Para Shelly Marsh lo material significaba mucho…
La joven de apenas 19 años sabía que en esta vida el dinero era lo que hacía girar al mundo.
Ella lo sabía bien, todos lo sabían bien; y si ella conocía tan bien el tema… ¿Qué estaba pensando al decir que sí?
Shelly era inteligente, y aunque muchos la catalogaban como agresiva y malvada, había una persona que, aunque también pensó eso al principio, vio algo más allá en ella, algo que lo cautivo y lo motivo a dar ese gran paso.
Shelly lo recuerda bien.
Sabia como termino así, y dentro de esa rudeza, se encontraba una felicidad al ver el rumbo que tomo su vida.
A pesar de las 'advertencias', ser juzgada y ser el hazmerreír de la escuela en el transcurso de la secundaria, nunca hizo caso. Y no se arrepiente de hacerse la sorda por años.
Fue hace aproximadamente 6 años.
La secundaria era un trámite de la vida que todos odiaban. Shelly no era la excepción.
Entre las clases de mierda y el imbécil de su hermano, sumado con la frustración de su aparato odontológico, digamos que tenía motivos suficientes como para tener una cara de culo la mayor parte del tiempo.
Y lo más probable es que si la tuviese, sino fuera por alguien …
Kevin McCormick no era precisamente un genio, ni un soñador, y ni menos un caballero. Era algo retrasado (posiblemente por toda la cerveza que bebía), no era listo, no era el más responsable, no era cuidadoso, y tampoco era el mejor partido para ser honesto.
Kevin tenía motivos suficientes como para no ser popular, un marginado y rechazado por cualquier chico o chica (y lo es, hay que ser realista), pero a pesar de todos sus defectos, tenía algo, algo que Shelly vio, que misteriosamente no vio en nadie más.
No sabe en qué momento empezaron a ser buenos amigos, pero cada ocurrencia del McCormick hacia sonreír a Shelly, sonrisa que luchaba por esconder, pero era inútil.
Kevin supo cómo llegar al corazón de Shelly, y aunque se tragase su orgullo, no podía negar que, en efecto, amaba a Kevin.
Su relación era peculiar.
Muchos pensaban que Shelly lo maltrataba, o que solo estaba juntos por el sexo. Nada más alejado de la realidad.
Si, Shelly lo golpeaba un par de veces, pero Stan podía testificar que no eran los golpes típicos de su hermana, con Kevin aquello golpes eran más bien de juego, como si no fuera en serio, y Kevin los recibía con gusto, sabía que aun con la agresividad de su novia, esta jamás lo lastimaría en serio. Y sobre el sexo, si lo disfrutaban, y mucho, pero ese no era el centro de su relación.
Era algo lindo, una relación bonita que ambos disfrutaban.
(…)
-Oye Shelly ¿Qué te compra tu novio?
- ¿Eh?
Después de media jornada de aburridas e inservibles clases, el almuerzo tomaba lugar en la escuela secundaria de South park.
Shelly estaba comiendo su almuerzo mientras sus amigas hablaban a su alrededor. Conversaban cobre novios y vida amorosa, y a pesar de que Shelly tenía la relación más formal entre todas, no opinaba y solo comía mientras escuchaba a las hormonales de sus amigas.
De repente surgió el tema que de los regalos que sus novios les habían dado, Shelly tampoco dijo nada, y ninguna de sus amigas parecía preguntarle nada por…obvias razones, todo hasta que Dolores abrió la boca:
-Shelly ¿Qué es lo más lindo que tu novio te ha comprado?
Todos miraron mal a Dolores, todos en la mesa sabían de la relación de Shelly con ``el niño más pobre`` de la escuela, es por eso por lo que evitaron agregarla a la conversación.
- ¿Por qué se pusieron así? - Pregunto Shelly- y respondiendo tu pregunta Dolores, lo más lindo que me ha comprado Kevin fue un boleto para ver a Lore, él no era fan, pero aun así fue conmigo y me sorprendió lleno conmigo tras bambalinas, era un boleto edición especial, adoré ver a Lore
-Y luego le diste una mamada de camino a casa jajajaja
- ¡Cállate mojón- Shelly golpeo a una de sus amigas que estaba a su lado haciendo que esta callera al piso- y si lo hice o no ese no es tu problema
-Pobre Kevin, al comprar ese boleto su volvió mil veces más pobre jajaja- se burló Daisy
-Bueno, él me dijo que no me preocupara por el precio, que no habría problema y que lo único que quería era verme feliz- dijo Marsh
-Te minio chica, de seguro robo ese boleto o tuvo que trabajar como esclavo para pagarla- dijo Nancy- Te lo advertimos, te dijimos que no te enamores del chico más pobre de la escuela y no hiciste caso
-Ahora las consecuencias viene sobre ti- Agrego Dolores- El no podrá comprarte cosas lindas, llevarte a restaurantes lujosos o darte una buena vida
Eso enojo a Shelly. Nada le molestaba más que insultaran a su novio.
