Por primera vez desde hace años todo en mi vida parecía funcionar correctamente. La tormenta que nublaba mi mente había desaparecido prácticamente por completo, casi ni recordaba la última vez que mis pensamientos habían sido tan claros, la última vez que el control de mis acciones había sido completamente mío. Tener el control… era algo que la gente no apreciaba, y nos les culpaba, yo tampoco lo hice hasta que me lo arrebataron, no me di cuenta de lo maravillosa que podía ser la simple acción de decidir entre comer una pera o una manzana, entre vestir de negro o gris, incluso simplemente decidir en qué momento dormir. Era mágico. Jodidamente mágico, y lo llegué a apreciar casi más que cualquier otra cosa.
Era por eso que no me gustaba nada la situación que se desarrollaba delante de mis narices y bueno, delante de las narices de todos, pero al parecer, el único que me di cuenta fui yo ¿Pero cómo no hacerlo? Era malditamente evidente la cara que se le quedaba al chico cada vez que Steve estaba cerca, los balbuceos y las sonrisas tontas. No le di demasiada importancia al principio, al fin y al cabo, no era más que un adolescente encaprichado de un hombre más mayor ¿Quién no se fijaba en personas más mayores a esas edades? Y más si era el perfecto héroe, como el Capitán América.
Pero luego fui viendo cambios. Fueron pequeños, tan diminutos que no estoy seguro ni de cuándo empezaron, pero cuando quise darme cuenta, Steve le devolvía esas miradas, esos balbuceos y esas sonrisas. Lo curioso es que estaba seguro de que mi amigo era totalmente ajeno a todo. Habría puesto la única mano que tenía en el fuego sin dudarlo a que Steve no se había dado cuenta de los sentimientos del niño, y mucho menos de los que estaban empezando a formarse en él. Puede que no fuera el mismo chico pequeño y desnutrido de Brooklyn que conocí, pero seguía siendo Steve y eso era algo que por muchos sueros, muchos años en el hielo, y muchas gemas del infinito, no iba a cambiar.
Y todo eso estaba mal. Estaba muy mal. Estaba jodidamente mal.
No es porque fueran dos hombres, eso era una suma gilipollez. En mis años en el ejército había visto más de un hombre que se propagaba absoluta y orgullosamente heterosexualidad llegar a… flaquear, por llamarlo de alguna forma. Tampoco es que lo considerara algo bueno, simplemente no lo consideraba malo, me daba igual, que cada uno metiera en la cama a quien le diera la gana, que cada uno amara a quien le diera la gana, mientras no hicieran daño a nadie.
"Tu libertad termina donde empieza la mía"
Era una de las frases más verdaderas que había escuchado en toda mi maldita vida.
La razón por la que me oponía era algo completamente distinto. Digamos que la Tierra no pasaba por su mejor momento, necesitaba mucha ayuda, toda la que pudiera recibir… igual que todos los planetas con vida en ese momento, al fin y al cabo, no habíamos sido los únicos afectados por el chasquido.
La diferencia es que nosotros teníamos una gran ventaja, y eran los Vengadores… pero estos tampoco estaban en su mejor momento. Todavía de vez en cuando se notaba una ligera tensión entre los bandos que participaron en la guerra civil, intentábamos evitarlo, pero a veces era imposible y más en esos momentos, cuando se estaban terminando de redactar los nuevos acuerdos. Los recuerdos siempre fueron un arma poderosa. Además nos unimos mucha gente nueva, lo que siempre lo hacía más difícil de manejar y más cuando muchos casi no nos conocíamos ni personalmente ni en batalla, por lo que no éramos un equipo todavía, y eso era algo que necesitaba tiempo, no solo ganas.
Luego estaban las pérdidas de Visión y Natasha, que se notaban más de lo que a la gente le gustaba hacer ver. Nadie quería parecer débil, pero yo siempre pensé que aquellos que eran capaces de llorar en frente de otros, los que eran capaces de enseñar sus sentimientos sin avergonzarse, eran personas más valientes de lo que muchos de nosotros llegaríamos a ser nunca. Por lo que al final la gente no sabía cómo actuar ¿Callando e intentando olvidar o hablando de ellos e intentar que cada vez doliera menos? En el caso de Wanda intentaba callar y olvidar, pues cada vez que nombraban a Visión se iba de la habitación, igual que hizo con su hermano, del cual a día de hoy todavía le costaba hablar. Era un caso diferente porque para muchos de ellos Visión había muerto hacía cinco años, lo habían superado, por frío que sonara, sobre todo porque en ese momento junto con Visión marchamos muchos más. Pero para Wanda había pasado solo unas semanas desde que le arrebataron al primer amor de su vida. Parecía una jodida obra de Shakespeare.
