¿Cómo superar un desamor?
Capítulo 3: Evadiendo la realidad
Rin abrió los ojos lentamente, sintiendo que toda su cabeza le daba vueltas. Al moverse un poco, se dio cuenta que estaba en la enfermería del segundo piso, pues era la única sala donde se tenían cortinas individuales para las dos camillas del lugar. La chica intento levantarse, pero sintió que la cabeza le palpitaba, sobre todo en la parte trasera. Al pasar su mano, noto que llevaba una venda, y que estaban húmedas, pero solo eran por el ungüento que le colocaron. Iba a levantarse, pero vio una silueta femenina detrás de la cortina que parecía entrar con prisa al lugar, seguido de otra un poco mayor, pero de apariencia masculina.
— ¿Cómo te fue? – hablo el sujeto con voz tranquila pero bajita
— Bueno – la voz femenina resulto ser la enfermera Mabui, que se escuchaba nerviosa – me llegaron los resultados de la clínica. Sé que tus resultados son más precisos, pero…
— Una segunda opinión no es mala – el sujeto se rio con calma y poso sus manos en los hombros de su esposa – bueno, no me dejes en suspenso. Ábrelo ya
Rin podía observar desde una abertura pequeña en su cortina, a la mujer de piel morena que sostenía un pequeño sobre blanco en sus manos con el logotipo de una clínica especializada en la ciudad. Frente suyo se encontraba Chusai Bara, el maestro de ciencias del instituto, con su habitual bata blanca de laboratorio y sus cabellos rubios alborotados y pálidos. Mabui abrió el sobre, sacando lo que parecían los resultados de una prueba clínica. Mabui se mostró impresiona, para después reír con mucha emoción y lanzarse a los brazos de su amado, que comprendió bien la reacción de su prometida.
— Salió positivo… - Mabui suspiro con mucha paz en su interior mientras se aferraba a los brazos del rubio – puedo embarazarme sin problemas
— Te lo dije – el rubio paso su mano derecha por el rostro de Mabui para limpiar sus lágrimas – además, aun si esa prueba hubiera fallado, yo seguiría a tu lado y haría todo lo posible por tener un hijo contigo
— ¿Lo dices en serio? Mi anterior novio no quiso quedarse conmigo y yo…
— Ya no temas a la solead, yo no pienso abandonarte – Chusai se acercó a la morena para darle un pequeño, pero cariñoso beso en los labios – es más, deberíamos corroborar que esa prueba es totalmente fiable. Aún tenemos una camilla disponible
— Chusai, eres un pervertido – Mabui solo sonrió con cierta perversión mientras des abotonaba su blusa – pero, es mejor ahora que nunca…
La pareja empezó a besarse con mucha pasión, pero se detuvieron al escuchar como Rin estornudo. Mabui se acomodó la blusa para acercarse a la camilla mientras retiraba la cortinilla, rebelando a Rin sentada en el borde de la cama, con su rostro totalmente rojo por la escena que estuvo a punto de presenciar, si no fuera por el involuntario estornudo que soltó.
— Veo que te encuentras mejor – hablo por fin Mabui acercándose a la chica - ¿Qué tanto escuchaste?
— No diré nada, lo juro – la chica se puso nerviosa mientras trataba de mirar a otro lado
— ¿Hablas de como dos adultos estaban celebrando una buena noticia con una simple y sencilla muestra de afecto? – hablo Chusai con una risita – supongo que no viste nada
— Me iré de inmediato para que puedan… ya saben…
— Antes de eso, debo revisarte – Mabui se acercó para colocar la mano sobre la cabeza de Rin, quien solo se dejó atender - ¿Te duele algo?
— Solo un poco la cabeza, ¿Me golpee muy fuerte?
— Creo que uno de tus compañeros te trajo – hablo Chusai con indiferencia sentado en un asiento del lugar – se llamaba… Obito Uchiha, creo que si era el
— ¿Obito me trajo? – Rin se sorprendió al enterarse de esto mientras Mabui seguía revisando su pulso
— ¿Recuerdas cómo te golpeaste la cabeza?
— Me caí durante la práctica de porristas – Rin empezó a hacer memoria de lo ocurrido – Anko y Natsu me dijeron algo y luego me caí… fue sobre…
En eso, la mente de Rin le hizo recordar la causa de su caída. Pero su subconsciente le hizo negar eso, por lo que movió su cabeza para tratar de olvidar algo.
