CAPÍTULO 3. Análisis


Comentarios de reviews:

Ladywarrior95: Jajaja... En el fondo, el título te viene a decir un poco de qué va todo el fic, incluso con segundas intenciones, porque también se puede pensar que por resultado obtienen un acercamiento entre los dos XD. Y por cierto, me ha llamado la atención lo que has dicho de «vecinos de habitación» O_o. He leído pocos fics de este fandom porque hay demasiados universos alternativos u_uº. Pero en uno que leí lo mencionaban y pensé: ¿cómo ha podido la autora malinterpretar este punto cuando se deja muy claro en el manga que las habitaciones del internado están dividas? O_o. Y ahora me entero que es algo extendido O_O. En fin... Ya veo que este fandom también tiene su ristra de «licencias de fickers» XD.

Bueno, os dejo con un nuevo capítulo. Espero que os guste ;-D


CAPÍTULO 3. Análisis

Shoto le mostró el sobre, sacó su informe —el cual guardó en su bolsillo—, y se lo devolvió.

—Sólo lo he revisado por encima —le comunicó él. Yaoyorozu le miró desconcertada mientras cogía el sobre—. Te he visto dar explicaciones muy detalladas en clase. Llegaría a decir que incluso das más matices de los que los profesores esperan. Así que entiendo que una hoja por las dos caras no es suficiente si hablamos de ti. ¿Estoy en lo correcto si digo que te han quedado cosas por decir? —Ella se limitó a asentir—. ¿Y por qué no lo has puesto todo?

—Me debatía entre si te molestaría que me metiera demasiado y el hecho de que pudieras no leer algo que fuese muy largo.

De modo que había estado en lo correcto en su suposición… y en ambas alternativas, además.

—Ya que te has preocupado por ello, me gustaría escuchar todo lo que piensas.

Yaoyorozu se quedó observándole sin reaccionar por eternos segundos y, después, miró el sobre que tenía en su mano.

—¿Puedo serte sincera? —preguntó al fin con semblante serio.

De modo que esa hoja de recomendaciones estaba edulcorada para no herirle, dedujo Shoto. Escribir esa carta le daba el tiempo necesario para medir sus palabras y ponerlas en un papel con la debida corrección, algo que podría no suceder si lo hablaban. A diferencia del papel, podría decirle algo que le ofendiera antes de darse cuenta de lo que habría dicho.

Por tanto, si aceptaba su proposición, le daría carta blanca a Yaoyorozu para hurgar con toda su fuerza lógica en la llaga que aún dolía. Pero en realidad, se lo había buscado al arrastrarla hasta allí. Sería de cobardes retractarse, por lo que se limitó a asentir.

Yaoyorozu se sentó a su lado en la fría piedra y supo, sin género de dudas, que estaba valorando cómo y por dónde empezar. Iba a ser la víctima de su extenso análisis, pero no era algo que le preocupara. Tener la perspectiva de otra persona sobre el examen podría devolverle información que pudiera habérsele escapado.

—Si tenemos en cuenta que has presenciado varios altercados últimamente, te habrás fijado cómo están actuando los villanos. En la USJ, la Liga de los Villanos se trajo a setenta miembros más para pelear —empezó enumerando con los dedos—. También atacaron en Hosu junto al asesino de héroes y, sólo unos días después, aparecieron en el campamento con otros miembros distintos para llevarse a Bakugo.

—¿Te refieres al hecho de que están atacando en grupo?

No era un secreto. En las noticias cada vez aparecían más altercados de villanos de bajo rango que se aliaban para cometer sus crímenes. No era que antes no lo hicieran; eso siempre había ocurrido. Pero en los últimos tiempos, el porcentaje de criminales en grupo había subido bastante y era ahí donde iba a parar esa conversación.

—Sí —confirmó ella—. Y eso está condicionando nuestros modelos de examen. ¿No has visto cómo eran las dos pruebas que hemos hecho hoy?

—Sí. Una nos ponía en una situación de combate que nos apremiaba a ganar, mientras que la otra era la resolución de una crisis con civiles.

—Cierto, pero la primera prueba no era sólo un combate con un significado de criba. Los examinadores nos han puesto en la situación de un combate real contra múltiples adversarios. No pretendían sólo valorar nuestras capacidades en base a cómo sorteábamos unos obstáculos. Piensa que, para nuestra percepción, teníamos que pelear contra múltiples villanos para pasar la criba y eso es lo que ellos querían ver.

—Nos han puesto en una situación más parecida a la que se está dando en la actualidad —resumió él—. Visto así, es normal que quieran valorar cómo nos manejamos en un escenario como ése.

—Sí, por eso es importante cómo actuamos en el examen. —Yaoyorozu inspiró profundo, como si con eso intentara darse valor para hablar—. Y es ahí donde está tu problema.

—Yo no tengo ningún problema para combatir contra múltiples adversarios.

