DEDICADO A TODAS LAS VÍCTIMAS DE LOS EXÁMENES DE JUNIO. XP

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Secretos, secretos y más secretos III ,o porque todo el mundo tiene algo que esconder.

La blandura del colchón y la almohada fue lo primero que llegó a su cerebro. Lo segundo la tenue luz y el silencio. Abrió los ojos perezosamente, descubriendo una hilada de camas blancas con los cabeceros contra la pared. ¿Por qué estaba en la enfermería?. Tardó un poco más en recordar lo sucedido, y cuando lo hizo se estremeció.

" Hola, cariño¿cómo te encuentras? -. La enfermera le ofreció un vaso de agua, ayudándola a incorporarse.

" Débil -.

" Es normal, no te preocupes, recuperarás las fuerzas en un par de días -. Le dio una pócima de sabor dulzón – Ahora descansa. El director vendrá a verte en breve -.

Lily se sentía incapaz de calcular el tiempo, así que no supo si habrían pasado horas o segundos antes que Dumbledore hiciera acto de presencia sacándola de su duermevela. Parecía sereno, aunque no llegó a sonreír como siempre hacía.

" Madam Pomfrey dice que se recupera rápido, señorita Evans -.

" Profesor¿qué ha pasado? -.

" ¿No recuerdas nada? – tanteó él, mirándola por encima de sus lentes de media luna.

" Recuerdo que Nott y su pandilla me asaltaron en un pasillo y yo hice algo – Evocó la hermosa luz -, magia sin control como cuando era pequeña -.

Dumbledore asintió despacio.

" Eso fue más o menos lo sucedido -.

" ¿Cómo que más o menos? – inquirió Lily.

" No es raro que ante situaciones de gran tensión los magos hagan magia sin varita, pero tu caso ha sido algo fuera de lo común -. Dumbledore hizo aparecer una silla y tomó asiento – Los cuatro muchachos están siendo atendidos en San Mungo por la cantidad de magia que les afectó -.

" ¿Yo mandé a cuatro chicos al hospital? -. Lily sintió que empezaba a marearse a pesar de estar tumbada.

" Fue un accidente – recalcó al instante el anciano mago.

" Pero yo no tengo tanta fuerza, ni siquiera soy una de las mejores duelistas -.

" Lily, tu verdadero potencial aún se halla escondido en tu interior, las clases en Hogwarts lo despertarán poco a poco y aprenderás a dominar tan preciado don -.

" Sigo sin entenderlo¿a qué don se refiere? -.

" Igual que hay magos que caminan por la frontera entre mago y squib, hay otros que caminan en un límite por encima de la magia común -. Dumbledore pareció recordar algo triste – Somos muy pocos los que superamos esa barrera, por eso es tan importante aprender que el mero hecho de tener poder no significa que puedas usarlo indiscriminadamente, eso es egoísmo y, en ocasiones, conduce a senderos más oscuros de los que nadie podría imaginar -.

" ¿Hay otros alumnos en Hogwarts con este... como yo? – preguntó Lily.

" Unos pocos, y no, no voy a decirte quienes –. El director rebuscó en los bolsillos de su amplia túnica azul celeste y sacó un ajado libro de tapas oscuras – Un pequeño obsequio -.

La muchacha tomó el volumen y lo ojeó curiosa, en la primera página encontró en intrincadas letras góticas el título y la autora: De Magicum Sensorum, un compendio de magia emocional por la suma sacerdotisa druídica Luanna de Inis Cealtra.

" Luanna fue una de las más renombradas druidas medievales, sus estudios sobre Encantamientos relacionados con el estado anímico del mago te resultarán interesantes -. Dumbledore pasó algunas páginas y señaló un par de epígrafes – Es un diario por lo que no se hará aburrido -.

" Muchas gracias – dijo ella, más tranquila.

" De nada, Lily, ahora ¿qué te parece si vamos a cenar, los elfos han preparado buñuelos de postre -.

Era inevitable, conversar con Dumbledore liberaba de las preocupaciones como si él se hiciera cargo de todos los problemas del universo cual titánico Atlas. El excéntrico director le acompañó hasta la mesa Gryffindor antes de dirigirse a la de profesores. Lily sintió las miradas escrutadoras de los estudiantes, así que se encogió entre Althea y Selinda en un vago intento por pasar desapercibida.

" Me alegra verte -. Su mejor amiga le dio un abrazo – Nos diste un susto de muerte -.

" ¿Por qué? -.

" Remus te siguió cuando saliste de la Torre, nosotros fuimos tras vosotros -. Thea bajó la voz – No conseguíamos encontrarte, entonces apareció Hasty y nos informó que te habían llevado a la enfermería por una trifulca con esos mortífagos en potencia. Sólo pudimos asomarnos un instante antes que Pomfrey nos echase de allí, estabas gris ceniza, pensamos que tendrían que enviarte al hospital con los otros. Por cierto¿qué les hiciste para mandarles a San Mungo y acabar tú tan mal? -.

" Me asusté tanto que hice magia fuera de control y me agoté, Dumbledore dice que las clases en Hogwarts me han hecho más fuerte y por eso los efectos fueron tan desproporcionados -.

Aquello no era una mentira pero tampoco era toda la verdad. Lily no quería ocultarle cosas a su mejor amiga, sin embargo se veía incapaz de revelarle que era una de las brujas más poderosas del colegio, por lo menos hasta que ella misma lo asumiera.

" ¿Y Remus? -.

" ¿No lo recuerdas, Lil, hoy tenía su terapia – dijo Thea – Los chicos han ido con él mientras espera que vengan a buscarle los del hospital. Estaba preocupadísimo por ti, se echaba la culpa de lo ocurrido -.

" No fue culpa suya, sólo mala suerte – suspiró la pelirroja – Oye¿te importa si subimos a la Torre, estoy hartándome de ser el centro de atención del Comedor -.

" Como quieras -. Thea guardó un puñado de buñuelos en la servilleta para después.

Fue al entrar en la Sala Común que Lily reparó en algo.

" Thea, si vosotros no me ayudasteis¿quién lo hizo? -.

" Ni idea, algún profesor o alumno que pasara por allí daría la alarma -.

" Sí, es probable -. Pero Lily luchaba por recordar claramente aquella voz invocando la niebla; si seguía acumulando secretos y misterios a esa velocidad acabaría estallando – Espero que Remus se encuentre bien, tanto embrollo acabará por afectar su salud -.

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" Remus, deja de darle vueltas, tú no fuiste quién la hirió -.

