A diferencia de la otra ocasión en la que Carter había llevado a Lucy a su casa, esa vez fue más entretenida, los dos se la pasaron hablando sobre la música que les gustaba y cosas así, que pueden parecer insignificantes pero que son detalles que de vez en cuando es bueno saber sobre tus amigos. Esta vez, Lucy no tuvo ningún problema en decidir si invitar a Carter o si dejarlo irse a su casa, esa vez ella lo invitó, después de todo, él la había llevado a su casa y hacía frío así que tomar algo caliente no estaba de más. Para su sorpresa, él aceptó, hasta de dijo que le había leído la mente porque se estaba muriendo por algo caliente.

El departamento de Lucy era algo grande, no había mucho que ver, porque ella acababa de llegar y casi todo estaba en cajas, algo avergonzada por lo que había visto Carter en su departamento, Lucy le dijo que no había tenido tiempo y que iba a desempacar en el primer día libre que tuviese.

Cuando llegó la hora de irse, Carter dio las gracias y se despidió de Lucy con un beso. Un beso en la mejilla, fue sólo un beso en la mejilla lo que hizo que Lucy reviviera sus tiempos de estudiante, de su amor imposible con su residente, pero esa vez era diferente, ella ya no era más una estudiante y él ya no era su residente, tal vez, solo tal vez, esa vez podría funcionar algo pero no lo sabía, y por el momento sólo le interesaba ganarse su amistad y su confianza.

Poco a poco se fue dejando vencer, con una sonrisa en el rostro, por primera vez desde que había llegado, logro dormir bien, y no solo dormir, sino que también soñó, soñó con lo que podría pasar después de que se haya formado su amistad, soñó con lo que esperaba lograr, no solo en el área romántica, sino también en el área profesional. Ella estaba segura de que lo que quedaba de ese año sería bueno, puede ser que no perfecto, pero si de algo estaba segura era de que iba a ser muy bueno, en todos los sentidos.

Para él fue una de esas noches en las que simplemente no puedes dormir, una de esas noche en las que por más que intentas dormir no puedes, seguramente tenía alguna relación con lo que había pasado antes en esa noche, pero¿Por qué? Después de todo, solo había sido un favor y luego una invitación a tomar café, no era nada del otro mundo, ya había compartido un café con sus otros colegas, pero esa vez era diferente, a lo mejor era porque se había despedido con un beso, él realmente no sabía de dónde había salido eso, nunca se despedía de sus amigas con un beso, bueno tal vez con las más cercanas, como Deb Chen pero no con todas.

Cuando hubo descubierto qué era lo que le quitaba el sueño y hubo pensado en eso, volvió a la cama, esta vez con la intención de conseguir dormir algo, esa vez sí lo consiguió, pero no soñó nada, sólo sintió una gran paz interior, como no la sentía hace mucho tiempo, una paz que traía con ella felicidad y buen humor, si así era pasar tiempo con Lucy, entonces debían de pasar más tiempo juntos, sólo se preguntaba qué era lo correcto¿Ser feliz por unos momentos o formar una amistad duradera? Antes de que lo venciera el sueño logró tomar una decisión, estaba decidido a tener una amistad con ella, posiblemente no tan fuerte como la que tenía con Deb, pero sí una amistad fuerte.

La llegada oficial del invierno fue anunciada con la primera nevada que fue leve pero duró toda la noche y las calles amanecieron cubiertas de nieve, un excelente día para los niños, para los padres y para todos, pero para los doctores del hospital, la primera nevada significaba algo distinto, significaba que la época de los extremos había llegado, la llamaban así porque siempre eran casos extremos lo que habían, o llegaban muchos pacientes y ponían a todos a trabajar o no habían muchos pacientes pero por algún motivo, estaba siendo diferente, tenían un número cómodo de pacientes, un balance por llamarlo así.

Lucy frenó en seco cuando la bola de nieve hizo contacto con su piel caliente, el invierno había llegado, las "guerras" lo anunciaban, sin perder tiempo, cogió un puñado de nieve y se lo tiró a Mark, como un contra ataque, mala opción, la bola no le cayó a Mark, pero sí a Malik y sin quererlo, Lucy había desencadenado una guerra de bolas de nieve, sin tener más opción, salió corriendo y se fue a Psiquiatría. No muy tarde tuvo que volver a bajar al E.R. había llegado un accidente múltiple y la habían llamado para que los ayude a controlar a un niño que se mostraba agresivo pero que no lo querían medicar, con un poco de esfuerzo y con mucha astucia, Lucy logró que el niño se calmara y luego llamaron al cirujano de turno para que lo evalúe. Después de algo así, Lucy estaba algo cansada así que fue al Lounge esperando poder hablar con alguna de sus amigas.

