Los personajes pertenecen a la asombrosa Stephenie Meyer. La historia salió de mi loca cabeza. No se puede publicar en ningún otro lugar sin mi autorización.

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Después de haber respirado unos segundos, Edward se puso en pie frente a su novio. Emmett le dio una sonrisa traviesa mientras se llevaba los dedos a la boca, saboreando los residuos de semen que habían caído descuidadamente sobre su mano.

Edward lo atrajo por las solapas de su camisa y presionó violentamente sus labios contra los de él, en un beso hambriento. Empujó a Emmett contra la pared cerca de la puerta y se restregó cuando este lo tomó por las caderas fuertemente, jadeando.

— ¿No puedes estar un momento sin causar problemas? — respiró Edward sobre su boca, presionando más a Emmett contra la pared.

Como si ni pudieran estar lo suficientemente cerca, Emmett lo apretó más contra sí.

— ¿No puedes dejar de preocuparte por todo? — le devolvió de la misma manera.

Edward gruñó frustrado. Aunque el sexo de reconciliación siempre era muy bueno, eran estas pequeñas peleas las que desgastaban a Edward.

Abrió la puerta con un movimiento brusco y jaló a Emmett por todo el pasillo hasta su habitación.

Emmett sonrió satisfecho por haber sacado a Edward de sus casillas. Siempre era una delicia de ver. El cobrizo le empujó hacia la cama, haciéndolo caer de espaldas y se montó encima, aún con el ceño fruncido.

Los besos ya no eran furiosos como antes, iban adquiriendo profundidad, y Emmett casi aúlla del placer cuando Edward le introdujo la lengua entre los labios al tiempo que su mano se colaba debajo de su pantalón. Sus caderas se movieron al sentir el apretón firme que le daba a su miembro.

Enderezando su cuerpo, Emmett se alejó un poco de Edward para poder quitarle la camisa en un rápido movimiento, los movimientos de Ed sobre su cinturón le dieron el mismo destino sobre el suelo a sus pantalones y calcetines.

Edward se extendió sobre Emmett, pegando sus pechos, pero dejando su culo al aire, dando pequeños saltos que estaban enloqueciendo a Emmett.

Sin aviso, Edward se levantó de la cama y sacó una larga caja de debajo de la cama, donde guardaban sus posesiones secretas. No le dio oportunidad a Emmett de ver qué es lo que había agarrado, cuando pateó la caja de regreso y se volvió a montar sobre él, pero esta vez dándole la espalda. De esta forma Emmett no podía ver absolutamente nada.

Edward se hecho un poco hacia atrás con la intención de tener más espacio, moviendo juguetónamente el trasero en dirección al pelinegro, rió cuando este le dio una sonora nalgada en una de las mejillas de su culo.

— ¿Qué planeas? — dijo Emmett sonriendo con anticipación. Él amaba cuando Edward tomaba el control.

El cobrizo no respondió. Empujó un poco los muslos del grandote, instándolo a abrir las piernas para tener más espacio con el qué trabajar. Antes de que pudiera decir algo más, Edward acarició suavemente la base del eje, presionando a consciencia, tomándose su tiempo. Rozó desde el abdomen, los muslos, rodeando y presionando toda la zona hasta el inicio de sus nalgas.

El miembro del pelinegro dio una sacudida cando Edward sintió moverse hacia arriba, Emmett había inhalado profundamente.

Fue entonces que Edward empezó el verdadero trabajo. Al principio eran solo caricias con las yemas de los dedos, pero, usando los pulgares, recorrió con un ligero masaje circular todo el eje. Sintió la delgada piel tensarse debajo de su palma y vio cómo las venas parecieron hincharse.

Edward se sorprendió al sentir cómo todo su cuerpo se inclinaba hacia adelante, echando una mirada hacia atrás se dio cuenta que Emmett se apoyaba ahora en los codos, respirando más agitadamente. Un largo y tembloroso gemido llenó el silencio cuando Edward concentró sus atenciones en la base de la cabeza del glande, descontrolando a su novio.

Pensando que este era un buen momento, Edward tomó la vara vibradora* y la encendió si más, sonriendo juguetonamente cuando sintió a Emmett tensarse debajo al escuchar el característico zumbido. Ajustó el aparato a una velocidad baja, colocándolo justo en la entrada del pelinegro, separando un poco las nalgas. Dejó caer delicadamente los testículos sobre el aparato, dejándole sentir la suave pero constante vibración. Movió el interruptor para subir dos niveles más intensidad.

