Flash back

El teléfono suena insistentemente en la mansión Daidouji, hasta que la propia Tomoyo es quien levanta el auricular.

-Buenas tardes, residencia Daidouji.

-¿Tomoyo? ¡Hola! Habla Sakura.

-¡Hola querida Sakura! Me sorprende que llames, ¿se te ofrece algo?

-Sí, es que quiero pedirte un enorme favor.

-Claro, dime qué pasa, ¿acaso necesitas que te confeccione un vestido nuevo? ¿Tienes una cita con Shaoran? ¡No te preocupes! Tengo unos modelos con los que te verás soñada.

-No, no, je je, no es nada de eso. -responde con una risita nerviosa y una gota en la cabeza.- Lo que pasa es que quiero saber si puedes acompañarme al aeropuerto.

-¿Al aeropuerto?¿Para qué?¡No me digas que piensas irte de viaje! Sakura, recuerda que las clases en la Universidad empiezan la próxima semana.

-¡No! Lo que pasa es que... Yo... Yo... Verás... ¡Ah sí! Tengo que comprar un boleto para mi papá.

Tomoyo de inmediato capta el nerviosismo de su amiga, pero no dice nada.

-Claro, ¿cuando quieres ir?

-Hoy mismo, dentro de una hora. "No entiendo por qué Eriol me acaba de avisar que vendría; si me lo hubiese dicho antes le habría hecho una fiesta de bienvenida o algo así. Además, ¿por qué no quiere que Tomoyo se entere? Sólo me pidió que la llevara al aeropuerto sin decirle nada..."

-¡Sakura! ¿Estás allí?

-Sí, perdón, es que me quedé pensando... Entonces, ¿sí puedes acompañarme?

-Claro, ¿quieres que pase por ti?

-Si no es mucha molestia.

-De ninguna manera, estoy en tu casa en una hora. ¿De acuerdo?

-Sí, aquí te espero.

Las chicas cuelgan el auricular. Tomoyo se queda bastante pensativa, ¿por qué Sakura se había puesto tan nerviosa? Conoce perfectamente a su amiga y sabe que ella no era nada buena mintiendo, pero, ¿por qué habría de hacerlo?

El papá de Sakura siempre compraba sus boletos de viaje él mismo, eso si no lo hacía cualquiera de sus asistentes, así que obviamente no iban al aeropuerto por los boletos, pero entonces, ¿a qué iban?

Se arregla rápidamente para no hacer esperar a Sakura, y a la hora indicada toca el timbre de la casa de su amiga.

Sakura la hace pasar y termina de arreglarse. Convencer al pequeño Guardián para que se quedara en casa resulta una tarea difícil. De hecho sólo acepta quedarse cuando Tomoyo le promete cocinarle un pastel tan pronto estuviese de regreso.

Sin que lo esperasen, justo cuando salen de la casa, Shaoran toca el timbre. Sakura le abre y al ver que las chicas van de salida, le pregunta a su novia hacia donde van. La antigua Card Captor titubea al responderle, lo cual sorprende mucho al joven, así que Tomoyo toma la palabra y le dice que se dirigen al aeropuerto a comprar un boleto para el papá de Sakura, y como el medio de transporte es su auto, lo invita a que las acompañe.

A tres años desde el regreso de Lee a Japón, él era un tanto menos huraño, pero aun celoso con su adorada Sakura, así que al ver el extraño comportamiento de su novia, no duda ni un instante en aceptar la invitación.

Los tres jóvenes salen de la casa. El camino es silencioso, cada cual tenía varias cosas en la cabeza, así que no conversan. Una vez en el aeropuerto, lo primero que hace Sakura es revisar la lista de llegada de los vuelos, lo cual sorprende a sus acompañantes.

Escuchan que un vuelo acaba de aterrizar, pero no alcanzan a escuchar de donde proviene.

Sakura le pide a Shaoran que la acompañe a revisar algo, y le dice a Tomoyo que espere un momento. Totalmente sorprendida ante el repentino abandono de su amiga, ella acepta.

Tan pronto están a solas, Shaoran le dice:

-Esa presencia tan poderosa es la del Mago Clow, ¿no es así?

-Sí, lo es, ¿la sientes?

-Por supuesto que sí. Así que por eso estamos aquí, porque Hiragizawa regresaría. ¿Se puede saber por qué no me lo dijiste Sakura? -pegunta muy serio.

-Pues yo también me acabo de enterar. Eriol me llamó hace unas horas y me pidió que trajera a Tomoyo aquí sin decirle nada.

