Todo lo que ya hayan leído en los libros de JK Rowling es pura y exclusivamente suyo. Lo demás, es completamente inventado, inspirado por el trailer y las fotografías promocionales de "Elizabethtown", película de Cameron Crowe. Sin fines de lucro.
12. Presentación en sociedad II
Cuando un rayo de Sol se coló por la ventana y le dio de lleno en la cara, Ginny despertó. Abrió un ojo, con pereza. Miró al reloj que estaba sobre la mesa de luz a su lado: las siete y media. Sí, claro. Voy a levantarme a esta hora, seguro. Giró sobre su costado en la cama, hacia la derecha, y se asomó por el borde del colchón. Se sorprendió cuando vio a Harry mirando al techo profundamente, aparentemente en un trance completo.
"Ehmm… ¿Harry?" llamó tentativamente. Él parpadeó un par de veces y luego giró la cabeza para mirarla, pero no le respondió. "¿Estás bien?" preguntó.
"Sí" respondió él simplemente.
Ginny comprendió entonces que ésa iba a ser la respuesta más elocuente que iba a sacarle, al menos por el momento. "¿Cómo dormiste?" quiso saber, decidiendo cambiar de tema para no caldear las aguas.
"Bien" contestó Harry, levantándose sobre un codo apoyado en el piso. Ginny le dirigió una mirada que decía Vamos, dime la verdad y entonces el se corrigió: "Terriblemente".
"Te lo dije" soltó ella, junto a un resoplido. "Sabía que no tenía que dejarte dormir en el suelo" se reprimió, volteándose para mirar al techo.
Harry se sentó y asomó la cabeza a la cama de ella, poniendo el mentón en el borde. Se refregó los ojos con los puños cerrados. "¿Y cómo dormiste tú?" preguntó él, decidiendo no alimentar su acceso de culpa. Sabía que si lo hacía, le costaría trabajo aplacarlo.
"Horrible" confesó ella, para luego sentarse en la cama con las piernas cruzadas bajo los muslos. "Soñé mucho. Y no precisamente con los angelitos" contó.
"Oh, entonces tengo que desechar mi teoría" dijo él, al pasar.
"¿Teoría?" quiso saber ella, intrigada.
"No soñaste conmigo" expuso él, mirándola con cara de perrito mojado.
Toda la respuesta que Ginny dio, fue un fuerte con la almohada directamente a su cara.
ººººº
Cuando Harry y Ginny bajaron a desayunar, encontraron que Sarah y Albert también estaban allí, hablando animadamente acerca de un tópico que ellos no pudieron descubrir, ya que los otros dos dejaron de hablar súbitamente cuando los dos entraron a la cocina.
"Oh, hola, muchachos" saludó Sarah, volteándose sobre el respaldo de la silla para mirarlos. "¿Cómo durmieron?" preguntó, con aires inocentes.
Ginny pudo ver a Albert negando disimuladamente con la cabeza. "Muy bien, mamá, gracias" respondió, enfatizando la última palabra, para hacerle saber que habían descubierto su treta.
"Me alegro tanto…" comentó la mujer, mirando al frente de nuevo.
Después de eso, los dos se sentaron a la mesa y desayunaron, viéndose interrumpidos de vez en cuando por algún comentario lascivo de Sarah. Bueno, pensó Harry con resignación, supongo que ahora empieza la faceta tenebrosa de todo esto.
El teléfono sonó y Albert se levantó rápidamente a atender: "¿Hola?... ¡Celine¿Dónde están?... Oh, bueno… sí, te paso con ella… adiós". Tapó la parte inferior del tubo y se dirigió a su esposa: "Sarah, es Celine" anunció.
La mujer caminó hasta él y tomó el tubo con ansiedad, mientras Albert volvía a sentarse con Harry y Ginny.
"¿Dónde están?" le preguntó Ginny.
"A treinta kilómetros, según lo que me dijo. Pero ya sabes como es ella. Creo que necesita una brújula hasta cuando está dentro de su casa, así que no confiaría mucho en sus referencias geográficas" respondió el hombre. "De todos modos es un record. Suele llamar desde Bruselas la mayoría de las veces".
Ginny se rió por lo bajo de eso y luego se volteó hacia Harry. "Mi tía Celine. Ella y su familia vienen hace más de diez años aquí y siempre llaman cuando están en camino, porque nunca recuerdan cómo hacer para llegar" explicó.
