Corrí. Corrí como no había corrido nunca. Corrí sin mirar atrás. Las lágrimas me hacían ver borroso, pero yo solo podía correr.

El aire no llegaba bien a mis pulmones, y mi mochila amenazaba con salir volando en cualquier momento, para ser sincero ni estaba seguro de haberla cerrado, pero no podía importarme menos. Había despertado… el Sr. Stark había despertado.

...

- Peter… se ha despertado.

La respiración se me cortó, me llevé una mano a la boca, sin hacer nada por detener las lágrimas. No sabía que se podían sentir tantas cosas al mismo tiempo, felicidad, sorpresa, miedo, el alivio más profundo que podría haber llegado a imaginar… parecía que el peso del mundo había desaparecido de mis hombros.

- ¿Enserio? No puede ser, ¿enserio Happy?- notaba como mi cerebro no funcionaba bien, pasaban demasiadas preguntas por mi cabeza pero ninguna palabra coherente salía de mi boca- ¿cómo está?

-Está bien, cansado, no ha dicho mucho todavía… creo que no se ha dado cuenta de lo del brazo.- dijo bajando la voz- Ven rápido, chico, estoy seguro de que le gustará verte.

...

No tuvo que decírmelo dos veces. Cogí la mochila y me fui corriendo. No me preocupé demasiado por los demás, sabía que Steve lo habría escuchado todo y se lo contaría al resto.

Estaba ya muy cerca de la habitación. La gente a mi alrededor me miró raro, otros me gritaron porque casi me había chocado con ellos, pero como había dicho, no me podía importar menos.

Y por fin llegué, pero justo antes de entrar me paralicé delante de la puerta. Tenía miedo, miedo de lo que podría encontrar al cruzar ¿y si el Sr. Stark nunca se recuperaba del todo? ¿y si no me recordaba? No era raro que en accidentes muy graves la gente tuviera pérdidas de memoria ¿no? Dios mío, estaba siendo estúpido, no iba a pasar nada de eso, tenía que quitarme ideas tontas de la cabeza. Recordé lo que me dijo Steve hacía ya varias semanas "eres el chico más valiente que he conocido en mucho tiempo".

Con ese pensamiento cogí aire y abrí la puerta.

Todo parecía igual que todas las demás veces que había entrado a esa habitación (y no habían sido pocas), mismas paredes, mismas máquinas, mismo olor… la única diferencia eran las sonrisas en la cara de la gente que rodeaba la cama del multimillonario, impidiéndome verle.

Madre mía, podía contar con los dedos de una mano las veces que había visto una sonrisa tan sincera como la que tenía Pepper en esos momentos, y no era para menos, si yo sentía que el peso del mundo había caído de mis hombros, ella tuvo que sentir caer el peso de un universo.

Todavía no se habían dado cuenta de que había llegado, y a mí incluso me sabía mal acercarme y romper la burbuja en la que se encontraban. Hablaban bajito, todos con restos de lágrimas en las mejillas, menos Morgan, ella estaba sentada a los pies de la cama sonriendo como si todo este tiempo hubiera sabido que su padre iba a despertar en algún momento, como si cualquier otra posibilidad no hubiera sido viable en su cabecita, pero al fin y al cabo ¿se puede culpar a una niña de cuatro años por pensar que su padre nunca se iría de su lado?

En ese momento Rhodey giró la cabeza y al verme sonrió suavemente, como cuando en Navidades tía May hacía galletas para todos y antes de que las sirviera yo robaba una. Siempre me veía, pero nunca me decía nada, solo sonreía, con cariño, como Rhodey en ese momento.

Me hizo un gesto con la cabeza para que me acercara, mientras le daba una palmadita en el hombro a Happy, que era el que me impedía ver al Sr. Stark. Empecé a caminar mientras Happy se hacía a un lado y entonces le vi. Después de meses le vi.

No tenía los ojos del todo abiertos, como si le costara mucho esfuerzo no cerrarlos. Las quemaduras que le había provocado el guantelete habían podido reducírselas bastante, pero todavía se veían, ya prácticamente cicatrizadas. Se le veía tranquilo, como si no tuviera ninguna preocupación en su cabeza, más tranquilo de lo que le había visto desde que le conocí.