Quería darles una paliza a todas esas perras, pero ya se había metido en demasiadas peleas y no quería otro castigo, otra visita a la dirección significaba 2 semanas sin teléfono y encerrada en su cuarto. Ella no quería eso.
Tomo su almuerzo y se fue de la mesa con el seño fruncido, dejando a esas imbéciles aun riendo.
Para la mala suerte de Shelly, Kevin pudo escuchar todo eso, y se sintió mal al ver como su novia no la defendía, pensó que las amigas de su pareja tenían razón, Shelly era una chica fantástica a la cual merecían mimar, él debía hacer un esfuerzo para mantenerla a su lado, aunque eso significaba conseguir un trabajo.
Con eso en mente, y con determinación, Kevin se motivo a buscar un trabajo para darle todo lo que Shelly pudiese desear…
(…)
- ¿Qué hace un mocoso como tu aquí?
-Vine por el letrero, necesito un trabajo- explico Kevin
Después de la escuela y de despedirse de Shelly, Kevin McCormick no tomo el habitual camino hacia su casa, se desvió hacia un taller cercano solo para pedir el puesto. Hace días pudo ver como aquel taller estaba buscando personal con experiencia en autos, lo único que le enseño el borracho de su padre fue mecánica, es el mejor trabajo que podía conseguir.
El duelo del taller lo vio - ¿Tienes experiencias en autos?
-Si, mi padre me enseño-contesto. Estaba un poco nervioso, era su primera entrevista de trabajo
- ¿Cuántos años tienes? – Pregunto el dueño
-Te-tengo 16- dijo tartamudo
-Eres algo joven- alzo una ceja
Kevin sentía como su corazón se aceleraba, en serio quería ese trabajo, para ganar suficiente dinero como para mimar a Shelly
-Sabes, yo antes era como tú, quería ganar mi propio dinero, pero el maldito del dueño me lo negó por no tener experiencia y ser muy joven- dijo el señor dándole una fumada a su cigarrillo
-Oh, eso significa que…
-El trabajo es tuyo, empiezas mañana
Kevin sonrío- muchas gracias, señor
El joven McCormick camino con una sonrisa hacia su hogar…
(…)
Al mes siguiente Kevin sorprendió a Shelly con unos nuevos audífonos que tanto deseaba.
-Gracias amor, pero… ¿Cuánto te costó? - pregunto Marsh
-De eso no te preocupes, una mujer como tu merece ser mimada- le dijo guiñando un ojo
La verdad es que Kevin había estado trabajando en el taller después de la escuela, no es como si a sus padres les importaran, y sus hermanos tenían otras cosas que hacer; trabajo como simple ayudante, pero le empezaron a confiar trabajos mas importantes, cosa que le hizo ganar más dinero.
Shelly estaba feliz con su regalo, pero a la vez algo preocupada ¿De dónde había sacado el dinero? Ella sabia que sus padres estaban trabajando y que tenían un poco mas de ingresos, pero no los suficiente como para darse el lujo de darle 200 dólares a su hijo solo para unos audífonos para su novia.
Shelly sospechaba, pero no dijo nada y solo agradeció al ver la sonrisa de su pareja.
Lo beso en los labios y lo tomo de la mano, ambos juntos a la casa de Shelly para jugar videojuegos.
(…)
Los meses siguientes Shelly siguió sospechando, cada vez mas su novio la sorprendía con regalos, cada uno más lujosos que otro.
La mayor de los Marsh estaba agradecida por todo, pero estaba harta de los sofocantes mimos de su pareja, no es que no fuera agradecida, es solo que no le gustaba que su novio gastara dinero en ella.
Debía darle un alto a esto…
Shelly miro su teléfono, tenia un nuevo protector cortesía de Kevin; miro buscando el numero de su novio, pero de repente le llego un mensaje de su suegra.
Casi le dio un paro cardiaco al leer el mensaje.
Todo su abrigo y se fue corriendo a casa de los McCormick ignorando a su madre, padre o al mojón de su hermano. Llevo con ella algo de sopa de pollo y tomo camino…
(…)
- ¡Ya estoy aquí! - grito Shelly entrando a la casa de sus suegros
Ella vio como los McCormick estaban en el sofá, Stuart estaba viendo televisión mientras tomaba cerveza, Kenny estaba calmando a Karen que estaba llorando, y Carol había bajado las escaleras para recibir a Shelly.
-Shelly cariño- la llamo su suegra
- ¿¡Qué fue lo que paso!?- pregunto preocupada
-No lo sabemos, llego a las 9 super cansado, no toco ni su cena y se termino desmayando en su cama- explico Carol
- ¿Él está mejor?