-¿A Tomoyo? Es decir, tú no te quedaste de ver con él ni nada parecido...

-Ay, Shaoran, ¿qué creíste? ¿Que me iba a ver con Eriol a solas sin que tú estuvieras enterado?

-Bueno, pues... Es que estabas comportándote bastante extraña, además, ¿por qué me mentiste cuando te pregunté a dónde ibas?

-¡Por Tomoyo! Recuerda que ella no debía enterarse.

-Bien... En ese caso te pido perdón Sakura. No debí haber dudado de ti.

-No te preocupes, tenias razones para desconfiar. Ahora sólo ayúdame a encontrar a Eriol

Caminan por la sala de espera del aeropuerto de Tokio, pero Eriol aun no aparece; extrañamente él ha escondido su presencia y sin magia se les complica encontrarlo.

Tomoyo aun no comprende el proceder de Sakura: la había llevado allá con mentiras, Shaoran no estaba enterado de nada, se había ido a buscar quien sabe que cosa y la había dejado sola.

"Bueno, quizá ella tiene algún asunto importante que arreglar" piensa la joven Daidouji, y por ello, en vez de aburrirse y quejarse, prefiere caminar y visitar las tiendas que había dentro.

En el aparador de una tienda de antigüedades encuentra una muñeca de porcelana hermosa. Su mamá le había regalado varias desde que era pequeña. Tenía una colección impresionante de ellas, pero ésa de la vitrina tiene algo especial. Es de cabello negro, tez blanca y unos ojos de color azul cielo. Su diminuto vestido es violeta y de un diseño bastante interesante y hermoso, al igual que los accesorios que la acompañan. Se parece a otras tantas que tiene en su casa, pero definitivamente esa posee un toque que las otras no.

Es la más costosa de todas, quizá por el material, o por los delicados y perfectos trazos que mostraba el rostro, pero decide que esa muñeca sería de ella.

Entra a la tienda y pide que se la muestren; comprueba que realmente era una obra de arte...

-Se ve que es usted conocedora, esta muñeca es de mediados del siglo XIX, pero como se dará cuenta, está en perfecto estado. El precio es bastante alto, pero bien vale la pena...

Tomoyo siente de pronto un leve escalofrío, y de soslayo ve que alguien entra a la tienda, pero le parece descortés dejar a la joven vendedora hablando sola, así que la sigue escuchando.

-...nos llegó ayer desde Londres.

-Así que esta pequeñita también es londinense... -murmuró.

-¿Perdone?

-¡No, nada! ¿La podría poner en una caja? Me la llevo.

-Por supuesto.

La dependienta se aleja de Tomoyo y metió a la muñeca en su caja, después en una bolsa de papel y regresa con el paquete.

Cuando Tomoyo pretende sacar de la cartera su tarjeta de crédito, recuerda que está se ha quedado en el auto, así que da un suspiro de resignación.

-Olvidé en mi automóvil la cartera, ¿podría esperarme diez minutos? Enseguida regreso.

Da media vuelta luego de recibir la respuesta afirmativa de la chica. Pero antes de poder dar siquiera un paso, escucha una voz varonil, la cual, curiosamente, le parece conocida, que dice:

-¿Me podría dar el precio de la muñeca que la señorita estaba viendo?

-Cla... Claro, cuesta $1,000.00 dólares. -responde la muchacha con un leve rubor en sus mejillas al observar a su interlocutor.

-Démela, por favor.

-Pero... -musita la vendedora, sin embargo, luego de ver los hermosos ojos azules de aquel atractivo muchacho y su cautivadora sonrisa, no opone mayor resistencia, y aunque ve a Tomoyo sorprendida, hace la venta.

La joven Daidouji sigue la escena unos instantes más y aunque no observa con detenimiento al joven que había adquirido la muñeca, al menos desea que quien fuera que recibiera ese hermoso regalo lo valorara.

Sale de la tienda algo triste por no haber comprado lo que quería, pero prefiere no darle importancia al asunto y toma asiento para esperar a Sakura y Shaoran.

Alguien se sienta junto a ella, y de nuevo un escalofrío le recorre la espalda... ¿Acaso se iba a resfriar?

-La joven que recibirá este regalo lo valorará, de eso estoy seguro. -dice quien está a su lado.

-¿Disculpe? -contesta sorprendida.

-Eso fue lo que deseaste cuando viste que la compraba, ¿no es así?

Voltea a verlo en ese momento: es el mismo chico de la tienda. Trae con él un par de maletas, y viste un pantalón negro acompañado de una camisa crema. Usa anteojos y sus ojos son de un hermoso color azul. Es muy parecido a...

