CAPÍTULO 18. Inquietudes
Comentarios de la autora:
Siento la chapa previa al capítulo, pero os comento la novedad. Tal y como os dije, no tenía ni la más remota idea de qué hacer con Ashido y Kirishima. Me gusta la idea de esos dos como pareja, pero ni bosquejo que tenía para ellos. Así que tuve que echar mano del plan B, es decir, que cuando no se me ocurren cosas por iniciativa propia, le echo de comer a mi subconsciente. Esto es: plantar semillas por ahí y a ver si alguna germina. En el anterior capítulo metí la primera que se me ocurrió y lo modifiqué para meter a Bakugo dándose cuenta de que Kirishima se había guardado algo. Y ¡tachán! Mi subconsciente picó XD. De modo que, aunque no es la historia más elaborada del mundo (que ya os he avisado que no me he metido demasiado en las tramas secundarias), pues ya tengo algo, que es mejor que nada. Eso implica que se me están colando capítulos extras por medio (como si no me estuviera quedando ya largo el fic ^_^º), pero también me sirve para mostrar otra faceta de Bakugo que puede ser interesante... (que el pobre no me salía en la historia apenas nada hasta la movida que sucede en el baile y sé que es un personaje que os gusta ^_^º). Así que mato dos pájaros de un tiro ^_^º
Comentarios de los reviews:
Maria Violet: El problema de Kaminari es que ha soltado al mundo algo que tenía guardado. Y ahora no hay quien le crea cuando lo niega, jijiji. Ha sido el estrés del momento XD. Y en realidad, no me ha sorprendido el hecho de que emparejen a Kirishima y Ashido. En los fics en inglés sí que lo hacen, pero en los de español no. Igual en fics más largos los juntan a lo largo de la historia sin aparecer en las propiedades del fic, pero lo que son fics de ellos sólo hay media docena (y son fics ultra cortos que comparten con otra pareja). A Ashido la emparejan más con otros personajes que con Kirishima (y a él, ni comento ¬_¬º). Por eso no estaba segura de lo que me diríais aquí :-s
Caro: Leerlos 3 veces... ¡madre mía! »_«. Pero eso quiere decir que te gustan, así que ni tan mal XD. En esta parte sí van a salir más las demás parejas. Por supuesto que Momo y Shoto seguirán teniendo sus momentos (porque si no, no avanzarían). Pero entre sus capítulos están intercalados los del resto y, claro, son unas cuantas parejas ^_^º. A pesar de ello, lo que les pasa con sus compañeros también mueve la bola rodante de la pareja, así que los demás tampoco están ahí por gusto ^o^. De los que tendrán o no tendrán pareja, no digo nada. Ya saldrán ;-D
Rodrigo/Guest: No sé si sois el mismo, pero os junto. Porque sí, era esa imagen. Hicieron un vídeo comentándola en YouTube. Me pareció un fake, pero como salían con los mismos trajes de gala que en la película, pensé que simplemente habían sacado de contexto una escena para darle alas a sus delirios fangirleros con la pareja. Por eso, lo que en realidad me preocupaba era la existencia de ese baile en la película (porque en el fic, entre otras cosas, los personajes tienen expectación por ser el primero al que van, y de ahí que me lo fastidiaran si de repente me dicen que ya han ido a uno con anterioridad T_T). Pero si me decís que no hubo ninguno, feliz que me quedo *o*.
LEGNA: Según vayan saliendo parejas ya os comentaré (me guardo vuestras impresiones para deciros en su momento por qué sí o por qué no). Pero ahora mismo no digo nada ^o^
Gabe Logan: Yo no diría que han sido despectivos con Mineta (de hecho, casi todos han hecho caso omiso a sus comentarios). El rol del personaje de Mineta es decir burradas si en la conversación salen chicas a relucir. Y sólo hay tres o cuatro compañeros que le recriminan activamente esto. Después de Jiro (que es la más agresiva), Sero es el que le reprende de forma más cortante y eso que es de su cuadrilla, y ha llegado al punto de detenerle «por la fuerza» (lo del capítulo anterior no es más que una repetición de algo que ya hizo durante la ruta de habitaciones, pues después de entrar en la de Hagakure, Sero lo envolvió como una crisálida y se lo llevó el resto del camino flotando). Al ser un personaje peculiar, intento no salirme de reacciones de sus compañeros que ya he visto, porque si fuese por mí, irían todas al estilo de Jiro ^_^º. Lo del fanart del baile, se lo he contestado a Rodrigo, así que no me repito ^_^º. Y de Todoroki y Yaoyorozu, me alegra que te guste como van en el fic *o*
Fatty Rose Malfoy: En ningún momento he dicho que Bakugo vaya a ir con Kemy O_o (de hecho, creo que es la primera vez que menciono ese personaje :-S). Y sin embargo, no eres la primera que me lo comenta O_O. ¿Me estáis intentando insinuar algo? XD.
