Los personajes pertenecen a la asombrosa Stephenie Meyer. La historia salió de mi loca cabeza. No se puede publicar en ningún otro lugar sin mi autorización.

.

.

.

Edward estaba enfadado, muy enfadado con Emmett. Habían tenido una discusión después de la comida, y solo cuando Emmett había mencionado la extraña actitud de Edward.

Me dejaste una marca en el cuello, Emmett, sabes que lo detesto. — había explotado sin poder soportarlo más.

No parecías molesto cuando la hice. — había replicado Emmett con ironía.

Me da igual si me dejas alguna marca, Emmett. Pero sabes que no puedo dar esa imagen en el trabajo, ¿y si no hubiera sido mi día libre? Todos se estaban riendo, por el amor de Dios. — Edward se había tirado en el sofá entonces, cubriéndose el rostro con el antebrazo.

Emmett lo miró sin entender el punto. Le había dejado marcas a Ed antes, en realidad, se notaba que Edward lo disfrutaba.

No puedo creer que te importe tanto lo que piense la gente. Solo es un moretón, por Dios. — Emmett rodó los ojos.

Y yo no puedo creer que aún no entiendas que tengo que mantener un perfil profesional. — Edward lo miró, poniéndose en pie.

¿Qué? ¿Ahora te avergüenzas de mí? — Emmett extendió los brazos con bravuconería.

Edward lanzó un grito frustrado, aventando el cojín que tenía en la mano por la habitación. Emmett ni siquiera se inmutó ante el despliegue de agresividad.

— No voy a aguantar esto. — masculló con los dientes apretados. Se dio la vuelta hacia las escaleras.

— ¡No he terminado de hablar! — le gritó Emmett cuando el cobrizo ya iba a la mitad del camino.

Edward ni siquiera le miró, se perdió por el pasillo y se escuchó un portazo muy fuerte. Seguramente se ha encerrado en su estudio.

.

.

.

Justo ahora, Edward seguí encerrado en su estudio. Eran consciente que había exagerado solo un poco… pero esa discusión ya la habían tenido varias veces. Cuarenta minutos después, Emmett no se había dignado a asomar sus narices para checar a Edward. Mejor. No estaba seguro de poder tener una conversación lógica sin enfadarse de nuevo.

Tal parece que lo he invocado con los pensamientos, pensó Edward con sentimientos mezclados. Una parte de él se alegraba de la personalidad conciliadora de su novio, estaba seguro que si fuera de otra forma su relación habría terminado hace mucho tiempo.

Emmett entró sin decir una palabra, caminó y se sentó en el sillón de la esquina, fuera de la vista de Edward. Él ni siquiera reaccionó, fijó su vista en el expediente que había sacado anteriormente para repasarlo (en realidad no lo había leído, pero servía en ese momento para ignorar a Emmett y disimular que estaba ocupado).

—¿Sigues molesto? — dijo Emmett de forma tímida. Edward ni siquiera lo miró. — Lamento que te sintieras mal durante las compras.

Edward suspiró, y murmuró palabras sin sentido, no queriendo ponérselo tan fácil, pero sin poder permanecer molesto más tiempo, no podía estar enojado con este hombre. Ambos habían tenido parte de la culpa por reaccionar de esa forma. Alzó la mirada hacia su rostro y vio la pena cambiar sus facciones, terminando en su clásico puche marca Emmett.

No podía estar enojado con este hombre, Edward suspiró.

Sonriendo ligeramente (obviamente sintiendo su triunfo cerca), Emmett se puso en pie y se detuvo detrás de Edward. Lentamente empezó a masajear sus hombros, soltando un suspiro resignado, dejándole creer a Edward que podía seguir enojado más tiempo.

Emmett empezó a repartir besos por la mejilla de Edward de forma lenta. Las manos que hasta ahora se habían mantenido sobre sus hombros, se empezaron a deslizar hacia su pecho, deteniéndose unos segundos sobre sus pezones y más abajo.

Paso a la siguiente hoja del expediente, sin mirarlo realmente. Todos sus sentidos empezaban a llenarse con la presencia del gigante territorial que estaba detrás de él.

Edward suspiró con algo de dificultad, pero no dijo absolutamente nada, dejaría que Emmett insistiera un poco más.

— ¿Estoy perdonado? — susurró Emm inocentemente, ahora deslizando sus atenciones por el largo cuello del cobrizo. Le ofreció una delicada y lenta lamida sobre la marca que había dejado esa mañana.

A Edward se le atoró la respiración en la garganta. Detestaba que Emmett tuviera ese efecto en él. Sobre todo, cuando estaba haciendo todo lo posible por permanecer enfadado.