El joven licántropo caminaba de un lado a otro de la salita de estar de la Casa de los Gritos, cual bestia enjaulada, ignorando los intentos de sus amigos por tranquilizarle. Peter aguardaba en un rincón, temeroso ante el malhumor de Remus y por la posibilidad que se transformara en cualquier momento.

" Si no la hubiera asustado ella no habría salido de la Torre – repitió por enésima vez, derribando una silla de una violenta patada – Ya visteis en qué estado se encontraba cuando dejamos la enfermería... estaba tan gris como el granito... -.

" Pero ahora se encuentra bien, madam Pomfrey nos lo aseguró – insistió James -, antes de echarnos a patadas, por cierto -.

" Y en segundo curso casi la mato al quedar suelto por el colegio... sólo causo problemas, soy un peligro para todos los que me rodean... -.

" Eso es una estupidez, tú no causas más problemas que Jamie o yo – intervino Sirius – Y como sigas diciendo subnormalidades te hago entrar en razón aunque sea a golpes -.

" Sirius, coje un diccionario y aprende de una maldita vez lo que significa "sutileza" -. James agarró a Lupin de los hombros y le obligó a encararle – Remus, apenas quedan unos minutos para que salga la luna, debes calmarte por tu propio bien. Por favor, entiende que no puedes evitar que ocurran cosas malas y que no se deben a tu condición de hombre lobo -.

" Sin embargo, tú quieres a Lily y aquí estás, intentando protegerme, sería mejor que no hubiera sobrevivido al ataque y vosotros... -.

" ¡Remus, reacciona! – gritó Sirius - ¡Jamás pienses que estarías mejor muerto, porque no es verdad! -.

" En eso estoy de acuerdo con él, eres nuestro amigo, contra viento y marea, para siempre – aseveró James hacia esos evasivos ojos, más ambarinos que castaño claro.

" Eh, chicos, debemos irnos... la luna... -.

" Ya, Peter, enseguida -.

Remus se apartó de sus compañeros; bajo la débil luz del fuego mágico de la chimenea, resaltaba en su rostro el cansancio y el dolor de cada una de las noches de luna llena que había padecido. Envuelto en los grises ropajes de su soledad, les dio la espalda.

" Marchaos, es la hora -.

Peter estaba en el túnel antes que terminara de hablar, Sirius entró a regañadientes.

" Volveremos al alba – prometió James, pero nadie respondió desde el salón antes de cerrar la trampilla.

Un grito desgarró la noche. Peter dio un bote. Sirius se giró con su varita iluminada como si fuera a regresar a la casa, mas se detuvo y alzó el angustiado rostro hacia la madera que le separaba del monstruo que se apoderaba de uno de sus mejores amigos cada mes.

" Salgamos de aquí, no podemos ayudarle -. La expresión de James era la de alguien que no puede salvar a un náufrago y lo ve ahogarse ante sus ojos.

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Lily era incapaz de dormir. Vueltas y más vueltas en la cama. El insomnio era algo de lo más lógico tras pasarse durmiendo día y medio.

La pelirroja apartó las sabanas con un par de patadas, alcanzó su bata y, con el libro de Luanna en mano y la varita en el bolsillo, bajó a la Sala Común. Un par de elfos domésticos hacían la limpieza nocturna, les saludó y se apoltronó en su sofá favorito, el mismo que le gustaba a James y otro motivo de discusión que añadir a la lista; al poco, uno de los elfos le trajo una infusión que ella le agradeció encarecidamente.

La noche se arrastraba lánguidamente en tanto Lily pasaba las páginas, amarillentas por el transcurso de los siglos. La narración oscilaba entre el idioma técnico de un estudioso y la más dulce poesía. Luanna poseía un raro poder: sus emociones afectaban mágicamente a la climatología de su entorno, consiguiendo desencadenar tormentas de pétalos de flores al enamorarse o inundaciones en un arrebato de tristeza.

" Pues sabed que he ahondado en la sabiduría de los ancestros, buscando remedio para la maldición que causa dolor y penuria a aquellos que amo, y la bienaventuranza me ha conducido a una revelación: el poder de la voluntad se halla trabado con el poder del ánima y ambos todo lo pueden, incluso batirse en triunfal duelo contra la dama de la guadaña... -.

El gran reloj de péndulo dio las cinco, sobresaltando a Lily.

" Debería intentar descansar hasta las siete, por lo menos, o me quedaré sopa en clase de Transformaciones – pensó, al tiempo que guardaba sus cosas e iba hacia las escaleras.

Acababa de pisar el segundo escalón cuando escuchó voces, alguien bajaba de los cuartos de los chicos. Se pegó a la pared, ocultándose en las sombras, picada por la curiosidad de quién andaría danzando por ahí a esas horas.

" ¿No es un poco peligroso? -.

" Pete, créeme cuando digo que esta ha debido ser la peor noche de los últimos años para nuestro amigo -.

Lily vio aparecer a Peter, James y Sirius; vestían ajada ropa muggle y James portaba una tela brillante y plateada.

" Si tienes miedo, Pete, quédate -. Sirius cogió el lienzo y lo pasó sobre sus hombros, sólo su cabeza quedó flotando en el vacío. Lily ahogó una exclamación de sorpresa.

" Nada de discusiones, Black, tenemos prisa – le reprendió James – Ahora calladitos, no tengo ganas que Peeves, las F.F. o quien sea nos atrape -.

Los tres chicos se metieron bajo la capa de invisibilidad. Antes de pensar lo que estaba haciendo, Lily susurró un hechizo y una gran X apareció sobre la tela desvanecida; se desilusionó a sí misma con otro toque de varita, y salió corriendo en pos de sus compañeros. Seguirles fue un auténtico reto para la muchacha, que aún estaba cansada por su enfrentamiento con los slytherins; los tres gryffindors, por el contrario, se conocían cada recoveco del castillo, su paso era veloz y muchas veces Lily estuvo a punto de perderles en los pasadizos secretos. La persecución la condujo a los terrenos del colegio, justo frente a los invernaderos, iluminados por la incipiente claridad que precede al alba y los últimos destellos de la luna llena.

La X fluorescente enfiló campo a través, hasta llegar a las inmediaciones del Sauce Boxeador donde los tres muchachos reaparecieron. Lily anuló el hechizo señalador, sin perderse como James usaba un palo para tocar el árbol y mantenerlo inmóvil hasta que ellos tres desaparecieron bajo las grandes raíces. Cualquier asomo de duda en Lily fue silenciado por la curiosidad y la valentía propia de su Casa, así que tomó el palo y ella también descendió a las profundidades de la tierra.

De repente, se encontró sumida en la húmeda oscuridad de una galería subterránea.

