CAPÍTULO 12. Prácticas de combate - Parte I
Comentarios de los reviews:
SaraRTR: Sí, Momo a veces es demasiado sincera XD. Me hace gracia cuando, a pesar de eso, todos la excusan con un: «es tan tierna que no me importa» XD.
Maria Violet: Te contesto sobre todo a dos cosas. En cuanto a los spoilers, en principio, ya no hay prácticamente nada para spoilear hasta donde llega el fic. Para orientaros, lo de organizar los grupos para la representación musical ocurre en el capítulo 172 y el festival empieza en el 175. Los capítulos siguientes que engloban el arco de «Gentle y La Brava» ocurren justo antes de iniciar el festival y el único implicado en él es Midoriya, así que para los demás no existe este suceso. En resumen, que de aquí en adelante, el fic va de ese mes de preparación que se comen en el manga, por lo que es invención mía y sin spoilers ^_^º.
Lo otro es lo que dices de la escena de combate. He tenido una dura discusión con mi subconsciente a cuenta de ella al estilo:
MAEC: Aquí hay un acercamiento entre los protas que no veo bien cómo han llegado ahí partiendo del capítulo 10.
SUBC despertando de su letargo por temática juvenil: ¡Oh, yo sé, yo sé! Pelea, pelea, pelea...
M: Eso es muy cliché ¬_¬º
S (pletórico): ¡Da igual, escríbelo!
M: Que no, que se supone que es juvenil, con sus sentimientos platónicos, puros y castos...
S (¬_¬º): ¡Que te dejes de ñoñadas y lo escribas, he dicho!
M (T_T): Vale...
Y como tengo que hacerle caso porque mi subconsciente me ha dejado claro a lo largo de los años que escribe mejor que yo, pues ahí que acabó escrito. Pero a mí me parece que es una liada T_T. Ahora son demasiado conscientes y tengo un porrón de capítulos en que no lo son tanto T_T. Lo mismo tengo que suavizarlo todo ¬_¬º. A ver cómo termina mi culebrón privado...
Guest: Gracias por escribir. Me alegra saber que os gusta ;-D
Gracias a todas por vuestros reviews. Como os comenté, os dejo el capítulo correspondiente de esta semana. Espero que os guste ;-D
CAPÍTULO 12. Prácticas de combate - Parte I
A Todoroki no se le había ocurrido que pudieran utilizar parte del área común para hacer pequeños entrenamientos, pero los pasillos eran muy amplios, así que había unas cuantas zonas que podían usar y ni siquiera tener que apartar muebles. Era un cambio de escenario interesante en comparación al patio que utilizaba para sus prácticas, pues no sólo ganaba en comodidad al estar en el mismo edificio en el que vivían, sino que tampoco tenía que preocuparse del clima.
Se habían reunido, por precaución, en la parte del edificio que correspondía al ala de las chicas. Como su primer piso estaba vacío, en caso de hacer ruido no importunarían a nadie.
Yaoyorozu se había traído un bo de entrenamiento. Sabía que podía manejarlo no sólo porque le había dicho que entrenaba la disciplina desde pequeña, sino porque ya la había visto utilizarlo en más de una ocasión. Lo cual era normal, si lo pensaba. Los compañeros con más conocimientos de artes marciales eran los que su singularidad los obligaba a estar en mayor o menor medida cerca del oponente. Midoriya, Ojiro, Sato… Incluso Uraraka había empezado a entrenar lucha al ver el potencial que tenía para usarlo junto con su habilidad. Todos ellos necesitaban acercarse a su oponente para poder pelear.
Por el contrario, estaban los que tenían particularidades que les permitían mantener el combate a lo lejos como era su caso. Kaminari, Tokoyami, Jiro… Sus combates cuerpo a cuerpo dejaban bastante que desear y, sin ir muy lejos, tanto a Tokoyami como a él ya los habían instado más de una vez a no depender tanto de su singularidad.
Que era por lo que estaban los dos ahí, cerca de las once de la noche, cuando todos habían decidido retirarse a dormir tras concluir con los grupos para la representación musical.
—¿Qué es lo que sabes hacer?
—¿En combate? —Yaoyorozu asintió—. Movimientos básicos de ataque y defensa.
—¿Te los ha enseñado algún profesor o ha sido tu padre?
—Más bien, los he aprendido yo viendo peleas e intentando imitarlas —admitió.
—Pero tu padre sí utiliza el combate, ¿no? —preguntó reflexiva—. ¿Nunca te ha enseñado?
—Es un tema complicado —respondió incómodo—. Mi padre es muy corpulento y me supera mucho en fuerza, de modo que, al enfrentarme a él, me deja utilizar mis habilidades.
—Pero algo más te habrá enseñado, ¿no? —se extrañó—. No es normal que pelee contigo y no lo hagáis nunca sin utilizar vuestras singularidades.
—En realidad, lo prefiero.
—Pero…
—Yaoyorozu —la interrumpió con tono significativo—, es mejor que dejemos a un lado el tipo de entrenamientos que tengo con él.
