La reunión duró hasta las doce del día, pero mientras que todos los ejecutivos importantes estaban trabajando con Carter, las secretarias cumplían el mismo rol que harían las enfermeras en el hospital, chismeaban. Se habían reunido todas en el piso de Adel, que también participaba pero en una forma muy respetuosa, habían elegido ese sitio por dos motivos, Carter estaba cerca y Adel sabía mucho mas sobre Carter que las otras secretarias.
En una reunión de secretarias, de lo que comúnmente se hablaba era de los hombres de la empresa, algunas veces hablaban de los visitantes, otras de los que tenían más dinero y eran solteros y otras, como era el caso de la que estaban teniendo era sobre los mejores hombres, solteros y adinerados que habían pisado la empresa, por consecuente se habían puesto a hablar de John Truman Carter III.
-Oigan ¿Vieron como llego hoy a trabajar? –dijo Angie
-¿Cómo? Mi jefe no me dejó salirme, es más, ¿A qué hora llego? –dijo la secretaria de Jeremy
-Llegó a las once, se le veía cansado –dijo otra secretaria de la planta baja
-Parece que se había quedado dormido –dijo Adel
-Bueno, esta en jeans y en un tipo de polo azul con cuello de "v" –dijo Angie
-Me imagino que lo que más te gustó fue el tipo de cuello –dijo otra
-Sí –dijo Angie sin vergüenza –Estaba sin afeitarse
-No sé como hace pero igual se le veía súper bien
-Ustedes son jóvenes, se mueren por el señor Carter, obvio que les va a parecer súper lindo –dijo Adel
-Anda Adel, no nos mientas, a ti también te parece... simpático –dijo la de Jeremy
-Bueno...
-Vamos Adel, tu tienes que saber ¿Tiene novia? –dijo la secretaria de Anderss
-Bueno, hoy lo llamó una señorita que se llamaba Brenda –dijo Adel –Pero no se nada más
-Gracias por el mensaje Adel, creo que ya todas pueden volver a trabajar –dijo Carter saliendo de la nada, los otros habían salido por la otra puerta
La cara que pusieron las secretarias cuando Carter dijo eso fue única, era una mezcla de pánico y vergüenza. Comúnmente no las atrapaban hablando, y si lo hacían, no era la persona de la que estaban hablando en ese mismo momento, ninguna sabía si pedir perdón o irse sin mirar a Carter a los ojos; pues una de las cosas que más les gustaban eran sus ojos.
-¿Estaba interesante la conversación? –le preguntó a Adel cuando todas se fueron
-Bueno... señor Carter... –dijo Adel
-No te preocupes, no estoy molesto, es solo que... es algo extraño encontrar a como cinco mujeres hablando de ti
-Lo siento señor, no volverá a pasar...
-Por lo menos no cerca de mi oficina, ¿No? –dijo Carter riendo, y luego se fue a seguir trabajando.
-Gracias por no amonestarnos Dr. Carter –dijo Adel, recordando la vez que Carter le había pedido por favor que no lo llame "Señor".
Con cada día que pasaba la navidad estaba mas cerca. Ese día había estado sentado en su oficina, haciendo los últimos controles a los balances en los que había estado trabajando cuando se acordó que había comprado todos los regalos de su familia pero que todavía le faltaban los de Brenda, Deb y Lucy; algo extraño pasó cuando recordó lo de los regalos, al pensar en Lucy, una sonrisa nació en su rostro y se dijo a él mismo que debía de conseguirle algo especial, no cualquier cosa, algo realmente especial.
Como había avanzado más de lo que había planeado para ese día, a Carter se le ocurrió que iría de compras pero luego recordó que él no tenía el mejor gusto del mundo, bueno, estaba seguro que a Deb y a Lucy les podría comprar algo él solo pero luego se acordó de Brenda. Hace unos días había salido con ella de nuevo y se dio cuenta de que le compraría algo con ayuda pero, ¿De quién? Fue en un momento de inteligencia repentina que decidió quien lo ayudaría a encontrar el regalo para Brenda.
