Capítulo III: reunión de amigos
Había pasado un mes desde la muerte del padre de Kagome. Ella por su lado siendo joven, no tuvo otro remedio que tomar el lugar de su padre.
La muerte de su padre en ese tiempo era la noticia más importante en la cuidad y ella, era el centro de atención...
El primer día que llegó, los seres que trabajaban en ese lugar se quedan helados a su presencia... primero que todo, era raro ver a una mujer en esos lugares y en segunda, que trabajará ahí... Miroku hace todo lo posible para que estuviera bien y se sintiera bienvenida.
Kagome sentía la muerte de su padre, pues fue algo inesperado y más porque.. vio al asesino enfrente y no pudo hacer algo para impedirlo... nada.
El asesino de su padre nunca fue identificado, al encontrar la policía el cuerpo y todo... ninguna prueba llegó al causante de dicha tragedia... del modo que queda en misterio todo...
Un día como todos ellos, Kagome se encontraba leyendo unos documentos que llegaron unos días atrás, asuntos extraños de los cuales le aborrecían un poco, Miroku en ese instante entra:
-¿Cómo te encuentras Kagome?- pregunta su amigo del modo que ella sonríe.
-Bien gracias, oye... no entiendo esto- Kagome le muestra aquellas hojas que la confundían un poco.
-Oh eso!... eran unos informes que tu padre jamás acabó- los lee por unos instantes- de hecho vienen de Naraku-san.
Al decir ese nombre, Miroku deja de sonreír y su rostro queda serio, Kagome se queda extrañada pues no entendía la razón de eso.
¿Sucede algo Miroku?- pregunta extrañada.
-... nada, sólo quería decirle que Naraku-san no es alguien de confiar, creo que te lo había dicho, no?- dice Miroku al dejar esos papeles en una carpeta.
-Es cierto, lo recuerdo- Kagome sonríe y sigue con su trabajo.
Miroku sale de esa oficina y se queda un poco extrañado, pues estaba Sango con un traje de color vino y su cabello se encontraba suelto.
-Hola Miroku- saluda la chica y Miroku la abraza.
-Oh bella Sango! Que feliz soy al verte, has venido a verme- dice Miroku mientras la abraza.
-Emm... en parte, tengo que hablar con Kagome- la chica se separa de Miroku dejándolo extrañado.
-De acuerdo, deja te acompaño- pregunta el chico al tomar su brazo y ésta sonríe pero se aleja una segunda vez.
-Iee, así está bien...
Sango entra a la oficina dejando a un Miroku suspirando.
-Ahh... esa es mi Sanguito, mi bella Sango- de ese modo, Miroku se va de ahí y continúa con su labor.
Dentro de la oficina, Kagome observa hacia la puerta y encuentra a su amiga con una sonrisa en sus labios.
-Sango!- Kagome deja los papeles y se levanta para saludar a su amiga- ¿Cómo has estado? ¿Todo bien?.
-Je si... ¿pero tú?¿Cómo va todo?
Al decir eso, Kagome deja de sonreír y su semblante se muestra serio, Sango se siente un poco mal por ello.
-Todo bien... sólo que... aún sigo sin creer lo que ocurrió con mi padre y sobretodo, que no se sabe quien lo asesinó...
Sango abraza a su amiga y le dice palabras reconfortantes... ella era igual su gran amiga. Sango proviene de una familia la cual era muy amiga de los Higurashi, de hecho eran hasta socios y cuando murió la madre de Kagome hubo un ligero distanciamiento, pero no provocó que ambas chicas se separan.
Miroku y Sango eran en pocas palabras, los mejores amigos de Kagome y ella en ese instante se sentía tranquila de tenerlos...
-Oh si, casi se me olvida- dice Sango como olvidando algo, Kagome se extraña.
-¿Qué pasa?- pregunta Higurashi.
-Jo, por qué no vienes hoy con nosotros? Hoy iremos a cenar juntos... hace años que no lo hacemos.
Kagome se queda pensativa y no tarda mucho en contestar, por lógica acepta la invitación.
-Entonces nos vemos esta noche en tu casa- dice Sango mientras se despide de ella.