Por otro lado estaba Stark en un estado muy poco saludable, pero vivo a pesar de todo. Y puede que ese fuera el principal problema. No es que no me alegrara de que hubiera despertado, todo lo contrario, a pesar de que seguramente si hubiera sido al revés, a él le hubiera dado igual si hubiera muerto. Tampoco le puedo culpar, al fin y al cabo, fui yo quien mató a sus padres, puede que no directa ni intencionadamente, pero eso no hacía que se disiparan mis culpas. Podía entender que me odiara con todas sus fuerzas, porque yo llevaba muchos años haciéndolo.
Stark además era el que más financiaba a los Vengadores, y el que les hacía todas las mejoras. Una pieza muy importante, difícilmente sustituible. Pepper decía que no estaba muy segura de que quisiera seguir siendo un vengador, pero yo sabía que sí. Si algo en común tenían Steve y Stark es que necesitaban al Capitán América y a Iron Man para vivir. Y era ahí donde residía el principal problema de todo. Un equipo con un hombre de hierro y un súper soldado ya era voluble de por sí, porque tanto uno como el otro eran personas muy inestables con unas ideas muy fijas en la mente y jodidamente cabezotas.
En resumen, eran dos líderes que compartían un mismo equipo.
Y como había dicho, el equipo ya estaba demasiado flojo de por sí, lo último que necesitaba era otro… malentendido, cuando ni siquiera el último estaba del todo superado. No nos lo podíamos permitir, porque en ese momento otra discusión podría llegar a romper el fino hilo ya demasiado tenso que sostenía la existencia de los Vengadores, y estaba seguro que en el momento que pasara algo entre Steve y el niño protegido de Stark, el hombre de hierro no dudaría en reaccionar, y no estaba seguro de cómo podía acabar eso.
¿Que cómo podía estar tan seguro de que sería una catástrofe?
…
Había pasado una semana desde el último chasquido. Era la primera vez que iba a visitar a Stark. Me costó bastante decidir si ir, no creía que él hubiera querido que fuera, o que su mujer me quisiera ver por ahí, pero un día saliendo del comedor después de la cena me crucé con Rhodey. Yo no era una persona de muchas palabras, pero Rhodey sí, siempre comprensivo y con una sonrisa para todos. Me recordaba mucho a Sam. No sé cómo terminé contándole mi debate interno.
- ¡Oh, no! ¡Eso es una tontería! Acércate en cualquier momento, cualquier apoyo es bien recibido.
- No sé, después de todo lo…
- Mira.- me interrumpió- Sé que para vosotros es distinto, pero nosotros hemos vivido cinco largos años después de la mayor masacre de la historia. Lo que sucediera antes de eso, en estos momentos, es secundario para todos.
Así que terminé yendo con Steve y con Sam. Cuando entramos vimos a Pepper, a la pequeña Stark y al chico araña. Morgan estaba sentada a los pies de la cama, con un coche de juguete en la mano y hablando con su padre, parecía completamente segura de que le estaba escuchando. Peter y Pepper estaban algo atrás, hablando entre ellos en voz baja.
Estábamos ya cerca de la cama cuando nos vieron. Me tensé cuando Pepper me miró unos segundos, estando seguro de que me echaría de la habitación, maldiciendo a Rhodey por convencerme de hacerlo. Pude respirar tranquilo cuando solo dio una pequeña sonrisa antes de dirigirse a todos.
- Buenos días, chicos. Veo que hoy no os habéis dejado a nadie.
- Íbamos a salir a dar una vuelta y pensamos en acercarnos un rato.- dijo Sam en nombre de los tres- ¿Cómo está?
- Estable, sin avances, como todos estos días.- la voz de Pepper era fuerte, pero el casi imperceptible movimiento de las manos delataba lo inquieta que estaba, o bien los cafés que llevaba encima por la falta de sueño.
