Todo lo que ya hayan leído en los libros de JK Rowling es pura y exclusivamente suyo. Lo demás, es completamente inventado, inspirado por el trailer y las fotografías promocionales de "Elizabethtown", película de Cameron Crowe. Sin fines de lucro.

6. Un buen momento

De pronto, se dio cuenta de que su estadía en Toulouse estaba pasando mucho más rápido de lo que él mismo hubiera deseado. Sin que los hubiera visto irse, ya habían pasado cinco días de los siete que él había contemplado pasar con su madre y su hermana y, por algún motivo, ya no quería volver a Londres y a su estudio.

Con el objetivo de prolongar al máximo posible su s días libres, se había comunicado con Richard a la dirección de Potter/Williams (1) aquella mañana.

"Sí, aquí todo sigue igual… muy tranquilo realmente" contó. "Sólo nos queda pendiente el viaje a Suiza, pero no creo que eso tenga lugar pronto. Beth y yo tenemos que coordinar algún momento en que los dos estemos libres. No queremos ir a hora para no dejar sola a mamá. Pero te llamé en realidad para saber cómo van las cosas allí, cuál es la demanda y ese tipo de cosas. Quiero saber cuándo tiempo más puedo quedarme".

"Bueno, digamos que todo sigue como hace una semana. Hemos enlistado casi otros cincuenta casos, pero todos son menores y ya los he distribuido entre los residentes, así que eso no nos significa ningún cambio. Tu agenda sigue igual, con las tres apelaciones de juicio laboral, los seis divorcios pendientes (tranquilo, cuatro son de común acuerdo) y los dos fraudes que dejaste". Harry suspiró con resignación. Parecía que, finalmente, debería regresar a Londres al final de la semana. "Sólo se ha agregado una demanda por acoso" dijo Richard.

"¿Qué?" preguntó, entre sorprendido y exasperado. "Yo no ese tipo de cosas, Richard, lo sabes" recordó, un poco enfadado. "Para eso están Sean, Albert y Sara. ¿Porqué se me ha asignado ese caso?" exigió una explicación, ahora completamente enojado.

"Verás" empezó Richard, sin intimidarse ante la reacción de su amigo. "La cliente te pidió a ti expresamente".

"Pero…"

"Ya sé que muchos lo hacen, Harry y que no aceptas ningún caso que no sea familiar o laboral. Pero esta mujer ha ofrecido medio millón con tal de que tú te encargues de esto".

"¿Medio millón?" repitió, conmocionado de pronto. Eso era…

"Sí. Lo que necesitamos para New York sin tocar las reservas de la empresa. Lo sabes. Por eso lo tomé. No podemos rechazar esa suma a menos que queramos cancelar el proyecto de la sucursal en Manhattan".

Ya lo sabía, por supuesto. No por nada era uno de los dos socios fundadores y poseedor del 40 de las acciones del buffete. Paseó por la sala, pasando la mano por el cabello nerviosamente. No podía dejar pasar aquella posibilidad y estaba completamente al tanto de eso. "Supongo que no tengo opción¿no es cierto?"

"No. De todos modos dijo que aún no iba a presentar la demanda. Que quería tener unas entrevistas contigo antes para asesorarse antes de hacerlo".

"Bien" aceptó él. "Entonces volveré, me encargaré de eso y los casos pendientes, y tomaré mis vacaciones adelantadas".

"Me parece muy bien que hayas considerado la posibilidad. Ya te había dicho que te convenía hacerlo".

"Sí, sí" afirmó él, dando la razón. En realidad, a pesar de que su amigo se lo había sugerido, había considerado realmente la tentativa después del consejo que Ginny le había dado en la cena de la noche anterior. "Bien. Eso era todo. Supongo que te veré el lunes".

"Hasta entonces".

Harry colgó el teléfono. Un momento más tarde buscó en el bolsillo de su pantalón el papel en el que había anotado el número de la casa de Molly y lo marcó. Pidió hablar con Ginny y tuvo que esperar un momento a que ella respondiera.