-¿Cómo sabes lo que pienso?-comienza a tutearlo sin darse cuenta.

-No lo sé, sólo lo siento, lo percibo. -responde con una sonrisa, una que Tomoyo recuerda perfectamente bien.

¡No era posible! Ése chico estaba utilizando...

-Magia, así es. Veo que tienes una memoria espléndida.

Tomoyo abre los ojos de par en par al darse cuenta de quien estaba frente a ella.

-¡¿E- Eriol... Es decir, Hiragizawa!

-Así me llamo... -contesta con una sonrisa.

-¿Qué haces en Japón? ¿Hay algún problema con Sakura?

-Ninguno, sólo decidí cambiar de ambiente.

-Pero, no entiendo. ¿Por qué Sakura no me dijo que a eso veníamos al aeropuerto?

-Quería sorprenderte... Sorprenderlos -se corrige.

-Lo haz hecho, te lo aseguro.

-Haz cambiado mucho Daidouji. Te recordaba linda, pero ahora eres en verdad hermosa. Basta con verte y ver las miradas que te dirigen los hombres aquí presentes.

Tomoyo se avergüenza de inmediato. Varias veces le han dicho que lo bella que es, pero nunca creyó que escucharía esas palabras del chico al que quería, el chico que había tratado de olvidar durante mucho tiempo, sin conseguirlo.

Trata de reponerse de la sorpresa y cambiar el tema, por lo cual atina decir:

-Gracias. Aunque el tiempo pasa rápido, la última vez que te vi fue cuando nos visitaste el día en que Sakura, Shaoran y yo nos graduamos de la secundaria, hace tres años.

-Así es, ha pasado bastante tiempo desde entonces, creo que todos hemos cambiado.

-Debe ser así. Tú también luces diferente, aunque en esencia creo que sigues siendo el mismo; igual de bromista que cuando éramos niños, porque puedo apostar que quien quiso mantener tu regreso en secreto fuiste tú, no Sakura.

-Acertada como siempre.

-Y ahora que lo pienso, me sorprende que Sakura y Shaoran no estén aquí ya. Debieron de haber sentido tu presencia...

-Definitivamente sigues siendo la misma Daidouji que conocí, no se te escapa nada.

-Espera, si no nos han encontrado es porque tú no haz querido, ¿no es así?

-Exacto.

-¿Por qué? Supongo que tienes deseos de verlos; además, la muñeca debe ser para Sakura, ¿o no?

-No. ¿Te imaginas la cara de Lee si llegase a darle un obsequio a su novia?

-Je je, puedo darme una idea. Pero no entiendo por qué la compraste. ¿Acaso eres coleccionista?

-No. Te dije que quien recibiera esta muñeca valoraría el obsequio, y no conozco a nadie que cumpla esa tarea... excepto tú.

-¿Yo?

-Sí, tú. Pensabas comprarla y yo te la he quitado de entre las manos para obsequiártela.

-Pero no tenías por qué hacerlo, Hiragizawa, no era necesario.

-Más que tener que hacerlo, quería hacerlo. Así que por favor, acéptala.

-Pero...

-Por favor.

-¡Mu... Muchas gracias!

Al darse cuenta de que esas palabras no son suficientes para expresar la felicidad de su alma, no tanto por el regalo, sino por volver a ver a Eriol, Tomoyo lo abraza y se hunde en ese olor tan delicioso que el muchacho despide.

Por primera vez a sus dieciocho años, Eriol siente un extraño calor en sus mejillas que no logra detener. Aunque duda al principio, también estrecha a la joven en sus brazos, y la sensación le agrada. Nunca imaginó que su obsequio haría tan feliz a Tomoyo, definitivamente lo haría más seguido, porque lo que estaba sintiendo era verdaderamente encantador.

-¡Se ven tan lindos así! ¿No opinas lo mismo Spi? ¡Por fin te veo sonreír con sinceridad, después de tanto tiempo, Eriol!

La sonora voz de la joven que ha gritado prácticamente a mitad del aeropuerto, pertenece a Nakuru Akizuki, la falsa identidad de la guardiana Rubí Moon. Los chicos se separan algo avergonzados ante la presencia de sus amigos, pues Sakura y Shaoran también están allí.

-Ehm... Nakuru, por favor... Daidouji, supongo que también recuerdas a mi guardiana.

-Claro que la recuerdo, señorita Akizuki, es un verdadero gusto volver a verla después de tanto tiempo.