Her Nao: Estoooo... de verdad, que para el baile queda mogollón ^_^º. Estimo que más o menos vamos por la mitad del fic (haciendo cálculos de lo que tengo escrito y lo que aún me falta). Así que aún queda... Este mes previo es larguito y pasan muchas cosas ^_^º
Gracias a todos por vuestros reviews. El siguiente capítulo es algo más corto, pero espero que os guste ;-D
CAPÍTULO 18. Inquietudes
—Reconozco que lo de Toru me ha sorprendido —reflexionó en alto Asui mientras volvía con Jiro y Yaoyorozu a clase tras el descanso.
Momo la observó con cierta expectación por sacar ese peliagudo tema. A pesar de que las seis habían comido tranquilas hablando de distintos asuntos, la forma en la que se había alegrado por las circunstancias del baile le había llamado la atención. Y si tenía en cuenta cómo habían reaccionado las demás, estaba bastante segura de que no había sido la única.
—No sé… Parecía haber algo detrás —concluyó.
—Sé lo que quieres decir —estuvo de acuerdo Jiro—. A mí me ha quedado una sensación incómoda, como si no tuviera confianza en ella.
Las palabras de Jiro no eran más que un intento de suavizar algo que deberían haberse imaginado. Pero Momo reconocía que no se lo había planteado dada la clase en la que estaban. En una sociedad tan plagada de singularidades, los más fuertes y útiles eran laureados por encima de cualquier cosa, incluso a pesar de las limitaciones sociales que podrían conllevar. Pero a pesar de ello, no se podía obviar lo problemáticos que podían llegar a ser algunos en el día a día.
Y, por supuesto, la invisibilidad era un gran problema. Por defecto, había muchas circunstancias sociales en las que su compañera estaba en desventaja y, a diferencia de ellas, Hagakure era plenamente consciente de ello. De ahí su conversación de la cafetería.
—No es tan descabellado, si lo piensas —comenzó Momo—. Es algo que habéis mencionado antes: un baile de este tipo es un acto discriminatorio donde se ensalza la autoestima de los más populares y se arrastra por el suelo la del resto.
—Mujer… Yo no lo he dicho así —se defendió Jiro.
—Pero es la realidad. No es más que una escala de medición de popularidad: desde los que van con los más populares a los que van solos o se quedan en casa, ordenándose por medio la cantidad de invitaciones acumuladas.
—Veo a dónde quieres llegar —meditó Asui concentrada—. Si nos ponemos en el lugar de Toru, en una escala como ésa, ¿dónde queda una chica invisible?
Momo asintió contrariada. Hagakure era una chica muy alegre y dinámica; se llevaba bien con todo el mundo. Pero desde luego, en aquel terreno, su particularidad era un hándicap bastante importante.
Jiro se detuvo en el pasillo y se llevó las manos a las caderas, exasperada.
—Por eso decía que me sorprende que la directiva haya dado luz verde a algo así —reprochó con cansancio—. Siempre hay una parte perjudicada. Ya no es sólo que los chicos se vean mal parados a nivel numérico… y que es un número significativo de afectados, por cierto —matizó—. Sino porque hay a gente a la que le van a resaltar los puntos más negativos de su singularidad. Esa actividad es injusta, se mire por donde se mire.
—Supongo que por eso han dicho que es voluntaria —adujo Asui—. Así te dan también la opción de no participar.
—Pero una cosa es no participar por elección y otra, porque te excluyan. Tú podrás decidir al final quedarte en casa, pero eso será después de que te digan que no eres apto para ir —enfatizó Jiro—. La discriminación continúa aunque no participes en ella.
