CAPITULO No 20

El viaje de regreso del palacio del Rey inicio, Yoruichi tenía tantas cosas en las cuales debía pensar y de alguna manera sentía que todo le daba vuelta en su cabeza, pero ahora tenía un consuelo, más bien sentía que había esperanza brotando en su ser ante el hecho de que Soi Fong estaba viva y sorprendentemente no había perecido como se creyó todo este tiempo, sonrio un poco al reconocer que de alguna manera había burlado la muerte. Tuvo que mantenerse firme y cuerda ante lo que eso significaba, al final todo ese dolor, la culpa, resentimiento, enojo, el vacío, toda desidia ante su propia vida y el futuro ahora parecían inconvenientes, aun así, sabía que las cosas no eran tan simples para el regreso de su abeja a la Sociedad de Almas y sobre todo al Gotei 13, aunque debía reconocer que la culpa aun persistía, pero de una manera diferente al confirmar que su deserción hace más de un siglo había hecho una herida profunda en su abeja, ella ya sabía que su traición le había afectado pero no espero que fuese tan honda esa herida.

Pero esta vez no iba dejarse llevar de manera ingenua y apresurada por la situación, no quería cometer los mismos errores del pasado al actuar llevada por el ímpetu de la juventud, el egoísmo y por hacer lo correcto, por la confianza depositada ciegamente en alguien que se decía ser un amigo incondicional. Aun resonaba en su mente la frase de Shutara "su plan principal siempre es sobrevivir a toda costa dejando que otros se sacrifiquen y esta vez lo hizo convenientemente a sabiendas que Shaolin seria quien lo haría" Soltó un suspiro contenido y apretó sus puños, Kisuke siempre fue su mejor amigo, desde la infancia y cuando crecieron su vínculo fue creciendo de igual manera, había respeto, complicidad, hermandad y confianza. Bueno eso es lo que ella creyó todo este tiempo, porque la misma Soi Fong aun en su juventud entre sus propios celos infantiles y un tanto exagerados pudo señalar que su amigo no era digno de ella y de su confianza, Shinji de alguna manera también le había insinuado que Kisuke podría tener su propia agenda e intereses cuando terminaron exiliados en el mundo viviente.

*******************Flash Back********************

Había pasado un periodo de diez meses desde la deserción y aunque todo fue de alguna manera imprevisto y catártico, entre irrumpir centra 46 para salvar a Kisuke y Tessai de una condena injusta, de paso salvar a varios capitanes y tenientes de la muerte, porque de ninguna manera podía creer que su idiota amigo de infancia podría hacer todo eso de lo que se le acusaba y de paso afectar a otros. Se habían dirigido al mundo viviente con los ocho Hollowficados contenidos en unos baúles especiales que eran mantenidos con Jikanteishi, un hechizo Kidō de alto nivel que detiene el tiempo y por el cual Tessai podría bien recibir una pena de muerte. Según Kisuke lo necesitaban para detener el proceso en sus amigos mientras hacía arreglos para que pudieran controlar su hueco interior, en este punto Yoruichi había tenido miles de preguntas para hacer a su amigo, pero como siempre hubo pocas respuestas.

De alguna manera sospechosa y conveniente tenía un lugar listo en el mundo viviente, en una ciudad llamada Karakura, aunque conocía bien la fascinación de Kisuke y toda esa curiosidad ante el estilo de vida en el mundo viviente, los humanos en general y todas esas raras costumbres. Que tuviese un lugar donde llegar le sentaba mal, claro siempre decía que debía adecuarlo y en eso tardo mucho creando una réplica a su sala de juegos en el Seireitei para de algún modo ayudar a los Hollowficados no seguir con el proceso que los haría huecos para siempre. Después de eso debían emplear un método que el mismo había inventado, el primero con el que lo aplicaron fue Shinji Hirako, ya que según el idiota de Kisuke fue quien luchó contra su condición de manera asombrosa y después de tener éxito siguieron con los demás.

Pasaron tres meses más y aun hasta ahora Yoruichi tenía momentos en que despertaba pensando que se perdía del entrenamiento matinal con el escuadrón o sus sesiones de aprendizaje con Soi Fong, de alguna manera increíble termino extrañando la Sociedad de Almas y su monotonía, su familia aun con todo lo molesto que le resultaba su vida de noble, pero era consciente que había actuado de la mejor manera dada la situación ya que ahora veía que aquellos sentenciados a una muerte injusta tenían una segunda oportunidad. Kisuke se movía como pez en el agua en el mundo viviente ya que había puesto una tienda como camuflaje, también había retomado sus amadas aficiones científicas, mientras Yoruichi intentaba acoplarse a su nueva vida y algunas veces se transformaba en gato para explorar los alrededores de la ciudad, los demás parecían tener ese mismo problema multiplicado por dos ya que constantemente debían luchar contra su hollow interno como Urahara les había explicado en su adoctrinamiento para tener una mejor vida a futuro.

Aunque había días un poco satisfactorios para Yoruichi Shihōin que le hacían recordar buenos tiempos, como el de hoy que había tenido que seguir a Shinji Hirako que desde hace unos dos meses empezó a dar paseos en solitario por la ciudad, lo que le parecía sospechoso era que de a poco se fueron haciendo más largos y cuando se le preguntaba dónde iba el siempre respondía "solo trato de conocer la ciudad" El trabajo de ocultarse para seguir un objetivo sin ser descubierta hacía que Yoruichi se sintiese en su ambiente, por supuesto que alguien educado especialmente para ser el Gundanchō del Onmitsukidō nunca olvidaría esas cosas por mucho que Kisuke le recomendara relajarse y disfrutar de la vida.

El caso es que Hirako siempre iba a ese café al este de la ciudad donde tocaba un grupo de jazz, pero luego fue ampliando sus gustos y otras veces iba a la biblioteca, visitaba el mercado, los centros comerciales y la escuela. De alguna manera observar a los niños y jóvenes aprendiendo era una de las cosas que el rubio hacia y para Yoruichi eso no era nada malo, pero Kisuke era un tanto quisquilloso al respecto, no entendía por qué se ponía medio frenético con eso y sus tontas recomendaciones "si sales no hagas nada para llamar la atención" y "mantén un bajo perfil" Se supone que ella debería ser la desconfiada y resultaba que su amigo lo era mucho más.

¿No te cansas de vigilarme Yoruichi-san? — Pregunto Shinji con una pequeña sonrisa sacando a la morena de sus pensamientos — que te parece si vienes y tomas un poco de té conmigo.

Yoruichi resoplo un poco molesta, se había vuelto descuidada en algo tan simple que seguramente un miembro novato del Onmitsukidō lo haría mejor, pero realmente sentía que esto era una perdedera de tiempo — ¿té? — Pregunto con una pequeña sonrisa y bajando del árbol donde se encontraba — creo que preferiría un poco de sake — señalo con cierta calma — para aclarar yo no te vigilo, solo me da curiosidad lo que haces en tus ratos de ocio.

Shinji saco una pequeña botella y se la paso a la morena — por supuesto, tu curiosidad no es nada comparado con el comportamiento obsesivo de Kisuke de mantener un bajo perfil, es como si supiera algo más que nosotros no, pero no sería la primera vez que algo así sucediera, quien sabe cuánto más oculta — señalo con calma y pudo notar esa curiosidad en la ex capitana del segundo escuadrón.

Por supuesto que no lo era, de alguna manera Yoruichi sabía que su amigo se había guardado mucha información delicada sobre sus investigaciones y experimentos, aun recordaba cuando Shinji y los demás contaron lo que había sucedido con Aizen Sōsuke y sus dos secuaces, como Kisuke apareció junto a Tessai desencadenando la razón de porque habían sido acusados de tales crímenes, terminando exiliados y desterrados. La morena había interrogado a su amigo sobre como supo que Aizen tenía algo que ver, al final había soltado la sopa, explicando que había hecho experimentos con algunos huecos para conocer sus poderes, a partir de eso hizo teorías sobre la Hollowficación y al final dejo ese tema por encontrarlo anti natural y peligroso. Ciertamente la morena se había molestado con Kisuke, recriminado su estupidez de dejar que Aizen supiera de sus investigaciones y que no quemara dichos registros.

Yoruichi soltó un suspiro, odiaba la falta de claridad de Kisuke y esa manía de creerse más inteligente que todos los demás — ya sabes que Kisuke puede ser un idiota cuando se trata de cosas científicas — acuso con calma — quizá solo quiere cuidarlos de Sōsuke.

Hirako sonrío — no somos sus conejillos de indias Yoru-chan — aclaro y vio como la morena parecía apenada — he hablado con los demás — empezó — pensamos en tener nuestro propio lugar para seguir nuestras vidas, ciertamente agradecemos lo que han hecho por nosotros, por salvarnos de terminar como huecos, tú has perdido mucho en todo esto de salvarnos, tu estatus noble y estar lejos de la familia.

La morena frunció el ceño — creo que todos hemos perdido en este asunto Hirako.

Por supuesto, aunque según el comportamiento de Kisuke parece que solo perdió una partida de ajedrez contra Aizen ya que todo lo demás lo tiene a la mano de manera sorprendente — dijo con una pequeña sonrisa — cuando construyo ese su laboratorio me dejo asombrado, creo que es el que mejor se ha acoplado al cambio — se puso de pie — esta noche daremos la noticia, ya encontré un lugar donde podremos vivir y algunos ya conseguimos trabajo.

Esa fue una sorpresa para la morena — me alegro de que sigan adelante con sus vidas.

Tu deberías hacer lo mismo — aconsejo Shinji —siempre fuiste un taichō del tipo solitario y dueña de sí misma que no tomaba nada de nadie, por eso mismo no deberías de hacer el trabajo sucio de Kisuke.

Como lo había dicho Shinji esa misma noche hablaron de sus planes con Kisuke que se sintió con derecho de decirles que Aizen podía tomar ventaja, su paranoia con respecto a Sōsuke se estaba volviendo preocupante para la morena y hasta sospechoso. Fue ahí cuando decidió vigilarle en los días siguientes, después de un mes sin conseguir mucho irrumpió en el laboratorio encontrando un pequeño aparato extraño que brillaba en un pedestal resguardado por varias barreras Kidō, era el Hōgyoku y cuando Kisuke la encontró en su laboratorio leyendo algunas de sus notas puso esa cara de pánico que Yoruichi conocía muy bien y esa misma expresión que tuvo cuando todos explicaron lo que había sucedido en todo el problema que los llevo a desertar y huir.