-Claro!
Al final, Kagome acompaña a su amiga hasta la puerta pero... cual va siendo la sorpresa de ambas que...
-Buenas tardes Kagome-san- Naraku se encontraba enfrente de dicha oficina.
-Ah... buenas tardes...
-Dime solo Naraku- interrumpe a la chica y al decir esas palabras, toma con delicadeza la mano de Kagome y la besa, Kagome se siente extrañada a eso.
Sango nota claramente que el tipo llegó usando la fuerza, pues Miroku estaba sentado y su camisa se encontraba un poco maltratada, lo más extraño de todo, era que nota la presencia del ser que acompañaba a Naraku: el mismo que del cementerio.
-Arg! No tiene derecho a tocarme- contesta molesto Miroku.
-Keh!- era lo único que ese ser extraño dice, pero el amigo de Kagome nota una fría mirada detrás de esas gafas negras.
-Nani.... esos ojos...- Miroku nota que los ojos de ese hombre extraño no era de un color común, sino eran de un frío dorado...
-Basta, no es bueno discutir con él- dice Naraku con un tono un poco frío.
Kagome observa por unos instantes al hombre de cabellera plateada, su mirada queda prendida en la del ser; este por su lado siente la mirada delicada de la chica y...
-Kagome-san, veo que sigue los mismos pasos que su padre y eso que sólo tiene 18 años, tan joven y con esto... – comenta Naraku mientras Kagome sale de ese trance.
-Yo... además de todo, lo hago porque mi padre así lo hubiera deseado- comenta la chica mientras sonríe.
-Debo decirlo, tiene la misma sonrisa que su madre- Naraku habla y sonríe, pero incomoda a la chica.
En ese instante el hombre de gafas oscuras observa una vez más a Kagome, pues su sonrisa lo había alterado un poco.
-En fin, veo que tenía visitas... mejor me retiro- comenta Naraku- pero Kagome-san sería un gran honor que cenara conmigo en una ocasión.
-Puede ser- dice la chica pero... no notan que el hombre de gafas muestra una mueca de desaprobación.
Después Naraku se despide de la chica, el hombre que lo acompaña mira una tercera ocasión a Kagome pero... hace una leve inclinación. Los demás se quedan solos y Miroku se acomoda la corbata.
-Le dije que no podía entrar- comenta molesto el joven, Sango suspira y pone su mano en el hombro de su amiga.
-¿Irás alguna ocasión?- esa persona que lo acompaña no me da confianza- dice Sango un poco preocupada.
-Pueda que tengas razón, aunque hay algo que me llama la atención.
Sango y Miroku se miran mutuamente y luego de forma extraña miran a Kagome, ella se queda extrañada mientras que una gotita de agua aparece en su cabeza. Luego de eso, Sango deja el lugar y Kagome sigue con su trabajo.
-Estás segura de que no necesitas ayuda?- pregunta Miroku.
-No, así está bien... no te preocupes!
En ese caso, Kagome se queda sola y mira por unos instantes por la ventana... observa como Naraku y ese ser extraño salían del edificio... Kagome mira hacia el cielo y su mirada queda perdida; por unos instantes observa un paisaje antiguo...
Un paisaje lleno de árboles, el cielo tan puro y claro... era antiguo, el aire fresco rodea mi cabello...
Kagome sale de trance y se queda helada; era la primera vez que le pasaba eso, no entendía nada... no sabía lo que ocurrió y siente su cabeza sobrecalentarse, al modo que cae y se sostiene en su escritorio.
A causa de eso, Miroku entra rápidamente al lugar por el ruido de un vaso romperse; se asusta al ver a Kagome del modo que va a socorrerla.
-Kagome! Kagome!¿estás bien?
-Ah... Miroku...- Kagome se sentía un poco débil, Miroku por su lado nota que estaba a punto de desmayarse.
-No te pasó algo?- pregunta preocupado.
-Iee, gracias... solo deseo sentarme- dice la chica entrecerrando sus ojos por instantes.
De ese modo, Miroku sienta a la chica en el sillón que se encontraba enfrente del escritorio, y se queda ahí por unos minutos, luego, el chico le da una taza de té con el cual se siente mejor.