"Bueno, toma a la derecha…" decía Sarah. "¿Ves el molino viejo que está ahí?... Bien, ahora a la izquierda y sigue las indicaciones, Celine. No puedes perderte"
"Totalmente despistada" continuó Ginny, mientras escuchaba las indicaciones de su madre para su tía, sabiendo que, por más que le explicaran, ella llamaría al menos tres veces más porque estaba perdida. "Desde que tengo memoria que es así, y al parecer mis primos lo han heredado"
"Es increíble" resopló Sarah, sentándose en la mesa de nuevo con los demás, luego de haber cortado la comunicación telefónica. "Supongo que ya no tiene remedio. No puede llegar a un lugar sin perderse cinco veces antes…". La mujer miró a Harry un momento, como pensando algo. Y luego atacó: "Supongo que tú nunca tuviste ese problema, Harry. Con tantos chofer que te llevan de un lado al otro, no debes tener la necesidad de llegar de un lado al otro por ti mismo".
"Mamá…" advirtió Ginny.
"De hecho nunca tuve un chofer, señora" interrumpió Harry, tratando de no sonar desafiante.
"Sarah" corrigió la mujer de inmediato.
"Sarah" complació él, tranquilizándose un poco. "Digamos que siempre quisieron imponérmelo, pero yo jamás lo acepté. Es un poco molesto andar con un pingüino esperándote por todos lados¿no cree?". Sarah sólo asintió, sin responder nada. "Además, creo que eso cortaría un poco con la libertad que me gusta tener" continuó él. "Nadie tiene porqué saber adónde voy o adónde dejo de ir" agregó, recibiendo al mismo tiempo un leve golpe en la pierna por parte de Ginny, que le indicó que estaba pasándose de la raya. Se quedó callado y nadie más dijo nada por los siguientes minutos, hasta que el silencio fue interrumpido por la llegada de Gala y Helena.
ººººº
Esa mañana, Harry conoció a mucha gente: a la tía Celine, al tío Charles, a la tía Charlotte, al tío Simon y a la abuela Molly, además de los primos Philipp, Vince y Malcom, sumado a las primas Audrey, Cameron, Mary y Kirsten.
De pronto, la casa Weasley pasó de ser común, corriente y, relativamente, tranquila a un completo desastre, llena de gente yendo y viniendo por todos lados a toda hora del día. Pero sus habitantes parecían completamente habituados a ese zafarrancho generalizado, y, según Harry pudo llegar a deducir, estaban encantados con él.
Las diecinueve personas que súper-poblaban la casa almorzaron en el jardín, aprovechando un inusual día soleado para el otoño, en una mesa que Albert y Simon se habían encargado en montar con la ayuda de tres caballetes y una extensa tabla de madera.
Harry se sentó a un lado de Malcom, que también era abogado, pero tenía unos cuantos años menos que él. Desde que había llegado, junto a sus padres y hermana, Celine, Charles y Cameron, había asediado a Harry con miles de preguntas sobre cómo había logrado abrirse camino en aquel competitivo círculo y haber llegado tan lejos.
"La realidad es que tuve algo de suerte" había contado Harry, respondiendo entusiasta a la primera pregunta de la sesión. "Los primeros clientes que tuve fueron conocidos de mi padre, y luego todo se basó en recomendaciones. Pero lo difícil fue lograr que esas recomendaciones circularan, para lo cual invertí la mayor parte de mi tiempo por esos años tratando de que todos los casos que me llegaban pudieran ganarse en la Corte. Lo básico es saber que todo se consigue con perseverancia. No importa hijo de quién seas o hijo de quien no seas. La gente reconocerá tu trabajo sólo por tu efectividad, y no por ninguna otra cosa".
Pero ahora Malcom estaba fuera de control: le había arrastrado toda la mañana tras, siguiendo con su incesante interrogatorio. Y ahora estaba a su lado, a unos cuantos lugares de donde estaba Ginny, que se había ubicado entre Kirsten y Audrey. Al parecer, por lo roja que estaba, no estaba viviendo una situación para nada cómoda.
"¿Dónde lo conociste, Ginny?" preguntó Audrey, interesada, echando una mirada fugaz a Harry, que seguía enfrascado, contra su voluntad, en la conversación con Malcom. "Es famosísimo, y muy rico" agregó, como si pensara que eso cambiaba las cosas.
