CAPÍTULO 44. Paso en falso
Comentarios de los reviews:
Astron: De verdad, lo he dicho más de una vez porque no quiero que os hagáis expectactivas, pero el baile va a salir más bien poco. Digamos que es la excusa para desarrollar la historia. Pero una vez llegado ahí, pasan las cosas que tienen que pasar y ya. No me voy a poner a narrar florituras de él ni a detenerme en desarrollar lo que les pasa a las distintas parejas. Si lo que es la noche del baile creo que me ocupará como tres capítulos, más o menos. En esta historia, el baile está para lo que está: ser el motor de todo.
Maria Violet: Me alegra mucho saber que os está gustando tanto la historia. Ya queda poco, así que espero que siga así *o*. Sobre Bakugo todo loco por la noticia, en mi cabeza es bastante gracioso, porque él está todo encabronado mientras que Shoto, tranquilo en plan: «¿acabas ya? ¬_¬º». Shoto siempre ha aguantado bien los arranques de Bakugo XD . En cuanto a lo de que vuelvan a estar tranquilos los dos... ^o^, quizás dentro de media docena de capítulos, cuando ya todo esto termine ^_^º (ainsss, qué poquito queda ya. La semana pasada terminé un fic con el que llevaba 6 años, y en breve terminaré este *o*. Qué ilusión me hace terminar estas dos historias después de tanto tiempo *o*).
Her Nao: Quedan pocos capítulos. A raíz de lo que pasa en este capítulo van tres más fijo y, después, quizás pueda haber uno de transición hasta el baile (para que no quede un salto tan abrupto entre el momento actual y el festival cultural). En cuanto a la noche del baile, sé lo que ocurre pero soy mala calculando extensiones u_uº. Pero estimo que serán otros tres más el epílogo. La verdad es que, dicho así, hablamos de 7-8 capítulos que sobre 52 son como una séptima parte XD, pero para mí ya son pocos, que además, el siguiente lo escribí antes que éste (el cual, de hecho, aún lo estaba retocando hace cinco minutos, que iba mal de tiempo con él »_«).
Caro: La estimación de capítulos se lo acabo de comentar a Her Nao, así que no me repito. En cuanto a la invitación al baile... muajajaja, yo no digo nada ^o^
Gracias por vuestros reviews *o*. Os dejo con el capítulo de hoy aunque os aconsejo coger una pelota antiestrés XD. Espero que os guste ^_^º
CAPÍTULO 44. Paso en falso
No sabía muy bien por qué estaba allí, aunque imaginaba que era por hábito. En realidad, ahora que tenía permiso del profesor Aizawa para entrenar la técnica, podría hacerlo en los exteriores del edificio de su clase. Pero en cierta forma le incomodaba que sus compañeros le estuvieran mirando desde alguna ventana.
De modo que, casi sin darse cuenta, había vuelto allí para entrenar las direcciones de su hielo. No estaba haciendo nada llamativo; sólo idas y venidas para entrenar la vuelta hacia él. No tener controlado ese aspecto era lo que había provocado el accidente con Yaoyorozu; debía asegurarse de poder mover el hielo a su voluntad si no quería más víctimas colaterales.
Sin embargo, ese tipo de concentración le dejaba agotado. Era paradójico que pudiera lanzar ataques potentes sin mayor problema durante una batalla, pero hacer regueros de hielo le dejara exhausto.
Anduvo varios pasos hacia atrás y se sentó en un banco. Miró con detenimiento el patio lleno de zigzagueos de su hielo convirtiéndose en agua. Las zonas más alejadas por donde había empezado a practicar mostraban ya grandes charcos, lo que le hizo consolarse al haber decidido ir allí en vez de quedarse en el complejo de dormitorios. Si entrenara en el jardín, lo acabaría convirtiendo en un barrizal.
Percibió movimiento en un lateral y se giró para mirar al intruso. Se sorprendió de que fuese Yaoyorozu, pues no esperaba que volviera a acercarse a ese patio a menos que fuese por una clase práctica.
—Parece un puerto de montaña —comentó ella con humor con sus ojos puestos en los caminos de su hielo.
—Mi problema actual es dirigir el hielo hacia mí. Mandarlo en otras direcciones es perder el tiempo —le explicó calmado—. ¿Acabas de llegar?
—Llevo un rato en la puerta —respondió con tono culpable—. Pero no quería sobresaltarte y hacerte perder la concentración.
