¿Cómo superar un desamor?
Capítulo 4: ¿Cómo aceptas tus errores?
Después de una semana llena de exámenes, evaluaciones, proyectos y otros pendientes, todos los estudiantes del instituto Konoha podrían tomarse un descanso de dos semanas y prepararse para la última parte del semestre. En esas dos semanas, Kakashi invito a Ayame a un viaje de campo con su padre, a lo que la chica aceptó emocionada. Obito por otro lado tuvo que tomar unas clases extras para que la última parte del semestre, pues no era sorpresa para nadie que sus actitudes escolares no fueran las más altas, pero solo necesitaba un empujoncito. Fue bueno que Asuma también le hiciera compañía, aunque sus razones eran más personales. Ese día, Obito solo paso a dejarle algo a su compañero, sabiendo que espera a su familia y debía respetar eso, pero cuando se alejaba de la casa del Sarutobi, vio que en a solo unas cuadras estaba Kurenai, espiando como si de un águila se tratara, en espera de un ratón el cual pudiera comer.
— ¿Qué haces aquí Kurenai? – Obito le hablo, asustándola porque no le había visto
— ¡No hagas eso tonto! – la chica rápidamente se recuperó del susto para fingir demencia – nada, solo pasaba por aquí. Lo hago todo el tiempo
— ¿Vienes hasta esta parte de la ciudad aun cuando vives casi hasta el otro lado?
— S-sí, es un buen ejercicio – la chica solo desvió la mirada con molestia - ¿Tu qué haces aquí? Creí que vivías pegado a Rin como siempre
— No, hace mucho que la supere. Solo vine aquí para ver a Asuma…
— Ya veo, planean otra de sus salidas de chicos, a expensas de mi – la chica se mostraba molesta al decir eso – todos los hombres son iguales
— ¿Salidas de chicos? – Obito se mostró confuso hasta que recordó una charla que tuvo con Anko antes de las vacaciones – creo que estas equivocada…
— ¡Por supuesto que no! Asuma corto conmigo porque de seguro me estaba engañando con otra mujer
— Si algo aprendí de la señorita Kushina y de su sobrina Riki, es que no es bueno meterse en chismes – Obito procedió a retirarse con calma – deberías investigar bien todo antes de acusar a Asuma de algo así
— ¡Ya lo veras! ¡Te probare que te equivocas!
Enojada y dejándose llevar por sus emociones, Kurenai dejo de lado a Obito y se dirigió a la casa de Asuma, con el fin de poner en claro las cosas. Cuando estaba a unos pasos de llegar a su puerta, escucho que alguien iba a salir, así que se ocultó en unos arbustos por los nervios. Vio salir al Sarutobi, pero se sorprendió de verlo con un traje negro elegante, aunque su semblante era serio. Asuma se apoyó en la puerta con un semblante serio, incluso triste. Pareciera que hubiera llorado por mucho tiempo, lo que le hizo creer a Kurenai que sufría por haber roto su relación, lo que elevo el ego de Kurenai. En eso, escucha que el celular de Asuma suena, a lo que este contesta, pero al estar cansado, puso el altavoz.
— ¿Hola?
— Hola cariño, ¿Cómo te encuentras? – se escuchó una voz femenina al otro lado de la línea
— ¡¿Cariño?! – Kurenai se enfureció al escuchar eso
— Estoy bien, ha sido un día muy largo – Asuma saco una cajetilla de cigarrillos de su traje con seriedad – mi padre está atendiendo a unos visitantes y quise darles espacio
— Sé que las multitudes no te gustan, no te presiones – la voz femenina le halaba con delicadeza y cariño – ya deseo verte, junto con mi querido suegrito
— ¡¿Suegrito?! ¡¿Acaso ya tienen esa confianza?! – Kurenai estaba que echaba chispas de los ojos – Asuma está muerto
— ¿Llegaras hoy?
— Solo una hora más y nos pondremos en marcha. ¿Quieres que te compre algo antes de irnos?
— Con que lleguen con bien me sentiré satisfecho Kaede – Asuma encendió el cigarrillo, mientras un involuntario gimoteo se le escapo
— Oh cariño, no estés triste. Esta noche preparare un especial de tus favoritos. Solo para ti, ¿Te parece?