"Ya se los dije" respondió Ginny, aburrida de que las otras dos hubieran estado todo lo que llevaba el Sol en el cielo preguntándole lo mismo. "Yo estaba trabajando y él viajaba en el tren, eso es todo".
"Pero¿cómo, Ginny?" insistió Kirsten. "¿Pidió tu número, o algo¿Cómo volviste a encontrarle?".
Ginny rodó los ojos, resignada a contar la historia una vez más. "¿Ronald, nuestro primo?" las otras dos asintieron. "Es el novio de su hermana"
"¿De verdad¿Ronald está con Beth Potter?" preguntó Kirsten, sorprendida. "Sí que se lo tenía guardado el muy…"
"Hace bastante tiempo que están juntos, según tengo entendido" comentó Ginny, estirando el brazo para tomar la fuente de ensalada de tomates. Se sirvió un poco y volvió a dejarla en su lugar. "Pero, claro, nosotros no lo sabíamos porque hace mucho que él no viene a las reuniones".
"Parece que al corredor de bolsa ya no le importa su familia" agregó Audrey, con tono receloso.
"Ha estado muy ocupado, eso es todo" justificó Ginny, sorprendiéndose a sí misma al escucharse defender a su odiado primo.
"¿Y eso¿Ginny defendiendo a Ronald¿Qué está pasando aquí?" preguntó Kirsten retóricamente, mirando con gesto melodramático a los lados.
Ginny rodó los ojos, sin saber qué decir. La verdad era que ella tampoco sabía de dónde había salido aquello.
"De todos modos, prima, aún no entiendo cómo fue que le encontraste de nuevo" atacó Audrey otra vez, sin resignarse a las negativas de Ginny.
Sin opción, la pelirroja se predispuso a contarles a sus primas lo que había pasado, pasando por alto la mayor parte de la historia y relatando sólo lo esencial. "Ay, Ginny, no sé cómo es que esas cosas te pasan a ti. Creo que eres el único ser sobre el planeta que conoce a un famoso abogado en el tren, luego lo encuentra en un velatorio y empieza una relación con él" dijo Kirsten con un gesto lastimoso cuando Ginny terminó con su relato.
Ella levantó la cabeza, pensando que, en cierto punto, Kirsten tenía mucha razón en lo que estaba diciendo. Vio que Harry la estaba observando y ella le devolvió la mirada, coronándola con una sonrisa. Tal vez, así como esas cosas no solían pasarle al común de la gente, tampoco a ella tendría porqué haberle sucedido. Pero, por alguna razón que ella no podía saber, había pasado. Y, considerando que ahora Harry Potter estaba en su casa, mirándola como si fuera algo magnífico y único, presentándose a su familia y preocupado por que las cosas salieran bien, Ginny no podía estar más feliz por aquella extraña jugada del destino.
ººººº
"Creo que fue Miss Scarlett quien cometió el asesinato. En la biblioteca, con la soga" aventuró Philipp, guiando su ficha a la biblioteca del tablero del i Clue /i . "¿Algo, Harry?" preguntó a Harry, que estaba a su izquierda. Harry le pasó la carta de la soga con la cara contra la mesa, para que sólo él pudiera verla. "Demonios" soltó Philipp, pasándole la carta otra vez y tachando en su lista algo.
Eran las tres de la tarde y ya todos estaban haciendo diferentes cosas en la casa Weasley. Los primos y Harry, todos entre 22 y 30, estaban en la tercera partida de Clue del día. Las primas, estaban tomando el té de sobremesa en el living, mientras que los tíos estaban todavía en el jardín con las tías y la abuela, tomando el correspondiente café.
Luego fue el turno de Vince. "Creo que fue Mr Blue quien cometió el asesinato. En el hall, con el revolver" dijo, guiando su propia ficha, púrpura, al hall del tablero. Philipp le pasó una carta.
Justo cuando Harry tiró los dados, luego de que Malcom hiciera su jugada, Ginny entró en el living.
"No se distraigan, que vine a buscar algo y nada más" dijo ella, mientras atravesaba el ambiente hasta la otra pared. Sacó de una vitrina un florero grande y transparente y se volteó para salir. Cuando pasó cerca de la mesa, se detuvo a ver la partida de Clue un momento.
Harry no se dio cuenta de eso hasta que ella se sentó a su lado y echó un vistazo a su lista de asesinos, ambientes y armas, que tenía sólo algunas opciones tachadas. No conforme con eso, mientras Harry avanzaba los seis lugares que indicaban los dados, Ginny levantó sus cartas y las miró un momento.
