CAPÍTULO 11. ¿Quieres entrenar?


Comentarios de la autora:

Siento el retraso. Al final, no pude subir el capítulo el domingo porque se me complicó el otro fic que también tengo activo T_T. Como os comenté, tenía bloqueado este capítulo 11, así que en vista de que no sabía cómo continuarlo, pensé en ponerme con el capítulo del otro fic que, por cierto, llevaba 3 semanas sin actualizar porque estaba supermetida con estos dos adolescentes monísimos que tenemos aquí *o*. Y como el otro fic es una reedición, me dije: «me pongo esta tarde y lo saco, para no perder el tiempo puesto que aquí no consigo continuar»... Craso error. He estado casi 2 semanas con él (sí, sí, con la revisión de un puñetero capítulo ¬_¬º), pero es que no había manera de dejarlo bien (es una larga historia de amor-odio entre ese capítulo y yo que no viene al caso ¬_¬º). Total, que tras el estrés que me estaba dando por no terminarlo y no poder ponerme con éste a ver si se me ocurría algo, me estaba poniendo mala no sólo por no subirlo en fecha, sino porque a lo mejor ni esta semana podía hacerlo. Pero al fin lo acabé y, de repente, esta mañana me vino la inspiración (sí, hablo de sólo unas horas después de terminar el capítulo del demonio u_uº). Si es que... no hay nada como el estrés para activar mi creatividad, en serio... u_uº


Comentarios de los reviews:

Nyxdark13: A mí es que me encanta cuando Momo se pone toda emocionada cual niña... ¿O no lo estáis notando en el fic XD? Es supermona *o*. Es un personaje serio pero que a la vez rompe su perfil con esos momentos tan espontáneos cuando está contenta. Gracias a ellos podemos ver a dos Yaoyorozu: la serena de cabeza fría y la emocional y risueña de cuando le pasan cosas que le gustan. En el fic estoy explotando esta parte mucho más que lo que lo hace en el manga porque es una forma de reflejar cómo le afecta pasar tiempo con Todoroki. En cuanto a las escenas de celos... ¿quién sabe? No tenemos antecedentes de ninguno de los dos, así que no sabemos cómo encajarían algo así. Ser una persona seria no implica que no los pueda sentir...

Maria Violet: Mira, mejor no te cuento lo que me reí yo con este mini-arco XD. Con decirte que, para mí, la mejor página de todo el manga está ahí, te lo digo todo. No hay manera de que no llore de la risa cada vez que leo lo que quiere hacerle Bakugo al crío jefe y mientras el alumno de Shiketsu todo desorientado. ¡Qué grande! Reconozco que no tengo mucha simpatía por los personajes que constantemente se muestran cabreados con el mundo. Me exasperan porque me hacen pensar todo el rato en que superen sus puñeteras neuras. Pero con aquello subió muchos puestos de golpe XD. Fue muy grande XD. Sobre que vayan a ser más conscientes el uno del otro... jiusjiusjius... me encanta tu efusividad. Sólo diré: falta pocooooooo... XD. Por último, ¿a qué te refieres con lo de escribir capítulos salteados? ¿Te refieres a que no escriba la historia seguida de inicio a fin? :-/

TamaoTomate: Tengo un montón de capítulos terminados. En mi documento he llegado al capítulo 25 aunque me faltan algunos por medio y toda la parte final. Así que hay fic para rato ^_^º. Pero el que acaben la historia con sus personalidades canon habrá que verlo XD . No sabemos cómo son estos personajes en el plano romántico. Es terreno inexplorado. Así que en realidad, veréis mi visión de cómo serían ^_^º

Guest: Gracias, me alegra que te guste el ritmo que lleva. Como vengo del mundo de la novela romántica, soy de las que se recrean en el proceso de cómo se enamoran XD. Así escribo los tocho-fics que escribo XD.

B-Shira: Me alegra haberte amenizado el viaje XD. Trece horas de autobús son muchas X_X. Me anima mucho cuando me decís que se reflejan los personajes como en el manga. Es una de mis metas cuando escribo un fic *o*, así que espero mantenerlo ^_^º

Gracias a todos por vuestros reviews. Os dejo el siguiente capítulo. Espero que os guste ;-D


CAPÍTULO 11. ¿Quieres entrenar?

—Por alguna razón, no me ha extrañado que sepas tocar el piano —le comentó Todoroki a Yaoyorozu cuando al fin se constituyeron los grupos para la representación musical—. Es algo que parece propio de ti.

El día anterior, el profesor Aizawa les había informado de que en la UA también se celebraría el festival cultural anual. A pesar del turbulento momento que se vivía en la comunidad de héroes y en la sociedad en general por el aumento de la criminalidad, como bien les había explicado el profesor, las actividades del instituto no sólo giraban alrededor del departamento de héroes.

