O o O o O o O o O o O o O o O o O o O o O o O o O o O o O o O o O o O o O

Secretos y más secretos I

La luz del sol incidiendo directamente sobre su cara terminó por despertar a Lily. Al principio se preguntaba por qué habría dejado los cortinajes abiertos, luego reparó en que aun llevaba puesto el traje de fiesta y todo lo ocurrido la noche anterior regresó junto con un terrible dolor de cabeza. Se levantó de la cama y casi se arrancó el vestido para quitárselo lo antes posible. Camino del baño, vio que faltaban Thea y Deyanira en sus camas.

El agua caliente relajó sus músculos y alejó el sueño, pero no el dolor de cabeza. El espejo le devolvió una imagen de aspecto enfermizo.

" Maldita excursión a la nieve – gruñó en voz baja – Seguro que Madam Pomfrey tendrá algo para el resfriado -.

Ataviada con ropa muggle, la túnica negra del colegio y la capa (no estaba dispuesta a pasar más frío), bajó a la Sala Común. Los estudiantes que invadieron la Torre en mitad de la borrachera, ahora dormían repartidos por los sillones o sobre la gruesa alfombra frente a los rescoldos de la chimenea. Lily no pudo evitar sonreír al ver a Remus entre unos grandes cojines soñando placidamente; procurando no molestar, buscó una manta por la Sala y le cubrió con ella.

" Es tierno verle dormir -. Pasó los dedos entre los pálidos mechones castaños.

La sensación de ser observada le hizo girarse hacia el sofá más cercano a la salida, unos ojos grises brillaban en la penumbra enmarcados por cabello negro; Sirius la saludó con un sencillo movimiento de la mano y una sonrisilla amodorrada, sin cambiar de postura para no despertar a Thea que dormía en su regazo con los brazos en torno a su cuello. Lily le devolvió el gesto y abandonó la Sala Común en silencio.

Los pasillos de Hogwarts estaban desiertos, la noche parecía haber sido demasiado intensa para todo el mundo. Estornudó. Se llevó la mano a la frente y la notó febril.

" ¿Madam Pomfrey? – preguntó al entrar en la enfermería - ¿Hola? -.

" Ah, hola jovencita -. La enfermera surgió de su despacho con algunos frascos en brazos - ¿Qué se te ofrece? -.

" Creo que anoche cogí algo de frío, no me siento bien -.

" Ven aquí, te examinaré -.

Las sospechas de Lily eran correctas, se había agarrado una buena pulmonía. La enfermera le dio una cucharada de un raro jarabe y le hizo beberse lo que parecía un vaso lleno de niebla rosa.

Poco después, la pelirroja estaba desayunando tranquilamente con una humareda brotando de sus orejas. Apenas si habría diez alumnos en el Comedor esa mañana y cada cual estaba sumido en sus pensamientos y su taza; ni rastro de profesores. El techo ilusorio mostraba unas nubes grises de aspecto poco prometedor que iban muy acorde con el sombrío humor de la gryffindor.

" Hola Evans -.

" Hola Pettigrew – saludó Lily, amigablemente – Ven, siéntate conmigo. Parece que eres uno de los supervivientes de la fiesta -.

" No por gusto –. Peter tomó asiento frente a la muchacha y procedió a llenar su tazón de leche y cereales -, los otros de vez en cuando se olvidan de mí, es el problema de no ser tan genial como ellos -.

" No deberías pensar eso –.

" Pero es la verdad -.

" Da gracias por no ser como el creído de Potter, tu amiguito deberían dejar de pensar que es el centro del universo, y tú deberías fijarte más en las cosas buenas que tienes en vez de las malas -. Lily mojó un trozo de bizcocho – Claudia dijo que le eras simpático y que le gustaste como acompañante -.

" Ella también es muy maja para ser slytherin – asintió el regordete muchacho – Y no hace falta que me animes, ser un segundón tiene sus ventajas -.

" Por ejemplo... -.

" Participo en todas las bromas que preparan James y Sirius y, casi siempre, me libro de los castigos. Ellos me protegen de los abusones de Slytherin, también me ayudan a estudiar y consigo ir pasando de curso... hay muchas más cosas pero son secretos entre chicos, ya sabes -.

" Sí, supongo que no es tan malo -.

En realidad Peter obtenía muchísimas ventajas, algunas de las que no tenían noticia ni sus propios amigos. Una de las más importantes era la información; al conocer tantos pasadizos ocultos y gracias a su reducido tamaño, Peter se enteraba de muchos de los asuntos entre los estudiantes, luego dejaba que compraran su silencio o vendía la información. Aunque su mejor golpe, sin duda, había sido averiguar las respuestas del examen de Pociones tomando prestada la capa de invisibilidad de James; no sólo tuvo la satisfacción de sacar un extraordinario, sino que consiguió dinero para comprarse una cámara de fotos vendiendo los resultados a sus compañeros.

" ¿Has discutido otra vez con James? – inquirió Peter, de repente.

" ¿Eh¿por qué? – parpadeó Lily, pillada por sorpresa.

" No, por nada -. Él siguió comiendo sus cereales.

" Peter, habla¿por qué me lo has preguntado¿acaso Ja... Potter te ha dicho algo? -.

Sonriendo para sus adentros, Peter dirigió una mirada indiferente a Lily.

" Anoche estaba enfadado, entró en la habitación muy serio y se metió en la cama – se encogió de hombros – James sólo hace eso cuando su equipo favorito de quidditch pierde, cuando pierde Gryffindor, cuando Snape se sale con la suya y cuando discute contigo; no hay que ser un genio para sacar conclusiones -.

" Se peleó con Snape y le monté la bronca por ello – explicó la pelirroja – No es mi culpa si tiene la madurez de un crío de cinco años -.

Las injurias contra Potter terminaron bruscamente cuando una solitaria lechuza dejó caer un paquete frente a la gryffindor. Lily examinó con extrañeza aquella cosa que parecía una caja de zapatos envuelta en papel de periódico, sobre todo porque no era día de correo.

" Ábrelo – la instó Peter curioso.

La caja era de cartón gris. Lily apartó la tapa tomando todas las precauciones que se le ocurrieron, pues en Hogwarts siempre era peligroso confiarse con objetos de origen desconocido, desencadenando una pequeña explosión; la caja se convirtió en un surtidor que no cesaba de lanzar flores blancas al aire mezcladas con trocitos de papel cubriendo a la muchacha y todo su entorno. El reverso de la tapa tenía escrita una sencilla nota: Tienes razón. Tu amigo.

Ella tomó una de las flores y aspiró el aroma a lila, sonrió al recordar el primer hechizo que vio realizar a Snape en el tren el año que entraron a Hogwarts. Amigos desde entonces, a pesar de todo.

" ¿Sabes quién lo ha enviado? – se interesó Peter.

" Sí -. Lily tomó los extremos delanteros de su túnica, creando una cesta donde recogió todas las flores que pudo – Ahora, si me disculpas, creo que subiré a la Torre a ver si se han despertado las hordas invasoras -.

" Voy contigo -. Peter imitó a la pelirroja – Así te ayudo con las flores que no puedes llevar -.

" Gracias, Peter, eres muy amable -.

McGonagall estaba en pleno sermón cuando ambos gryffindors entraron en la Sala Común, así que esperaron en un rincón hasta que la tormenta amainó.

" ¿Qué ha ocurrido? – le preguntó Lily a Thea.

La muchacha griega tenía todo el aspecto de sufrir un monumental dolor de cabeza sazonado con falta de sueño.

" Los prefectos se chivaron a McGo anoche -.

" ¿Gideon también? -.

