a todos muchísimo, más de lo que nunca sabría expresar con palabras, gestos o acciones. Sabía valorarlos como debían, con sus aciertos y sus errores. Y, sabía con certeza que daría la vida por cualquiera de ellos, sin pensarlo dos veces. Los amaba con absoluta locura, hasta tal punto que, si a cualquiera de ellos les ocurriese algo irremediable podría volverse loca por la agonía de no poder hacer nada, de no volver a verlos, de no volver a hablarlos, de no volver a sentirse completamente feliz por su presencia en su vida.
Amorronada, se dijo que verdaderamente necesitaba dormir o una buena taza de café. Sus pensamientos bailaban a su gusto por su mente y la hacían pensar cosas un poco… preocupantes.
Oyó la puerta del compartimiento volver a correrse.
.-. ¿Qué haces aquí, Lupin?.-fue la voz de Jennifer la que contestó con malos modos.
La pelirroja parpadeó, saliendo a duras penas de su somnolencia.
.- Lily….-ella levantó los ojos verde esmeralda hacia los ambarinos del chico.-…faltan un par de minutos para que den las doce. Yo ya voy al vagón de los Prefectos, .¿vienes o irás un poco más tarde?
.- Voy, voy.-se había olvidado de que a las doce había reunión de Prefectos.- espera un poco.
Sacó del bolso de Shamara un peine y se puso a peinarse su melena rojiza por encima. Jennifer cogió el peine mientras Lily se alisaba la camisa, la falda y se ponía la túnica azul marino con la insignia de Prefecta de Gryffindor. Hacía media hora que llevaba puesto el uniforme para la reunión.
.- Ya estoy.- sonrió y se movió para ir con Remus hacia el compartimiento de los Prefectos y Premios Anuales.
Sin embargo, antes de salir se giro con brusquedad y preguntó señalando a Helen y a Jennifer.- .¿os voy a poder dejar solitas un rato sin que os pongáis a discutir vosotras dos?
.- Tranquila Lily, yo me encargo de ellas.- se adelantó Shamara antes de que pudieran protestar.- Lupin.- el aludido puso su atención en la chica de pelo castaño en una coleta.- si ves a Pet dile que le echo de menos, .¿vale?
Remus sonrió abrumado pero asintió al pedido. Sin embargo, justo antes de darse media vuelta para ir con la pelirroja, se paró y preguntó extrañado a Shamara Reinolds.- .¿No se supone que estaba contigo?.- la chica castaña negó la cabeza.-…se habrá entretenido en otro lado, entonces.
Remus no le dio más importancia puesto que seguramente Peter estaría en el baño o saludando a algún amigo de algún curso inferior al suyo. El Prefecto salió del compartimiento mientras Lily se despedía por un rato de sus amigas. La pelirroja iba caminando detrás de Lupin por el pasillo hacia el primer vagón de todos.
.- Remus….-empezó ella tras recorrer unos metros, poniéndose a su altura.- se me olvidó preguntar a estas locas que por qué habían discutido. Pero, teniendo en cuenta que tú estabas presente, podrás decirme qué ocurrió, .¿verdad?
.-o-.o.-o-.o.
Y Peter… .¿Dónde andaba metido Peter?
Pues, ni más ni menos que en uno de los baños del tren. En el octavo vagón, concretamente.
Estaba sentado en la taza del váter con los codos apoyados en sus rodillas mientras pensaba, con una mezcla entre nerviosismo y preocupación, en la situación en la que se encontraba. Enterró las manos en su pelo castaño y se lo desordenó. Se pasó una mano por la cara y se levantó hasta situarse enfrente del lavabo con espejo. Se dio la vuelta y se apoyó contra él.
Afuera le estaban esperando el avaricioso Rodolphus Lestrange y el temible Theodore Nott, con Crabble y Goyle como perritos falderos. Un panorama nada alentador, sobretodo teniendo en cuenta que ellos parecían mucho más grandes e intimidantes de lo que recordaba del año pasado.
Sabía que estaba jugando con fuego. Y que muy probablemente no saldría nada positivo de la relación que mantenía con ellos. Y es que, tener algo así como amigos Slytherins, era arriesgarse mucho. No solo peligraba su integridad física si alguno de sus amigos se le ocurría pensar demasiado, sino que también el tratar con ellos era andarse con mucho ojo con lo que se decía, hacía, veía u oía.
Abrió el grifo del lavabo todavía de espaldas… haciendo tiempo.
Acababan de pedirle que fuese con ellos a su compartimento para pasar un rato. Aquello pintaba y no pintaba. Por un lado debía negarse en redondo, pero no podía hacerlo porque tenía un Plan. Además, le era beneficioso tener alguien en la casa de las serpientes para que cuando las cosas se torcían, no tomasen represalias directamente contra él. Eso era algo que ni Frank sabía. Y muchísimo menos James, Remus o Sirius. Y, ni que decir tiene que su Shamara no sabía nada del tema.
Era peligroso.
No podía contarles que el año pasado, gracias a los que esperaban fuera, había conseguido que Shamara, fuese su Shamara. No, no es lo que os estáis pensando… recordad que las pociones amorosas son ilegales, bien, vale, sé que estamos hablando de Slytherins, pero, los efectos de la poción amorosa se notarían tanto que resultaría obvio que Shamara se la había tomado. Sin embargo… existía unas cuantas variantes, una de las cuales había utilizado. Se llamaba algo así como "Me fijo en lo mejor de ti". Se suponía que tenía que dársela él personalmente escondida entre la comida durante dos semanas, y siempre con el mismo alimento para que cayese totalmente rendida a sus pies. Pero él solo lo hizo dos días de los catorce. Al parecer, ya le gustaba algo a Shamara, lo único que había hecho era que sus sentimientos se reafirmasen.
Después del favor que le hicieron, ellos quisieron su parte. Querían que les contase cada broma que les iban a gastar los Merodeadores para atajarla o ponerla a su favor y conseguir que les castigasen. Al principio se negó pero cuando le amenazaron con darle una poción a su Shamara para que desapareciese cualquier rastro de buenos sentimientos hacia él, tuvo que hacerlo.
Supo que durante un tiempo estaba siendo chantajeado y que, encima, estaba traicionando a sus mejores amigos y a la chica que amaba con locura. Por eso, un día decidió que conseguiría la poción que anulase lo que le había hecho a Shamara y que no les diría nada más a los Slytherins a menos que a él le conviniese. Contó con la ayuda de Frank y la de alguien más, pero su amigo le dijo que no le diría quien era a menos que le dijese lo que estaba pasando. Peter no se atrevió a contárselo, aunque sospechaba que él sabía para quien era la poción. Lo que ocurrió cuando Shamara se tomó la poción durante dos días y con el mismo alimento fue que cortó con él. Atravesaron unas semanas difíciles en las que la chica estaba confusa y él con remordimientos. Fue Remus, el bueno de Remus, quien le ayudó a recuperarla. Peter no le contó lo ocurrido, no quería que le viese como el monstruo que no era. Pero, lo que si hizo fue tratarla como si fuese la única chica en todo el universo. Al final, volvió con él porque realmente le quería.