ººººº

Como sus hijos predijeron, Lilian Potter no regresó a casa sino hasta bien entrada la tarde, alegando que se había entretenido en una "amena y divertida charla con Terese y Margaret". Harry y Beth sólo intercambiaron una mirada de entendimiento ante ese comentario, decidiendo no recriminarle a su madre su comportamiento.

Luego de eso, la mujer se retiró a su cuarto con la excusa de un "cansancio insoportable". Por supuesto, no preguntó nada acerca de la repentina aparición de una urna en la mitad de su sala.

Cerca de media hora más tarde, Ronald hizo su entrada triunfal a la casa. Saludó efusivamente a Beth, por lo que Harry tuvo que excusarse al baño inmediatamente, y comenzó a hablarle acerca de su madre, su casa y, por sobre todas las cosas, de Ginny.

"Realmente no sé que le pasaba" escuchó Harry cuando volvía de su fingida excursión al baño. "La muy descarada bajó a desayudar después de que yo llegué, diciendo que estaba muy cansada porque anoche se había acostado muy tarde". Harry le escuchó un resoplido y se quedó en el costado de la puerta de acceso a la sala, con el objetivo de escuchar el resto de la charla aunque sabía que no estaba bien hacerlo. "Siempre ha sido así¿sabes? Con su porte de sobrinita mal parada siempre ha comprado a mi madre, pero no a mí y eso la pone furiosa". Harry frunció el entrecejo, pero siguió escuchando. "Para colmo de males, un rato después del almuerzo recibió una llamada y anduvo el resto de la tarde muy risueña. Es un abuso¿no crees? Encima que mi madre tiene la delicadeza de ofrecerle su casa para pasar unas vacaciones que no puede pagarse, anda recibiendo llamadas que la ponen contenta. No hay derecho…"

"Bueno, Ron" Harry escuchó replicar a Beth. "Yo no creo que tu prima sea tan mala como tú dices. Digo, por lo poco que pude hablar con ella en el velatorio, parece una chica muy simpática". Pausó un momento y Harry asomó la cabeza hacia la sala, observando que su hermana estaba sentada en el sillón con Ronald enfrente, de modo que éste estaba dándole la espalda a la puerta. "Además, Harry está interesado en ella" agregó.

El moreno rodó los ojos con frustración y volvió a su puesto junto a la pared. Había tenido la fortuna de que su cuñado no se había enterado de que él había salido con Ginny la noche anterior (cuando le había pedido el teléfono de la casa de su madre, se había justificado diciendo que lo necesitaba para concretar unas entrevistas con ella por la publicidad (2) del estudio) y confiaba en que él no tendría que enterarse. No era por ningún motivo en especial que no quería que él supiera esa información; simplemente, como había dicho Ginny, no había razón para meterlo en el medio.

"¿Qué?" la voz de Ronald le llegó de nuevo desde la sala. "¿Tu hermano está interesado en la odiosa de mi prima?".

"¿Qué pasa con tu prima?" preguntó, ingresando a la sala de una vez por todas. Le había molestado bastante aquel comentario.

"¿Tú estás interesado en mi prima?" preguntó a su vez Ronald, con el entrecejo fruncido y un gesto de profunda confusión.

Harry lo miró un momento antes de responderle. Se paró derecho, como si cambiara algo con eso y tomó aire. "Pues…" soltó. "Sí" admitió.

ººººº

Dos días, dos citas.

El dilema de la tarde anterior se repetía. Una baja pila de ropa desechada descansaba en una de las esquinas de su cuarto, mientras ella seguía revolviendo su valija tratando de encontrar algo apropiado.

"Uno debería tener en cuenta este tipo de cosas cuando empaca" murmuró para sí. Si las cosas seguían así, ya no podría encontrar nada apropiado para la noche de Toulouse entre su ropa. Eso no era bueno, pero lo que lo provocaba tampoco era malo. Nada malo.