- Pero eso es bueno. Solo ha pasado una semana y lo que pasó fue muy fuerte. Solo necesita tiempo, pero se despertará, ya verás-. intervino Peter poniendo su mano en el brazo de Pepper, en señal de apoyo.
He de decir que por ese entonces me daba mucha curiosidad. La primera vez que vi a Spiderman fue en la pelea de Berlín, y por poco nos vence a Sam y a mí, era algo que todavía dolía en el orgullo recordar. Era un chico fuerte aunque hablara demasiado. Después de ese día le empecé a observar mejor, al fin y al cabo, también iba a ser un nuevo compañero, tenía que ver con qué clase de personas trabajaría.
Me dijeron que tenía diecisiete años, que era el pupilo de Iron Man, y que apuntaba maneras a ser igual o más inteligente que Bruce o incluso que el mismo Stark, lo que era bastante impresionante. Me decepcionó pensar que eso era todo, que el chico era un pequeño Iron Man y fin de la historia, pero cuando empezamos a entrenar con él cambió mi punto de vista. Era completamente distinto a Stark, siempre con una sonrisa, positivo como nadie, era de esos que en el momento que le veías perder la ilusión pensabas "si él se ha rendido ¿qué esperanza me queda a mí?" Tenía una inocencia que ya ninguno de nosotros conserva y un sentido de la justicia demasiado grande, todavía influido por su corta edad.
La gente así a veces me sacaba un poco de quicio.
Pero me caía bien.
- Exacto, hay que tener paciencia, ahora Tony está luchando, solo hay que darle algo más de tiempo.- intentó también animar Sam.
Pepper puso su mejor sonrisa forzada e intentó cambiar de tema. Nadie dijo nada, solo le seguimos el hilo de la conversación intentando que por un segundo olvidara que su marido se paseaba entre la vida y la muerte sin que nadie pudiera hacer nada más por ayudarle.
- Pepper, Happy me ha escrito, es por no sé qué cosa del traje ¿te importa que vaya?.- dijo Peter demasiado rápido. Antes de que Pepper pudiera contestar siguió- Si no, no pasa nada, me quedaré todo el día, no quiero dejaros solas. Bueno, no estáis solas, están ellos tres aquí, pero supongo que al final se tendrán que ir y si no quieres quedarte sola no me iré y…
- ¡Peter, calma!- gritó Pepper, interrumpiendo. Peter calló inmediatamente abriendo mucho los ojos, suponía que ni él mismo se estaba dando cuenta de la verborrea que estaba soltando. He de admitir que el número de palabras por segundo que podía llegar a decir era impresionante.- Tranquilo, tengo compañía y cuando estos caballeros se tengan que ir no tengo problema en quedarme sola un rato.
- Pero…
- Y además, Rhodey me dijo que se acercaría más tarde, así que tranquilo.- terminó con una sonrisa, a la que Peter respondió con otra.- Solo te pediré si no te importa que lleves contigo a Morgan, así le da un rato el aire.
- ¡Claro, sí, por supuesto! Nos lo pasaremos genial.- exclamó mirando a la niña que se había girado por primera vez hacia nosotros al escuchar su nombre- Y estaremos de vuelta antes de que te des cuenta.
Pepper puso los ojos en blanco con una sonrisa, pero terminó la conversación. Después de eso Peter cogió a la niña y se marcharon con una despedida de la habitación. Pepper se quedó mirando hacia la puerta por la que habían salido con una pequeña sonrisa y ojos brillantes.
- Parece que se llevan muy bien.- comentó Steve.
- Sí, Morgan le adora, y Peter es maravilloso con ella, y eso que solo se conocen de una semana. A Tony le hubiera encantado verlo.- dijo sin apartar la vista de la puerta.
- Lo verá.
Siguieron unos segundos de silencio. Ninguno estábamos del todo seguro sobre qué decir, pues parecía un tema delicado, aunque entre esas paredes casi cualquier tema parecía delicado.
- Espero que sí.- terminó respondiendo- Tony… él lo arriesgó todo para eso.
Nos miramos entre nosotros sin entender bien.
- ¿Lo arriesgó todo para eso?- repití.
Por primera vez Pepper apartó la mirada de la puerta, para pasarla por su marido, y luego hacia nosotros, sin quitar nunca la pequeña sonrisa que adornaba su cara.