—Y no lo sería si fuese lo único que valoraran. —Yaoyorozu extendió su mano y le pidió que le pasara su informe. Shoto lo sacó de su bolsillo y se lo dio—. Si empiezas a echar la vista atrás y observas con detalle el tipo de exámenes que estamos haciendo últimamente, los héroes de ahora nos están mandando un mensaje muy concreto a las generaciones siguientes.

—¿Un mensaje?

—El año pasado, los alumnos de primero, en sus exámenes finales del semestre, tuvieron que pelear contra máquinas. Era una prueba pensada para valorar las aptitudes individuales de cada alumno —explicó ella. Se inclinó un poco hacia él y desdobló su informe para que ambos pudieran verlo—. Éste año nos emparejaron con otro compañero para pelear contra un profesor. Nos juntaron a otra persona para encarar el examen y nos hicieron luchar contra alguien que no decidía sus acciones mediante un algoritmo.

»En el examen de licencias provisionales, a pesar de que la primera prueba era de competencia pura, al enfrentarte contra múltiples adversarios, la lógica e incluso el instinto te llevan a cooperar con tus compañeros aunque sea por aumentar en número. Y la segunda prueba, la resolución de una crisis humana, era un escenario que también te lleva a dejar de lado el individualismo.

»Es un mensaje bastante claro. Nos están diciendo que juntos somos más fuertes.

Shoto la miró con atención; sabía perfectamente qué intentaba decirle. Y lo que era peor: a llevarle a pensar sobre cómo había actuado en esas dos pruebas en cuanto a ese punto. Sabía que su examen en la parte del rescate había dejado bastante que desear. Se había ido al combate y, al querer resolverlo por él mismo, había empeorado la situación cuando se encontró con otro participante que pretendía hacer lo mismo que él. Como no se habían entendido, no habían conseguido reducir al villano con la eficiencia necesaria, por lo que habían puesto en peligro a los que estaban a su alrededor, tanto héroes como civiles.

En una situación real, tal y como había dicho Mera en el discurso, sus acciones habrían conllevado mayores consecuencias.

—Los villanos comienzan a agruparse. Desde el ataque a la escuela al ataque del campamento pasando por los disturbios que se están generando en las ciudades. Los villanos se empiezan a agrupar y a colaborar entre ellos porque así son más fuertes. Si los héroes no hacen lo mismo, caerán uno a uno.

»No creo que intenten decirnos que tenemos que asociarnos con alguien, pero sí que tenemos que aprender a utilizar las habilidades de los demás. Si te fijas, en la primera prueba, casi todos los de clase la superaron formando equipo con otros, incluso Bakugo. Había muchos adversarios con muy diferentes singularidades y esos adversarios también se unieron para fortalecerse. Utilizar las distintas habilidades de otros compañeros para hacer frente a esa diversidad era lo más útil para pasar la prueba. Creo que eres el único que lo hizo por su cuenta.

—No puedo desplegar toda mi fuerza si tengo que estar pendiente de no dañar a la gente que tengo alrededor. Por eso me marché —se justificó.

Yaoyorozu le observó con aire resignado y, sólo con ese gesto, supo lo que iba a decirle.

—Y como te decía, ése es tu problema ante el mensaje que nos están enviando.

Yaoyorozu revisó el informe y le señaló las anotaciones en las que se indicaba la pérdida de puntos.

—Haz la cuenta: ¿cuántos apartados puntuables hay sobre el uso de tus habilidades en combate y cuántos hay sobre la eficiencia de usarlos junto con los de otros?

Shoto se acercó más a ella para poder leer mejor su informe. Si debía ser sincero, no le había hecho mucho caso. Sabía que había sido suspendido por la actuación negligente contra el villano que apareció en el escenario del rescate, así que no se había detenido en analizar otros detalles.

—Mientras que la primera prueba estaba pensada en la fuerza de nuestras singularidades en combate, la segunda lo estaba para saber cómo hacer un buen uso de las habilidades que nos rodeaban.

Observó a Yaoyorozu, la cual estaba concentrada en las líneas del informe. El semblante de su rostro mostraba verdadera preocupación y eso le generó una sensación extraña. Si exceptuaba a sus hermanos, la gente no tendía a preocuparse por él. Desde muy pequeño había sido autosuficiente y, puesto que sacaba buenas notas y poseía una singularidad fuerte, sus compañeros daban por hecho que todo le iba bien. Era el hijo de Endeavor, al fin y al cabo, pensó con malestar.

Era sorprendente, por tanto, que no se hubiera dado cuenta de que había actuado con Yaoyorozu de igual forma que habían hecho con él. Había dado por supuesto que, al ser una niña de familia rica y con buenas notas, su vida debía ser fácil, pero no tenía ni idea, en realidad. No sabía gran cosa de ella.

—Ésta es la parte que valora… —Yaoyorozu se detuvo en cuanto le miró. Incluso se tensó y se echó algo hacia atrás—. Perdona… ¿te has enfadado?

—¿Qué? No, ¿por qué? —preguntó confundido.

—Bueno… Estabas muy serio. Quiero decir, bastante más de lo que estabas hasta ahora.