— ¡¿Especial?! – Kurenai sentía que podría entrar al celular de Asuma para matar a esa pervertida
— Gracias, pero no quiero que Aotomaru se enoje, sabes que él es muy quisquilloso con esas cosas
— Será nuestro secretito – la chica se rio un poco por esas palabras
— ¡¿Y además engaña a otro?! ¡Ya estuvo! – Kurenai se levantó de su escondite listo para confrontar a Asuma
— Bien, nos veremos en una hora. Nos vemos Asuma – la llamada termino, dejando a Asuma en silencio
— ¡Infeliz! – Kurenai llego en frente suyo con enojo aparente
— ¿Kurenai? – Asuma se sorprendió al ver a la peli negra, pero no pudo decir más cuando recibió una bofetada de la chica - ¿Cuál es tu problema?
— ¡¿Y todavía preguntas?! – la chica le sujeto del cuello con enojo - ¡Todo este tiempo me estabas engañando con esa tal Kaede! ¡Desgraciado!
— ¿De que estas hablando? ¿Acaso estás loca? – Asuma se soltó del agarre de la chica con molestia - ¿Cómo se te ocurre que haga algo como eso con la esposa de mi hermano?
— … ¿Eh? – la sorpresa de Kurenai se vio interrumpida cuando la puerta de la entrada se abrió
— ¿Asuma? – en la puerta se vio a Hiruzen, el padre de Asuma, junto con algunas personas, incluidas algunos maestros del instituto - ¿Está todo bien?
— Si padre, no te preocupes – Asuma se disculpó mientras mostraba su celular – mi hermano y Kaede llegaran en unas horas. Su autobús se retrasó un poco
— Ya veo, espero que tu hermano no tenga problemas con el viaje
— ¿Kurenai? – a la entrada llego Natsu junto al que parecía ser su novio Shiro – que bueno que leíste mi mensaje
— ¿Mensaje? – Kurenai saco su celular, viendo los múltiples mensajes de Natsu, que ella había ignorado por su coraje
— Eso me temí – Natsu solo negó con pesar para después acercarse a Asuma para abrazarlo – mi más sentido pésame Asuma. Espero que tu madre este descansando en paz
— En lo que podamos, tendrás todo nuestro apoyo – hablo Shiro estrechando la mano del joven
— Gracias, entren con toda confianza, estaré con ustedes en unos momentos – Asuma les dejo entrar mientras Hiruzen los recibía, aunque Natsu miro con enojo a su amiga
— Tu madre… murió – Kurenai vio los mensajes de Natsu en donde le contaba lo que ocurrió y que justo ese día la velarían en la casa de Asuma
— No podía salir contigo porque estaba al pendiente de mi madre en el hospital, además de que tenía que ayudar a mi padre con papeles de su trabajo para costear los gastos funerarios – Asuma se dirigió a la entrada con seriedad mientras se sobaba en donde recibió la bofetada – ella murió anoche mientras dormía
— Asuma, ¿Por qué nunca me dijiste?
— Cada vez que quería decirte, solo me ignorabas o te enojabas porque según tú, nunca te escuchaba – Asuma no pudo evitar que una lagrima se deslizara por sus mejillas mientras se adentraba – gracias por venir
— ¡Asuma espera! – Kurenai sentía que su pecho se estrujaba por lo que había hecho – lo siento, yo no sabía…
— ¡No lo sabias, porque nunca te importo nada que no se tratara de ti! – el grito de Asuma fue suficiente para hacer retroceder a la chica – siempre tenía que ser sobre ti. Eres la peor Kurenai
Con esas palabras, Asuma entro a su hogar, mientras Kurenai se alejaba lentamente de ese lugar. Su pecho le dolía, las lágrimas en sus ojos no dejaban de caer, mientras en su garganta se hacía un nudo terrible, todo eso mientras se daba cuenta de lo tonta e insensible que había sido. En verdad que se sentía como basura. El regreso a las clases no sentía igual para muchos, sobre todo para la mayoría del grupo de chicas. Natsu, Yugao y Ayame seguían siendo muy unidas, y aunque no pasaron mucho tiempo juntas en las semanas de vacaciones, pensaban ponerse al corriente durante el almuerzo.
