Disclaimers: Harry Potter, los personajes, los nombres y los signos relacionados son marcas comerciales de Warner Bros. Entertainment Inc., los derechos de autor de la historia "Harry Potter", pertenecen a J.K. Rowling; por lo tanto, son usados sin intención de lucro alguno, la historia paralela, al igual que los personajes originales, me pertenece en su totalidad, y no pueden usarse sin mi autorización, cualquier tipo de adaptación de esta historia está prohibida.
Hola, ojalá les guste, gracias por todo el apoyo.
Este aporte está participando en el Drinny-Con 2022, organizado este año por la página de Facebook "Drinny All The Way".
Palabra/Tema del día:
XXV. Póker.
Draco tenía al menos tres meses sin ver a Ginevra desde aquella vez en la recepción, pero los mensajes habían iniciado por los del concierto de su banda favorita y aunque le tomó tres días responder, después de ahí no habían parado en absoluto.
No quería hacerse falsas ilusiones, pero que ella no se hubiese acostado con nadie más después de él, incluso ni con su novio, le agradaba, después de todo lo que había pasado entre ellos, su último encuentro sexual de los dos, había sido entre ellos.
Aquella noche, la vio en su puerta, con su atuendo acorde al concierto, elevó una ceja y lo reprendió porque no estaba listo, así que usó lo que creyó apropiado, jeans, playera negra y chaqueta de cuero, y por supuesto, cabello desordenado.
Ella sonrió satisfecha y fueron hasta la bodega, el lugar era pequeño y los fans eran... bueno, fans, no tan jóvenes como ellos, pero tampoco tan viejos como los miembros de la banda, aun así, el ambiente fue sensacional, decir que no disfrutó estar con ella, viéndola corear todas las canciones a todo pulmón, era mentira.
Después del concierto que terminó temprano —porque la banda ya no tenía la juventud necesaria—, se juntaron con un par de motociclistas y fueron a otro lugar, un bar para ser precisos, que no le daba para nada buena espina, pero ella no dijo nada, entró alegre, riendo con aquellos dos hombres de al menos cuarenta y cinco años, y sentándose a la mesa.
Draco desconocía que ella era buena jugando póker, él era bastante malo, así que no aceptó jugar, no quería meterse en problemas más serios.
—Vamos, dile a tu noviecita que no se preocupe –dijo uno de los hombres, Draco iba a responder cuando Ginny rió.
—No es mi noviecita –respondió ella –es solo mi amiguita.
—Oh, ya veo, de esas amiguitas con las que te acuestas un par de veces, las preñas y las olvidas.
—Bueno, creo que tiene algo malo, no ha quedado preñada –se encogió de hombros.
—Quizás porque no me has cumplido –soltó Draco frunciendo el cejo.
Las burlas empezaron, la sonrisa de Ginny se ensanchó aún más en una clara muestra de diversión y negó.
—Pues deberías cumplirle, las chicas así, no esperan mucho tiempo –habló un tipo al otro lado del lugar.
—Lo pensaré –aceptó mostrando su cerveza y guiñando un ojo.
Las partidas de póker fueron bastante decentes, ganó un par de ellas y perdió otro, hasta que se hizo bastante tarde, así que se disculpó y se puso de pie, Draco inmediatamente la acercó a él cuando vio que unos hombres se acercaron a ella.
—Dudo mucho que un buen concierto de TWS vuelva a reunirnos –dijo el hombre que los había invitado –pero espero que vuelvan pronto.
—Eso haré –sonrió –pero tengo que trabajar y es momento de irnos.
—Además no es hora de traer jovencitas así –señaló a Draco.
—Cierto, su padre me odia –sonrió –hasta luego.
Draco prefirió mantenerse al margen de todo, se alejó con ella y salió del lugar, cuando estuvieron un poco lejos, pudo relajarse por completo.
—Debería pedir un uber –comentó Ginny.
La mano de Draco fue hasta ella y la atrajo a su cuerpo, sin esperar más, la besó, había estado muriendo por hacerlo desde que la vio en la puerta de su apartamento.
—Te amo –musitó en sus labios –no sé qué motivó tu cambio de opinión, pero no pienso desaprovechar un momento más.
—Draco –lo alejó de ella un poco.
—No, no me digas que quieres borrar lo que pasó, lo que sentimos y solo ser amigos, Ginevra.
—Es tarde, deberíamos...
—Deberíamos hablar sobre esto, no me has dejado verte, pero hablamos todos los días a todas horas, no puedes simplemente decir que no sientes lo mismo que yo, que no quieres que...
—Por favor, hablemos de esto mañana ¿sí? Realmente estoy agotada.
—Bien –dijo sin ánimo –por lo menos me hubieses dejado traer mi auto.
—No lo pensé –se encogió de hombros.
—Sí, eres una inconsciente –bromeó él.
—Ven, mejor caminemos un rato.
Draco la observó cuando lo sujetó de la mano y lo arrastró un poco antes de que se decidiera a seguirla, con una clara sonrisa en los labios, se había negado al beso, pero ahí estaban en una caminata tomados de la mano, como si fueran pareja.
—No sé si quiero perdonarte por completo todavía –le informó –pero si estoy segura de que quiero intentarlo.
—Tomate tu tiempo, no quiero presionarte a perdonarme y que al final, realmente lo hagas por presión y no porque realmente lo hagas.
—Gracias –sonrió y apretó su mano.
