-Vaya que estás metido en un enredo-

Sintió una suave caricia en su sien, mientras su cabeza se apoyaba en las piernas de quien le hablaba. Aquella voz tan suave, tan familiar,ese toque lleno de sentimientos, hacían que le invadiera una agradable calidez.

Abrió los ojos lentamente observando el cabello rojizo caer en una cascada. Recordaba amorosamente la sensación de haber estado en los brazos de su madre la última vez, su parte favorita era ese cabello encendido haciendo cosquillas en su rostro.

-Kachan?- dijo en un suspiro, tratando de disimular su sorpresa

-No te preocupes hijo, no has muerto. Aunque he de admitir que tu estado actual te tiene en un limbo entre ambos mundos, y es por ello que he podido llegar a ti-

Naruto se incorporó con dificultad, su cabeza aún daba vueltas. Trataba de recordar lo que le había llevado a este estado, que según su madre era peligrosamente cercano a la muerte.

-Veo que no lo recuerdas, saltaste para proteger a un chico de ser envenenado, y recibiste el veneno en su lugar. No es que ver a un hijo morir sea la actividad favorita de toda madre, pero estoy muy orgullosa de ti Naruto, eres muy parecido a tu padre- Acarició nuevamente la mejilla del joven.

-No estoy seguro de haber hecho lo correcto mamá, en realidad yo…yo quería dejarlo morir-

-Oye oye! La mente es apenas el primer paso de nuestras acciones. Al final lo que cuenta es lo que haces por los demás. El ruido de tu disputa interna fue solo parte del proceso. Lo hiciste bien hijo, lo protegiste a él, y la protegiste a ella también, eso es lo que el amor hace.

-Viste eso también mamá? Como siempre tuve el amor de mi vida al lado solo para hacerla miserable una y otra vez?

-Naruto, también he visto cómo la has protegido de todo lo que se atraviesa en su camino. Si no fuera porque ambos están enamorados, creo que ella en algún momento te hubiera dicho que eras un tipo raro. Mira que regalarle una joya a ella mientras estabas de novio con otra chica-

Kushina se dejó suspirar y tomando a su hijo en brazos prosiguió

-¡Es nuestra culpa! Cómo habría deseado estar a tu lado para aconsejarte. Cuando estabas en mi vientre soñé cada paso de tu vida, hasta a mis nietos imaginé. Hinata es el tipo de chica que siempre había anhelado para ti. Estoy tranquila porque sé que su amor es genuino.

-pero ahora voy a perderla Kachan-

-Sí hijo, vas a perderla pero por algo muy diferente a lo que piensas y por eso he venido a avisarte. La hemos visto por aquí también, vagando entre la vida y la muerte. Honestamente creo que se siente perdida, y no sabe cómo regresar. Es posible que ni siquiera quiera regresar.

Naruto sintió su corazón latir con furia, ella también estaba muriendo?

-No! No puede ser!- se sintió mareado, de nuevo le había fallado.

-Naruto estoy segura de que tú no morirás, el zorro no te dejará morir…pero no puedo decir lo mismo de Hinata. Debes buscarla hijo, hazla regresar, ayúdale a encontrar el camino-

-no desperdiciaré un solo segundo-

Abrazó fuertemente a su madre como despedida y echó a correr tan rápido como podía

"Hinata moriría por ti, así que tu vida ya no es sólo tuya. Y parece que mi vida tampoco lo era"

-Neji por favor, si estás por aquí ayúdame a encontrarla, por favor no permitas que muera-

Como una respuesta a sus plegarias un pájaro de luz apareció volando a su lado, fue hasta ese momento que el rubio notó que estaba rodeado por una espesa oscuridad.

El ave con su vuelo le guiaba a través de la penumbra, haciéndole llegar a un bosque, en el centro una Hinata de unos 13 años aparecía sentada abrazando sus piernas. Miraba fijamente una peculiar escena

-que dices Sakura-chan, tendrías hoy una cita conmigo?- Naruto observó una versión más joven de sí mismo hacer la acostumbrada pregunta a la peli rosa, solo para ser rechazado de inmediato.

Mientras el niño seguía cortejando a Sakura, la versión adulta se acercó a ellos, al parecer ni ellos ni la niña Hyuga le notaban. El pájaro de luz le empujó contra su versión infantil, haciéndole tomar su lugar. Naruto se sorprendió al verse tal cual su versión joven había aparecido.

Escuchaba aun a una Sakura que no dejaba de enumerar las razones para rechazarle, pero el joven rubio se dirigió directamente a Hinata, para tomarla de las manos.

-Hinata, lamento todo el tiempo que has sufrido por mi. Ahora ya puedo verte- y aventurandose un poco le plantó un inocente beso en la mejilla.

Observó el brillo del ave de luz rodearle, cegandolo momentáneamente. Al abrir de nuevo los ojos era cargado por Kakashi sensei en el camino de regreso a Konoha. Recordaba el momento, era justo su regreso después de pelear con Pain.

Observó a la multitud en la entrada, sintió a su mentor bajarlo de su espalda y vio tal cual recordaba la figura de Sakura aparecer de primero, lista para recibirlo.

Rápidamente buscó en los alrededores para encontrar a la tímida peliazul escondida entre varias personas, se veía bastante débil pero sonriente, porque ese era el momento en que la aldea por fin reconocía a Naruto, el día en que uno de los sueños más importantes para ambos se hacía realidad.

Y esta vez él actuaría como debía haberlo hecho aquella ocasión.