— Creo que Natsu me dijo algo sobre Kurenai con su rompimiento con Asuma, eso me distrajo y me caí
— Interesante – Chusai anoto algo en su libreta recordando la conversación que tuvo con la chica Natsu que la había acompañado – bueno, yo te veo bien
— Debes mantener reposo y evita distraerte – Mabui retiro la venda de la cabeza de Rin mientras le ayudaba a levantarse – la siguiente semana en el club de lectura revisare tu condición. Ya puedes irte
— Gracias sensei – Rin se levantó para tomar sus cosas y ver con sorpresa la hora en el reloj de la enfermería – ya es muy tarde. Ryoku se enojará por haber faltado a mi turno
— Solo inventa una mentirita como lo hiciste hace un momento. Tal vez te crea
— ¿Una mentira? – la chica se sorprendió con las palabras del sensei rubio
— Nada pequeña, el entenderá – Chusai le despidió con una sonrisa hasta que salió del lugar para cambiar su semblante a uno serio – esta juventud de ahora sí que esta arruinada
— Veo que si le dolió la revelación de sus amigas – comento Mabui cerrando con seguro la entrada de la enfermería - ¿Podrá afrontarlo en el futuro?
— Lo dudo, pero no es mi área de especialidad – el sujeto se dirigió a la camilla para recostarse – tengo otros asuntos más importantes que atender
— Es verdad – Mabui se recostó sobre su amado revelando una sensual lencería negra debajo de sus ropas – quiero estar siempre contigo Chusai
— Yo también preciosa. Yo también
La pareja se entregó plenamente al cariñoso acto del amor, sabiendo que este podría resultar en una hermosa familia formada por ambos. Rin se dirigió a la salida del instituto, con el atardecer cubriendo la zona. La chica solo quería olvidar el mal rato experimentado con los dos maestros, pero al llegar a la entrada, vio la silueta de alguien en la entrada. Al acercarse un poco, vio a una chica con el uniforme de los grados inferiores, pero no estaba muy bien arreglado, pues se veía un poco sucio. Su cabello era negro y rizado, pero parecía estar muy alborotado. Además de su maletín de libros, llevaba una cámara digital en su mano mientras soltaba pequeñas risitas. Resulto que era la chica llamada Sabi, del club de Audiovisual del instituto.
— ¿Sabi? ¿Qué estas…? – Rin fue atraída por la chica que le cubrió la boca con prisa
— Guarda silencio o nos perderemos la mejor parte – la chica señalo en voz baja hacia la salida – estamos por contemplar en vivo un especial
— ¿Especial? – Rin se alejó de la chica para ver a la entrada - ¿Ese es Hageshi?
— Y ahora, contemplemos un capitulo más de: "El Mundo de la Friendzone" – hablo Sabi dirigiendo la cámara hacia su compañero – en el episodio de hoy: "Me le declaro a mi profesora y me batea de lo lindo"
— ¿Qué cosa?
Rin no pudo continuar al ver que alguien llegaba a la zona. Detrás de Hageshi estaba la sensei Mei Terumi, que apenas parecía salir con rumbo a su hogar, pero había recibido una nota de alguien que quería hablar con ella al terminar las clases. Grande fue su sorpresa al ver que no era otro que Hageshi, uno de sus alumnos más aplicados en sus clases.
— ¿Hageshi? ¿Qué haces aquí? – la sensei peli naranja se sorprendió al ver al muchacho con una expresión de nervios - ¿Ocurre algo?
— Sensei, yo quería pedirle algo – el chico bajo la mirada tratando de tomar valor – es una petición importante…
— Si necesitas más tiempo para entregarme tu ensayo, puedes hacerlo la siguiente semana – la mujer le sonrió con cariño al verlo – no tienes por qué preocuparte
— No es eso, vera… - Hageshi tomo valor al recordar el consejo de Ryoku y tomo mucho aire para su declaración - ¡Usted me gusta mucho, por favor salga conmigo!
Un silencio sepulcral inundo la zona en cuanto Hageshi termino con sus palabras, mientras agachaba la cabeza en espera del rechazo. Rin solo sintió lastima por su compañero, pues ella sabía que era un amor imposible. Sabi solo podía contener la risa, pues no quería que su voz opacara el rechazo de la sensei. Mei por otro lado solo estaba sorprendida por las palabras de su joven alumno, las cuales parecían llegar profundo en su corazón. La mujer tomo la mejilla del pelinegro para levantar su rostro, revelando una pequeña lagrima traicionera que empezó a deslizarse por el rostro de Hageshi.