" ¡Lumos! -.

La varita emitió un resplandor apagado, sólo lo justo para no dejarse los pies o la cabeza al andar. Aquel lugar no era un simple agujero, las marcas producidas por la excavación aún se notaban en las paredes; podía ser uno de los pasadizos secretos del castillo, pero entonces ¿por qué partía del Sauce¿y por qué parecía tan nuevo?. El camino se le hizo eterno, en tanto esquivaba raíces y piedras. Sentía un constante cosquilleo nervioso en el estómago ante la posibilidad de ser descubierta y también por lo que habría más adelante, mientras el frío atravesaba la bata y el camisón entumeciendo su cuerpo.

Apenas se lo podía creer cuando atisbó una tenue luminosidad al fondo; aceleró sus pasos y apagó la varita para encubrir su presencia. Dio con unas escaleras excavadas en la roca que ascendían hasta una trampilla abierta; Lily se asomó despacio, descubriendo las sombras de un vestíbulo, una escalera y habitaciones que se perdían en la negrura imperante. Salió del hueco justo a tiempo pues, nada más ponerse en pie, Sirius llegó a la carrera y se arrojó prácticamente de cabeza hacia el túnel. La muchacha se estremeció al pensar en la expresión mezcla de angustia y frustración del rebelde gryffindor.

Sus pasos la llevaron más allá del vestíbulo, hacia una sala donde se percibían voces alarmadas y el resplandor del fuego. Todo pensamiento coherente abandonó a Lily ante aquel dantesco panorama; allí, sobre el suelo carcomido, Remus Lupin agonizaba en medio de un charco de sangre, con su delgado cuerpo surcado por espeluznantes heridas que James y Peter se afanaban en vendar en un desesperado intento por frenar las hemorragias. Lily prácticamente se derrumbó en un rincón, justo en la puerta del salón mas sin llegar a entrar, invisible gracias al encantamiento desilusionador. Sus manos palparon algo que humedecía la madera, las alzó ante su rostro para descubrir que estaban llenas de sangre; Lily sintió que le faltaba el aire.

" Remus... -. James se agachó para hablar directamente al oído del herido – Remus, por favor, amigo, aguanta un poco más -. Esbozó una amarga sonrisa – Le he prometido a Sirius que te mantendría vivo, y ya sabes que me partirá la cabeza con el bate si no lo cumplo -.

Un insoportable nudo se apropió de la garganta de Lily, mordió el cuello de su bata mientras derramaba silenciosas lágrimas.

" James, deja eso y ayúdame con la pierna, sigue sangrando a pesar del coagulante -.

El chico de gafas se puso en pie de un salto y arrancó de cuajo una de las cortinas para anudarla con fuerza en torno a la pierna de Remus.

" Hecha más polvos de cyrana, Peter – le ordenó sin dejar de vendar – Tenemos que parar la hemorragia ya, si pierde más sangre morirá -.

Lo que pareció una eternidad más tarde, Sirius regresó con la enfermera del colegio y con Dumbledore pisándole los talones a través de las llamas verdes de la chimenea. Sin mediar palabra, Madam Pomfrey se arrodilló junto a Remus y le suministró un par de pociones.

" Buen trabajo, caballeros – dijo ella tras examinar los improvisados vendajes – Por favor, cambien ya esas caras, el señor Lupin está grave pero fuera de peligro -.

En efecto, la respiración del muchacho se había vuelto pausada y su piel parecía abandonar ese tono ceniciento pre mortem. Sirius se dejó caer sentado, con la cabeza entre las rodillas, jadeando; James se acercó a él, apoyando las manos sobre los hombros de su mejor amigo.

" Bien, muchachos, llevemos al señor Lupin a la enfermería para que pueda terminar de recuperarse -. Dumbledore les sonrió – Sobra decir lo orgulloso que me siento de vosotros -.

Primero cruzaron las llamas Madam Pomfrey y Remus, bien arropado sobre una camilla, seguidos de Dumbledore con un aturdido Peter.

" Sirius, vamos – llamó James con el bote de polvos flu en la mano.

Pero Sirius no se movió, seguía sentado con la mirada clavada sobre la sangre del suelo, ahora negra.

" Creí que le perdíamos -. La voz se le quebró en un sollozo.

James regresó sobre sus pasos y, arrodillándose, abrazó a Sirius. Desde las sombras, Lily les observaba luchando por ahogar su propio llanto; ver desmoronarse al jovial Sirius era algo muy duro.

" Black, te juro que te mato si no dejas de llorar – protestó James con la voz tomada.

Risa y llanto se vieron amortiguadas por el hombro de Potter. Los dos chicos se incorporaron y recobraron la compostura lo mejor que pudieron.

" Hay que intentarlo ya, no puedo soportar la idea de permitir que se repita una noche como ésta sin hacer otra cosa que correr a dar la alarma -.

" Es arriesgado, quisiera esperar al menos otros dos meses más -.

" ¡Remus ha estado a punto de morir, cuando hemos llegado ni respiraba, maldita sea! –. Sirius pateó el suelo de tal manera que crujió amenazando con romperse -, y tú hablas de esperar otras dos lunas llenas¡me niego, si hace falta lo intentaré solo -.

" Y si mueres en el intento ¿qué¿cómo crees que se sentiría Remus, ya sabes como es, se echaría la culpa de tu estupidez y le amargarías aún más la existencia -. James tomó a Sirius por los hombros, mirándole a los ojos – Remus te necesita vivo, nos necesita a los tres -.

" ¿Y si muere él entonces qué? -.

" Sirius, estás agotado, y cuando eso ocurre te pones más cabezota que de costumbre... vayamos a la enfermería con nuestro amigo licántropo, mañana discutiremos lo otro -.

El rebelde gryffindor parecía que iba a replicar, pero acabó por asentir y acompañar a su amigo a la chimenea, donde se desvanecieron en una llamarada verde.

La soledad se abatió sobre Lily desencadenando su llanto. Ahora se reprochaba el haber seguido a los chicos; ella no tenía derecho a presenciar aquello, ni la agonía de Remus, ni su secreto, ni a los demás desnudando sus almas como jamás lo harían ante nadie.

Poco a poco fue serenándose y con la tranquilidad llegaron dos revelaciones: que debía regresar al colegio antes que advirtieran su ausencia, y que tendría que hacerlo por el asqueroso, oscuro, gélido y húmedo túnel.

Pagó caro el cansancio y lo que acababa de contemplar, pues se olvidó de la agresividad del Sauce, recibiendo una lluvia de latigazos con las ramas que hicieron brotar la sangre aunque no resultaron de excesiva gravedad. Encontró el acceso secreto que usaron los chicos para salir del colegio, pero fue incapaz de recordar cada uno de los recovecos así que tuvo que hacer la mitad del trayecto en campo abierto arriesgándose a ser atrapada in fraganti.