Después de un trauma como el que había llegado, todas las chicas habían acabado agotadas, todas las chicas estaban ahí, Lizzie, Kerry, Cleo y Lucy, prácticamente su grupo representaba las áreas más intensas e importantes del hospital, cirugía, emergencias, pediatría y psiquiatría, así que como eran una de cada sección siempre tenían cosas que contarse, por ejemplo, ese día Lucy contó sobre su experiencia con el niño, Cleo sobre el bebé al que había tratado, Kerry sobre un paciente que había llegado con una estaca clavada en el brazo y Lizzie sobre el artículo de la revista, eso no tenía mucho que ver con el trabajo pero sí con alguien relacionado a él, ya que ese era el día libre de Carter y se había acordado de él, tendrían mucho que hablar en su pijamada de esa noche.

Un buen lugar para pasar tu día libre en invierno es el gimnasio, matas dos pájaros de un tiro si lo piensas bien, te mantienes en forma y te mantienes caliente ¿Qué otra cosa puedes hacer? Bueno, puede ser que no todos tengan la misma idea, pero para John Carter, esa era una buena forma de pasar un Sábado. Como siempre que iba al gimnasio llegó a las Seis en punto de la mañana, él estaba en la máquina de correr, en el quinceavo piso de un edificio cerca de su casa, él había asistido a ese gimnasio por lo menos desde hacía un año y medio y le encantaba la vista. No era que él se fijaba mucho en la gente, pero esa chica tenía algo, la había visto en alguna parte, no la conocía mucho, sólo sabía que siempre corría y había bicicleta en la máquina que estaba atrás de él¿De dónde le parecía tan familiar?

Luego de haber hecho su habitual ronda de ejercicios, pesas y de más se fue a bañar, para eso ya eran las 10 de la mañana, y no había desayunado así que decidió irse a la cafetería que había un piso más arriba a tomar algo, ahora te preguntarás ¿Tomó las escaleras o el ascensor? Una persona que no hace mucho ejercicio hubiera tomado el ascensor, pero él tomó las escaleras, después de todo, era sólo un piso. Cuando entró a la cafetería pidió un jugo de fresa y se sentó en la barra, decidió mirar alrededor para ver si había algún conocido, para su sorpresa, se encontró con la chica del gimnasio ¿De dónde se le ocurrió acercársele? No lo sabía, lo único que sabía era que de pronto había cogido su jugo y se había ido en dirección a la mesa que ella estaba ocupando y no tuvo tiempo para arrepentirse porque antes de que pudiera voltear ella lo vio.

-Hola –dijo Carter con una de sus sonrisas "matadoras"

-Hola –dijo la chica

-Comúnmente no hago esto pero... ¿No te he visto antes?

-Ahora que lo dices, yo si te he visto en varios sitios¿Puede ser el hospital uno de ellos?

-Me parece que...

-Sí, hace como dos semanas, yo estaba promocionando un producto y casi me botan y tu me ayudaste

-¡De ahí te conocía! Bueno además del gimnasio, soy John Carter –le dijo ofreciéndole su mano

-Brenda Nicolson, toma asiento –dijo después de estrechar manos

Para ser la primera vez que Carter hacía eso de acercarse a una chica a la cual no conocía todo salió muy bien, resultó que Brenda había estado en el hospital como ella le había contado y que ambos habían entrado al gimnasio casi al mismo tiempo. También se enteraron de que compartían los mismos gustos, a los dos les gustaba su forma de pasar los días libres, el mismo tipo de música y de películas, hasta quedaron de verse esa tarde para tomar un café. Su conversación duró por lo menos una hora, cuando ella tuvo que irse, Carter pagó la cuenta de los dos y ella le dio un beso para agradecérselo, Carter se quedó paralizado por un momento, acababa de hacer una cita, recibir un beso en la mejilla y comenzar algo más que una amistad en la cafetería del gimnasio, estaba pasando de ser un doctor ocupado a un ser lleno de energía y posibilidades.