Al final Urahara supo que no tenía más remedio que decirle toda la verdad, le explico el propósito del aparato lo mejor que pudo, también le informo que con eso había ayudado a los demás para detener su cambio, le revelo sus propios temores de que Aizen Sōsuke hubiese sabido de ese peligroso aparato. Decir que Yoruichi se sintió molesta fue poco, de alguna manera recordó las palabras dichas por Hirako "quien sabe cuánto más oculta" Realmente la morena no le importo lo que se guardaba a sabiendas que todos tienen sus esqueletos guardados en algún armario, incluso ella nunca fue tan abierta con su mejor amigo como lo fue con…Soi Fong, no podía aceptar que sus secretos, inventos y experimentos afectará a otros y atrajera dementes con ambiciones de poder, esa misma noche Yoruichi Shihōin decidió dejar la tienda y tomar distancia dejando solo a su amigo Kisuke.

*******************Fin Flash Back*******************

Yoruichi Shihōin después de 3 días de viaje por fin estaba cruzando la barrera para ingresar a la Sociedad de Almas, sabía que lo primero en su agenda por hacer era ir con Kyōraku para informarle lo sucedido en el palacio del Rey, así como darle las buenas nuevas que Soi Fong se encontraba viva. Okikiba y Nanao ya le esperaban en el lugar donde había aterrizado al oeste entre los límites del Seireitei y Rungokai. Jidanbō el guardián de la puerta del oeste se encontraba ahí mismo con una actitud formal junto a los dos tenientes, noto como Genshirō Okikiba se adelantaba hacia ella.

— Princesa del clan Shihōin, sea bienvenida — saludo con una inclinación — espero que su viaje no haya sido cansado, el comandante general esperaba su llegada.

La morena asintió — no hay que perder tiempo con saludos protocolarios, tengo cosas que informar al Sōtaichō — dijo con seriedad y al instante uso paso flash sin importar que dejaba atrás a los dos tenientes, no esperaba que en su llegada fuera por la tarde más bien pensó que lo más conveniente era llegar por la mañana, pero con eso de que era difícil distinguir cuando era de día y de noche En el palacio del Rey no le extraño para nada su mal percepción del tiempo.


Yoruichi no tardó demasiado en llegar a la cede del primer escuadrón, unos segundos después Nanao y Genshirō le alcanzaron mostrando signos de haberse esforzado un poco en llevarle el paso si se podía decir de esa manera — el comandante le espera en su oficina — indico Nanao.

La morena entro a la oficina del Sōtaichō sin esperar que anunciaran su llegada, al momento noto que Kyōraku se encontraba sentado tras un amplio escritorio con rostro serio haciendo una seña con su mano a la capitana del segundo escuadrón invitándole a que tomara asiento rápidamente.

— Bienvenida — saludo de una vez mirando serio a la morena — espero que todo haya salido como se esperaba, creo que tenemos que hablar sobre lo que haremos con el regreso de Soi Fong,

La morena medio sonrío — ella está viva y bien, despertó de su sueño inducido por la congelación — informo rápidamente — no fue algo fácil y creo que no todo salió como lo esperaban, pero ella volverá cuando termine de recuperarse por completo.

Shunsui suspiro — ¿ella aún no está bien? — Cuestiono con cuidado.

— Su regreso al mundo espiritual no ha sido fácil — apunto la morena — de alguna manera su memoria y esencia fueron separadas de su cuerpo, el recuperarlo todo fue… — guardo un leve silencio — no podría decirte lo que fue para ella volver a revivir todos los recuerdos — señalo — los buenos y malos.

Con ese último comentario levanto la curiosidad de Shunsui que pregunto a qué se refería, ante eso a Yoruichi no le quedó más remedio de dar más detalles a lo que había sucedido en el palacio del Rey, desde el primer despertar de la peli azul sin sus recuerdo y sin poder espiritual, hasta llegar al momento en que los recupero todo de golpe.

El Sōtaichō asintió serio y contemplativo comprendiendo lo que le informaban, notando como Yoruichi apretaba sus puños mostrando cierta tensión y no era para menos, cualquier se hubiese visto afectado dada la situación — debemos ser pacientes, estoy seguro que Soi Fong saldrá adelante como lo ha hecho siempre.

La morena suspiro al volver escuchar esa frase — puedo preguntarte algo de forma personal — dijo la morena y el castaño asintió — antes dijiste que Soi Fong tuvo suficiente de lo último que aprendió de mi — dijo parafraseando — ¿te referías a mi traición? — Pregunto.

Kyōraku suspiro no era partidario de echar sal en la herida, más si era del pasado — no me corresponde a mi decirte si estuvo bien o mal lo que hiciste, porque no sería parcial en ese aspecto ya que lo que hiciste salvo a mi Lisa-chan y otros buenos amigos — dijo con una sonrisa — aun así, dejaste atrás una jovencita que tenía todos los puntos favorables para ser fácilmente un teniente o como sucedió, un capitán y Gundanchō del Onmitsukidō — negó al instante — a mi vista solo era una adolescente lista para ser lanzada a los crueles lobos nobles ávidos de poder, no me pareció muy justo pero como dijo Yamaji y Ginrei Kuchiki, era la única que podía hacer el trabajo y conocía la coyuntura de los clanes — dijo suavemente y luego sonrío — pero ya conoces como paso todo, lo hizo bien y sobre todo pronóstico guardo su corazón quizá demasiado.

La morena pareció hundirse en la silla que se encontraba a los ojos del castaño de alguna manera ahora comprendía a cabalidad lo que había afectado su partida a la joven Soi Fong, lo cierto era que para Yoruichi aun resonaba ese horrible grito dolorido de Soi Fong diciendo su nombre — le cause un gran dolor — indico suevamente.

Shunsui negó — eso fue en el pasado, ella lo supero y cambio para bien, deberías de saber mejor que nadie — apunto serio — no es bueno atormentarte por algo que paso hace más de un siglo, además tienes una vida por delante para compensarlo.

La morena sonrío levemente, ciertamente tenía otra oportunidad para compensar a Soi Fong. Sobre todo, tenía una oportunidad de decirle que ella siente lo mismo — tienes razón.

— Ahora debemos de pensar que haremos a su regreso — apunto serio, queriendo tentar el terreno para saber qué era lo que Yoruichi pensaba al respecto.

Yoruichi suspiro — Ichibē piensa que lo mejor es mantener todo en secreto hasta que ella vuelva al Seireitei, me imagino que desean que se encuentre completamente bien dado lo que ha pasado — indico — no saben exactamente cuánto tiempo tardarían, así que tenemos un poco de tiempo para pensar que hacer — señalo — si me preguntas, te diría que ella pertenece a la segunda división y Onmitsukidō.

— Entiendo — dijo conforme — debo informarte que es de dominio público que fuiste al palacio del Rey, tu clan estaba muy feliz por la noticia, aunque deseaban saber la naturaleza de tu viaje — indico — he dicho que has ido por una asignación especial.

La morena soltó un suspiro cansino — creo que tendré que ir a casa, ¿Cuánto tiempo ha pasado desde mi partida? — Pregunto a sabiendas que en el palacio del Rey era difícil llevar cuenta de los días.

— Seis días — señalo — creí que tardarías un poco más, como la última vez.

La morena negó al instante — antes era una adolescente — le recordó — hay muchas cosas que debo pensar y tener a mi clan respirando sobre mi cuello no es algo que deseo en estos momentos.

— Antes que te vayas — dijo el castaño — hay algo de carácter no oficial que deseo hablar contigo.

La morena enarco una de sus cejas — ¿es algo importante? — Pregunto.

Shunsui se encogió de hombros — lo es de alguna manera, aunque solo es un rumor...

La risa de la morena corto lo que el castaño estaba por decir — no me digas que crees esa tontería de que estoy comprometida o algo así.

— Admito que en tantos años he escuchado cada disparate me pareció un mal rumor, hasta que recibí una llamada de Kisuke preguntando si era cierto los rumores de tu ida al palacio del Rey — el rostro de la morena antes un tanto divertido cayó a un serio y decidió que era mejor tomar la situación con seriedad y advertirle.

— Acepto que eso del rumor es algo que posiblemente viene desde mi clan y todo es mi culpa — dijo seria.

Shunsui asintió — debo recomendarte que arregles esa situación con prontitud, antes que escale demasiado — sugirió recibiendo un asentimiento de parte de la morena.

— Lo hare, de eso debes estar seguro y gracias por el consejo — dijo la morena — si me permites, tengo muchas cosas que hacer — se puso de pie — te enviare las ropas después.

Kyōraku asintió y vio como la princesa del clan Shihōin salía de su oficina con paso firme, lo había notado tan fácilmente que era algo extraño ver tan claramente reacciones de la comandante de las fuerzas especiales, pero mostrar esa incomodidad al momento de nombrar a Kisuke era totalmente nuevo ya que según sabia las cosas entre ellos habían mejorado estos meses atrás, sabía que el tendedero era un asiduo visitante de la familia noble. Aun así, la morena debía de tener cuidado ante cualquier mala situación sobre los rumores, Soi Fong regresaría pronto y si Yoruichi deseaba resarcir cualquier culpa o simplemente tener alguna oportunidad con la peli azul debía de cortar la situación de Kisuke con cuidado.


La morena salió con su habitual velocidad, su título de Shunshin no era algo que fuera a salir de sus manos tan pronto ya que aún no había nadie que le alcanzara, ciertamente podía haber uno o dos personas que le acechaban en velocidad, pero ciertamente aun los podía ver a su espalda. Llego a la sede del segundo escuadrón para ir directamente a sus aposentos para cambiar sus ropas y hacerlas llegar al primer escuadrón cuanto antes, algo como eso en malas manos sería un peligro, luego se dirigió a la oficina para anunciar su llegada a Ōmaeda, después tomaría parte del día para ir a su casa y tener una charla importante con sus padres.

— Ōmaeda informe — dijo la morena al momento que entraba a la oficina.

El regordete teniente se puso de pie al instante — todo a marchado como está dispuesto en la programación de la semana, taichō — informo serio — es bueno tenerte de regreso.

La morena suspiro, tenía un largo día por delante — es bueno regresar — dijo con calma — ¿hay algo que merezca mi atención? — Pregunto.

— Vinieron los informes de las patrullas, ya están revisados y solo resta tu aprobación para las asignaciones del próximo mes — señalo serio.

— Eso puede esperar, no es algo tan urgente — indico — estaré en casa de mi familia, creo que desean saber qué he estado haciendo estos días, cualquier cosa urgente puedes mandar una mariposa.