" Sirius le metió una bengala en el bolsillo de la túnica, creo que fue un factor importante – sonrió Thea – Como ayer no es que estuviéramos muy coherentes, la jefa decidió esperar hasta hoy para echarnos la bronca, además resulta más doloroso con está horrible resaca; ¡ay, recuérdame que no vuelva a acercarme al alcohol nunca más -.

" Hablando de Sirius -. La pelirroja sonrió con malicia - ¿Accidente geográfico¿qué tal besa? -.

Thea la miró cariacontecida.

" Vale, me lo merezco – gruñó al tiempo que tiraba de Lily para subir a la habitación – Es un idiota, como todos los chicos, pero no me importaría seguir con él -.

" ¿Black¿tú y Black? -.

" Sí, yo y Black – esbozó una sonrisa atolondrada – Tiene un punto cariñoso detrás de esa fachada de chulo insufrible que me encanta -.

" ¿Chulo insufrible que te encanta? -. Deyanira, que iba camino del baño, captó las últimas palabras.

" Black – aclaró Lily.

" Eso es la resaca – opinó la rubia gryffindor – Esta tarde ya se le habrá pasado, esperemos -.

Lily rió mientras Thea prometía homicidio con sus ojos amatista. Pero Deyanira no había terminado, arqueando una ceja señaló las flores que portaba la pelirroja.

" ¿Quién es el admirador? -.

" Ah¿por esto, pues no sé – balbució Lily – Me llegaron durante el desayuno -.

" ¿Potter? –.

" No tiene tanta imaginación ni buen gusto -.

" Bueno, ya lo descubriremos, San Valentín está cerca -.

" Por Apolo, Nira, aun no terminamos Navidad y ya estás con San Valentín -.

" Ya sabes, tienes dos meses para pensar un regalo para Black –.

Deyanira les guiñó un ojo y se fue tarareando una melodía.

" ¿A esa qué le ha dado? -.

" Hizo las paces con Olivier – aclaró Selinda, abotonando su túnica.

" ¿Dónde vas? – inquirió Lily.

" A desayunar algo y luego a la biblio, me faltan algunos pergaminos para terminar el trabajo sobre vampiros para Frost -.

" Debería acompañarte, yo ni lo he empezado -.

Dejaron a Thea esperando su turno para ducharse y tomaron sus mochilas. Aunque antes Lily tuvo tiempo de adornar sus coletas con un par de lilas.

" Muy florida, Evans -.

Ella sonrió a Sirius.

" Parece que la resaca no te afecta -.

" Hay pociones para contrarrestarla –. Se pasó una mano por el pelo mojado - ¿Thea está arriba? -.

" Iba a ducharse e intentar incorporarse al mundo de los vivos – dijo Lily y añadió con cara de circunstancia - ¿Desde cuando ha dejado de ser Willow? -.

" Hará unas ocho horas o así – respondió él con una radiante sonrisa – Si está ocupada, esperaré a que termine para hablar con ella -.

" Por cierto, una advertencia -.

" ¿Advertencia? – parpadeó Sirius.

" Si haces daño a mi mejor amiga te convierto en carnaza para el calamar gigante -.

" Yo podría decir lo mismo con respecto a James¿no te parece? -. El atractivo chico se cruzó de brazos – Se ha levantado con el día torcido y... -.

Sirius calló cuando Remus apareció por la escaleras despotricando contra todo lo imaginable hasta que desapareció por el retrato-puerta.

" ...y Remus tampoco está en condiciones de mejorar la situación, como habrás visto -.

" El problema de Potter es que nació con medio cerebro – gruñó Lily – ¿Qué le pasa a Remus? -.

" Tú -.

" ¿Yo qué? -.

" James no le habla y cree que es por ti... otra vez¿sabes? empezáis a parecer un serial de la radio -.

" Sólo tengo catorce años, pero estoy por meterme a monja y olvidar que hay tíos en el planeta -.

" Antes soluciona lo de James y Remus, aunque sólo sea por salvarnos a Peter y a mí – suplicó Sirius en son de guasa.

" Lo pensaré, hasta luego Black -.

Selinda y Lily encontraron vacía la Biblioteca. Eligieron una de las mesas junto a los ventanales que daban a los nevados terrenos del colegio, en busca de la escasa luz que dejaban pasar las nubes.

No llevaba ni tres pergaminos escritos sobre los vampiros, cuando Lily notó una presencia junto a ella; alzó la mirada para descubrir a Remus cargado con tres gruesos volúmenes, al parecer él también tenía tarea pendiente.

" Hola Lily -.

" Ah, hola Remus, siéntate con nosotras – ofreció ella sonriente.

Selinda les observaba con curiosidad oculta tras un libro.

" Me gustaría comentarte algo, en privado – se apresuró a añadir el licántropo.

" Vamos allí -.

Buscaron un discreto rincón, al fondo de uno de los pasillos de estanterías plagadas de libros. Lily se apoyó en la pared e interrogó a Remus con la mirada.

" Me preguntaba... verás... ¿yo te gusto, Lily? -.

" ¿Gustarme? -.

" Sí, no te hagas la tonta, me da igual cómo quedamos después del anterior incidente, lo que hiciste ayer fue con premeditación y alevosía -.

" Se te olvida lo de nocturnidad -.

" ¡Lily! -.

" Vale, no te enojes, pero que yo sepa, a ti no pareció disgustarte que lo hiciera -.

Remus jugueteaba nervioso con el borde de una de las mangas de su túnica, aunque sostenía la mirada de Lily sin vacilar.

" No me disgustó que me besaras, lo que me molesta es el motivo; creo que no es justo que me uses para dar celos a James -.

A veces era irritante la capacidad de Lupin para calar a la gente.

" Puede que hubiese algo de eso – concedió Lily, consciente que negarlo era un estupidez – pero, también es verdad, que, de alguna forma, me gustas -.

" ¡Qué? -. La cara de Remus era un poema.

" Eres un chico simpático, educado, que piensa en los demás antes que en sí mismo... además siempre estás tan callado que parece que quisieras ocultarte del mundo, esa timidez resulta, no sé... sexy -.

" ¿Sexy? – rió Lupin.

" Sí, es lo primero que se me ha ocurrido¡y deja de repetir en pregunta todo lo que digo! – protestó ella, a todas luces avergonzada – Sólo intento explicar que cuando estoy contigo siento que no necesito ponerme en guardia, puedo hablar y actuar sin temor -.

" Ese es un elogio muy bonito, Lily, y no lo merezco -.

" ¿Ves a lo que me refiero, nunca he conocido a nadie más humilde que tú -.

" Es algo que se aprende; cuando era muy pequeño me parecía mucho a Sirius y a James, todo el día enredando -. Las palabras de Remus destilaban una melancolía infinita, capaz de estremecer a la pelirroja.

" ¿Qué te hizo cambiar? -.

" Enfermé – dijo él, tras un instante de vacilación – Estuve a punto de... bueno... ya sabes... fue algo muy serio que todavía padezco -.

Estuve a punto de morir, Lily estaba segura que esa era la frase completa; era horrible pensar en esa posibilidad, que Lupin jamás hubiera entrado en Hogwarts por haber fallecido. No quería pensarlo, así que formuló una pregunta que cambiase el rumbo de la conversación.

" Remus -.

" ¿Sí? -.

" ¿Yo a ti te gusto? -.

Él era Remus, nunca hacía nada precipitado, pero sus compañeros de habitación parecían estar pegándole algo de su imprudencia. Sin mediar palabra, el chico acorraló a Lily contra la pared en que se apoyaba; ella no pudo evitar sobresaltarse al sentir sus labios sobre los suyos, no era como otras veces un asalto desesperado, sino que Remus empezó por pequeños besos, provocativos en su sencillez. Dubitativa, Lily le agarró de la túnica e intentó acercarle más, pero Lupin optó por lo contrario, apartarse, regalando una sonrisa divertida a la expresión decepcionada de la chica.