Puede ser que Carter se haya estado divirtiendo, pero en el hospital todos estaban trabajando, ya sea en consultas o en citas que habían tenido desde hacía tiempo en sus agendas, si bien el hospital no estaba reventando ni estaba vacío, habían suficientes pacientes para hacer que todos estén trabajando, no a un ritmo apurado sino a un ritmo cómodo para todos, tratando de atender a los pacientes lo más eficiente y mejor posible. En cirugía estaban copados, pues después del trauma que había llegado al E.R. se los habían pasado a casi todos al O.R. de seguro, cuando ellos acabaran se llenaría la unidad de cuidados intensivos y la sala de observaciones, a diferencia de lo que hacían en el E.R., los cirujanos debían hacer un seguimiento de los pacientes a los que habían tratado y se estaban quedando muy ocupados.

La noche fue cayendo poco a poco, a las siete comenzaron a acabar los turnos de las chicas, pero habían quedado en reunirse a partir de las ocho, para poder tener un tiempo de descanso en sus casas y preparar todo lo que iban a llevar.

7:40 pm, Carter estaba viéndose al espejo, se había acabado de bañar y afeitar y ahora estaba viéndose al espejo, pantalón caqui, camisa de jean afuera y una casaca beige por si hacía frío. ¿Por qué se estaba arreglando tanto? Bueno, él había pensado mucho en eso, Brenda era una chica linda, cabello castaño, ojos verdes, alta, delgada, con un buen sentido del humor y que compartía sus gustos, a decir verdad ella era una chica con la que podía funcionar algo. Habían quedado en verse a las 8 en punto en un restaurante que había en el muelle, según le habían enseñado en casa, Carter debía llegar temprano para estar ahí cuando Brenda entre al restaurante y eso hizo, cuando Brenda lo vio prácticamente se le abrió la boca, si ella pensaba que en el gimnasio de le veía bien, pues ahora se le veía mucho mejor.

Mientras que Carter pasaba una velada maravillosa con su nueva amiga, las chicas la estaban pasando de lo mejor, Lizzie había llevado la copia del artículo en el que salía Carter y se habían reído de eso un rato, luego habían planeado fotocopiar el artículo y pegarlo por todas partes en el hospital para jugarle una broma a Carter, luego se pusieron a hablar sobre cuando se emborracharon por primera vez y con cada historia las cosas se ponían más graciosas, y para revivir los viejos tiempos, Kerry sacó sus six packs de cerveza y se pusieron a tomar pues ninguna tenía turno al día siguiente.

Volviendo al caso de Carter, luego de haber comido y de que Carter insistió en pagar la cuenta, se fueron a caminar por el muelle, ya era algo tarde, pero ellos no se dieron cuenta. Fue sólo por casualidad que Carter vio su reloj, pues una señora le preguntó la hora, ya eran las 11 de la noche, era tarde, no sólo porque tenía turno al día siguiente sino también porque no quería que Brenda ande sola por la noche tan tarde, fue así como se le ocurrió proponerle la idea de llevarla a su casa, bueno, con tantas llevadas a casa que él había estado haciendo últimamente, podía comenzar a hacer taxi en su tiempo libre.

Los días Domingo siempre son tranquilos, mucho más si es invierno y estuvo nevando en la madrugada y todavía seguía nevando, con más intensidad que antes, de seguro que para la noche ya habría alcanzado un buen nivel como para que nadie pueda conducir de una manera segura, por ese motivo, Carter tomó el tren para ir a trabajar, aunque la estación estaba lago lejos de su casa, era más seguro que conducir. El O.R. estaba tranquilo Romano les había dicho a todos que debían de dar todos sus papeles, informes y de más ese mismo día antes de las nueve de la noche y como la mayoría no había acabado de hacer lo que Robert había pedido, no había mucho ruido en el pabellón, todos estaba haciendo sus papeles.

La casa de Kerry Weaver estaba en silencio, bueno después de una bomba como la que se pegaron la noche anterior..., todas las chicas estaban dormidas, Kerry estaba en el sillón, al costado de Cleo, Lucy estaba en un colchón en el piso y Lizzie se había dormido en le piso, ella era definitivamente la que más había tomado La primera en levantarse fue Lucy, la cual dicho sea de paso era la que había estado más "sobria", cuando miró la casi se cae de espaldas, ya eran las doce del día y ninguna otra chica se había levantado, bueno, eso era común si se habían dormido a las 3 de la mañana y estaban con la resaca. Lucy se fue a la cocina por una aspirina, luego se sentó a leer más detenidamente el artículo, cuando lo hubo leído como tres veces, se fue a donde estaban las chicas que se habían comenzado a despertar, bueno, solo Cleo que tampoco había bebido tanto pero luego se tomó su aspirina y las dos se quedaron dormidas junto a las otras chicas.