Ōmaeda asintió con una sonrisa — por supuesto Taichō — vio como la morena se marchaba con rumbo a la mansión de su familia, sonrío al notar que de alguna manera su capitana parecía más ligera y lo que sea que fue hacer al palacio del Rey le había sentado bien. Estaba listo para seguir su trabajo cuando al instante recibió una mariposa del primer escuadrón con órdenes precisas del comandante en jefe de que pusiera alguien de confianza en vigilancia de su capitán. Marechiyo suspiro no esperaba volver a la rutina de los primero días de capitán de la morena, pero si era una orden del Sōtaichō debía de ser por algo — debo avisar a Miyuki — susurro para sí mismo sabiendo que era la indicada para esa misión y se dispuso a enviar una mariposa infernal con las nuevas directrices.


Yoruichi uso Shunpo su camino no era otro más que la mansión familiar, deseaba hablar seriamente con su familia, especialmente con su padre para dar por terminado cualquier plan que tuviese en mente sobre un futuro compromiso y casamiento, esta vez iba a luchar por hacerse oír y sobre todo que pudiese decidir sobre su futuro. No es que tenía claro lo que deseaba hacer con eso de su matrimonio y heredero, sabía que era un tema sensible para su padre y clan, recordando que desde su adolescencia siempre le insistió en lo importante que era un heredero para la familia y así perpetuar el linaje. A su llegada noto a los guardias que estaban asignados, eran casi los mismos que Soi Fong había asignado hace más de una década, muy competentes pero la morena había hecho pequeños cambios poniendo a prueba a muchos Shinigamis, entre aquellos con asiento y los que no tenían asiento, tomando los más competentes dado al volumen de pérdidas en la guerra para darles un asiento.

Cuando aterrizo en su jardín suspiro, al instante sintió alguien a su espalda — informe.

El miembro del Onmitsukidō había caído de rodillas como era costumbre y con puño en su pecho en forma de respeto a su comandante — hace tres días vino de visita Urahara Kisuke, no estuvo mucho tiempo y de ahí en adelante no ha habido más visitantes o algo transcendente que informar — indico el que parecía ser el jefe de los guardias.

— Sigan con el buen trabajo — felicito la morena aun cuando sentía una creciente molestia al saber que Kisuke y su padre de alguna manera tenían cierta complicidad. Se enderezo al instante y prosiguió su camino al interior de la mansión.

Yūshirō fue quien le intercepto en la sala — nee-san, has vuelto — dijo tomándola en un abrazo — cuéntame cómo es el palacio del Rey, que hiciste ahí.

— Solo fue algo de último momento Yūshirō — trato de explicar — deberías saber que no puedo revelar algunas cosas — el joven hizo un puchero ante la respuesta de su hermana.

Ante la algarabía Minako y Shiro aparecieron, la matriarca sonrío y fue donde su hija al instante — hija que bueno que estas de regreso — le dio un pequeño abrazo.

Shiro sonrío orgulloso viendo la escena familiar, sabia lo importante que había sido ese viaje al palacio del Rey — ¿te quedaras para la cena? — Cuestiono el patriarca, la morena asintió al instante.

— Hare que preparen algo que te guste — dijo rápidamente Minako Shihōin.

La morena iba a protestar — mamá, algo no tan elaborado me va de maravillas — pidió suavemente, le gustara o no era mejor empezar bien ya que pensaba darles una mala noticia.

— Ven tienes que contarme como es que fuiste al palacio — pidió Shiro con una sonrisa.

La morena suspiro — ¿puedo ir a tomar un baño y cambiarme de ropa? — Pregunto con calma.

— Por supuesto, lo siento hija — se disculpó — me imagino que el camino de regreso fue cansado, toma tu tiempo y descansa un poco para cuando este la cena nos cuentas los sucedido.

La morena asintió y subió a su habitación, necesitaba tomar un baño y poner todo en perspectiva, lo cierto era que no podía esperar el momento de sentirse libre de ese falso compromiso, desde mucho antes de saber que Soi Fong se encontraba viva ese pequeño detalle estaba causándole incomodidad, pero enterarse de que de una forma traicionera Kisuke obstaculizo su camino de ir en ayuda de los demás especialmente de la peli azul fue la gota que derramo el vaso. Lo cierto es que desde su regreso a la Sociedad de Almas y antes de la guerra sangrienta el tendedero pareció inconforme de su decisión de abandonar el mundo viviente, así como las burlas por sus intentos de resarcir el daño a su relación con Soi recordándole a cada momento que ya no era una niña.

El baño fue una excelente idea ya que se relajó un poco a la vez que le había dado un poco más de sensatez, recordó la recomendación de Shutara-san de ser inteligente de ahora en adelante si quería alcanzar sus propósitos. Suspiro luego de buscar algo de ropa que ponerse, lo cierto es que no solo necesitaba ser inteligente, también debía de ser paciente ya que lo que quería ahora era algo que no espero desear en toda su vida, una vida junto a alguien que amaba y en este punto era más que seguro que hasta con esa persona tendría que luchar para lograrlo. Luego de vestirse decidió descansar un poco en su confortable cama, cerró sus ojos tratando de pensar en el mejor plan de acción en esa situación. Se enderezo luego de un momento. ¿Qué diablos le pasaba? Se preguntó a sí misma, Shutara tenía razón todo este tiempo en el mundo de los vivos dejo que otros tomaran la iniciativa, las decisiones olvidando o dejando de lado todas esas enseñanzas del Onmitsukidō.

El toque de la puerta la saco de sus pensamientos — Yoru-chan, ya está la cena — aviso Yūshirō.

— Voy, espérame — pidió al momento que buscaba la puerta y decidió charlar un poco con su pequeño hermano.

La cena fue tranquila en cierto modo, aun con las insistencias de su padre de que saber todo lo referente a su ida al palacio del Rey. Yoruichi soltó un poco de información sobre su viaje al palacio, claro que dijo parte de la verdad diciendo que fue gracias a que Tenjirō Kirinji pidió de su ayuda en un asunto importante. Shiro parecía muy feliz dado todo lo que había sucedido en el pasado con la mal llamada traición, el hecho de que fuese recibida y sobre todo tomada en cuenta para hacer algo para el escuadrón cero era improbable. Lo cierto es que Shiro sentía que no había oportunidad de que su hija se redimiera ante el Rey Alma y el escuadrón cero ya que antes habían elegido a los capitanes más jóvenes del Gotei 13.

Yoruichi había explicado a su padre las razones de todo eso, dejando satisfecho a su padre lo cierto es que antes Yoruichi no era parte del Gotei 13 de manera oficial, ya que no poseía ningún cargo de capitán como lo había sido antes. Además de eso la morena indago sobre la visita de Kisuke, su padre pareció un poco cuidadoso ante su respuesta alegando que había pedido de su ayuda para saber si tenía alguna información de la asignación en el palacio del Rey no obteniendo ningún resultado. La morena aprovecho para darle a entender a su padre que Kisuke solo era un colaborador con el Gotei 13, que no poseía ninguna influencia o era de injerencia en la línea de poder, menos en misiones de alto calibre. La morena sonrío levemente al ver como su padre parecía inconforme al hecho que Urahara Kisuke era como cualquier Shinigami al servicio de Gotei 13.

La cena término de la mejor manera, la morena decidió que era mejor irse a descansar y realmente no quería regresar al segundo escuadrón así que se decantó por quedarse en la mansión. Se despidió de sus padre, Yūshirō ya se había dio a descansar quejándose de que su padre era muy estricto con los entrenamientos, ya que desde que la morena se había marchado el tomo la responsabilidad de dar las clases. Minako le acompaño hacia la habitación, había notado como por momentos su hija parecía abstraerse en la charla, temía que su compromiso obligado estuviese minando su ánimo y sabía que Kisuke no era la persona que podía llegar a amar, reconocía que desde la muerte de Soi Fong su hija había cambiado un poco, todos esos rumores sobre su forma de llevar la segunda división le parecían exagerados y preocupantes para ella.

— Me alegra mucho que todo se arreglará con el escuadrón cero —comento Minako.

La morena sonrío un poco — todo fue sorpresivo — acepto con calma, si pensaba todo el asunto de alguna manera todo eso había sucedido gracias a Soi Fong y ante ese pensamiento su rostro decayó un poco.

— ¿Todo está bien hija? — Cuestiono Minako tomando asiento en la cama — sabes que puedes confiar en mí, sé que todo esto del falso compromiso no es algo que te agrade.

La morena suspiro — ¿de verdad puedo confiar en ti? — Cuestiono dudosa, más bien parecía un poco perdida y su mamá asintió dándole confianza — ¿aun si otra vez traigo la deshonra al clan? — Pregunto.

Minako suspiro — si lo dices porque no deseas casarte por ahora, creo que exageras sobre ese asunto — señalo.

— Papá no cree de esa manera — dijo con cierto pesar.

Minako tomo las manos de su hija entre las suyas — estoy segura de que a pesar de todo él quiere lo mismo que yo — señalo dejando un poco confundida a la morena — lo que más quiero es tu felicidad hija.

La morena se abrazó a su madre, sintiéndose reconfortada por sus palabras a sabiendas que no sería tan fácil como ella decía, pero agradecía sus palabras, comprensión y amor — gracias mamá.

Minako se puso de pie — será mejor que descanses, si lo recuerdo bien ese viaje de regreso es cansado y toma días.

— Gracias mamá — agradeció la morena, la matriarca salió de la habitación dejando que la morena se cambiara para que descansara de una vez. Yoruichi suspiro largamente ya que de alguna manera las palabras de su madre fueron un aliciente, quizá no todo estaba en su contra y aunque así fuera ya lo había decidido, ahora era mejor descansar que mañana debía pensar que hacer.

Era de media noche cuando la morena despertó sobresaltada, sudando de lo que parecía ser un horrible sueño, su respiración era trabajosa y luego de un momento reconoció con pesar que no era un sueño. Lo cierto es que en su mente aun resonaba ese angustiante grito de Soi Fong "Yoruichi-sama" Llevo sus manos al rostro con pesar, todo este tiempo había tratado de mantenerse cuerda y no sucumbir a ese hondo dolor que le atizaba el corazón. Ahora ese dolor parecía disolverse para cambiar a la culpa, lo que sea que le hizo a su pequeña abeja lo iba a compensar a toda costa esa era una promesa para sí misma, lo cumpliría incluso sobre la misma Soi Fong. Después de eso sentía que no podría volver a dormir, sintiendo la necesidad de perderse un poco de todos, quizá lo mejor era refugiarse en el sake.