" Estamos en la Biblioteca, señorita Evans -.

" A buenas horas se da cuenta, señor Lupin -.

" Podemos ir a otro sitio y terminar esta conversación, antes que Pince nos descuartice a maleficios – sugirió el licántropo.

" Me encanta esa idea -.

Selinda contempló perpleja como sus compañeros abandonaban la Biblioteca tomados de la mano sin siquiera recoger sus mochilas.

Volviendo a la Torre Gryffindor, encontramos a Althea saliendo de la ducha sintiéndose, al menos, de este planeta. Mientras abrochaba su túnica, pensaba qué pasaría cuando se encontrara con Sirius, cómo se habría tomado él lo de la noche anterior. Le dio mil y una vueltas, pero ni por esas se imaginaba al chico esperando al pie de las escaleras para recibirla con un descarado beso en la boca.

" Buenos días, princesa -.

" Ah... hola – replicó ella, atolondrada.

" Tengo un regalo para ti -. Le mostró una redoma llena de un espeso mejunje marrón desteñido.

" ¿Qué porquería es esa? -.

" Una receta contra el alcohol, cura todos los síntomas de una buena juerga – explicó Sirius - ¿No ves que estoy tan atractivo y radiante como siempre? -.

Thea ignoró al muchacho pero cogió la poción y se la tomó de un solo trago, arrugó la cara, el sabor era tan asqueroso que pensó que podría echar hasta su primera papilla.

" ¡Puag!... ¿de dónde has sacado la receta de esa bazofia? -.

" Me la dio Dung, dijo que me vendría bien cuando tuviese un par de años más, y no se equivocaba -.

" Mundungus, ahora lo entiendo – suspiró Thea – Aunque tengo que reconocer que funciona -.

" ¿No pensarías que iba a envenenar a mi chica? -.

Ella sonrió como una auténtica boba sin importarle quién la viese. Qué bien había sonado ese "mi chica" a sus oídos, de manera que decidió premiar a Sirius con un sencillo beso, aunque acabó saliéndosele un poco de madre la demostración de afecto. Los pocos estudiantes que había en la Sala les silbaron divertidos.

" ¡Iros a un hotel! -.

Althea y Sirius apenas tuvieron tiempo de separarse para ver a James cruzando la puerta retrato seguido de Peter.

" ¿Y a ese qué le ha dado? – inquirió la morena.

" Por lo poco que pude sacar en claro, creo que James hizo algo que enfadó a Evans, ella vino aquí, se encontró con la juerga, bebió y se enrolló con Remus -.

" ¿Otra vez? -.

" Sí, son reincidentes -. Sirius jugueteó con la mano de Althea al tiempo que añadía –, aunque esta vez la cosa puede ir más lejos. He visto como Lily cubría con una manta a Remus por la mañana y tenía una mirada muy parecida a la que me estás dedicando tú en estos momentos -.

" Ahora entiendo el enojo de Potter -.

" Tiene su parte de razón, pero ya le advertimos que no podía dedicarse a fastidiar a Evans eternamente, esa no es forma de ligar con una chica -.

" Tú me fastidias a menudo, Black -.

" Pero también hago otras cosas – sonrió y volvió a besarla.

" ¿No vas a intervenir? – preguntó Thea, apartándose un poco de su exuberante chico.

" James y Remus son mis amigos, me niego a tomar partido por uno de los dos, además si Lily prefiere a los rubitos no seré yo quien la convenza de lo contrario -. Sus tripas emitieron un sonoro gruñido - ¿Te importa si vamos a las cocinas, el habitante de mi estómago empieza a protestar -.

Camino de la cocina, Thea no pudo evitar pensar que en todo aquello había un tremendo error. Lily quería a James, probablemente desde primer año, y era evidente que el chico sentía lo mismo; ¿cómo podían ser los dos tan idiotas de no darse cuenta?. La muchacha decidió que debía empezar a usar su Don de una forma más consciente, no limitándose a actuar como una antena parabólica, y sus amigos iban a ser los beneficiarios de tan magnífica resolución.

O o O o O o O o O o O o O o O o O o O o O o O o O o O o O o O o O o O o O

" ¿Te has enterado, Lupin y Evans están saliendo juntos -.

" Sí, pero Helen me ha dicho que... -.

James pasó junto a las dos hufflepuff de 3º con apenas un leve fruncimiento de ceño. No hacía una semana que esos dos habían "formalizado" su relación y ya se había enterado todo Hogwarts, a veces uno se preguntaba si allí estudiaban para ser magos o reporteros de prensa amarilla.

Era el primer día que no nevaba y James estaba decidido a estrenarlo dando una vuelta con la escoba. El manto blanco que cubría todo se hundió bajo sus pies nada más salir por la entrada principal; subió en la escoba y, con una suave patada, se elevó en el gélido aire. Sonrió. Siempre ocurría lo mismo, en cuanto remontaba el vuelo parecía que todos los problemas se quedaran en tierra; allí arriba sólo existía él y su nimbus. Subió lo más alto que aconsejaba el buen juicio, para luego dejarse caer soltando las manos como si estuviese en una montaña rusa gigantesca gritando como un poseso.

Cuando el cuerpo empezaba a no responderle debido al frío, sobrevoló el lago en dirección al Bosque Prohibido hasta llegar a una cabaña con la chimenea humeando.

" Hagrid, hola, soy James -.

La puerta se abrió y emergió el enorme guardabosques.

" Ah, eres tú¿no deberías estar en clase? -.

" Ya, pero no me apetece -.

Las pobladas cejas negras se juntaron en un gesto de desaprobación.

" ¿No te irás a poner a sermonearme en plan McGonagall? – protestó James.

" No sirvo para ello, pero sí te diré que te puedes meter en un buen lío y perder muchos puntos para tu Casa -.

" Sirius, Remus y yo ganamos una media de 300 puntos a la semana para Gryffindor – replicó el muchacho – En cuanto a los castigos, bueno, creo que ya he fregado todo lo fregable en Hogwarts -.

Hagrid se hizo a un lado invitándole a entrar.

" Acércate al fuego a descongelarte -.

James dejó la escoba nada más entrar y obedeció encantado la sugerencia. Sintió un incómodo hormigueo cuando la sangre volvió a fluir con normalidad por sus extremidades.

" ¿No piensas ir en todo el día a clase? -. El Guardabosques le sirvió una taza de té.

" Ya te he dicho que no me apetece Hagrid -. James dio un sorbo distraído – Si quieres puedo echarte una mano. Me vendrá bien algo de ejercicio físico -.

" Hum, hoy me toca ronda por el Bosque, los centauros han estado inquietos y Dumbledore quería que hablase con ellos -.

" ¡Centauros, genial, nunca he visto ninguno -.

" Tranquilo James, a ellos no les gusta que les traten como animales extraños y, créeme, un centauro enojado es peligroso, pero toda la manada es peor que un ejército -.

" Me portaré bien Hagrid, les mostraré respeto, te lo prometo -.

Hagrid recordó la conducta del grupo de James con los unicornios y acabó cediendo, la verdad es que el chico sabía comportarse cuando era necesario.

El gryffindor transformó su capa de lana en una de gruesas pieles que le escudara frente al frío y siguió el camino que abrían los pasos del Guardabosques a través de la nieve. Bajo las tupidas ramas el suelo aparecía prácticamente despejado de nieve, no así de vegetación. Era difícil acompañar a Hagrid, esquivando ramas bajas, troncos, piedras y raíces, tanto que James llegó a perder el sentido de la orientación.