Por tanto, a diferencia del festival deportivo, el festival cultural se realizaba especialmente por el resto de departamentos. Y de ahí que su clase hubiera optado por hacer una actividad para motivar al resto de alumnos del instituto.

—Yo no diría que es propio de mí, sino más bien del tipo de educación que he tenido —matizó ella algo incómoda—. Me gusta tocarlo, pero no es algo que de inicio saliera de mí. Mi madre me hizo asistir a clases de piano para tocarlo en las fiestas que se daban en casa.

Shoto reflexionó sobre la interesante diferencia que había entre sus familias. A pesar de ser ambas adineradas, la de Yaoyorozu lo era en un ámbito más elitista que la suya. Su padre no tenía entre sus objetivos codearse con otras familias, mientras que la de Yaoyorozu estaba involucrada en la alta sociedad. Por eso había sido fácil para él dar por hecho que supiera tocar el piano, aunque no era más que otro prejuicio sobre su situación de niña rica. Pero, como bien le decía, no era algo propio de ella, sino que le había sido impuesto.

No tenía claro si la forma en que había replicado a su afirmación era por mera matización o porque se había puesto a la defensiva. De modo que intentó suavizarlo con otra comparación similar.

—Si te sirve de algo, tampoco me ha sorprendido que Bakugo supiera tocar la batería.

—¿Ah, no? —se asombró ella—. A mí me ha parecido muy inesperado.

—Lo que ha sido inesperado es que tuviera nociones de música. Pero si tras eso piensas sobre qué instrumento las tiene, no queda otra que la batería. Es demasiado impulsivo como para tocar otro instrumento.

Yaoyorozu rio y miró a Bakugo, el cual se peleaba con Kaminari por ofrecerse para tocar la guitarra cuando no tenía ni idea. Jiro tendría mucho trabajo con él para enseñarle desde el principio y que en un mes pudiera dar la talla en la representación musical. Era el único que no había tocado nunca un instrumento, luego tendría que invertir muchas horas con él para que memorizara los patrones de la canción, ya que no sería capaz de leer la partitura como sí podían hacer el resto.

—Supongo que tienes razón. La batería es un buen instrumento para que descargue su energía. —Por no decir su agresividad.

—Hemos tenido suerte de que varios de clase supieran tocar algo —comentó Todoroki pensativo—. Se lo propusimos al profesor antes de saber si realmente podíamos llevarlo a cabo. De la única que teníamos certeza de que supiera tocar un instrumento era Jiro.

—¿De modo que casi propones algo que no habríamos podido hacer? —rio ella de nuevo—. Eso sí que fue extraño y no que algunos de clase sepamos tocar música.

Era algo que no sólo le había sorprendido a ella, sino a toda la clase en general. Después de estar varias horas infructuosas pensando en qué actividad podían hacer para animar al resto de estudiantes de la UA, él les había salido con un concierto. Pero lo más alucinante de todo era que ni siquiera recordaba cómo se llamaban. Había tenido que buscar en Internet uno para mostrárselo a los demás y que supieran a qué se refería.

—Sólo apliqué lo aprendido en las clases de licencias —se defendió—. Si quieres llegar a los demás, lo mejor es hacer que se diviertan en el proceso.

—Mmm… Hacer un parque de atracciones podría haber sido otra alternativa —replicó con malicia al recordar lo que habían hecho en la última clase de las licencias provisionales.

—Sería difícil mantener durante todo el día una construcción de hielo.

—Estaba bromeando —se quejó con una sonrisa, aunque después se puso más seria—. Vais a tener mucho trabajo con el espectáculo del escenario. Además, tendréis que hacer también simulaciones —comentó cruzándose de brazos—. Vas a estar muy ocupado.

Shoto sabía por dónde iba ella y miró hacia sus compañeros, los cuales andaban en corrillos exponiendo sus ideas para la representación musical. Si iban a tener que preparar un pequeño concierto en menos de un mes, irían bastante justos de tiempo. Así que tendrían que utilizar muchos de sus ratos libres en ello, lo que le dejaba menos tiempo para sus prácticas privadas.

—No te preocupes. Tampoco tengo muchos hobbies, así que no es como si me tuviera que quitar de otras cosas para poder entrenar por mi cuenta.

Momo suspiró con cierta pena cuando le dijo eso. Era bastante triste que dijera algo así. Pero intentó hacerse una idea de qué hacía Todoroki en su tiempo libre para entretenerse y no le vino nada a la cabeza. No era que ella tuviese muchos hobbies, pero la lectura era uno muy inmersivo. Podía pasarse horas sin levantar los ojos de un libro, a pesar de que la mayoría de las cosas que leía fuesen enciclopedias.

Sin embargo, le costaba imaginarle divirtiéndose con algo.