— Hageshi, respóndeme algo – la mujer le sonrió mientras limpiaba sus pequeñas lagrimas - ¿Te gusta mi cuerpo? ¿Es porque me veo muy atractiva…?
— ¡Claro que no! – Hageshi le interrumpió con cierta desesperación – lo que me gusta de usted es su personalidad. Es tan amable con todos, es lo suficientemente fuerte como para poner a los bravucones en su lugar. Pero, sobre todo, su sonrisa llega a cautivarme cada día que la veo llegar al aula de clases
— Hageshi… - Mei quedo cautivada con esas palabras, que no supo en qué momento se acercó a los labios del peli negro para depositar un cariñoso beso que empezó a jugar con la cordura de los testigos
— ¡Corte, corte! – Sabi se ocultó junto a Rin, deteniendo la grabación del video – no se suponía que sería así
— ¿Pero qué paso? Ella es… mucho mayor que Hageshi – Rin no lograba articular palabra mientras el rubor en sus mejillas cubría su rostro – no está bien
— Si los sentimientos son reales y sinceros, la edad es lo menos importante – Sabi reafirmo con seriedad, mientras observaba la grabación en su cámara – bueno, esta semana no tendré video para mi blog. Al menos Hageshi se consiguió novia
— Pero no es correcto, ella es su sensei y el su alumno. Moralmente no es…
— ¿Moralmente? – Sabi se rio ante las palabras de la chica – pregúntate esto, ¿le hacen daño a alguien con su relación? ¿Acaso estás celosa porque tu amabas a Hageshi?
— ¡Claro que no!
— Ahí lo tienes – Sabi guardo la cámara para buscar la otra salida – preocúpate más por ti que por otros. Hageshi es feliz, la sensei es feliz, yo tengo hambre. El mundo sigue girando, y eso es suficiente. Fin del tema
— Pero…
— ¡FIN, del tema!
Sabi se alejó por la parte trasera del instituto, mientras Rin vio como Hageshi y la sensei Terumi se iban tomados de la mano compartiendo una mirada melosa. La chica por un momento creyó ver a Kakashi caminando a lo lejos tomando la mano de una chica, cuyo rostro no pudo apreciar. Rin movió la cabeza en negación y se dirigió a su hogar para finalizar con esta molesta jornada. Al día siguiente, Rin llego al colegio con un semblante de cansancio total, pues en toda la noche no pudo dormir debido a lo que había presenciado el día anterior, y los constantes dolores de cabeza por su caída, aunque estos se presentaban al recordar esas mentiras contadas por sus amigas.
— Hola Rin, veo que ya estas mejor – hablo Natsu llegando al lugar – sí que te diste un buen golpe
— Te recuerdo que fue gracias a ti – hablo la chica con molestia – y no estoy de humor para recibir otro
— Pues solo ten más cuidado. Así que, ¿Cómo te tomaste la noticia?
— ¿Cuál noticia?
— Ya sabes, lo de Kakashi y…
— Esa bromita tuya no fue graciosa, así que olvídalo – Rin tomaba sus libros con pesar, con el semblante sorprendido de Natsu
— ¿Bromita? No sé de qué hablas. Fue real lo que te dije
— Si claro, si quieres molestarme busca otra forma de hacerlo, pero no con esas mentiras
— Oye Rin...
— ¡Chicas, será mejor que corran! – al lugar llego Anko con miedo – Kurenai está hecha una furia y se está desquitando con quien se cruce en su camino
— ¿Por lo de Asuma? – Natsu se sorprendió al igual que Rin – creo que no lo tomo bien
En eso se escuchó como un casillero era cerrado con fuerza. Las chicas vieron a lo lejos a Kurenai que solo abría y cerraba su casillero con mucha rabia, para después detenerse y sacar algunas cosas, entre ellas mini regalos y fotos donde aparecía Asuma, las cuales eran rotas con fuerza. Lo único que quedo en las manos de la peli negra, fue un pequeño rehilete de aspas rojas y blancas que aun funcionaba. Kurenai lo levanto con fuerza para tirarlo al piso, pero se detuvo un momento, no estaba segura de hacerlo. Pero al recordar el cómo Asuma había terminado su relación, la chica lo arrojo al piso y empezó a pisotearlo con fuerza y enojo. Por desgracia para ella, justo en ese momento llegaba Asuma, quien presencio esa escena con molestia. Kurenai se detuvo en el instante en que lo noto, pero sin darle oportunidad de decir algo, Asuma se retiró por otro camino, dejando a una molesta Kurenai que solo cerro por última vez su casillero y se retiró de la zona, sin siquiera saludar a sus amigas.