"Creo que fue Miss White quien cometió el asesinato" acusó Harry, llevando su ficha negra al estudio del tablero. "En el estudio, con el cuchillo". Su teoría fue refutada cuando Malcom le pasó la carta del estudio. Harry tachó eso en su lista y le dio los dados a Philipp, comenzando la vuelta otra vez.
"Es Miss White, en la cocina, con el caño" susurró Ginny a su oído, antes de levantarse y dejarle las cartas de nuevo en su lugar. Harry la miró irse, confundido.
"¡Hey, eso es trampa!" exclamó Vince, mirándole acusadoramente.
"¿Qué cosa?" preguntó él, haciéndose el desentendido.
"Ginny te dijo la respuesta, y ella es la campeona familiar del Clue. Eso no vale… Además, no sé porqué lo hizo. Ella nunca ayuda a nadie" reclamó Vince, ofendido.
"Bueno, Vince…" empezó Philipp, con un tono que evidenciaba que había estado esperando esa oportunidad para hablar. "Supongo que eso va a cambiar un poco ahora" dijo, misteriosamente.
"¿Y eso porqué?" interrogó Malcom, sin saber a qué se refería su primo.
"Sí¿eso porqué?" adhirió Vince, pero en forma cómplice. Él y su hermano compartieron una fugaz mirada de entendimiento y entonces Philipp volvió a hablar.
"Pues… porque el señor aquí presente" señaló a Harry con una mano extendida "ha conquistado a nuestra primita". Luego de eso se quedó callado y miró a Harry con suficiencia, como si estuviera satisfecho por haber descubierto eso.
"Oh¿será eso verdad?" preguntó Vince retóricamente. "¿Será que finalmente veremos a Ginny con un acompañante apropiado, después de tanto tiempo?" agregó.
"Hey, Harry" llamó Malcom. "Vamos, cuéntanos" incentivó. "¿Qué pasa entre Ginny y tú?" quiso saber, contando con el apoyo de los otros dos, que asentían fervientemente.
Más que nunca, Harry quiso que la tierra se abriera en dos y se lo tragara. "¿Porqué debería contárselos? Veo que están mofándose de esto como si fuera un chiste" respondió él, evasivo.
"Así que no es un chiste" apuntó Vince. "¿Qué es lo que sucede, hombre? Vamos, no lo tomes a mal, que nos caes bien, pero necesitamos saber qué te traes antes de dejarte el camino libre con nuestra prima".
"Tú ya lo sabes, pero no viene mal recordarte que Ginny lo ha pasado muy mal, con todo el lío de su padre, y con muchos buenos para nada que pretendieron jugar con ella" explicó Philipp, dejando la ironía de lado y hablando muy serio. "No queremos volver a verla sufrir por algo que no vale la pena si podemos evitar que lo haga, Harry".
Harry los miró como si estuvieran locos. ¿Cómo pretendían que él les hablara como si los conociera desde toda la vida, cuando lo hacía desde sólo hacía unas cuantas horas?
"Probablemente estés pensando que nosotros no tenemos ningún derecho a estar interrogándote así, pero Ginny no tiene hermanos y nosotros somos lo más cercano que ella tiene a eso. Y creemos que es lo correcto protegerla, aunque sea de este mínimo modo" dijo Malcom, al ver que él no estaba por responder. "Tú eres más grande que yo, o incluso que Philipp o Vince, pero no la has visto crecer como lo hemos hecho nosotros, ni las visto sufrir como lo hemos hecho nosotros. Comprende que no es por sabotearte, ni mucho menos, pero necesitamos estar seguros de que ella no es sólo una más en la lista, aunque las cosas luego funcionen entre ustedes o no. Ahí nosotros ya no podemos hacer nada, y tampoco pretendemos entrometernos en eso".
"Lo que Malcom quiere decir es que necesitamos alguna garantía, algo que nos haga saber qué es lo que pretendes estando a su lado y habiendo venido a pasar el fin de semana con todos nosotros" sumó Vince. "Puede que sea porque de verdad quieres que todo funcione correctamente, como bien puede ser que lo hayas hecho sólo para sumar puntos y llevarla a la cama".