Yoruichi salió de la mansión con mucho sigilo, no quería alarmar a sus padres y por si acaso había dejado una nota en su habitación explicando que se había ido muy temprano por la mañana hacia el escuadrón. Termino en un bar de mala muerte en un sector de Rungokai donde sabía que había poca presencia de Shinigamis. Todo fue como un borrón y cuenta nueva, si desde hace mucho había evitado cualquier reunión social que involucrara sake o bebidas alcohólicas, esta vez fue como si tomara todo eso que no había ingerido en seis meses el cantinero y dueño del lugar no podía persuadirle de abandonar el lugar. Pero fue una suerte que una Shinigami llegara para sacarle de ahí con mucha dificultad, Miyuki había cuidado de ella a distancia y cuando vio que era suficiente decidió llevarle a un lugar seguro que no implicara un escándalo.


Yoruichi se movió en el futón con cierta molestia en su cabeza, se quejó un poco ante la insistente punzada que sentía en su cabeza. Suspiro cansinamente, quizá era el precio de no beber ni una gota de alcohol en seis meses y estaba segura de que no lo importaría dejar de beber de ahora en adelante ya que necesitaría toda la cordura posible, pero más que eso debía de ser inteligente para sortear los deseos de su clan. Soltó otro suspiro cansino pensando en lo que era más urgente por resolver.

— Suspiras demasiado — se quejó una voz que la morena conocía demasiado bien.

Abrió sus ojos, cerrándolos al instante ya que la luz le molesto — Kūkaku, ¿qué diablos haces aquí? — Pregunto.

La susodicha bufo y rio levemente — no te has dado cuenta que estas en mi casa bella durmiente — se burló — creo que bebiste lo que no pudiste en todos estos meses pasados.

— ¿Cómo llegue aquí, fuiste por mí? — Pregunto confusa tratando de enderezarse y abrir por fin sus ojos.

— No fui yo quien te trajo, ni sabía que habías ido a celebrar que las cosas con el escuadrón cero por fin se han arreglado — señalo — cuántas veces te invite a venir a beber un poco para relajarte, pero tu muy digna quisiste ser responsable ahora que volviste a tomar las riendas del Onmitsukidō y segunda división.

La morena se despabilo de una vez — no fui a celebrar nada — aclaro seria— si no fuiste tú, ¿quién diablos me trajo? — Cuestiono.

La pelinegra puso los ojos — tu guardaespaldas — respondió — hasta trajo ropa para que la princesa este presentable — señalo con una sonrisa.

Yoruichi frunció el ceño — ¿mi guardaespaldas? — Pregunto — desde que Soi deshizo la antigua guardia no existe nada como eso — señalo — ¿dónde está? — Cuestiono con seriedad.

Kūkaku se puso seria — iré por ella, pero toma un tiempo para ponerte presentable.

La morena resoplo un poco molesta, quien fuera que le haya traído tendría que dar una explicación de por qué le estaba vigilando y para su propia molestia caía en cuanta que no se había dado cuenta de eso. Rápidamente se dispuso a ponerse presentable como Kūkaku le había sugerido, luego de unos minutos ya estaba lista y la líder de la casa Shiba apareció sonriente.

— Traigo a tu escolta — dijo con una sonrisa.

Yoruichi frunció el ceño al darse cuenta quien era la persona que le había estado vigilando — Gundanchō Kakka — saludo poniéndose de rodillas y con puño en su pecho.

— Decimo asiento Miyuki — identificó de una vez la morena con tono frio — ¿desde cuándo me vigilan y quien lo ordeno? — Pregunto directamente Yoruichi, la pelinegra miro hacia Kūkaku con cierto recelo — habla que es de confianza y lo sabes muy bien o si no me hubieses llevado a otro lugar.

Miyuki soltó un leve suspiro — fui enviada por Ōmaeda Fukutaichō, por órdenes dadas del Sōtaichō — respondió de una vez.

— ¿Con que razón hizo eso? —Pregunto Yoruichi, pero intuía que era por evitar que hiciera algo tonto después de lo sucedido en el palacio del Rey.

— No lo sé Gundanchō y no creo que el teniente lo sepa — aclaro rápidamente — pero no es la primera vez que es vigilada por el primer escuadrón — soltó de un vez.

La morena enarco una de sus cejas curiosas y Kūkaku parecía sonreír un poco divertida por la situación — explícate — ordeno.

— Cuando fue nombrada como Gundanchō y Capitana del segundo escuadrón, después de pasadas dos semanas descubrí al teniente de la primera división Okikiba merodeando el escuadrón de manera oculta según creía — informo con una sonrisa dando a entender que ella lo había descubierto — le informe al teniente Ōmaeda, pero me indico que si era cosa de la primera división debíamos hacemos de la vista gorda.

Yoruichi y Kūkaku se miraron con complicidad — regresa al escuadrón, espérame ahí y dile a Ōmaeda que no se vaya a ir a ninguna parte.

— Como ordenes taichō — dijo y al instante salió del lugar.

La morena suspiro — no puedo creer lo que está pasando — se quejó — ¿por qué Shunsui haría esto, acaso no me tiene confianza? — Pregunto un poco molesta.

— No lo tomes a mal — señalo rápidamente la pelinegra — deberías entender que todo estos meses pasados no has sido como tú misma — indico —quizá solo fue tener un poco de precaución y una manera de evitarte problemas.

Yoruichi suspiro — no debió hacer eso, además no es como si haría algo estúpido a sabiendas que tengo a los ancianos del clan sobre mi espalda y que es eso de que no he sido yo misma todo este tiempo — se quejó.

Kūkaku Shiba puso los ojos — he escuchado cada rumor sobre la princesa del clan Shihōin todos estos meses pasados — señalo — que compites por el título de perra fría dejado por Soi Fong en la manera como llevas el escuadrón, sin olvidar el rumor más reciente de que te has comprometido — la morena que sonrío divertida al momento que Kūkaku dijo que competía por el título de perra fría con Soi Fong, pero esa sonrisa se borró al instante de escuchar lo del compromiso — a mi parecer si has hecho algo muy estúpido.

— No es un verdadero compromiso, solo fue un mal plan para quitarme a los ancianos de encima — señalo al instante.

La líder del clan Shiba rio un poco divertida — ¿Kisuke lo sabe? — Pregunto — porque al parecer se está tomando ciertas atribuciones contigo y no es que me importe si lo de ustedes es verdad o una farsa, pero debo decirte que estás jugando con fuego o solo quieres cavar tu propia tumba.

Yoruichi suspiro — todo debe volver a la normalidad — dijo suavemente — arreglare las cosas con Kisuke — señalo — mi padre y los ancianos del clan deberán entender que yo elegiré en mi momento con quien quiero pasar el resto de mi vida — sentencio.

Kūkaku Shiba suspiro — no quiero ser una perra, pero eso de elegir con quien quieras pasar el resto de tu vida me parece algo difícil de conseguir.

— Pero no imposible — señalo rápidamente la morena y Kūkaku sonrío.

— Bueno, creo que si estas decidida es mejor ponerte en acción — indico la pelinegra.

Yoruichi asintió mostrando una sonrisa — gracias Kūkaku — dijo seria y al instante se marchó sin esperar alguna réplica de la líder del clan Shiba.

Kūkaku soltó un leve suspiro y sonrío un poco para sí misma, de alguna manera veía un poco relajada a su amiga, además no había hecho mayor escándalo con el hecho de que desde la primera división le estuvieran vigilando, aun cuando era normal que mostrara cierta molestia supo reconocer que era un hecho verdadero que las cosas meses atrás habían difíciles para ella tratando de asimilar la perdida de Soi Fong, en este punto era completamente normal que el Sōtaichō tuviera cierta precaución ante lo que la morena podría hacer y Shunsui no era ningún tonto para dejar que las cosas se salieran de control justo en sus propias narices.


Después de salir de la casa Shiba se dispuso ir con calma reconociendo que aún tenía que recuperarse de su noche etílica, a la vez que reconocía que ya no estaba para hacer esas cosas porque al parecer ya no era tan resistente para el sake. Regreso al segundo escuadrón donde le esperaban Ōmaeda y Miyuki en la oficia, el regordete a simple vista se encontraba un poco nervioso ante lo que su capitana podía hacerles de castigo.

— Ōmaeda, Miyuki — Saludo la morena con seriedad.

El teniente se inclinó al instante — taichō, yo puedo explicarte — soltó de una vez teniendo un ataque de valor y tomando con la guardia baja a la morena, Miyuki que se encontraba de rodillas a su lado no pudo evitar mirarle asombrada.

Yoruichi enarco una de sus cejas curiosa — ¿qué vas a explicar? — Cuestiono — ¿qué guardaste información a tu capitán de lo que sucedía a mis espaldas? — Pregunto.

— Fueron órdenes del Sōtaichō — se excusó rápidamente — cuando el décimo asiento me informo sobre Okikiba Fukutaichō supuse que solo estaban vigilando como iba la transición dado todo lo sucedido — señalo con cierta precaución.

La morena quiso sonreír a lo dicho por Ōmaeda que estaba siendo astuto con todo el asunto, aun así, debía de dejar todo claro — entiendo — acepto seria — pero debes recordar que soy tu capitán y Gundanchō, por lo tanto, no se me debe ocultar cualquier cosa aun si viene de la primera división — indico firme — puedo castigarlos a los dos con razón, pero esta vez lo dejare pasar.

Ōmaeda pareció suspirar aliviado — gracias taichō, no volverá a suceder.

—Gracias Gundanchō — agradeció el décimo asiento.

— No agradezcan que aún no he terminado — apunto la morena mirando hacia su teniente que borro su cara de alivio al instante — ¿cuál era la orden del Sōtaichō para enviar a vigilarme? — Cuestiono.

El regordete teniente frunció el ceño — justo después de que se marchó a la mansión Shihōin recibí una mariposa con la orden de primera clase del Sōtaichō de mantener un ojo en ti por precaución — explico — pidió discreción, así como buscar alguien que no perdiera el rastro y pudiese pasar desapercibida, recordé que…— dudo un instante — taichō decía que Miyuki era muy buena en rastreo y sigilo.

La morena asintió entendiendo que las valoraciones de Soi Fong sobre sus subalternos eran de conocimiento de Ōmaeda, aun así, debía darles una lección — este día te harás cargo de todo lo que yo hago, supervisaras los ejercicios, te encargaras de las revisiones de la tropa y serás responsable de los informes de patrulla a su regreso.

— Se hará como digas taichō — acepto el teniente reconociendo que era mejor obedecer sin refutar.

— Puedes comenzar que se hace tarde — apuro la morena y al instante Ōmaeda salió por la puerta a todo lo que su regordete cuerpo le permitía.

Miro hacia su décimo asiento con curiosidad y cierta incertidumbre al reconocer que de alguna manera no había sido capaz de percatarse de que era vigilada o le seguían, algo que de alguna manera le molestaba ya que era una confirmación de que sus capacidades y hasta sus sentidos habían decaído de alguna manera y en eso solo ella era la responsable por mucho que la situación de Soi Fong le había afectado, más cuando ya creía haberlo superado.