—Ya… Lo siento —se disculpó al recordar de nuevo lo sucedido en su último sobresalto.
—No hace falta que te disculpes cada vez que te acuerdes de ello.
—No lo puedo evitar.
—Ya… —comentó incómoda, y se acercó al banco para sentarse a su lado—. Parece que lo llevas mejor. —Todoroki la miró desconcertado y ella señaló los regueros de hielo más cercanos—. Has hecho un montón y parecen más firmes.
Todoroki giró su vista al patio y observó, una vez más, los zigzagueos.
—No puedo permitirme que vuelva a suceder lo de la semana pasada —sentenció.
—Ya… —repitió, porque no sabía qué más decir.
Todoroki debía estar muy perturbado por lo sucedido. Momo se miró el brazo afectado a pesar de estar cubierto por una camisa holgada que ella misma se había tenido que crear para que no le apretara el vendaje. Mientras le hacía las curas, Recovery Girl le había comentado la suerte de que el accidente lo hubiese tenido ella. De haber sido otro compañero, aquello no se habría resuelto con unas grapas y un vendaje.
Ni siquiera quería pensar lo que habría supuesto otra alternativa más trágica. Era bien consciente de la extensión de sus heridas y por eso también sabía que aquello podría haber acabado con dos prometedoras carreras.
—¿Te duele?
—¿Qué?
—El brazo —detalló Todoroki preocupado—. Te has quedado mirándolo.
—¡Ah, no! Sólo estaba pensando… No me duele —le tranquilizó—. De hecho, seguramente mañana me quiten el vendaje y las grapas. Está curando bien.
Todoroki suspiró y compuso una ligera sonrisa de alivio.
—Genial… Creo que no me quedaré tranquilo hasta que lo vea con mis ojos.
Ciertamente, parecía más relajado cuando de nuevo revisó los regueros de hielo que se fundían en el suelo. Justo lo contrario a como se sentía ella. Aunque en su mente había sido sencillo desde que lo planeó la noche anterior, a la hora de la verdad, le había costado mucho ir hasta allí. Casi como si toda la valentía de la que disponía se hubiera gastado en el simple hecho de ir a ese patio.
No sabía muy bien cómo sacar la conversación y, puesto que estaba concentrada en ese tema, tampoco pudo intentar rebajar su tensión hablando de otra cosa. Por su parte, Todoroki seguía abstraído en el suelo, como si estuviera recreando en su memoria la técnica que había estado practicando, así que tampoco suavizó ese silencio sacando conversación propia.
Aunque, posiblemente, la incomodidad sólo venía por su parte, pues en lo único que podía pensar —y rumiar hasta agotar a su pobre cerebro—, era en cómo salir de ese patio con una invitación para ir al baile aceptada.
—Todoroki…
Él la miró con curiosidad y Momo sintió que se le trababan las palabras. Había escenificado aquello como unas cien veces por lo menos, y en todas ellas era una petición fluida y sin mayores problemas. Y, sin embargo, no había ni empezado con la primera palabra y ya sentía que le subía la sangre a las mejillas.
—¿Qué? —la instó él ante su silencio.
—Ah… ¿Cómo vais con los preparativos del concierto? —desvió, al mismo tiempo que se fustigaba por su cobardía.
—Bien —le contestó—. Más o menos tenemos todo ensayado, así que nos van a dejar el gimnasio este sábado para que podamos hacer una prueba escénica.
—¿Vais a hacer una prueba escénica?
—Claro. Vosotros podéis ensayar la canción y el baile en el salón, pero nosotros tenemos que hacerlo en el propio gimnasio —le explicó paciente—. Koda ha estado amaestrando una bandada de palomas para que puedan manipular objetos. Pero ahora lo tiene que poner en práctica con los focos del techo. Y Midoriya al principio estará con los bailarines y después subirá con Aoyama para la distracción de la bola láser. Tenemos que revisar los tiempos de la canción para acompasarlo con lo que le va a llevar ir de un lado a otro.
—Estoy segura de que os va a quedar genial.
—Eso espero. Ya no sólo por no estropear la función, sino porque habría que aguantar a Bakugo después si no consiguiese su meta de hundir al resto —terminó divertido.
—Bakugo lleva la rivalidad a otro nivel —concordó con una sonrisa ella también. Los había dejado a todos descolocados con su visión opuesta de dar un concierto complaciente para el resto de cursos.
Sin embargo, dicha sonrisa sólo le duró unos segundos, pues descubrió que acababa de encontrar una rendija para llegar a su verdadero propósito.