— Entonces, ¿Cómo te fue en esa salida con Kakashi y su padre? – pregunto Yugao a su amiga, la cual se veía apenada, pero feliz
— El señor Sakumo es muy buen tipo, algo reservado al hablar, pero siempre se mostró muy atento conmigo y con Kakashi – la chica contaba lo vivido en esa semana en el campo – lo que me sorprendió mucho es lo hábil que es para conseguir víveres en el exterior y lo buen cocinero que es. Aprendí varias recetas para el restaurante de mi padre
— Si necesitas quien las pruebes, no dudes en llamarnos – Natsu le guiño el ojo a la chica en señal de complicidad - ¿Qué hay de ti Yugao? ¿Cómo se encuentra Hayate?
— Él está muy bien de hecho – la chica comía su almuerzo con una sonrisa – la primera semana se sometió a un tratamiento que le ayudo a mejorar su condición. Anoche salimos a pasear y ya no le dan esos ataques de asma tan seguido. Sin duda que mejoro
— Te vi anoche en el centro, pero te veías tan feliz que no quise romper el ambiente – Natsu se rio al mostrar una foto suya con su novio – Shiro me compro un relicario con una foto que nos tomamos juntos. Me gusta que sea tan detallista conmigo
— Hola chicas – al lugar llego Yugito junto a una chica de cabellos rojos muy brillantes - ¿No les importa si nos sentamos? No quedan muchos lugares
— Para nada sempai – Ayame le invito a tomar asiento junto a la otra chica - ¿Ella es nueva?
— Mucho gusto, me llamo Riki Uzumaki – se presentó la pelirroja con una sonrisa amable – solo estoy de paso
— Es sobrina de la señorita Kushina – menciono Yugito – me pidió que le mostrara el lugar pues estará como estudiante de intercambio por unas semanas
— Es un gusto tenerte en nuestro instituto, me llamo Natsu Hyuga, ellas son Yugao y Ayame
— Gracias por la bienvenida, son muy amables, lo juro
— Oigan chicas, ¿Dónde están Rin, Anko y Kurenai? – pregunto Yugito con preocupación – no he podido hablar con ellas en estas dos semanas
— Bueno, Anko tuvo que tomar varias clases complementarias en las vacaciones, y creo que se acostumbró al grupo con el que comparte clases – Yugao señalo una mesa al fondo donde estaba Anko junto al grupo de Obito
— No eh visto a Rin, y la verdad no tengo ganas de verla – respondió Natsu de forma tajante – y en cuanto a Kurenai…
La peli verde señalo otra mesa al fondo, donde se encontraba la chica de cabellos negros, pero todo su semblante era depresivo. Se le veía cansada, con unas ojeras muy notables, sus cabellos no estaban del todo parejos, totalmente descuidados, y sus ropas no reflejaban una buena imagen al parecer. Todas vieron como ella saco su celular, marcando a alguien con desesperación. Todas voltearon a ver que en el grupo de Obito un celular sonó, siendo el de Asuma, el cual al ver de quien era la llamada, simplemente colgó y apago el celular, deprimiendo a Kurenai.
— Pobre Kurenai – dijo Ayame con tristeza
— Se lo merece – hablo Natsu con enojo – todas recuerdan como era ella de grosera con el pobre de Asuma. Karma, así de sencillo
— Aun si fuera así, creo que deberíamos ayudarle con este problema – hablo Yugao con preocupación – solo mírala como esta
— Tu no estuviste ahí cuando ella abofeteo a Asuma por un malentendido. En su casa, justo cuando su madre murió. Asuma debió regresarle la bofetada…
— Relájate Natsu – Yugito calmo a la peli verde que parecía ponerse más molesta – tienes razón en algo, Kurenai fue muy grosera y no merece perdón, pero eso no significa que no lo merezca en estos momentos
— Por lo que dicen, creo comprender lo que ocurre – hablo Riki con seriedad – esa chica Kurenai, tiene que arreglar el problema, pero debe poner todo de su parte si quiere lograrlo, lo juro
— Bueno, no le negaremos ayuda si nos la pide – Natsu solo le dio la razón a la pelirroja para mirar a su alrededor – ahora solo falta la testaruda de Rin
— Creo que ella lo acepto mejor que Kurenai – dijo Yugao – después de todo, Rin no es del tipo de chica que enloquece con este tipo de cosas, ¿verdad?