Por fin llegaron a un diminuto claro, aún más empequeñecido por el tamaño de Hagrid; éste se llevó dos dedos a la boca y emitió un silbido agudo y prolongado. El silencio era tan absoluto que James sentía como si su respiración pudiera escucharse al otro lado del Bosque Prohibido. No hizo ruido al acercarse, sólo cuando la figura emergió de la espesura el muchacho se percato de la presencia del centauro, una magnífica criatura de pelaje negro, piel broncínea y rizado pelo azabache, sus ojos penetrantes y duros como pedernal.

" Has llamado Hagrid, sabes que las horas del astro rey no son las nuestras -.

" Lo lamento Zenón, necesito haceros una consulta muy importante y no quería interrumpir vuestro trabajo nocturno -.

" Cortés manera de expresar tu inquietud por que no prestáramos atención a tus palabras por leer el tapiz celeste -. La severidad del centauro se quebró en una fugaz sonrisa – Haz tu pregunta -.

" Sólo me gustaría saber si habéis visto algo extraño en las estrellas, algún peligro que aceche y esas cosas – dijo Hagrid vagamente.

" Esmeralda se alza el señor de las tinieblas – replicó Zenón – Marte reina cada noche y seguirá reinando, Dumbledore lo sabe -. Los acerados ojos se clavaron en James – Salud al hijo de príncipes, hermano del bosque y padre de la esperanza -.

James inclinó la cabeza con respeto ante el centauro, desconcertado por la salutación.

" Mis palabras cobrarán significado para ti a su tiempo, cachorro humano -. Zenón devolvió su atención a Hagrid – Muerte es lo que advierten las estrellas, sangre inocente lloran los astros, guerra claman los cielos. No vuelvas a nosotros, nada más diremos, todo ha de ocurrir como está escrito en el tapiz celeste -.

" Gracias Zenón y buena caza -.

" Tu gratitud es vana -. Giró sobre sus cascos y regresó a la espesura – Hasta dentro de muchas lunas, Hagrid, y buena caza -.

Un tirón en su abrigo de piel de topo hizo bajar a Hagrid la cabeza.

" ¿Qué ha sido todo eso? – le preguntó James.

" Los centauros son gente muy ceremoniosa y enigmática, eso normalmente hace que sea imposible entender sus predicciones aunque acierten siempre -. Le revolvió el pelo al muchacho – Tienes suerte, no sé de nadie que haya recibido una predicción personal de un centauro -.

" Hijo de príncipes, hermano del bosque y padre de la esperanza... no sé qué significará pero suena bien -.

Gigante y muchacho regresaron a los lindes del bosque conversando acerca de los centauros. James estaba tan absorto que no pudo evitar sobresaltarse cuando una veintena de magos pasaron sobre ellos a toda velocidad montados en escoba, todos uniformados menos tres que volaban en el centro de la formación.

" ¡Aurores! – exclamó Hagrid.

" ¿Qué harán aquí? – se preguntó James en voz alta.

" Nada bueno... sólo gente de mucha importancia en el Ministerio llevaría una escolta como esa -.

" Voy a ver -. James subió en su nimbus – Regresaré luego para contarte lo que averigüe -.

" Ten cuidado James, no hagas ninguna estupidez -.

El joven gryffindor fue hacia una de las entradas secretas, para llegar al vestíbulo principal por un camino alternativo que le ahorrara los problemas de tropezar con profesores. Se deslizó en silencio, hasta esconderse tras una estatua en uno de los sombríos corredores que daban a la amplia recepción; Dumbledore ya estaba allí junto con McGonagall, Frost, Mazzard y Flitwick a modo de comité de bienvenida; el director y los jefes de las cuatro Casas. James contempló fascinado a los aurores, las sobrias túnicas azul oscuro tocadas en el hombro izquierdo por una gran A dorada, y los rostros graves que no presagiaban nada bueno; todos se apartaron para dejar pasar a los dos magos y la bruja que escoltaban.

" No era necesaria tanta parafernalia, Amelia – protestó suavemente Dumbledore.

" Prefiero no arriesgarme, si no te importa -. La bruja frunció el ceño acentuando los duros rasgos de su rostro, otorgándole el aspecto de un férrea institutriz alemana – Hemos venido a por los muchachos -.

" Esperan en el Gran Comedor... ¿qué ha sucedido exactamente, la carta del Ministerio no era muy explícita -.

" Mortífagos – dijo uno de los acompañantes, de cabello castaño peinado hacia atrás y una espontaneidad que no iba acorde con la severidad de su túnica.

" ¡McKinnon! -.

" Señorita Bones, con todo el respeto, estoy harto de fingir que no pasa nada, que esos... monstruos no existen¡han atacado dos casas a plena luz del día, por Dios! -.

" Se conocen los motivos que les hayan movido a hacerlo – intervino el director del colegio.

" Es lo de siempre – prosiguió Amelia –, casas aisladas de magos con ascendencia muggle o emparentados con muggles... -.

" Hasta ahora... -.

El tercer mago se adelantó; lucía una ostentosa túnica negra – el color de su cabello – otorgándole la imponente presencia de un juez, impresión que se veía resaltada por la determinación de su semblante.

" Es un honor tenerle aquí, señor Crouch – dijo Dumbledore – Aunque, me temo, que eso demuestra hasta que punto la situación es crítica -.

" La situación lleva siendo crítica hace mucho tiempo, pero el Ministerio no se ha decidido a tomar en serio a los mortífagos hasta que ayer arrasaron la casa de un importante cargo, Tobias Ganong -.

" ¡El subsecretario de la primera ministra! – exclamó McGonagall.

" Exacto – corroboró Crouch – Este brutal asesinato ha destapado una serie de asuntos bastante turbios relacionados con distintos departamentos. No sabemos cuanto tiempo ni cuanta gente, pero se ha hecho uso de la maldición Imperius; por lo que a mí respecta, ese tal Lord Voldemort puede que ya sepa hasta el color de las paredes del dormitorio de la primera ministra -. Su expresión se tornó más lúgubre si cabe – La ministra Bagnold ha decidido convocar una reunión urgente del Wizengamot y de los jefes de los distintos ministerios para tomar serias medidas que contrarresten la crisis; esperamos verle allí este viernes, Dumbledore -.

" Espero que decidan advertir al primer ministro muggle – interrumpió McKinnon.

" Eso violaría el Estatuto Internacional para el Secreto Mágico – arguyó Crouch.

" Están muriendo y desapareciendo muggles, Bartemius, no podemos seguir ignorándolo y centrarnos únicamente en la seguridad del mundo mágico, eso también viola un centenar de leyes judiciales y morales, me atrevería a decir -.

" Caballeros, un poco de paz – pidió Dumbledore – No obstante, señor Crouch, creo que debo dar la razón al señor McKinnon; confieso que una de mis aficiones es leer la prensa muggle, así que puedo asegurarles que algunos titulares referentes a inquietantes sucesos parecen relacionados con las actividades de Voldemort -.

" Lo que no entiendo es que gana atacando a muggles – comentó Bones.

" Diversión, placer, venganza, y no necesariamente en ese orden -.

Fue uno de los aurores quién dijo aquello con voz seca, claramente irritado con toda aquella perorata. James se sorprendió muchísimo al reconocer a aquel mago como uno de los que el año anterior acompañaba a Dumbledore en el rescate al tren del colegio.

" El señor Alastor Moody, nuestro mejor auror – le presentó Crouch -, aunque algo indisciplinado en ocasiones -.

" Se llama sentido común, Crouch -. Moody avanzó hasta situarse ante profesores y miembros del Ministerio – Lo poco que hemos averiguado del líder de los mortífagos hasta ahora es que odia a los muggles por encima de todo, es algo que parece ir más allá del típico fanatismo del los magos sangre limpia; aunque, personalmente, opino que es un loco muy listo con ansias de poder -.