Final feliz.
O, al menos hasta que alguna de esas sabandijas le fuesen con el cuento.
Sin embargo, él tenía varios ases escondidos debajo de la manga. Y, aunque sabía que un par de ases habían sido descubiertos por los propios Slytherins y que ellos hacían como que no lo sabían, él también hacía como que no sabía que ellos sabían lo que él sabía (Nda: espero haberme explicado bien…) Por eso, porque sabía alguno de sus secretos que si los supiesen el resto de los Merodeadores o algún profesor podrían ponerlos en serios problemas para explicar ciertas cosas… le tenían… controlado. Y, .¿qué mejor que hacerse pasar por su amigo? Peter sabía perfectamente que era una amistad de conveniencia, pura y simple conveniencia. Era beneficioso para su Plan. Su magnífico e infalible Plan.
Cerró el grifo.
Pero eso no le impedía sentir pavor por el ofrecimiento que le habían hecho. Ir a su territorio era una cosa, pero… estar en el mismo compartimento que esas serpientes era arriesgarse demasiado.
Miró su reloj.
Las 12:07
.¿No era él un Gryffindor?
.¿Entonces?
Abrió la puerta del baño del octavo vagón.
.- Ya estoy.
.- .¿Un cigarro?.-ofreció Rodolphus Lestrange. Peter lo cogió más por el significado que por las ganas de fumar. Theodore Nott le prendió el cigarro con una mueca de pirómano que apocó al Gryffindor.- Larguémonos.
Las cuatro serpientes y el león avanzaron por el octavo vagón hacia el noveno.
.-o-.o.-o-.o.
En el primer vagón, el vagón destinado a los Prefectos, a los Profesores, cuidadores y más personal de Hogwarts que todavía no había llegado al colegio, estaba acabando la reunión que había empezado a las doce. Ocho Prefectos de Sexto, dos por cada casa, estaban escuchando con distintos grados de atención al cuidador que se le asignaba la tarea de darles las normas y pautas generales de comportamiento, así como las nuevas normas, los cambios para el nuevo curso, las actividades extras y los horarios de las guardias para el primer trimestre. (Nda: hay otro compartimento destinado a los Prefectos de Séptimo y los Premios Anuales, así como otro par de ellos destinados para otras cuestiones)
Los Prefectos de Gryffindor, Lily Evans y Remus Lupin escuchaban con detenimiento cada palabra que era dicha para luego ponerlas en práctica.
La Prefecta de Ravenclaw, Alice Lejeune, ponía mucha más atención que su compañero Theodore Lovegood quien parecía estar más atento a cómo estaban anudados sus zapatos que a lo que se decía.
Ambos Prefectos de Hufflepuff, Daira Diggle y Julius Jones escuchaban más por pura cortesía que por otra cosa. Eso sí, cuando algo era nuevo, ponían toda su atención en aprenderlo.
Tanto Odhin Zabini como Bellatrix Black, ambos Prefectos de Slytherins, parecían bastante aburridos y se dedicaban a mirar al resto de los allí congregados con una variedad increíble de muecas de superioridad.
Cuando la reunión acabó y el cuidador se fue, el reloj de Lily marcaba las 12:47.
La pelirroja suspiró con cansancio y se acercó a una de las dos mesas de plástico blanco con cuatro asientos cada una, para sentarse. Puso ambos codos encima de la mesa y apoyó su cabeza encima de las palmas de sus manos. Cerró los ojos al tiempo que bostezaba intentando descansar.
.- Toma, te vendrá bien.
Lily abrió sus ojos verdes para encontrarse justo debajo de su cara un oloroso café. Alzó la cabeza para ver que Remus tomaba otro igual, justo en frente de ella y, que Alice, se había sentado al lado de su amigo con esos ojos azules tan expresivos sobre ella.
.- No tienes buena cara, Lily.-le dijo la rubia preocupada.- .¿No has dormido bien?
.- Seguro que ayer estuviste de juerga hasta las tantas.-rió la Prefecta de Hufflepuff sentándose a su lado.- y por eso tienes unas ojeras que parecen bolsas de la compra.
Lily gruñó por respuesta y se puso a remover distraídamente el café con los ojos medio cerrados. Alice fue quien, apiadándose de ella, le puso toda la bolsita de azúcar dentro de la taza. Daira Diggle meneó la cabeza comiendo una de las tostada con mermelada que había traído para ellos cuatro.
.- Alice, ahora que me acuerdo.-empezaba a hacerle efecto el caliente café.- Brooks estuvo en mi compartimento, buscándote… .¿no la has visto?
.- No, todavía no.-negó la rubia removiendo el chocolate caliente con una cucharilla.- aunque sé donde tiene sus cosas.
.- En mi compartimento.-contestó Daira mordiendo más tostada.- Se lo ofrecí y aceptó, lo mismo que a ti.-dijo mirando a la Ravenclaw.-y, ya sabéis, si queréis os quedáis con nosotras y listo, .¿de acuerdo?.-Alice sonrió por respuesta.
En la mesa de al lado, Odhin Zabini permanecía callado mientras en frente de él Bellatrix Black y Julius Jones (el Prefecto de Hufflepuff) tonteaban como era su costumbre a comienzos de año. El Prefecto de Ravenclaw, Theodore Lovegood se había acercado a una de las ventanas para mirar al exterior, pensativo.
.- .¿En serio?.-Bellatrix fingía estar interesada en lo que le contaba Julius Jones de sus vacaciones por Grecia.- Seguro que me echaste muchísimo de menos.-dijo seductoramente.
.- Por supuesto que sí.-se apresuraba en afirmar el chico moreno.- Sabes perfectamente que no puedo vivir sin ti.
Odhin elevó una ceja imperceptiblemente al tiempo que Bellatrix sonreía y decía.- .¿No puedes vivir sin mí?.-puso voz dulce.- Que tierno eres…
.- .¿Sabes que pesqué un enorme atún con mis propias manos?.-el chico quiso demostrar que era de valía y le salió con eso.- Yo solo, sin ayuda de nadie.
.- .¿Cómo era de enorme?.-Bella fingió que se quedaba extasiada con sus palabras. Odhín rodó sus ojos.
.- No era enorme, era gigantesco, de este tamaño.-y Julius Jones abrió cuanto pudo sus brazos.
.- Debes ser realmente muy fuerte para haber pescado eso tú solo.-le alagó Bella mientras fingía sorprenderse.- .¿Puedo?.-pidió con coquetería al Hufflepuff que sonreía con presunción.