-A mí también me alegra estar de regreso en Tomoeda y volver a ver a usted, a Sakura, a sus amigos, y sobre todo a mi queridísimo Touya.

Una gota de sudor corre por la cabeza de todos los presentes. Indudablemente sería a ser necesario decirle a la bella guardiana que el hermano de Sakura tenía bastante tiempo saliendo con el joven Tsukishiro.

-¿Y por cuánto tiempo van a estar aquí? -es lo primero que quiere saber Lee.

-Indefinidamente. -responde con rapidez Eriol, y para evitar más cuestionamientos en cuanto al tema, enseguida agrega-. Pequeña Sakura, no cabe duda que el tiempo pasa rápido, estás mucho más bella que la última vez que te vi.

-Gracias Eriol -contesta toda roja- Tú también te ves muy bien.

-Y tú, mi querido descendiente, haz cambiando físicamente, pero resulta evidente que tu cariño y sobreprotección por tu novia es igual, o quizá mayor, que cuando estudiábamos la primaria. ¿Qué dices, me equivoco Daidouji?

-Estás en lo correcto.

-¡Bueno ya, es hora de irnos! -responde muy serio el muchacho chino.

Fin del flash back

-¿Shaoran, acaso crees que olvidaría lo que sentí cuando volví a ver al amor de mi vida, después de tanto tiempo? -contestó Eriol, dirigiéndole una amorosa mirada a su novia.

-He ahí otro punto, ¿por qué si ambos se querían desde aquel momento, esperaron que pasara un año para estar juntos? Pudieron haberse ahorrado todos esos problemas si hubiesen hablado desde el principio con la verdad.

-¡Mira quien lo dice! -dijo con la voz muy en alto Tomoyo, algo raro en ella y que definitivamente sorprendió a los que estaban allí presentes, pero nadie pudo decir nada, pues ella continuó con su discurso.- Shaoran, te recuerdo que pasó poco más de un año para que tú le hablaras a Sakura sobre tus sentimientos; además, si Eriol no los hubiese encerrado en el elevador el día de la convención de ositos de felpa, ni siquiera se hubieran empezado a llamar por sus nombres.

-Amor... -dijo Eriol tratando de llamar la atención de su novia.

-Pero en aquellos tiempos, cuando teníamos 10 años -dijo recalcando lo último- ustedes fueron quienes insistieron en que le confesara mis sentimientos a Sakura. Tú directamente y Eriol con sus artimañas. -le respondió Shaoran poniéndose de pie y apoyando ambos brazos sobre la mesa.

-Shaoran... No es... -trató de decir Sakura, pero Tomoyo no la dejó continuar.

-¿Y lo conseguimos? ¡No! Tuvieron que pasar un sin fin de calamidades para que eso ocurriera. Y eso fue nuevamente gracias a que mi Eriol puso a prueba a Sakura. -respondió adoptando la misma posición que su interlocutor.

-Amor... -repitió Hiragizawa, sin embargo ella seguía enfrascada en la "conversación" con Shaoran.

-Querrás decir que la puso en peligro.

-Shaoran Lee... -musitó Sakura, pues la discusión entre su novio y su mejor amiga era en verdad acalorada.

-¡Eso no es cierto! Él lo tenía todo bajo control.

-Amor... -Eriol seguía insistiendo y tomó a Tomoyo de la cintura para invitarla a tomar asiento nuevamente. Por primera vez veía a Tomoyo dispuesta a vencer en esa disputa verbal.

-Sí, él lo controlaba todo mientras nosotros luchábamos desesperadamente. Además Tomoyo, tú no recuerdas nada porque en ese momento estabas placidamente dormida. Claro, él no se iba a arriesgar a que te pasara nada, mientras que nosotros nos jugábamos la vida en su absurda prueba final.

-¡Bueno ya! -gritó Sakura.- Shaoran Lee, Tomoyo Daidouji, qué caso tiene esta discusión si al final de cuentas estamos aquí, los cuatro, más felices que nunca porque al fin somos libres de decirle a nuestra persona especial que tan grande es nuestro amor.

-Además, todos tuvimos que pasar por pruebas muy difíciles para conseguirlo. Shaoran y Sakura vivieron el enfrentamiento que tuvieron conmigo y después la aparición de la carta vacío. Nosotros, mi adorada Tomoyo, nos enfrentamos a Julián, nos enteramos del pasado que nos unió y aceptamos nuestro amor.

-Sí, tienen razón. Lamento haberte gritado Tomoyo.

-No, no te preocupes Shaoran, yo también me puse bastante histérica. Discúlpame. –reconoció la muchacha bastante avergonzada por ese exabrupto.