Cuando estaba llegando giró la cabeza y me miró. Me dio una sonrisa cansada, pero sincera. Terminé de acercarme y nos quedamos mirándonos unos segundos, que a mí me parecieron eternos. No sabía qué decir. Era una tontería muy grande, había estado más de un mes pasando día tras día a su lado, hablándole sobre todo lo que pasaba, hablando sin callar, como era típico de mí. Había pensado una y otra vez qué le iba a decir cuando se despertara, pero en ese momento las palabras no salían de mi boca, solo estaba ahí, de pie, mirándole como si no creyera lo que estaba viendo.

- Hola, yogurín.- su voz era apenas un susurro, ni estaba seguro de que los demás lo hubieran escuchado, pero yo sí.

- Hola, Sr. Stark.- la voz me salió entrecortada, podía sentir cómo se me formaba un nudo en la garganta...

Y lloré. Lloré como no había llorado desde el día que perdí a mis padres. Lloré como no había llorado desde el día que perdí al tío Ben. Lloré como no había llorado desde el día que pensé que le había perdido a él.

Noté una mano en el hombro, supuse que era Happy, que es quien estaba a mi derecha.

- Hey, Peter.- era el señor Stark, tenía el brazo izquierdo extendido hacia mi dirección en el lado opuesto de la cama, le temblaba un poco por la falta de movimiento. Dio unas pequeñas palmadas a la cama, señalándome que me sentara a su lado. Cuando lo hice apoyó su mano en mi rodilla.- Tranquilo, chico, no iba a dejar que te libraras tan rápido de mí.

Reí mientras me limpiaba con una mano temblorosa las lágrimas que aún caían.

- Le he echado de menos, Sr. Stark.- intenté que esa vez mi voz sonara lo más firme posible.

- ¿Me has echado de menos? He sido yo el que ha vivido cinco años en los que tú no existías.- lo dijo con una sonrisa irónica, muy característica del Sr. Stark. En ese momento, al mirarle a la cara pude notar por primera vez esos cinco años de más que ahora nos diferenciaban, cinco años de cansancio y culpabilidad.- ¿Y cuántas veces te tendré que decir que me llames Tony? Me estoy empezando a rendir, chico.

Todos nos reímos y por fin pude sentir que respiraba bien otra vez.

- Como le dije a Pepper, ya es una costumbre que será difícil cambiar.

- Oh, qué bonito, a ella sí que le llamas por su nombre.- dijo con una falsa expresión de enfado.

- Es que se enfadaba si no lo hacía… y Pepper enfadada me da miedo.

Nos volvimos a reír, incluso Pepper. El Sr. Stark me volvió a sonreír con esa sonrisa que tanto me recordaba a la de la tía May, y me dio un apretón en la rodilla con la mano que tenía apoyada en ella.

- Gracias por venir a verme, chico.

No pude evitar sentir culpabilidad ¿podía ser que el Sr. Stark pensara que no había ido antes? no se podía pensar eso. Pero claro, se había despertado y yo no estaba... y de repente sentí el doble de culpabilidad por haber ido al campo todos esos días, por haberme alejado ni siquiera un minuto de esa habitación, sabía que no era buena idea.

- ¿Por venir a verte? Le teníamos que obligar a salir de la habitación prácticamente todos los días.- dijo Pepper. Le miré agradecido, estando seguro de que se había dado cuenta de lo que pasaba por mi cabeza, y es que siempre me decían que era peor que un libro abierto.

- ¡Peter es mi mejor amigo!- gritó Morgan con un tono de voz un poco más alto de lo necesario mientras se abalanzaba encima mío. Me reí mientras le cogía y le hacía cosquillas con cuidado de no darle al costado de su padre.

- Pude notar la mirada de todos sobre nosotros, así que paré, creyendo que puede que nos hubiéramos pasado un poco con la...intensidad.

- Perdón, perdón- dije volviendo a apoyarme en la cama, con Morgan sentada en mis rodillas. Levanté la vista. Todos nos miraban sonriendo.

- Ni se te ocurra disculparte, ahora mismo no podría pedir nada más.- dijo cogiendo la mano de Morgan con la suya. Se quedó así, unos segundos en silencio, solo mirándonos sin decir nada, con los ojos brillando, pero no de lágrimas, si no de felicidad. Apartó la mirada para pasarla por los otros tres, con la misma expresión- Creí de verdad que esta vez no lo lograría.