Adel y Carter fueron al centro comercial más grande que había en toda la ciudad, Carter le había pedido por favor a Adel que lo ayudara, no le había dicho que le compraría un regalo, pero sabía que Adel lo hacía de una forma pura y desinteresada. Se pasearon por todas las tiendas buscando el "dichoso" regalito para Brenda, a Deb ya sabía que le iba a regalar y cuando pasaron por su joyería favorita (en la que comúnmente compraba para regalar) hizo el pedido, luego de estar un rato buscando, Adel le encontró el regalo perfecto a Brenda, era un brazalete con pequeños brillantes, no eran diamantes pero brillaban de una forma parecida.
Ya estaba casi todo listo, pero faltaba el regalo más importante, el regalo de Lucy, los de Brenda, Deb y Adel ya estaban listos, bueno, el de Adel (que era una cartera de cuero negra que había estado mirando mientras Carter no la observaba) lo compraría más tarde pues sabía que ella no aceptaría que Carter le estuviese regalando cosas, según ella, eso no sería correcto. Carter le explicó a Adel que el regalo de Lucy debía ser algo muy especial y cuando Adel le preguntó si Lucy era algo más que una amiga para él, Carter se quedó callado por un momento antes de decir que no.
Carter se ofreció a dejar a Adel en su casa, pues eran las ocho de la noche y no quería que estuviera sola, no era que era peligroso pero como ella estaba en su auto, le pareció lo más apropiado. Sin embargo, Adel le rechazo la oferta de una manera muy gentil, pero aceptó que la dejara en una plaza que había a unas cuadras de su casa. Tan pronto como Adel se fue, Carter regresó al centro comercial y le compró la cartera para luego irse a su casa, en donde, antes de dormir se quedó pensando en Lucy pues tenía su regalo en la mesa de noche, apuntó en un papel cerca del regalo que debía conseguir una caja bonita para envolverlo y que debía recoger el regalo de Deb el viernes 17, o sea en tres días.
El miércoles pasó volando, en la oficina todos estaban trabajando al mil por hora, el tiempo se estaba acabando y parecía que algunos todavía no habían logrado terminar y debían presentar los informes a más tardar a las Seis de la tarde, así que la oficina estaba callada, no tranquila porque una buena parte de los empleados de la empresa estaban trabajando contra el reloj para quedar bien con Carter y sobretodo para no correr el riesgo de ser despedidos, pues sabían que un trabajo como ese y con ese sueldo no era fácil de obtener y menos mantener.
Por otro lado, Carter nunca olvidaría el jueves 16, bueno por lo menos eso pensaba, ese día le darían de alta a su abuelo, es más, ese día avisó que no iría a trabajar (no dijo porque) pero dejó todos los papeles que necesitaban y como estaba de buen humor, dijo que podían ajustar los últimos detalles de sus informes ese día pero no se recibirían informes pues ya había pasado la fecha tope. Camino al hospital, Carter pasó por una tienda de "cosas de chicas" como las denominaban sus amigos y él y como nunca, entró a ella y apenas piso la tienda vio la caja perfecta para el regalo de Lucy. Era una caja de cartón corrugado, con unas huellitas de oso en los lados y que tenía un lazo rojo al medio, la caja era preciosa, iba perfectamente con el regalo y estaba tan feliz por eso, cuando fue a caja, la encargada le preguntó si es que era para el regalo de su enamorada y a Carter se le escapo una sonrisa y se puso rojo cuando dijo que no, sentía como que estuviera mintiendo.
Carter pasó por su casa antes para dejar los papeles y la caja que había comprado y luego se fue al hospital. Como nunca, entró por la puerta principal y no la de emergencias; los de emergencias estaban trabajando para que en unas horas se puedan divertir. Carter tomó directamente en ascensor y se dirigió al piso en donde se encontraba la habitación de su abuelo y al entrar se llevó con la sorpresa de que su abuelo todavía se encontraba con la bata del hospital y que su abuela estaba muy concentrada mirando por la ventana, tan concentrada que no se dio cuenta de que él había llegado, ¿Estaría pasando algo malo?
Cuando Carter estaba a punto de lanzar una pregunta, su abuela volteó y lo encontró observándola detenidamente, lo cual primero la extrañó un poco, pero después se puso a recapitular y se dio cuenta de que el motivo por el cual la miraba así era por la actitud que había tenido.