Unas horas después, Kagome se siente mejor y decide guardar sus cosas para regresar a tiempo a casa y arreglarse para esa reunión. Llega a su casa y Kaede la recibe como siempre.
-Niña, es bueno que esté de vuelta- dice la anciana al salir de la cocina.
Si, gracias Kaede.
-¿Todo bien? La veo y no me creo que esté en el lugar de su padre... tan chica y ya con esa responsabilidad- comenta Kaede mientras le quita el abrigo a la chica.
-Si, pero.... supongo que era lo que mi padre deseaba...Ah! saldré con Miroku y Sango esta noche.
-De veras?- eso es muy bueno por su parte- menciona la anciana tras guardar el abrigo en un armario.
-Si, las cosas aquí andan bien?- pregunta Kagome.
-Hai, es momento que coma algo- Kaede lleva a Kagome a la mesa y no tarda mucho cuando come.
El ambiente era silencioso y tranquilo, la chica estaba pensativa... por alguna extraña razón no dejaba de pensar en ese extraño ser que acompañaba a Naraku, termina de beber un poco y lleva los platos vacíos hacia la cocina, Kaede la ayuda.
-Veo que tenía hambre Kagome-chan ¿le gustó?
-Hai!, domo arigatou, iré a prepararme para salir- contesta Kagome.
Kaede asiente y ve como Kagome salía de la cocina y sube por las escaleras; camina un poco más lento y observa por unos instantes la puerta que daba con esa extraña habitación, la chica se acerca a ella y que da a pocos centímetros del picaporte.
-Lo mejor será que me apure, no puedo perder el tiempo... – la chica se aleja de la puerta y se dirige a su habitación.
Kagome se prepara para salir, mientras eso ocurre... en otro lugar, en una gran casa con vista antigua; un ser parecía que leía algunos libros, no se mostraba bien su rostro porque la luz de la vela era muy tenue pero se nota con claridad como una mujer se acerca a ese ser, lo abraza por la espalda; el hombre la quita con un poco de brusquedad.
-De veras que eres un gruñón, Sesshoumaru...- comenta la mujer al separarse de Sesshoumaru.
-Simplemente que no tienes derecho a tocarme- dice con frialdad.
-Ni que fueras no se qué cosa- comenta la mujer fastidiada.
Sesshoumaru cierra el libro y se retira, la mujer lo detiene con su abanico, el cual... molesta más al hombre.
-Vas a dejarme pasar o no- habla en tono amenazante.
-Oh... perdón... Lord Sesshoumaru…
-Calla ya Kagura.
Una voz se escucha desde el fondo, ambos seres voltean y se dan cuenta que era Naraku.
-Sucede algo Naraku?- pregunta la del abanico.
-Je, a pesar de todo no se llevan bien- dice Naraku con una ligera sonrisa en sus labios.
-... sin comentarios- contesta Sesshoumaru serio.
-En fin, Sesshoumaru... necesito un gran favor- el hombre se acerca a Sesshoumaru mientras decía eso.
Sesshoumaru se queda extrañado y más cuando Naraku sonríe, Kagura siente curiosidad por el momento y disfraza su sonrisa con el abanico.
-Quiero que vigiles a la hija de Higurashi.
NANI???- Kagura no entendía nada.
-Quiero una explicación a ello- Sesshoumaru cruza los brazos y fija su vista en la ventana.
-Porque es alguien que no quiero dejar pasar, ahora que su padre está muerto, tengo oportunidad para acercarme a ella.
-Asún así no le encuentro el caso...- Kagura habla y nota que Seshsoumaru asiente.
-De acuerdo, aún así... quiero lo que me corresponde, Naraku- contesta Sesshoumaru mientras lo mira a los ojos.
De ese modo el ser se retira y Kagura intenta saber alguna respuesta respecto a todo eso.
-Es necesario vigilarla, tú mejor que nadie sabes a lo que me refiero... ella es la única que puede lograr lo que deseo.
-Arg! Me tienes harta con ese cuento! De veras que sucedió todo eso que cuentas?- pregunta Kagura fastidiada.