- Todos lo creímos, Tons.- dijo Rhodey, y después de una pausa añadió- Y te van a esperar muchas broncas de parte de mucha gente cuando te recuperes del todo- terminó riendo, pero fue la cara de horror del Sr. Stark lo que nos hizo reír a todos los demás.

- No podéis hacer eso, os he salvado a todos, eso me da un comodín o algo ¿No?

Eso nos hizo reír más, recordando lo que dijo Rhodey hace ya unas semanas atrás sobre cómo el Sr. Stark nos recordaría una y otra vez cómo salvó nuestros "preciados traseros".

- ¿Qué pasa ahora? Siento que me habéis dejado fuera de alguna especie de chiste a mi costa y dejadme deciros que reiros de un enfermo demuestra muy poca integridad por vuestra parte.- dijo con cara seria pero el amago de sonrisa que tenía le delataba- Además, alguien me va a tener que contar qué narices ha pasado con mi brazo.

...

- Peter… se ha despertado.

La respiración se me paró, pude notar como mis otros tres compañeros me observaban preguntándome con la mirada qué estaba pasando, pero en ese momento no podía hacer otra cosa que no fuera escuchar y mirar a Peter, que se había puesto la mano sobre la boca y parecía tan paralizado como yo, pero no era para menos… Tony había despertado.

- ¿Enserio? No puede ser, ¿enserio Happy?- la voz de Peter sonaba un poco temblorosa y más aguda de lo normal- ¿cómo está?

Mis amigos seguían mirando sin entender nada. Desde donde estábamos apenas podían escuchar a Queens, pero seguí ignorándolos unos momentos, quería escuchar el resto de la conversación.

- Está bien, cansado, no ha dicho mucho todavía… creo que no se ha dado cuenta de lo del brazo. Ven rápido, chico, estoy seguro de que le gustará verte.

No se lo tuvo que decir dos veces, Peter cogió su bolsa y sin apenas cerrarla salió corriendo. No le podía culpar sabiendo cómo había pasado estas últimas semanas. Queens era una de las personas más generosamente alegres que había conocido, siempre sonriendo, siempre haciendo que los demás le devolvieran esa sonrisa, pero detrás de sus sonrisas siempre se escondía un miedo a que Tony no se despertada nunca, una culpabilidad por darse a sí mismo unas horas para desconectar en ese campo en el que tantas horas habíamos pasado ya, un cansancio que alguien de su edad no debería tener. Y yo quería ver esa sonrisa sin ninguna de esas preocupaciones.

- Steve ¿qué narices acaba de pasar?- la voz de Bucky me sacó de mis pensamientos.- ¿Es sobre Stark?

Me giré hacia ellos encontrándome con las mismas expresiones que tenían antes. Puede que Sam, y sobre todo Bucky, nunca hubieran tenido una relación especialmente buena con Tony, pero después de todo por lo que habíamos pasado le respetaban, y Wanda, a pesar de todo el revuelo que provocó la separación de los Vengadores, sabía que le apreciaba, al fin y al cabo habían estado un año trabajando en el mismo equipo.

- Sí, era Happy, Tony ha despertado.

La cara de alivio no se hizo esperar por ninguna de las tres partes.

- Eso es alucinante.- exclamó Sam.- Llegó un momento que realmente llegué a pensar que no se despertaría.

- Todos lo pensamos.- contestó Wanda.- ¿A qué estamos esperando? Vamos a verle.

- Creo que sería mejor esperar un rato, por lo que ha dicho Happy parecía que acababa de despertar, querrá estar un rato con su familia primero.

Tenía muy claro que si yo hubiera estado en esa situación definitivamente es lo que hubiera querido, tener cerca a Sam, Bucky, Natasha… Noté una pequeña punzada en el estómago, como cada vez que recordaba su nombre, que le recordaba a ella. Esos últimos siete años se había convertido en mi hermana, y eso que no confié mucho en ella al principio, parecía el tipo de persona que te vendería sin pensárselo dos veces si con ello conseguía algún beneficio. Pero con el tiempo la conocí y derribé todos esos muros que había construido a su alrededor. No fue fácil pero lo conseguí, y ahora ella se había ido... "cueste lo que cueste" fue lo que dijo... y definitivamente lo cumplió.

Un par de días después de llegar, cuando Tony ya estuvo estabilizado y se calmó todo un poco hicimos una ceremonia por ella, para despedirle como se merecía, porque gracias a ella habíamos ganado y quería que el mundo lo supiera.