-No te preocupes, todo esta bien, es solo que ya nos hartamos de este lugar, sin ofensas –dijo Gamma
-No importa, a veces yo mismo llego a preguntarme qué hago aquí –dijo Carter con una tímida sonrisa en el rostro
-Gracias por venir, tu abuelo y yo sabemos que ahora mismo podrías estar descansado
-Nada de eso, no quería dejarlos solos con todo el papeleo para que le den de alta al abuelo
-Buenos días –dijo Carter senior mientras se desperezaba en su cama
-¿Dormiste bien abuelo?
-Sí Scoot, pero parece que tu no –dijo Carter
-En realidad no he dormido mucho, a excepción de ayer que me quedé dormido pero esa es otra historia
-Carter ¿Podrías ver por favor a qué hora le dan de alta a tu abuelo? No me quieren decir mucho –dijo Gamma
-Claro, voy a hablar con el Dr. Benton para que me dé los informes –dijo Carter Jr. y luego abandonó la habitación.
Como ese día Carter no estaba muy apurado, fue a buscar a Benton a su oficina, pero al ver que estaba vacía se fue al E.R. seguramente estaría cubriendo una guardia. Efectivamente, cuando Carter puso un pie en el E.R. logró ver a Peter examinando a un paciente en una sala cercana, luego de acercarse y haberse asegurado que lo había visto, Carter se retiró al Lounge.
Unos minutos más tarde, Benton hizo su aparición en la sala, Carter se puso de pie como habría hecho en sus tiempos de estudiante y lo saludó. Peter ya sabía que el mayor motivo de la visita de su amigo era informarse sobre el caso de su pariente y sin muchos preámbulos abarco el tema rápidamente, dándole a Carter todas y más respuestas de las que hubiera preguntado, alegrando un poco la situación.
Resultaba que al abuelo de Carter no le darían de alta hasta las tres de la tarde de ese día, pero como Carter ya sabía que llenar todas las formas tardaba una eternidad, le recomendó a su abuelo que comenzara lo más rápido posible a llenar las fórmulas. Mientras que sus abuelos llenaban las fórmulas, Carter bajó al E.R. a distraerse un rato, después de todo, había tenido unos días increíblemente cansados y aburridos.
La sorpresa en la que habían estado trabajando los integrantes del equipo de urgencias ya estaba lista cuando todos salieron, en una parte de la entrada de las ambulancias habían hecho una pista de hielo, no había sido muy difícil, solo había hecho falta rociar el agua hasta cierto punto y dejarla congelar para tener una forma de diversión increíblemente satisfactoria.
El día se paso bastante rápido, por una parte, la improvisación de una pista de patinaje había sido muy buena idea pero la diversión se acabó cuando Romano tuvo un accidente, que la verdad no Debió de haber pasado, de todas formas lo que ocurrió fue que Robert había salido corriendo del hospital y no había visto donde comenzaba la pista por ende patinó directamente contra la pared, hiriéndose la cabeza, pero no fue muy grave, sólo necesito cuatro puntos.
Carter se quedó con sus abuelos todo el día, y no hubo objeción de parte de la empresa por dos motivos: él era el presidente y ya había dejado todo en orden para no hacerles problemas a los otros. No todo estaba saliendo como los Carter habían planeado, por un lado, el orden de dar de alta a Carter senior había tardado tres horas más de lo que habían planeado y ya eran las Seis de la tarde. Cuando por fin se completaron todos los papeles y Carter senior estaba listo para salir, él le pidió a su nieto que lo acompañara al E.R. para darle las gracias a los doctores que lo habían atendido.
Por las descripciones que le había dado su abuelo, Carter logró identificar a los doctores que lo habían tratado, el abuelo de Carter sólo sabia el nombre de uno de los que lo habían tratado, Deb Chen. Luego, Carter se fue guiando por lo que le describían, el doctor alto y calvito sin duda era Mark, el enfermero que contaba chistes era Malik y la enfermera hispana Chunny, y sin dudarlo, la jovencita rubia y de lindos ojos azules que antes de que Carter tuviera tiempo de abrir la boca recordó que se llamaba Lucy. Uno a uno se les fue acercando Carter senior para darle las gracias, cuando faltaba encontrar a Deb y Lucy, Carter supo exactamente en donde estaba, en Suturas.
