Todo por el verdadero amor
By Alexandra Shinomori.
Disclaimer: RK no me pertenece (para mi desgracia divina), pues el dueño original de la serie es Nobuhiro Watsuki y por ende Aoshi le corresponde a el y no a mi… ;; y eso que yo quería violarme al pobre… xD.
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En el capítulo anterior
- Mami, y qien ez ezta señola - pregunta un niño.
- Esta señorita es tu tía Misao, Souzou - dice Megumi.
- ¿Ya eres madre Megumi? -
- Si, y Kaoru también -
- ¿Qué? - Misao pone los ojos estilo platos
- Si, ya somos madres las dos, ahora sólo faltas tú - dice Kaoru.
- Ahmmm... esto, ehhh... - a lo que todos se ponen a reír.
- Bueno, vámonos al Aoiya, tengo cosas que contarles chicos - dice Misao.
- Hai - dice Kenshin, el cual cargaba a los dos niños, porque Kaoru estaba cansada, y todos se ponen a caminar.
- Creo que no me sentiré tan mal después de todo - piensa Misao.
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Capítulo 5: Confesiones, Pasiones y cambios de ánimo.
Misao realmente se sentía feliz, tenía a sus grandes amigos a su lado, y no sólo eso, los hijos de ellos, le alegraban el día a cada momento, con sus risas, con sus llantos, e incluso, tratando de cambiar al pequeño Shinta, el menor de los hijos de Kenshin y Kaoru… el cual era el más adorable bebito, claro, según Misao. Pero no todo era una felicidad extrema, pues también estaba el gran amor de su vida torturándole a cada momento, sobre todo cuando llego ESA Ayumi, quien no dejaba tranquilo a Aoshi durante un buen tiempo, incluso molestaba a Aoshi en su meditación, cosa que molestaba de sobremanera a Misao. Ya en el comedor, el ambiente era tranquilo, estaba el Kenshin-gumi, los del Aoiya y claro, esa tipa.
- Aoshi-sama, ¿puedo hablar con usted después del almuerzo? – pregunta inocentemente Misao.
- Claro, no creo que haya problemas – responde secamente.
- Oh, Aoshi, ¿qué tal si salimos a pasear en un rato más? – pregunta Ayumi – Ojala que se muera ésta, me tiene totalmente HARTA – piensa Misao.
- Por supuesto – responde Aoshi, totalmente fascinado con Ayumi.
Misao estaba a punto de morirse en ese minuto, no comprendía porque Aoshi era tan bueno con Ayumi y tan seco con ella, no lo comprendía. Quién demonios era esa mujer, cuando apareció en la vida de SU Aoshi, si, SU AOSHI, pues ella no soportaba para nada que esa chica que aparentemente era un poco más grande que ella, le estuviera quitando a Aoshi así como si nada.
Flash Back
- Misao, ¿Quién es ella? – pregunta Kaoru de forma inocente.
- La verdad, no lo sé y tampoco me interesa – dice una Misao totalmente dolida y amargada por el hecho de que su Aoshi estuviese con esa chica.
- Misao, sabes que a mi no me mientes – dice Kaoru resignada – esa chica te está causando los peores celos sin siquiera saber quien es ella, si es – calla un momento – la prometida de Aoshi, o cualquier persona.
- Eso lo sé perfectamente – se pone a llorar – pero me da rabia que él se haya fijado en ella, y no en mi – apunta finalmente.
- Pero Misao, no puedes estar así, tienes que seguir adelante – dice ella.
- ¿Cómo diablos quieres que siga adelante con un bebé en camino? – pregunta una Misao totalmente histérica.
- Un… ¿bebé, Misao, ¿acaso dijiste un bebé? – pregunta desconcertada Kaoru.
- Si, eso dije –
- ¿De quién es? –
- Es… producto de una violación Kaoru – dice Misao, con el dolor de su alma. Kaoru mientras tanto, la miraba tiernamente - ¿cómo una persona puede ser capaz de llegar a tanto? - se preguntaba para si.
- Vaya, pero aún así, es tu hijo, y lo tienes que querer mucho, ¿ne? –
- Claro que si, tonta, tengo que amarlo, pero, quisiera que Aoshi me ayudara a criarlo – sentencia.
