Los personajes pertenecen a la asombrosa Stephenie Meyer. La historia salió de mi loca cabeza. No se puede publicar en ningún otro lugar sin mi autorización.
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— Te dije que ya era tarde. — Edward no dejaba de regañar a un medio dormido Emmett, quien hacía todo lo posible por enfocarse en no salirse del camino o atropellar a alguien. — El auto pudo haber esperado un par de días más, ya casi es mi día de descanso.
Después de terminar de lavar los platos el día anterior, Emmett decidió revisar ambos coches para cerciorarse de que todo estuviera bien, fue ahí que notó el fallo en el volvo de Edward y tomó cartas en el asunto.
— Debí hacerte caso y pedir un taxi... — masculló Emmett entre dientes con fastidio.
Nada malo le había pasado al coche de Edward, Emmett estaba más que acostumbrado a su humor filoso cuando estaba lejos de su adorado Volvo. Debía estar en el taller mecánico por un día entero para su mantenimiento, pues el kilometraje requería que le echaran un ojo de vez en cuando.
Por supuesto, nada de esto le interesaba a Edward.
— ¿Qué dijiste? — siseó el cobrizo, dirigiendole una mirada de muerte a su novio.
— Que estoy muy feliz de ser el afortunado que aguante tus berrinches. — dijo Emmett en tono meloso, volteando con una perezosa sonrisa.
Edward bufó fastidiado, miró por décima vez la hora en el tablero de la gigantesca camioneta de Emmett. El grandote siempre era un exagerado con la seguridad, sobre todo en los automóviles, por más que Edward había intentado convencerlo de esperar un par de días más… siempre hacía lo que se le daba la gana…
La gran Hummer entró en el extenso estacionamiento del hospital de alta especialidad, Edward se sentía orgulloso de trabajar como cirujano en tan prestigioso instituto.
—¿Ed? ¿Estás muy molesto? — preguntó finalmente el pelinegro al momento en que se detuvo cerca de la entrada lateral, la que era para el personal. El susodicho solo le dirigió un gruñido, inclinándose para tomar su mochila y poder salir de forma rápida. Emmett, al ver el movimiento enfadado lo tomó del brazo. — ¿Ed? — insistió.
Edward se quedó quieto, esperando que Emmett terminara de hablar para poder irse. Ya se le hacía lo suficientemente tarde para retrasarlo más. Resignado, miró hacia la dirección de su amado e inmediatamente cerró los ojos. Emmett tenía esa sonrisa sacarrona que salía a relucir cada que estaba a punto de salirse con la suya.
Emmett se inclinó sobre Edward para cerrar la puerta del coche, a continuación, tomó el rostro de Ed con ambas manos y se acercó. Dejó un par de besos ligeros sobre la nariz del cobrizo, haciendo que se relajara.
Con un suspiro, Edward cayó en la trampa y abrió los ojos de mala gana.
—Vendré a buscarte cuando salgas e iremos por tu auto… — susurró muy cerca, unos cosquilleos muy peculiares se extendieron por las mejillas de Edward al sentir las pestañas de Emmett rozar su piel.
El castaño dejó un suave beso contra los labios de Emmett, pero este, al no estar satisfecho, lo atrajo con un poco más de fuerza tomando su labio inferior entre los suyos, succionando débilmente.
Ambos contuvieron el aliento mientras de forma lenta disfrutaban la sensación, Edward tomó las muñecas de Emm, pero no para alejarlo, sino para retenerlo contra sí el mayor tiempo posible.
Los límites parecieron empezar a desvanecerse cuando Ed separó los labios en una clara invitación que el pelinegro no desaprovechó. Emmett hizo su maniobra, sabía que botones presionar para dejar desarmado a su pareja; recorrió de forma suave con su lengua la parte interna de los labios de Edward, haciendo que lanzara un gemido.
Habiendo logrado su cometido se separó con esa estúpida sonrisa de nuevo en su rostro. Soltó una risa desvergonzada cuando Edward lo tomó por el cuello de la camisa y lo volvió a besar de forma más intensa.
—Se te hará tarde. — intentó decir contra el movimiento de los labios de Edward sobre su boca.
—Más te vale llegar puntual. — eso fue todo lo que respondió el joven médico.
De nuevo, tomó su mochila y su bata médica con otro suspiro. Le dio una última mirada a Emmett antes de cerrar la puerta, y le sonrió cuando este le dirigió un guiño coqueto.
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Este me gustó jajaja ¿qué opinan? Cortito pero bonito jaja Mil gracias a las chicas que han dejado sus comentarios! A mi hermosa Saturnito, a jupy, y a francee!
Si tienen curiosidad, las imágenes de cada cap se suben en mi hermoso grupo de Facebook 'Twilight Over The Moon'. Deberían darse una vuelta por allá jeje
No olviden dejar un comentario.
¡Nos leemos pronto!
