Capítulo III:

Detrás De La Máscara

Era mediodía cuando la joven princesa se disponía a tomar una cabalgata por el bosque. Condujo al robusto caballo blanco hasta la entrada del palacio, frente a la gran fuente hecha de fina piedra; donde empezó a colocarle el equipo necesario.

-No creo que sea apropiado que salgas sola.

Una mirada penetrante seguía cada uno de sus movimientos. Ella se percató, sin siquiera voltear, de quien se trataba.

-No me molestaría un poco de compañía.

Heero, sin mayor expresión en su rostro, se dirigió hasta el establo en busca de su caballo. Asi que tomó su hermoso corcel negro y salió con el hasta Relena.

Ella llevaba un ligero vestido color rosa perlado con diminutos detalles en oro puro, una capa marrón y su cabello recogido. Ella lucía más hermosa que en la mañana. Claramente él lo había notado por sus largas miradas a su angelical faz.

Una vez los dos estaban montado en sus caballos, ambos partieron dejando atras el lujoso palacio para internarse ene el bosque. Alli la luz solar era tenua, los arboles con flores recién brotadas y una fragancia a heno se podía oler en el aire.

Tan pronto pudieron apreciar la belleza de la naturaleza, ambos disminuyeron la marcha.

-Heero ¿por que te presentaste de esta manera?

Cuestionó Relena repentinamente con voz firme mientras lo miraba a los ojos.

No hubo respuesta alguna de su parte. En vez de ello, solo volteó la mirada hacia el frente, mientras el caballo seguía andando.

Relena simplemente sonrió ampliamente y se detuvo. Justo allí donde un rayo de sol iluminaba su cabello de oro y la hacia ver angelical.

-Bueno solo queria decirte que me hace muy feliz tu llegada…perdón, la de ambos.

Heero también paro al caballo. Por unos minutos se quedó contemplando la belleza de la jovencita.

Recordaba como era la ultima vez que se habian visto por última vez, hacia algunos meses: su cabello color oro era largo y brillante, su figura era esbelta y su cuerpo bien formado, tenia una voz melodiosa, un rostro angelical y terso, labios carnosos y rojisos, y ojos cristalinos; exactamente como la podia observar ahora.

Era la 1:oo de la madrugada y la oscuridad todo lo cubría, sin embargo la luna con todo su esplendor iluminaba con su tenua luz.

Relena se hallaba sentada relativamente sola en los escalones exteriores del palacio, observando el hermoso jadín real repleto de flores. Cuando repentinamente alguien le toco el hombro, lo que causó que ella empezara a gritar de la impresión y sus ojos se llenaran de temor.

-Shhh calma, soy yo Relena

Dijo una voz masculina a su oído, una voz muy familiar y reconfortante pero que no escuchaba desde hace mucho. Así que se calmo, pero aun tenía un poco de temor cuando empezó a girar su cabeza para encontrarse muy de cerca con la faz de un joven de ojos oscuros. Aunque su rostro le parecía muy conocido no podía reconocerlo.

El apuesto individuo se quedó inmóvil, apreciando la belleza de la princesa sin embargo en ningún minuto cambió la expresión de su cara.

-Su majestad, soy Heero Yuy

Entonces entendió todo, recordo su infancia, el reino, la guerra,…el niño….


A/N¿Qué les pareció este capítulo? Quise hacer un capítulo dedicado a la base de esta historia, Relena y Heero. Aquí descubrieron que aquel día que Heero y Duo se presentaron no fue la primera vez que se habían vuelto a encontrar después de tantos años. Relena y Heero se habían comenzado a ver secretamente desde algunos meses atrás. Y más descubrimientos se harán en los siguentes capítulos así que sigan leyendo. Algunos por ejemplo serán la primera aparición del villano de esta historia y la de príncipe, autor de la carta a Relena (capítulo anterior).

Espero que les haya gustado este capítulo y disculpen por algunas faltas ortográficas, mi problema es codificar mi teclado al español. Y manden sus reviews, estaré esperando.

Hasta el próximo capítulo.