- Todo estará bien –
- ¿Estás segura? –
- Definitivamente –
Fin Flash Back
Desde luego, decirle a Kaoru que estaba esperando un bebé, era además de preocupante, alarmante, pues al pasar los días, el carácter de Misao iba cambiando muchísimo, pasaba desde enojada a feliz y radiante en unos 2.5 segundos, sorprendiendo a todos, pero como sólo algunas personas sabían que Misao estaba embarazada, los otros no entendían que diablos le pasaba a esa chiquilla, que en cierta parte era una molestia, pero al fin y al cabo, la amaban y adoraban.
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Aoshi como cada día se encontraba meditando, cuidadosamente en pose de loto, pensando en que iba a hacer, su hermana ya estaba aquí, para el era un alivio, pero tenía que pensar claramente que es lo que iba a suceder con Misao, hasta que en ese momento, la puerta se abre
- Aoshi-sama, le traigo su té – dice Misao, la cual en ese minuto se sentía radiante, porque Aoshi estaba solo, completamente solo sin esa estúpida que rodeaba todo el perímetro del Aoiya buscando a Aoshi sin cesar.
- Gracias Misao – contesta Aoshi sin levantar la mirada, provocando que Misao se sentara totalmente resignada pero feliz cerca de el, pero Aoshi, al levantar la mirada miró desconcertadamente la manera en que Misao había cambiado, tanto así, que ella levantó la mirada, y se encontró con unos ojos azules mirándola fijamente, sin parpadear - ¿Qué le sucede Aoshi-sama? – preguntó - ¿Qué te hiciste, Misao? – contesta él – Nada – responde ella.
En ese minuto, todo parte a ser silencio, no un silencio totalmente agradable para Misao, que quería contarle algo a Aoshi, y también preguntarle quien era dichosa mujer que lo buscaba siempre, que se colgaba a sus brazos como ella casi nunca lo hizo en sus 19 años de vida, pero pese a que estuviese de lo más celosa, tenía que mantenerse tranquila, por ella misma y por su bebé. Mientras tanto, Aoshi miraba a Misao detenidamente, algo le había sucedido, y no le daba crédito a que era lo que le sucedía, porque ella estaba comportándose mejor, pero además los cambios de ánimo que le estaban sucediendo no eran normales, pero algo que iba mas allá de eso era su belleza, cada día iba poniéndose más linda, más femenina, pues en ese momento ella llevaba un kimono celeste, con flores de sakura bordados, los cuales combinaban con los azules de sus ojos, y el negro de sus cabellos.
- Misao, estás cada día más hermosa, ¿pero qué te hiciste para estar así? – se preguntaba el pelinegro, mientras no notaba que Misao se levantaba, hasta que escucho un platillo romperse y se exaltó.
- Lo siento mucho, Aoshi-sama – repetía ella por enésima vez.
- No te preocupes Misao, todos cometemos errores, incluso yo – comentaba de una manera totalmente paternal – Necesito hablar contigo, Misao – puntualizó el.
- ¿Usted ha cometido errores? – preguntaba llena de curiosidad por saber un poco mas de él – si, claro, ¿de qué desea hablar? - contestó.
- Me gustaría hablar de tu cambio, ¿a qué se debe? – preguntó.
- ¿De cuál cambio se refiere? – puntualizó
- Del físico, del psicológico, del carácter, entre otros. Realmente dime, que te pasa, para poder ayudarte -
- No creo que pueda ayudarme, Aoshi-sama – dice tristemente.
- ¿Por qué dices eso? -
- Porque usted está con Ayumi, y no creo que pueda ayudarme de la manera en que yo lo necesito – dicho esto, Aoshi se levanta.
- Misao – se acerca a ella – yo no estoy con Ayumi – puntualiza – ella es mi hermana, y necesita mi ayuda – a lo que ella mira sin creerlo, ella, la que buscaba y acosaba a SU Aoshi no era nada mas y nada menos que la hermana.
- Lo siento mucho, Aoshi-sama, pensé que era su prometida –
- No hay cuidado Misao. Pero debes decirme ahora en que necesitas ayuda –
- Lo que sucede, es que… ¿recuerda usted la ocasión en que me violaron? – pregunta tímidamente.