No quería reconocerlo, pero definitivamente era algo que ella ya no podía manejar. Harry estaba, sin lugar a dudas, interesado en ella. Si bien aquello la había tomado un poco por sorpresa, no se sentía para nada mal con la idea.

No sabía si estaba exagerando al creer que aquello tenía posibilidades de convertirse en algo más que un par de citas en vacaciones, pero esa era una posibilidad que ella no descartaba y que, por cierto, no le parecía descabellada para nada. Por algo Harry Potter la había llamado dos veces en dos días para invitarla a salir.

Sacudió un poco la cabeza, tratando de concentrarse en lo que tenía que hacer. Esta vez la elección no era tan comprometedora: Harry y ella iban a salir al cine del centro, pero de todos modos seguían estando en Toulouse. Quería encontrar algo que fuera casual, despreocupado, pero elegante y sutil al mismo tiempo. Si seguía a ese ritmo y con aquel bajo poder de decisión, no llegaría a estar vestida para la hora que habían acordado.

ººººº

Esta vez sin auto aparcado en camino a la casa, Harry tocó el timbre de la casa Weasley. Unos segundos más tarde, la puerta se abrió y, a diferencia de la noche anterior, Ginny salió por ella directamente.

"Hola" saludó alegremente, dándole un beso en la mejilla.

"Hola" respondió él, un poco cohibido ante el gesto.

"Disculpa que no te haga pasar, pero mi tía está con visitas y querría presentarte con todas ellas. No sería agradable" explicó, rodando lo s ojos.

Harry le sonrió. "Gracias".

Emprendieron la ruta al centro caminando, puesto que tenían mucho tiempo y entradas en mano antes de que empezara la función.

"Estoy yéndome el domingo por la noche" comentó Harry. "He sacado el boleto para el avión ya" agregó, un poco apesadumbrado.

"No estás por tomar esas vacaciones, veo" respondió Ginny, en un tono muy parecido.

"Sí, lo haré. Pero no ahora. He dejado bastantes cosas pendientes en el estudio y alguna mujer muy rica quiere que me ocupe de su caso. No puedo rechazar esa oferta, por un proyecto que tenemos, y tengo que liquidar las otras cosas si quiero pasar un mes tranquilo".

"¿Proyecto?" quiso saber ella. Harry le contó acerca de la sucursal en Manhattan, siempre recalcando que el motivo por el que tenía que regresar a Londres era ese, puesto que si hubiera podido elegir, se hubiera quedado allí. "Bueno, piensa en que después de eso tendrás un mes para ti solo y podrás hacer lo que quieras" trato de consolar ella, viendo que realmente estaba molesto con la idea de regresar a casa tan pronto.

"Lo que más me gustaría hacer sería seguir viéndote" dijo, sin siquiera pensarlo. Cuando se dio cuenta de lo que había pronunciado, deseó no haberlo hecho. No porque realmente no lo sintiera, sino porque a las alturas que estaba su relación, podía sonar demasiado aventurado, como de hecho había sonado. Para su sorpresa, la respuesta de ella no fue un ¿No crees que es demasiado pronto para eso?, sino un A mi también acompañado de un movimiento de su mano para tomar la suya y luego seguir caminando.

ººººº

Cuando salieron de la función, Ginny estaba más que feliz por haber tenido a posibilidad de volver a vivir Pulp Fiction en el cine como parte de un ciclo especial de Tarantino en Toulouse. Tal vez por eso fue que tomó la mano de Harry tan naturalmente y comenzó a caminar con él por las almidonadas y elegantes calles del centro.

La mayoría de los negocios comerciales estaban cerrados, pero había algún que otro bar con gente de pelo blanco tomando un café después de la cena.

"Esta ciudad es tan aburrida" comentó Ginny por lo bajo, mientras seguían caminando.