—¿Qué sueles hacer para entretenerte?

—¿Para entretenerme? —repitió desconcertado.

—Sí. Cuando nos mudamos aquí y se propuso hacer el juego del rey de las habitaciones, me fijé en que no tenías nada en la tuya. Ni una televisión, ni un ordenador, ni libros… nada.

—¿Te fijaste en eso?

—Ah… Bueno… Tu habitación llamó mucho la atención —comentó cohibida. No podía decirle que se había sentido expectante de verla y que por eso había absorbido hasta el último detalle de ella.

—Como te he dicho antes, no tengo muchos hobbies —contestó sin más él—. Si me aburro, busco algo en la televisión o salgo a dar una vuelta para despejarme. Pero, en general, mi tiempo libre lo suelo emplear en entrenar.

—¿Y eso lo has hecho toda tu vida? Porque esa dinámica no puede ser sana para el crecimiento de un niño —expuso con su clásica sinceridad.

Pero lo que en realidad no era sano, para Shoto, eran los entrenamientos con su padre. Con el resto no tenía ningún problema. A él le entretenía ejercitar sus habilidades por su cuenta y ver lo que era capaz de hacer con ellas. Superar sus propios límites y aprender a hacer cosas nuevas siempre atraía su interés.

—Supongo que depende de la persona. A mí me gusta entrenar mis singularidades —explicó con voz neutra—. Me divierte ver hasta dónde puedo llegar y, luego, superarlo.

—¿Te divierte?

Shoto la miró con atención. Parecía algo confundida, pero sabía que no todo el mundo veía su propia habilidad como un juego.

—Por supuesto. ¿No le divierte a un futbolista entrenar? —preguntó. Para él, la forma en que veía sus singularidades no se alejaba mucho de lo que podría ser un deporte para un deportista.

Yaoyorozu abrió los ojos por la sorpresa, pero después sonrió.

—Supongo que es otra manera de verlo —aceptó. Nunca se le había ocurrido «jugar» con su propia habilidad—. En mi caso, usar mi creación casi ha sido más una obligación que un juego. Primero por mi familia y luego por mí misma. Siempre he vivido con la presión constante de cómo saber usarlo de la forma más eficiente y mejorar su versatilidad, no como algo divertido.

—Todo depende de cómo lo enfoques. Entrenar las habilidades como hacemos durante las horas de prácticas me resulta extenuante, no divertido —argumentó, y levantó las palmas de sus manos. Se formó al momento una pequeña llama en su mano izquierda y pequeños carámbanos en la derecha—. Pero cuando lo que hago es probar cosas que me interesan como mantener activadas ambas singularidades en una intensidad controlada o juntarlas para ver si soy capaz de pasar el hielo a vapor sin llegar a mojar nada —explicó al tiempo que unía sus manos y provocaba una pequeña ola de vapor—, entonces me divierto.

—¡Wow! ¿Qué hacéis vosotros dos ahí atrás?

El vapor que creó la sublimación del hielo atrajo la atención de varios compañeros que permanecían en el salón y tanto Todoroki como Yaoyorozu los miraron a su vez por la interrupción.

—Clase de física —dijo al descuido Yaoyorozu—. Estamos comprobando cómo si bajas mucho la temperatura ambiente y aportas energía con una fuente de calor, puedes conseguir que el hielo…

—Mira que sois aburridos —masculló Kaminari, que los ignoró al momento para volver a lo suyo—. Estudiar cuando ni siquiera hay exámenes cerca…

La atención que habían obtenido se esfumó al instante y ambos se miraron. Yaoyorozu rio por lo bajo al dar resultado su pequeña estratagema.

—Es difícil conseguir que vengan a un grupo de estudio. Lo que visto desde el lado opuesto implica que es fácil conseguir que no te presten atención.

—Bien visto… —afirmó sorprendido.

Yaoyorozu se apoyó contra la cristalera y miró de forma ausente la oscuridad del jardín. Sumida en sus pensamientos recordó que ya le había visto hacer eso antes.

—Lo que acabas de hacer es lo mismo que hiciste en el festival deportivo, ¿no? Sólo que a una escala más pequeña —matizó.

—Cuando peleé contra Midoriya no lo controlaba como ahora. Fue una gran explosión.

—Porque básicamente hiciste estallar tus dos singularidades.

—Eso es —corroboró él—. Y como después fui utilizando mi habilidad de fuego cada vez más, en casa empecé a practicar cómo hacerlo en una escala en la que todo lo de alrededor no saliera por los aires.

Yaoyorozu miró la mano derecha de Todoroki y comprobó que estaba seca y sin haber dejado caer alguna gota al suelo, tal y como pretendía. Reconocía que no se esperaba esa faceta de él; no se esperaba que utilizara sus habilidades para divertirse. Era un concepto nuevo para ella. Lo más cercano a utilizar su singularidad para entretenerse era crear un objeto con el que jugar. Pero entrenarlo no la divertía en sí.