Porque, desde luego, no eran para nada lo que ella podría entender como un entrenamiento instructivo. No se aprendía nada de una pelea en la que una persona se limitaba a moler a golpes a la otra. Por eso prefería los combates en los que podía al menos defenderse con sus habilidades.
Yaoyorozu se tensó al interrumpirla, pero por suerte, decidió no ahondar más en ese tema.
—Así que, en resumen, tienes unas nociones de lucha cuerpo a cuerpo pero que no puedes entrenar con comodidad porque no te sirven con la persona con la que te enfrentas habitualmente.
—Sí, más o menos, se podría resumir así —respondió aliviado por dejar el tema atrás—. Al final, si quisiera ponerlas en práctica, tendría que hacerlo cuando me enfrento a otras personas, pero en la mayoría de mis combates no me hacen falta.
—Eso no es bueno. Igual que en una batalla de singularidades existe un gran componente de imprevisibilidad con el adversario que sólo se gana mediante la experiencia, en el combate cuerpo a cuerpo ocurre lo mismo.
—Lo sé. —Por eso quería practicar con ella.
—Entonces, cuando entrenas solo, ¿qué ejercicios haces?
—Practico los movimientos que aprendo, pero, sobre todo, entreno resistencia física y fuerza.
Yaoyorozu le atacó con un rápido movimiento a la cara y Todoroki se apartó. Su intención no era alcanzarle; ni siquiera atravesó el lugar que momentos antes ocupaba su cabeza. Lo único que pretendía era ver la reacción.
—Tienes reflejos —señaló ella—. Apenas te he visto combatir cuerpo a cuerpo, pero vi que los tenías cuando peleaste contra Midoriya y Bakugo en el festival deportivo.
—Quieto no me quedo si me atacan. —Momo asintió.
—¿Alguna vez has peleado contra alguien armado? —le preguntó con curiosidad mientras movía el bastón—. De una forma u otra, has peleado con los puños contra tu padre. Pero ¿alguna vez te has enfrentado a un arma?
—No.
—Vale, vamos a probar, entonces —propuso a la vez que se ponía en guardia—. ¿Por qué no me atacas y así veo qué sabes hacer?
Eso fue lo que hicieron durante los primeros minutos y, tras varios ataques, Yaoyorozu pudo comprobar que no tenía una técnica muy pulida. Entrenar con el aire no era lo mismo que hacerlo con una persona de carne y hueso. Para cualquiera que supiera pelear, era fácil prever sus movimientos. Tenía reflejos para esquivar y era bastante rápido, pero no tenía la fluidez para golpear y defenderse de alguien a quien le salen los movimientos de forma instintiva.
—Te estoy haciendo ataques simples para que los veas y puedas intentar bloquearme, pero lo que acabas de hacer directamente es peligroso —le dijo cuando se echó hacia atrás para esquivar una batida al hombro—. No puedes dejar que te den en la cabeza con el extremo de un bastón. Es la parte que más fuerza lleva.
—Eso es fácil decirlo cuando tienes años de práctica a tus espaldas —repuso él—. Además, a diferencia de ti, estoy desarmado.
—No creas que ibas a poder hacer algo mucho mejor. Tener un arma sin saber usarla puede ser contraproducente.
—¿Por qué no me dejas una y probamos? —la retó.
Yaoyorozu le lanzó la suya y Todoroki la cogió al vuelo.
—Ya la tienes. Veamos qué puedes hacer ahora.
Shoto se tensó y la miró muy desconcertado. No podía atacarla estando indefensa como estaba. Al contrario que Yaoyorozu, él no tenía la experiencia para controlar los golpes. En ningún momento ella le había golpeado con el bastón; se había limitado a señalar los toques, algo que suponía una inmensa mejoría frente a los combates con su padre. Pero él no podría hacer lo mismo.
—No puedo atacarte desarmada.
Ella sonrió y se puso en guardia.
—Me alegra saber que piensas que vas a darme.
—¿Eso no es condescendiente por tu parte?
—Intenta golpearme y lo sabremos —contestó altanera.
Todoroki asintió, sin embargo, no tenía mucha idea de cómo utilizar un bastón tan largo. Intentó cogerlo con ambas manos como le había visto hacer a ella, pero no le parecía una posición cómoda. De hecho, se le hacía difícil manejarlo. Era imposible hacer un golpe limpio así sin tener más práctica. Ni podía azuzarlo con fuerza, ni podía coordinarlo bien con ambas manos. De modo que optó por acercar sus manos a un extremo para poder golpear desde lejos. Sentía que así tenía más control, pues eso no era muy diferente de golpear con un palo a alguien, pero Yaoyorozu sonrió más y eso le hizo sentir que caía en alguna especie de trampa. Aun así, aquello era mejor que intentar imitar los movimientos de ella.
Sin embargo, ni siquiera había hecho un giro hacia atrás para coger fuerza e impulsar el bastón cuando Yaoyorozu se le echó literalmente encima. Bloqueó el arqueo de los brazos, desbaratando el ataque y, tras rotar sobre sí misma, le retorció el brazo, le desequilibró con la pierna y acabó tirado en el suelo.
