¿Cómo superar un desamor?

Capitulo 1: Nuevas prioridades

En los jóvenes, las tradiciones son algo habitual para fortalecer lazos entre amigos, pasar el rato, algo que los haga olvidarse de la vida estresante del instituto. Una de las más conocidas, era el primer sábado del mes, pues la "Discoteca Remolino Rojo" hacia una gran fiesta agradable y sin muchos excesos que pusiera en peligro a los jóvenes que eran parte de estas parrandas nocturnas. Este lugar era perfecto para tomar, bailar, conversar, conseguir pareja, hacer bromas, pelear, se podía hacer de todo un poco. Y como era habitual, varios de los grupos de amigos se reunían o juntaban unas horas o minutos antes, para llegar juntos. Pero la discoteca empezaba a las 6:00 de la tarde, y siendo en estos momentos las 7:10, Rin miraba impaciente su reloj con molestia, pues estaba muy retrasada y todo era culpa de sus supuestos amigos. En eso, su celular sonó, a lo que ella contesto rápidamente sin ver quien le llamaba.

— ¡¿Dónde estás?! – hablo la chica con molestia - ¡¿Sabes que ya vamos retrasados?!

Eh… yo iba a preguntarte lo mismo – la voz de Natsu se escuchó al otro lado de la línea - ¿Dónde estás?

— En mi casa, esperando a Obito y Kakashi – respondió la chica con pesar – se supone que cada vez que vamos a la fiesta del mes, ellos llegan por mí en el taxi para compartir el viaje

Y déjame adivinar, Obito siempre pagaba tu parte – el silencio de Rin, solo hizo suspirar a la peli verde – pues, no sé cómo decirte esto, pero ellos ya están aquí, desde hace mucho rato. Podría apostar que fueron de los primeros en llegar…

— ¡¿Cómo que ya están allá?! – con solo escuchar eso, colgó el teléfono con enojo - ¡Me va a escuchar ese Obito!

Enojada, Rin detuvo un taxi y le pidió que le llevara a la discoteca rápidamente. Unos minutos después, la chica llego un poco despeinada por el estrés, haciendo que su atractivo vestido de una sola pieza de tono morado, ya no resaltara su belleza. Al llegar, vio como Anko conversaba animadamente con alguien, aunque no pudo distinguir nada; vio como Asuma intentaba convencer a Kurenai para bailar en la pista, y también vio a Natsu conversando con la chica Ayame que trabajaba en la cocina del instituto. En eso, encontró a su víctima. Obito se encontraba en la barra compitiendo contra Guy y Hayate en un concurso de bebidas, donde aparentemente Guy parecía que iba a perder rápidamente, mientras Kakashi los grababa con una cámara. Cuando terminaron, Rin se acercó rápidamente a Obito con mucha molestia.

— ¡Hola Obito! – hablo la chica asustando a su amigo

— Rin, me asustaste – el peli negro solo se sobre salto mientras recuperaba la compostura - ¿Dónde estabas? Creímos que no vendrías

— ¡¿Cómo que donde estaba?! – la chica saco su celular para mostrar la hora - ¡Se supone que siempre pasan por mí para llegar juntos!

— ¿No viste el mensaje de Kakashi? – pregunto el Uchiha un poco nervioso

— ¿Cuál mensaje?

La chica reviso su celular, viendo como siempre muchos mensajes de Obito que siempre solía ignorar, pero ninguno de Kakashi, los cuales siempre esperaba. Vio el ultimo de Obito, el cual le sorprendió: "Rin, soy Kakashi. Obito, Guy y yo nos iremos con Hayate que nos ofreció un aventón a la discoteca. Nos vemos allá."

— No pude enviarte un mensaje con mi celular porque se me acabo la batería – señalo Kakashi donde estaba cargando el suyo – además debiste suponer por lógica que, si no llegábamos, podrías haberte venido tu sola

— Bu-bueno, supongo que debí revisar mejor mi celular – Rin se quedó esperando alguna palabra más, pero Obito fue jalado por otros chicos

— ¡Vamos Obito, los otros sujetos del instituto rival también quieren un desafío de tragos! – llego Hayate tosiendo un poco

— ¡Vamos a ganarles! – grito Guy ya víctima de los tragos

— Si, ya voy – Obito rio un poco mientras los seguía

— Nos vemos Rin, tengo que vigilarlo de que no hagan una tontería

— Claro, no hay problema

Rin solo pudo despedirse con pesar y vergüenza del peli plateado para dirigirse con su grupo de amigas.

— Veo que tus viajes gratis se acabaron – se rio Natsu junto a Ayame al ver llegar a Rin - ¿Qué ocurrió?

— No quiero hablar de eso – Rin tomo el trago de Natsu, para después sorprenderse - ¿Por qué pediste un Margarita?

— Necesito relajarme del estrés de mi casa – Natsu le quito la copa para terminarse el trago - ¿Me creerías que, a mis 17 años, mis tíos ya quieren que trabaje en la empresa familiar? ¡Yo no nací para ser una aburrida secretaria a sus servicios!

— Dímelo a mí – continuo Ayame a su lado – yo voy a heredar el restaurante familiar. Atrapada en esa cocina nunca podre conocer a un chico lindo

— Rin es una suertuda pero una distraída – continuo Natsu con molestia – su madre trabaja lejos y no se ve presionada por nadie

— En primera, aún tengo que trabajar por mi cuenta para pagar mi renta y mis cosas – respondo la chica con molestia – y en segunda, ¿Cómo que distraída?

