CAPÍTULO 5. Pruebas
Notas de la autora sobre el fic:
Bueno, no hay nada como una época estresante para dar rienda suelta a la creatividad. Al menos, en mi caso es así XD. Así que después de un tiempo alejada de la escritura por cuestiones personales, un porrón de historias han acudido a mi mente para martirizarme por no tener tiempo para escribirlas. Peeeeero, la época estresante acabó y me he podido poner a escribir. Y hay que decir que este fic ha tenido su GRAN momento en mi cabeza. Hay historia para ellos, así que aquí estoy para seguirla *o* (me hace mucha ilusión, porque estos dos me encantan y quería hacerles algo romántico *o*).
Comentarios a tener en cuenta:
Voy a hacer un poco «refrito» entre el manga y el anime. Es decir, según el manga, Todoroki no puede hacer construcciones complejas «de la nada» (dicho por él en sus clases extras de licencia). Y en el manga, no se ve en ningún momento que haga «giros/curvas» con el hielo (hablo a distancia). Tiende a hacer ataques rectos u omnidireccionales. Mi idea inicial era haber seguido esa línea. Pero en el anime, durante su pelea en las licencias, dibujaron con su hielo serpenteos... y he decidido tenerlos en cuenta ya que han aparecido ^_^º (lo veréis en este capítulo).
Otra cosa IMPORTANTE es que SIGUEN LOS SPOILERS. Mi fic continúa la historia del manga/anime hasta el festival cultural. Si no estáis al día con el manga o el anime, avisados quedáis. Se van a mencionar cronológicamente los hechos que suceden en el manga, así que la historia de Todoroki y Yaoyorozu transcurre al tiempo que lo demás. Mi idea no es hacer grandes spoilers, pero esas menciones os van a dar idea del tiempo que pasa o a la altura del manga a la que va sucediendo la relación de ellos.
Y la última cosa importante es que mezclaré más las perpectivas de ellos en los capítulos. Hasta ahora, cada capítulo iba íntegro con la perspectiva de uno de ellos. El fic era prácticamente «una escena» entre los dos, así que sólo aparecían ellos. Pero ahora será más coral y aparecerán también otros personajes (y puede que caiga alguna pareja más ^o^... ya se verá...). Y bueno, que lo comentó para que no os choque tanto el cambio de estilo.
Y creo que ya está. Después de esta parrafada, os dejo el primer capítulo de esta segunda parte. A ver si llegamos a buen puerto con ellos *o* (que espero que sí, porque ya he cambiado incluso el género del fic ^o^).
Espero que os guste ;-D
CAPÍTULO 5. Pruebas
—¡¿Que os han castigado?!
—¿Y cómo habéis acabado así?
Midoriya y Bakugo se encontraban limpiando con la aspiradora el suelo de la sala común cuando todos bajaron a desayunar antes de ir a clase.
Ante el gran desconcierto de los presentes, comentaron que por la noche se habían peleado y los profesores los habían castigado por ello. No podrían salir del complejo de los dormitorios por lo que se perderían incluso las clases.
—Y suerte habéis tenido de que sólo se quede en eso —les recriminó Iida—. Os podrían haber expulsado.
Si tenían en cuenta que ya estaban en la cuerda floja después de lo sucedido en Kamino, había sido un riesgo absurdo. Y sin ir más lejos, varios de los que estaban allí les echaron eso en cara.
—Bakugo, ¿qué piensas hacer con las clases extras de la licencia provisional?
—¡Cállate, no es asunto tuyo!
Shoto prefirió no presionar más y con ello dejaron a los dos castigados con sus tareas de limpieza. Definitivamente, si el día anterior no había sido su día, el de Bakugo menos. No sólo no tenía su licencia, sino que encima también se perdería las clases.
