Resumen: Los hombres bajo el techo del 221B de Baker Street están seguros de que solo les faltan pulir ciertos aspectos de su convivencia. Pero en todo caso ninguno hablara de dichos aspectos, al parecer.

Serie: Sherlock BBC.

Personajes: Sherlock Holmes, John Watson.

Pareja: John-Sherlock.

Género: Romance, Amor.

Rating: M

Advertencia: Bondage, Sumisión, Dominación.

Capítulos: 02/20

Palabras: 1575.

Notas: Viejo reto del foro I´m Sherlocked, revivido para ustedes.

Fecha: 14/11/2021

Beta Reader:

Disclaimer: Todo lo referente a Sherlock Holmes pertenece a Arthur Conan Doyle.


Sex!Lock

Capítulo 02: Fluidos corporales.

Nunca había sentido interés en el sexo, eso no era ninguna novedad para nadie que lo conociera medianamente. Su hermano lo utilizaba para molestarlo, a él en verdad no le importaba… Bueno, a veces sí.

Entendía más que bien los procesos químicos que llevaban a una persona a creerse enamorada, para luego caer en el círculo de la preservación de la especie… sin hablar de lo que la sociedad pretende hacerles seguir al casarse y procrear como un cuadro de la vida perfecta.

Él lo sabía todo, y lo que no, lo aprendía rápidamente.

Y él estaba dispuesto a aprender, a salvar esos años de no interés… años de adolescencia y otros tantos de adultez en que no había sentido la necesidad de hacerlo. ¿Por qué?

Porque había algo que le intrigaba, algo que llamaba su atención poderosamente. Quería saberlo todo, hasta el último detalle… él solo había tenido un atisbo, algo mínimo, pero lo suficientemente atrayente como para colgar sus pensamientos alrededor de esa idea durante mucho tiempo.

Quizás el más largo, para que algo tan simple, –y al parecer aburrido– le llamara la atención.

Quería más, que solo lo que tenía frente a sus ojos, a la evidencia de los detalles…

En la escena de un crimen pasional, los expertos buscan muestras, sangre o semen, para darle a su sospechoso un rostro y un nombre.

Sherlock ya tiene el nombre y el rostro, pero su búsqueda está hecha al revés. Él cree conocer a John… bueno, no lo cree simplemente, él lo conoce. Por deducción más que nada, pero sabe como el doctor puede reaccionar a ciertos estímulos, a ciertas situaciones… pero también hay una parte que Sherlock no ve de John, esa que el ex militar ha estado ocultando hábilmente hasta de alguien como él.

Ahí el reto fue mayor para Sherlock… de solo imaginarse que John había podido ocultar semejante información. Lo mantuvo dando vueltas por la sala, solo pensando en las implicaciones que eso tenía para él… o las que podrían tener a futuro, mas bien.

Tan solo se fingió estar perdido en su palacio mental, sin estarlo en verdad… no le costaba tanto, sus ojos fijos en un punto, pero sin ver nada allí, su cuerpo inmóvil y esa manía de no oír nada de lo más cercano a él. Ni siquiera el saludo de John antes de que se fuera a la clínica.

Funcionó… así de simple era lidiar con John algunas veces. Lo oyó bufar, y semi enfadado bajar las escaleras. Esa mañana no hubo preguntas que retrasaran su salida, ni las que generalmente usaba por camaradería, cuando el doctor sabía que Sherlock rara veces tenía esa condescendencia hacia él. Bebió con premura su usual taza de té sin siquiera ofrecerse a servirle una a Sherlock, aun rumiando algo entre dientes.

—Que tu día sea interesante, Sherlock. —Fue lo último que el detective oyó desde el piso inferior, antes de saltar del sillón, y ver por la ventana a John alejándose del apartamento.

Era algo que siempre hacia, muchas veces… John siempre se alejaba caminando, cuando estaba enfadado con él; y necesitaba tomar aire fresco, según sus propias palabras. Lo malo es que John jamás volteaba a ver hacia dicha ventana, nunca se giraba para ver como él lo observaba… Eso era algo que molestaba a Sherlock.

Pero no era tiempo para ello. Abandonó la sala a prisa, sabía que John no regresaría hasta la tarde y eso le daba unas ocho horas para trabajar con soltura. No estaba dispuesto a atender a Lestrade, ni los aburridos casos de su hermano… Ese día estaría metido en el único caso que había escapado de su apreciación, teniéndolo las 24 horas debajo de su nariz.

Paso las manos sobres las cobijas apenas desarmadas de la cama. Las sabanas ya estaban frías, no había rastro allí del calor corporal de John, pero si había algo que a Sherlock más le atraía. Su esencia… Cada partícula de su cuerpo se había quedado en ese trozo de tela, desde su sudor, luego de las –por suerte– mas esporádicas pesadillas, hasta el leve rastro de saliva al dormir, mojando la almohada cada noche.

Y por qué no… Allí, cuando el calor súbito de una erección nocturna lo tomo por sorpresa, ya sea despierno o no, las marcas de su semen en las fibras. ¿Cuánto material genético había en un solo trozo de género, como una simple sabana de cama?

Seguro que muchos, pero esa información no le preocupaba a Sherlock. Descorrió las cobijas y deslizó sus pies hasta el fondo de la cama, donde el frio de estas era más intenso. Acomodó su cuerpo allí donde el detective sabía que era donde dormía su compañero. Lo había visto más de una vez, mientras las calles de Londres estaban totalmente en silencio, él permanecía en la puerta simplemente viendo el tranquilo respirar de su pecho.