Momo entendía el disgusto de su compañera, y el hecho de que se opusiera de esa forma cuando con seguridad ostentaba el récord de la invitación más rápida, decía mucho de ella. Estaba pensando en los sentimientos del resto y eso era algo que la honraba.
—Tienes razón. Lo comentaré esta tarde en la reunión de delegados. Dudo mucho que rectifiquen la actividad, pero al menos deberían ser conscientes del problema que van a generar.
—Yo tampoco creo que sirva de mucho, pero gracias —sonrió con resignación.
—La verdad es que esta conversación me ha dejado peor que la del comedor —comentó inquieta frotándose un brazo—. Imagínate que, a pesar de nuestra menor proporción, nadie te invitase. ¿Cómo encajas eso?
—Bueno, no es como si tuvieras que preocuparte por ello —replicó divertida Jiro.
—¿Qué?
—Tú no eres precisamente de las chicas que se quedarían fuera en un baile.
—Eso nunca se sabe… —murmuró cohibida.
—Por supuesto que se sabe. Mírate… —le dijo señalándola de arriba abajo—. Si no te llueven las invitaciones es por… —Y se trabó antes de decir algo que no debía—. En fin, ya sabemos todos por qué —terminó con mordacidad.
—¿Por qué? —preguntó ella preocupada.
—Eres lista… Seguro que lo adivinas.
Pero ella no era capaz ni de pensar la cosa más remota por la que le podía haber dicho eso.
—No, no lo sé…
—¿En serio quieres que entremos ahí?
—Es que no sé de qué me hablas.
—Dios… Tienes mucha suerte de que no seamos envidiosas —suspiró Jiro—. Hay gente que nace con más estrella que otra. Pero tú has nacido con una constelación entera.
—¿Cómo? —se sorprendió.
—Eres una chica de buena familia —empezó a enumerar—. Encima eres atractiva y muy inteligente; la clase de chica a la que cualquier chico querría invitar.
Eso consiguió hacerla sonrojar al recordar el día que estuvo en el centro comercial con Todoroki. Él le había dicho que por su aspecto atraía la atención de los chicos y tras eso había sido horriblemente consciente de que la miraban.
—Además —siguió ella—, tienes una singularidad impresionante.
—Vuestras habilidades también son increíbles —replicó al momento.
—Y por si no estuviéramos contentas con eso —continuó por encima de sus palabras—, tienes al chico más fuerte de clase a tu lado.
—¿Ribbit? —se alarmó Asui tensa con sus grandes ojos enfocados en Jiro.
Momo se irguió más de lo que ya estaba, pues no terminaba de entender qué tenía que ver su buena estrella para que la invitaran al baile con eso último. No hacía falta ser muy lista para saber que hablaba por Todoroki. No sólo porque él era muy fuerte, sino porque, al sentarse en la esquina, no tenía a nadie ni a la izquierda ni detrás.
Y era imposible que se refirieran a Mineta. De hecho, tener a Todoroki al lado casi se podía considerar una compensación por tener que soportarle. Demasiados días tenía que aguantar sus comentarios sexistas.
Pero de ahí a decir que había nacido con suerte porque le sentaran a su lado… Sólo era casualidad. Sin embargo, Jiro la miraba con tanta intensidad que al final no tuvo más opción que seguirle la corriente.
—Supongo… —contestó de forma ambigua.
Su amiga suspiró satisfecha y sonrió.
—Bueno, al menos, por fin lo reconoces.
Pero porque decir lo contrario habría sido mentir en varios de los puntos que había mencionado. A fin de cuentas, era indiscutible que pertenecía a una buena familia y sus notas eran las mejores de la clase.
—Así que no te preocupes porque tú no vas a tener ese problema.
Momo siguió con su postura incómoda. Al parecer, Jiro daba por hecho que a ella la invitarían con facilidad. Y, aunque hipotéticamente se diera ese caso, al pensar en ello no estaba muy segura de cómo se sentía con esa idea.
Asui las instó a continuar su camino a clase mientras reflexionaba en ello y, para cuando Todoroki la saludó al sentarse en su pupitre, no podía concentrarse en otra cosa.
Le observó de forma furtiva. Había dejado caer que no quería ir a ese baile. Sin embargo, cuando pensaba en quién querría que la invitase, obviamente sólo le venía él a la cabeza. Quizás a otra chica pudiera gustarle encontrarse con un montón de invitaciones con las que vanagloriarse, pero ella no era tan superficial. Casi le suponía un fastidio pensar que tuviera que rechazar la propuesta de alguien, porque era consciente del valor del que tenía que hacer acopio una persona para invitar a otra y todo para que la rechazaran.