.- Por supuesto.-dijo orgulloso Julius de sí mismo mientras Bella se aproximaba a él y le tocaba los músculos del brazo que el chico mantenía en tensión para que admirase cuánta bola tenía.
Odhin no pudo soportar más la gilipollez de escena que estaba viendo y se levantó del asiento con el café italiano que se había preparado él mismo porque no había para hacer instantáneamente. El Prefecto de Slytherin se acercó entre el traqueteo del tren hacia donde estaba el de Ravenclaw, Theodore Lovegood y con un ligero gesto le ofreció probar de su taza. El chico rubio de ojos azules negó con la cabeza. Odhin se puso a su lado.
.- He oído que Skeeter te ha vuelto a quitar el puesto.-empezó el Slytherin en un susurro, mirando a través del cristal.
Lovegood gruñó por respuesta al tiempo que se metía ambas manos en los bolsillos de su pantalón. La insignia azul de Prefecto relució momentáneamente al pasar un rayo del sol entre las hojas de los árboles por los que pasaba ahora el tren a toda velocidad.
.- Eso no significa que no pueda publicar lo que se me antoje.-le comentó el rubio de rizos en otro susurro.
.- Theodore… se precavido.-pidió el Slytherin a su amigo, sin mirarle.- No es conveniente que te expongas demasiado y esa estúpida se dé cuenta de que no trabajas para ella.
.- Tranquilo, está tan ensimismada en su triunfo que no se dará cuenta.-le contestó para luego girar su cabeza hacia él y preguntar.- Tienes… .¿tienes lo que te pedí?
.- No.
.- Odhin….-pidió el Ravenclaw bajando el tono.- Por favor, lo necesito para la investigación que estamos haciendo ya sabes quién y yo sobre…
El Slytherin le prohibió que siguiese hablando puesto que se había dado cuenta de que la Prefecta de Ravenclaw, Alice Lejeune, los estaba mirando con el interés suficiente como para no prestar atención a lo que decían sus compañeros de mesa.
.- .¿Alice?.-volvió a llamarla Daira Diggle haciéndo girar a la rubia su cabeza hacia la Hufflepuff.- Te estaba preguntando si habías visto al nuevo profesor sustituto de DADA por el tren.
La rubia regresó su vista a Daira y negó con la cabeza comiendo de la tostada con mermelada que había cogido del plato.- .¿Alguién sabe quién es el sustituto?.-preguntó la Ravenclaw a todos los Prefectos de Sexto.
.- Por lo que he oído.-comenzó el Prefecto de Hufflepuff con Bellatrix recostada contra él.- Es un tío competente que ha estado dando clase en Beauxbatons antes de venir aquí.
.-. ¿Cómo se llama?
.- No tengo ni idea…-Julius pareció acordarse de algo y preguntó a Bellatrix mirando hacia abajo.- .¿No me dijiste que tú sabías algo del sustituto?
Bellatrix y Odhin cruzaron una breve mirada antes de que la Slytherin dijese con dulzura mientras le abrazaba.- Cariño, creo que te equivocas.-al llamarle con el apelativo cariñoso había conseguido que Julius se olvidase de que efectivamente estaba en lo cierto y se quedase embobado con ella. Bellatrix sonrió con cierta perversidad.
.- .¿Black? .¿No sabes nada?.-preguntó Daira Diggle haciendo que Julius volviese del ensimismamiento en el que estaba contemplando la belleza de la morena.
.- No sé nada, y, aunque lo supiese no se lo diría a una sangre-sucia como tú.-replicó desdeñosa haciendo una mueca.
.- .¿Cómo te atreves, Black?.-se indignó la Hufflepuff arrugando el ceño.
.- Retira eso ahora mismo.-Lily se había despertado totalmente gracias al café y ahora estaba enfadada porque llamar a Daira con ese asqueroso apelativo, era como si Bellatrix se lo hubiera dicho a ella también, puesto que ella también era una muggle-born (Nda: nacida de muggles, literalmente)
Bella hizo una nueva mueca de desprecio al tiempo que elevaba una ceja.- .¿Buscas pelea sangre-sucia Evans?.-la provocó claramente con una mano en los pliegues de la túnica donde escondía su varita.
Esa pregunta provocó varias reacciones.
Julius Jones frunció el ceño al tiempo que le sugería a una acurrucada Bella que se fuesen de allí para estar en un sitio más cómodos. Tanto Lily Evans como Daira Diggle se levantaron automáticamente de sus asientos, seguidos muy de cerca por Alice Lejeune y Remus Lupin. Theodore Lovegood le comentó al Slytherin que lo había visto venir porque se había colado un Giglinome de la Discordia en el amplio compartimento destinado para los Prefectos de Sexto. Odhin Zabini elevó una de sus aristócratas cejas observando con cierto aburrimiento las predecibles reacciones que había provocado su compañera en los otros.
.- No vuelvas a llamarme de esa manera, Black.-le alertó Lily con cierta calma, mirándola fijamente con sus ojos verdes.
.- O qué.
.- Te enterarás.-contestó por ella Daira. Julius bufó ante la soberana tontería de amenaza que había soltado su compañera de casa.
.- Y, ahí tenemos la brillantez Hufflepuff.-ironizó la morena con desprecio sin dejar de mantener su mirada azul oscura sobre la verde de la pelirroja.- Os recuerdo que está prohibido utilizar magia en el tren.
.- Técnicamente solo en los pasillos.-susurró Alice consiguiendo que solo Remus la oyera.
.- Pero no los puños, .¿verdad?.-contestó Lily con un alzamiento de ambas cejas.- Así que, te sugiero que si no quieres acabar con tu bello rostro contra el suelo, te disculpes. (Nda: siempre quise hacer ese chiste malo)
.-. ¿Crees que no me enfrentaría a una sangre-sucia como tú en una pelea muggle?.-rió la Slytherin con un resoplido.- No me conoces, Evans.
Lily se adelantó a Daira con claras intenciones de lanzarse contra Bellatrix para probar si lo que decía era cierto, pero dos fuertes manos, la de Remus y la de Alice, le impidieron hacerlo.
.- Olvídala.-le recomendó Alice negando con la cabeza.- sabes que lo único que hace es provocar, pero que luego a la hora de la verdad no puede ni con una mosca.-la Ravenclaw se refería a una pelea que habían tenido la morena y la pelirroja en año anterior en la que había salido vencedora la Gryffindor.
.- Es cierto.-concedió Lily y sonrió internamente por lo que iba a decir.- No sé para qué me molesto, lo único que hace es hablar demasiado y luego es una mierda en duelo.
Bellatrix se levantó de un sopetón, haciendo que todos se sobresaltasen y que Odhin empezase a preocuparse por lo que podría suceder.