En esos momentos no había sabido porque lo hacía, esa era una respuesta que escapaba a su raciocinio… pero ahora, tenía la respuesta. Porque si bien John era un hombre común, y de carácter afable, había algo en él, algo que lo había deslumbrado la primera vez que lo vio. Y ahora sabía que era exactamente eso, que John tenía más de lo que simplemente mostraba a todo el mundo, algo que había podido ocultarle a él… al mismísimo Sherlock Holmes; porque ese, su pequeño compañero de aventuras y su único amigo, no era una persona común y ordinaria, y él lo sabía.

Se dejó arropar por las mantas, mientras pensaba una y otra vez. Esa no era ninguna escena de crimen, pero necesitaba utilizar los mismos métodos que utilizaba en ellas.

Cerró sus ojos recordando la información fragmentada que tenia, pequeñas esquirlas, tan finas que le sería imposible a cualquiera armar algo medianamente coherente. Pero él no era cualquiera… Abrió sus ojos, percatándose de que había pasado mucho tiempo en esa posición, viendo el techo del cuarto de John, sin verlo en realidad, y no pudo evitar sonreír mientras el aroma de su compañero le llenaba por completo.

Tomo el celular de su bata, dispuesto a escribir un mensaje sumamente complejo… pero en vez de eso, solo se contentó con encender la curiosidad en su compañero.

«Sé muy bien lo que has estado tratando de ocultarme, John. Soy bueno buscando, ¿lo olvidas? -SH»

«Que bien, entonces la próxima vez simplemente los quemare, Sherlock.»

«Oh, no… No juegue conmigo, Doctor Watson, sabe muy bien a lo que me refiero. -SH»

«¿Sí?... Entonces no estás hablando de tus cigarrillos. Qué bien.»

«¿En verdad pensaste que lo ibas a ocultar por mucho tiempo más? Pensé que eras más inteligente, John. -SH»

«No, tú piensas que soy estúpido… Y sabes muy bien porque te 'enteraste'. No presumas.»

Sherlock no pudo evitar morderse los labios antes de esbozar una liviana sonrisa. Si era verdad, John le había facilitado el camino, en cierta forma. Casi, y… Bueno, casi y termina gritándoselo en la cara. ¿Cómo no darse cuenta? Pero eso no le molestaba en verdad… no si pensaba en la forma, tan estúpida en que el doctor se había puesto en evidencia. ¿Por qué? ¿Para qué?

Ahora, ellos estaban… ¿Coqueteándose por mensajes de textos?

«¿Y bien? Ahora que lo sabes… ¿Me darás un resumen sistemático de mi vida sexual, así como la que hiciste cuando me conociste?»

«Eso sería infructuoso, y una pérdida total del tiempo de ambos, ¿no lo crees? -SH»

«¿Entonces?... ¿Esta es una información más que irá a parar a la papelera de reciclaje de tu disco rígido? Eso me alegra.»

«Digo, pensé que sería peor… Eso es todo.»

Sherlock no pudo contener la carcajada; claro que a John no le alegraba eso, así como a él no lo alegraban muchas tantas cosas que su compañero hacia sin notarlo a él… y era lo más estúpido que ambos podían hacerse el uno al otro, y Sherlock solo se percataba de eso en esos momentos… Patético en verdad.

«Si lo que espera de mi es una situación donde busque humillarlo por sus gustos específicos, lamento decepcionarlo… Soy un adulto, Doctor. -SH»

«Es bueno enterarme de ello… Sí que lo es. ¿Entonces, solo me estás diciendo que lo sabes, y nada más?»

«Solo para informarte que descubrí como hilvanar las piezas, si. -SH»

«¿Y saberlo cambia algo?… Digo, sigo siendo el mismo con el que corriste por medio Londres la segunda vez que nos vimos.»

«Lo sé, John… Yo también soy el mismo de ese día. Lo que no es igual son las preguntas en mi cabeza… -SH»

«¿Y las preguntas son para mí?»

Sherlock casi pudo imaginárselo sonriendo al escribir el mensaje, y ensanchar su sonrisa al enviarlo.

«En parte sí… Pero creo que no haya nada que no pueda contestar yo, si me lo propongo. -SH»

«Es bueno oírlo… entonces, hablamos cuando llegue. Ordena comida, tengo ganas de Chaw Mien con cerdo.»

Sherlock no contesto a ese último mensaje… y parecía tan raro que todo quedara tan claro entre ellos sin decir una sola palabra de más. Bueno después de todo, eso era lo que le gustaba de su asociación con John.

Se levanto con pereza de la cama, pensando en que no sería mala idea esperarlo en ella para 'hablar'… después de todo, solo acabaría obviando un paso totalmente innecesario. Pero no, aun tenía que dejar en claro muchas cosas, y por supuesto… el no olvidarse de encargar la cena.

Continuará.


Notas Finales: Segundo capítulo… no sé porque, pero lo recordaba diferente en mi mente.

A Sherlock de golpe le nace el interés por los sexual… algo inaudito en la vida del detective hasta ahora.

Desde aquí ya no hay mucho mas escrito, así que tengo que pensar los prompts uno por uno… pero bueno, para eso reviví este reto, ¿verdad?