Capitulo 5. Mentiras Dulces

-empecemos… -la muchacha se sentó entusiasmada en frente de la hipnotizada, que permanecía inmóvil con la mirada entreabierta y dirigida hacia la nada-Kagome… quiero que respondas con la verdad a cada una de las preguntas que te haga, de acuerdo?

-si…-respondió la voz de Kagome sin expresión alguna y casi sin mover los labios.

-empezare con preguntas sencillas para verificar…-les explico a los que se encontraban detrás de ella, atentos a lo que pudiera ocurrir-¿Cuál es tu nombre?

-Kagome Higurashi…-esta respondió de enseguida.

-¿Qué edad tienes?

-15 años…

-¿tienes familia?

-si…

-¿Quiénes son?

-mi madre…-hizo una pequeña pausa-mi abuelo… y mi hermano menor…

-bien…-giro su cabeza para mirar a sus acompañantes-es correcto?-Miroku y Sango asintieron.

Por alguna razón, Inuyasha se estableció un poco mas apartado de todos los demás, pero lo suficiente para que sus orejas escucharan con claridad. Sus parpados estaban cerrados, sus brazos cruzados en su pecho, sin olvidar la expresión de insatisfacción en su rostro.

-Feh!... esto es una tontería… que ganaremos haciendo esto…

-tu dirás Inuyasha… -Hana dijo de forma cómplice.

El medio demonio se dedico a refunfuñar. Volteo la cara violentamente.

-creo que ya es suficiente… empecemos a divertirnos…-a Hana una gran sonrisa de gusto se le dibujo en los labios-Kagome… ¿conoces a Miroku?

A el Houshi le dio un vuelco el estomago y trato de agudizar el oído.

-si…

-¿Qué es él?

-un monje…

-¿y conoces a Sango?

-si…

-¿Qué sientes por ellos?

En unos segundos, los ojos de ambos se abrieron y miraron a Kagome con curiosidad.

-un gran cariño… -dio una pausa-…una gran amistad…

-bien… ¿lo mismo sientes por Shippo y Kirara?

-si…

-Hana… ¿no crees que nos estamos aprovechando de Kagome?... es decir… estas son cosas privadas…-Sango se mostró preocupada.

-si ella hubiera sido sincera desde el principio, no tendríamos que haber recurrido a este tipo de medios…-Hana musito enfadada. "Aunque… no entiendo por que lo quiso así".

Flash Back

-¿Por qué no se lo dices?-Hana se mostraba seria y angustiada. Kagome estaba a su lado y ambas sentadas frente a un río cercano. La Miko menos experimentada abrazaba sus piernas que se doblaban en su pecho.

-no tiene caso… él ya eligió… de que serviría… -la joven de ojos castaños hablo nostálgica, sin apartar su vista del agua que en ese momento le parecía tan interesante.

Lo que Inuyasha le dijo le había dolido. Pensó que pronto se le pasaría, como casi siempre lo hacia, pero no fue así. En cambio de otras ocasiones en las que solo le daba unas cuantas sentadas para descargar su ira, esta vez no funciono, y en su lugar, algunas lágrimas le rodaron por su mejilla sin que ella pudiera detenerlas.

-pero él tiene que saberlo de todas formas Kagome…-la situación en la que se encontraba era muy delicada y sus ideas para ayudar le estaban empezando a escasear, especialmente a una relación que consideraba podía llegar a tanto si se le daba el empujón adecuado, ya que se notaba a simple vista que esos dos no se mostraban indiferentes el uno del otro.

-no… además… no tengo el valor suficiente para decírselo… no podría… simplemente no podría…-temía mas por la respuesta y las consecuencias de ello que por otra cosa.

-hay una forma…

-que?...-Kagome la volteo a ver desconcertada.

-hay una forma de que se lo digas, sin que tu lo sepas…

-cual es?...

-hipnotizándote…

Kagome lo medito un momento. Si ella era hipnotizada, podría decir y hacer lo que quisiera sin recordar nada, e Inuyasha no podría quejarse con ella ni reclamarle. Pero, también significaba que muchas cosas estarían en riesgo. Toda la verdad saldría a flote, toda la verdad acerca de cuanto amaba a ese Hanyou y lo que le hacia sentir con su simple presencia, y no solo él lo sabría, sino sus amigos también se enterarían, aunque ellos ya lo sospechen.