.- La valentía Gryffindor, Evans, no te salvará de que te patee el culo si lo que me estás proponiendo es un duelo.
.- Esta tía es tonta.-resopló Lily poniendo los ojos en blanco.- .¿Tanto has tardado en darte cuenta?
.- Bien.-Bella hizo oídos sordos.- Te espero mañana por la noche en la torre de Aritmancia a las doce...-y añadió antes de decirle a Julius que aceptaba su oferta de irse a un sitio más intimo mientras le sonreía seductoramente.- espero que vengas sola, .¿o acaso… necesitas ayuda?
.- La vez anterior te demostré que soy capaz yo solita de acabar contigo.
.- Eso no es lo que yo recuerdo de las otras veinte veces.-canturreó antes de salir con el Hufflepuff, lanzándola un beso con burla.
Daira preguntó nada más salir la pareja Slytherin-Hufflepuff.- No pensarás presentarte, .¿verdad?
.- No pensarás presentarte sola, .¿verdad?.-Alice ya sabía como se las gastaban los Slytherins cuando acompañaba a su mejor amiga, Allisson, a enfrentarse con Odhin, quien ahora mantenía su mirada sobre ellos cuatro.
.- Lily, si quieres te acompaño.-se ofreció Remus. No iba a permitir que la sabandija de la prima de uno de sus mejores amigos se burlase de Lily y, encima pretendiese hacerla daño sin que nadie la defendiese si llegaba el caso.
.- Esperad, esperad.-pidió Lily sin dejar de mirar la puerta del compartimento por la que había salido la Slytherin.- Por supuesto que voy a ir.-les dijo a Daira y a Alice.- y… lo de que me acompañes, Remus….-miró al chico.
.- No voy a dejarte sola, Lily.
.- Estoy de acuerdo con él.-intervino Alice. Si Lily se iba a presentar mejor que estuviese con alguien.- Esa serpiente traicionera.-sintió los ojos de Odhin clavados en ella.- no va a ir sola, apuesto que te va a tener preparado algo.
.- Lily, no vayas.-pidió la Hufflepuff.- es peligroso aunque Remus te acompañe, .¿y si os pilla Filch? O peor, McGonagall, Vector o Smellman. (Nda: Victor Vector da Runas Antiguas en mi fic, y es probable que tb de aritmancia… aún no lo sé fijo. Simon Smellman da Cuidado de Criaturas Mágicas, es un hombre viejo y muy apegado a la antigua. Ya veréis que par de profesores son, ya)
.- Daira no te preocupes.-dijo Remus.- no voy a dejar que la pase nada.
.- .¡Eh!.-se indignó la pelirroja haciendo el papel de niña enfurruñada.- .¡Se supone que yo puedo con esa estúpida! Joder chicos, que lo único que hacéis es protegerme y yo sé cuidarme solita.
.- No lo dudamos, Lil.-Alice la abrazó momentáneamente.- pero nos preocupamos por ti, porque tú vas a jugar limpio y ella no.
.- Eso fijo.-apuntó la Hufflepuff y mirando a Alice dijo.- como tú dices, la Black negra tendrá algo escondido debajo de la manga. (Nda: Jaja, la Black negra, jaja, espero que hayáis pillado el chiste:P Am. La Black negra es Bellatrix, la Black rubia es Narcisa, es que sino, con tanto Black pululando por ahí, tanto vosotros como yo nos vamos a hacer un lio, y no quiero, ok?)
.- Está bien, está bien.-concedió la pelirroja suspirando.- Me acompañará Remus.-Los otros tres sonrieron mientras llevaban a Lily de vuelta a la mesa que antes ocupaban para hablar más bajo.
Odhin puso de nuevo sus ojos verde-azulados en el paisaje verdoso que aparecía bastante soleado en la ventana del enorme compartimento. Se quedó pensativo y unos segundos más tarde empezó a sentir la picazón que le indicaba que alguien estaba mirándole. Se colocó despacio en una posición que le permitía ver por el reflejo del cristal los ojos azules de la Prefecta de Ravenclaw. Seguramente estaba pensando en que él le diría a Bella que Evans no iba a ir sola. Pues estaba en lo cierto. Y creía saber a quién pediría la morena para que la acompañase. Lucius Malfoy o a Severus Snape o tal vez a él mismo. Si se lo pedía, la acompañaría y sin duda, haría todo lo posible por acabar una pelea a cuatro varitas… Odhin fijó su vista en el Prefecto de Gryffindor quien sonreía y hablaba con la pelirroja.
.- Odhin….-la voz de Theodore Lovegood le sacó de sus pensamientos.- se ha quedado frío.-el rubio le señaló el café italiano casi acabado que reposaba en una alta mesa pequeña redonda.
.- Antes mencionaste a un Gigli… Giglinome.-empezó el Slytherin.- .¿Cómo sabes que estaba aquí esa criatura y no ninguna otra?
.- .¿No la has visto deslizarse entre Black, Evans y Diggle?.-preguntó el de rizos con un alzamiento de cejas girándose hacia él.- Era como una serpiente de pinchos que las ha hecho sangrar, y ya has visto lo que ha ocurrido.-hizo un gesto de obviedad.
.- Theodore, algún día me tendrás que enseñar cómo ves ese tipo de seres.
.- Hay que concentrarse.-contestó el Ravenclaw desenfocando sus ojos azules sobre la figura soleada del Slytherin.- yo ya estoy acostrumbrado porque mi madre me enseñó a detectarlos… algunos no se ven a simple vista, solo se escuchan o se sabe que están ahí por los efectos que producen.-desenfocó un poco más sus ojos azules sobre él.- Tú, por ejemplo, tienes dos seres circulando alrededor tuyo.
.- Qué son.-Odhin preguntó medio interesado, sin moverse un ápice.-. ¿Buenos o malos?
.- Depende de lo que consideres bueno y malo.
.- Déjate de gilipolleces, Lovegood.
.- Está bien, está bien.-concedió el de rizos volviéndose a poner serio.- Uno es bueno y el otro es malo. El bueno tiene un color morado y parece que le gustan mucho tus ojos porque está escondido en ellos.
.- .¿No me estarás tirando los tejos, verdad?.-ironizó el de Slytherin arrancándole una ligera sonrisa a Lovegood, pero creyéndole.- Que me dices del malo.
.- Tiene un asqueroso sarpullido en uno de sus tentáculos, será mejor que te prepare algo para sacártelo de encima porque pretende instalarse en tus pulmones.-Theodore Lovegood volvió sus ojos hacia el exterior.- No es nada agradable, yo tuve uno este verano y me dio bastantes problemas porque no lo vi a tiempo.