Aunque en vista de lo que sucedió en cuanto llegaron al instituto, bien podría haberse quedado con ellos en el complejo. La jornada empezó con la noticia de que toda la clase B había conseguido sus licencias. Se había sentido culpable de suponer una mancha en el currículum de la clase, a pesar de que Kirishima había insistido en que sólo Monoma veía aquello como una competencia entre clases. Pero para continuar, el profesor Aizawa les había informado de que los aprobados podrían hacer prácticas reales con profesionales.
De modo que, por mucho que hubiera alegado durante el examen que los alcanzaría, el recorrido sería mucho más largo. Durante varios meses, hasta que consiguiera también su licencia provisional, se quedaría atrás viendo cómo los demás evolucionaban gracias a sus prácticas.
No podía consentirlo. Y eso sería lo que ocurriría si no entrenaba por su cuenta.
Por eso, esa misma noche, cuando todos se fueron a dormir, salió del edificio e intentó buscar un lugar que fuese más apartado para evitar ser visto. Puesto que el uso que le iba a dar a su habilidad no era muy extensivo, podría pasar bastante desapercibido incluso aunque alguien le detectarse, porque, para su desgracia, no podía entrenar en su habitación pues humedecería el tatami.
Había pensado bastante en el tema que le había propuesto Yaoyorozu. Aunque jamás hubiera probado a tener un control direccional más específico de su hielo, en realidad debería poder conseguirlo. Si revisaba actuaciones pasadas, había llegado a hacerlo de forma inconsciente. Pero siempre había un factor: necesitaba una guía por la que extender su hielo para hacer giros. En el extenso suelo, sin ningún elemento, no podía hacerlo.
Al menos, ésa era la deducción a la que había llegado y por eso quiso confirmarlo. Si pudiera analizar la mecánica de ese acto inconsciente, quizás podría encontrar la forma de hacerlo a su voluntad.
De ahí que decidiera mandarle un mensaje a Yaoyorozu para que se reuniera con él. Lo hizo en menos de cinco minutos, pero no traía la actitud que habría esperado.
—Pero ¿qué haces aquí fuera a estas horas? ¡Y utilizando tu singularidad a escondidas! —le reprochó según llegó.
—Quiero practicar lo que me propusiste ayer.
—¿Ahora? ¿Acaso pretendes acompañar a Midoriya y Bakugo en su castigo?
—Mi idea no es pelearme —se defendió en tono neutro—. En realidad, ahora mismo no estoy haciendo nada más que tomar el aire con un paseo.
—Pero si utilizas tu habilidad, dejará de ser un paseo.
—Es hielo; se derrite —alegó—. Y esto es el jardín. Nadie sabrá que he estado aquí.
—Hay robots videocámaras vigilando el recinto.
—Llevo un rato aquí y no ha pasado ninguno. —Yaoyorozu abrió la boca como si quisiera contradecirle, pero la cerró contrariada—. No es como si fuese a hacer algo llamativo. Nadie va a enterarse.
—¿Y por qué no practicas durante las horas de entrenamiento? —le rebatió ella.
—Prefiero utilizar las horas en el recinto para aumentar mis límites. Esto lo podría hacer en cualquier lugar si no fuese porque dejaría la estancia inundada.
Yaoyorozu le observó con atención durante unos segundos y después suspiró.
—¿Y no sería mejor, al menos, hablar con el profesor Aizawa? —propuso ella—. Si no vas a hacer nada peligroso, no creo que te ponga pegas.
—No quiero que se entere nadie de esto.
Se veía a las claras que Yaoyorozu no estaba muy conforme, y más cuando se puso a revisar a su alrededor como si buscara a alguien que los pudiera ver. Era evidente que lo de Kamino sería suficiente infracción para ella durante una buena temporada.
—Perdona por haberte llamado. No hace falta que te quedes —se disculpó al ver su disconformidad—. Sólo necesitaba comprobar algo y por eso me venía bien tu ayuda. Pero puedes irte, si quieres.
Ella volvió a mirar a su alrededor mientras se frotaba un brazo de forma inquieta y dio varios pasos hacia él.
—¿Qué era lo que necesitabas?
—Un soporte —contestó sin más.