"No es por eso" negó Harry inmediatamente. "Sí quiero que las cosas funcionen" dijo escuetamente, aún sin decidirse a hablar. "Ginny y yo nos queremos y estamos yendo despacio para pisar con pie de plomo" explicó en voz baja, sin mirar a ninguno de los otros tres. "Los dos queremos llegar a algo juntos, pero sabemos que hay varias cosas que debemos sortear antes de eso. Una de ellas es esta reunión, esta conversación, por supuesto".
"¿Así que podemos quedarnos tranquilos?" quiso confirmar Philipp, inclinándose un poco sobre la mesa. "¿Podemos confiar en que no le sucederá nada porque tú así lo desees?"
"Por supuesto. Nunca desearía que algo malo le pasara" respondió Harry.
"Bien, eso era todo lo que queríamos" terminó Vince. "¿A quién le toca?".
ººººº
"Te lo digo, me estoy muriendo" dijo Harry, tratando de contenerse. "No paran con sus ataques y preguntas capciosas" continuó, ante la mirada incrédula de su hermana, que había llegado un rato antes a la casa con Ronald y sus padres. "Parece que todos se han complotado para que no salga vivo mañana por la tarde de aquí".
"Ay, Harry, tómalo con calma" trató de aplacar Beth, sentándose en un banquito de madera. Estaban afuera, en el jardín. "No creo que sea tan terrible".
"¿No?" exclamó Harry, exasperado. "En menos de veinticuatro horas, pasé por la primera situación incómoda planeada por Sarah, el acoso del primo Malcom y el interrogatorio de él y los Templeton. ¿No es tan terrible? Y antes de que termine el día voy a pasar por varias cosas más, te lo aseguro"
"Bueno, supongo que es el precio que tienes que costear. Te dije que no iba a ser fácil. Tampoco lo fue para mí, y sin embargo ya ves".
"¿Tú ya habías venido?" preguntó Harry, sorprendido.
"Hace cinco años, más o menos. Estaban sólo los adultos porque todos los primos estaban rindiendo exámenes, y esas cosas, así que no conocí a ninguno sino hasta ahora, que tomé vacaciones por lo de papá" contó ella. "Pero fue de todos modos algo complicado". Se quedó pensando un momento y luego agregó: "Creo que lo único que les falto pedirme fue un análisis de sangre, o algo por el estilo" bromeó.
"No sabía eso. Nunca me lo habías contado" dijo él, sentándose a su lado en el banco, ya un poco más calmado.
"No era algo que quisiera recordar en ese momento, Harry. Y luego ya no pareció tan importante como para contarlo" se justificó. "Además tú nunca preguntaste por eso".
"Porque Ronald no me gustaba y, la verdad, esperaba que duraran poco" confesó Harry, sin pelos en la lengua.
"Sabes, no hay nada mejor que contar con tu apoyo, hermano" dijo Beth irónicamente.
"Vamos, tú sabes que sigue si gustarme, pero ya lo he aceptado. Si es lo que tú quieres, está bien. Confío en que sepas lo que es bueno para ti" dijo Harry.
"Me alegro por eso. Hay algo importante que creo que debes saber con respecto a Ronald y yo, por cierto" de pronto, sonaba nerviosa.
"¿Qué es eso?" preguntó Harry distraído, sin darse cuenta de su actitud.
"Ehmm… bueno, nosotros…"
"¿Beth¿Qué pasa?" interrogó él, notando el nerviosismo de su hermana.
"Vamos a casarnos, Harry" declaró ella al fin, como si hubiera estado conteniéndose por largo tiempo de decírselo. Respiró profundo y le miró, notando que su hermano había quedado en un estado de shock completo. "¿Harry?"
"¿Qué estás loca?" habló él, reteniendo el ataque de histeria que pugnaba por hacerse presente. "Beth, no puedes casarte. Eres muy joven aún" replicó.
"Eso no es cierto. No soy tan joven. No soy una niña ya, tengo 26, Harry" refutó ella.
"¿Lo ves¿Tienes sólo 26 y estás pensando en casarte con Ronald?"
"No estoy pensándolo" corrigió ella. "Voy a hacerlo, el año que viene" agregó.
"¿Qué?" exclamó Harry, viéndose callado por un i Shhh /i inmediato de su hermana. "¿Y cuándo decidiste esto, si se puede saber?"
"Hace un par de semanas" contestó Beth.
"Un par de semanas" repitió él, para sí. "¿Y porque no me habías dicho nada¿Lo sabe alguien más?"