-Al fin despertó y no ha querido hablar con ninguno de nosotros, pensé que contigo sería diferente
Shelly suspiro- iré a hablar con el
La joven subió las escaleras en dirección al cuarto de su novio que compartía con su hermana Karen.
Llego al cuarto y abrió la puerta. En esta estaba su Kevin, recostado boca arriba, parecía tener ojeras y más manchas en la cara que de costumbre.
Shelly suspiro y se acercó a él, se sentó a su lado en la cama y le acaricio el cabello.
- ¿Ahora que hiciste Mojón? - le hablo ella groseramente
Kevin se percató de su presencia y le sonrío como pudo.
- ¡Responde mojón! -le volvió a gritar
-Solo hice lo necesario para que te quedes conmigo- respondió, aún estaba cansado
- ¿De qué diablo hablas?
-Lo que dijeron tus amigas, mereces más de lo que yo te puedo ofrecer, es por eso por lo que tome un trabajo después de la escuela, para ganar dinero y darte todo lo que mereces. Eres maravillosa Shelly, yo no soy nada, tenia miedo de que me abandonas- explico
Shelly se conmovió con esas palabras, lo oculto y gruño en su lugar. Abrazo a su novio como pudo y le limpio el sudor con su mano, para luego besar su frente y acurrucarse a su lado.
-Sabes que no me interesa nada de eso- le dijo a su novio
-No Shelly, se que como cualquiera chica quieres ser bombardeada con regalos que demuestren mi amor por ti; me he esforzado por hacer eso posible, a veces llegaba a las 9 solo para cubrir horas extras, como hoy también me he desmayado del cansancio…y todo lo que he hecho, fue por ti. Porque te amo
Shelly sintió como sus mejillas se coloraban, se había sonrojado con esas palabras.
-Sabes que yo no me enamore de ti por eso. Desde el principio supe que no me llenarías de regalos, mis amigas me lo echaban en cara todo el tiempo.
Eso hizo que Kevin Bajara cabeza con tristeza, decepcionado de si mismo por no cumplir las expectativas de su novia.
-Pero ese nunca fue el punto…
Eso le devolvió algo de esperanza al primogénito de los McCormick.
-Nunca me importo un carajo eso. No necesito un colar brillante, una casa gigante, o andar montada en un elefante; no quiero que me vean como una mantenida o interesada. Nunca me interesado eso tipo de cosa, solo quiero que me amas y ya. Yo me enamoro con tus palabras, serenatas, sin compromisos ni bodas de plata. No quiero regalos, tus besos bastan para mi…
Kevin abrazo a su novia con amor, feliz por haber encontrado a la mejor chica del mundo. Shelly lo beso en los labios con mucho amor, lo acurruco en su regazo, disfrutando la compañía del otro.
Marsh no parecía sonreír, pero Kevin sabia bien que estaba sonriendo en lo mas profundo de su ser, ella era así, y así la amaba.
-Me prometes que ya no te sobre explotaras- dijo Shelly acariciando su cabello
-Te lo prometo
-Y me prometes que no vas a volver a gastar en regalos innecesario
-Lo prometo
-Ese es mi chico- dijo eso para después besarle la frente
-Gracias por esta aquí conmigo Shelley
-No es nada, y ni se te ocurra dormir, traje sopa de pollo
Ambos rieron y comieron lo que trajo Shelly, solo para terminar durmiendo al lado de otro.
(…)
Algunos años después pasaron.
Shelly estaba haciendo un trabajo para la universidad. Con 19 años la joven había logrado entrar a una buena universidad, estaba en el departamento que compartía con su novio, y hablando del rey de roma…
-Traje pizza amor
Kevin McCormick había llegado de trabajo, pudo entrar a la universidad gracias a Shelly, aunque aún mantenía ese trabajo en el taller.
- ¿Cómo te fue en el trabajo? -pregunto Shelly sin despegarse de su computadora
-Bien. Te traje algo además de la pizza-informo
- ¿Qué te dije de los regalos? - le regaño
-Bueno esta vez es algo necesario…
Kevin se arrodillo y saco una cajita, Shelly suspiro y volteo, solo para quedarse boquiabierta al ver a su novio.
-Hemos pasado tanto juntos, eres tan maravillosa, jamás pensé que encontraría a alguien tan maravillosa como tú, es por eso por lo que quiero pasar el resto de mi vida contigo, no te prometo una casa enorme o una vida digna, pero me esforzare por para eso, porque te amo; yo se lo quiero, pero solo falta tu consentimiento ¿Quieres cásate conmigo?
Shelly sintió como su corazón se aceleraba, temblaba y estaba nerviosa, estaba en frente de la decisión mas importante de su vida…y sabia la respuesta.
-Si, si quiero
Se levanto, corrió y lo abrazo con la mayor felicidad de su vida. Al final unieron sus labios con un hermoso beso.
Este es un final feliz. Pero no es el final de la historia.
Esto apenas comienza.