-Créeme amor, hasta a mí me diste miedo. Creo que ya no pondré a prueba tu gentil temperamento.

-¡Eriol!

-Era una broma. Cielo, será mejor irnos, ya es de noche y sin magia, no quiero arriesgarte andando por la oscuridad de las montañas.

-Claro... Hasta mañana Sakura; adiós Shaoran, que descansen.

La joven pareja salió de la cabaña tomados de la mano mientras que Sakura y Shaoran los despedían desde la puerta. En ese instante, la maestra de cartas pareció tener una visión de lo que sería el futuro. Indudablemente el algún momento de sus vidas, ella y Shaoran, su futuro esposo, despedirían desde el umbral de su próximo hogar a sus amigos.

Por su parte, Eriol y Tomoyo llegaron a la cabaña y tras una pequeña sesión de besos, se retiraron a dormir.

CONTINUARÁ...

¿Hay palabras que expresen la vergüenza que me da presentarme frente a ustedes después de todo este tiempo que he estado ausente? Creo que no...

Realmente lamento haber tardado tanto en actualizar, y quisiera darles los motivos, pero no quiero aburrirlos con ellos. Mejor pasemos a los reviews que tan gentilmente me dejaron.

TAMAYO-CHAN: ya he tenido la oportunidad de conversar contigo en msn y me alegra mucho saber que aun cuento contigo en esta aventura. Tu fic está muy bueno, y espero que subas pronto. ¡Suerte para ti también y hasta pronto!

UNDINE: como siempre es muy grato saber que sigues apoyando mis fic... Bueno, nuestra pareja favorita es Tomoyo y Eriol y mientras tengamos en común ese gusto, creo que seguiremos en contacto. Este fic va a ser mucho más corto que el otro, y ojalá que puedas enriquecerme con tus comentarios... muchas gracias por todo... nos vemos.

ZASHI18: Te agradezco desde el alma todos esos halagos... Cada vez que leo un review tuyo termino con una sonrisa. Y eso me motiva a hacer más fics para personas como tú, quienes realmente disfrutan de esta forma de expresión... Y a Eriol... bueno, a él lo describo como describiría al hombre de mis sueños (y el de muchas otras chicas, incluida tú, por supuesto, ¿o no?) Te deseo toda la suerte de mundo con lo de tu examen. ¡Tú puedes! Los exámenes dan miedo al principio, pero por lo general nos sorprendemos al danos cuenta de que no son tan horrorosos como aparecían en nuestras pesadillas. Espero que cuando puedas accesar no te decepciones al ver que sólo he subido un capítulo. Me alegra saber que a ti te agradan los fics cien por ciento románticos, lo cual no sucede con muchas personas... pero mientras a una sola persona le agrade, para esa persona escribiré. Ah, y créeme, puedes hacer tus fic todo lo largos que quieras, que para mí la felicidad es directamente proporcional a la cantidad de letras... Jejeje. ¡Seguimos en contacto!

SATURNO: después de haberme perdonado por el horrible error de omisión que cometí el capítulo pasado, te agradezco aun más el que me dejes un review, sobre todo cuando me haces saber lo que puedo corregir en futuras ocasiones. Después de leer tu review, y tras leerlo y releerlo con ojo crítico, estoy muy de acuerdo contigo... Espero que el giro del fic cubra un poco más tus expectativas y por fa, no se te vaya a olvidar dejarme tus comentarios los próximos capítulos. ¡Muchísimas gracias y Ciao!

SERENA: ¿leíste el epílogo de la verdadera historia de Tomoyo? Ahí vimos que la cosa no termina en la boda de Sakura y Syaoran, sino en la de Tomoyo y Eriol. Y este fic lo hago en compensación por todos los que en el pasado me pidieron más romance entre esa linda pareja... Desafortunadamente me he tardado mil años en actualizar y te ofrezco una disculpa por ello, sólo espero que no me dejes morir sola y me ayudes con tus comentarios hasta el final de este lemon... ¡Cuídate mucho y hasta pronto!

SANGOMIKARIN: te tengo una mala noticia, y espero no desilusionarte con ella, pero en este fic no habrá mucho sobre Sakura y Syaoran. Excepto los flash back que habrá. En cuanto a tus fics... por desgracia desconozco gravitation, así que si no te causa mucha molestia te agradecería que me dieras algo de información sobre éste (en mi file encuentras mis correos electrónicos) y estaré pendiente del de Inuyasha, otra de mis series favoritas.

Domo arigatou... ¡¡¡sayonara!