— ¿Cómo fue que pudiste seguirme? — Preguntó lo primordial para ella dado que recordaba haber sido cuidadosa al momento que salió de la mansión en las horas de media noche.

Miyuki suspiro — no fue fácil, lo cierto es que estaba lista para irme y dejar que la patrulla asignada a su familia hiciera el trabajo hasta la mañana, pero cuando estaba por hacer eso note que usted estaba saliendo con sigilo de la mansión — explico lo cual era totalmente cierto — trate de mantenerme a una distancia bastante considerable sin perder su rastro, creo que en ese momento usted se encontraba demasiado distraída para percibir que alguien le seguía — apunto — la vi entrar a un bar de mala muerte y desde ahí me quede en una esquina a las afueras del bar para vigilar que nada extraño sucediera.

Yoruichi permanecía seria, aunque reconocía lo bien que Miyuki adornaba con palabras adecuadas lo sucedido — ¿cómo supiste a qué lugar podías llevarme? — Cuestiono.

— Después de un buen tiempo y viendo su estado, envié un mensaje a Ōmaeda Fukutaichō informando la situación — señalo — él me indico lo que podía hacer y señalo donde podía llevarle para evitar que alguien en el escuadrón notara su estado inconveniente.

La morena asintió levemente — muy acertados en sus decisiones — felicito — gracias por eso.

Miyuki asintió y se puso de rodillas — es mi deber servir en lo que pueda Gundanchō.

Yoruichi asintió, si era sincera consigo misma Miyuki era un buen elemento y el cambio de asiento se lo había ganado con un buen margen en las pruebas que se hicieron para llenar los asientos vacíos. Justo cuando creía que podía llegar a un treceavo asiento la mujer sorprendió con sus habilidades a todos, lo cierto es que no había tenido ganas de leer todos los informes de Soi Fong ya que había sido Ōmaeda quien le señalo aquellos que según La peli azul eran elegibles para un asiento a futuro, el informe de Miyuki había señalado cosas muy útiles y estaba arriba de la media, los rasgos que más denotaba era su sentido lealtad y profunda discreción, una nota al margen del informe indicaba que no había subido de asiento por el simple hecho de que no había vacantes desde hace años.

La morena debía aceptar que Soi Fong tenía cierta razón en depositar su confianza en la chica y de pronto algo le vino a la mente — ¿hacías cosas como estas para Soi Fong? — Cuestiono.

Miyuki pareció descolocada ante la pregunta — Soi Fong taichō no bebía sake — dijo al instante — no era de las que se ponía en circunstancias de vulnerabilidad frente a nadie ya que le parecía deshonroso.

La morena sonrío al reconocer que ciertamente así era su abejita — no habrá descanso para ti esta semana, pero ahora creo que mereces uno — apunto la morena — puedes retírate.

Miyuki asintió — gracias taichō — dijo y al instante salió de las oficinas del escuadrón.

La morena pensó que necesitaba de un día de recuperación de su noche etílica, volver al trabajo no lo veía conveniente en esos momentos, al final de todo Ōmaeda estaba tomando sus asignaciones para ese día. Quizá tomar un descanso era lo mejor en esos momentos para que al despertar con sus sentidos más claros, pondría toda su atención en lo sucedido, este era el momento de arreglar todos esos cabos sueltos.


La mañana llego con un azul pintando el cielo con un lienzo, muchos podían decir que este sería un día tranquilo y las actividades de patrulla, ejercicios y misiones especiales parecían ser parte de una rutina agradable de trabajo. El Gundanchō había dirigido los primeros ejercicios con una actitud calma sin dejar de ser estricta pero que no rayaba en su habitual crueldad de meses atrás. Trabajo en el papeleo pendiente para que llegado al medio día todo quedaría en manos de Ōmaeda de nuevo como parte de su castigo. Esa tarde se dispuso a repasar todos los eventos en su cabeza, al final también decidió ir con Yūshirō para saber a detalle como llego al doceavo escuadrón y porque salió de casa sin que nadie se diese cuenta, por supuesto que tuvo que hacer todo eso sin que sus padres lo supieran.

Luego de saberlo todo con exactitud reafirmo con pesar que su amigo de toda la vida había manipulado la situación para que al final Soi fuese el peón a sacrificar en esa guerra como Shutara le había acusado, ¿Qué diferencia había entre eso y lo que paso hace más de un siglo con Aizen? Fue la pregunta que salto directamente en su mente. El enojo, la culpa e indignación llegaron al mismo tiempo, así como la urgencia de confirmarlo, tenía que saber porque la persona en quien siempre confió y considero su amigo hizo todo esto, aun así, entendía que debía ser sutil en todo porque reconocía que Kisuke era inteligente y podría tener mil excusas y argumentos preparados.

Esto debía de ser como una misión de asesinato al estilo del Onmitsukidō, el cual consistía en observar a la víctima, acecharla y acercarse para que cuando menos lo espere le aseste la estocada final. Yoruichi sonrío para sí misma ante tal alusión ya que de alguna manera era como estar volviendo a aquello que era hace más de un siglo atrás, solo que de alguna manera un poco más sabia y con experiencia de vida de cien años. Lo primero que haría mañana a primera hora seria ir al mundo viviente para constatar que tanto Urahara jugo a su favor tal y como Shutara había dicho antes, las razones de su actuar, en resumen, deseaba que lo confesara todo y luego de eso ya no había marcha atrás a su decisión final.


En el palacio del Rey las cosas no parecían cambiar mucho, Soi Fong había sido presa de todos esos recuerdos que estaban afectando su psique y a la vez que ponía a todos alertas. De alguna manera los recuerdos se estaban volviendo sueños o quizá pesadillas inquietantes, había gritos, llanto y la vez que se activó por primera vez su Shunkō envió a volar a Tenjirō a la pared de la cámara donde ella aún era resguardada. Eso había sucedido horas después de la marcha de Yoruichi, los dos días siguientes habían cesado de a poco los efectos de sus recuerdos regresando de golpe, porque eso era lo que había señalado Tenjirō que el golpe de todos esos recuerdos de una vez había desestabilizado su mente y cuerpo, pero lo que más le preocupaba era su Reiatsu inestable y el cómo había gastado su energía espiritual, uno que hasta hace poco había recuperado.

Para alivio de todos al tercer día de la partida de Shihōin Soi Fong despertó por primera vez — Tenjirō-san — reconoció — ¿ustedes también murieron? — Cuestiono entre confusa y cansada para tomarse la cabeza nuevamente haciendo muecas de dolor.

Tenjirō Kirinji ya estaba cansado de todo esto, verle de esa manera le resultaba molesto dado su vocación de sanador — descansa, no te preocupes ahora por nosotros — señalo con calma — voy a darte algo para que descanses — informo suavemente y al instante inyecto algo en el brazo de la peli azul, luego busco la salida.

Ichibē le esperaba en la puerta — ¿cómo sigue? — Pegunto.

El curandero suspiro — los recuerdos están minando su salud física y mental — señalo al instante — le di algo para que descanse, porque lo necesita.

— Pero no podemos tenerle así mucho tiempo — indico el barbudo — sabes que aun dormida su mente trabaja.

— Despertó y cree que estamos muertos al igual que ella, como ha estado entre la conciencia e inconsciencia aun no percibe todo a su alrededor — informo — no creo que decirle que aún vive ayude en algo, más que acumular estrés.

Ichibē asintió entendiendo el predicamento — ¿Qué sugieres? — Cuestiono.

— Infusiones de Reiatsu para mantener su poder espiritual a la normalidad, dejarla con anestésicos dos días más — indico — luego de eso tendremos que dejarla despertar totalmente y darle la noticia.

Ichibē asintió conforme — ¿Qué dicen los demás? — Pregunto.

— Shutara y Kirio se turnan para venir y vigilarla mientras descanso, Ōetsu viene en las madrugadas — señalo — le molesta ver lo que ocasiono el regreso de sus recuerdos.

Hyōsube negó con su cabeza — no es como si fuera su culpa, al final es algo que tarde o temprano podía suceder — apunto — creo que nadie sospechaba que todo resultaría de esta manera, debo informar al Rey alma.

Tenjirō asintió y le vio marcharse, al instante miro hacia el interior de la cámara notando otro despunte de Reiatsu de parte de la peli azul. Senjumaru tenía razón al decir que de alguna manera la carga de Soi Fong era mucha, aun así, debía aceptar que todo eso la había hecho la Shinigami que era, con ese poder que sirvió para salvarlos a todos. Si todos pensaban que la recuperación sería fácil luego de que despertara ciertamente fue un pensamiento tonto, solo esperaba que Yoruichi fuera paciente ya que era un hecho de que la recuperación completa de Soi Fong no sería de la noche a la mañana.


Yoruichi Shihōin llego al mundo viviente por el Senkaimon de su familia, era media mañana con un día un poco caluroso, había dejado todas la responsabilidades del escuadrón bajo las manos de Ōmaeda que llevaba tres días tratando de cumplir con todas las responsabilidades delegadas en un castigo que de alguna manera se iba alargando ya que según entendió solo sería por un día y justo ya llevaba casi tres. La morena había decidido aparecer cerca de la escuela de los chicos, lo cierto es que deseaba saludarlos a la vez que aprovecharía el momento para charlar con Ishida dado que era de los pocos que había estado en los últimos momentos de la guerra y deseaba saber sus versión a ese momento ya que Kyōraku había expresado que no veía razones de pedir un informe al joven ya que según Byakuya Kuchiki y Tōshirō Hitsugaya habían informado que el Quincys les había ayudado en esa guerra, a su manera.

Como era de suponer que los encontraría en la azotea donde siempre pasaban el rato en la hora de su descanso entre clase, sonrío al notar que hablaban sobre Universidades una plática que se detuvo al momento que la morena se apareció y fue Orihime quien rápidamente le saludo con mucha algarabía — Yoruichi-san — saludo al momento que Ichigo, Chad y Uryū miraban sobre sus hombros.

— Chicos, hace un tiempo no nos veíamos — saludo la morena con tono amable.

Ichigo le miro serio — Yoruichi-san, ¿qué haces aquí? — Pregunto — ¿acaso hay algún problema en la Sociedad de Almas? — Cuestiono entre confuso y curioso, lo cierto es que había escuchado que la morena de alguna manera había cambiado desde que había tomado las riendas del segundo escuadrón y cuando le pregunto a Kisuke porque del cambio el tendedero le explico que el clan de la gata era de los cuatro principales y que ponían mucha responsabilidad sobre ella por ser la líder, sin olvidar que le había afectado la muerte de su antigua estudiante y protegida, el joven podía entender eso, ya que siempre fue un protector de sus amigos, familia, la misma Sociedad de Almas.