Si bien las cosas en la casas de Kerry estaban calmadas, las cosas en el hospital no, había llegado un trauma por un choque múltiple, llamaron a Carter para que ayude con los casos, pero cuando acabó con los traumas graves se fue a la recepción para ver en que podía ayudar, de pasada que se podía distraer un rato de haber estado haciendo tanto papeleo. Se sorprendió al ver que no lo necesitaban mucho, pero cuando estaba por irse se encontró con Lana, que le dijo que en el exam room 2 había una chica que necesitaba suturas pero que la historia estaba en el cuarto. Carter entró al exam room y se llevó una sorpresa, sentada sobre la cama estaba Brenda, con una cortada en el hombro que no era muy grande, pero sí profunda.

-Hola –dijo Brenda –Bonita manera de verte de nuevo –agregó en un tono sarcástico

-Sí¿Cómo te cortaste?

-Me golpeé con la luna del auto en el choque, yo no estaba manejando, el taxista tuvo que voltear y me estrellé contra la ventana –dijo Brenda

-Eso debe de haber sido a gran velocidad

-Oh, sí que lo fue, nos empujaron, así que sí fue a gran velocidad

-Bueno, necesito limpiar la herida... estemm... te dejo sola para que te cambies a esta bata y sea más... cómodo para los dos –dijo Carter saliendo

-Carter¿Siempre te pones así?

-Sólo con las pacientes mujeres a las cuales sé que voy a volver a ver –dijo con una sonrisa en el rostro por el comentario que acababa de dar

Suturar es fácil, en especial si eres cirujano, pero cuando se trata de una amiga, por lo menos en el caso de Carter, se ponía un poco nervioso. Carter volvió a su oficina y después de un rato, Brenda tocó la puerta, él la hizo pasar y ella le comentó que quería agradecerle por lo que había hecho por ella, y lo invitó a tomar un café a la cafetería del hospital pues no le quería quitar mucho de su tiempo y además, ella también tenía que irse a trabajar. A diferencia de muchos otros casos, Carter aceptó café con mucho agrado, el simple hecho de que iban a pasar un rato junto le traía alegría y al parecer, a Brenda también le entusiasmaba la idea y eso lo hacía más feliz.

Para cuando habían terminado de tomar el café, ya habían quedado en el lugar para su segunda cita, irían al sine, a ver una película de terror, a decir verdad, Carter no era el mayor fan de las películas de terror, pero como a Brenda se le había ocurrido la idea de ver esa película, él había accedido para complacerla¿Se estaba enamorando? Y si eso era verdad ¿Cómo había ocurrido tan rápido? Comúnmente cuando él se enamoraba era porque había conocido a la chica durante mucho tiempo, pero con Brenda era diferente, sentía que ya la conocía desde hacía tiempo aunque en realidad sólo la conocía bien desde hace unos dos días.

A las Seis de la tarde, las chicas estaban viendo una película. Todas se habían levantado a las dos de la tarde y habían decidido pasar el resto del día juntas, para por lo menos no aburrirse en su día libre. Estaban viendo "Río Místico" y para el final de la película todas habían llorado, luego, como todavía seguían en su momento de sensibilidad, se pusieron a hablar sobre sus pasadas relaciones que no habían funcionado o siquiera existido. Para las chicas ese fue el momento perfecto para comenzar a inventar todo lo que les gustaría que pasara en su vida amorosa, como por ejemplo, su tipo de chico ideal y todo eso, que comúnmente solo hablas cuando estas en un momento de "Feeling"

Como nunca, el Lunes se pasó volando y cuando menos se lo imaginaban, ya eran las cinco de la tarde, Carter estaba en el techo tomando un café en su tiempo libre y se encontró con Lucy, ambos se pusieron a hablar sobre lo que habían hecho últimamente, ella le contó sobre la pijamada con las chicas y él le contó sobre todo lo que había pasado con Brenda, hubo un momento de silencio después de que Carter le comentó que creía que estaba enamorado de Brenda, y hubo todavía un silencio más grande cuando le comentó sobre su segunda cita que era esa noche, sin embargo, cuando le pregunto si se sentía bien, ella mintió diciéndole que sí se encontraba bien, que sólo se había distraído un poco.


TBC