- Si, lo recuerdo – aquella pregunta lo hacia volverse loco - ¿a qué se refiere, ¿qué está pasando? –
- Bueno, al ser así es mucho más fácil contarlo –
- Cuenta –
- Señor Aoshi, verá, el día en que fue el médico, preguntó si me había llegado mi menstruación, pero yo le había dicho que no, entonces el me advirtió que tuviese cuidado, porque puede ser que ésa violación pudiera producir un embarazo, a lo que yo realmente no tomé muy en serio y dejé que todo pasara, pero hace algún tiempo atrás, comencé a tener visiones de un niño, el cual, bueno… era mi hijo – ésta se estremeció – Lo que trato de decirle, es que, estoy embarazada – finalizó, a lo que Aoshi, no podía dar crédito a lo que escuchaba, Misao, SU Misao, a la niña que vio como una hija, iba a ser madre, y no necesariamente de algún desenlace feliz, sino que una de las más crueles violaciones.
- ¿Quieres que te apoye verdad? – pregunta él, abrazando a Misao.
- Me encantaría que me apoyara, Aoshi-sama – dice ella, acercándose a él… sintiendo su respiración, sus latidos al compás de ella, tratando de acercarse más y más a él, como tratando de llevar sus labios a un beso, a su primer beso de amor.
- Aoshi! – exclama Ayumi, a lo que estos rápidamente se separan – con que aquí estabas – dice la chica notablemente exhausta – ¿y ustedes qué hacían? – preguntó.
- Nada que te importe – comentó Aoshi, a lo que Ayumi respondió con un gesto reprobatorio – además, Misao y yo estábamos hablando de algo importante para ella, bueno, para nosotros.
- ¿Se puede saber que es? – pregunta Ayumi.
- No, aún no, pero trata de los Onniwabanshuu – contestó fríamente Misao.
- Bueno, si es eso realmente no me importa – contesta.
- Aoshi-sama – éste levanta la vista a Misao que se había levantado ya – me retiro, otro día seguimos hablando –
- Hai – dicho esto, Misao se retira de la habitación.
- ¿Qué pasa con ella, hermanito? – pregunta Ayumi, a lo que Aoshi mira extrañado - ¿Es ella verdad, tu sabes, ¿la mujer a quien amas? – pregunta
- Hai – contesta él, sin dudar – ella es tan especial, hermana… que nadie pensaría que la crié como una hija y ahora la amo más que a mi mismo.
- Así pasa – contesta ella – uno nunca sabe de quien se va a enamorar – dice con tono soñador.
- ¿Y a ti qué te pasó? – pregunta él, notando el tono de voz de su hermana.
- ¿A mí, nada, realmente no me pasa nada – contesta ella
- Sabes que eres tan mala para mentirle a tu hermano –
- Lo sé – se ríe – pero no puedo contarte nada, porque si lo digo no se cumple – contesta ella.
- Así que mi hermanita se enamoró o está a punto de hacerlo – afirma
- Mmmmm… algo así –
- Y, ¿quién es el desafortunado de tener enamorada a la fiera de todo el Japón? – dice el en un tono de burla hacia su hermana.
- Nadie que realmente te importe, así que déjate de bromas – contesta burlescamente.
- Bueno, bueno –
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Mientras tanto, en otro lugar muy extraño, lleno de sombras, se repetían las voces de dos hombres, que siempre permanecían en la oscuridad, por lo tanto era muy difícil distinguir que eran, si humanos o algo más.
- ¿Me trajiste el informe de Shinomori, Kaji? – pregunta el más alto.
- Si, lo acabo de traer, al parecer está enamorado de una chiquilla que actualmente es la líder de los Onnis – dice y entregándole el informe a aquel hombre, mientras este leía.
- Y al parecer está tan enamorado, que ni siquiera se da cuenta de todo lo malo que le vamos a hacer –
- Pero, ¿cuál será el plan? –
- Tratemos algo simple, raptemos a la chica líder – contesta – para ver si se preocupa – dice esto en una forma muy escalofriante.
- Podría ser, pero, ¿no crees que será mejor mandarle anónimos? –
- No, para nada, si hacemos eso, se pondrá alerta, pero si raptamos a la chica, conoceremos hasta donde llega la furia de éste –
- Ahhh, pues si, pero también lea – a lo que el sujeto se pone a leer cuidadosamente - hay otras mujeres en la casa, así que no sabemos quien realmente es la dueña del corazón de Shinomori.