-eso significa que… ¿no voy a poder recordar nada de lo que pasé?

-no necesariamente-explico Hana con calma- puedo hacer que parte de tu cerebro este conciente de lo que haces, y así recordaras todo.

-no quiero…-la interrumpió secamente.

-eh?

-no quiero recordarlo… no quiero enterarme de nada de lo que diga o haga…-Kagome mantenía su cabeza gacha y su voz mostraba un ligero desequilibrio.

-estas segura?... no podrás recordar nada de lo sucedido Kagome…

-estoy segura… no quiero saberlo… prefiero quedarme así, sin saber como reacciono o su respuesta…-en esta ocasión Kagome dio gracias de quien haya dicho esa frase tan famosa "Ojos que no ven, corazón que no siente". Y eso era lo que ella quería, no sentir nada. Dejar de sufrir.

-de acuerdo… si así lo quieres…

Fin del Flash Back

El recuerdo de lo que paso con Kagome hace unos minutos antes de que la hipnotizara le vino a la mente. "¿Por qué lo habrá querido así?... ¿Acaso ella… no es correspondida?". Tampoco olvidaba las ultimas palabras que le dijo: "trata de sacarme toda la información que puedas."

La quinceañera seguía ahí, sin moverse y a la merced de las ordenes de Hana.

-Kagome… ¿conoces a Inuyasha?-dijo firmemente.

-si…

-¡aarrgg… ya deja de preguntar estupideces!-algo en el interior de Inuyasha no quería escuchar la respuesta, no sabia porque, simplemente no quería saberlo. Pero otra parte de él peleaba por seguir atento y escuchar cada palabra que salía de la boca de la joven.

-¿quieres que deje de preguntar estupideces? De acuerdo, lo haré…-exclamo de forma molesta, dándose cuenta que Inuyasha era mejor como perro que como Hanyou. Al menos como perro no tenia que soportar su humor de vinagre. Dio el golpe de gracia.

-Kagome… ¿Qué sientes por Inuyasha?

La pregunta fue tan bruscamente formulada que Sango dio un grito ahogado de la sorpresa y se tapo la boca con las manos. La cara de Miroku no podía estar mas seria y los ojos de Inuyasha se ensancharon enormemente al mismo tiempo que sus mejillas se llenaban de rubor.

-él… -Kagome empezó a hablar, pero casi al instante se detiene. Sus pupilas no dejaban de permanecer sin brillo y completamente vacías-yo…

-tú que…

Inuyasha no sabía exactamente por que, pero sintió como había dejado de respirar y le parecía extraño que aun así su corazón palpitara rápidamente como un tambor y hasta que los labios de Kagome se abrieron de nuevo, solo para darle una sorpresa mayor que la anterior. No le quitó la mirada de encima.

-yo… lo amo…

El silencio se hizo presente tan deprisa como la respuesta fue hecha. Hana miro de reojo al medio demonio. Éste había bajado la cabeza y su cabello cubría parte de sus ojos. Sin embargo, la tensión que en ese momento se sentía no le fue excusa para continuar interrogándola. Quería que Inuyasha escuchara lo mayor posible y sabia que lo estaba haciendo.

-¿desde hace cuanto que lo amas?- pregunto con simpleza.

-no lo se realmente… solo… sucedió… sin que yo me diera cuenta… conquisto mi corazón de la manera que solamente él sabe hacerlo…-su voz era clara.

-¿qué te atrae de él?-Hana deseaba entrar mas en el fondo del asunto, y así lo haría. Quería que Kagome soltara todo lo que sentía.

-todo… tal ves el que sea tan diferente a los demás…

-¿Qué es "todo"?... ¿a qué te refieres con "todo"?

-me refiero a todo lo que es él como persona… física y emocionalmente…

-¿Qué te gusta de Inuyasha físicamente?