Sonrió a lo lejos a Sakura en señal de agradecimiento y desvío el camino para ir directamente a Hinata, estrechandola en un fuerte abrazo.

-Yo…Dios! - su voz se quebraba por el llanto contenido -Gracias al cielo estás bien- acercó su frente a la de ella para hablar en un leve susurro -el dolor más grande que he tenido en la vida ha sido verte en peligro, nunca más me arriesgare a perderte, te protegeré siempre-

De nuevo el ave de luz volaba a su alrededor cambiado la escena, curiosamente sintió como le daba un golpe en la cabeza antes de desaparecer

-hey!-

-Lo lo lamento mucho, te he lastimado?-

Tenía a Hinata desnuda debajo de él, su miembro entre sus pechos. Estaban en la tienda de campaña en el camino a Suna

Ahora el golpe tenía sentido.

La observó fijamente, esos ojos perlados, sus hermosas facciones, sus labios rosa tan tentadores. Era una diosa

Y él la amaba perdidamente.

Según su recuerdo él se follaría sus pechos hasta venirse. Pero esta vez no iba a ser así.

Cambió la posición para acostarse sobre la chica, quedando entre sus piernas. Su miembro frotándose peligrosamente cerca de la entrada de ella.

La sintió tensarse levemente ante el contacto

-te atreverías a ir hasta el final conmigo?-

Hinata lo miró fijamente, de alguna forma sabía que Naruto no hablaba solamente de sexo. Su pregunta venía cargada de algo más, una necesidad que ella no podía descifrar.

-siempre-

Él sonrió, acercó sus labios al cuello de la chica para besarla suavemente y entró en ella.

-Te amo, cásate conmigo Hinata-

Sintió una enorme calidez a la vez que un chakra descomunal les envolvía, todo parecía haberse vuelto luz

Abrió los ojos de golpe, sintiendo el cuerpo arder dolorosamente. Estaba desorientado, sediento y muy asustado. El chakra del kyubi le cubría de pies a cabeza. La adrenalina le hizo sentarse rápidamente, solo para ser sostenido por los brazos de Sakura.

-Naruto tómalo con calma, estás muy débil- empujó suavemente al rubio para hacerlo acostar de nuevo, haciendo que el poderoso chakra desapareciera.

-Hi…. Hi…- no podía pronunciar palabra, su garganta quemaba con el simple hecho de respirar

Sakura bajó la cabeza apenada.

-La situación con ella es sumamente delicada Naruto-

-Fue….una..coff coff..explosión?-

La conciencia de la médico se debatía entre decir la verdad a su mejor amigo o mantener estables las emociones de su paciente. Solo por lealtad, optó por lo primero. Tomó asiento al borde de la cama sosteniendo la mano del rubio.

-Naruto el veneno que recibiste era sumamente fuerte, y en total te dieron 4 flechas. Yo llegué en el momento en que te dispararon y de inmediato te di un primer antídoto para evitar que tu corazón estallara, pero a pesar de eso empezaste a convulsionar, tu cuerpo empezó a crear coágulos por todas partes que en minutos te podían haber provocado la muerte-

Naruto sin poder hablar aún se limitó a darle una mirada que le decía exactamente la pregunta de cómo diablos seguía con vida entonces.

-Quien te salvó la vida fue Hinata. Yo podía aplicar jutsu médico para deshacer los coágulos, pero desgraciadamente no sabía exactamente dónde estaban. Hinata usó el byakugan sin parar para encontrarlos todos, y así ayudarme a mí y a tres ninjas médicos de la arena a atacarlos.-

-Debo…agradecerle…antes que parta a su…viaje-

Sakura no pudo esconder el dolor en su rostro

-Naruto, ella yo partirá a la Luna. Su estado en este momento es grave. El esfuerzo que hizo para mantener el byakugan activo tanto tiempo seguido fue descomunal. No podíamos dejar de intervenirte,detenerse un solo minuto habría sido fatal.

-cuanto…tiempo?-

-El ataque ocurrió hace tres días-

Los ojos de Naruto se abrieron en desconcierto…ella usó su byakugan todo ese tiempo sin parar para protegerle?!

-para nosotros los médicos fue difícil, pero al menos éramos 4 y podíamos rotar. Hinata en cambio…pues no había otro byakugan disponible, al menos hasta hoy en la mañana, sabes que el camino a Suna dura al menos tres días. Los Hyugas enviaron refuerzos tan pronto se enteraron, pero llegaron hasta hoy en la mañana, Hyashi mismo está en el palacio, pero para ese momento tu ya estabas fuera de peligro, y Hinata se había quedado casi sin chakra-

No se había dado cuenta, en una esquina de la habitación un Hiroshi Hyuga, de la rama secundaria se mantenía en guardia. Iba a dirigirse a él cuando oyeron un toque en la puerta con bastante premura

-Doctora Haruno venga pronto, ha ocurrido un milagro, la señorita Hyuga… no sabemos como ha ocurrido pero un extraño chakra dorado la ha cubierto, creemos que está fuera de peligro-

Naruto lo comprendió de inmediato

"Gracias Kurama"

Sakura solo atinó a observar a su amigo con un brillo esperanzador en los ojos y salió corriendo sin decir más, sabía que Naruto estaba lejos de ofenderse porque le abandonara de tal forma.

En el silencio de la habitación Naruto decidió tomar las riendas para forjar su nueva vida.

-Hey Hiroshi, solicito una audiencia con el líder Hyuga, en este preciso momento-