No fue sorprendente cuando Emmett contuvo la respiración y, acto seguido, empezó a mover las caderas de forma frenética. Sin tener algo con lo qué sostenerse, el grandote se sujetó de las sábanas como si su vida dependiera de ello, presionó la cabeza contra la almohada casi violentamente y apretó los dientes.

— E-Ed-d… aaah… — su respiración era superficial y rápida, muy ruidosa al salir por entre los dientes. Clavó los talones en la cama, intentando impulsarse hacia arriba.

Su mente estaba dividida entre, alejarse de la intensa vibración que estimulaba zona tan sensible, o acercarse insistentemente para poder obtener la liberación. Emmett no tenía una jodida idea de lo que quería.

Edward se sentó más derecho y bajó un poco las caderas para impedir que Emmett se moviera más. Emmett aprovechó la oportunidad para erguirse levemente y poder rodear el estómago del cobrizo. Usándolo como ancla para no perderse en las sensaciones.

Humedeciendo un poco los dedos con saliva, Edward recorrió con ambas manos el miembro frente a él, de arriba abajo y, en combinación con el líquido pre seminal que comenzaba a salir, pronto tuvo a Emmett al borde, gimiendo pausadamente e intentando controlar su respiración.

— Solo quiero que entiendas que eres mío… — dijo Edward con algo de burla, recordando lo que le había dicho Emmett en su estudio.

Emmett resopló apretando su agarre alrededor del cobrizo, murmurando dios sabe qué contra su espalda.

— No hay nadie más con el que planee pasar el resto de mi vida… — gruñó Emmett ya casi sin sentido.

Moviéndose de forma rápida, Edward pasó sobre su novio y lo besó lentamente cuando estuvieron cara a cara. El pecho de Edward se apretó con emoción cuando vio amor en la mirada gris de Emmett, a pesar de estar loco de placer, aún era capaz de hacerle ver su corazón a Edward.

Emmett le tomó el rostro con ambas manos con urgencia, sintiendo aumentar las sensaciones de todo su cuerpo. El cobrizo guió sus besos a la línea de la mandíbula, sabía que, si quedaba al alcance de Emmett, este aprovecharía la oportunidad para hacerle otra marca.

— Edward, oh dios… me voy a correr… — soltó Emmett bajó su aliento con urgencia contenida. El mencionado llevó su mano hasta el miembro de su novio y lo recorrió con lentitud por toda su extensión, dando especial presión al glande de la cabeza. — Me voy a correr, me voy a correr, me voy a correr… — a estas alturas la voz de Emmett no era más que un susurro.

Movió rápidamente las caderas al sentir acercarse el orgasmo. Cerró fuertemente los ojos ante la intensa oleada de placer que lo noqueó de forma arrolladora. Todo su cuerpo se contrajo y, tirando su cabeza hacia atrás, no supo del mundo por unos deliciosos segundos. Edward aprovechó el movimiento para besar su cuello y poder escuchar la larga pausa en la respiración de Emmett, dando una larga lamida cuando esta empezó de nuevo.

Cuando Emmett empezó a temblar de nuevo, Edward se estiró para retirar la vara y colocarla a un lado, apagada. Algunas veces, cuando un orgasmo es muy intenso, la continua estimulación puede volverse incómoda e incluso dolorosa.

Con un último beso, Emmett soltó un suspiro, totalmente exhausto.

Edward estaba por moverse, pero Emmett le rodeó con los brazos rápidamente para impedir que se alejara. Girando hacia un lado, acercó al cobrizo a s pecho y respiró el olor de su cabello con deleite. Cerró los ojos al tiempo que dejaba un beso y sentía a Edward rodearle con los brazos, relajándose contra él.

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*Por si no saben qué es una vara vibradora jejeje es una herramienta que normalmente sirve para dar masajes jeje es una base larga de plástico y en una de las puntas tiene como una pelotita grande y ancha que vibra. Algunos modelos son grandes (unos 30 o hasta 40 centímetros) y otros con pequeños (pueden caber en la palma de la mano). Pueden funcionar con baterías o se pueden conectar a la corriente.

¡Tará! No sé por qué tardé tanto en subir este cap jajaja… creo que tal vez me daba un poco de penita… pero pos ya está jeje

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¡Nos leemos pronto!