Y en efecto, las dos chicas se encontraban ahí, estaban hablando sobre un paciente al que Lucy había examinado para Deb cuando los dos Carter entraron.
-Gracias Carter, son ellas –dijo su abuelo como diciendo "tu quédate callado que yo voy a hablarles"
-... –Carter solo asintió con la cabeza
-Hola señor Carter –dijo Deb con una sonrisa
-Hola Deb, Lucy –dijo Carter senior
-¿Conoces a Lucy? –dijo Carter algo extrañado
-Sí Scoot, fue a visitarme con Deb hace unos días –dijo –Ahora déjame terminar
-Sí señor –dijo Carter como que tuviera siete años
-Quería darles las gracias por haberme atendido –prosiguió –en especial a la Dr. Knight por haberme hecho sentir tan bien luego de haberme hecho soltar toda mi frustración –dijo sonriendo
-No es nada, ese es mi trabajo –respondió Lucy con otra sonrisa
-Lucy es una de nuestras mejores doctoras de psiquiatría –dijo Deb orgullosa de su amiga
-Es una muy buena loquera –dijo Carter senior sonriendo –Le importaría darme un par de consultas para el futuro
-No es problema, hablar es una muy buena forma de aliviar el estrés –dijo Lucy
-Muchas gracias, a las dos así que no te pongas celosa Debbie –dijo Carter senior mirando a Deb
-Gracias por recordárHaleho –dijo Deb que siempre se había llevado bien con el abuelo de Deb que también era casi como su abuelo –Pero no estaba celosa
-Te conozco Debbie, no me tienes que mentir –le aclaró y tras una pequeña risa continuó –En fin, gracias por todo pero me tengo que ir, sin intenciones de ofender pero, estar aquí me esta volviendo a enfermar
-No se preocupe –dijo Lucy
-Adiós chicas –dijo Carter senior mientras volteaba y salía por la puerta
-Gracias chicas, después tenemos que hablar los tres, yo les aviso –dijo Carter y luego se fue siguiendo los pasos de su abuelo
-Se parecen mucho –dijo Lucy
-Ya lo creo –dijo Deb –Pero siguiendo con lo del paciente...
Cuando por fin salieron del hospital eran las siete de la noche, cuatro horas más tarde de lo que se había planeado. Carter escoltó a sus abuelos hasta la mansión y dio la orden; como médico y como nieto, que su abuelo estuviera reposando para que este en perfectas condiciones para el viaje. Luego de haber rechazado la oferta de su abuela para que se quedara a cenar y de haber tenido que prometer que iría al día siguiente, Carter salió hacia su casa, pero en la mitad del camino pensó en ir a visitar a alguien, en visitar a una muy buena amiga.
Antes de llamar a la puerta Carter lo pensó dos veces, por un lado no acostumbraba aparecerse en la puerta de la casa de nadie sin avisar pero por otro lado se moría de ganas de verla. Antes de poder decidir qué iba a hacer, alguien abrió la puerta.
-Hola –dijo ella
-Hola –le respondió
-¿Quieres pasar? Parece que va a llover –le dijo
-Gracias –dijo Carter y luego entró a la casa
La casa de Brenda era grande considerando el hecho de que vivía sola, se fueron caminando a la sala, donde Carter se puso cómodo y esperó a que Brenda le llevara el café que le había ofrecido. Al pasar unos minutos Brenda le pidió que por favor esperara unos diez minutos a que hierva el agua y que la esperara a ella también porque tenía que hacer una llamada "súper" importante, sin tener ninguna excusa, Carter le dijo que no se preocupara y antes de que su mente quisiera expresar algo se apresuró a decirse a él mismo que después de todo, él había sido el que había llegado sin avisarle a nadie.
Ya se iba a poner el sol, debían ser algo así como las cinco de la tarde pero Carter no lo sabía con certeza pues no llevaba ni su reloj ni su celular en ese momento. Estaba caminando por le pasillo del E.R. como siempre lo había hecho y a lo lejos vio a Lucy pero luego la perdió de vista pues estaban transportando a un paciente. Antes de que se diera cuenta, estaba en el pasillo que había visto hacía un rato, no sabía muy bien como había llegado así de rápido, pero estaba feliz porque él había estado deseando hablar con Lucy todo el día.