"¡Ofensa!" exclamó Harry, bromeando. "Sí, la verdad es que es un tanto sofocante vivir aquí. Yo me fui cuando venía veintiuno… No puedo creer que haya pasado tanto tiempo aquí".

"Bueno, supongo que si naciste aquí y todo lo demás es algo natural. Es diferente cuando son sólo unos días y tratas de pasarla bien. Pero es bueno para descansar y por eso es que quieres quedarte¿no es cierto?".

Harry no respondió inmediatamente. "No es realmente por eso" negó.

"También está tu familia, por supuesto" aventuró ella.

"También. Pero tampoco es realmente por eso. Estamos acostumbrados a pasar mucho tiempo separados" explicó.

"¿Entonces?" quiso saber ella, extrañada. Dejó de caminar y se paró frente a él.

Por ti, por supuesto pensó. Pero inmediatamente reprimió el deseo de decirlo. Había sido suficiente con el comentario de más temprano. "Digamos que, a pesar de que lo que me trajo aquí no es nada agradable, estoy pasando un buen momento aquí".

Ginny lo miró a los ojos, confundida por un momento. Luego él observó cómo se sonrojaba sutilmente y le sonreía tímidamente.

Sin decir nada, Harry se volteó y quiso emprender la marcha otra vez, pero su mano entrelazada a la de ella, que se quedó parada en su lugar, se lo impidió.

Ginny dio los pasos que lo separaban de él y volvió a quedarse frente a él. Posó la otra mano sobre su mejilla. "Yo también estoy pasándola muy bien contigo" confesó. Se paró en puntas de pies y juntó sus labios suavemente contra los de él. Rompió el contacto después de unos escasos segundos y los dos emprendieron el camino de vuelta en silencio.

ººººº

1: Culto a McNamara/Troy, la clínica de cirugía plástica de Sean y Christian en i Nip/Tuck /i . ¿Alguien está, como yo, muriendo por dentro por la ansiedad que provoca la espera de la tercera temporada? Y pensar que recién llega en Septiembre a Fox, por lo que tendré que esperar otros tantos meses para verla en DVD! Voy a morir!

2: Ginny es publicista. Trabaja en la empresa del tren simplemente porque en Europa hay muchos publicistas y, lamentablemente, ella aún no ha conseguido un empleo dentro de su campo. (Una primicia: no falta mucho para que lo haga).

Gracias a tabatas, kikadlc, Alkas y a jamesandmolly por sus reviews en el capitulo anterior.

¡Hola, mi gente¿Cómo están todos? Espero que muy bien.

Yo estoy actualizando (al fin) la historia desde mi cuarto en Atlántida después de rogarle a mi amiga por tres días para que me dejara usar la computadora (según ella, las vacaciones no son para pasarlas frente al monitor). Por supuesto, ella jamás accedió. Está ahora en una clase de gimnasia en la playa (las vacaciones NO son para hacer ESE tipo de cosas!) y yo estoy "durmiendo porque me duele la panza".

Cometario:

En este capitulo vimos a Harry y a Ginny con mucha más confianza entre ellos porque, como se imaginarán, hablaron de muchísimas cosas en esa cena y ahora hay mucho mas entendimiento entre los dos. Ya tuvieron su hermoso primer beso que, si bien fue tímido como pocos, fue el inicio de una seguidilla imparable (sonrisa perversa).

Toda sugerencia, critica, tomatazo, ramo de flores (?) será recibido cordialmente en ese pequeño lugarcito que se llama review, al que pueden acceder con un simple click en GO. Ojalá hayan disfrutado el capitulo. Gracias a todos por haber leído!

Un beso gigante a todos! Los veo en el próximo capítulo (que se publicará probablemente cuando vuelva a dolerme la panza): ¡Acoso!

Adío!

PD: Se invita a todos los señores lectores a visitar Talk, el último fiction de La Prisionera de Azkaban.