Disclaimers: Harry Potter, los personajes, los nombres y los signos relacionados son marcas comerciales de Warner Bros. Entertainment Inc., los derechos de autor de la historia "Harry Potter", pertenecen a J.K. Rowling; por lo tanto, son usados sin intención de lucro alguno, la historia paralela, al igual que los personajes originales, me pertenece en su totalidad, y no pueden usarse sin mi autorización, cualquier tipo de adaptación de esta historia está prohibida.
Hola, ojalá les guste, gracias por todo el apoyo.
Este aporte está participando en el Drinny-Con 2022, organizado este año por la página de Facebook "Drinny All The Way".
Palabra/Tema del día:
XXII. Helado.
Una de las mejores cosas que le había dado contratar a Amos Diggory como su asistente, secretario y posible pantalla para Julian McCarter, era su hijo, Cedric Diggory, era uno de los hombres más apuestos, geniales y caballerosos que conocía en el mundo, incluso se había cuestionado el por qué no se había enamorado de él en lugar de Harry, y después de Draco.
Bueno, posiblemente estaba en su subconsciente fijarse en patanes, imbéciles sin sentimiento, y no en buenos hombres, eso la tranquilizó.
—Es bueno que por fin aceptaras una cita conmigo –comentó Cedric.
—Dramático, hemos estado saliendo desde hace ¿qué? ¿Cinco meses? –Le sonrió divertida.
—Los mejores cinco meses de mi vida, si me lo preguntas, y por cierto, ya tengo listo la mayoría de los pequeños detalles que tenías que arreglar de la casa.
—Eres un sol –lo abrazó feliz, y el chico regresó el abrazo.
El hombre se levantó cuando ella por fin se decidió a qué sabor de helado pedir, y para su desgracia, notó a la mujer sentada en la mesa junto a la de ellos, era Pansy, que le dedicó una mirada seria, así que le puso los ojos en blanco y la ignoró, rogando que al igual que Harry, no pensara en cuestionarla.
—Espero que no se caiga nada, la chica me vio como si estuviera loco cuando pedí la sexta bola de helado.
—No pasará, tengo buen equilibrio –sonrió encantada.
—Eso espero.
—Pero… ¿crees que nos podemos ir? De repente no me siento nada cómoda aquí, y no quiero vomitar sobre mi helado, tanto antojo que tenía de el –se encogió de hombros.
—Tú y tus antojos, ¿cuándo se terminaran?
—No lo sé –se encogió de hombros –cuando los vómitos lo hagan –observó a Pansy –pero vámonos, por favor.
—Bien.
Ginny se puso de pie rápidamente, su pie se atoró con la pata de una de las sillas y el helado rozó su mejilla, haciendo que Cedric negara divertido, se acercó a ella y con el pulgar la limpió, se llevó su dedo a la boca y repitió la acción.
Los dos voltearon cuando alguien se aclaró su garganta, y para más irritación de Ginny, Draco Malfoy observaba con instintos asesinos a Cedric, que se había girado para optar limpiarla con una servilleta, ignorando el peligro junto a él.
— ¡Ginny! –Chilló Cedric cuando la pelirroja tiró el helado.
—Lo siento, se me quitó el antojo del helado, ¿podemos irnos?
—Pero… tienes al menos tres meses –se detuvo cuando Ginny negó suavemente –de acuerdo, ¿Ahora que se te antojo? –preguntó.
—Antojos, ninguno, ascos, muchos –gruñó –solo, por favor, vámonos de aquí, vamos a casa.
—Genial, puedo mostrarte todo lo que he quitado y los cambios que hice, te gustará como va quedando, será el mejor hogar que…
—Por favor –repitió.
La mano de Draco la sujetó rápidamente cuando iba a alejarse, para su fortuna la de Cedric sujetó la muñeca de Draco, en señal de que debería soltarla y ahorrar un escándalo.
— ¿Podemos hablar? O mejor dicho, ¿puedo hablar contigo? –Ginny hizo mala cara –ya sé que no me dirigirás la palabra, pero…
—Draco –Pansy se puso de pie rápidamente y lo sujetó del pecho, alejándolo ya que el agarre de Cedric no le importó ni un poco –creo que deberías dejarlos en paz –observó de uno a otro –no quieres hacer que una embarazada se sienta mal ¿o sí? –Sonrió incómoda a Ginny.
—Un enfado puede causar muchas cosas en un embarazo –coincidió Cedric, así que lo mejor que podemos hacer es no molestar a la madre.
Draco soltó a Ginevra y por lo tanto Cedric a él, la pelirroja le dedicó una mirada de desprecio a Pansy y a Draco y se alejó sin importarle el desorden que su helado había ocasionado.
—Disculpa por eso, pero se cayó el helado de los seis sabores –se disculpó Cedric y salió corriendo tras Ginny.
Draco observó a la pelirroja cruzar la calle y al hombre deteniéndola, la sujetó de la cara y ella le regaló una bonita sonrisa, antes de cerrar los ojos ante el contacto.
—Harry me dijo que ella vendría, pensé que podría…
— ¿Arruinar más las cosas? –Bramó Draco.
— ¿Arruinarlas yo? –Se burló –yo no fui la que le contó la verdad, pero si pensaste que me odiaría solamente a mí, que bueno que no fue así, planeaste ese encuentro por meses, Draco, dijiste que no había falla, bueno, pues la hubo, no contabas con que la monotonía en su relación no significaba que realmente ella no lo amara ¿cierto?
—Nada de lo que pasó estaba en mis planes –bufó.
—No te hagas el santo conmigo, te conozco desde hace años, escuchaste a Harry hablar sobre que estaba pasando una mala racha con ella, que si no lo solucionaban, podrían terminar, y aunque querías joderlo, el que realmente se jodió fuiste tú, ¿no es así? –Se burló –las cosas entre nosotros van muy bien, lástima que para ti, no.