No quería tener que pasar por eso; no quería que nadie más la invitara. Pero no iba a poder ir con él, luego, ¿eso equivalía a que iría sola?
Regresó sus ojos a su cuaderno algo aturdida. Aunque entendía la oposición de su amiga, la actividad en sí le resultaba interesante. Nunca había ido a un baile que no fuese de la clase alta. Sería el primero donde estarían sus amigos y más gente de su edad. Por eso ella quería ir…
Pero acompañada y de la persona que quería, que era lo complicado de conseguir.
Volvió a mirarle subrepticiamente. Todoroki era el chico más cercano a ella y no sólo hablaba del entorno de su clase. Además, su interés en ir con él iba más allá del mero hecho de ser el más fuerte, el más guapo o el hijo de quien era. Era algo mucho más concreto y específico que eso; era algo que, sólo de pensarlo, le aceleraba el corazón como si estuviera realizando una prueba de velocidad.
Pero, a la hora de la verdad, no dejaba de ser una más de todas las que querrían ir con él. Por mucho que ella sintiera una conexión especial entre los dos, no implicaba que para Todoroki fuese igual. Y el simple hecho de ser amigos no le daba derechos extras sobre él; no era más merecedora que cualquier otra de sus compañeras.
Así que casi se alegraba de que le hubiera dicho que no tenía pensamiento de ir. Porque en ese aspecto se sentía demasiado egoísta: si no iba a ir con ella, prefería que no fuese con ninguna.
Apretó el bolígrafo con fuerza y miró de nuevo hacia su cuaderno. Esa actitud era muy negativa; no debería sentirse tan codiciosa con él. Todoroki debería ser libre de poder hacer lo que le diera la gana y con quien quisiera. Pero no lo podía evitar: quería estar con él. Le creaba un nudo en el pecho el sólo pensar que pudiera tener con otra la cercanía que tenía ella, lo que la llevaba a no querer ni imaginar que tuviera con otra algo más que eso…
—Yaoyorozu, toma…
Momo se sobresaltó cuando Todoroki la sacó de su ensimismamiento y observó como si fuese un objeto extraño el cuaderno que le tendía.
—No has escrito nada en toda la hora —explicó—. Vas a necesitarlo.
Miró a su alrededor y se dio cuenta de que el profesor no estaba. Ni siquiera se había dado cuenta del paso de la hora tan absorta como estaba en sus pensamientos. Volvió su atención al cuaderno de Todoroki y lo cogió desorientada.
—Lo siento… No sé qué me ha pasado —se excusó.
Era ridículo; jamás se había abstraído hasta el punto de no enterarse de una lección. No era propio de ella. ¿De verdad podía él perturbarla tanto?, se preguntó mientras observaba la portada de su cuaderno.
—Gracias —le dijo sin poder mirarle.
Percibió con su visión periférica que la escrutaba fijamente y, nerviosa, Momo acabó por agarrar con más fuerza el cuaderno que tenía en sus manos. Entonces, Todoroki se giró hacia el frente y suspiró.
—Ya… —murmuró con tono cansado, y añadió—: De nada.
— * —
Fin del Capítulo 18
6 Enero 2019
Notas finales:
Os comento esta apreciación mía de Jiro. Tengo una sensación con ella de ser un personaje activista. Me explico: hasta donde se la ha visto, siempre defiende a la gente con la que otros se meten o critica cosas injustas que ve. Por eso se me planteó que pudiera ser una chica que viera con malos ojos una actividad de baile como ésta y de ahí que esté en contra. Lo gracioso fue que no andaba muy desencaminada porque poco después de escribir el pack de capítulos actuales, apareció el capítulo del manga en el que Jiro se quejaba con una pancarta por la falta de imparcialidad de los profesores y me dije: «Bien, MAEC, la calaste» XD. No sé hasta qué punto podría quejarse de esto si pasara realmente en el manga, pero su postura me daba pie para meter la problemática social que tienen algunas singularidades y que me parece algo interesante tocar.
Espero que os haya gustado el capítulo :-D
¡Saludos y, para los que lo celebréis, feliz día de Reyes!
