Hacía tres días que sentía una presencia siguiéndole los pasos. No había dicho nada y seguía actuando como si nada pasara, como si sus habilidades ninja fueran tan buenas como para que él no la notara. En principio, se molestó cuando la sintió cerca, pero se relajó al pensar que no podía ser de otra manera. Sakura y el idiota de Naruto eran así y estaban dispuestos a ir en contra de su voluntad con tal de asegurarse de su bienestar.
Sasuke no tenía prisas. El viaje lo comenzó para expiar culpas, para ver el mundo, para intentar sentirse bien consigo mismo después de todo lo que había pasado en su vida y con la cuarta guerra ninja. Él mismo no sabía cómo estar con personas en ese instante y creía que lo mejor que podía hacer para sentirse en paz consigo mismo y volver a la vida en una sociedad pacifica, era eso. Lejos estaba de saber cómo arreglar su vida y sus sentimientos y alejarse parecía ser la mejor idea que podía ocurrírsele. Se consideraba un genio y renegaba de sus escasas ideas para ello. Incluso, para la lidiar con la mujer que lo seguía.
Hacía más o menos dos meses que abandonó la aldea de la Hoja y hasta ahora lo había encontrado. Mientras caminaba, se preguntaba si habría tenido ayuda de alguien más o si lo había conseguido por mérito propio. Admitía que Sakura había cambiado mucho desde que él la dejó en un banco de la aldea cuando todavía no eran más que dos niños sin tener ideas de cómo lidiar con el futuro. Ahora, no sólo era una ninja poderosa, se había vuelto una mujer de temer, lejos de la niña estúpida que solo gritaba y lloraba cuando era pequeña. Le sorprendía el cambio de ella. Si hubiese sucedido entonces, la imaginaba llorando y no tomando cartas en el asunto para seguirlo por sus propios medios.
Casi al atardecer, se instaló en un campamento bastante básico. Apenas encendió una fogata y cazó algo por su cuenta. No contaba con mayor equipamiento y la comida con la que había salido de la aldea ya se le había terminado hacia rato. Así que dependía de sus propios medios y nada más que ellos. Alzó una pata del conejo que estaba asando y se preguntó si Sakura tendría medios para conseguir su propia comida. Ella seguía sin hacer ningún tipo de aparición frente a él y en parte, estaba poniéndola a prueba esperando ver cuánto tiempo iba a tardar en salir a buscarlo. Sasuke creía que ya se estaba tardando, considerando que siempre había sido una mujer por demás pegajosa e intensa. Antes le molestaba, pero… no estaba mal.
—Tonterías —dijo al darse cuenta de lo que estaba pensando y centró su atención en la comida. Al terminar, se acostó al lado del fuego y durmió. Empezaría su viaje en la mañana temprano y con suerte, llegaría al país del arroz antes del mediodía. O eso esperaba.
La lluvia lo despertó antes de que amaneciera. Unas grandes gotas frías habían caído sobre su rostro haciéndolo abrir los ojos antes de que se largara un chaparrón más fuerte. Buscó cobijo debajo de un árbol y sacó su capa para la lluvia. Se la colocó y lo primero que hizo casi de manera inconsciente fue buscar a su alrededor intentando hallarla con la mirada. Sasuke corrió las gotas de agua de su cara y secó la palma de su mano en su pantalón y en cuanto la localizó, fue como si estuviera en paz para seguir adelante. No se preocupó por más. El clima era bueno dentro de todo y podían continuar y llegar a alguna posada antes de la noche. Por eso mismo, no quiso quedarse ahí, sino continuar su viaje juntos, aunque separados.
Con el correr de los minutos, el agua intensificó su fuerza y lo que esperaba que fuera una suave lluvia de verano, se convirtió en una tormenta. Con el suelo lodoso y el peligro de que el agua los hiciera resbalar y lastimarse, se detuvo debajo de un árbol, quitándose la capucha y mirando el cielo. Su plan acababa de ser frustrado por culpa del mal clima. Si era por él, no lo consideraría algo importante, su problema es que estaba ella cerca y no quería ponerla en peligro.