—Palanca y brazo roto —le dijo tras señalar con un movimiento controlado cómo le podía haber inutilizado un brazo sin verlo venir—. Recupero el bo —siguió mientras se lo quitaba y se levantaba—. Y te dejo inconsciente —terminó apuntando con un golpe seco en su cabeza.
Shoto se quedó pasmado cuando comprobó que había hecho lo que le había dado la gana con él a pesar de estar desarmada. Se había sentido como si estuviera en una de esas exhibiciones de la televisión, pero sin tener ni idea de la coreografía. Le había reducido en un momento y sin cambiarle la respiración.
—Un arma que no se sabe manejar es contraproducente contra alguien que sabe defenderse —explicó para dar énfasis a su argumentación anterior sobre ello—. Tienes un brazo roto, estás inconsciente y ahora soy yo la que está armada.
—Te me has echado encima —se quejó bastante sorprendido.
—Por supuesto. Hay que impedir que te golpeen con el extremo.
Yaoyorozu le ayudó a levantarse y le devolvió el bastón. Le hizo volver a cogerlo tal y como lo tenía cuando intentó golpearla y agarró su mano más externa.
—Cuando empuñas un arma de esta forma, tu poder ofensivo va desde aquí —señaló apretando su mano— hasta el extremo. Pero visto de otro modo, eso quiere decir que no podrás hacerme nada si me encuentro fuera de este rango. Si me meto en el alcance de tu brazo y te lo inmovilizo, ya no puedes golpearme con el bastón y se habrá convertido en un obstáculo para ti. Por eso, si en ese momento quieres atacarme con las manos por haberme metido en tu espacio, te estoy obligando a primero tener que deshacerte del arma. Pero para cuando reacciones a eso, yo ya te habré tirado al suelo.
A Momo le resultó gracioso cómo toda la atención de Todoroki se concentró en el bo. Era como si acabara de descubrir algo nuevo.
—Quiero probar yo también.
—No vas a poder inmovilizarme porque yo sí controlo esta arma. —Shoto la miró con desconcierto por esas palabras tan pagadas de sí misma y ella contestó con una sonrisa—. Pero puedo dejar que me inmovilices.
—¿Me lo parece o esto te divierte de alguna forma especial?
—Perdona —rio con las manos juntas a modo de disculpa frente a su rostro—, creo que estoy empatizando más de lo debido con Bakugo. Es reconfortante tener en algo un primer puesto indiscutible sobre ti.
—¿Qué os ha dado conmigo? —se quejó descolocado.
—Bueno… Es normal que la gente quiera ganarte. Por algo eres el más fuerte de la clase.
—Eso es porque no habéis visto a Tokoyami descontrolado —masculló para sí mismo. La fuerza bruta de Dark Shadow le había dejado atónito.
—Voy a hacer lo mismo que tú, de modo que recuerda estos pasos. —Le explicó la secuencia y después le arrebató el bastón—. Vamos a hacerlo de forma lenta para que te sea más fácil.
Sin embargo, se vio en el suelo a la misma velocidad que a la que se había visto él. Yaoyorozu gimió molesta cuando se encontró tirada y desarmada con el bo frente a su cara.
—Esto es injusto… —protestó con un deje de resignación—. No hay derecho a que todo te salga a la primera.
—Estos movimientos no eran difíciles —se defendió.
Yaoyorozu cogió el extremo que apuntaba hacia ella y lo apartó al tiempo que se sentaba para encararle.
—Por supuesto que es un movimiento básico de desarme. Pero se supone que no tienes ni idea de cómo enfrentarte a alguien armado. La gente normal duda la primera vez, ¿sabes?
—¿Eso quiere decir que tu primer puesto indiscutible se tambalea?
Momo no supo qué le sorprendió más: si que Todoroki le devolviera su comentario de superioridad o verle sonreír mientras lo decía. ¿Acaso le divertía entrenar así con ella? No se lo esperaba.
Como tampoco se esperaba la vena competitiva que le surgió de pronto ante el reto. Se levantó como un resorte espoleada por sus palabras y se quitó la sudadera que traía. Si quería guerra, iba a tenerla, y eso implicaba que ambos entrarían en calor. Lanzó la sudadera lejos y se recogió el pelo mientras veía cómo Todoroki se deshacía de su propio jersey.
Había practicado bojutsu desde que era niña; era muy buena en ello. No iba a permitir que un novato se le subiera a la espalda.
—Ese puesto es mío —alegó confiada al tiempo que creaba un bastón con superficie acolchada para ella—. Tendría que abandonar la profesión de héroe si dejase que un principiante me ganara.
— * —
Fin del Capítulo 12
25 Noviembre 2018
Notas finales:
Y ahora es cuando MAEC escucha varios gritos de «¡Nooooooooo!» en la lejanía. Muajajajaja. Ya llegará... ¿o no? ^o^ Porque lo mismo no le veo arreglo y hago que Aizawa les pille... mmm, interesante idea... ^o^
Espero que os haya gustado el capítulo ;-D
¡Saludos!