—¿Un soporte?
—Sí, he estado pensado en ello desde ayer. Creo que sí podría llegar a hacer giros de forma voluntaria, porque los he llegado a hacer sin darme cuenta.
—¿Cómo que sin darte cuenta?
—Si, por ejemplo, extiendo el hielo sobre el suelo en varias direcciones y de forma lenta, la trayectoria no es limpia —le explicó.
—¿A qué te refieres con que no es limpia?
—A que hay fluctuaciones —matizó. Shoto extendió varias hileras de hielo con lentitud y Yaoyorozu se apartó para observarlas mejor—. Es algo así como hacer una línea con un lápiz —le intentó explicar con un símil para que pudiera entenderlo—. Cuando haces una línea sobre el papel, te sale más firme cuanto más rápido la hagas. Si la haces lento, hay pequeñas vibraciones. No las haces de forma voluntaria; simplemente salen.
Yaoyorozu se llevó una mano a la barbilla mientras miraban las hileras de hielo.
—Así que piensas que, la mera existencia de ellas, aunque sea de manera inconsciente, implicaría la posibilidad de que se puedan hacer.
Shoto asintió.
—Como normalmente hago ataques, el hielo va en línea recta. Pero cuando quiero llegar hasta un oponente con sigilo, lo hago de forma lenta. Ha sido al recordar esos momentos que me he dado cuenta de que las hileras de hielo no son del todo rectas.
—¿Y qué tiene que ver eso con un soporte?
—Que sí recuerdo haber hecho ataques sobre un soporte con codos. Y no lo tengo que pensar; el hielo va por esa guía sin necesidad de que lo piense.
—Así que sigue esa guía sin continuar en línea recta.
Shoto asintió de nuevo.
—Quiero comprobar si realmente puedo hacerlo y analizar cómo lo hago para poder reproducirlo sin necesidad de una estructura.
—Ya veo…
Yaoyorozu valoró una porción del suelo donde se podría poner una estructura y fue creando varios tubos que ensambló con distintas direcciones. No era nada elaborado; sólo media docena de tubos que configuraban un soporte elevado sobre el suelo, pero tampoco necesitaba mucho más para hacer la prueba.
—Te he hecho este cruce aquí —dijo ella tras señalar un punto de la estructura donde se bifurcaba el tubo—. Si tuvieras un oponente sólo en uno de los extremos, ¿podrías dirigir el hielo hasta allí o iría por los dos caminos?
Shoto entendió lo que pretendía aclarar. Si el hielo se extendía por todos lados, entonces en realidad no habría un control sobre ello; el patrón del hielo sería recorrer toda superficie que tuviera al alcance. Pero si podía ir por sólo uno, habría una intencionalidad, aunque no supiera cómo lo habría conseguido.
Yaoyorozu se colocó en uno de sus extremos, concretamente en el que se dirigía a la izquierda, su lado opuesto natural. No tenía claro si lo había hecho a propósito o no, pero si tenía en cuenta lo aguda que era, lo más probable era que fuese lo primero.
Y llegar con su hielo hasta ella fue lo más natural. Sólo tuvo que pensar dónde estaba y el hielo tomó el camino adecuado para llegar a su objetivo. Tenía el recuerdo de haberlo conseguido en el pasado, pero aquello confirmó su teoría.
—Y, sin embargo, ayer no pudiste rodearme —meditó Yaoyorozu mirando el final de la estructura que apuntaba hacia ella cubierta de hielo.
—Aunque, en realidad, no lo he hecho yo —valoró él—. Quería llegar hasta ti, pero si no hubiera tenido ese camino, no habría podido hacerlo.
—Pero el hecho de que hayas podido darle cierta direccionalidad en la distancia, implica que, con práctica, podrías conseguir hacerlo.
—Yo también lo creo.
Yaoyorozu se separó de la estructura, dando un par de pasos más a la izquierda.