Sin embargo, no tomaba en cuenta que no eran los únicos que estaban cerca. Sasuke se puso en alerta cuando sintió a más personas en los alrededores. Pensó que podría ser alguien buscándolo a él, algún ninja renegado, muchas ideas pasaron por su cabeza buscando su espada debajo de su capa, apretando la empuñadura, listo para empezar cualquier batalla. Estaba a la defensiva, esperando cualquier movimiento contra él, pero al girar su cabeza, pudo ver que no era su objetivo, sino ella. Y era lógico pensarlo. Era una mujer, sola y podría pasar por una presa fácil a los ojos de cualquier desconocido. Él sabía que ella podía con cualquier problema que se le pusiera en frente, pero no era de los que les gustaba quedarse de brazos cruzados cuando podía anticiparse.
Los siguió, rápido, sacó la espada y apareció detrás de uno de ellos, atacándolo y tirándolo al suelo con una herida de gravedad. Contó dos personas más y no tardó en seguir sus pasos. Sakura estaba en la copa del árbol y saltó directo hacia ella, subiendo de rama en rama, se colocó delante de ella, quien apenas había reaccionado para sacar un kunai. Sasuke, blandió la espada, haciéndole perder el shuriken a su contrincante y cortándole la mano en el proceso. Saltó y le dio una patada que lo hizo caer de la rama. El ninja hizo una pirueta y se sostuvo de una de las ramas inferiores sacando varios kunais y lanzándolos. Sasuke, saltó a su encuentro, esquivándolo con un jutsu de sustitución, llegando detrás del ninja para cortarle el cuello y patear su cuerpo al suelo. Después de eso, el tercer ninja huyó. Lo vio sacar una bolsa de su compañero caído y desaparecer entre la espesura del bosque y la lluvia. Él no tenía interés en seguirlo, no quería pelear y por lo que había visto, sospechaba que eran unos simples ladrones o traficantes. No tenía mucha idea, pero no los vio con habilidades como para mantener una batalla con él como para preocuparse por seguir su rastro.
Sacudió la espada y la envainó de nuevo cuando Sakura apareció frente a él.
—Lo siento —dijo ella bajando la mirada y jugando con sus dedos, apenada. Apenas mantenía la vista entre sus manos y él, como si fuera una niña a punto de ser regañada por él.
—Está lloviendo. Cúbrete —dijo Sasuke levantando la capucha de la capa de Sakura— ¿no estás herida?
—No —sacudió la cabeza rápidamente —me salvaste —sonrió y de pronto, se relajó al ver que Sasuke no estaba enojado con ella, pero lo veía levemente molesto— ¿tú estás bien?
Sasuke se mantuvo en silencio unos minutos. No sabía si decirlo o no. Realmente, pensaba que ella iba a salir a su encuentro primero, pero a la primera que la vio en peligro, él no pudo mantener sus propias reglas y fue a buscarla. Y se sentía extraño por ello.
—Estoy bien —respondió de manera tranquila y secando su palma de la mano en la capa, tomó la mano de ella— vamos —hizo un gesto con la cabeza para que la acompañara. Los ojos de Sakura brillaron de la emoción y la sonrisa se amplió tanto en su rostro que podría no caber tanta felicidad en una sola persona.
—¡Sí! ¡Vamos juntos! —exclamó emocionada y se colgó del brazo de Sasuke, apoyando la cabeza en él, a pesar de tener la capa mojada, estaba tan feliz que no le importaba.
Él iba a decirle algo, pero al ver su gesto, se contuvo y la dejó ser. Estaría bien que hicieran el viaje juntos y descubrieran más del uno del otro en el proceso. Estaría bien no estar solo por una vez. Incluso, estaría bien dejar sus sentimientos fluir por ella, al menos, por esta vez.
¡Hola, gente linda! Fic nuevo con mi NOTP y en el modo difícil
【Difícil】 Ahora son pareja. No puedes separarlos por nada del mundo, ¡Dales un final feliz!
Costó un montón, pero aquí están, los dos felices.
¡Un abrazo!