-Si, por desgracia Sesshoumaru nunca murió... pero en este tiempo, así será.
Sesshoumaru sale de esa casa y mira el manto oscuro, sus fríos ojos dorados apuntan hacia esas estrellas... era una bella noche, luego baja su vista y observa sus manos y de pronto, esas garras que poseía desaparecen, sus orejas puntiagudas son como humanas, había cambiado...
Por otro lado... Kagome, Sango y Miroku estaban caminando por las iluminadas calles de Tokio, los tres miraban los aparadores de algunas tiendas, era divertido.
Mientras caminan, un hombre de más o menos la misma edad que Miroku se les aparece, tenía cabellos azabaches y ojos casi azules.
-Kouga! que sorpresa es verte por aquí!- dice Kagome bastante alegre.
-Kagome-chan- Kouga se acerca a ella y toma su mano- es un honor verte.... ah! hola Sango, Miroku- dice Kouga al ver casi olvidados a ellos.
-Un poco más y no nos ves, Kouga- contesta Sango con una mueca entre seria y divertida.
-Pensé que estabas en Canadá- Miroku le estrecha la mano y el chico sonríe.
-Llegué ayer... pues el trabajo pedía que regresara a Japón pero sobretodo...- Kouga observa a Kagome- la muerte de Higurashi-san...
Kagome por unos instantes baja su mirada y luego sonríe, Kouga pone su mano en el hombro de la chica.
-Todo saldrá bien...
-Gracias- responde Kagome más tranquila.
-Mou, a dónde iremos?- pregunta Sango.
-Je, bueno... veo que están en reunión, yo invito la cena!!!- grita Kouga mientras abraza a Kagome.
-Jejejeje- reía nerviosa la hija de Higurashi.
-Si!- Miroku hace lo mismo con Sango pero... su mano se baja y....
-PLAF!
Sango le da un bofetón y todos siguen caminando.
Desde lo alto de un edificio, Sesshoumaru parecía que observaba lo ocurrido... luego mira el cielo.
-Quien imaginaría esto....
Sesshoumaru se queda mirando por unos instantes ese instantes, pero sobretodo... a Kagome, su mente se pierde... ella era el centro de atención.
-El tiempo pasa... es igual a ella...- pensaba el youkai hasta darse cuenta que habían desaparecido los chicos.
Entonces, Sesshoumaru decide seguirlos saltando desde el edificio y camina rumbo al mismo lugar. Al aterrizar, saca de sus ropas sus gafas negras y con ellas oculta sus hermosos ojos dorados, sólo para no llamar la atención y camina.
Los chicos llegan a un restaurante en el cual ellos iban seguido en años atrás, no era muy elegante pero degustaban de los platillos que se servían. Las chicas encuentran un lugar y se sientan mientras que Miroku y Kouga las siguen.
-Hace tiempo que no pasaba por aquí- comenta Kouga al tratar de recordar viejos tiempos.
-Si, pues hace tres años que dejaste Japón- contesta Miroku.
-Vayamos a pedir algo, ya tengo hambre!- contesta Sango mientras nota que una mesera se acercaba a ellos.
En ese instante, todos piden la cena... Kagome realmente se sentía más tranquila, sus amigos eran ya lo más importante ahora que su padre había dejado este mundo. Kouga por su lado, era otro de los mejores amigos de ella, sobretodo es hijo de una familia amiga de la de Miroku; ambos chicos conocieron a Kagome siendo chicos pero... la familia de Kouga por extrañas razones un día amaneció sin vida en su casa...de ese modo, el chico decidió dejar el país. También su familia conocía a los Higurashi y el padre de Kagome decidió apoyarlo y gracias a ello, Kouga tenía el mismo puesto que Miroku en ese mundo extraño.
El ambiente era divertido por lo mismo que todos recuerdan momentos alegres de sus vidas atrás, contaban anécdotas que siempre recuerdan...
A las afueras de ese lugar, Sesshoumaru había llegado estaba ahí de forma discreta... estaba cumpliendo casi al pié de la letra las órdenes de Naraku pero... de pronto ve que un coche te tamaño mediano se estaba acercando al lugar pero sobretodo, dentro de él estaban unas personas un poco extrañas.