Odhin permaneció callado a la vez que se volvía hacia la ventana que ahora mostraba unas soleadas montañas y bebía un poco del café italiano. Estaba frío, efectivamente. Sabía que a Theodore Lovegood la mayoría le consideraba un loco y un excéntrico. Él había aprendido que el Ravenclaw no era un loco, tal vez un tanto excéntrico en algunas ocasiones, pero no un loco. Si él decía que había visto tal o cual criatura, o que conocía algún ser, por muy raro y estrambótico que pareciese, era cierto. Por eso no le mandó a la mierda o le llamó estúpido, que eso es lo mínimo que hubiera hecho de no ser Lovegood quien se lo dijese.
Miró al mar de rizos por el reflejo del cristal. Parecía… demasiado pensativo, triste, se podía llegar a decir, .¿por qué estaría así? Si hubiera sido un Hufflepuff estaría pidiendo explicaciones con mucho tacto para no herir los sentimientos de Lovegood. Si hubiera sido Ravenclaw le preguntaría de forma abierta intentando diagnosticar una posible solución. Si hubiera sido un Gryffindor estaría haciendo alguna clase de broma para quitar hierro al asunto para luego preguntar por el tema.
Pero él era un Slytherin.
Un Slytherin con una reputación, un apellido al que rendir cuentas, y un status del que no debía salirse. Y la excepción ya la había hecho hacía tiempo con su mejor amiga, Allisson Brooks. Por lo que, o se mantenía callado en un silencio de compañía, o le sugería que no fuese tan gilipollas. Decidió lo primero, más que nada porque consideraba a Lovegood alguien a quien tener cerca, y era algo así como un amigo. O, al menos, eso es lo que le consideraba el Ravenclaw a él.
.-o-.o.-o-.o.
Shamara sacó el mazo de cartas.
.- Bien.-sentenció.- .¿quién será la primera?
Tanto Helen como Jennifer se la quedaron mirando con cara de pocos amigos.- Venga chicas, no estaréis todo el rato sin hablaros, .¿verdad?.-como respuesta, las dos rubias giraron su cabeza hacia otro lado.
Shamara suspiró. Qué tercas podían llegar a ser sus amigas. Bueno, allá ellas y su pataleta. Se echaría a ella misma las cartas... aunque, para eso necesitaría su baraja personal. ¿dónde la había dejado? Ah. Sí. Dentro de su bolso vaquero.
La chica de aparato y con la coleta alta, rebuscó entre las cosas que tenía hasta que encontró el mazo envuelto en una tela de terciopelo rojo, regalo de su mejor amiga, Lily. Quitó con cuidado la tela y la depositó sobre sus piernas. Tomó las cartas y las fue mirando una por una, como saludándolas y cerciorándose de que, efectivamente, estaban ahí. Sonrió al ver a su carta especial, siempre había pensado que esa carta la simbolizaba y sentía un singular cariño hacia ella.
Las fue pasando cuidadosamente, tocándolas, rozándolas. Era su manera de estar en armonía consigo misma y con el universo.
Movió la cabeza con una sonrisa, estaba haciendo un poco el imbécil pero realmente no la importaba demasiado. Miró otra vez a sus amigas que estaban con cara de enfado y sonrió al ver que por el rabillo del ojo miraban de vez en cuando a la otra para ver si seguía igual de enfadada. Sonrió. Tendría que hacer algo para que se les pasase momentáneamente la rabieta que habían pillado por vete tu a saber qué. Mezcló las cartas varias veces y las fue pasando una a una.
.- Uhm, qué interesante.
El mazo le había sacado las dos cartas que les tenían "manía" tanto a Helen como a Jennifer. Quizá la estaban intentando decir algo. La tercera que apareció ante sus ojos simbolizaba la amistad. Bueno, parecía que no debía preocuparse demasiado.
o-.o.-o-.o.
Lily se sentía… mal.
La culpa la tenían sus maravillosas pesadillas, el no saber por qué coño se habían peleado dos de sus mejores amigas, el haberse dejado llevar por la imbécil de la Black Negra y el sentirse irritada en todo momento por casi cualquier cosa.
Arg.
Estaba sola en el soleado compartimento de los Prefectos de Sexto... bueno, también estaba con Theodore Lovegood, pero él chico parecía más atento al mobiliario que a ella misma.
Removió por séptima vez el oloroso té que se había preparado tras hacer un par de rondas rápidas hasta el octavo vagón, ya que no tenía ganas de entrar en el territorio de los estúpidos Slytherins. No es que les tuviera miedo, .¡ni mucho menos! lo que ocurría es que no se sentía con la suficiente agilidad mental como para hacerles frente, y, sabía, que si se llegaba a producir algún tipo de pelea, acabaría perdiendo la paciencia más rápido que lo que se tarda en decir Vuelapluma y de su varía saldrían multitud de hechizos nada recomendables para la salud.
Suspiró provocando que varios de sus cabellos pelirrojos se movieran ligeramente.
Se levantó con pesadez del asiento marrón y con cuidado retiró la taza de la mesa blanca. Caminó con lentitud por la brillante madera hacia una de las grandes ventanas trasparentes y se apoyó contra el frío cristal, viendo pasar los campos verdes con rebaños de lanudas ovejas y algunas ciudades soleadas en la lejanía. El cielo azul estaba despejado y alguna que otra nube blanquecina se empeñaba en interrumpir el cuadro de paz que ella contemplaba.
.- Se ha quedado frío.
Lily se volvió hacia el mar de rizos rubios que miraba hacia el soleado exterior por otra de las grandes ventanas que había en su misma pared. Arrugó el ceño preguntándose interiormente a qué narices se refería y, si se estaba dirigiendo a ella o es que estaba volviendo a hablar solo.
Lovegood giró la cabeza hacia ella y sus ojos azules la señalaron las manos. Ella bajó la vista sin entender muy bien de que iba todo eso. De pronto dejó de ver y observó lo que sostenían sus manos. Elevó sus ojos verdes para encontrarse con que el Prefecto de Ravenclaw estaba de espaldas a ella, urgando en lo que parecía una mochila de un color amarillo sucio con cascabeles de colores. Parpadeó confundida y sin apartar la vista del chico, bebió un poco del té. El segundo sorbo lo hizo mirando el líquido marrón dentro de las paredes de la taza. Estaba frío. Tal y como había dicho Lovegood. Separó la fina porcelana blanca con motivos florales rosas de sus labios y por encima del borde, puso sus ojos verdes sobre el Ravenclaw que ahora le tendía una especie de pulsera. Parpadeó.
.- ¿Qué se supone que es eso?.-preguntó con un balbuceo.
.- Una pulsera de Gayaura o Letoaura.
Lily elevó ambas cejas pelirrojas a la vez que bajaba la taza con lentitud .¿una pulsera de... cualo de qué? .¿qué narices era esta vez?