- Cuando vinieron Steve, Natasha y Scott a pedir ayuda la primera vez, Tony se negó. Después de eso, la siguiente vez que le vieron ya tenía los dispositivos para viajar en el tiempo listos y estaba dispuesto a arriesgar todo por ese loco plan ¿Nunca te preguntaste por qué?- esa última pregunta fue dirigida a Steve.
- Yo… simplemente creí que había pensado en lo que hablamos.
La sonrisa de la mujer se hizo más amplia, como si Steve acabara de decir algo gracioso, una broma que solo ella entendía.
- No, siento decirte que no fue por eso.- volvió a girar la cara para mirar a la camilla donde Stark se encontraba- No me malinterpretes, le hicisteis pensar en ello mucho, pero lo que le hizo decidirse fue otra cosa. Él se piensa que no lo sé, pero esa misma tarde mientras secaba los platos le vi mirando una foto que tenía entre las estanterías. Se quedó mirándola mucho tiempo, y unas horas después estaba trabajando en los viajes en el tiempo. Me dijo que solo lo hacía por curiosidad, pero no fue así.- volvió su mirada hacia nosotros- La foto que miraba era una con Peter, de cuando le dio el diploma de Industrias Stark por el trabajo de su pasantía… fue la última foto que se hicieron juntos.
- No sabía que estuvieran tan unidos.- terminó contestando Steve después de unos segundos de silencio.
- Al principio no. Los Vengadores acababan de separarse, Tony no estaba en su mejor momento, y solo veía en él a un mocoso muy inteligente pero muy molesto, y Peter se empeñaba en intentar demostrar que era más que eso.
- Y supongo que lo consiguió.
- Con creces, además. Después de eso se acercaron mucho, Tony empezó a sonreír más cuando él estaba cerca de lo que lo había hecho desde que os fuisteis.- explicó Pepper.
Steve desvió la mirada. Lo conocía lo suficiente como para saber que después de siete años aún se sentía mal por lo que pasó ese día, y era un sentimiento que nunca se terminaría de ir, su complejo de héroe no se lo permitiría.
- Peter hizo por él lo que ninguno fuimos capaces, fue como un soplo de aire fresco para todos, y eso es algo por lo que siempre le estaré infinitamente agradecida.
…
Y ahí estaba "empezó a sonreír más de lo que lo había hecho desde que os fuisteis" o "hizo por él lo que ninguno fuimos capaces". Esa relación no era la de un alumno y su maestro, no era ni una amistad como Steve quería creer. Peter fue el ancla de Stark, el que evitó que cayera en él mismo cuando los Vengadores, aquellos a quienes por aquel entonces consideraba mucho más que compañeros, se largaron, le dejaron, le traicionaron.
Steve le traicionó.
O así es como lo vivió Tony, por lo menos.
Y aunque en ese momento volvieran a hablarse y fueran a volver al mismo equipo, Tony nunca volvería a confiar en Steve del todo, y menos todavía le confiaría a una pieza tan importante de su vida, a la persona que le convenció para arriesgarlo todo y enfrentar a Thanos. No iba a permitir que Steve se acercara al chico para luego elegir a otro como cree que hizo con él. Podían volver a llevarse bien, podrían incluso retomar una amistad parecida a la que tenían, pero nunca, nunca, dejaría que Steve se acercara de esa forma a Peter, porque no confiaba en él y Stark era el papá oso más protector que había conocido en mi vida, porque Stark se veía a él mismo en Peter y haría todo lo posible por evitarle los errores que él mismo cometió y las traiciones que él mismo sintió.
Por todo eso creía que una relación entre el chico y Steve debería evitarse, porque otra pelea de testosterona entre el hombre de hierro y el súper soldado terminaría de romper ese hilo que estábamos intentando volver a destensar y era el momento menos indicado para que los Vengadores estuvieran tan débiles. Tener a dos líderes unidos era complicado, pero dos líderes enfrentados era casi imposible. Por todo eso creía que había que cortar esa relación de raíz, antes de que nadie saliera dañado.
