Moony, Wormtail, Padfoot y Prongs – año cuatro
—Tú dijiste, y cito: "cuando repentinamente comencemos a convertirnos en animales una vez al mes, tú nos puedes llamar como quieras" —Remus se mofó, exagerando una versión del acento aristócrata de Sirius y fingiendo peinar su imaginario cabello sobre su hombro.
—Sí dijiste eso —estuvo de acuerdo Peter, mientras se inclinaba hacia adelante en el medio de su pequeño círculo en el suelo del dormitorio para tomar una rana de chocolate.
—No me dirás Snuffles. —Los ojos de Sirius se fruncieron.
—Honestamente, creo que te llamaré Snuffles sin importar qué —James se rio, ganándose un fuerte golpe en el brazo por parte de Sirius —¡Auch! ¿Qué? ¡Es tierno!
Sirius frunció el ceño.
—No soy tierno, Soy un gran y masculino perro. No un maldito poodle de juguete —bufó.
Todos los otros tres bufaron y suprimieron unas risitas, James se inclinó y rascó debajo de la barbilla de Sirius.
—Aw, Snuffles está molesto.
Sirius fue a atacar al otro chico, pero Remus lo atrapó por el cuello de su camisa.
—Tranquilo, muchacho —lo molestó ligeramente. Sirius le dio un puchero ofendido.
Decidieron que cuales fueran los nombres que escogieran, serían con los que eventualmente firmarían el mapa una vez que estuviese terminado. Si sus nombres iban a ser parte de su legado, tenían que ser únicos. También serían útiles cuando hablaran de su forma animal y así nadie los atraparía nunca.
—Bien, ¿qué hay de mí? —dijo Peter, en un intento por alejar la atención de Sirius y desactivar momentáneamente su temperamento.
—Pensé que estábamos de acuerdo con Whiskers* —sugirió James bromeando. Peter rodó los ojos.
—Tal vez sería más sencillo si pudiésemos verte —sugirió Remus una vez que Sirius y James se detuvieron de parlotear sobre su propio chiste—. Ver si tienes alguna característica distintiva o algo.
James y Sirius murmuraron estar de acuerdo y Peter suspiró y se puso de pie. Su rostro se atascó en una profunda concentración y estaba murmurando algo para sí mismo y finalmente su cuerpo comenzó a encogerse y desaparecer hasta que una regordeta rata gris se apoderó en su lugar. Remus extendió la mano y la rata corrió hacia adelante.
Remus se sonrió a sí mismo mientras levantaba al roedor y lo estudiaba.
—Nunca he entendido por qué a la gente no le gusta las ratas —se preguntó en voz alta, utilizando la punta de su dedo para rascar gentilmente la pequeña y suave cabeza—. Siempre pensé que eran bastante lindas. Muy inteligentes también. Puedes entrenarlas para hacer lo que sea. —Peter, la rata chilló felizmente en su mano—. Quería una cuando era pequeño pero mi mamá siempre dijo que no. Dijo que eran sus colas las que la volvían loca.
—¿Qué hay con ellas? —preguntó James con curiosidad.
Remus se encogió de hombros.
—Dijo que tenían cola de gusanos.
Sirius rio fuertemente.
—Pero es cierto, ¿no? —Se movió más cerca de Remus para así tener una mejor visión de Peter—. Puede que me guste eso.
Remus dejó a la rata de vuelta en el suelo con una risa.
—¿Wormtail?
—Suena bien —James dijo, alzando un hombro.
La rata volvió a transformarse en Peter, quien no lucía ni cerca de convencido.
—¿De verdad? ¿Wormtail? ¿Es todo lo que tienen? —preguntó desanimado.
Remus bufó.
—Oh, por favor. Porque "Moony" es un nombre muy creativo. Debería tal vez escribir "Hombre Lobo" por toda mi frente también.
—Sin ofender —observó Sirius con una gota de sarcasmo en su voz—, pero tu nombre de verdad es Remus Lupin… ¿No es eso un poco…?
—La ironía no se pierde en mí, muchas gracias —Remus le cortó irritablemente—. Y si vamos con eso, Sr. Perro-Estrella-Negro, el perro negro.
James se aclaró la garganta y el altercado se detuvo abruptamente.
—Tranquilos, niños, todos somos amigos aquí —sonrió —. Además, tenemos asuntos más importantes que discutir… Yo.
—Venado.
—¿Por qué, Sirius? ¿Quieres comerme? —Miró explícitamente por el borde de los lentes a su mejor amigo.
—Nah, es demasiado fuerte para mi gusto, amigo —Sirius guiñó un ojo.
Peter y Remus los ignoraron a ambos, estudiando a James e intentando pensar.