" ¿Cuál es tu opinión, Dumbledore? – preguntó Amelia Bones -, después de todo tú eres quién derrotó a Grindelwald -.

" Si las cosas que yo he averiguado por mi cuenta son ciertas, me atrevo a decir que Grindelwald sería un torpe aprendiz de mago al lado de Voldemort -. El habitual buen humor del director había desaparecido – El mundo mágico y el muggle van a pasar por horas muy oscuras -.

" ¿Qué es eso de que a averiguado cosas por su cuenta? – inquirió Crouch molesto – Debería haber compartido con el Ministerio toda la información que tuviese sobre ese loco -.

" Y así sus espías le habrían pasado dicha información -. Los ojillos azules centellearon un instante – Estoy dispuesto a colaborar con el Ministerio, después de todo soy jefe del Wizengamot, pero lo haré a mí manera y siempre mirando por la seguridad de todos. Dígale a la señora Bagnold que la Orden del Fénix se pone a su completa disposición, pero que me niego a facilitarle los nombres de sus componentes -.

" Existe, entonces –. La inesperada sonrisa de Amelia era ligeramente burlona, dirigida sin duda a Crouch – Algunos albergaban dudas al respecto -.

" Es ilegal mantener una organización semejante al margen del Ministerio – protestó Crouch vehementemente.

" Usted era quién abogaba por utilizar las mismas armas que el enemigo, fuego contra fuego dijo, bien, opongamos la Orden del Fénix a los Mortífagos y veamos qué sucede -.

Dumbledore inclinó ligeramente la cabeza en señal de agradecimiento por las palabras de McKinnon.

Todo aquello era de lo más interesante, pero James empezaba a no sentir las piernas después de pasar tanto tiempo arrodillado y encogido entre un cortinaje y una estatua; se movió ligeramente, buscando una posición más cómoda, y agitó de forma imperceptible el cortinón rojo. Estaba tan ocupado retorciéndose, que casi se muere del susto cuando una férrea mano le asió por el cuello de la túnica para sacarle violentamente de su escondite. Emitió una exclamación ahogada al toparse con aquellos penetrantes ojos negros.

" Vaya, volvemos a encontrarnos, señor no-soy-un-delincuente -.

James aún estaba decidiendo si le daba más miedo Moody o el enfado que parecía estar manando de McGonagall como una nube de tormenta, cuando intervino Dumbledore.

" Por favor, Alastor, intente no desmontar a mi alumno, los padres prefieren que se los devolvamos como los envían al colegio -.

" ¿Se puede saber qué hacía ahí, señor Potter? -.

El muchacho contempló un instante las caras de los presentes, que iban desde la curiosidad y la diversión hasta el enojo, antes de contestar a la furibunda jefa de su Casa.

" Lo lamento profesora, me he escapado de Pociones; hoy iban a repetir una fórmula que ya domino y decidí aprovechar mejor el tiempo -.

" ¿Espiando? – inquirió Frost con evidente sorna.

" ¿Quién se hubiera resistido a ver de cerca una escuadra completa de aurores? -.

Algunos de los presentes sonrieron, sobre todo entre los propios aurores.

" Un hechizo de olvido solucionará el problema – dijo Crouch.

" No será necesario, el señor Potter sabe guardar secretos cuando le conviene -. Dumbledore le guiñó el ojo de manera imperceptible – Aunque más tarde me haré cargo de él, no debemos dejar que adquiera malos hábitos¿verdad, señor Potter? -.

" Sí, profesor – asintió con desgana James, perdida toda esperanza de evadirse del castigo.

" Es usted demasiado blando con los estudiantes, algún día va a lamentar una de esas decisiones tan altruistas que le caracterizan -. Crouch frunció el ceño – Como lo de aceptar engendros malignos en el colegio -.

No hacía falta ser un genio para saber a qué se refería el director del Departamento de Seguridad Mágica.

" ¡Él no es ningún engendro, es uno de mis mejores amigos y sé que nunca le haría daño a nadie! – protestó James haciendo frente a la mirada gélida de Crouch – La gente como usted hablan de él como si hubiera buscado convertirse en lo que es¿acaso un niño de cinco años soñaría con soportar una maldición semejante¡no tienen derecho a juzgarle, ni siquiera le conocen! -.

" James, es suficiente – le indicó Dumbledore, aunque parecía compartir cada una de sus palabras.

Un incómodo silencio se abatió sobre el vestíbulo tras el impulsivo discurso del muchacho, conscientes de la verdad que había proclamado y que el mundo mágico seguía rechazando.

" Reanudaremos nuestra discusión el viernes – les dijo el director de Hogwarts a los miembros del Ministerio a modo de despedida.

" Iré a por los muchachos -.

Mazzard regresó con dos alumnos del Gran Comedor; una debía cursar 1º o 2º en Slytherin, el otro era sin duda de 7º, con rasgos muy marcados y un henar por cabello. James conocía al chico, Sturgis Podmore era uno de los golpeadores de Hufflepuff y miembro del club de Ajedrez Mágico, por eso le chocó tanto el aspecto desamparado de alguien que habitualmente irradiaba energía por los cuatro costados. Entonces recordó que Podmore había perdido, si no toda, a gran parte de su familia.

McKinnon se hizo cargo de los dos estudiantes, hablándoles con serenidad y una sonrisa reconfortante. Amelia Bones y Bartemius Crouch se despidieron de Dumbledore y tomaron sus escobas, esa fue la señal para que los aurores también se preparasen para partir.

" Aquí te dejo al renacuajo, Albus -. Moody soltó a James, aunque casi le arroja al suelo en el proceso – Acórtale un poco el dogal, hazme caso -.

" Gracias, Alastor, lo tendré en cuenta -.

" Lo tendrás en cuenta pero luego harás lo que te venga en gana, como siempre -. El veterano auror sonrió cómplice a James – Nos veremos, Potter -.

" Adiós, Moody – replicó él, omitiendo conscientemente el "señor".

Alastor soltó una carcajada y subió en su escoba para ponerse al frente de la escuadra de aurores. En cuestión de segundos los visitantes habían emprendido el vuelo y se perdían en la lejanía.

" Bueno, señor Potter, es hora de buscarle un castigo¿no cree? – preguntó Dumbledore.

" ¿Es necesario? -.

" Sí, lo es -.

" ¿Qué parte del colegio quiere que limpie esta vez? -.

O o O o O o O o O o O o O o O o O o O o O o O o O o O o O o O o O o O o O

" Así que eso fue lo que pasó, luego los del Ministerio se largaron -.

Los cuatro gryffindors de 4º curso se hallaban repantigados en los destartalados sofás de La Leonera para escuchar lo ocurrido esa mañana.

" Gracias James – dijo Remus, muy cansado y ojeroso por la proximidad de la luna llena.

" ¿Por? -.

" Me defendiste delante de gente bastante poderosa, poniéndoles en evidencia y arriesgándote a un castigo mucho más grave -.

" Ya sabes que si no me meto en problemas no me siento realizado – bromeó James, quitándole importancia.

Remus sonrió. Era agradable saber que James no le culpaba por salir con Lily, aunque le molestase, y que aún le consideraba uno de sus mejores amigos.

" Así que los mortífagos tienen al Ministerio en jaque – comentó Sirius sentado del revés, con las piernas sobre el respaldo de la butaca y la cabeza colgando a escasa distancia del suelo – No es ninguna novedad -.

" Sí lo es cuando Voldemort tiene acceso a todo tipo de información, creo que podría hacer algunas cosas desagradables si consiguiera saber qué se cuece en el Departamento de Misterios – dijo James pensativo – He oído historias de lo que la gente cree que allí se investiga y custodia -.