El niño ya estaba demasiado metido, pero Steve todavía no y podía evitar que lo estuviera, aunque en el intento el chico saliera un poco dañado. Era mejor en ese momento que en un tiempo, le ahorraba el mal momento a todos. Puede que no fuera la mejor forma de hacerlo, no lo sabía, pero yo no era un jodido héroe como ellos, algunos conceptos de la ética los perdí a la vez que mi brazo. Hacía las cosas a mi manera, mejor o peor hechas, pero siempre funcionaban.
Maldito Steve, de todas las personas del maldito universo tenía que fijarse en él. Lo único peor hubiera sido Morgan ¡Pero, dios! Eso sí que habría sido demasiado, además de enfermizo e ilegal.
…
Había pasado una semana desde que el Sr. Stark había despertado ¡Pero qué semana más larga! Definitivamente Iron Man no estaba hecho para estar tumbado en una cama demasiado tiempo, pero los médicos y Bruce habían dicho que mínimo dos semanas hasta que pudiera tener algo de actividad.
- ¿¡Dos semanas!?- exclamó el Sr. Stark indignado- Pero si me encuentro perfectamente, podría ahora salir y bailar ahí, delante de todos ¿quieres que te lo enseñe, Bruce? Te lo puedo enseñar si quieres.
Al pobre Bruce era al que le había tocado darle la noticia al Sr. Stark, porque era el que más contacto tenía con los médicos, y estos preferían que le diera la noticia alguien de confianza viendo lo alterado que se había encontrado los últimos días. Yo creía que era una excusa porque no querían enfrentar a un Iron Man enfadado.
A veces me preguntaba cómo había podido criar a Morgan tan bien esos cuatro años, porque en momentos como esos parecía un niño con una rabieta. A mí me resultaba definitivamente gracioso, y a Morgan también porque se rió dando palmas, animando a su padre para que saliera a bailar. Menuda escena hacíamos.
- Todas tus constantes están bien, en realidad, sorprendentemente está todo bastante bien, pero Tony, no podemos estar seguros. Has estado en coma mucho tiempo y si fuera un coma normal sería diferente, pero te lo provocó el estrés físico por el poder de las gemas, no sabemos si tu cuerpo va a reaccionar de alguna forma impredecible. Prefieren tenerte controlado.- explicó Bruce calmadamente.
- Pero te olvidas de una cosa.- dijo el Sr. Stark imitando el tono suave de Hulk- Y es que eso a mí me da igual.
Tuve que disimular una risa con un intento de tos, pero creo que no funcionó porque Bruce y Pepper se giraron hacia mí con una mirada que decía "Como no te calles, te largas de la habitación" Pero es que no lo podía evitar, hacía ya tiempo que no me sentía tan contento.
- Tony, son solo dos semanas, te vienen a visitar todo el tiempo, yo prácticamente vivo aquí.- intentó hacerle entender Pepper.
- No es por estar más o menos acompañado… es que no quiero estar en una cama todo el día, ya bastante tiempo ha perdido el mundo estos últimos años. Solo quiero que volvamos a tener la vida que teníamos antes del chasquido, con Morgan en ella, yendo al colegio con más niños, quiero volver a dormir contigo en nuestra cama y tirarme horas con Peter en el taller trabajando en mi nuevo brazo y que pasen las horas sin que nos demos cuenta para que bajes tú enfadada porque se nos ha olvidado otra comida.
Hubo un silencio después de eso. Todos le comprendíamos muy bien, porque todos queríamos volver a esos días. Pepper le miró con cariño, seguramente ella era la que más echaba de menos esa rutina y la que más cansada de todo estaba, sobre todo cansada de esa dichosa habitación de hospital que se había convertido casi en su nuevo dormitorio, hasta había algo de ropa en uno de los armarios para medicamentos.
- A mí también me gustaría eso.- dijo Pepper cogiéndole la mano mientras se giraba a mirar a Bruce, con una pregunta disimulada en la mirada.
Hubo una especie de intercambio de miradas entre el gigantón verde y ella, y parecía que iba ganando Pepper por el suspiro que hizo Bruce mientras apartaba la vista y la diminuta sonrisa que puso Pepper. El Sr. Stark solo miró el intercambio sin decir nada, pero sus ojos brillaban. Sabía que había convencido a Pepper y lo estaba dejando todo en sus manos.