La morena sonrío levemente — exageras Ichigo, no siempre que un Shinigami aparece es porque una guerra se avecina.

El peli naranja se avergonzó un poco — lo siento, es solo que es raro verte por aquí sabiendo que tienes muchas responsabilidades en la Sociedad de Almas.

La morena se encogió de hombros — las cosas han mejorado un poco desde el final de la guerra — señalo con calma — lo cierto que es con las responsabilidades de mi clan y el segundo escuadrón es casi imposible venir al mundo de los vivos, pero me alegra saber que ustedes están bien y pensando en el futuro.

— ¿Nos escuchaste? — Pregunto Orihime Inoue — Ichigo como Ishida planean ser doctores, Chad no piensa seguir estudiando y yo…— suspiro — quizá me haga chef o algo así.

Yoruichi asiente reconociendo que hay mucha lógica en eso — Chad debería buscar algo como ser luchador o algo así — sugirió — me alegra mucho saber que están planeando su futuro, tienen que vivir una buena vida — dijo con una sonrisa y miro hacia Ishida — Uryū podemos hablar un momento.

El Quincy asintió con seriedad — ya regreso — dijo a los demás que miraron el asunto con curiosidad.

Caminaron hasta el final de la azotea donde se podía ver la cancha de futbol de la escuela — me alegra saber que estas bien después de todo lo sucedido — señalo la morena.

Ishida miro su mano derecha — hasta ahora ha sido difícil recuperar mis poderes a cómo eran anteriormente — se quejó — no pude decirlo antes, pero lamento la perdida de la capitana Soi Fong — dijo de manera ceremoniosa.

Yoruichi asintió — puedo preguntarte, ¿qué hacías con Yhwach? — Cuestiono.

Uryū bufo, esta no era la primer persona en preguntarle algo como eso, lo cierto es que Ichigo había sido una astilla en su trasero con sus cuestionamientos y había sido un alivio que su propio padre tomara partido de su lado, lo cierto es que desde la guerra contra los Quincys la relación con su padre era mucho mejor y se podía decir que de alguna manera habían hecho las paces — mi madre era una Quincy mestiza que murió en el Auswählen — explico — mi padre termino de odiar el hecho de ser Quincy por esa razón y le molestaba que yo lo abrazaba gracias a mi abuelo — señalo — uno de los generales me busco y fui llamado a la guardia de los Quincys, desde ahí decidí aceptar unirme a ellos con el firme propósito de vengarme por la muerte de mi madre.

La morena sonrío levemente — ¿un infiltrado? — Cuestiono.

Ishida sonrío levemente — mi padre me apoyo en todo eso, pero ya has de saber que no cumplí con mi misión.

— Yhwach fue derrotado y muerto, creo que se cumplió la misión y en ese punto no importa quién lo hizo — indico la morena sabiamente — resultaste muy herido.

Ishida suspiro — si no llegaban los capitanes no sé si hubiera sobrevivido — apunto serio — Yhwach tenía un poder monstruoso, sabía que sería difícil derrotarlo — señalo con calma — admito que su poder parecía demasiado, hasta creí que no podríamos detenerlo, lo que hicieron ellos para derrotarlo posiblemente fue ir más allá de sus fuerzas — dijo — quizá por eso mismo Soi Fong taichō fue quien no sobrevivió, siempre fue alguien con decisiones claras y carentes de dudas.

La morena carraspeo un poco incomoda al reconocer que Ishida la describía bien — sí, Soi Fong era una persona firme en sus convicciones, dando más del 100% — señalo aun sabiendo que su abeja no había muerto — tengo que ir con Kisuke — dijo suavemente — despídeme de los demás.

Uryū Ishida asintió serio viéndole marchar, entendía que de alguna manera había tocado un tema sensible para la morena. Recordaba la última vez que Ichigo había visitado la Sociedad de Almas y Orihime pregunto cómo se encontraban todos, Rukia, Renji, Matsumoto, Tōshirō, Byakuya, Yoruichi y todos aquellos que conocía. Kurosaki era poco paciente para dar detalles o contar cosas, pero admitía que esa vez hizo un excelente trabajo contando todo lo que había hecho en el Seireitei. No cabía dudas que aun lamentaban la muerte de Zaraki Kenpachi, Yachiru, Yamamoto, Sajin Komamura y Nemu Kurotsuchi, el mismo reconocía que, aunque no fuese muy amigo de los Shinigamis en general Nemu había sido amable con él.

Aun así, todos podían notar como Ichigo no daba muchos detalles de Yoruichi, claro que habían escuchado eso de que había cambiado un poco después de la guerra y Kisuke lo atribuía a su rol como líder de su clan, pero hoy que le había visto pudo notar que no solo era las responsabilidades que le aquejaban, quizá en el fondo la perdida de la capitana del segundo escuadrón le afecto de una manera que nadie solo la misma Yoruichi podía saber y era comprensible ya que ellos no sabían todas esas historias de su pasado, ni la de ella, ni el tendedero.


Yoruichi llego a la tienda de Kisuke rápidamente, hablar de Soi Fong no le parecía una conversación cómoda y no de la misma manera de antes que le causaba pesar, ahora lo único que le causaba era incomodidad al ser sabedora que la peli azul no estaba muerta como todos saben y creen. El Rey alma tenía razón al decir que esa noticia iba ser difícil para algunos, no sería como dar la buena nueva, ciertamente no lo sería para su propio clan y en este punto no le importaba. Miro hacia el porche de la tienda tenía tantas memorias de ella en su forma de gato viendo pasar las personas, los días desde que apareció Rukia en la ciudad de Karakura desatándose todo con Ichigo como un Shinigamis sustituto. Bufo levemente molesta al recordar el momento en que Kisuke le confesó que había escondido el Hōgyoku en el Gigai dado a Rukia, ciertamente ella había perdonado cada error pasado de su amigo, pero esta vez sabía que no podía hacerlo, con ese último pensamiento se dispuso a hacer acto de presencia.

Tessai fue el primero en notarla al momento que piso el porche — Shihōin-san que sorpresa — señalo al instante — es bueno tenerla de regreso.

La morena sonrío — Tessai — saludo — también es bueno verte, pero solo vine a una pequeña visita — señalo — ¿Kisuke está? — Pregunto.

— En el laboratorio como siempre — señalo con una sonrisa.

Yoruichi asintió conforme entrando por fin a la casa que se encontraba un poco solitaria reconociendo que posiblemente Ururu y Jinta se encontraban en la escuela, camino con cierta calma dado que deseaba estar con todos sus sentidos alertas para el momento en que hablara con Kisuke. Fue directamente al laboratorio ya que conocía el lugar desde hace mucho tiempo, lo cierto es que había tantos recuerdos en ese lugar que le resultaba difícil lo que estaba a punto de hacer reconociendo que estaba a punto de tirar a la basura siglos de compañerismo, risas, diversión, complicidad y amistad.

Realmente no has sido tú, fue Kisuke quien hizo esa estupidez — escucho en su mente la voz suave de Raijin reconfortándole en cierta manera.

Yoruichi se adentró al laboratorio y justo ahí estaba Urahara Kisuke revisando algunos datos en su computadora como lo hacían casi siempre — ¿ahora qué es lo que estas tramando? — Cuestiono con ese tono juguetón que hasta sonó extraño para ella ya que desde hace tiempo no utilizaba.

El tendedero le miro entre confuso e incrédulo — ¿Yoruichi? — Pregunto girando de su silla — ¿qué haces aquí? — Cuestiono curioso.

— Bueno, necesitaba un poco de distracción y hace mucho que no estoy en Karakura, pensé en dar una breve visita, hasta aproveché el momento para pasar a saludar a los chicos — dijo con calma.

Kisuke sonrío levemente notablemente complacido de que de alguna forma la morena por fin dejara por un momento la Sociedad de almas, más que eso las responsabilidades que desde el momento en que tomo los títulos de Soi Fong se volvieron muchas más a la de solo ser la líder del su clan — creo que los chicos han crecido muy rápido, según tengo entendido ya están pensando en la universidad.

La morena asintió con una pequeña sonrisa — es justo como debe de ser, ellos se merecen vivir sus vidas como humanos dejando de lado eso de luchar para salvar los mundos — señalo con calma — para eso estamos los Shinigamis y creo que después de todo lo sucedido, no habrá ninguna amenaza durante un tiempo con la paz que se ha conseguido.

El tendedero asintió — es bueno pensar que esa paz puede hacer que la Sociedad de Almas entre en un tiempo de prosperidad, así como ha sucedido muchas veces en el mundo humano después de etapas conflictivas.

Yoruichi puso los ojos — hablas como los ancianos de mi clan — se quejó.

Urahara sonrío levemente, de alguna manera sentía que la barrera existente entre los dos se estaba rompiendo y eso era bueno — sé que soy un poco entrado en años, pero no tan viejo como lo eres tú — señalo.

— ¡Oye! — Exclamo la morena con cierta queja y diversión.

Fue ahí mismo cuando se desataron las pequeñas risas entre ellos, el tendedero empezó tontear como lo hacía hace mucho tiempo y cuando eran solo ellos exiliados de la Sociedad de Almas. Fue así como las charla continuo para los dos, hablaban de Ichigo y sus amigos con las nuevas noticias por no decir chismes, ya que al parecer Ichigo estaba tratando de conquistar a una despistada pero muy enamorada Orihime Inoue, la morena comento que era una lástima que Rukia y el peli naranja no terminaran juntos pero era totalmente comprensible dado Ichigo era un humado y Rukia un alma espiritual, sin olvidar el hecho de que al parecer Renji y Rukia tenían una especie de enamoramiento desde mucho antes de reencontrarse en la Academia.

Compartieron un pequeño refrigerio y té, charlando de todo y nada para beneplácito del tendedero que sentía cierto alivio al reconocer que quizá solo debía ser paciente para esperar que pasado el tiempo su amiga volviese a ser la misma de siempre. Él lo sabía mejor que nadie y se lo había dicho tantas veces a Shiro "con Yoruichi debemos ir paso a paso y ser pacientes" dicho y hecho, por fin podía ver que no se había equivocado y de alguna manera la larga espera estaba dando frutos. Yoruichi por otro lado trataba por todas formas mantener la buena actitud y un ambiente fraternal, sabía que si deseaba saber todo debía de crear un ambiente de seguridad para que Kisuke se sintiera libre de bajar todas sus defensas, lo demás caería por su propio peso ya que había algo a lo que Kisuke siempre caía redondito y eso era su propio ego.