La luz del sol se filtraba por las ventanas de la Sala Común, mas no había ningún alumno por los alrededores. Remontó las escaleras de las habitaciones sintiendo que sus piernas cederían en cualquier momento, impuso su voluntad y abrió la puerta sin hacer ruido; dos ojos amatista la miraron impactados.

" ¡Lily! -.

Althea agarró a su mejor amiga, que parecía salida de una película de terror por la expresión desencajada y la sangre, y la condujo hasta la cama.

Lil¿qué ha pasado? –.

Su amiga se hizo un ovillo y empezó a llorar.

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" Lily, estás horrible -.

La interpelada alzó su ojeroso rostro de los zapatos que intentaba anudar con poco tino, suspiró, y volvió a seguir con su tarea. Deyanira, Kathleen y Selinda ya estaban desayunando cuando ella llegó, así que no se habían enterado de la extraña aparición de su compañera pelirroja.

Thea se sentó en la cama de su mejor amiga con esa expresión seria que la hacía tan parecida a su madre.

" Siento una profunda tristeza en tu interior -.

" No es nada -. Se recogió el pelo rápidamente en un par de coletas – Bueno... sí, es algo, pero no puedo contártelo. No te preocupes¿vale, estoy bien -.

" Si necesitas hablar más adelante ya sabes que puedes contar conmigo -.

La joven vidente era consciente que aquella era una de esas raras ocasiones en que Lily se encerraba en sí misma, así que respetó su silencio por muy inquietante que resultara el hecho de haberla visto aparecer igual que en su premonición. Sin embargo, no pudo evitar preocuparse de verdad al descubrir en James, Peter y Sirius el mismo aspecto que el que lucía su amiga. No hacía falta ser una vidente para darse cuenta que había sucedido esa noche algo grave que implicaba a aquellos cuatro.

" Parece que hay una plaga de insomnio – comentó Deyanira, sirviéndose zumo de calabaza.

Los ojos de Lily se encontraron con los de James, verde contra castaño.

" ¿Insomnio? – interrogó él, y había todo un mundo de preguntas en esa simple palabra.

" Como dormí tanto tras el encuentro con los slytherins no tenía sueño y estuve dando vueltas en la cama toda la noche -.

" Toda no -. Selinda cesó de untar su tostada -, bajaste a la Sala Común -.

A Peter se le cayó la cuchara en su tazón casi vacío sobresaltando a sus compañeros.

" Aproveché que no tenía sueño y bajé a leer un rato... creo que el reloj daba las cinco cuando ya estaba de regreso en la cama -.

No era del todo una mentira, ella pensaba regresar a su cuarto cuando sus tres camaradas gryffindors irrumpieron en la Sala Común de camino al Sauce. Para un buen observador, como Thea, fue claramente evidente cómo los tres chicos se relajaban tras la explicación de la pelirroja.

" Hay una poción muy buena contra el insomnio, señorita Evans -. James le tiró un cereal a la muchacha – Si tú me la pides te la consigo -.

" ¿Gratis? -.

" Por un besito -.

Fue instantáneo, James se encontró con el tazón de cereales con leche chorreando sobre su cabeza mientras Lily estallaba en improperios.

" Ésta es una de las cosas que más voy a echar de menos cuando acabemos el colegio, los desayunos no volverán a ser tan divertidos – le confió Deyanira a Selinda.

La furibunda pelirroja cogió su mochila y abandonó el Comedor con una Thea que intentaba reprimir las carcajadas.

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Lily atendió como bien pudo a las clases, aunque no pudo evitar un pequeño cataclismo en Transformaciones al, sin saber cómo, convertir su gato en un tigre de bengala. Necesitaba ver a Remus, asegurarse en persona que estaba bien, aunque las bromas de sus amigos demostrasen que no había de qué preocuparse.

La oportunidad se le presentó después de Adivinación; James y Sirius tenían Runas, Peter se fue a echar una siesta, y Thea a prácticas con su madre. Una vez en la enfermería, encontró a Madam Pomfrey tomando té en su despacho en compañía de un libro. Lily pasó a gatas al recinto de las camillas, yendo directamente hacia la única que tenía las cortinas echadas. Atisbando entre los blancos cortinajes, Lily dio con una cabeza de cabello castaño claro reposando sobre la almohada; Remus, tapado hasta la cintura, los brazos sobre la sábana completamente vendados, dormía placidamente.

" Un ángel soñando – pensó ella.

Debió hacer algún ruido, porque el muchacho giró la cabeza y abrió mucho los ojos al descubrir quién le visitaba. Lily sonrió, procurando tranquilizarle, aunque en un primer momento había dado un respingo ante las heridas del pálido rostro.

" ¿Qué haces aquí? – preguntó con voz ronca el convaleciente, procurando no perder la calma.

" Seguí a los otros por el túnel del Sauce... yo... quería saber cómo estabas -.

Remus cerró un instante los ojos y respiró profundamente, parecía un nadador a punto de saltar del trampolín.

" Tú... sabes... lo que soy -.

" Sí, lo sé... pero no te preocupes, no se lo diré a nadie, ni siquiera a Thea, te lo juro – replicó ella muy deprisa.

Parte de la tensión abandonó el maltratado cuerpo de Remus, incluso se concedió una sonrisa.

" Me recuerdas a Sirius, él tampoco sabe cómo tratarme en muchas ocasiones -.

La pelirroja se acercó a la cama y frunció el ceño ante los vendajes.

" ¿Te duele? -.

" No, madam Pomfrey se ocupa de ello, pero me siento muy cansado... -.

" ¿Siempre es así¿tan...? -.

" Digamos que has tenido mala suerte, me viste en la peor transformación que alcanzo a recordar -. Los ojos brillaron ambarinos un instante – En realidad, me has visto en las dos peores -.

Lily parpadeó confusa.

" Segundo año, la noche de las habichuelas – suspiró Remus.

El recuerdo de aquel Halloween golpeó a Lily con fuerza, aún tenía ocasionales pesadillas con aquella bestia de ojos dorados.

" Eras tú... – musitó.

" Era una parte de mí, una parte que merece todo tu odio, desprecio, miedo...yo... ¿podrás perdonarme alguna vez, Lily, por eso y por gritarte ayer... cuando te vi tan mal tras el ataque yo... -.

Ella se inclinó y abrazó suavemente a Remus, él le devolvió el gesto sintiendo una profunda paz. Ella no le odiaba, ese hecho significaba tanto que no podía explicarse con palabras.