—Quizás sería bueno que fuésemos más personas al ensayo. Eso nos permitiría hacernos una idea de lo que nos llevará limpiar todo. A fin de cuentas, hay que dejarlo libre para que los de tercero puedan preparar el baile.
Todoroki suspiró resignado.
—No sé lo que nos llevará limpiar el gimnasio, pero sí lo que no nos puede llevar —le informó enigmático—. Los de tercero sólo nos dejan una hora para dejarlo todo libre para ellos.
—Sí que les va a llevar tiempo prepararlo… —meditó Momo.
—A diferencia de nosotros, ellos van a hacer una recreación de un baile de graduación. Seguro que tendrá mucha decoración.
—Tengo muchas ganas de verlo.
Todoroki no contestó nada a eso; se limitó a mirar de nuevo los charcos cada vez más grandes del suelo. Momo relajó sus manos cuando notó la compulsión de cerrarlas en dos puños con su falda. Tenía que hacerlo parecer casual; igual que había hecho Uraraka.
—Aunque ya no voy a poder ir con las chicas —agregó forzando un tono resignado.
—¿Todas han conseguido pareja? —preguntó, aunque, para su desgracia, Momo no percibió mucho interés en su voz.
—Asui ha invitado a su amiga Habuko, su antigua compañera que vino con el grupo de la Academia Isami.
Todoroki asintió tras cinco segundos de búsqueda en su memoria.
—Ya la recuerdo. —Ver a Asui con su amiga serpiente había sido curioso, cuanto menos—. Pero entonces, podrías ir con ellas, ¿no?
Momo contuvo la respiración cuando Todoroki le lanzó esa alternativa plausible. Evidentemente, nada le impedía quedarse con ellas, salvo el hecho de que no quería quedarse con ellas.
—Hace tiempo que no se ven y no me gustaría importunar —improvisó rápido—. Aunque, en realidad, tampoco me gustaría ser la única que va sola —se excusó—. Pero debido a… bueno… —Hizo una pequeña pausa con la que omitió el malentendido que había con ellos en el instituto—. La verdad es que nadie me ha invitado, y yo tampoco sabría a quién invitar. No me relaciono mucho con los chicos —continuó con su defensa.
No fue muy perceptible, pero Momo estuvo segura de que Todoroki se había tensado. Desvió su atención del suelo para mirarla con cuidado y supo que debía sospechar por dónde iba. Su corazón se desbocó por el nerviosismo y su cabeza se llenó de un montón de alarmas que le decían que tenía que suavizar aquello para que no pareciera una petición formal que pudiera incomodarle.
—Así que había pensado que, ya que eres mi mejor amigo —remarcó con intención—, quizás podrías hacerme el favor de acompañarme.
Ni siquiera parpadeó. Todoroki la miró de una forma tan fija, que tuvo que hacer un verdadero esfuerzo para no mirar para otro lado.
—¿Me estás invitando al baile? —dijo al fin.
—¡No, no es una invitación! Sería más bien, dos amigos yendo a un evento juntos —edulcoró al instante, aunque no debió ser lo suficiente porque, esta vez, Todoroki se tensó visiblemente—. No tiene nada que ver con lo que hablamos el otro día; no quiero que te sientas obligado a acompañarme —se apresuró a justificarse.
—Ya veo… —dijo con voz neutra.
—Además, en el fondo, estoy segura de que tú también te lo pasarías bien. Irá mucha gente y podrás ver el trabajo de los alumnos de tercero —parloteó ella—. Igual que nosotros nos estamos esforzando para que la gente disfrute de nuestra actuación, ellos también esperarán lo mismo del resto de los alumnos. Y a mí me harías un gran favor porque así no tendría que ir sola o acoplarme con alguien.
—Solidaridad —resumió.
—Sí… algo así. Los de tercero querrán que vaya la mayor cantidad de gente posible y nosotros podríamos ir como amigos a verlo. No lo hago con otras intenciones, te lo prometo.
—Lo sé… Me está quedando claro —aseveró con tono frío, con lo que a ella le quedó igual de cristalino que estaba disgustado.
No pudo evitarlo y, esta vez, sí apretó sus manos en dos puños. No tenía claro de dónde le venía esa aversión a ir al baile. En un principio, había pensado que era por desinterés, pero viendo que no quería ir ni siquiera por hacer un favor a una amiga que sí lo deseaba, le dejó un sabor amargo por todo el cuerpo.