Un escalofrío le recorrió la columna cuando las manos de Emmett pasaron por sus caderas y sobre sus muslos, dio un apretón y volvió su recorrido hacia arriba. Y, como siempre, su miembro estaba ignorando los esfuerzos de su cerebro, dándole a Emmett exactamente la reacción que esperaba.

Cuando las manos volvieron a pasar por su pecho a Edward se le escapó un gemido que hizo sentir a Emmett triunfante. Había ejercido presión sobre los hombros de hacia arriba, por el cuello, Edward no recordaba algo que se sintiera tan bien.

Emmett le subió la playera a su novio, dejando expuesto su marcado abdomen, se tomó el tiempo de deleitarse con las vistas.

— Solo quiero que entiendas que eres mío. — volvió a murmurar Emmett, yendo directamente al botón y la bragueta de los vaqueros oscuros de Edward.

— No necesitas una marca para eso. — jadeó Edward con anticipación.

Emmett abrió totalmente los jeans, bajando los un poco. Deslizó la mano dentro, acariciando la erección por sobre la ropa interior ajustada. Le dio un apretón y Edward saltó un poco en su lugar, frunciendo el ceño con concentración.

— Tienes razón. — con un movimiento, Emmett logró sacar el miembro duro y listo de Edward, mirándolo erguido suspiró de placer. — Pero, me encanta. — dijo juguetonamente. Guió su mano desde la base del miembro hasta la cabeza, en una lenta y tortuosa bombeada. Los ojos de Edward rodaron hacia atrás cuando Emmett trazó círculos lentos en la punta con su dedo pulgar.

Sus caderas me movieron contra la mano de Emmett de manera inconsciente, y su cabeza cayó hacia atrás descansando sobre el hombro de su novio.

— Por favor... — murmuró bajo su aliento, intentando que Emmett moviera su mano.

— Dilo. — respondió a su petición. Complaciéndolo, empezó a bombear de arriba abajo de forma lenta, los labios de Edward se entreabrieron, dejando escapar un silbido de placer.

— Di que eres mío, amor. — volvió a exigir, ahora sobre los labios del cobrizo, dificultándole respirar correctamente.

Aceleró los movimientos de su mano, ejerciendo más presión sobre el miembro.

— Si. — exclamo Edward. Todo su cuerpo se puso en tensión por su próxima liberación, sus manos se aferraron fuertemente en los descansa brazos de la silla.

— Tienes que decirlo. — tanteo Emmett reduciendo la velocidad.

Edward se quejó, intentando mover sus caderas y obtener alivio.

— Soy tuyo, maldita sea. — gruñó Edward abriendo los ojos.

Ambos compartieron una mirada silenciosa, hasta que el pelinegro sonrió con arrogancia.

— Si, lo eres. — sus movimientos empezaron a acelerarse de nuevo, causando un jadeo entrecortado a Edward.

En su desesperación, tomó a Emmett por el cabello, estrellando sus labios en un beso casi doloroso. Ninguno se quejó.

— Emmett. — jadeó Edward durante el segundo que se separaron. Su advertencia de que estaba a punto.

— Dámelo, Eddie. — susurró Emmett sobre su oído.

Dejándose llevar, Edward siguió aferrándose al cabello del más grande, intentando anclarse de algún modo a la tierra, a salvo del más de sensaciones que estaba experimentando.

Un par de bombeadas más fueron necesarias para que Edward se corriera a chorros sobre su ropa interior y sus vaqueros, incluso llegando a manchar un poco su propio escritorio.

Emmett aminoró los movimientos, pero no se detuvo, deseando que Edward disfrutara a plenitud su orgasmo. Se detuvo solo hasta que Edward tomó un tembloroso suspiro, y un escalofrío le recorrió todo el cuerpo. Emmett continuó dejando besos ligeros con el cuello de Edward, apoyando su frente con la de él.

— ¿Qué haré contigo? — suspiró Edward contra sus labios.

Emmett soltó una risa traviesa, besando lo una última vez.

— Se me ocurren un par de cosas. — dijo mientras colocaba el miembro, ahora flácido, de Edward dentro de sus pantalones.

.

.

.

¡Y al fin tenemos actualización! Jajajaja Le estaba dando los últimos toques al cap… ya estoy por terminar el siguiente, así que espero que mañana también podamos tener actualización n.n No olviden dejar un lindo comentario n.n Y si les interesa, pasen al grupo Twilight Over The Moon, allí suelo publicar varias locuras para pasar un buen rato jeje

¡Nos leemos pronto!