Había sido bonita, al lado de un lago a las afueras de la ciudad. Fue mucha gente, seguramente muchos más de los que a ella le hubiera gustado, pero mucha gente quería demostrar su respeto. Por supuesto sus amigos más cercanos estuvimos ahí, Clint y su familia, Sam, Bruce…

Bruce había estado especialmente afectado. Llevaban años sin verse antes del primer chasquido porque él se había ido, y después del chasquido fue el doctor otra vez el que se alejó. No es que le culpara, entendía que todo lo que pasó consiguió superarle, y entendía que nunca, hasta ese momento, hubiera conseguido manejar bien su problema verde… pero ella, aunque no lo dijera, estuvo dolida mucho tiempo. Yo sabía que siempre mantuvo la esperanza en él, pero él nunca se la jugó, siempre huyó, y por eso ahora que ella ya no estaba se sentía más miserable que nunca, muy culpable pensando una y otra vez en "¿qué hubiera pasado si…?" pero ya no importaba porque Natasha se había ido, y Bruce lo sabía.

- Tienes razón,- fue Bucky otra vez quien me sacó de mis pensamientos.- después de cómo lo han pasado estas semanas, se merecen un tiempo a solas.

Todos estuvieron de acuerdo. Después de eso dejamos de entrenar, de todas formas, no creo que nadie hubiera tenido la cabeza para continuar. Hablamos de todo y nada, el tiempo era bueno, y todos estábamos relajados, más relajados de lo que habíamos estado mucho tiempo, más tiempo del que puedo recordar.

- ¿Cuándo creéis que estará lista la nueva sede?- preguntó Sam.

- No lo sé, no creo que le falte mucho, dijeron hace varias semanas que no tardarían en terminarla, puede que en un par de semanas esté.

- Me alegro.- dijo Wanda.- me da la impresión de que estamos abusando demasiado de la hospitalidad de T'Challa.

- Yo también.- respondí- al fin y al cabo, la mayoría de soldados que hubo en la batalla eran de Wakanda, más el trabajo acumulado de estos cinco años… va a estar muy ocupado durante mucho tiempo.

Todos asintieron y hubo un silencio después de eso. Lo que más me gustaba de hablar con ellos era que nunca había silencios incómodos.

- ¿Quién vendrá a la sede a vivir al final?.- preguntó Bucky después de un rato.

- Bueno, que sepamos seguro, además de nosotros, Rhodey viene, Bruce también, Clint no, se va con su familia a su antigua casa, Scott y Hope estaban en duda, pero todos firman los nuevos acuerdos, Pepper no lo tenía claro, no quería tomar la decisión sin Tony, así que no tardaremos mucho en saberlo, Queens también vendrá…

- Te llevas muy bien con la pequeña araña ¿no?- me interrumpió Bucky. Le miré, había algo en su mirada, una segunda intención que no acababa de entender, pero que me hizo ponerme un poco tenso.

- Bueno, sí, es un gran chico, vosotros le habéis estado conociendo como yo.- respondí con cuidado.- Tuve una conversación con él hace unas semanas en la habitación de Tony, y es más maduro de lo que me imaginaba.

Bucky no respondió, solo siguió mirándome con esa mirada que decía "los dos sabemos que hay algo más", pero no estaba entendiendo para nada la situación, lo que era extraño, porque Bucky y yo siempre habíamos conseguido entendernos con una sola mirada ¿qué era lo que pasaba? ¿no le caía bien Peter? Bucky no era la persona más abierta del mundo, pero estos días en el campo me había dado la impresión de que se estaban llevando bien.

Sam y Wanda miraban también extrañados, sin entender qué pasaba, pero notaron la tensión en el aire.

- ¿Y los acuerdos, qué?- cambió de tema Sam, cosa que le agradecí mucho interiormente.- Creo que esta vez podrían funcionar.

Se habían hecho nuevos acuerdos, ahora llamados "Acuerdos de Nueva York" como referencia a esta última batalla. No eran lo ideal, pero definitivamente la última vez no funcionó por ninguno de los dos bandos, y el mundo que había ahora tampoco era el mundo que existía en ese entonces. Por otra parte el gobierno estaba completamente aterrorizado, y no era para menos después de todo lo que había pasado, no les interesaba para nada tenernos separados.