"Mamá. Y los señores Weasley. Y, antes de que me lo reclames" se adelantó, viendo que Harry iba a replicar "no te lo había contado antes porque quería hacerlo cuando te viera personalmente. No hubiera sido bonito hacerlo por teléfono, Harry"
Él calló un momento, pero volvió rápidamente al ataque: "Vamos, Beth, piénsalo mejor. Seguramente todavía estas muy afectada por lo de papá y tomaste una decisión a las apuradas" trató de convencerla. "¿Cómo puedes saber que estás pensando en todo lo que esto implica?"
"No lo sé, Harry" reconoció ella. "Pero tampoco quiero saberlo. Amo a Ron, y él a mí. Eso es lo único que importa".
"Beth, no se trata sólo de eso" insistió Harry, sin darse por vencido.
"¿Y de qué se trata entonces¿Vas a decírmelo tú, que nunca has tenido a una novia que durara más de un mes?" replicó Beth, alzando un poco la voz. "¿Tú, que estás dando millares de vueltas antes de aceptar que quieres involucrarte como una persona normal con Ginny¿Eh¿Justamente tú vas a venir a decirme de qué se trata?" continuó, levantándose del banco y señalándolo acusadoramente. "No te hagas el protector, Harry, porque no tienes con qué. Acepta y comprende lo que te pasa a ti antes de querer darme clases acerca de qué se trata estar con alguien". Se volteó con la clara intención de alejarse de el, pero se dio vuelta otra vez a último momento: "Yo sólo quería que te enteraras ahora, y no delante de la familia entera más tarde, pero se ve que últimamente no se puede hablar contigo".
Y se fue, dejando a Harry totalmente perplejo en la mitad del jardín Weasley – Hayworth. No por su reacción, puesto que ellos solían pelear fuertemente, a pesar de que se llevaban muy bien la mayor parte del tiempo, sino por lo que le había dicho: según esas palabras, por más que pensaba que lo hacía, Harry no tenía idea de qué era lo que le pasaba con Ginny. Y, ahora que su hermana lo había puesto en duda, él no sabía si lo hacía realmente.
¿Qué era lo que pasaba¿Realmente estaba dando "millares de vueltas" porque aún no estaba seguro del todo acerca de sus sentimientos? Harry lo pensó detenidamente unos minutos, pero dio con que eso no era cierto. Estaba demasiado seguro de lo que sentía por Ginny, y era por eso que había accedido a ir despacio, tratando de asegurarse de que las cosas fueran a salir bien. Era por eso que estaba tomando todos los recaudos necesarios para que ninguno de los dos volviera a pasarla mal si era posible evitar que eso sucediera.
Por supuesto que sabía qué era lo que sentía. Estaba enamorado de ella, y había aceptado eso desde el día que lo había descubierto en su oficina, con Hermione a un palmo de su cara intentando devorárselo. Por supuesto que lo sabía.
"¿Harry?" le llegó la voz de Ginny, desde un lugar muy lejano. Sintió que ella se sentaba a su lado. "¿Estás bien?" preguntó, de la misma forma que lo había hecho esa mañana cuando se habían despertado. "Beth no entró muy contenta que digamos. ¿Pasó algo?".
"Ella y Ronald van a casarse" contó él, aún sin comprender muy bien aquello. "Le dije que esa no era una buena decisión y discutimos, eso es todo" agregó, escuetamente.
"¿Estás seguro? No parece que sea sólo eso lo que te pasa" insistió Ginny, viéndolo realmente ensimismado en lo que estaba pensando, fuera lo que fuera, y bastante confundido.
"No" admitió él al final. Había decidido que lo mejor era hablar las cosas, más los dos estaban involucrados en una forma tan directa como lo estaban en ese momento. "Hablamos sobre nosotros, también".
"¿Nosotros, Harry y Ginny?" preguntó ella, evocando la noche que se habían encontrado en Toulouse después de pasar dos semanas separados. Eso logró cortar con la tensión que Harry sentía y le permitió hablar con más soltura.
"Sí, nosotros" confirmó. "Ella dijo que yo no estaba… concretando, por así decirlo, nada porque no tenía claro qué era lo que sentía por ti" contó. Ginny no dijo nada. "Pero sí lo sé. Y tú sabes que lo sé¿no es cierto?"
Ginny se sonrojó, y Harry pudo notar eso a pesar de que el Sol ya estaba cayendo y la oscuridad empezaba a envolverlos. "Sí, lo sé. No tienes que preocuparte por eso".