.- Entre otras cosas, sirve para alejar a los espectros malditos que se aburren.-empezó a explicar ante el asombro de la chica.- y juegan con nosotros. A veces, incluso compiten varios de ellos cuando…
.- No me lo cuentes.-le cortó sorprendida tanto por la pulsera esa como por la explicación de después. Forzó una ligera sonrisa y dijo.- Agradezco que me quieras dar… esa pulsera.-señaló con los ojos al objeto en cuestión.- pero, creo que no lo necesito.
Lily vio lo que sus palabras habían causado en el chico gracias a los expresivos ojos azules del Ravenclaw. Por un momento su sonrisa se había quedado cogelada, al igual que su mirada. Pero luego, sus ojos parecieron desanimarse y preocuparse. Lovegood la dio la espalda, volviendo a meter la pulsera en la mochila de color amarillo sucio con cascabeles de colores.
.- Estará aquí esperando….-oyó susurrar al Ravenclaw.
Lily no pudo más que volver a elevar sus cejas pelirrojas al tiempo que parpadeaba e iba como una autómata hasta donde estaba una permanentemente tetera blanca humeante con motivos dorados, para verter con cuidado el líquido caliente marrón encima de lo que le quedaba del frío en la taza. Después de depositar la tetera con un ligero ruido, sintió la presencia del chico a su espalda. Se volvió. La estaba mirando.
.- Oye Lovegood….-no sabía muy bien porqué, pero parecía que tenía que disculparse por haber rechazado la pulsera esa.- no pretendía ofenderte y…
.- .¿Ofenderme?.-el chico de rizos rubios parecía extrañado.- no.
.- …pero, creo que he sido…
.- Evans.-sus ojos azules conectaron con los verdes de ella.- solo quiero tomar un té.
Lily parpadeó y se echó a un lado para dejar que el chico accediese mejor a la mesa, transformase una cerilla en una taza blanca con globos de colores en movimiento y eligiese una de las teteras. Después oyó el sonido del líquido cayendo dentro. No supo si quedarse donde estaba o sentarse de nuevo donde la mesa blanca que antes había compartido con Remus, Alice y Daira. El Prefecto de Ravenclaw decidió por ella cuando la tomó del brazo, y la acercó hasta donde había estado él antes mirando por la ventana. Allí la soltó y con un gesto la indicó que se sentara en la única silla alta que allí había. Lily se sentó y tomó un sorbo del caliente té sin apartar sus ojos verdes del chico. Internamente se preguntó qué narices estaba pasando y cómo es que estaba dejándose llevar por Lovegood.
.- No me parece buena idea que te enfrentes a la Black Negra.
Vaya. Directo al grano.
.- Y… .¿por qué no?
No es que quisiese saber realmente su opinión, pero… necesitaba tiempo para recolocarse porque cada vez que "hablaba" con el Prefecto de Ravenclaw le salía con cualquier cosa que, en la mayoría de las ocasiones, comprendía tiempo más tarde.
.- No es una buena persona.
.- Eso no es nuevo.
.- El problema, Evans, es que no va a jugar limpio.
Lily hizo una mueca que decía claramente ".¿no me digas?"
.- Puedes perder algo más que un duelo.
Esa afirmación hecha en un susurro hizo que las alarmas de su cabeza empezasen a sonar a la vez que no apartaba sus ojos verdes de la figura soleada del chico de rizos quien bebía con pasividad el humeante té, sin mirarla realmente.
.- .¿A qué te refieres?.-preguntó en el mismo tono.
.- .¿Sabes lo que es un Giglinome de la Discordia?
Se le quedó mirando con cara de boba. Pues claro que sabía lo que era un… pero, .¿cómo coño sabía él…? Maldita la manía que tenía de saber de bichos raros. Arg. Un momento… .¿de la Discordia? Ella solo conocía los Giglinomes de la Desesperanza, unos seres parecidos a las serpientes. de color azul y de consistencia líquida que tenían la capacidad de colarse a voluntad por los cuerpos y robarles sus últimas vivencias felices para transmutarlas en infelices. Algo así como los Dementores pero en versión mucho más edulcorada, aunque eso no les hacía más atractivos.
.- .¿Sabes quién era Dante?
Se le volvió a quedar con cara de boba .¿A qué venía esta otra pregunta? Vamos a ver, ella iba a preguntarle sobre los Giglinomes de la Discordia y va, y le sale con Dante, el de la Vida Nueva y la Divina Comedia .¿La estaba haciendo preguntas al azar para marearla o es que tenían algo en común y ella no lo había pillado? Joder. Maldita manía de nunca saber por donde cogerle.
Justo cuando Lily iba a expresar su desconcierto en voz alta, Lovegood dejó repentinamente sobre la mesa, en frente de ella, la taza blanca con globos de colores y caminó hacia la puerta con pasos rápidos, la abrió y sin nisiquiera mirar a la pelirroja… cerró y se fue.
Lily se quedó estupefacta.
Por un instante creyó haberse convertido en una estatua humana que ni se movía con el traqueteo del tren. Sentada en una silla alta casi de espaldas a la puerta, con los pies apoyados en una barrita, los codos encima de la mesa redonda alta, las manos sujetando su taza de té caliente y la cabeza vuelta hacia la puerta.
Genial .¿qué se supone que debía interpretar de todo eso?
.-o-.o.-o-.o.
Y miró hacia dentro del compartimiento del Décimo vagón.
"¿Quién...?"
A pocas y se le cae el cigarro de los labios. Al otro lado del cristal de la puerta, un hombre de unos tardíos veinte estaba sentado solo allí dentro. Vestía un pantalón color oscuro con una chaqueta formal de color verde, también oscuro, y un sencillo maletín negro reposaba a su izquierda. En legibles letras azules se leía: E. A. Van Eeghen. (Nda: Van Eeghen se lee apróx. Vân Îguen)
Estaba concentrado en un extraño tablero de ajedrez con unas gafas de un montón de cristales de colores (amarillos, verdes, rojos, azules, morados...) superpuestos unos encima de otros haciéndole parecer un científico algo chiflado. Lo más curioso es que, encima de dicho tablero, no había ni una sola de las piezas que deberían estar. Sin embargo, el hombre moreno movía las manos en el aire como si estuviesen realmente allí las figuras, como si simplemente fueran invisibles.
Allisson, pasado el estupor inicial, se dijo que el hombre tendría que ser el Profesor Sustituto de Defensa contra las Artes Oscuras (Nda: supongo que tendría que poner DCAO pero prefiero la versión inglesa... DADA: Defense against dark arts…).
"Sin duda, un tipo interesante" pensó optimista, sin dejar de observar sus movimientos. "Seguro que será mejor que la profesora sustituta del año pasado." Resopló al recordarla. "Menuda inepta la Kismet, no sabía ni conjurar un escudo protector en condiciones." Quitó la molesta ceniza del cigarrillo.