— Perdona eso, iba a decir ciega, pero eso es poco para ti

— Tenías a un lindo chico a tu lado, pero nunca le hiciste caso – Ayame continuo con las palabras de Natsu – eso sí que es ser despistada

— Ya les dije que a mí me gusta otro, además de que siempre se lo dije a Obito. Además, no es mi culpa que él quiera seguir con su vida. En algún momento íbamos a tomar caminos separados, solo se adelanto

— ¿Y tú, estas lista para separarte de él? – la pregunta de Ayame dejo en duda a Rin

— Ya dejemos eso, yo quiero aprovechar mis últimas salidas libres – Natsu se tomó toda su bebida de un trago y miro a su alrededor – ya me cansé de ser una niña buena

— ¡Te apoyo hermana! – Ayame intento seguirle el juego, pero aún era muy tímida

— Pues diviértanse, buena suerte – Rin pidió una bebida ligera mientras observaba a sus amigas intentar divertirse

La noche paso sin nada notable al parecer. Anko se marchó enojada, al parecer porque se había peleado con un chico; Ayame termino bailando con algunos chicos de sus clases, pero al final termino llena de nervios por sus insinuaciones. Natsu empezó a charlar con un chico de cabellos negros y de anteojos que al parecer estudiaba en un instituto anexo al de Konoha, y al parecer se veían muy bien juntos. Rin se vio sola y aburrida al final de la noche, y al no poder encontrar a Kakashi, y ni siquiera a Obito, decidió irse del lugar y olvidar ese estresante fin de semana. Llego una nueva semana y al parecer, la decisión de Obito que en un principio parecía difícil, poco a poco fue mejorando su situación escolar. Ya no tendría que madrugar tanto por ayudar a Rin, lo que le permitió desayunar con más tranquilidad, además de terminar sus propias tareas en lugar de desvelarse en ayudar a Rin con las suyas o con sus actividades del Club. Había mejorado mucho en los deportes y se sentía mucho más relajado, en lugar de preocuparse por impresionar a Rin.

— Te ves mucho mejor desde hace unos días – comento Hayate mirando a Obito comiendo su almuerzo con tranquilidad – antes se te veía *cof cof* estresado y a veces muy apurado

— Sí que encendió sus llamas de la juventud – comento Guy comiendo varias manzanas con velocidad – sí que te ayudo el cambiar tus prioridades mi amigo

— ¿De qué hablas?

— Decidí dejar de perseguir a Rin – respondió Obito a la pregunta de Asuma – aunque me costó mucho al principio, quiero ser firme

— Quien diría que una película haría entrar en razón a Obito – comento Kakashi mientras leía un pequeño libro de pasta naranja

— Tal vez siga tu ejemplo – dijo Asuma mirando detrás suyo a Kurenai hablando con sus amigas – Kurenai se hace del rogar conmigo

— Yugao ya casi no tiene tiempo para salir conmigo – comento Hayate tomando un jugo de naranja para sus males – debería imitar a Obito viendo que le está saliendo bien todo

— No es la gran cosa, puede que incluso encuentre a alguien mejor...

— ¡Ese es el espíritu Obito! – comento Guy con orgullo a su amigo alzando el pulgar - ¡Que tus llamas de la juventud te guíen en tu nueva senda!

— Solo no desistas Obito y todo te saldrá bien – completo Kakashi a la exclamación de su amigo

— Gracias, eso intentare

Mientras el grupo de jóvenes parecían marcar sus nuevas metas en la vida, el grupo de chicas al otro lado del comedor del instituto no parecían concordar con esas prioridades.

— Pobre Yugao – comento Kurenai al lado de Anko que se veía muy molesta – le asignaron varios puestos en su trabajo y ahora ya no puede pasar el tiempo con Hayate

— No es como si se lo mereciera – comento Anko con veneno en sus palabras – los hombres son todos iguales

— Solo porque Iruka te ignora, no puedes decir que todos son iguales – dijo Natsu frente suyo mientras revisaba su celular – además, Hayate es detallista con ella

— ¡¿Por qué Iruka es tan recatado?! Me gustaba porque era educado, pero a veces se pasa de amable. Quiero que sea coqueto conmigo y algo malo

— No puedes cambiar por completo a alguien. Yo por ejemplo siempre puedo doblegar a Asuma a mi gusto

— A veces me pregunto cómo es que sigue andando contigo…

— Hola chicas – al lugar llego Rin un poco cansada y con una lonchera – por fin termine con mis pendientes

— Ahora traes almuerzo, veo que era verdad eso de que lo arruinaste con Obito…

— Por última vez Kurenai, no me afecta para nada. Solo decidí ahorrarme la molestia de tener que llegar y no alcanzar nada en la cafetería

— Pero tienes que madrugar para hacerte tu almuerzo – Natsu rio al ver como Rin comía su almuerzo sin refutar lo dicho – puedo apostarles mi sueldo de un mes, que tanto tu como Kurenai van a verse muy mal en poco tiempo

— Como digas – Kurenai tomo su bandeja para irse – solo lo dices porque tú ya tienes novio y estás loca por el

— Es un buen chico, y yo no me vuelo loca por… - Natsu vio un mensaje en su celular, lo que hizo que lo contestara rápidamente - ¡Es él! ¡Dice que vendrá por mí a la salida! ¡Me voy!

Ni tarde ni presurosa, Natsu salió a terminar con sus labores mientras las demás se quedaban perdidas en sus ideas. Sin darse cuenta, sus decisiones de ese día cambiarían mucho sus vidas a partir de ahora…

Todo por un cambio de prioridades…

Continuara…