" Gracias – musitó el licántropo con el rostro perdido entre los cabellos ígneos – Gracias, Lily -.

El cansancio, el exceso de información, ver a Remus en semejante estado; las emociones desbordaron a la muchacha y se echó a llorar.

" Por favor, Lily, no llores; todo está bien – dijo él, azorado.

" ¡No está bien! -. Ella le miró con los ojos enrojecidos – Tú no te viste anoche, en medio de un charco de sangre a punto de morir -.

Remus palideció brevemente.

" Soy consciente de ello, pero ahora no corro peligro... y no merezco que nadie llore por mí -.

" Lo mereces más de lo que crees -. Lily se pasó una manga por la cara, alejando el llanto – Tus amigos estarían de acuerdo, por muy alocados que sean -.

" No son tan malos como pretenden demostrar a todo el colegio, simplemente son algo impulsivos, sobre todo Sirius, James es más reflexivo y Peter es según le viene el día -.

" ¿Potter, reflexivo, pero si tiene una snitch por cerebro -.

La risa de Lupin irritó bastante a la pelirroja, y más cuando él enredó un mechón de su cabello rojo con el dedo en un gesto infantil.

" No va a funcionar – dijo Remus.

" ¿El qué? -.

" Tú y yo juntos -. El licántropo parpadeó cansado – ¿Te parece dejarlo como amigos, siempre te dará derecho a enrollarte conmigo en caso de necesidad -.

" Te pegaría si no fuera porque me da miedo matarte – gruñó Lily.

Remus volvió a reír, colmando de vida sus ojos.

" Es divertido ser tu novio, pero no estamos hechos el uno para el otro, hasta la profesora Marinatos se dio cuenta -.

" ¿A ti también te lo dijo? -.

" Sí, nuestros destinos se cruzan mas sólo como buenos amigos. Creo que es porque no discutimos lo suficiente -. El chico se hundió entre los almohadones, sonriendo ante la expresión escandalizada de Lily al captar la indirecta – Es lo mejor, creo que no valgo para tener novia, demasiado estrés -.

" Acabará por gustarte alguien nuevo y cambiarás de idea – opinó Lily.

" Quién sabe... ah, será mejor que te vayas, no creo que madam Pomfrey tarde mucho en hacer su ronda -.

" Nos vemos entonces cuando te den el alta... por cierto¿puede quedar todo esto entre tú y yo, no quiero que los otros sepan que yo sé lo que eres -.

" Será nuestro secreto – le guiñó un ojo – Secreto entre amigos -.

Lily le dio un sencillo beso en los labios y salió furtivamente de la enfermería.

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" Debimos saltarnos alguna clase para ir a verle -.

" Sólo habría servido para que Pomfrey nos echase a patadas de la enfermería – replicó James a su mejor amigo.

" Sí, cuando se enfada es como una mutación entre McGo en uno de sus días malos y la señora Pince – opinó Peter.

El trío de gryffindors se estaba saltando la cena para visitar a Remus, lo que no era algo tan horrible pues pasarían por las cocinas de camino a su Casa. Sólo había una cama con las cortinas echadas en toda la enfermería, donde Remus les recibió con una radiante sonrisa, recostado en varios almohadones mientras daba buena cuenta de sus emparedados favoritos.

" Tienes un aspecto... estupendo, Remus – observó Peter, tan sorprendido como los otros.

" Lo sé¿qué tal vosotros¿me he perdido algo interesante en clase? -.

Ellos le contemplaron como si se hubiese transformado en uno de los engendros que tanto fascinaban a Hagrid.

" ¿Quién eres tú y qué has hecho con nuestro amigo Lupin? – inquirió James.

" Tanto optimismo no es normal¿se puede saber qué te da Pomfrey ahora de medicina¿marihuana? – saltó Sirius.

" A ver si os decidís, o me queréis deprimido o alegre – protestó Remus.

" Tranquilo, no nos muerdas – rió el atractivo gryffindor – Es que resulta una novedad interesante -.

Le contaron el accidente de Lily al transformar el gato en tigre de tal forma que le arrancaron unas estrepitosas carcajadas al convaleciente.

" Basta... mis costillas... – se quejó Remus sin que la sonrisa le abandonase.

James tosió un poco y adoptó su pose de: esto es un momento serio.

" Remus, creo que eres consciente de lo cerca que has estado de no contarlo esta vez -.

" Me hago una ligera idea, sí – asintió él, recordando la descripción de Lily.

" ¡Ni ligera idea, ni meigas fritas¡tú no te viste anoche, ahí, en medio de un charco de sangre más muerto que vivo! -.

Hay que decir que Remus intentó reprimir la risa con todas sus fuerzas, de verdad que lo intentó, pero tras contemplar fijamente a Sirius unos segundos e imaginarle con el pelo pelirrojo, fracasó de mala manera.

" A ver si Sirius tiene razón y le dan marihuana – dijo Peter, examinando las etiquetas de las botellas que reposaban sobre la mesita auxiliar.

" Esto, Remsie¿seguro que estás bien? -.

" Sí... sí, tranquilos -. El licántropo respiró hondo para calmarse, ahora le dolía todo el cuerpo.

" En serio, hay días que le entiendo menos que a un troll comiendo polvorones -.

Con gesto divertido, James palmeó la espalda de Sirius.

" Lo importante es que nuestro amigo se encuentra bien -.

" Si tú lo dices -. Sirius miró de manera sugerente las vendas que ocultaban las brutales lesiones.

" Mamá gallina ataca de nuevo – bromeó Peter, aunque tuvo buen cuidado de ponerse a cubierto de la ira de su amigo, es decir, salió corriendo en cuanto Sirius intentó echarle mano sin dejar de cacarear en todo momento..

James les observaba con una sonrisa, ocultando así una preocupación muy semejante a la de su mejor amigo por Remus. Necesitaban transformarse cuanto antes en animagos, pero les faltaba muchísimo entrenamiento; no era tan fácil como pensó en un principio, porque no bastaba con transformarse sino que había que aprender a mantener la mente humana dentro de un animal, fortalecer la voluntad para que ésta no se diluyera dejándoles atrapados en sus nuevos cuerpos. Tendrían que encontrar la manera de estudiar más días y no sólo con luna llena, aunque levantasen las sospechas del perspicaz Remus.

El licántropo regañaba en ese momento a Sirius porque estaba ahogando con demasiado entusiasmo a Peter. Demasiado pálido, demasiado delgado. James se juró mentalmente que empezaría 5º curso siendo un animago, o moriría en el intento.