" Sé a lo que te refieres – asintió Sirius – Hechizos más poderosos que un avada, experimentos con el espacio y el tiempo, cosas así -.

" Pero entonces es muy peligroso estar fuera de Hogwarts¿qué ocurrirá cuando volvamos a casa durante el verano? – inquirió Peter.

" Tranquilo Pete, no creo que vayan precisamente a tu casa – se burló el rebelde gryffindor.

" Sirius, haz el favor de sentarte como las personas normales, empiezo a marearme de sólo mirarte -.

" Lo siento, Remsie, pero así estoy muy cómodo -.

" Sirius, obedece a Remus, tu cara empieza a parecer una berenjena -.

" Aguafiestas – protestó el chico, aunque obedeció a James.

El joven licántropo descubrió en su amigo de gafas la típica expresión de quién se siente inquieto por algo.

" ¿Qué te preocupa, James? -.

" Mis padres colaboran con el Ministerio aunque no pertenezcan a él y, no es por alardear, somos una de las familias sangre limpia más poderosas, lo que nos pone automáticamente en el punto de mira de Voldemort –. Se encogió de hombros como para alejar la inquietud – La verdad es que hasta ahora no me había interesado demasiado lo que hicieran esos mortífagos, era como si no pertenecieran a mi mundo, si me entendéis lo que quiero decir; pero lo que he visto y oído esta mañana lo ha cambiado todo... Podmore estaba hecho polvo, y eso era muy real -.

" Cualquiera se sentiría mal si perdiera a su familia – asintió Remus.

" Hay excepciones – gruñó Sirius.

" Sirius, por mucho que te disguste cómo son tus padres, no creo que les aborrezcas hasta el punto de quererles muertos -. El licántropo se sentó en el borde del sofá para encarar a su rebelde amigo – Precisamente porque tú no eres como ellos -.

Los ojos grises le devolvieron una mirada llena de rabia e incertidumbre. El incómodo momento fue salvado por la repentina irrupción en La Leonera de dos chicas.

" ¡Willow, Evans, fuera de aquí! – protestó James incorporándose – Este lugar es sólo para nosotros -.

" Pero mira que eres borde -. Lily se dejó caer junto a Remus.

Thea se instaló en el regazo de Sirius tras darle un beso en los labios, él la abrazó por la cintura con una sonrisa atolondrada.

" Sois insufriblemente empalagosos – dijo Peter arrugando su ratonil nariz.

" Envidioso – replicó Sirius.

" ¿Qué hacíais? – preguntó Althea.

" Hablar de nuestras cosas -.

" ¿Como por qué no ha ido Potter a clase, por ejemplo? – inquirió Lily.

" Acabarás de prefecta, te lo digo yo – le espetó el chico de gafas.

" No lo creo – rió Thea, coreada por Sirius, Peter y Remus.

" ¿Me he perdido algo? – parpadeó James.

" Nott me ha llamado sangre sucia y otras burradas en clase de Pociones, me he limitado a cerrarle esa boca suya a él y a sus amigotes – explicó Lily evasiva.

" Le ha pegado fuego a la túnica de Nott y, mientras los slytherins intentaban apagarla, ella les ha echado un par de maldiciones -. Thea parecía incapaz de parar de reír – Cuando Myther nos ha ordenado salir de clase a los no implicados, uno de esos idiotas intentaba despegarse del pupitre, otro perseguía sus orejas, Snape quería sacarse su caldero de la cabeza y Nott parecía un pollo desplumado y chamuscado en calzoncillos -.

" Tienes muy mal genio, pelirroja – dijo Sirius en un tono que convertía sus palabras en un elogio.

" Se merecían eso y más -.

" Puede que tengas tu oportunidad, Nott y compañía no se quedarán de brazos cruzados después que les has puesto en ridículo – comentó Remus – Durante un tiempo te recomiendo que procures ir acompañada por los pasillos, intentarán tenderte una trampa -.

" Sólo si tú me prometes descansar más, tienes un aspecto lamentable – replicó Lily, dándole un beso en la mejilla.

" Lo intentaré -.

James les observaba impasible en apariencia, pero en su interior luchaba contra una mezcla de sentimientos que iban desde la envidia y los celos hasta felicidad porque alguien mimara a Remus de una manera que sus amigos nunca podrían hacerlo. Por mucho que el licántropo les demostrase su fortaleza, lo cierto es que no podían dejar de intentar protegerle. Eso le recordó a James que habían descuidado sus estudios para convertirse en animagos, si se lo tomaban en serio pronto podrían ayudar a Lupin de una manera más directa que el simple apoyo moral.

" Por cierto, Thea, creo que te interesará saber que los centauros le han hecho una predicción a James – dijo Sirius.

" Es toda una suerte, James, sólo ellos son más certeros con la videncia que los servidores de Apolo. ¿Qué te han dicho? -.

" "Salud al hijo de príncipes, hermano del bosque y padre de la esperanza" -.

" Pasado, presente y futuro -.

" ¿Qué? -.

" Te ha saludado haciendo referencia a los atributos más importantes que ha visto en tu pasado, presente y futuro – explicó Althea – Aunque no consigo entender ninguno de los tres, me temo que los centauros son más crípticos aún que las pitonisas -.

El ajado reloj de La Leonera les advirtió que ya era hora de ir a cenar.

" Será mejor que nos movamos, luego tengo que ir al despacho del director para conocer mi castigo por faltar a clase -. James se puso en pie, desperezándose.

" No parece preocuparte mucho – dijo Lily.

" Ya me han castigado de miles de formas distintas, no puede haber nada peor – se encogió de hombros.

El grupo de gryffindors abandonó La Leonera y fueron a cenar. La teoría de Remus con respecto a los slytherins se confirmó al encontrarlos cerca del Gran Comedor, sin embargo no eran tan idiotas de atacar a seis leones al mismo tiempo y más con la fama que tenían algunos de ellos. La cosa quedó en un cruce de miradas amenazantes y algunos insultos pronunciados a media voz.

" Esos tipejos me han recordado algo –. Sirius echó mano de la fuente de puré de patata – Aún no le hemos gastado una broma de bienvenida a mi hermanito -.

" ¿Qué quieres hacerle? – fue la pregunta de James, amortiguada por el ajetreo típico del Comedor durante la cena.

" Podríamos probar el maleficio que teníamos preparado para Slytherin, fue una pena no poder celebrar Halloween como los últimos tres años -.

" ¿El de transposición personal? – inquirió Peter.

" Exacto -.

" Sabéis que es peligroso -.

" Remsie, no seas aguafiestas -.

El pálido y ojeroso licántropo siguió partiendo su comida.

" Sólo digo que le podéis matar -.

Lily le susurró algo al oído que hizo soltar una alegre carcajada a Remus, algo muy difícil cuando sufría los síntomas de su enfermedad, y acaparó toda su atención.

" Ahora que nuestra conciencia está entretenida, habría que decidir al otro sujeto de la transposición – comentó Sirius.

" No puede ser con otro alumno, es demasiado fácil y estúpido -.

" Usemos a Rachel Miller -.

" Intentamos gastar una broma a tu hermano, no matarle del asco – ironizó James.

" ¿Se puede usar con animales? -.

" No estoy seguro... creo que había algún párrafo al respecto¿por qué¿acaso tenías en mente otra vez al calamar? -.

" El calamar u otro bicho, da igual -.

" La señora Norris -. Peter miraba en ese momento a la gata que cruzaba con aire altivo entre las mesas.

James y Sirius se miraron un momento antes de esbozar sus características expresiones de "estoy a punto de hacer una muy, muy, pero que muy grande".