"Y sabes que estamos haciendo esto sólo porque no quiero lastimarle¿no es cierto? Y que quiero que estés segura de lo que vamos a hacer" continuó, realmente interesado en que ella le confirmara esas cosas. Tenía miedo de que, así como Beth lo pensaba, ella tuviera la impresión de que él no tenía claras las cosas y que por eso no daba un paso más adelante.
"Sí, sé que todavía no ha pasado nada entre nosotros por eso, Harry. Y también te lo agradezco. Nunca nadie había hecho nada ni siquiera parecido por mí" dijo ella, bajando un poco la cabeza.
"No tienes que agradecerlo, Ginny" refutó él, levantándole la barbilla y obligándole a mirarlo. "Sólo estamos haciendo esto porque te quiero. Y porque lo que no quiero es perderte".
Ginny sólo le miró. Y, con esa mirada, le transmitió muchas más cosas de las que Kirsten, Audrey, Malcom, Philipp, Vince o Beth incluida pudieran haber dicho ese día.
Muy lentamente, como si tuviera miedo de que aquella envidiable atmósfera se rompiera si daba un paso en falso, Harry se acercó un poco más. "Hoy me dijeron que no ayudabas a nadie en el Clue" comentó jocosamente, tratando de cortar un poco con la melosidad que él mismo, sin darse cuenta, el había impuesto a la situación. "Pero lo hiciste conmigo. Y gané esa partida".
"Bueno, supongo que tú no eres nadie para mí" dijo Ginny misteriosamente, sonriéndole. Ella también se acercó un poco más y los dos quedaron más cerca de lo que hubieran estado en la última semana. Harry aún le sostenía la barbilla con una mano, mientras que la otra había ido a posarse en su mejilla.
"Es bueno saber eso. Pensé que lo habías hecho solo para demostrarme cuán malo soy en ese juego".
"Sí, es verdad, eres muy malo. Pero puedo enseñarte un poco si quieres" propuso ella, remoloneándole. "No encontraría ninguno objeción si me lo pidieras" agregó, mientras se acercaba más aún.
"¿No?" repitió Harry, comenzando a sentir esa agitación que se hacía presente cada vez que ella estaba tan cerca. "Tendría que considerar la opción de tomar clases, entonces. Podrías enseñarme más de una cosa" aceptó tentativamente, acortando la distancia, si eso era posible.
Y, justo cuando estaban tan cerca que el contacto era inevitable…
"¡Ginny, Harry!" la voz de Sarah atravesó el jardín desde la puerta trasera. Ginny cerró los ojos, aparentemente conteniéndose de lanzar una maldición en voz alta a su madre. "¡La cena está servida!" anunció la mujer, pasando por alto el hecho de que había interrumpido una escena más que importante a sabiendas de lo que estaba haciendo.
Harry se separó y retiró sus manos del rostro de ella. "Supongo que no nos darán tregua¿no?" dijo, resignado. Le extendió una mano y juntos caminaron por el verde césped hasta entrar en la casa de nuevo.
ººººº
Gracias a tabatas, Niniel 204, jamesandmolly, lore, amsp14, Alkas y a Danitabf por sus reviews para el capitulo anterior. Disculpen que no los haya respondido, pero estoy realmente sin tiempo.
¡Hola¿Cómo les va? Espero que muy bien
Finalmente cumplí con mi cometido y acá está, para todos ustedes, el capitulo 12.
No sé si me voy de viaje o no, porque mi madre cayó enferma, pero de todas formas se enterarán. Pero por ahora las cosas están así: si no me voy, verán actualizaciones prontas. Si no, no me verán hasta marzo, porque cuando vuelvo, aproximadamente el 18 de febrero, tengo, el 21 el recital de los Stones, el 23 el lanzamiento del Misterio del Príncipe y el 28 el recital de Franz Ferdinand. Con la excitación que voy a tener encima, no creo que la computadora esté dentro de mis cronogramas, aunque nada es seguro. Tal vez concentre toda la energía que va a sobrarme por esos días en terminar Cuando Harry conoció a Ginny y así verán como sigue esto antes de lo planeado. Pero, repito, nada es seguro.
Toda sugerencia, critica, tomatazo, ramo de flores (?) será recibido cordialmente en ese pequeño lugarcito que se llama review, al que pueden acceder con un simple click en GO. Ojalá hayan disfrutado el capitulo. Gracias a todos por haber leído!
Un beso inmenso! Que estén bien!
Adío!