Las palabras de Yugao, aunque sensatas, no reflejaban la verdad sobre Rin en estos momentos. El resto de las clases se terminó paso volando, llegando el mediodía con algo de calor en el ambiente. Ayame se encontraba en la salida junto a Yugao, mientras esperaba al resto de las chicas y chicos, pues habían planeado una salida juntos al karaoke por el regreso de vacaciones. En eso, alguien tomo el hombro de Ayame, quien sorprendida se giró esperando ver a sus amigos, pero a quien se encontró fue a Rin, la cual se veía en unas condiciones iguales a las de Kurenai, pero no llevaba su uniforme, pues había faltado a las clases del día.
— ¿Rin? ¿Dónde estuviste? – pregunto Yugao muy sorprendida
— Nos tenías preocupadas…
— ¿Te tenia preocupada? – Rin interrumpió las palabras de Ayame con molestia – que raro, sobre todo porque fue por tu culpa que estoy así
— ¿Qué quieres decir? – las chicas se vieron sorprendidas ante esas palabras, sobre todo Ayame - ¿Mi culpa?
— Tu sabias que me gustaba Kakashi y me lo robaste. Todo este tiempo, te reías de mi a mis espaldas y lo hiciste solo para amargarme todo
— Pero, yo no sabía que te gustaba. Siempre que hablábamos de eso, nunca mencionabas su nombre, o al menos conmigo
— Eso es verdad – Yugao corroboro las palabras de Ayame con enojo – además, ¿A qué te refieres con que Ayame te amargo todo?
— Me refiero a todo. Seguramente tú fuiste quien hablo con Obito para que dejara de ayudarme, así ya no podría pasar tiempo con Kakashi. Tu arruinaste toda mi vida, maldita ladrona
— Eso no es verdad – Ayame encaro a la chica con enojo – tú fuiste quien siempre menosprecio a Obito. Además, lo que sientes por Kakashi está mal. Yo lo quiero, y por eso me le confesé. No está bien esperar a que se te declaren, porque si tú de verdad quieres algo, debes luchar por ello
— ¡Kakashi debía ser mi novio! – Rin grito con molestia al escuchar el discurso de Ayame - ¡Yo debería ser quien salió en ese viaje al campo con él y su padre, no tú! Además, Obito nunca estuvo en mi corazón, solo me seguía a todas partes como un tonto…
— ¿Eso es lo que piensas Rin? – la voz de Obito se escuchó detrás de la chica
Rin se giró con sorpresa para encontrarse no solo con Obito, sino con todos sus amigos y amigas, entre ellos Kakashi. Rin sintió que perdía todos los colores, pero fue peor cuando Natsu llego frente suyo y le planto tremenda bofetada a su ex amiga, quien solo retrocedió con mucha sorpresa.
— Eres la peor Rin, me das lastima – Natsu empezó a irse junto a todo el grupo, quedando solo Obito, Kakashi y Ayame
— Eso es lo que nunca me gusto de ti Rin, siempre das por sentado todo, sin impórtate lo que otros digan u opinen. Por eso nunca me gustaste – Kakashi tomo la mano de Ayame y se fueron de ahí
— Obito… - Rin miro como su amigo le miraba con un semblante serio, pero lleno de desilusión – yo no quise…
— Siempre creí que algún día podría llegar a tu corazón. Luego creí que con tu amistad me bastaría – Obito apretó sus puños con fuerza y empezó a retirarse lentamente para seguir a sus amigos – pero ahora, no quiero tenerte ni cerca. Me arrepiento de haberme enamorado de ti
Obito se alejó lentamente del lugar, dejando a Rin sola, herida en su corazón, viendo como todo lo que alguna vez pudo gozar y disfrutar, se vino abajo, y ella era la única culpable. Estas últimas semanas solo quiso culpar a Ayame de lo que le había ocurrido en los meses pasados, pero solo bastaron unos segundos para comprender que el error era de ella.
Y ahora, estaba sola, y sin nadie que le consolara…
Continuara…
Nota del Autor:
Saludos a todos
Aunque esta historia y sus caps son breves, serán variados y con mas personajes OC, todos aportando sus propias reflexiones para los jóvenes.
Quiero avanzar un poco mas mas con esta historia ya que ya casi se llega a la mitad. Si alguien quiere aportar alguna reflexion que pueda agregarse en la historia, toda opinion es bienvenida.
Y recuerden, cualquier parecdo con la realidad, es mera coincidencia
Gracias por leer y no olviden apoyarnos con la campaña: "Valore nuestro trabajo, deja un comentario"
Que tengan un buen dia