Shoto la observó sin entender muy bien la diferencia entre «serio» y «muy serio», así que dijo lo primero que le vino a la cabeza.

—Sólo te prestaba atención.

—Ah… —murmuró ella incómoda.

Pero sabía que no era del todo sincero, pues en realidad se había distraído al reflexionar sobre su pasado; un pasado que normalmente estaba plagado de malos recuerdos.

Quizás, si lo pensaba bien, sí había una diferencia entre «serio» y «muy serio».

—Sigue con lo que decías —la instó él cuando vio que Yaoyorozu no retomaba su explicación—. Me interesan tus conclusiones.

—Bueno… —continuó ella aún incómoda—. Como decía, ésta es la parte que valora la primera prueba —dijo con más entereza. Acotó con sus dedos el principio del informe—. Y todo esto, la segunda prueba. —Deslizó el dedo por el informe ya que no podía delimitarlo con sus dedos y siguió cuando le dio la vuelta—. Tu singularidad es prácticamente exclusiva de combate. Pero en esta prueba no valoraban lo fuerte que eres, sino lo que eres capaz de hacer con lo que tienes a tu alrededor. Ni siquiera había necesidad de hacer un uso extensivo de tu poder.

—Por eso me dirigí hacia la zona donde surgió el nuevo ataque. Mis habilidades eran más adecuadas para eso.

—¿Y qué habrías hecho si no lo hubiera habido? —contratacó al tiempo que fijaba sus ojos en los suyos.

Shoto se tensó cuando le hizo esa pregunta. Al principio de la prueba se había sentido algo desubicado. Había buscado heridos junto con los demás pero, a menos que estuvieran a su alcance, tampoco había podido hacer mucho por ellos. Entonces, había iniciado el nuevo ataque y por fin se había sentido útil.

—No habría podido aportar mucho.

—¿Eso crees? —cuestionó ella, y se puso a señalar todos esos puntos de la segunda parte del examen—. Porque ninguno de estos apartados habla de cuánto de la crisis se solucionó gracias a tu singularidad. Todos podíamos aprobar mientras nuestra actuación fuese la idónea; no había criba. Perdiste bastantes puntos porque no supiste usar en tu beneficio las particularidades de otros. En un escenario de crisis, no son tanto nuestras habilidades como hacer un buen juicio de las que hay a tu alrededor. Y si las tuyas no son adecuadas, debes saber qué otras cosas puedes hacer. Los héroes profesionales lo hacen constantemente. Cuando se enfrentan a un villano cuya compatibilidad de poderes es mala, esperan a un héroe profesional que pueda hacerle frente mientras se dedican a minimizar los daños. Los héroes profesionales saben dónde están sus límites y qué es lo que tienen que hacer cuando se topan con ellos.

Yaoyorozu continuó con su repaso del informe para que viese de qué trataba cada apartado.

—Ninguna habla de cuánto poder has usado. Pero sí te juzgan por tus acciones con las víctimas y otros participantes.

Y en eso ella sí era buena. Lo había demostrado en su examen práctico semestral. Él había estado pendiente de neutralizar al profesor y darle tiempo así a Yaoyorozu para escapar. Era, en esencia, el plan que habría usado para cualquier profesor con una particularidad problemática del que hubieran decidido huir. En cambio, ella se había puesto a crear granadas cegadoras para neutralizar a un oponente cuya singularidad se canalizaba por los ojos y el plan para atraparle había incluido su habilidad con el fuego. Era un plan que no habría podido utilizar con ningún otro compañero, sólo con él.

Ésa era la diferencia entre los dos: mientras que él la había excluido de su plan, ella había pensado en algo que contemplaba las singularidades de todos: aliados y oponentes.

Y por eso ella había obtenido un sobresaliente y él había suspendido.

—Los héroes como tú, con una habilidad tan clara de combate, estáis acostumbrados a la acción más que nadie. —Volvió a mirarle con semblante preocupado, lo que hizo que Shoto se tensara de nuevo, y declaró—: Pero si quieres aprobar el examen de licencia provisional, tienes que estar mentalizado de que pueden darse casos en los que no puedas destacar.


— * —


Fin del Capítulo 3

14 Abril 2018


Notas finales:

Obviamente, de lo que trata la evaluación que hacen sobre el examen es invención mía. Aunque, en realidad, creo que es lo que vienen a transmitir las conversaciones de los profesores y autoridades públicas que aparecen por el manga sobre esto. Así que he expuesto mi percepción sobre lo que valorarían los examinadores atendiendo al modelo de examen que les hicieron.

Por otro lado, en este capítulo Momo intenta dejar claro algo que todos los adultos que se enfrentan a Shoto acaban deduciendo: que depende demasiado de la fuerza bruta de sus habilidades. En lo personal, me parece muy interesante que sea ella la que le saque a la luz esa debilidad en su fortaleza, cuando en el caso de Momo durante el examen de clase fue justo al revés: Shoto aniquiló su debilidad y ella salió fortalecida ^o^. En fin, cosas mías... XD

¡Saludos!