— ¿Vieron eso? Valla que se enojó – alego Anko muy sorprendida por la reacción de su amiga – nunca había visto a Kurenai así de enojada en mi vida
— Mírala bien Rin, tú vas derechito por ese camino – alego Natsu con burla
— Como digas, no tengo tiempo para sus bromas – Rin termino de sacar sus cosas del casillero, pero no podía negar que estaba igual o más sorprendida por lo que había visto – solo les pido que dejen esta tonta broma sobre Kakashi. Nos vemos
— ¿Broma? – Anko no pudo decir nada porque Rin se fue
— Está negando lo de ayer – Natsu solo se recargo en los casilleros con enojo – veamos hasta cuanto podrá aguantarlo
— Le doy una semana más. Todo el estrés por los próximos exámenes será su punto de quiebre. Puedo apostar mis dangos de la semana si quieres
— Yo le doy máximo 3 días – Natsu acepto la apuesta con una sonrisa – Rin no va aguantar tanto. En especial cuando se entere de quien fue la afortunada
— ¡¿Aun no lo sabe?! ¡Rayos! – Anko solo pudo negar con frustración – por eso apostaste por tres días. Ahora no me siento tan segura de ganar
Dejando a sus molestas amigas, Rin se dirigió a sus clases, pero la sola idea de esa broma que le jugaron sus amigas el día de ayer, le seguía molestando con demencia. Esa tarde en el almuerzo, Rin llego al comedor para degustar sus alimentos, pero solo estaban Natsu y Yugao, pues Anko tenía unos pendientes y Kurenai seguía molesta.
— Supe que tendrás otra cita con tu novio mañana Natsu – comento Yugao con emoción – que suerte tienes
— ¿Hayate no saldrá contigo? – pregunto Rin con molestia – te sugiero que tengas cuidado o te pasará lo mismo que a Kurenai. Termínalo tu primero
— Rin, por favor. No todo se soluciona con eso – alego Natsu con enojo a su amiga - ¿No te das cuenta que esa no es la solución?
— Solo quiero prevenirla. Asuma fue muy grosero con Kurenai al preferir salir con sus amigos que con ella. Yo solo quiero que Yugao evite pasar por la misma situación
— Pero no es lo mismo – comento Yugao con calma – Hayate no sale conmigo por ir con sus amigos, sino porque no puede
— ¿Cómo que no puede? – Rin y Natsu se sorprendieron por ese comentario
— Hayate siempre ha sido un chico enfermizo, por lo que sale muy poco a fiestas o reuniones. El me lo explico hace un tiempo y hasta me pidió disculpas por ello. Pero yo sé que no es su culpa
— Pero, la vez que te cancelo la cita…
— Si, la recuerdo bien – Yugao se rio al recordar esa ocasión, lo que confundido a sus amigas – él se sintió tan mal por eso, pero se había sentido fatal de salud, así que llevo un ramo de flores hasta mi casa y un pastel pequeño. Pero fue tan gracioso verlo estornudar por el polen de las flores
— Pobrecito – Natsu se rio un poco por la anécdota, mientras Rin solo se veía incrédula - ¿Y qué paso?
