¿Cuánto tiempo podría durar? —Año tres
Dolía moverse. Dolía respirar. Dolía hasta pensar. Remus suspiró mentalmente con la triste realización de que estaba de hecho despierto. Cada pulgada de su cuerpo estaba gritando en agonía y estaba seguro de que tenía varios huesos rotos y, juzgando por el ardiente dolor en su costado, algunas cicatrices permanentes también. Había un sonido en sus oídos que sólo hacía su dolor de cabeza menos soportable y alguien estaba haciendo un estruendo por encima de eso…
—No, Señor Potter, ¡aún no está despierto! No, Señor Black, no puede sólo verlo de todas… ¡Señor Pettigrew, puedo verlo intentar escabullirse!
Para su sorpresa, Remus sintió una tirante sonrisa en sus labios. Aun cuando se sintió ansioso por la idea de sus amigos viéndolo en ese estado, se sintió bien que ellos se preocuparan tanto y sabía que si estaban determinados a hacerlo, no había nada que Madam Pomfrey pudiera hacer para detenerlos. Después de unos momentos más de discutir, escuchó a la enfermera dejar escapar un exasperante "¡Bien!" y el sonido de tres pares de pies acercándose corriendo hacia él.
Al comienzo, no había ningún sonido. Remus conocía ese silencio bastante bien. Era el tipo de sorpresa que todos se llevaban la primera vez que lo veían después de luna llena.
—Wow… —Peter exclamó.
—Se ve terrible —dijo James con dolor.
—¿Te has visto a ti mismo, Potter? —Remus dijo con voz ronca, arreglándoselas para sonreír.
—¡Remus! ¡Estás despierto! —La voz de Sirius sonó densa y llena de preocupación —¿Estás bien? ¿Necesitas algo?
Remus pestañó un par de veces, dejando que sus ojos se ajustaran a la rígida luz blanca del hospital.
—Oh, estoy genial. Simplemente color de rosa —se movió y se encogió—. Mierda.
—¡El lenguaje, Señor Lupin!
—Lo siento Poppy… —Se esforzó para rodar hacia un lado y Sirius hizo un movimiento para ayudarlo—. Tranquilo, Sirius. Estoy bien. Estás actuando como la mamá de alguien —entrecerró los ojos, algo parecía diferente—. ¿Estás usando maquillaje?
—MARLENE DIJO…
—Es muy punk rock… —Remus sonrió débilmente y vio a Sirius relajarse—. Se ve bien.
—McKinnon lo hizo —dijo Sirius, sonrojándose un poco.
—¡Justo antes de que se besaran! —Anunció Peter emocionado.
Remus alzó una ceja.
—¿Te besaste con Marlene? Delineador de ojos, besuquearse… Merlín, me voy por una noche y Sirius se vuelve salvaje.
—Eres un pendejo —Sirius rio temblorosamente. Remus observó a sus amigos mientras estaban de pie incómodos, evitando sus ojos.
—Oigan… Estoy bien, en serio —les aseguró—. Estoy bastante acostumbrado a esto. Sólo necesito descansar, eso es todo. —Pero los otros tres chicos no parecían convencidos.
—Queremos ayudarte —dijo James tranquilamente.
Remus sacudió su cabeza.
—Es bastante lindo de su parte… Pero no hay nada que puedan hacer. Aprecio incluso que sean mis amigos. Es de verdad todo lo que podría pedirles. —Aunque secretamente se preguntó cuánto podría durar su amistad. Si alguna vez lo vieran como el monstruo que de verdad era, no habría forma de que ellos siguieran quedándose con él.