—De modo que, si ahora mismo quisieras atacarme, el hielo se extendería en línea recta hacia mí. —Shoto asintió—. Pero para llegar a mí a través de los tubos, has tenido que dirigir tu hielo primero hacia la estructura y luego extenderte hacia la izquierda.
—Eso es. Pero porque había un soporte que limitaba las opciones.
—Pues tienes que aprender a hacerlo sin él —decretó. La forma autoritaria con la que lo dijo, como si él no se hubiera percatado de ello, le hizo sonreír por dentro.
—Sí, yo también lo creo —repitió, comedido en su tono.
Yaoyorozu volvió a revisar a su alrededor —aunque, esta vez, su vista se alejó más de ellos—, y valoró los límites del lugar en el que estaban.
—¿En qué piensas?
—En que aquí no podríamos hacer una prueba a gran escala —murmuró pensativa—. En la ciudad para entrenamientos tiene que haber algún edificio que no esté muy controlado. Y mientras no se meta mucho ruido, será difícil que nos vean. No todos los edificios tienen cámaras internas. Por eso utilizan robots vigilantes.
Shoto la miró desconcertado por un corto espacio de tiempo, casi como si tuviera que descifrar sus extrañas palabras.
—¿Vas a entrenar conmigo? —preguntó confundido.
—¿No me has llamado para eso? —se unió a su confusión ella.
—Bueno, dijiste que, si necesitaba alguna cosa, te lo pidiera, así que eso es lo que he hecho —detalló Shoto.
—Entonces, ¿no quieres que te ayude a entrenar?
Como a sus oídos sonó algo dolida, Shoto se tensó. Quizás había sido muy desconsiderado por su parte sólo llamarla por su singularidad. Siendo como era Yaoyorozu, lo más probable era que ella quisiera ayudarle con sus propias valoraciones. Y como no quería que se llevara la impresión de ser utilizada por su habilidad, intentó excusarse.
—Por supuesto que me vendrían bien tus conclusiones —empezó—. Pero no quería implicarte en esto. Aunque no sea algo grave, podríamos acabar metidos en problemas si nos descubren.
—Por eso digo que habría que avisar al profesor —volvió a la carga Yaoyorozu.
—Ya te he dicho que no —declaró para mayor disconformidad de ella—. Y por eso es mejor que no te arriesgues saliendo fuera de los dormitorios por la noche. Este es un problema mío; no quiero cargar con la responsabilidad de involucrar a otra persona.
Yaoyorozu le observó por unos segundos y después, incómoda, regresó su vista hacia la estructura que había montado.
—Es presuntuoso por tu parte cargar con la responsabilidad de mis decisiones —replicó sin inflexión en su voz—. No te preocupes por lo que me pueda pasar. La única responsable de mis actos soy yo.
— * —
Fin del Capítulo 5
7 Octubre 2018
Notas finales:
Os comento esto con tiempo para que no os pille de improviso dentro de varios capítulos. Debido a cómo me estaba manejando desde el capítulo 7 en adelante (voy por el 9) en cuanto a mi percepción sobre los personajes, empecé a indagar un poco sobre ellos (por si me estaba pasando al hacerlos un poco ineptos en «actividades sociales» —dejémoslo ahí—). Así que acabé por casualidad escuchando varios dramas CD (con los que llegué a la conclusión de que los había calado a la primera XD) y que me dan munición para la historia porque son pequeñas escenas entre personajes que ayudan a entender más sus personalidades. A partir del capítulo 8 menciono directamente los dos de Todoroki y Yaoyorozu (OMG! van a ser canon antes que Izuku y Ochaco ^o^) y de pasada el de Todoroki y Bakugo. Vendría bien que para entonces los hubiérais escuchado, porque son chulos, ayuda a entender sus comportamientos en el fic y mola más que no os los destripe XD (porque el que es propio de ellos dos os lo destripo ^o^, que es munición de la buena ^o^). Así que, los que no los hayáis oído, estáis avisados con tiempo ;-P
Espero que os haya gustado el capítulo ;-D
¡Saludos!