El auto se detiene y salen cuatro personas de él vestidas de negro... de sus manos sacan lo que parecía un teléfono celular y uno de ellos llama a un número.
-Si, ...aquí está... pero parece que tiene compañía- decía uno de los hombres.
Momentos después ese mismo hombre guarda el aparato en sus ropas y estos van hacia el restaurante...
Los cuatro chicos seguían platicando hasta que... sienten que esos mismos cuatro hombres se les acercan.
-Buenas noches...- dice uno de los hombres.
-Ah?... –Kagome se queda extrañada.
Pero, Kouga se queda helado a lo que veía... parecía que los conocía de algún lado, en eso... dos de ellos, sacan sus armas y se las apuntan a las chicas.
-Lo hemos estado buscando joven Kouga...
-Us...tedes... de nuevo?- decía Kouga entre temeroso y serio.
-Nani?... qué quieres decir con eso, Kouga?- pregunta Miroku extrañado.
Las chicas estaban heladas y aterradas, Kagome sentía el arma fría en su espalda al igual que Sango... no les queda de otra que salir de ahí, los hombres los llevan a un callejón que estaba detrás.
-Será mejor que se rinda... pueda que a sus amigos los dejemos con vida- decía uno de ellos.
-Malditos...- Kouga estaba realmente furioso.
-Kouga... no entiendo nada de lo que ocurre aquí!- dice Kagome asustada.
Uno de los hombres se queda sorprendido al verla, parecía igual conocerla.
-Pero... es la hija de Higurashi...je, esos si que es coincidencia.
-Oye, y si matamos a dos pájaros de un tiro? Seriamos la sensación!- dice otro de ellos mientras apunta su pistola a Kagome.
-No! ni se atrevan!- Sango intenta escapar pero su cuello estaba cerca de una navaja.
-Ustedes le hacen algo y ...- Miroku igual intentaba hacer algo pero, es detenido con un golpe que lo hace tambalear.
Kouga no le importa y hace un intento por alejar a esos hombres de Kagome, pero es golpeado y acuchillado... Kagome estaba helada a lo que estaba viendo... por su mente, pasan unas imágenes borrosas... algo que la aterra...
Era oscura la noche, sin estrellas ni Luna... en el suelo... un cuerpo sin vida... en un charco de sangre... y al fondo... alguien, una silueta...
Kagome no movía ni un músculo, sólo grita... grita con todas sus fuerzas... en eso, Sesshoumaru escucha tal ruido y llega hasta el lugar.
El ser observa a Sango en una pared y en sus brazos tenía aun golpeado Miroku, mientras que Kouga yacía en el suelo mientras sus ropas comienzan a mancharse de sangre y del otro lado... a Kagome aterrada...
Los hombres notan la presencia de Sesshoumaru, éste se quita sus gafas y los hombres se quedan sin palabras al ver esos fríos ojos dorados... una mirada que mostraba respeto.
-... dejen de molestar...- dice el ser muy fríamente.
-Pero... usted... quien es?- dice temeroso uno de esos hombres.
Kagome por su lado no aguanta más y cae desmayada mientras que Sango cierra sus ojos y se acerca más a Miroku, Kouga no parecía reaccionar...
-Será mejor que los deje en paz...- amenaza Sesshoumaru.
-Quiero verlo...- lo desafía otro de ellos.
Dispara el hombre, jala del gatillo y la bala sale a toda velocidad en dirección de Seshoumaru, éste sonríe y desaparece; el hombre se queda helado.
El ser aparece de nuevo a las espaldas del hombre, éste se queda helado al ver la más fría y calculadora mirada que ha visto... la mirada de Sesshoumaru solo mostraba que esa era la víctima que acabaría en ese instante, su presa.
El hombre es golpeado y decide escapar junto con los otros tres... pero, Sesshoumaru se adelanta a ellos y mata a tres usando sólo sus garras que habían aparecido... y queda uno, el terror lo recorría en todo su cuerpo.
-Te mataré...- dice Sesshoumaru.
Cuando dice esas palabras, la Luna de su frente aparece al igual que las líneas de su rostro y sus orejas puntiagudas... había regresado en si, era el verdadero Sesshoumaru.