La morena fue al baño por un momento, Kisuke supuso que había tomado demasiado té en todo este tiempo de charla, tarareo para sí mismo contento de que el paseo de su amiga estuviese resultando mucho mejor que ir con una rama de olivo. Hace mucho que no tenían una plática libre de tensión, reconfortante y sin que temiera decir algo inconveniente. Pensó que ciertamente tenía una oportunidad con su amiga de toda la vida, quizá antes había sido un poco insistente y hasta molesto, cuando era sabido que Yoruichi odiaba que otros tomaran atribuciones sobre ella, si había esperado un poco más de un siglo para que la morena le viera con diferentes ojos, bien podría esperar un poco más.

Shihōin Yoruichi soltó un largo suspiro después de lavar sus manos en el lavabo, sus manos le temblaban levemente y se miró por unos instantes en el pequeño espejo en el cuarto de baño. Sabía que no podía alargar más la situación ya que no se sentía bien hacerlo, sin olvidar la necesidad de saber toda la verdad. Con esa firme determinación salió del cuarto de baño hacia el laboratorio, no habría más excusas y juegos este era el momento en que sabría toda la verdad.

— Escuche que vino el escuadrón cero y fuiste llamada para ir con ellos al palacio del Rey — indico curioso.

La morena se encogió de hombros — fue una sorpresa su llegada y más que todo el breve momento con todos los capitanes.

— Ni que lo digas, eso de agradecer la ayuda brindada por el Gotei y sus capitanes es algo que nunca pensé que sucedería — señalo serio — de alguna manera cambiaron mi pensar sobre ellos.

La morena asintió seria — creo que todos en esa reunión sintieron lo mismo de una manera diferente, ya que sabemos nuestra responsabilidad como Shinigamis y más si eres un capitán — indico — de alguna manera esta guerra nos ha cambiado a todos de una forma extraña.

— Me alegro que hayas sido tomada en cuenta para ir al palacio del rey, lo sucedido hace cien años quedo totalmente aclarado para todos en la Sociedad de Almas — dijo serio — hasta Yamamoto cedió en su habitual firmeza para las reglas.

Yoruichi suspiro — creo que fue sabio para aceptar que de alguna manera se equivocó en la manera que se llevó todo lo de los Vizards, por lo demás creo que de alguna manera el viejo se ablando con toda la ayuda que brindo Ichigo.

Kisuke asintió reconociendo que había mucha verdad en lo que decía Yoruichi — aun así, es seguro que no habrá otro Shinigami como Yamamoto Genryūsai, porque Kyōraku no es ni por cerca parecido — apuntó Kisuke con una sonrisa.

La capitana del segundo escuadrón asintió — tienes razón no existirá otro como Yamamoto, pero debo señalar que Shunsui siempre fue astuto bajo toda esa fachada de haragán y bebedor.

Urahara Kisuke se puso de pie y busco la puerta — me canse de estar sentando en el laboratorio — señalo al instante — que te parece si hacemos unas carreras.

La morena sonrío levemente — ¿te gusta humillarte? — Pregunto — sabes que ganare y ciertamente no parece justo.

Kisuke sonrío — así que aun nadie ha arrebatado tu título de Shunshin.

Yoruichi se encogió de hombros —no es que sea importante, pero sabes que no tengo la necesidad de demostrar mis habilidades como ciertamente los hombres tienden a sobar sus egos.

— ¡Hey! — Exclamo quejumbroso — hace un tiempo que no compito con Mayuri, así que no me metas en ese saco.

La morena sonrío y supo que esta era su oportunidad — hablando de Mayuri, estuvo curioso de como sabias que tenía un aumentador de Reiatsu en su laboratorio.

El tendedero alzo su abanico para cubrir su rostro como cuando quería ser un poco dramático — realmente no lo sabía, Akon me pregunto qué necesitaba para abrir la puerta hacia el palacio del Rey — suspiro — le dije que necesitaba mucho Reiatsu, al instante me informo sobre el invento de Kurotsuchi, es bueno que Akon le importe más ganar contra el enemigo que ver quien se lleva la gloria.

Yoruichi asintió — es bueno tener personas así en la Sociedad de Almas, recuerdo lo difícil que era encontrar gente que se preocupen por el bien común a parte de ver de qué escuadrón eres o querer llevarte la gloria en una batalla.

— Pienso que la batalla de invierno en la falsa Karakura fue un momento en que todos se dieron cuenta que era mejor unirse para derrotar a un enemigo en común que terminar derrotados o muertos — señalo el tendedero.

— ¿Has leído los informes escritos de Kuchiki y Hitsugaya? — Pregunto la morena.

Kisuke suspiro — sabes bien que no tengo la autorización de leer los informes de los capitanes del Gotei 13 — le recordó — soy colaborador no un capitán oficial.

Yoruichi sonrío levemente — vamos, los dos sabemos que siempre hayas una manera de doblar las reglas — le acuso — tu curiosidad siempre ha sido tu talón de Aquiles.

— Creo que está hablando de ti — acuso con una sonrisa.

La morena puso los ojos — bueno admito que soy curiosa, pero es por ser parte del Onmitsukidō — señalo — lo tuyo es esa manía de querer saberlo todo.

Urahara se encogió de hombros — dicen los humanos que el conocimiento es poder y en mi caso es algo que me ayuda para estar listo en cualquier eventualidad a futuro que pueda ser similar.

— ¿Crees que vuelva aparecer alguien como Yhwach? — Cuestiona la morena.

— Todo puede pasar, pero debo señalar que antes se creía que había sido eliminado por Yamamoto y mira que volvió a parecer — señalo el tendedero.

— Pero esta vez es seguro que no solo fue derrotado, hubo dos testigos capitanes que sobrevivieron y dan fe que Yhwach murió en el último ataque — dijo la morena.

Urahara suspiro — lo que me molesta de esos informes es que solo hablan de la nueva técnica de Soi Fong, pero no dice su nombre o en qué consistía.

— Tal vez es algo que pidió no mencionar, ya sabes cómo era de quisquillosa con respecto a su Bankai — apunto la morena.

Kisuke asintió en confirmación aun así sentía que no debía seguir esa conversación ya que directamente hablaban de Soi Fong y era un tema sensible con Yoruichi — una lástima, seguro que debió ser algo realmente singular para que con eso derrotaran al rey Quincy.

— ¿Leíste sobre su poder? — Cuestiono la morena reconociendo que este era el momento exacto para enganchar al tendedero en la conversación que ella deseaba tener.

Kisuke asintió — no solo lo leí, fui con Uryū para saber de primera mano ya que el paso un tiempo considerable siendo su segundo al mando y parte de su guardia principal.

— ¿En verdad? — Pregunto sorprendida — ¿qué te dijo sobre eso? — Cuestiono.

— Según Ishida al principio no sabía mucho, pero luego se enteró que Yhwach podía ver el futuro — señalo con calma — después de ser conocedor de sus planes sobre matar al Rey Alma y con ello destruir los tres mundos para reconstruirlos como nuevos, tomo la resolución de detenerlo cuanto antes.

La morena frunció el ceño — aun así, no pudo hacerlo.

Kisuke sonrío — es un joven Yoruichi, no podía saber exactamente la magnitud del poder de su majestad, hasta cuando todos estábamos en el palacio del rey y en ese punto temió que no podía ser derrotado.

— El poder de ver el futuro y a la vez poder cambiarlo — señalo la morena.

El tendedero sonrió levemente — yo lo llamaría poder de clarividencia y destrucción, solo el hecho de poder cambiar algo que ya viste que sucederá en un futuro próximo es algo difícil de concebir.

— ¿Cómo Yhwach tendría un poder así? — Pregunto — solo era un Quincy.

Kisuke negó al instante — no era solo un simple Quincy Yoruichi, era el rey de los Quincys — aclaro — se dice como una leyenda urbana que es el hijo del Rey Alma, pero como te digo solo son leyendas o especulaciones dado que así como el Rey Alma tiene su mano derecha el mismo Yhwach también tiene lo que es su mano izquierda del rey que fue con quien lucharon Kenpachi y Mayuri, luego si leíste todos los reportes donde Renji menciona que le rubio gigante con quien ellos luchaban dijo ser el corazón del rey — rio levemente — imagínate, partes de un Rey por todas partes, aun así algo de cierto debe haber en esas fabulas de tiempos pasados.

La morena pensó en lo que el rubio decía, al parecer como siempre tenía muchos datos sobre Yhwach. Ahora entendía muy bien porque Ichibē había enfatizado sobre mantener la nueva técnica de Soi Fong en secreto para todos — pero si era hijo del Rey, ¿no crees que el Rey podía hacerse cargo? — Cuestiono — siempre te has quejado que El Rey Alma sabe el futuro y que nuca hace nada por conveniencia.

Kisuke se encogió de hombros — no podría especular al respecto, pero admito que eso de ver el futuro y poder cambiarlo no es algo fácil de contrarrestar — señalo — ¿cómo luchas contra algo como eso? —Cuestiono el tendedero — por eso mismo deseaba saber qué tipo de técnica era la de Soi Fong, obviamente derivaba de Shunkō sabemos que el suyo es el viento y eso es algo que tomar en cuenta ya que algunas teorías sobre las maquinas del tiempo son con respecto a los vórtices, torbellinos y esas cosas.

—Muchos datos Kisuke, pero nada concreto — se quejó la morena. — ¿sabías que el Quincy tenía ese poder? — Pregunto ahondando más en el tema.

El tendedero suspiro — no, pero sentía que de alguna manera extraña ellos siempre se encontraban delante de nosotros como si supieran lo que podía suceder — señalo — por mucho que pueda ser un genio no puedo competir con una máquina del tiempo, hasta pensé que esta vez no lo lograríamos.

— Pero Shunkō lo logro o algo así ¿no? — Señalo la morena y Kisuke asintió.

El tendedero bajo un poco su sucio sobrero — obviamente fue Shunkō, pero la técnica nueva de Soi Fong fue la esencial según los informes.

Yoruichi pensó un instante — pero como dices Kuchiki y Tōshirō no ahondan en esa técnica — le recordó — no entiendo porque tanto secretismos al respecto, no hay nombre de la dichosa técnica ni un detalle o referencia en lo que hacía.

— Exacto — señalo Urahara — por eso mismo pregunte como iba esa técnica o de que trataba — suspiro — pero tú te pusiste un poco…— negó con su cabeza — admito que fue insensible de mi parte en ese momento, pero era algo bastante curioso que pudieran con ayuda de esa técnica derrotar a Yhwach con su monstruoso poder.