O o O o O o O o O o O o O o O o O o O o O o O o O o O o O o O o O o O o O

A James le gustaba Hogwarts por la noche. La paz que se respiraba y los corredores oscuros o apenas iluminados por las antorchas se conjugaban para acrecentar el halo mágico del castillo. Lástima que esa noche no pudiera hacer una de sus escapadas con la capa invisible por culpa del castigo.

La gárgola con forma de fénix que protegía el despacho del director se apartó en cuanto él la rozó con la mano, sin duda Dumbledore le esperaba. Remontó la escalera de caracol preguntándose qué habría maquinado el director que, hasta el momento, había demostrado ser alguien muy creativo con los castigos.

" Buenas noches, profesor Dumbledore – saludó James nada más abrir la puerta del estudio.

" Ah, buenas noches, señor Potter, le esperábamos -.

Dumbledore ocupaba como de costumbre el asiento tras el recio escritorio, sin embargo, en esta ocasión, había dos sillas más y Lily Evans le observaba con cara de pocos amigos desde una de ellas.

" ¿Qué haces tú aquí? – preguntó James sin pararse a pensar mucho dónde estaba.

" La profesora McGonagall tenía asuntos que atender, así que me he hecho cargo del castigo de la señorita Evans por el incidente en Pociones – explicó en su lugar Dumbledore – Como ya hemos resuelto su curiosidad, haga el favor de tomar asiento señor Potter -.

El muchacho obedeció de inmediato procurando no mirar a su izquierda, a la pelirroja que tantos quebraderos de cabeza le daba.

" He de confesar que incluso a mí empiezan a acabárseme las ideas a la hora de corregir su actitud, señor Potter; el profesor Frost ha llegado a sugerirme que les enviara a usted y al señor Black a Azkaban por una noche a ver si escarmentaban -.

" ¿Azkaban? -. James dio un respingo.

" Desgraciadamente no aceptan a magos menores de edad, así que tendremos que buscar otra solución al problema – continuó Dumbledore, un brillo de diversión bailando en sus ojos azules – Ayer recibimos un cargamento especial para las clases del profesor Mazzard, ustedes dos se encargarán de transportarlo a los almacenes junto a los invernaderos y guardarlo en los sacos adecuados en cada caso -.

" ¿Cuál es el cargamento? – preguntó Lily, claramente disgustada por el hecho de tener que trabajar con la persona que menos soportaba del colegio.

" Abono -.

" ¡Abono? – exclamaron ambos gryffindors a coro.

" Sí, de dragón, hipogrifo, quimera, y otros tantos animales... ya conocen al profesor Mazzard, considera que cada tipo de planta requiere un tipo de alimento y ustedes ordenarán esa "comida" -. El director se incorporó y alzó un poco el brazo para que su fénix se posara en él – Fawkes será vuestro vigilante, él me avisará si holgazanean o deciden recurrir a las varitas. El profesor Mazzard les espera en el vestíbulo para explicarles lo que se espera de ustedes -.

Aquello sonó a despedida. Los dos condenados salieron del despacho en un ominoso silencio, para empezar a maldecir en cuanto la gárgola se cerró a sus espaldas.

" ¡Tenemos que ordenar un maldito montón de mierda! – gruñó James.

" Eso pasa por agotar los castigos tradicionales – le espetó Lily – Si tú y tus amigos no fuerais unos malditos delincuentes yo estaría fregando algún pasillo o los calderos de la clase de Pociones, pero no, como de costumbre mister Potty me amarga la existencia -.

" Oye, que yo no te puse la varita a la espalda para que le incendiaras la túnica a Nott, eso lo hiciste tú solita – replicó James – Si no tuvieras tan mal genio no estarías castigada -.

Un sonoro trino interrumpió lo que llevaba visos de convertirse en un improvisado duelo. Bajo la atenta mirada del luminoso fénix, Lily y James bajaron a reunirse con el profesor Mazzard. Él les explicó dónde encontrar las herramientas que necesitarían y cómo deseaba que clasificaran los distintos tipos de abono por un código de colores en los sacos.

Nada más salir a los oscuros terrenos del colegio, Lily se arrebujó en su capa al sentir como el frío de Enero calaba sus ropas. James, que llevaba el manto descuidadamente echado sobre los hombros, arqueó una ceja pero no dijo nada. Fawkes se adelantó a ellos y quedó suspendido en el aire, allí donde esperaban varias toneladas de abono, iluminando el entorno con su cálida luz dorada. Los gryffindor contemplaron el panorama desmoralizados.

" Bueno, cuanto antes empecemos antes acabaremos -.

James se despojó de la capa y la túnica y se arremangó la camisa antes de ir al cobertizo a por un par de palas y una carretilla. Al regresar y descubrir a Lily encogida bajo la capa que él acababa de quitarse, no pudo evitar fruncir el ceño.

" Evans¿se puede saber qué haces? -.

" Tengo frío – dijo ella.

" Eso es más que evidente, pero ni tienes derecho a apropiarte de mi ropa ni creo que puedas trabajar con tanta cosa encima -.

" Me congelaré -.

" No lo creo, en cuanto lleves un rato cargando carretillas entrarás en calor -. James le arrojó una pala a los pies – Vamos, se supone que los gryffindors somos indeciblemente valientes, un poco de frío no va a representar mucho problema¿o no? -.

" Sí lo representa, tú no lo entiendes porque no te conviertes en un cubito de hielo en cuanto la temperatura disminuye por debajo de los 20ºC -.

" Sólo entiendo que como no te quites la ropa a la de tres te la quito yo -.

Lily le dirigió una mirada escandalizada ante aquella amenaza.

" Uno... -.

" Estás majara -.

" Dos... -.

" Ni se te ocurra... -.

" Tres -.

El chico tiró la pala a un lado y fue hacia la pelirroja. Lily salió corriendo, por supuesto, pero ni de lejos iba a ser más rápida que alguien que acostumbra todos los días a huir por los pasillos de Hogwarts y juega al quidditch. James la atrapó casi al momento aunque sus problemas llegaron a la hora de quitarle las capas, pues ella se debatía con bastante fuerza para ser una chica tan pequeñaja; intentando no tocar nada indebido, le sostuvo los brazos a la espalda con una mano mientras con la otra desabrochaba los broches de ambos mantos.

" ¡Animal, suelta, me haces daño! -.

" Te lo he advertido... -. James reparó entonces en que sacarle la túnica iba a ser mucho más complicado - ¿Te vas a quitar la túnica por las buenas o seguimos en este plan? -.

" En cuanto me sueltes me pondré mi capa y haré lo que me salga del moño – gritó Lily, más que alterada por la humillación y por la excesiva proximidad del chico.

Violentamente, James la giró para tenerla cara a cara. Volvía a suceder, esos dichosos ojos verdes que podrían robar el alma a cualquiera con un solo parpadeo le bloquearon mejor que cualquier impedimenta. Empujó a la muchacha lejos de él.

" Haz lo que quieras, niñata, ya haré yo solo el trabajo -.

No podía seguir así. Se pasó una mano por el desordenado pelo, cogió una pala y se puso a cargarla de estiércol. No podía seguir así. Una paletada, dos, tres. Lily salía con Remus, él no tenía derecho a inmiscuirse, más cuando ella no dejaba de repetirle cuanto le aborrecía. Tomó la carretilla y fue al almacén, allí metió la carga en un par de sacos verdes.

Se quedó parado al salir. Bajo la mágica luz del fénix, Lily, temblando en mangas de camisa, cargaba otra carretilla imprimiendo toda su energía en cada paletada. Una vez llena, Lily llevó la carretilla hacia donde estaba James, oscilando por el peso y, si no hubiera sido por los rápidos reflejos del gryffindor, habría volcado.

" Puedo sola – dijo ella, recuperado el control.