- Cierto – contesta – entonces los expiaremos más.
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Unos días más tarde, Misao se sentía muy mal, mareada, con ganas inmensas de vomitar todo lo que olía, desde una sencilla sopa, hasta el fugu.
- Odio sentirme así – decía ella, mientras Megumi la ayudaba, desde que se enteró que estaba embarazada, ella sería la doctora tratante.
- Bueno, es totalmente normal a tus dos meses y medio de embarazo – decía ella con suma malicia – pero espérate a los meses siguientes, que serán peores – dijo con sorna.
- Meg, me disculpas, pero como médico eres malvada – comenta Misao, provocando que Megumi se sonrojara.
- Claro, si solo fuera tan mala no me preocuparía por ti – contesto.
- Bueno – ríe Misao.
- Mami, mami – dice Souzou – quelo comer.
- Pero cariño, comiste hace dos horas atrás – dice ella.
- Pelo quelo comer – insiste éste.
- ¿Quién te dijo que podías comer ahora? – pregunta tranquilamente.
- Papi – dice inocentemente.
- Sanosuke! – grita Megumi, a lo que éste aparece enseguida, un poco asustado.
- ¿Qué pasa Kitzune? – dice éste.
- Tú sabes – contesta.
- No, no lo sé – pero al mirar a Souzou recordó – lo siento Meg, es que le dije a él que podía comer, pero nunca pensé que fuera a pedirte ahora dice éste.
- Claro, si lo único que NO haces es pensar –
- Bueno, como digas –
- Mami, Papi, no peleen – dice Souzou suplicante, la verdad le dolía ver a sus padres discutir, porque no entendía la razón por la cual su madre se enojaba con su papi.
- Bueno cariño, no discutiremos más – dicen al unísono.
- Ayyy, me conmueven ustedes – dice Misao.
- Gracias comadreja – contesta Sano.
- Bueno, me retiro, tengo que ir a ver como está todo – Misao se levanta y se retira.
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Misao sale, y se encuentra con Aoshi, quien estaba cerca de un árbol de cerezos, sentado, pensando en cualquier cosa, aunque ella no sabía realmente en que pensaba este apuesto caballero.
- Misao, sé que es muy mal visto que a tu edad estés embarazada y no estés casada – comienza el – pero fue interrumpido por ella.
- Aoshi-sama, sé que no es bueno eso, pero prefiero cuidarlo yo sola, pero necesito que me ayude –
- ¿De qué manera te puedo ayudar? -
- En… en que usted sea como un padre para mi hijo – Aoshi no podía creer lo que escuchaba – así que le pido que si podría acompañarme en todo este proceso – finaliza ella.
- Hai, te ayudaré Misao – Aoshi se acerca, haciendo que ésta lo abrazara como nunca antes lo habían abrazado y tratado con tanta ternura, con tanto amor, con tanto sentido y con tanto respeto – gracias por confiar en mi, Misao – dice éste dándole un beso en su mejilla, y retirándose de ese lugar.
- De nada Aoshi-sama – dice ésta en un susurro que milagrosamente pudo escuchar Aoshi y sonreír por dentro.
- Ahora mi niña, estaremos juntos gracias a éste pequeño – confesaban sus pensamientos, mientras el no notaba que alguien miraba a la joven Misao.
Fin Capítulo 5
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Al fin terminé, en serio, estaba totalmente absorta en mis estudios y con tanta falta de creatividad que no hice absolutamente nada de éste fic, asi que solamente dejé que pasara un poco el tiempo y dedicarme a estudiar.
Mañana me toca la PSU de lenguaje y el Martes la de Matemáticas e Historia, si algunos no saben, la PSU es la prueba que se hace para poder ingresar a la universidad asi que por eso es difícil en ciertas cosas… suerte que no me da miedo xD
Gracias a todos los que esperaron con paciencia este fic, gracias a los que dejan Reviews y a los que solamente leen y no dejan reviews… gracias de todo corazón a ustedes.
El cap 6, no lo he hecho, pero tengo una idea de cómo será, asi que tendrán que ser pacientes y esperar hasta como en navidad o aproximándose al año nuevo, porque si quedo en la U, necesito matricularme y eso toma horas xD… y días también.
Cuidense
Nos estaremos viendo pronto
Bye bye!