—Perdona si mi petición te desagrada —se disculpó con un ligero temblor en su voz—. Sólo pensé que podrías hacerme ese favor. Pero si te molesta tanto la idea…
—No importa. Sé lo mucho que quieres ir a ese baile.
Todoroki miró al patio, sin rebajar un ápice su molestia, lo que le generó un horroroso nudo en el pecho. En realidad, no se había esperado encontrarse con esa oposición, incluso sabiendo que Todoroki no quería saber nada de ese baile. Pero sí esperaba que apelar a su amistad le hiciera aceptar.
—Buscaré otra alternativa —le dijo, esta vez, con poca entereza. Todoroki apretó los labios contrariado y ella se sintió peor—. No te preocupes.
—Da igual. Te acompañaré.
Se le veía tan molesto que a Momo le costó procesar lo que había dicho. Pero realmente era lo que ella había querido escuchar desde que ese baile fue propuesto.
—No pareces muy contento, ¿estás seguro?
—Sí.
—¿De verdad?
—Sí —confirmó—. A fin de cuentas, somos amigos, ¿no?
Toda ella se iluminó a pesar del tono. Momo sonrió de alivio y se tuvo que contener de darle un abrazo por la emoción. Con una simple palabra le había quitado un gran peso de encima. Al fin podría decir que iría acompañada, pero lo que era más importante: lo haría con el chico que quería.
—¡Gracias! —dijo emocionada—. ¡Muchas gracias! No puedes imaginarte lo feliz que estoy ahora mismo.
—Puedo hacerme una idea —murmuró contrito. Sólo hacía falta verla.
Si no fuese porque le había dicho que no se lo tomara como una obligación, la reacción fría de Todoroki habría minado su explosión de júbilo. Se le hacía muy evidente que no estaba nada contento con la idea de ir al baile. Pero, por otro lado, eso era un claro indicativo de que su amistad era lo suficientemente fuerte como para sobreponerse a esa aversión y acompañarla.
Dentro de su amarga reacción, era algo que conmovió a Momo, pues eso indicaba lo importante que era ella para él.
—Sé que esto es un gran esfuerzo para ti —dijo mientras se levantaba del banco—. Te debo una enorme.
—No hace falta…
—Claro que sí —le contradijo—. Pero por ahora no te entretengo más; aún tengo algunas cosas que hacer —mintió con descaro. Porque lo único que tenía que hacer era salir de allí para poder desahogarse dando saltitos—. Te dejo con los entrenamientos. ¡Gracias, gracias! —añadió cuando se iba.
Sin embargo, no consiguió dar ni un paso porque Todoroki la cogió del antebrazo y la detuvo.
—Yaoyorozu… —Ella se giró de inmediato, sólo para ver cómo aflojaba el agarre al momento y deslizaba su mano de la zona vendada a la parte descubierta de su mano—. No te confundas —aseveró al tiempo que la miraba a los ojos fijamente—. No lo hago por hacerte un favor.
Momo abrió los ojos perturbada y miró su brazo vendado, casi sin poder procesarlo. No se le había ocurrido pensar en esa alternativa y, con las mismas, retiró su brazo con un gesto brusco y se lo agarró contra el pecho, igual que si le hubiera hecho daño.
Aunque el daño había sido mucho peor que cualquier golpe físico que le pudiera haber dado. Le miró, con todo su momento de alegría cortado y sintiendo que las lágrimas se le acumulaban en los ojos. Pero, a pesar de ello, asintió, aunque lo hizo con un movimiento rígido que por un instante creyó que le fracturaría el cuello y, acto seguido, salió rápidamente de allí para evitar que la viera llorar cuando no pudiera contenerse más.
Porque, al parecer, Todoroki ya había encontrado su castigo.
— * —
Fin del Capítulo 44
29 Noviembre 2020
Notas finales:
Antes de matar a Yaoyorozu, compadeceros del disgustazo que se acaba de llevar ella también. Pero dicho esto: «Momo, hija mía, tu poco tacto es tremendo. Tu situación NO es la misma que la de Ochaco u_uº. ¿Cómo se te ocurre intentar que pase por amistad?». En fin, os avisé que el pobre Shoto acabaría con camisa de fuerza por esta chica, porque obviamente, se va a llevar una buena rayada por esto T_T. ¡Pero no te desanimes, Shoto! Sólo te queda semana y media de locura... Bueno, y a Momo también XD
Espero que os haya gustado el capítulo ;-D
¡Saludos!