Sin embargo, ciertamente, todo dependía de cómo se enfocara. Era consciente de que entrenar sí podía ser divertido si se hacía de la manera adecuada, que era lo que Todoroki le había intentado decir al compararlo con un deporte. Ella misma practicaba bojutsu desde niña y por supuesto que la divertía. Pero porque lo entendía como una actividad física con la que entretenerse.

—¿Sabes? Me parece interesante cómo concibes tus habilidades. No lo había visto de esa forma, pero tienes razón. Como bien dices, es igual que entrenar un deporte. Yo entreno bojutsu y desde luego que me gusta.

—Es cierto. He visto que sabes pelear —reflexionó él—. ¿Lo practicas desde hace mucho tiempo?

—Desde que era niña —contestó con orgullo—. Se me da muy bien.

—Así que hay que tener cuidado contigo…

—Se podría decir que sé defenderme, sí —replicó con tono altanero—. ¿Tú entrenas algún arte marcial?

—No —contestó tras una breve pausa—. Tengo unas nociones básicas de pelea, pero en general no suelo tener que usarlas —se explicó—. Mis singularidades me permiten mantener el combate a lo lejos.

Yaoyorozu frunció el ceño contrariada.

—Eso no es bueno. Deberías tener el recurso de la pelea cuerpo a cuerpo —reprochó ella sin mala intención—. La intensidad y el tiempo durante el cual podemos emplear nuestras habilidades tienen un límite. Si sufres de sobreesfuerzo, ¿qué te queda después? No puedes dejar que te superen en un momento crítico sólo porque no puedes contrarrestar a un oponente en combate.

—No eres la primera que me lo dice… —murmuró él con resignación.

—Porque es verdad. —Yaoyorozu se recostó más contra la ventana y resopló—: Reconozco que me parece una carencia de nuestro plan de estudios. O quizás es algo en lo que se incidirá más en los próximos cursos, porque en realidad lo desconozco. Pero a mí me parece básico que tuviésemos una asignatura de combate. Los profesores sólo refuerzan esa área en los alumnos cuya particularidad va encaminada a la lucha física. Pero todo héroe debería saber combatir cuerpo a cuerpo.

—Supongo que tienes razón. A mí ya me lo han comentado varias personas. Algunas, de hecho, han sido profesores, pero todavía no he visto a ninguno enseñarnos aunque sea defensa. Y tengo claro que esto es algo que no se puede aprender solo —agregó con cierto tono mordaz.

Yaoyorozu entonces se tensó y se incorporó para mirarle de frente.

—Oye… ¿Quieres que te enseñe? —le propuso a bocajarro—. Conozco un montón de técnicas que puedo enseñarte y, lo mejor, se puede hacer en cualquier rato libre que tengamos. Sólo tenemos que hacernos con un determinado espacio de este salón —adujo ella valorando el lugar en el acto—. Hay mucho sitio libre para ensayar técnicas de lucha.

—¿Aquí?

—¿Y dónde mejor? —repuso ella—. No tenemos que preocuparnos ni de la temperatura de la calle, ni de si llueve, ni de la cantidad de tiempo disponible que tengamos porque podemos hacerlo en cualquier rato con sólo bajar de nuestros cuartos. Y encima tenemos las duchas al lado —argumentó al tiempo que señalaba con el dedo en su dirección.

—En eso tienes razón.

—Claro que la tengo. ¿Quieres que probemos luego, cuando todos se vayan? —le sugirió entusiasmada.

Todoroki se tensó por la propuesta tan repentina, pero antes de darse cuenta, se vio comprobando la hora. De por sí se estaban extendiendo más de lo habitual debido a la reunión para formar los grupos para la representación musical. Pero en breve todos se marcharían del salón para irse a dormir. Tendrían el piso libre para una primera toma de contacto de combate.

Y lo cierto era que no le disgustaba la idea. En vista de que en clase no los entrenaban en ninguna disciplina, bien podía aprender cosas de alguien que llevaba años siendo buena en una. Así que, ¿qué tenía que perder?

—Claro… —aceptó al fin—. ¿Por qué no?


— * —


Fin del Capítulo 11

23 Noviembre 2018


Notas finales:

En fin, aquí termina el primer capítulo de toda esa parte de «enlace» que me apareció de repente y que os comenté (se me ha ido la cabeza con ella, pero espero que os guste de todas formas ^_^º). Como el siguiente lo tengo hecho (a falta de hacerle la revisión ahora que he terminado el cap11), mi idea es subirlo este domingo, como le correspondería. Así que, si no hay ninguna contingencia, ración doble para esta semana XD.

¡Saludos!