-todo…

-¿Qué es "todo"?... quiero que me especifiques cada cosa… de pies a cabeza…

¡Esto no podía continuar… simplemente no podía continuar…!Inuyasha sentía como su corazón estaba apunto de salírsele del pecho. Un nudo en la garganta tan grande como su puño evitaba que articulara palabra para poder detener el interrogatorio, y quería hacerlo, pero irónicamente su cuerpo no le respondía o no quería responderle. En silencio siguió escuchando, y cada palabra que ella pronunciaba hacia que su rostro se tornara de un rojo intenso.

-me gusta… adoro… sus ojos… sus ojos dorados, su cabello plateado, sus orejas, su rostro, todo… todo su cuerpo en sí…incluso me gustan sus garras y sus colmillos… no hay nada en él que no me desagrade…

Todos los ahí presentes estaban con la boca abierta, sin poder hacer o decir nada mas que escuchar. Nunca pensaron que todos esos pensamiento serian revelados alguna vez y mucho menos los de Kagome.

-y emocionalmente?...

-me gusta su terquedad, aunque eso traiga problemas de vez en cuando, su egocentrismo, incluso lo amo por sus defectos, el que sea gruñón, testarudo, orgulloso, arrogante, tierno aunque pocas veces lo demuestre, posesivo y audaz, su determinación para hacer las cosas y no darse por vencido, su confianza en si mismo. Todas esas cosas que aunque son defectos son lo que lo hacen tan especial y encantador.

Si antes Inuyasha se estaba desfalleciendo de vergüenza, no era nada comparado con la cohibición que en ese justo instante sentía. Jamás había experimentado tal cosa como ahora, teniendo unos deseos enormes de esconder su cabeza en el primer agujero que encontrara. Tenia que razonar adecuadamente para introducir en su mente que todo lo que Kagome estaba diciendo sobre él eran mentiras y que no era algo de lo que ella estuviera consiente. Para su desdicha, o suerte, las preguntas no terminaban ahí.

-sé que Inuyasha es un Hanyou, eso quiere decir que tiene sangre humana y de demonio. Él quiere obtener la Shikon No Tama para convertirse en un Youkai completo. ¿Tú quieres eso?

-no…

-¿Por qué?

-por que yo lo amo como es, como un Hanyou. Sé que para él eso no le importa, por que me lo ha dicho miles de veces, pero yo no quiero que pierda su identidad, ni a sus amigos, además, él ya es muy fuerte, ¿Para que quiere ser más fuerte? ¿Acaso no es suficiente el que yo lo ame como Hanyou? ¿No es suficiente el que ame esas noches de luna nueva, aunque él las deteste? Sé que mi opinión le importa poco pero solo quiero que sea feliz, no importa lo que eso implique, si eso lo hace feliz tendré que aceptarlo, así como acepté que haya escogido a Kykio. Si la felicidad que él busca no esta en lo que yo le ofrezco, no puedo hacer nada al respecto.

Una lagrima solitaria rozo la mejilla de Kagome.

-Kagome-chan…

-Kagome…-Hana estaba completamente conmovida por lo dicho.

-¡ES SUFICIENTE!!- la voz viril del hombre mitad bestia resonó en el ambiente tenso, siendo enemigo de las acciones que ahí se realizaban.

La joven castaña detuvo de inmediato la pregunta que iba a formular. Sabia que tarde o temprano Inuyasha tomaría esa actitud. No había convivido con él mucho tiempo, pero sí lo necesario para percatarse de que ese tipo de reacciones no eran difíciles de descifrar en un chico como él. "Posesivo y orgulloso, sin atreverse a expresar sentimientos fuera de su preferencia, aunque esto lo carcoma por dentro."

Hana no lograba entender como alguien podía encerrar tantos sentimientos en su corazón sin explotar en el proceso. Así como Kagome estaba llegando a un límite, sin poder soportar mas el sufrimiento amargo del amor silencioso, Inuyasha no tardaría en estallar y llegar al punto de ebullición. Especialmente él, que por su condición de Hanyou ha tenido que soportar la soledad y el rechazo por parte tanto de Youkais como de humanos. Es precisamente este tipo de repulsión inhumano el que ocasiona el cambio y "fortaleza" de la personalidad.

