Capitulo 1
El pequeño príncipe corría apurado a la entrada desobedeciendo la llamada de su madre que lo instaba a detenerse, hoy llegaba su padre el rey, el y su hermano mayor Folken debían recibirlo a la entrada de palacio, el iba con su vestimenta de gala, que aunque no le gustaba mucho, obedeció a su madre la reina y se la coloco, ya que no le gustaba verla triste ni enojada.
- Van detente, te digo que te detengas, no seas desobediente conmigo, aun no has terminado de arreglarte.
- Pero papá ya viene, dijo que me traería algo, ¿qué será mamá?- le pregunto a su madre, quien ya al haberlo alcanzado le arreglo su vestimenta.
- No se Van, solo el sabe...
- Ah entonces me apurare para ir a la entrada y verlo llegar con mi regalo- dijo el pequeño que se safo de su madre y partió corriendo hacia su objetivo.
La reina lo vio alejarse y asombrarse de lo rápido que había crecido para tener 4 años, lo que había sufrido para darlo a luz, habían pasado 10 años desde que había tenido a su hijo mayor Folken y el nuevo alumbramiento era igual de doloroso que el primero. En aquel entonces venia de vuelta desde las lejanas tierras de Zarozinia, de donde provenía, había pasado la mayor parte de su embarazo aya, pero los rigores de la corte la hicieron volver a la capital ya que cualquier hijo legitimo del rey debía nacer en palacio. Durante el camino, los dolores de parto se agudizaron y la caravana en la que venia tuvo que detenerse en la aldea de Adán, allí fue acomodada en la mejor de las cabañas y fueron por una anciana que era curandera y se encargaba de los partos, era la misma que la había ayudado con Folken, había sido mandada a buscar por su esposo a su casa, era la encargada de ayudar a parir a los hijos de la casa real de Abaharaki, ella le ayudo a traer a su hijo al mundo, así fue como Van nació en una noche tormentosa acompañada de truenos y relámpagos, fuerte, vigoroso y chillando como no lo hacia ningún otro bebe en Gaea, "tendrá carácter fuerte, como si hubiera nacido para rey, cuando el hable todos callaran, lo que es de él no será de nadie mas, prepárate reina mía, un niño con carácter de fuego vas a tener por hijo, solo tendrás que ver el color de sus ojos y veras cuanta razón tienen mis palabras..."
De aquello ya hacían 4 años, hace mucho que no iba a Adán, le pediría a su esposo que para la próxima visita que programen a Zarozinia se detendrían a ver a aquella anciana de nombre Yishana.
El pequeño Van seguía corriendo, hasta que doblo en una esquina para adentrarse al oscuro túnel que daba con el patio principal por donde vería ver a su padre llegar, cuando algo, mas bien dicho alguien a medio camino del túnel lo detuvo en seco, reanudo su caminar a paso lento hasta estar a pocos metros de distancias de la figura, cuando se percato que era una niña, de la estatura de Merle quizás un poco mas grande, la niña ladeo su cabeza hacia la claridad que se vislumbraba al final del camino y le sonrió, vestía de manera extraña, tenia la piel clara como la de su hermano y madre y tenia los ojos verdes.
- ¿y tu quien eres?-pregunto de forma altiva.
- A que no puedes ganarme en correr de aquí al final del túnel.- dijo la niña de ojos verdes.
- ¿te pregunte quien eres?- le pregunto nuevamente aun mas enfadado, estaba acostumbrado a que le obedecieran cada vez que el hablaba o pedía algo.
Sin obedecerle la niña tomo posición de arranque como si de una pista de atletismo se tratase y le dijo:
- En sus marcas, listos ¡¡¡¡¡¡ya!!!!!- termino por gritar y se largo a correr.
- Oye espera, como te llamas, te estoy hablando, ¡¡¡te alcanzare!!!- le grito Van y fue tras ella.
Era muy rápida, pensó, cuando estaba por alcanzarla noto que llevaba un extrañó bulto con la cara de un hombre bestia, de un hombre mitad perro, mitad humano, como algunos de los sirvientes de su propia casa y que colgaba de su espalda, siguió corriendo hasta que la alcanzo he iba a la par de ella.
- Te ganare, ya veras- le dijo Van al borde del cansancio, sin embargo, sin rendirse.
- Mi abuelito compitió para las olimpiadas de Tokio y gano, yo ganare- termino por decirle y le saco la lengua.
La pequeña avanzo unos centímetros y se desbanco, se acercaban al final y la niña con mochila de perro le ganaba por poco, hasta que la luz del túnel lo cegó momentáneamente y él salió a la claridad del patio precedido por su contrincante; pero cual fue su sorpresa al ver que ella no estaba, había desaparecido, no comprendía como, él la había visto salir antes, miro hacia la oscuridad que los había acogido antes y tampoco estaba.
- Donde esta, se fue, aahhhhg, que rabia-gruño molesto, poniéndose rojo y dando un golpe al suelo con su pie.
A lo lejos lo miraba su hermano mayor Folken extrañado, mientras hablaba con unos consejeros de su padre y Merle lo acompañaba tomada de una de sus piernas.
- Creo que el pequeño príncipe Van ya llego- dijo uno de los consejeros de mediana edad.
- Siempre cargado de energías- dijo otro más anciano – bendito aquellos días en que podía andar así de despreocupado por la vida.
- Siempre tratando de atrapar algo, ¿que trataría de atrapar?- pregunto el primero.
- Algo importante, sin duda, Siempre tratando de atrapar algo, de probarlo todo, como mi padre.......
Al llegar al exterior, la reina fue saludada por los súbditos presentes y tomo la mano de Van, que aun seguía a la entrada del túnel, miro hacia el horizonte y era un día radiante, en el cielo se veían las dos lunas sobre un celeste interminable; pero nada hacia presagiar que pronto todo eso seria solo un recuerdo en la mente de unos pocos, lo peor estaba por venir, dentro de un año, la sangre de los suyos seria derramada por su misma sangre, no quedaría piedra sobre piedra, todo se destruiría......
- Ve con tu hermano Van, ve hijo.
- Si mamá.
Vio a su hijo correr mientras gritaba ¡¡¡¡¡hermano, hermano!!!! Y este lo recibía con los brazos abiertos............