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Remus retomó las clases cinco días después. Acostumbrado, por fin, a los cariñosos recibimientos de los alumnos tras las ausencias que le imponía su licantropía, correspondía con su típica amabilidad.

" Nuestro lobito es bastante popular¿verdad? -. Sirius miraba con picardía como su rubicundo amigo conversaba con dos ravenclaws antes de sentarse a cenar – Menos mal que su novia no es celosa -.

Lily terminó de servirse ensalada e informó con absoluta tranquilidad:

" Ya no soy su novia -.

Las reacciones en el entorno inmediato no se hicieron esperar: las chicas la sofocaron a preguntas mientras los chicos se giraban hacia el recién sentado Remus, excepto James que casi se ahoga con el zumo de calabaza.

" ¿Es cierto que ya no estás con Evans? – preguntó Peter - ¿Por qué? -.

" Porque no funcionaba – sonrió él, demostrando que no le afectaba su ruptura – Somos muy buenos amigos y la quiero mucho, pero nunca podríamos ser algo más... creo que es porque no discutimos lo suficiente -.

Sirius se echó a reír. James enrojeció brevemente y bebió de su copa para disimular, sintiendo que podría subirse a bailar encima de la mesa ante aquella noticia.

Lily no vio nada de aquello, asediada por sus compañeras.

" ¿Cuándo lo habéis dejado? -.

" ¿Por qué? -.

" Si hacíais una pareja muy linda -.

" Ya era hora que os dierais cuenta -.

La pelirroja sonrió a Thea por la última observación y añadió:

" Nuestros motivos tenemos para dejarlo, panda de cotillas -.

" Así que fue sólo atracción física y punto – dijo Deyanira.

" ¡Ey! – protestó ella – Tampoco hay que pasarse -.

" La verdad es que no tiene mal gusto la chica – rió Kathleen.

Durante un buen rato estuvieron haciendo bromas a costa de Lily. Ella soportó la tormenta con estoicismo, pues ya sabía que ocurriría cuando soltase la noticia a sus compañeras y se había mentalizado al respecto.

Algunos murmullos sorprendidos acabaron con las burlas. Lily siguió con la mirada lo que señalaban algunos gryffindors de primero, una regia lechuza negra que sobrevoló las mesas hasta posarse en la mesa de Slytherin. Alguien se levantó tras escasos segundos para acercarse a la mesa de profesores, era Snape el que enseñó la carta a Dumbledore y el que abandonó el Gran Comedor a toda velocidad. Los estudiantes empezaron a cuchichear sobre qué sucedería.

" Seguro que Voldemort ha llamado a su chico de los recados -.

El comentario pertenecía a Sirius y enojó sobre manera a la pelirroja, más por no poder defender al slytherin que por otra cosa.

" Aún es tu amigo -.

" Thea... -. Lily no sabía qué decir, pillada in fraganti.

La joven vidente esbozó una triste sonrisa.

" Supongo que fue una estupidez exigirte que le dieras de lado -.

" Tenías tus motivos – dijo Lily en voy muy baja, pendiente de si alguien les escuchaba.

" Sí, el odio, un motivo muy poco agradable -. La morena jugueteó con el corazón de la manzana que acababa de comerse – Consérvale, aunque procura no hablarme sobre él. Quizás no sea uno de ellos todavía, pero lo será; hasta yo soy capaz de percibir la oscuridad que nubla su futuro -.

" Él no es como Malfoy o Lestrange – rebatió Lily.

" Lo será -. La voz de Thea sonó tan contundente como una profecía, erizando los pelos de su amiga.

Los estudiantes empezaron a marcharse a sus habitaciones en cuanto los platos de la cena se esfumaron. Lily aprovechó el ajetreo para acercarse a los profesores bajo la mirada amatista.

" ¿Qué hace Evans? – se interesó James, que había pretendido quedarse rezagado para chinchar un rato a la joven.

" Hablar con Dumbledore – dijo ella en ese tonillo de quién informa de algo obvio.

" Ah¿de qué? -.

" No te importa Potter, largo – señaló la puerta - Tus amigos se impacientan -.

" ¡JAMIE! -.

" ¡Sirius, no berrees¡Y NO ME LLAMES JAMIE! -.

" ¡JIMMY! -.

El chico de gafas echó una última mirada de curiosidad a Lily antes de reunirse con sus amigos y proceder al estrangulamiento de Sirius.

" Profesor Dumbledore -. Lily detuvo al director justo antes que éste abandonara el Gran Comedor.

" Ah, joven Evans¿qué le ha parecido el libro que le presté? – sonrió el excéntrico mago.

" Muy interesante, aunque no quería hablarle de eso -.

" ¿Sobre qué entonces? -.

La pelirroja sintió que iba a sonar ridículo que una gryffindor se interesara por un slytherin, pero ese hombre era Dumbledore, el mago más poderoso del mundo que siempre ponía nombres de dulces como contraseñas a su despacho.

" ¿Snape ha recibido malas noticias? –.

Los inteligentes ojos del director chispearon tras sus gafas de media luna.

" No me corresponde a mí divulgar la correspondencia de un alumno, aunque sí puedo decirle que no son horas para recibir cartas triviales -.

" Entiendo, y gracias -.

" Pase alguna tarde por mi despacho, me gustaría comentar sus descubrimientos sobre Luanna -.

" Cuente con ello, señor -.

Eran malas noticias, pero ¿cuales exactamente?. Se reunió con Thea y juntas salieron del Comedor para ir a encontrarse con su principal preocupación; Snape lucía la pesada capa de viaje y cargaba una mochila, su cetrino rostro era una máscara cuando cruzó ante las dos chicas camino de la entrada del castillo.

" ¿Qué habrá ocurrido? – se preguntó Lily en voz alta.

" Sufrimiento -. La voz de Althea sobresaltó a su amiga, por lo mucho que se asemejaba a la de Sofía – Un corazón que se desangra de pena y ausencia -.

El slytherin desapareció del otro lado del portón.

" Adelántate – le dijo Lily a la morena – Yo tengo que hablar con él -.

" Como quieras – cedió Thea – Lil... -.

La chica se detuvo para girarse un instante.

" Ah... suerte -.

Ella le guiñó un ojo y se marchó. Thea la contempló preocupada y algo irritada, odiaba presentir a todas horas las cosas malas, eso la estaba convirtiendo en una amargada. Empezó a subir hacia la torre perdida en sus pensamientos, por eso no reparó en una sombra al pie de las escaleras.

En el exterior, Snape esperaba sentado en el último escalón de gastada piedra gris. Lily se sentó junto a él provocándole un sobresalto.