Por su parte, Inuyasha no quería seguir presenciando esa "falta de moral" por parte de Hana, al sacarle esa clase de información a Kagome de una manera que él consideraba inaceptable. Pero… si así era… entonces… ¿Por qué permanecía ahí? Lo único que quería era salir corriendo para no continuar escuchando aquella tortura, pero no solo sus piernas, sino todo su cuerpo se negaba a obedecer. ¡¿Qué demonios le estaba pasando?!

A pesar de que concentró toda su voluntad para poder moverse, solo logro girar sobre sus talones con la mirada perdida en sus mechones y caminar lentamente lejos de oír algo mas que lo alteraría.

-¡ESPERA INUYASHA!-Hana grito sin perder su posición.

Éste se paro en seco, sin saber por que dudaba en continuar con su camino. Apretó los dientes. ¡Con un demonio! ¡que no entiende que ya no quiere seguir ahí!.

-¡no hemos terminado!-musito de manera seria la chica.

El muchacho no respondió, en realidad no sabia que responder. Opto por decir la verdad.

-no quiero seguir escuchando…-el tono que uso fue muy débil pero audible, y no se definía muy bien, entre enojo e impaciencia.

-no tendrás que hacerlo-contesto rápidamente, como queriendo ir al grano del asunto-si no puedes entenderlo con palabras, entonces será con acciones.

-¡¿Cómo dices?!-Sango exclamo asustada. "¿Qué pretende?"

-Kagome… acércate a Inuyasha…-ordeno Hana, mirando a la Miko sin expresión.

El Hanyou volteo su cuerpo con brusquedad, denotando el leve rubor en su rostro y la exaltación por la que estaba atravesando.

La joven quinceañera se levanto de su asiento sin dudarlo y con paso lento pero seguro se fue aproximando a su meta, hasta detenerse en frente de él, mientras el chico la observaba con duda. "Kagome"

-míralo a los ojos…-volvió a ordenar.

Kagome levanto un poco la cabeza para obedecer, ya que era mucho mas alto que ella.

-¿él es el hombre que amas?

-si...

Inuyasha se tenso y su garganta no podía estar mas secas. Los demás observaban sin atreverse a parpadear, esperando por lo que pudiera pasar.

-bien…-Hana cerro los ojos- lo tienes frente a ti, has lo que desees hacer..."le".

La chica enredo sus brazos en la espalda de Inuyasha, ocasionándole una tensión mas profunda que la vez anterior. Kagome apoyo su cabeza en el pecho de su amado, cerrando los ojos para disfrutarlo mejor y hundiendo más su cuerpo al de él.

Al presenciar tal escena, Miroku le tapo los ojos a un pequeño Shippo delante de él. Evidentemente que el cachorro comenzó a quejarse por ello, pero el monje no cedió.

Inuyasha se resistía a moverse, manteniendo los ojos abiertos sin ser capaz de dominar sus pensamientos y mucho menos de pronunciar o hacer algo que no fuera respirar con rapidez. El aroma de Kagome le llego a su fino olfato, haciendo mas pesada la decisión de qué hacer.

Lo que no le cabía en la cabeza era por que le estaba ella ocasionando todo esto, si anteriormente habían sucedido situaciones muy similares a esta, el que se abracen con o sin motivos. Todo lo que estaba sintiendo en ese momento: el nerviosismo, el pulso acelerado, el enrojecimiento de sus mejillas, incluso la falta de aire y el sentir su calor traspasar su cuerpo eran algo que el ya había experimentado, ya sea con ella o con alguien mas muy parecida a ella. Pero esta vez era muy diferente, ese abrazo era diferente, las sensaciones que le transmitía eran, sino el doble, el triple de potentes que las que había experimentado en el pasado.

Esa manera de abrazarlo era… llena de ansiedad… llena de amor… llena de deseo… un deseo que podía notar fácilmente cuando sintió como las manos de Kagome se aferraban mas a su espalda y lo apretaban levemente.

Esa reacción sorprendió incluso a la propia Hana, que los veía con una sonrisa dulce en sus labios. Esto no terminaba todavía…

"¿estas segura que es todo lo que quieres hacer Kagome?"

