!Hola no da! Ha pasado mucho desde la ultima vez... jo, lo siento ya saben los benditos bloqueos mentales... Por favor dejen review (ya le quite el seguro al apartado)
VI
Al otro día por la mañana, Shuichi duerme placidamente; despertando al sentir los rayos del sol sobre la cara, entreabriendo los ojos reconoce una hermosa sonrisa…
-Ryuichi… ¿onii-chan?-
-¡Buenos días no da! Pensé que tardarías mas en despertar¡duermes mucho Shu-chan!-
-Te estaba esperando, por eso dormí hasta tarde… ¿a que hora llegaste?-
-……….. No tiene mucho, hace apenas dos horas-
-¿Dos horas¿dónde estabas¿no te paso nada? o ¿sí?-
-Estoy bien no da, pase la noche en un hotel, hace mucho de la última vez que dormí en uno que… me ataco la nostalgia. Perdóname por haberte preocupado-
-No vuelvas a hacerlo… ¡tonto!- lo abraza fuertemente.
Varios días después, en el instituto, Shuichi luce distraído y bajo de energías y de esto se da cuenta uno de sus nuevos amigos
-Shindou-kun ¿te sientes bien?-
-¿Hmmn? Nakano-kun, si estoy bien-
-¿En serio, pues yo te noto algo distraído, si quieres puedes contarme-
-Gracias pero… es mi hermano…-
-¿Tienes un hermano?-
-Sí, no se, últimamente lo he notado algo extraño, como que me oculta algo-
-Y ¿es la primera vez que lo hace?-
-¿Qué¿ocultarme algo? –Nakano asiente –no, por lo regular siempre me cuenta todo-
-Ah, tu sabes que siempre habrá una vez para algo, y pues yo pienso que en esta ocasión tu hermano quiere guardarse lo que le esta pasando solo para él. Además dime¿ha cambiado en algo contigo? su actitud-
-No, en realidad no mucho, solo se volvió algo más misterioso, últimamente ya no esta todo el día en la casa, llega demasiado tarde o a veces ni llega, me preocupa-
-Je, aun eres un niño Shindou-kun¿no te has dado cuenta?-
-¿Qué¿por qué¿de que?-
-Alguien se ha ganado el corazón de tu hermano, espero que sea una chica muy guapa-
-¿Qué¡eso es imposible¡onii-chan no…! él no… "¿Qué no lo entiendes? Yo te amo"… él no…-
-Vamos Shindou-kun, es natural en la vida de todo joven que esas cosas sucedan, deberías de alegrarte por él- lo toma del cuello presionándolo fuertemente
-Argh, s-sí creo…creo que tienes razón-
-Ahora regresemos a la clase, si no me asesinan- vuelven al edificio.
De vuelta en casa, el pelirrosa se lleva una sorpresa al ver quien lo espera, sin poder contenerse corre a abrazar a su visita…
-¡YUKI¡Yuki, Yuki, Yuki! –
-Shuichi, creo que te castigue demasiado ¿cierto?-
-"Hmm, Yuki"… eh, si un poquito pero entiendo, porque tu trabajo es mas importante-
-Shu…- lo aparta tomando su barbilla, lo besa despacio, tranquilo, con cuidado
-Yu… Yuki aah...-
-¿Hacemos cosas malas?- le basto con ver el sobresaliente sonrojo en el rostro del jovencito para saber que sí; Shuichi permitió que el rubio le hiciera, aunque le parecía un poco extraña la manera en que este actuaba, comúnmente era mas apasionado, mas demandante sin embargo esta vez sí que era diferente, lo trataba con delicadeza, pausadamente recorría su piel, sin prisas lo besaba, lo tomaba sin exigirle demasiado… de verdad que era extraño y no es que no le gustara, pues al estremecerse como lo estaba haciendo suponía lo contrario, pero eso le hacia suponer que algo no andaba bien, que después de este bello momento se dejaría venir una aparatosa tormenta en la cual él terminaría mas que empapado pero…¿Por qué pensaba así? Sería, tal vez, porque el escritor jamás se comportaría de esta manera a menos que algo fuera a pasar… sí en definitiva ese con el que estaba no era el Yuki de siempre…SU Yuki.
Pero siempre habrá alguien que se oponga a los deseos de aquellos seres superiores. Y cargar el peso de la culpa es más tedioso que cargar con el peso del mundo. En el departamento de Yuki, alguien cree poder hacer algo al respecto…
-Aaah Ei-Eiri-san… y-yo aaah… Eiri-san por favor…-
-Eiri, nada más Eiri-
-Yo… yo ya no puedo con esto…Shuichi te ama de verdad y yo…-
-Tú ¿qué? Ryuichi- se sienta a un lado de él, encendiendo un cigarrillo
-Nada, solo que esto ya llego demasiado lejos, no puedo seguir engañándolo-
-Tienes razón y será como tú quieras-
-¿En serio!- Yuki asiente, haciendo que una gran sonrisa se dibuje en el rostro del moreno.