" ¡Evans, qué demonios haces? -.

" Ayudar a un amigo -.

" Lily, vuelve dentro, él no debe verte conmigo -. El chico la agarró del brazo y se puso en pie con la intención de obligarla personalmente.

" No me iré hasta que hablemos¿y quien es ese "él"? – se resistió ella.

" Mi padre, viene a recogerme - explicó a toda velocidad, mirando al cielo de tanto en tanto; Lily juraría que nunca le había visto tan expresivo, mostrando una abierta ansiedad – No debe verte -.

" ¿Por qué viene? -.

Snape bajó la cabeza, ocultando su expresión pero no así el temblor que se había apropiado de su cuerpo.

" Severus, por Dios¿qué ha pasado? -.

" Mi madre... ha muerto -.

No eran malas noticias, era la cosa más horrible que podía acaecerle al sombrío muchacho según Lily.

" Ahora que ya lo sabes, regresa dentro -. Investido de su estoicismo habitual, la empujó hacia la puerta.

" No me da la gana -.

" Me estás poniendo en peligro, demonios -.

" Quiero ayudarte -.

" Pues vete de una maldita vez, imbécil perra mestiza -.

Lily se revolvió contra los empujones y, siguiendo uno de sus impulsos, abrazó al slytherin.

" No voy a dejarte solo¿entendido? -.

" Lily... -.

" Tú fuiste quién invocó la niebla intentando protegerme de tus propios compañeros, he escuchado tu voz demasiadas veces durante nuestros duelos como para no reconocerla, y me llevaste a la enfermería enseguida... -.

" ...suéltame... -.

" Eres un slytherin insufrible, desagradable hasta tal punto que te partiría la cabeza en ocasiones, pero te conozco y sé que aún tienes suficiente de humano como para sentirte fatal por lo que acabas de perder -. Notó como los temblores volvían con renovada fuerza al cuerpo que abrazaba – Conmigo no te hacen falta máscaras, Severus¿recuerdas, no hay nadie a quién pueda contarle nuestros secretos, no hay nadie a quién pueda decirle que eres un hijo que está destrozado porque ha perdido a su madre, el ser a quién más amaba en este mundo -.

El escudo de indiferencia y acritud se desmoronó junto con Snape. Lily se encontró de repente sentada en las escaleras, sosteniendo entre sus brazos al slytherin que lloraba como nunca lo había hecho y como sólo haría una vez más en el futuro; Snape se agarró a ella, sintiendo que ya nada le importaba lo suficiente en su vida a excepción de esa gryffindor mandona de cálidos ojos esmeralda.

Una sensación rara hizo que Lily volviera la cabeza hacia el gran portón, encontrando allí a Peter flipando en colores. El chico al verse descubierto se marchó corriendo. La pelirroja sintió como si se hubiera tragado un cubito de hielo sin masticar; maldijo en silencio, si Pettigrew se iba de la lengua podía darse por muerta en Gryffindor.

El muchacho de aire ratonil corrió cuanto pudo, que no fue mucho, para alejarse de la escena que acababa de contemplar. ¡Evans y Snape!. Se detuvo a recuperar el aliento, rebobinando todo lo que había escuchado. ¿Debía contárselo a los otros? James podía sufrir un paro cardiaco, aunque antes de morirse del disgusto se cargaba a Snape con la entusiasta colaboración de Sirius. Remus se pondría de parte de Lily, seguro. Mirándolo bien, la verdad es que no parecía buena idea informar a sus amigos; se enojarían y la última vez que ocurrió él se quedó en medio y abandonado.

Tomando atajos ocultos, no tardó en llegar a la Torre Gryffindor. La Sala Común estaba casi vacía, algunos alumnos de 7º preparaban unos trabajos de cara a los EXTASIS, otros de 5º parecían a punto de sufrir una crisis por los Encantamientos Repulsores y Althea leía tumbada frente a la chimenea. Peter subió a las habitaciones de los chicos todavía dudando qué hacer.

" ¡Ey, Pete¿dónde andabas¡ouch! -.

James y Sirius ya estaban con su acostumbrada batalla de almohadas. Remus salió de los cortinajes de su cama con el pijama a rayas y gesto de "estos no pasaron de los cinco años", aunque pronto recibió el primer almohadazo y se lanzó contra sus compañeros en plan salvaje. Peter se puso el pijama, esquivando como podía los lanzamientos de Sirius hasta que uno le dio en la cabeza despeinándole por completo.

" ¡PETER! -.

Los cuatro chicos se quedaron petrificados a media pelea, véase, James despanzurrado en la cama intentando atizar a Sirius que estaba encima suyo asfixiándole con la almohada, Peter colgado del cuello de Black por haberle arreado y Remus golpeando la morena cabeza con su respectiva almohada intentado liberar a James. Desde la puerta, Lily les dirigió una mirada de "estáis peor de lo que pensaba" antes de agarrar a Pettigrew del cuello del pijama y sacarle a rastras de la habitación.

" No es por nada, pero Evans tiene una manía muy rara de llevarse a todo el mundo a rastras – opinó James, emergiendo todo despeinado y acalorado.

" Tendrá complejo de troglodita – opinó Sirius, acabando a continuación estropiciado en el suelo tras el empujón de James - ¡Animal! -.

" ¿Y para qué querrá a Peter? -.

Sirius y James intercambiaron miradas de extrañeza con Remus.

Lily se detuvo poco antes de irrumpir en la Sala Común y soltó a un "acongojado" Pettigrew. El chico retrocedió un poco, preparándose para soportar la ira de la temperamental pelirroja.

" ¿Les has contado algo? -.

" No, nada de nada, te lo juro – le aseguró Peter.

Gran parte de la tensión de Lily se difuminó, dando paso a una actitud más amable.

" Menos mal... gracias por no decir nada -.

" Esto, sé que no me incumbe, pero... – se retorció las manos nervioso - ¿Tú... Snape? -.

" No te montes películas raras, Peter – dijo Lily, alarmada – No es como lo de Remus -.

" Ah¿entonces qué? -.

" Somos amigos, le conocí antes de entrar a Hogwarts y que nos pusieran en Casas diferentes -.

Peter guardó silencio unos instantes, parecía intentar hacerse a la idea de la posibilidad de tener un amigo slytherin, su cerebro empezó a resentirse del esfuerzo y abandonó.

" Imagino que Snape y amigo en la misma frase no te cuadra mucho -.

" La verdad es que no -.

" ¿Me guardarás el secreto, si Potter o Black se enteran... -.

" Sí, la bronca puede ser histórica -. Peter sonrió – No te preocupes, no se lo contaré -.