" Tardaremos menos si alguien se ocupa de las carretillas y otro de rellenar los sacos, si quieres yo me hago cargo de lo primero – sugirió James y añadió en tono conciliador – Remus me mataría si dejo que te hagas daño -.

" Si a ti no te importa... – cedió Lily, demasiado helada para discutir.

" Abrígate -.

Lily fue por las capas y se puso manos a la obra dentro del almacén. Cada vez que James entraba con una carretilla le ayudaba a descargarla antes de seguir apilando sacos. Ella quería a Remus, estaba segura, pero entonces James hacía una de las suyas y esa seguridad se tambaleaba. James no era bueno para ella, era egocéntrico, déspota e irresponsable, debía centrarse en Lupin... por otro lado, el rubicundo chico tenía un comportamiento raro, cada vez que ella intentaba abrirle la camisa más de lo recomendable él se lo impedía; ahora que lo pensaba detenidamente, la verdad es que Remus siempre se había mostrado reticente a la hora de dejarse tocar, se las ingeniaba para evitarlo, incluso en aquella primera vez, durante el "accidente", él la había obligado a retirar las manos de su espalda metiendo las suyas propias, heladas, bajo la camisa femenina.

" Hemos terminado -. James colocó el último saco – Estoy muerto -.

" Y apestas – añadió Lily.

" Tú tampoco hueles a flores, Evans -.

Fawkes cantó para captar su atención y emprendió el vuelo hacia el colegio.

" Sí, ya vamos – suspiró el chico – Eres peor que la señora Norris -.

El hermoso ave emitió un trino ofendido.

" Pobrecito, él no tiene la culpa de lo que ordene Dumbledore – dijo Lily.

Retornaron al castillo en silencio. Fawkes les acompañó hasta que hubieron entrado en la Torre Gryffindor, entonces se desapareció en medio de una llamarada.

" Creo que me daré un baño antes de ir a dormir, esta peste es insoportable, me doy asco a mí mismo -. James contempló asqueado su ropa sucia de abono.

" Por una vez has dicho algo sensato – asintió Lily – Llevo horas soñando con agua caliente. La verdad, si llego a imaginar el castigo me hubiera explayado más con los maleficios a Nott y compañía -.

" Eres un fraude – rió James.

" ¿Qué? -.

" Siempre andas echándonos la bronca a Sirius y a mí por andar lanzando maleficios a la gente, pero luego tú sacas la varita a la mínima de cambio -.

" Lo mío es defensa propia, lo tuyo sólo fastidiar al prójimo, es una gran diferencia -.

" Lo que tú digas, Evans, estoy demasiado cansado para discutir -. Se inclinó y le dio un inesperado beso en la mejilla – Buenas noches, doña agresividad -.

Para cuando Lily fue capaz de pensar de manera racional, James ya había desaparecido por las escaleras de los chicos.

O o O o O o O o O o O o O o O o O o O o O o O o O o O o O o O o O o O o O

N. de A.: ¿Quién dijo que la vida sentimental de un adolescente es aburrida? XD Este es un capi más soso porque es de transición, el próximo será bastante movidito y dramático.

Nariko: weno, ya ves que Jamie se va tomando mejor lo de que Lily ande con Remus, de todas formas es difícil mantener a estos dos como pareja así que pronto les separaré, pero era necesario que llegasen a ser algo así como novios formales para algo que vendrá en 6º año. Sí, Sirius es muy mono, prometo prestarle más atención. Ah, el messenger, esa cosa que sirve para comunicarse con la gente y que hace días que no entro

carichan: ¿chikito de la calzada, por diox no XP, yo tenía en mente los duelos de insultos del Monkey Island cuando hice esa parte. El nombre de Althea significa "sanadora" en griego, pero no sólo a nivel físico sino espiritual lo que pega mucho con su capacidad de ver el futuro y aconsejar a la gente; también te diré que el apellido no es casual, Willow es "sauce" también con propiedades curativas y asociado a la tristeza y melancolía. Muchos nombres y/o apellidos de los personajes que he inventado tienen significado, prueba a ver qué descubres XD. Si los capis salen, el problema es la falta de tiempo, ains, necesito tener una doble.

blacklady: Sirius tiene una reputación que mantener¿cómo iba a dejarle con resaca? XD En cuanto matar a mis lectores, nunca, asustarles y martirizarles un pokillo quizás pero nunca matarles XD

rasaaabe: siento comunicarte que no es un fic slash y Sirius y Remus no acabarán precisamente juntos, aunque sigue leyendo porque tengo un capi preparado para dedicárselo a las amigas seguidoras de la pareja RxS. Me alegra que te guste tanto el fic :)

Tsubasa Malfoy: no le doy na a los personajes, se sublevan solitos sin necesidad de ayuda XD, vease a Lily enrollándose con Remus en cuanto me descuido. Weno, la reacción TheaxSirius no ha sido demasiado espectacular, ambos tenían bastante asumida la situación. XD

Carol granger: me temo que tendrás que esperar para ver a Lily y James juntos, según el 5º libro no se lían hasta 6º curso y pienso respetar a Rowling, aunque irás teniendo pequeños aperitivos como la última escena de este capi.

VeriBlackPotter: gracias por el elogio, mi ego es feliz XD. Pienso seguir el fic hasta la noche de la muerte de los Potter y puede que después haga pequeños fics sobre escenas del 3º, 4º y 5º libros. En cuanto al secreto de Remus, dejaré que veas quién le descubre primero en el siguiente capítulo ;). La profe Marinatos no sabe tanto, la videncia muestra escenas crípticas y sensaciones que muchas veces es imposible descifrar, intuye que a James y Lily les une algo muy importante pero no puede saber qué exactamente; el pasado es otro asunto, cuando Sofía averigua lo de Remus es porque canaliza sus recuerdos. Me ha quedado un poco místico XP

Hermy: gracias por tus reviews, pero siento no poder avisarte de cuando subo el fic, ando demasiado distraída XP. Te recomiendo que te apuntes a la web aunque no hagas fanfics, así podrás archivar tus historias favoritas y hacer que te manden un mail cuando se actualicen.

Ginny84: sí, la verdad es que si quieres las cosas enrevesadas has encontrado el fic perfecto, porque esto va a dar más giros que una peonza. Me alegra que te gustase el baile, lo suyo me costó decidirme con algunas cosas. Lo cierto es que Jamie y Sevy se peleaban más porque no se soportan que por Lily, las peleas por la chica vendrán más adelante ;)

irisa: me ha gustado eso de "increíble" para definir mi fic XD gracias por el review

Ilmare Rochindil: Sirius y Thea tenían muy asumido lo suyo, como dice Lily, llevaban flirteando demasiado. Sevy es difícil de manejar, a mí me cae particularmente bien aunque sé que era un amargado desagradable; a ver qué nos cuenta Rowling en el 6º, sobre todo me apetece conocer qué forma adquiere el boggart ante Snape, su mayor miedo. En el fondo James no era tan cruel, sólo con Snape, sino que era el típico graciosillo que se cree el centro del mundo; de todas formas¿no te parecen crueles las bromas que han estado gastando él y sus apañeros a los de Slytherin¿Qué me dices de Sevy colgado por los calzoncillos sobre la puerta del Comedor hace unos cuantos capis? Vamos, si le pongo más malo me lo mandan a Azkaban XD.

demalfoy: otra persona que me quiere matar por el LxR, todo a su tiempo, ya sabemos que Lil y James acabarán juntos, yo sólo pretendo hacer divertido el proceso XD. Sí, las expresiones en griego son auténticas, aunque el idioma no lo he estudiado demasiado, sólo algunas frases, por eso no puedo ayudarte a aprender más. Si te gusta el griego hay una pagina web muy wena, pon en el google Proyecto Paladium y la encontrarás.