-Ah!.... no... no...
Sesshoumaru no tuvo piedad alguna y lo mata, de sus manos aparece un látigo de color verdoso con el cual parte en dos el cuerpo de ese hombre y que cae sin vida al suelo...
-... a pesar del cambio, sigue siendo lo mismo...- piensa el youkai mientras regresa a su apariencia falsa.
El hombre de cabellera plateada se acerca a la chica, ella estaba en el suelo y de pronto abre sus ojos, Sesshoumaru la observaba.
-Us...ted...- dice Kagome.
-No la hirieron?- pregunta Sesshoumaru.
-Iee... gracias...
En ese instante, Kagome sonríe, para Sesshoumaru fue algo inesperado... por unos instantes en su mente se forma una imagen...
Sus largos cabellos azabaches, su piel de nieve... sus ojos cafés que cautivan... esa sonrisa que hasta el más frío corazón hacía sentir...
-Está... bien?- pregunta Kagome al verlo extraño.
-Nada... su amigo necesita ayuda, llévenlo cuanto antes a un hospital- dice Sesshoumaru al alegarse y ponerse sus gafas.
Sango ayuda la levantar a Miroku y éste estaba adolorido... y decide llamar a una ambulancia...
-Gracias...- agradece Sango al hombre, pero este no le dice más.
Sesshoumaru se va de ahí, mientras que Kagome observa como se iba... ella había visto esos ojos dorados que ocultaba en esas gafas.
-Su mirada... parecía triste...- decía casi en un murmullo.
-Kagome! Hay que llamar a una ambulancia... está muy herido!- dice Sango.
-... hai!...
De ese modo, toman el teléfono de Miroku y marcan, Miroku por su lado observa el lugar por donde desapareció Sesshoumaru.
-Quien eres... realmente?- piensa Miroku.
Fin del capítulo III
Oh kami!.... como ven, Kouga casi muere aqui, pues unas personas extrañas lo querían muerto... en fin, Sessh 'por casualidad' llegó ahí y salvó a todos pero... Miroku está algo pensativo... qué sera?
Bueno, creo que después de todo siento que este capi fue un poco tranquilo, a excepción de lo último... en fin, no se pierdan el siguiente capi de este fic y claro, ahora nos vamos con los reviews!
Rerry: hola, gracias... jejeje ok XD, bueno ojalá que este capi igual te haya gustado... descuida, ya sé hasta qué grado podré hacerlo... jejeje grax por el review!
Kagome-N: pues como la ves?... Sesshoumaru fue mandado por Naraku para asesinar a Hiro, pero Kagome hasta ahora no sabe que él fue el asesino, la manera en como se fijará en éste... lo irás viendo poco a poco, bueno, admito que algunos capis por el momento no lo será, ok?... si, Kouga como viste aquí, ya hizo su aparición aunque estuvo a punto de morir y Kikyou... si, también hará su aparición pero MASSSSSS adelante, casi hasta al final... mmm si, creo que sera perrikikyou XD, jejejeje grax por el review!
Meg-ek: como tú misma lo dices... la muerte de Hiro es el comienzo de todo lo que poco a poco irá ocurriendo y tiene su razón! eso se dará a conocer más adelante pues aparte de la muerte de Hiro falta otra más, eso no lo diré porque algunas cosas se desvelarían antes de tiempo XD, gracias por tu review y tu apoyo!
Hitoki-chan: jo, ya quisiera yo que Sessh cayera en algo tan... bajo como palabras venenosas de Naraku; no, Sessh está con Naraku por... digamos una especie de trato, Naraku está en busca de algo mientras que Sessh la mujer que lo selló en el pasado, como todo recae en los Higurashi... pues se unieron... aunque presiento que Sessh no estará mucho tiempo a lado de Naraku.... jejeje XD! grax por el review!
Bueno son todos y los dejo! jejeje perdón por la tardanza pero estuve medio ocupada el fin de semana XD, nos vemos y no se pierdan el siugiente capítulo de Eternity!!!!!!!!
Se despide con cariño,
Bunny n.n