" Gracias -. Lily le dio un sonoro beso en la mejilla – Si te preguntan por qué te he secuestrado, diles que es porque me has estropeado unos apuntes de Encantamientos que te presté -.

" Ah, vale -.

La pelirroja se marchó y Peter volvió a su cuarto bastante desconcertado. Sus amigos le rodearon suspicaces al verle tan callado y rojo.

" ¿Se puede saber qué quería Evans? -.

" ¿Pete? -.

" Tío, reacciona... -. Sirius le paso la mano ante los ojos.

" No puede haberle lanzado una maldición – dudó Remus.

" Es eso, o la única neurona de Peter falleció... ¡ay! -. Los ojos grises de Black se clavaron homicidas en su pequeño amigo tras recibir una patada suya en la espinilla - ¿Qué pasa¿Acaso es el día "peguemos a Sirius" y yo no me he enterado? -.

" Me ha echado la bronca por estropearle unos apuntes de Encantamientos – farfulló finalmente Peter.

" ¿Para qué le pides apuntes a ella teniéndonos a nosotros? – le reprochó James.

" Ella es la mejor en Encantamientos -.

" Tiene razón, James – dijo Remus – Incluso Sirius y tú sufristeis algunas complicaciones con el encantamiento empático, no obstante Lily lo consiguió a la primera -.

" Siempre andas defendiéndola -.

" Porque, aunque vosotros sois mis mejores amigos, ella es mi mejor amiga – sonrió el licántropo.

" Ni lo intentes, Jamie -. Sirius hizo un gesto de negación con la mano – Nunca arrastrarás a Remsie a una discusión mientras no tenga cerca la luna llena -.

" Eso lo veremos... – entrecerró los ojos tras las gafas - ¡Pelea de almohadas! -.

Reanudaron la batalla dejada a medias, para gran alivio de Peter que sabía como se las gastaban sus amigos cuando querían averiguar algo.

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La llegada de Marzo hizo que las exigencias de los profesores aumentaran de manera directamente proporcional al tiempo que faltaba para los exámenes. Una relativa tranquilidad se estableció en el colegio ya que los máximos alborotadores andaban bastante ocupados; James entrenaba para el partido contra Slytherin a principios de Mayo, por añadidura tenía que estudiar a horas intempestivas con Sirius y Peter para convertirse en animagos. Althea siguió perfeccionando sus habilidades precognoscitivas, lo que tenía con los nervios de punta todo el día a Lupin. Lily repartía su tiempo entre el estudio, sus amigas, el irritante Snape, y las discusiones con James.

Así transcurrió Abril y los nervios se fueron crispando más y más conforme todos veían aproximarse el partido de quidditch serpientes contra leones.

" Evans -.

Lily acababa de salir de una tutoría con el profesor Myther, debido a unos problemas con los deberes y para tomar té con su, prácticamente, tío adoptivo. No esperaba encontrar a nadie en el pasillo, por eso le sorprendió ver a aquella alumna apoyada en la pared; grandes ojos de un pálido azul, largo cabello negro trenzado, expresión de orgulloso desdén y escudo de Slytherin en la túnica.

" Ah, hola Rookwood -. Lily había conocido a la chica en el baile y no le caía del todo mal, aunque le ponía nerviosa sin saber exactamente por qué.

" Tengo que hablar contigo -.

" ¿De qué? -.

" Vayamos a un aula, así estaremos más tranquilas -.

La slytherin no esperó respuesta, echó a andar convencida que la pelirroja la seguiría como así sucedió.

" ¿Qué quieres? – preguntó, algo molesta, Lily.

" ¿Estás al tanto de la apuesta que tengo con Potter? – replicó la otra.

" Sí, todo el mundo lo sabe -.

" Necesito tu ayuda para derrotarle – afirmó Claudia con su mejor sonrisa slytherin.

" Punto número uno: no sé que podría hacer para ayudarte, dos: no estoy segura de querer que mi Casa pierda ante la tuya, tres: yo no saco nada del asunto -.

" Gryffindor lleva más puntos acumulados que Slytherin, si atrapo la snitch antes que nuestros cazadores marquen demasiadas veces la Copa seguirá siendo vuestra, pero yo habré ganado a Potter – explicó la buscadora – Si le gano tendré poder sobre él durante un mes, digamos que estoy dispuesta a prestártelo durante los cinco primeros días -.

Era una oferta realmente tentadora, tener poder absoluto sobre James un solo día ya sería lo suficientemente interesante como para aceptar.

" Una semana – regateó Lily – Aunque aún no me has dicho qué puedo hacer para ayudarte a ganar -.

" Tengo un plan, escucha... -.

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N. de A.: He conseguido actualizar, y lo peor es que debería estar estudiando porque tengo un examen pero weno... Espero que os haya gustado, esperaré impaciente vuestros comentarios que, aunque no lo parezca, a veces tomo en cuenta para llevar la historia.

Esta vez siento no contestar los reviews, si me ponía a ello no subía el capi hasta dentro de dos días porque me habéis dejado muchos ( ¡20! O.o), lo que me ha hecho muy feliz :D. Agradezco todos y cada uno de ellos, además me alegra ver que se van sumando lectores nuevos. Solo comentar que la camiseta ingeniosa de Sirius ha tenido un éxito arrollador (sí, yo tb querría una XD ).

Voy a contestar un par de preguntas concretas que me han hecho:

Luna: las partes claves de la historia están escritas y pensadas, pero muchas veces me tomo libertades a la hora de rellenar los huecos y algunas situaciones o personajes cambian ligeramente, por ejemplo, no estaba pensado que Claudia tomase tanto protagonismo.

Ilmarë: la visión de Thea hace referencia a la soledad de Remus cuando "su manada" se disgrega, la traición de Peter, Sirius en la cárcel, los Potter muertos, Harry con sus tíos... El final del fic tomará algunos elementos de The Day, pero cambiará la forma narrativa y será mucho más amplio y con más detalles. Habrá escenas con Sevy como protagonista, me gusta mucho como personaje por su ambivalencia y complejidad como para no sacarle más rendimiento.

demalfoy: Lily no es descendiente de Ravenclaw. La visión de Thea hace referencia a la soledad de Remus cuando "su manada" se disgrega, la traición de Peter, Sirius en la cárcel, los Potter muertos, Harry con sus tíos... El resto de preguntas no puedo contestarlas porque te desvelo el fic entero XD.

patisuis: el fic llegará hasta último curso, pero tendrá continuación hasta la muerte de los Potter y algún capi especial más.

Besotes a todos. Hasta el próximo capi.