Los nuevos acuerdos seguían restringiéndonos en parte, pero no como los anteriores, nos dejaban más libertad de actuación y más libertad para nuestras vidas en general, protegían y exculpaban a Bucky, protegían la identidad de Spiderman hasta que él quisiera darla a conocer, viendo que aún era menor de edad y también protegían el paradero de Clint que quería que siguiera siendo completamente anónimo.

- Definitivamente funcionarán.- dije- Espero realmente que Tony esté de acuerdo, aunque no le culparía si hiciera como Clint.

- Podríamos ir, han pasado dos horas ya desde que Peter se fue,- dijo tranquilamente Wanda- y a mí también me gustaría verle.

- Claro, vamos haciendo camino.

Fuimos tranquilamente, sin pausa pero sin prisa, todos sumidos en nuestros pensamientos. Yo no podía evitar pensar en cómo reaccionaría Tony al vernos, al saber sobre la nueva sede, los nuevos acuerdos ¿se alegraría? ¿nos tacharía de hipócritas? Habíamos acabado bien antes de Thanos, y esperaba que siguiera así, me había gustado volver a notar su amistad. Tony era una persona definitivamente especial, con muchas capas en las que excarbar antes de llegar al verdadero Tony, en cierto modo me recordaba a Natasha, no eran tan diferentes como podía parecer a simple vista. En una época yo estuve a punto de llegar al final de esas capas, como conseguí hacer con Nat, pero luego llegaron los acuerdos y todo se torció. Soy consciente de lo traicionado que se sintió Tony, y puedo entender exactamente por qué, pero en ese momento no pude tomar ninguna otra decisión y creo que después de muchos años, Tony pudo entender también el por qué lo hice.

Cuando llegamos a la habitación miramos a la puerta y nos miramos entre nosotros ¿quién pensaba abrirla? Supongo que todos teníamos el mismo miedo de lo que podríamos encontrar, pero tampoco pude evitar pensar en cómo cuatro de las personas más poderosas de la tierra parecían en esos momentos niños pequeños asustados delante de una puerta, así que me armé de valor y la abrí.

Entré despacio, subí la mirada y enseguida noté al pequeño grupo que había en la habitación. Esta era bastante grande, al fin y al cabo estaba equipada para salvaguardar a bastantes personas, aunque en ese momentos solo una camilla estaba ocupada, la de Tony, todos los demás heridos de la batalla estaban en otras salas, trajeron aquí a Tony por lo… distintas que eran sus lesiones a las del resto.

Me quedé ahí parado unos segundo. Vi a Tony, la sensación de verle con los ojos abiertos, hablando tranquilamente feliz con su familia y amigos, fue completamente indescriptible, una escena que por unas semanas llegué a plantearme en serio que no volvería a ver nunca. Pepper estaba a la izquierda de la camilla, cogiendo la única mano de Tony como si pensara que iba a desaparecer en cualquier momento, pero definitivamente se le veía mejor que en las últimas semanas. A la derecha estaban Peter con la pequeña Stark. Fue una imagen que definitivamente me enterneció, como cada vez que les veía juntos, parecían casi como hermanos, se querían como tales a pesar de las pocas semanas que se conocían.

No pude evitar fijarme en Peter, en su sonrisa, era como la que había querido ver desde hace semanas, una sonrisa sin miedos ni preocupaciones, una sonrisa que alcanzaba sus ojos, definitivamente bonita.

Me di cuenta de que me había quedado parado demasiado rato cuando sentí un pequeño golpe en mi hombro izquierdo. Me giré para encontrarme a Bucky mirándome con una ceja alzada, otra vez con esa misma mirada, en serio, ¿qué demonios estaba mal con él?

- Mirad quiénes han venido.- esa era la voz de Happy, que se encontraba detrás de Peter y Morgan, a los pies de la cama.

Todos se giraron a vernos. Me sentí un poco como un niño al que habían pillado robando una golosina, pero dejé el pensamiento de lado y empecé a caminar a la camilla, supongo que seguido de los otros tres.

Pude notar la mirada de Queens sobre mí, de reojo vi que seguía con esa sonrisa que tantas ganas había tenido de ver, definitivamente no había nada ese día que pudiera borrarla de su cara. Giré la vista en su dirección y nuestras miradas se cruzaron unos segundos, el estómago me dio un giro, suponía que de los nervios por ver a Tony después de tanto tiempo.

- Hola, Tony...