— Me conto lo que le ocurría, así que los sábados voy a su casa y le ayudo con sus tratamientos, en especial porque debe guardar reposo mientras se somete a una aromaterapia. Sonara cursi, pero me gusta recostarlo sobre mis piernas, mientras le veo dormir
— Eso sí es muy bonito y romántico – Natsu moqueaba por la anécdota contada mientras Rin solo se sorprendía – me gustaría hacer eso con Shiro algún día
— Creo que sería agradable. Ojalá Kakashi me permitiera hacer eso – comento Rin con mucha calma
— Pero, ¿Qué no Kakashi se encuentra en una relación? – pregunto Yugao muy confundida
— ¿Tú también? Ya dejen esa broma de mal gusto, no es divertida para nada – comento Natsu con enojo
— ¿Broma? – Yugao se mostraba confundida con esas palabras, mientras Natsu le señalaba por lo bajo
— Ella cree que lo inventamos – susurro Natsu con seriedad
— Ya dejen eso, no estoy de humor
— Ya casi nunca estas de humor, en especial desde que perdiste a tu esclavo personal…
— ¡Ya basta Natsu! – el grito furioso de Rin llamo la atención de todos los presentes en la cafetería – estoy cansada de tus tontas bromas
— Pues, la puerta está por allá, porque de aquí no me muevo – señalo la peli verde con molestia
— Bien
Sin pensarlo dos veces, Rin tomo sus cosas y se levantó de la mesa, dejando a una Natsu fastidiada y a una Yugao mucho más confundida, que termino entendiendo la situación cuando la peli verde Hyuga le explico lo que ocurría. Dos días después, todo el panorama de Rin se volteo de cabeza nuevamente, pues ahora se encontraba sola en casi todo momento. Las discusiones con Natsu solo terminaban en malos términos, por lo que dejaron de frecuentarse, aunque la más afectada fue Rin pues Yugao empezó a frecuentar más a Natsu, mientras Anko y Kurenai estaban en sus propios asuntos, siendo esta última una víctima también de la situación, pues su rabia se convirtió en depresión, pero drásticamente cambiaba con la presencia de Asuma en algún momento. Pero lo que más molestaba a Rin, era la simple idea de que Kakashi se encontraba en una relación con alguien. No le dejaba tranquila en ningún momento, y decidido que ya era hora de callar esa mentira que no le dejaba en paz. Ese viernes Rin buscaba a Kakashi, pasando de lado a sus ex amigas, e incluso a Obito, al cual ni siquiera se había molestado en agradecer por haberla llevado a la enfermería. La peli castaña al final se enteró que Kakashi estaba en la entrada del instituto, al parecer esperaba a alguien. Rin lo vio y decidió dar fin con esto.
— ¡Kakashi, al fin te encuentro! – Rin llego a prisa a donde el peli plateado
— Hola Rin, no te había visto en varios días – Kakashi le vio sorprendido, en especial porque su amiga no parecía estar del todo bien en su aspecto
— Si, bueno… tú ya no me frecuentabas. No sabía que te había hecho algo malo
— No era eso, tuve muchos entrenamientos con el equipo y Obito y Guy necesitaban revisar las alineaciones, además…
— Eso no importa, hay algo que quiero preguntarte – interrumpió Rin con cierto fastidio, pero carraspeo un poco para recuperar la calma – las chicas me dijeron un rumor muy loco sobre ti, y me gustaría que me desmientas por favor
— Ya veo… - Kakashi se mostró nervioso mientras pasaba su mano por el bolsillo de su pantalón - ¿Se enteró que leo novelas pervertidas?
— Lo que pasa es que Natsu y Anko me dijeron que tu tenías novia – comento Rin con una sonora risa - ¿Verdad que suena a una locura?
— ¿Por qué suena a una locura? – Kakashi se puso serio al escuchar esas palabras
— Obviamente es mentira, porque aún no me pides salir ni nada. Yo debería ser tu novia, así que es obvio que el rumor es falso, ¿verdad? – Rin siguió riendo, hasta que noto que Kakashi le miraba con seriedad - ¿Verdad?
— Veras Rin, hace unos días alguien me declaro sus sentimientos – respondió Kakashi con preocupación y seriedad – y el sentimiento fue mutuo…
— ¡¿Qué?! Pero creí… - Rin no daba crédito a lo que decía el peli plateado, para después reír – buena broma. No sabía que Obito te había pegado un poco de su mal humor…
— No es broma Rin, en serio empecé a salir con una chica…
— Pero, creí que tú y yo…
— Muchas veces te deje en claro que no sentía lo mismo por ti, por respeto a Obito. Además, los sentimientos deben ser mutuos, y yo no sentía nada por ti
— Pero… en todo caso… se suponía que tú me ibas a buscar a mi… ¿Y quién fue la que se te declaro…?
— Kakashi, ya terminé la limpieza en la… cocina…
— ¡¿Tu?!
Rin Nohara siempre había sido una chica capaz de mantener el control de todo lo que estuviera a su alrededor, pero en esos momentos todo su mundo se desmorono por completo. En especial al ver que la pareja de Kakashi, el chico que él amaba y perseguía, había aceptado una confesión de Ayame Ichiraku. Y eso solo le hacía preguntarse una sola cosa…
¡¿Es esto una broma?!
Continuara…