Se le quedó un rato más mirándole, estudiándole, mientras veía las manos moverse por el tablero. El tren hacía ya bastante tiempo que se había puesto en marcha y los vaivenes del vagón se hacían sentir. El ruido de las ruedas contra los raíles se oía con claridad, así mismo otros sonidos llegaban a su oído. Puertas correrse y descorrerse. Pasos inestables, gritos, retazos de conversaciones, alguna risa… Todo enmarcado por el traqueteo incansable del Hogwarts Spress.
Tras un rato, decidió entrar y probarle. "Per vedere che così uno li ripara" (Ita. "A ver que tal se las arregla")
Corrió la puerta del compartimiento con rapidez, medio sobresaltando al hombre en el proceso.
.- .¿Se puede?.- Y sin esperar respuesta la pelinegra cerró la puerta, se sentó cruzando las piernas y se puso tranquilamente a fumar mirando hacia fuera del compartimiento. Aunque, en realidad, estaba mirándole entretenida por el reflejo del cristal de la puerta.
El Profesor Van Eeghen se la había quedado mirando con esas gafas tan peculiares sin pronunciar palabra. Estaba desconcertado. La verdad es que no creía que nadie entrase en su compartimiento puesto que era más que evidente que era un profesor. No obstante, podría tratarse de la típica broma del "Profesor Sustituto". Suspiró. Qué poco le conocían y cuánto decían conocerle.
Claro, que bien pensado, podría divertirse un poco. Si creían que le iban a tomar el pelo por ser "el nuevo" o "el novato" le subestimaban más de lo que creía… pondría a prueba a la chica de las gafitas negras quien, sin duda, era la encargada de intentar ponerle una cruz desde el primer día. Vio la mano de la chica abrir el cenicero del apoyabrazos y dejar la ceniza del cigarrillo. Sonrió. "Sehen, daß so man sie repariert" (Ger apróx. "A ver que tal se las arregla")
.- No fume, está prohibido.- dijo él, frío.
.- No me interesa su opinión.- ella, en igual tono.
.- No es una opinión, es una orden.
.- Que la acate otro.
.- Nadie más que usted.
.- Todos menos yo.
.- Eso es decisión mía.
.- No está en su poder.
.- Soy profesor.
.- Sustituto.
Allisson seguía mirando impertérrita por el cristal. Van Eeghen sonrió internamente. Quería guerra. Pero, .¿cuánto aguantaría?.
.- Le sugiero que apague el cigarrillo…
.- Y yo le sugiero que se meta en sus asuntos…
.- Obedezca.
.- No.
.- Hágalo.
.- Dije no.
.- Apáguelo.
.- .¿Acaso debería?
.- Debe.
.- Por qué.
.- Le conviene.
.- .¿Está seguro?
.- Completamente.
.- Yo también lo estoy.
.- .¿Acaso no escuchó?
.- .¿Y usted no me vio?
.- Me va a hacer enfadar y… no le va a gustar…
Allisson giró con lentitud su cabeza y le miró directamente, enfocando tras sus gafitas negras sus ojos grises a la pupila difuminada por el haz de cristales de Van Eeghen.
.- .¿Me está amenazando?.- preguntó desafiante.
.- No.
.- .¿Entonces…?
.- No le gustaría saber la respuesta…
.- Pruebe.
.- Le aseguro que no querría saberlo.
.- .¿No me deja elegir?
.- Me temo que no.-dijo el hombre con absoluta frialdad, arrastrando las palabras, mientras hacía algún gesto, que a la de ojos grises le consideró amenazador… demasiado amenazador. Un gesto que bien podría haber sido el que hace un cazador sopesando la posibilidad de atacar a la presa. Un escalofrío le recorrió la columna vertebral.
.- Mientras no sea obligarme a ponerme esas ridículas gafas.- sin ganas, sonrió de medio lado.
Van Eeghen sabía que la estaba amilanando lo suficiente como para que saliese con una ironía. Debía de reconocer que tenía agallas… o era eso, o es que era demasiado estúpida como para enfrentarse a alguien como él a sabiendas… Sobretodo teniendo en cuenta que ella era una humana y él era…
.- No será necesario si apaga ese cigarrillo.
.- .¿Le molesta?
.- .¿No quedó claro?.-el irritado hombre se quitó las gafas de cristales de colores que revelaron al instante unos ojos inusitadamente azules. Pero no un azul cualquiera, no. Ese azul, era un azul por excelencia, con un extraño brillo blanco plata. Van Eeghen conectó su pupila negra con la pupila negra de los ojos grises de la chica, atrapándola con su mirada, envolviéndola lentamente y dominándola.
Allisson automáticamente elevó su mano derecha y apagó el cigarrillo contra el cristal de la puerta, dejando una marca negruzca en él con las cenizas resbalando por la superficie.
.- Eso está mejor… mucho mejor, .¿vé qué sencillo es llevarnos bien?.- susurró Van Eeghen tranquilamente, todavía con sus pupilas conectadas.- ahora cuénteme señorita… señorita….-elevó ambas cejas.
.- Brooks….- Dove da esso aveva lasciato quello?. (Ita .¿De dónde había salido eso?) Ella no quería contestar.
.-…Señorita Brooks….¿Qué pretendía?.-preguntó él con un ligero fruncimiento del ceño.
.- Per risultare a lui. (Ita. Probarle) .(Nda: literalmente sería "Probarle a usted")
.- .¿Probarme?.- .¿No se suponía que iba a gastarle una broma por ser "el Profesor Sustituto"?. Entonces, .¿a qué venía eso?
.- Sí.
.- .¿Por qué?
.- Poiché è il nuovo Sostituto del Pofessore del Professoressa Galatea Merry-thought ed ha desiderato a comprovar che non era… (Ita. Porque es el nuevo Profesor Sustituto de la Profesora Galatea Merry-thought y quería comprovar que no era…) .(Nda: muy apróx.)
Allisson lo comprendió al instante. Se mordió la lengua para impedirse decir algo más. Él estaba usando algún tipo de Imperius con Legeremancia o algo así y, la clave, eran sus ojos. Un rinconcito de su mente tomó el control de la situación. Mentalmente se exigió a apartarlos, a desconectar su mirada, a separar su pupila de la suya, a no quedarse maravillada por el color azul, a despegar su mirada, a arrancar su vista, a romper todo contacto visual con él. Sin embargo, una voz cálida y un sentimiento reconfortante de seguridad la instaba a quedarse mirando los matices de ese color azul tan sublime, tan cegador, tan extasiante… tan condenadamente perfecto.
Jadeó. Apartó su mirada gris de la azul y cerró los ojos. Jadeó. Sacó su varita en un pestañeo y le apuntó sin mirar. Jadeó. No le hacía falta mirarle, sabía donde estaba. Tosió. Y sabría si intentaría hacerla algo. Tosió. Apoyó la mano libre en el pecho e inspiró profundamente para llenar de aire sus pulmones. Inspiró, espiró, inspiró, espiró. Tosió y clavó sus ojos grises con gran furia en los… .¿marrones?