La morena suspiro — tal vez yo pude haber sido de gran ayuda si hubiese ido con ellos.

Kisuke suspiro, no le gustaba mucho por donde iba la plática — no lo creo, sus Shunkō son totalmente diferentes.

— La base es la misma, Hakuda y Kidō — señalo la morena — tal vez si no hubiese ido contigo hubiese podido ayudar mucho más.

— Que fueras a luchar no era certeza que serias una diferencia — indico —además eres líder de tu clan.

La morena le miro seria – tampoco es una certeza que no lo era, porque no tuve oportunidad alguna — dijo con cierta amargura — no entiendo porque se te ocurrió traer a Yūshirō a sabiendas que era peligroso.

— Te dije que necesitaba algo de las bodegas de tu familia — le recordó — ciertamente era peligroso, pero sabía que ente los dos podíamos proteger a Yūshirō no entiendo por qué ahora estamos discutiendo sobre algo que ya paso.

Yoruichi frunció el ceño — ¿crees que Yūshirō no iba a decirme la verdad? — Le cuestiono — le dijiste que podía ayudarme en combate ¡a un niño! — Exclamo con molestia evidente.

Kisuke carraspeo — soy consciente que no soy del agrado de tu hermano, si le decía que podía ayudarte en combate no dudaría en venir aun con el hecho de ponerse el peligro ya que te quiere demasiado — acepto — pero como dije, sabía que entre los dos lo protegeríamos y ciertamente no dejaría que nada le pasara a tu hermano o a ti.

La morena se situó frente a Kisuke — fui capitana del segundo escuadrón y comandante de las fuerzas especiales, lo soy ahora mismo — señalo — es más que evidente que puedo cuidarme sola.

— Ganamos la guerra Yoruichi, eso ya no importa – dijo el tendedero.

— ¿No importa? — Cuestiono un poco incrédula ante las palabras de Kisuke.

— Entiendo que deseabas pelear contra Yhwach junto a todos los demás, quizá ayudar a Soi Fong — señalo — pero lanzarte a la boca del lobo de esa manera impulsiva, no me parecía buena idea.

— Antes no te quejaste de mi manera impulsiva de irrumpir en central 46 — apunto seria.

Kisuke suspiro — eso fue diferente, podíamos morir injustamente.

Yoruichi bufo — ¿fue diferente? — Repitió — está bien para ti que me lanzara en tu ayuda solo porque era injusto que murieras, pero no para ayudar a otros o a Soi Fong.

— No estoy diciendo tal cosa, estas sobredimensionando la situación — señalo — no piensas con claridad y no lo hacías en ese entonces — acuso cansinamente — eres líder de uno de los clanes principales de la Sociedad de almas, ya no puedes lanzarte a luchar en una guerra y estoy seguro que Soi Fong estaría de acuerdo con lo que pienso — indico — como comandante y capitana deberías saber que no se puede salvar a todos, hay sacrificios que se deben hacer y lastimosamente Soi Fong estaba lista para sacrificarse por el Gotei.

— Así como por el líder del clan Shihōin — dijo Yoruichi con amargura y el tendedero se encogió de hombros

— No lo he dicho yo — dijo con suavidad — por eso mismo creo que deberías de dejar de sentirte responsable por lo sucedido con Soi Fong, al final fue honorable para ella haber cumplido con su deber de protección con la cabeza del clan Shihōin como lo dicta las reglas de su familia — señalo — deja el pasado atrás y vive la vida en paz.

La morena se lanzó de manera amenazante sobre Kisuke — ¿cómo puedes decir algo así? — Pregunto, su voz como un hilo cortante y sus ojos ardientes llenos de…Odio, frialdad e incredulidad, había tantos sentimientos, todos iban y venían confusos en su mente reconociendo que Senjumaru Shutara tenía toda la razón en decir que el plan de Kisuke era sobrevivir a costa de otros y ella no podía ocultar más su molestia.

Urahara pudo ver en los orbes dorados ese mirar que era destinado a los enemigos de su amiga, no tuvo más remedio que decirle la verdad de una buena vez — pudiste haber muerto Yoruichi, todo indicaba que eso podía suceder y no iba permitirlo — confeso —contaba con que Soi Fong haría cualquier cosa por protegerte, era su deber y sabía que preferiría dar su vida antes de ver caer al líder del clan Shihōin.

La morena apretó más el agarre sobre la solapa del kosode y sus orbes parecían pasar del asombro para luego encenderse en ira contenida, aun cuando sentía que se quedaba sin aire, en su mente pensó que él no podía haber dicho eso y menos sacrificarla a ella sobre todas las personas — ¿por qué hiciste algo como eso? — Cuestiono aflojando su agarre y tomando un poco de espacio para asimilar todo — se supone que tenías un plan — apunto recordando, ciertamente tenía conocimiento de que de alguna manera había interferido para que no pudiese llegar con Soi Fong y los demás, pero escucharlo de su mejor amigo fue desagradable y sorpresivo.

Kisuke sonrío estúpidamente como lo hacía todas esas veces cuando quería ocultar algo a los demás — ¿por qué? — Repitió tratando de evitar responder— mis planes principales eran regresar los Bankai — apunto — no creí que Yhwach fura directamente al palacio — indico serio, pero en este punto sabía que ahora no había otro camino que aceptara la morena más que la verdad, no podría creer que se había abierto la caja de pandora — Preguntas el porqué, ¿aun no te das cuenta Yoruichi?, nos conocemos desde siempre y solo la idea de perderte era atroz, no lo iba a permitir porque yo… te amo — confeso al final con suavidad y expectación.

La morena al escuchar la razón final le soltó y miro hacia el tendedero, entre confusa, sorprendida y de alguna manera incomoda. Urahara se enderezo mientras arreglaba su atuendo sin dejar de mirar a su "prometida" que se encontraba en un largo silencio. "yo te amo" La declaración resonó en su mente de manera fría y hueca, ciertamente no era la primera vez que escuchaba tal confesión, por supuesto que no, ella era Yoruichi Shihōin ¿cuántas veces en su juventud lo escucho de algunos nobles?, todos y cada uno de esos idiotas pretenciosos que solo deseaban unirse a su familia por conveniencia y escalar en la nobleza, para la morena el amor nunca fue un factor importante o algo a considerar hasta que lo había confesado cierta joven subordinada, que nunca busco más que agradar y proteger.

Esa vez Yoruichi se quedó de piedra ante esa confesión sorpresiva, pero al final lo entendió bien al darse cuenta que se sentía de la misma manera. Esta vez en contraste, la confesión de Kisuke fue como un puñal en su corazón, algo que le carcomía como un veneno lleno de ardiente ira. Empezando en su interior que, si no fuese una maestra del control, su Shunkō se hubiese activado, pero desde que tomo la capitanía de la segunda división, ya nada parecía descontrolarle, bueno casi nada porque todo confirmaba en que de alguna manera Kisuke Urahara, su amigo de infancia y en quien confió todo este tiempo había fraguado un plan para que Soi Fong muriese a cambio de que ella viviera.

Soltó una pequeña risa amarga, el tendedero parecía tan serio ahí parado esperando alguna reacción o quizá una respuesta y ciertamente ella tenía una para darle — ¿me amas? — repitió seria — pero yo no te amo Kisuke — aclaro raudamente — lo deberías de saber bien, no recuerdas que unas semanas atrás confesé que mi corazón ya pertenecía a alguien — su voz fue plana y sin emoción, el silencio parecía ensordecedor en el lugar, el tendedero parecido quedare sin palabras que decir — todo este tiempo confié en ti porque te consideraba mi amigo — expreso — yo…

— Yoruichi, comprende — corto el tendedero — entiendo que quizá me equivoque — dijo con aflicción — pero estaba desesperado, sabes que aun con todos mis errores soy tu amigo y todo lo que ha sucedido son cosas que simplemente no podíamos detener — apunto, trato de acercarse a la morena y esta retrocedió recibiendo a su vez esa mirada fría que sabía bien que solo era destinada para aquellos que consideraba sus enemigos.

Yoruichi bufo notablemente molesta, le dio la espalda deseando salir inmediatamente de ese lugar evitando hacer las cosas más complicadas — deberías de saber y entender que nadie decide sobre mi vida más que yo misma, ya sea para bien o para mal — soltó y hubo un leve silencio entre ellos — desde estos momentos reafirmo que nuestro falso compromiso lo doy por terminado, así como toda asociación y amistad entre nosotros queda disuelta de ahora en adelante — indico con firmeza — tienes prohibido acercarte a los terrenos de la segunda división, así como a las tierras de mi familia — miro de soslayo a su ex amigo de infancia que parecía incrédulo y sorprendido por lo dicho y lo que estaba sucediendo — no me busques más, si lo haces será bajo propio riesgo de muerte.

Urahara Kisuke deseaba por decir algo en su defensa si es que su propia voz se lo permitía, pero no tuvo tiempo ya que la diosa del flash desapareció en un parpadeo. Este sintió que sus rodillas le fallaban, como si una enorme presión espiritual le debilitara y no le permitiese estar en pie o respirar con naturalidad y menos decir algo. Realmente no espero que sucediera algo como esto, no pensó que Yoruichi descubriera todo el asunto tan pronto, sabía que no solo era culpable del hecho de haber dejado que Soi Fong muriera, también era el sentirse traicionada. Lo cierto es que sabía que no iba ocultarlo por siempre, solo esperaba el momento adecuado donde podría decírselo con calma, estúpidamente pensó que con el tiempo podría decirle o cuando estuviesen casados y sus errores ya no importarían.

Claro que todo eso era una pequeña fantasía en su cabeza que de manera soñadora y casi estúpida había esperado que sucediera, por supuesto que no era su primera fantasía alrededor de su amistad con la morena. Cuando desertaron de la Sociedad de Almas vio que tenía una oportunidad de hacer de su amistad algo más, aprovechando que la morena vivía en la misma casa. Pensó que quizá solo debía esperar un poco para que ella se diera cuenta que él podría ser la persona con la cual poder ser una pareja sin dejar su libertad, pero eso nunca sucedió pues ella se marchó unos días después que lo hicieron todos los demás dejándolo solo con Tessai. Ahora todo se había ido al traste porque jamás espero que Yoruichi descubriera que de manera inteligente y traicionera había influido un poco en los acontecimientos de la guerra contra los Quincys para que ella no fuese una víctima más en esa batalla como lo fue Soi Fong, que había evitado meterse de lleno en todas esas peleas para evitar morir y cuando se dio cuenta que Yhwach quería destruirlo todo ya era demasiado tarde para pensar en un plan definitivo para derrotarlo.