- Vale, habéis ganado, hablaré con los médicos, les intentaré convencer de que lo reduzcan a una semana que es cuando estará el complejo listo para que nos empecemos a mudar. Pero,- añadió cuando vio que el Sr. Stark iba a decir algo- después de eso no harás grandes esfuerzos, tendrás horarios de sueño como dios manda y comerás cuando toque… por lo menos durante un tiempo. Tendrás que pasar una vez cada dos días a que te haga unas pruebas por la sala de hospital del complejo y si veo cualquier cosa extraña, por mínima que sea, vuelves a Wakanda de inmediato para que te examinen del todo.
- Madre mía, Bruce, toma un respiro, amigo.- dijo el Sr. Stark riendo, pero calló cuando vio la cara que le puso Pepper- Vale, vale, trato hecho, una semana de reposo, lo juro, tienes mi palabra.
- Bueno, tengo que hablar con los médicos de todas formas, yo no soy experto en esto y la última palabra la tienen ellos.
- Confiamos en tus dotes de convicción.
- Gracias, Bruce, sabemos que haces lo que puedes, te estamos muy agradecidos.- dijo Pepper comprensiva.
- No es ninguna molestia, Tony es de mis mejores amigos, es lo menos que puedo hacer.
Morgan y yo lo mirábamos todo desde un segundo plano como meros espectadores, pero en el fondo también me sentía radiante. En una semana el Sr. Stark estaría ya en pie, trabajaríamos en el laboratorio para su brazo, como me prometió días atrás, alegando que su nuevo miembro iba a ser la envidia de todos los brazos de carne y hueso que existían. Además vería a la tía May, a Ned, a MJ, viviría con los demás Vengadores y formaría realmente parte de ellos, como uno más.
Lo único que me daba una pereza enorme era el último curso del instituto. Después de todo lo que había pasado ¿Cómo podría hacer algo tan trivial como ir al instituto, hacer deberes, entregar trabajos...? Pero solo era un año, y luego ya me plantearía si iría a una universidad o no, era algo que tenía que pensar tranquilamente.
Pero más que el instituto o la universidad había una decisión mucho más importante que no paraba de rondarme por la cabeza, y era mi anonimato sobre Spiderman. No le había comentado nada a nadie, sabía lo que me dirían "que si eres muy joven, que si ya tendrás tiempo, que si vivirás mucho más tranquilo como estás…" pero yo no lo veía tan sencillo, al fin y al cabo todos mis compañeros tenían su identidad descubierta, hasta el Soldado de Invierno. Además iba a vivir con ellos, tenía que tener mucho cuidado al entrar y salir del complejo, y aunque tuviéramos la mejor seguridad que cualquiera pudiera demandar, tendría que ser precavido igualmente.
Todo eso me parecía agotador… Pero tampoco quería poner a May o a Ned en peligro, pues Spiderman tenía muchos enemigos, o simplemente gente que querría hacerle daño o aprovecharse de él. Por eso Clint se tuvo que ir a vivir escondido con su familia, o el Sr. Stark viviría con Pepper y Morgan en el complejo, aunque Pepper no estuviera del todo convencida de que Iron Man volviera a la acción.
May después de pensarlo unos días se negó a vivir en el complejo, dijo que esa era una decisión sobre mi vida, pero que ella no tenía nada que ver con ese mundo y no quería ni que yo estuviera demasiado pendiente de ella, ni que ella estuviera todo el día pasándolo mal por mí. Yo creía que eso era una tontería, pero insistió y me hizo prometer que iría a visitarla como mínimo cada dos días después del instituto. Eso no era ningún problema, ella era la persona que más quería en el mundo, no es que la quisiera en mi vida, es que la necesitaba en ella.
- Peter - me llamó Pepper- ¿Cómo harás para llevar tus cosas al complejo?
- ¡Oh! Ya he hablado con Happy y con la tía May. Puso toda mi ropa en varias maletas hace ya unos días y las cosas de clase en otra.- expliqué- Happy me llevará a recogerlo y luego al complejo.
- ¿Happy se ofreció él solo a llevarte?- preguntó el Sr. Stark extrañado.
- Sí, yo también me sorprendí, pero creo que tiene que ver algo con que quiere ver a mi tía más que ayudarme a mí.
- Eso me lo creo más.- se rió Tony.
Y así, entre risas en una habitación de hospital que ya conocíamos de memoria, hablando sobre todo y nada, sentí que empezaba una nueva etapa en mi vida.