Van Eeghen pudo ver confusión en los ojos de la joven que al parecer hablaba italiano inconscientemente. Sin embargo, a pesar de que le había irritado lo suficiente como para perder la paciencia, la chica había conseguido sorprenderle gratamente y demostrarle que era capaz de enfrentarse a él y salir bastante bien parada para lo que debería estar cualquier otro en la misma situación. Sonrió ligeramente. Seguramente se estaría preguntando el porqué del cambio de color de ojos.
Una risita suave escapó de sus labios. Si no lo había averiguado ya, pronto lo haría.
continuará...
Author's note 3: A que soy mala? Muahuahua! Anda que no han ocurrido cosas! Jurjur, alguno os estaréis preguntando "quién es ese Van Eeghen?" pues otro personajillo de mi creación, es el Profesor Sustituto de DADA. Ya veréis que misterioso es y el juego que va a dar, tanto cuando enseñe clase como cuando esté fuera del horario escolar. Aviso que no debéis perderle mucho de vista, es más de lo que parece… Viva el misterio! XD
Author's note 4: Bien, llega el momento de que ponga un par de cosillas.
1. La obsesión de Lily por el asunto del tabaco NO TIENE NADA QUE VER con la nueva ley contra el tabaco que ha sacado el gobierno español para reducir el consumo y para aproximarnos más al nivel de vida de países europeos (como por ejemplo, Dinamarca o Alemania) Esto lo escribí a principios del verano pasado, cuando todavía no se había oído hablar de este asunto y estaban más centrados los medios de comunicación en los príncipes, etc, etc, etc. Así que, por favor, quitaros esa idea de la cabeza.
2. Hay un par de levísimos spoilers del sexto libro, Slughorn (quien de momento no saldrá hasta que el sexto libro no haya salido en español para así no arruinar la sorpresa, además lo que he dicho tampoco ha revelado un mogollonazo de información así que, no seáis malos conmigo por haberle puesto) y la profesora de DADA, Galatea Merry-thought… quien saldrá en mi fic algo más adelante. Seguramente a ella no la recordéis del sexto, pero os aseguro que Dumby la menciona. Así que, creedme.
3. En cuanto a lo de las frases en italiano y a las de alemán…bueno, no puedo decir gran cosa, simplemente que recordéis que Allisson pasó parte de su infancia en Italia y que por eso habla en italiano de vez en cuando… Van Eeghen, bueno, de momento no puedo revelar mucho sobre él, solo que habla alemán excelentemente.
4. Si os intriga las acciones de Peter, es muy comprensible. Sin embargo, de momento me abstengo a explicar qué es eso del "Plan" que ha mencionado. Decir que en el próximo capítulo sabremos qué es. Además, os contaré mi teoría que tengo a cerca de porqué traicionó a to quisqui, y cómo empezó la cuestión. Esa teoría es la que estoy utilizando para que Peter avance entre los Slytherins.
Reviews's answer: Mis 7 cielitos queridos, ya sabéis lo que tenéis que hacer para leer las contestaciones a vuestros estupendos reviews Id a mi autoreview, ok? No os olvidéis de leerlo Besazooooooooooooos! Que sois los mejores!
FAQ:
1) ¿Los mortifagos y Voldemort tienen algo que ver con la secta que Allisson decía y que René la había instado a buscar? Sí, algo tienen que ver, pero la "nueva secta" no son ellos. Voldemort ya lleva unos añines en acción.
2) ¿Lo del vórtice y la Puerta de Istar tienen algo que ver con Voldemort y con la secta nueva? Es pronto para contestar a eso todavía…
3) ¿El fic se compone de varias historias diferentes o al final todo desemboca en un mismo mundo? Mi intención en los primeros nueve capítulos fue la de presentaros a los personajes nuevos y a introducir alguna de las cosas importantes que saldrían más tarde. A partir del capítulo 10 la historia no tiene (de momento) casi ningún salto. Veréis que la acción se desarrolla temporalmente, por eso pongo la fecha y la hora…
4) ¿Remus y Snape ya se conocían? Remus y Severus se conocieron en el tren. Ellos dos fueron juntos todo el viaje junto con otras cuatro personas, y no, no eran los Merodeadores. Recordad que Harry y Ron se hicieron amigos porque compartieron compartimento en el tren… pues, una relación similar hay entre estos dos personajillos a los que quiero mucho
5) ¿La novia de Peter es bajita, gordita y usa frenos? (Nda: frenos, se refiere al aparato dental) En el capítulo de los Mortifagos sale la descripción de las chicas y del algunos chicos que son importantes en mi fic. La novia de Peter no es tan fea ni tan desagradable como me has dado a entender. Es una BUENA CHICA. Repito: BUENA CHICA. Ya la conocéis un poco en este capítulo, pero habrá más de ella en los próx. y veréis que es una buenaza. Lástima que…
6) ¿René Delacour tendrá algún parentesco con Fleur? Sí. Pero no diré cual Ya lo iréis adivinando todo a medida que pase el tiempo, pero no me preocuparía por ese tema de momento. Hacedme caso.
Author's note 5: El próximo chapter se titular de esta original manera:
HACIA HOGWARTS VAN PROBLEMAS, RIN, RIN
Seguiremos todavía en el 1 de Septiembre (es un día demasiado importante como para no tenerle en cuenta, ya veréis que hay como tres o cuatro capítulos largos destinados solamente a este día XD) Deciros que veremos mucho más a Lily y a sus amigas, además del empiece de los problemas (de ahí el título. Ah! El título se supone que es una versión de la canción navideña que es más o menos así "Hacia Belen va una burra, rin, rin, yo me remendaba yo me remedé…" seguro que sabéis a cuál me refiero)
Frase del chapter:
"Quien apunta demasiado alto, caerá con más fuerza"
Author's note 6: Un apunte... habéis visto que nos vamos acercando a la barrera de los 100 reviews? Yuuuuuuuuuuuuujuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu! (Aliance se pone a dar saltos por toda la habitación mientras canta la danza de la lluvia ¬¬) Eeeeeeeeeen fin, cof, cof, que con un poco de suerte para el próx. ya los tengo, lo que solo tenéis que hacer es apretar al botoncito del Go y escribir vuestra opinión que, al fin y al cabo, es lo que ayuda :guiños: Así que, ya sabéis!
ENVIADME UN REVIEW!
Que es gratis, por Dios XD
Enga, chicos, muchos besos y espero que os haya gustado mucho este capítulo. Si tenéis alguna pregunta ya sabéis, me mandáis un review y preguntáis XD, que para eso estoy
Aliance