—Tal vez no sea una buena idea que te transformes aquí dentro del dormitorio… No creo que haya espacio suficiente —suspiró Remus—. Aunque… tal vez algo con tus cuernos.
James sacó un poco de pecho y suspiró dramáticamente.
—Soy de la realeza, lo sé. Tal vez deberían sólo llamarme Príncipe del Bosque.
—Sabes, es por eso que no consigues novia.
—Andas muy bocón hoy, Sirius. ¿Por qué no te vas a buscar un hueso con el que te puedas ocupar?
—Chistes de hueso. Inteligente.
—Pero en serio, ¿estás bien? —preguntó James repentinamente muy serio— Quiero decir, casi siempre eres un bastardo sarcástico, pero hoy estás atacando a todos.
Sirius lució como si estuviera a punto de devolverle a James el insulto, pero en cambio tomó un profundo respiro y lo dejó salir lentamente.
—Estoy bien. —Movió una mano hacia su cabello, tirándolo un poco antes de dejarlo—. De verdad —dijo mientras capturaba la mirada incrédula compartida entre sus amigos —. No es nada. Lo siento, no quise ser un idiota.
—¿Estás seguro? —preguntó Remus amablemente.
—Sí, Moons. Yo sólo… es una cosa de la familia en mi cabeza. Puede esperar. Podemos volver a discutir al Príncipe Prongs aquí —forzó una risa.
—Oye, no está mal —dijo James rápidamente.
—James, por la última vez, no vamos a llamarte Príncipe nada.
—No, imbécil. Prongs.
—Creo que encaja bien —dijo Remus, desenvolviendo una barra de Honeydukes—. Así que, Moony, Wormtail, Prongs y…
—¡LLÁMAME SNUFFLES DE NUEVO, LUPIN! ¡ME COMERÉ TODO TU CHOCOLATE Y TAREA!
—¿Alguien tiene un bozal? —Se quejó Peter, acariciando sus sienes.
Sirius gruñó frustrado y más rápido de lo que había hecho jamás, se transformó y corrió debajo de su cama, dejando a los otros sin palabras. Todos conocían a Sirius lo suficientemente bien como para saber que, aunque se apresuraba a decir lo primero que pensaba, no era tan bueno recibiendo lo que usualmente decía. Y si ya había algo molestándolo, era común que se volviera el doble de sarcástico y también el doble de sensible.
Remus se arrastró hasta la cama de Sirius y echó un vistazo por debajo.
—Oye… Mira, lamentamos molestarte. —El perro bufó en respuesta, entonces miró culpable a Remus y lloriqueó—. Vamos afuera, muchacho —Remus lo persuadió amablemente. El perro no se movió y Remus miró de vuelta a James y Peter en busca de ayuda.
James se encogió de hombros.
—Déjalo quedarse ahí si quiere. Tal vez necesita enfriarse un poco.
Remus suspiró y se tiró sobre su estómago, encontrándose con la triste mirada de cachorro.
—No tienes que salir y hablar de esto si no quieres. —Lentamente alzó una mano, la palma hacia arriba debajo de la cama.
La cabeza del perro se ladeó en consideración antes de levantar una de sus grandes patas, dejándola sobre la mano de su amigo. Remus sonrió, acariciando la suave pata acogedoramente.
—Vamos, Padfoot.
El perro levantó la cabeza un poco más rápido y aulló cuando chocó con la madera dura del marco de la cama. Remus, James y Peter se estremecieron, pero el perro finalmente salió y se sacudió antes de volver a ser un adolescente. Sirius se sentó y se frotó la cabeza con el ceño ligeramente fruncido.
—¿Todo bien, Sirius? —preguntó James cautelosamente.
Sirius suspiró.
—Sí, lo siento… Es sólo que he estado estresado sobre lo de volver a casa para las vacaciones a finales de mes —admitió tranquilamente—. Lamento haber sido tan difícil. —Ninguno dijo nada. Sirius no había hablado mucho de su familia desde que los dejó en el callejón Diagon en verano. Él y Regulus apenas habían interactuado, y aunque él intentaba hacer como si no lo notara y no le molestaba, lo hacía. Entre más tiempo pasaba lejos de Grimmauld Place, más temía el inevitable regreso y con las vacaciones acercándose rápidamente, sabía que tendría que afrontar lo que había estado evitando por casi seis meses.
Finalmente, Sirius se giró para mirar a Remus con una forzada media sonrisa.
—¿Padfoot?
Remus rio suavemente y sacudió la cabeza.
—No lo sé, simplemente salió.
Sirius asintió con la cabeza en silencio por un segundo, considerándolo.
—Puedo vivir con eso.
—Moony, Wormtail, Padfoot y Prongs —anunció James con una sonrisa—. Los Merodeadores.
N/T Whiskers: Bigotes.