Cuando estaba a punto de acercársele para hablarle, un hombre salió de la esquina del E.R. desde ese momento todo pasó muy rápido, el hombre había sacado un arma, todos se habían escondido y solo veía a Lucy y al hombre, luego no entendió por qué pero se disparó el arma, Carter cerró los ojos con fuerza, un poco aturdido por el ruido, pero lo que vio fue aún peor. Lentamente vio como el cuerpo de Lucy caía ante sus ojos, por un momento se quedó petrificado, luego al levantar la vista vio que el hombre ya no estaba y salió corriendo hacia donde yacía su amiga, la levantó un poco y la tomo entre sus brazos, había sangre por todos lados. Llamó a su nombre pero no hubo respuesta, volvió a llamar, Lucy todavía estaba caliente pero se estaba enfriando, desesperado, comenzó a moverla pero no pasó nada.
-¡LUCY! –gritó Carter mientras se despertaba, estaba sudando frío. Por un momento no sabía dónde estaba pero luego giró la cabeza y se encontró con Brenda
-Carter, ¿Qué te pasa? –dijo Brenda, sonaba más molesta que preocupada
-¿Ah? –dijo Carter todavía desconcertado y algo nervioso por lo que soñó Calma fue solo un sueño se dijo
-¡Estabas gritando el nombre de la chiquita esa! –dijo Brenda haciendo notar su enojo
-Lucy... –dijo Carter tratando de controlar su respiración, miró sus brazos, no había rastro de sangre
-¡Sí, de ella! ¡¿Qué hacías soñando con ella! –dijo Brenda
-Yo... ella...
-¿Te estabas divirtiendo? –dijo Brenda súper molesta
-¿Esta bien? –dijo Carter sin haber escuchado a Brenda
-¡No Carter! ¡No esta bien! ¡No sé qué te hace pensar que soñar con ella en vez de soñar con tu enamorada, que por si te has olvidado soy yo, esta bien!
-¿Qué? ¿Lucy esta bien? –dijo Carter más confundido que nunca
-¿Y preguntas por ella? ¿Qué ha pasado en tu sueño? –dijo Brenda algo preocupada por Carter pero igual de molesta porque él la había llamado en sueños
-Le habían disparado, en el hospital y yo... yo la observe cuando caía y... la tenía entre mis brazos y ella sangraba y se iba... poniendo... ella... estaba... muriendo –dijo Carter otra vez estaba agitado
-Lo siento Carter, es que te oí decir su nombre y me... puse celosa... no sabía lo que habías soñado –dijo Brenda pero vio que Carter es estaba parando e iba a la puerta
-Tengo que asegurarme que esta bien –dijo Carter antes de que Brenda dijera algo
-Antes de que te vayas, tu sueñas conmigo ¿verdad? –preguntó Brenda ilusionada
-No te quiero mentir, te veo luego –dijo Carter y salió de la casa
Tan pronto como estuvo fuera, salió corriendo hacia su auto y se dirigió lo más rápido que pudo al hospital, no sabía si Lucy seguía de guardia pero tenía que asegurarse de que estaba bien, aunque tampoco sabía porque se alarmaba tanto, seguro era por el hecho de que Lucy era amiga suya. Pero cuando has soñado cosas con Deb no has salido corriendo a ver si estaba bien pensó Carter mientras manejaba, Eso era porque nunca la habían matado en sus sueños se respondió a él mismo. Sabes que esa no es la mayor razón le respondió su mente pero Carter tenía cosas más importantes que estarse peleando con él mismo, había llegado al hospital.
-¿Esta Lucy? –dijo Carter acercándose a la mesa de recepción, estaba sin su abrigo, ni siquiera estaba seguro de que estuviera en el auto pero no le importaba
-¿Ah? –dijo Jerry
-¿Esta Lucy? ¿Esta de guardia?
-No, se fue hace horas con la doctora Chen, hablaban algo de irse a la casa de Lucy
-Gracias Jerry –dijo Carter y se disponía a salir cuando lo llamaron
-¿Qué le pasa? ¿Algo malo? –preguntó Jerry preocupado
-No lo sé, creo que no pero necesito hablar con ella –con eso, Carter se fue a su casa a llamar a Deb