Como si ésta respondiera al pensamiento de Hana, Kagome levanto su cabeza y observo el rostro de Inuyasha que le devolvió el gesto con algo de dificultad y sin dejar de mostrar ese rubor. La joven separo su mano derecha de la espalda del chico y la deslizo suavemente por su rostro, admirando su textura y tibieza.

-Kagome… por favor… detente…-Inuyasha por fin pudo reunir el valor suficiente para poder hablar, aunque lo hizo de forma débil e insegura.

-es inútil, ella no puede escucharte, solo obedece a mi voz y a mis pensamientos…

-¡¿Qué?! ¡¿Quieres decir que también puede escuchar tus pensamientos y obedecer?!

-si es necesario si…

"¡Maldición, solo esta jugando conmigo!" la poca chispa de cordura que le quedaba a Inuyasha apareció de golpe en su mente, haciéndolo recapacitar y quitando la mano que Kagome tenia en su rostro.

"¡Tócalo, ahora!"

Sin lenta ni perezosa, Kagome rodeo el cuello de Inuyasha aprisionándolo en un nuevo abrazo y en un nuevo suplicio para él.

-¡¡Basta, Kagome detente!!-Inuyasha grito sin muchos resultados, mientras intentaba separarse de ella.

"¡Tócalo más!"

La mano de la Miko busco el cuello del muchacho y la resbalo con suavidad bajando poco a poco hasta su pecho y separando el Haori rojo para introducir sus manos dentro. Los ojos ámbar se abrieron de golpe, sintiendo un escalofrió en su piel producto de las manos traviesas que lo estaban provocando.

-Kagome… que… que estas… haciendo…-Inuyasha tartamudeo tratando de detener las caricias, pero se sentía tan nervioso que lo único que logro fue abrirse más el Haori debido a los jalones y así facilitarle el trabajo a Kagome, que no paraba de tocarle parte del cuello y el rostro.

En uno de esos esfuerzos por apartarla y no lastimarla con sus garras, cayo de espaldas al pasto, seguido por el cuerpo de la estudiante de secundaria. Tan pronto sintió el peso en su torso, examino a la chica, para ver si no se había hecho algún daño. Su cuerpo había evitado cualquier clase de lesión.

"Esto no puede estas mejor"

La pareja estaba en una posición bastante comprometedora, ella encima de él, algo que definitivamente no lo ayudaría. Inuyasha se sentó con rapidez antes de que Kagome pudiera siquiera abrazarlo de nuevo y para evitar cualquier otro percance que a Hana se le pudiera ocurrir.

-¡Hana ya fue suficiente! ¡Has que se detenga!-Inuyasha estaba perdiendo el juicio. Miro a Kagome que se acercaba a él en cuatro patas de una forma bastante provocativa y haciendo que se le subieran los colores-¡eres una pervertida!

-¡claro que no! Yo no le estoy pidiendo que haga nada, ella lo hace por su propia cuenta-Hana no podía dejar de reír. La expresión de pánico que adquiría Inuyasha era digna de fotografiar.

-¡no me vengas con tus tonterías, sé perfectamente que tu le estas pidiendo que haga todo esto!-Inuyasha sintió una mano recorrerle la cintura y con desesperación intento quitarla de ahí.

-además se ve que lo estas disfrutando-Miroku hablo con picardía.

-¡ya cállate Monje Hentai!-dijo con enojo. Inuyasha sentía su cara arder. El rostro de Kagome estaba cada vez más cerca del suyo y si no hacia algo pronto acabaría cediendo-¡por que no vienen a ayudarme en lugar de quedarse ahí parados observando!

-¿Y perdernos la diversión? ¿Estas loco?-a Miroku esta situación lo divertía de sobremanera, a la vez que mantenía a Shippo con los ojos cerrados.

La chica lo abrazo de nuevo y sus labios comenzaron a besarle la mejilla y el cuello. El Hanyou interrumpió su respiración y se quedo inmóvil por unos segundos sintiendo como una extraña sensación de deleite le recorría todo el cuerpo como electricidad, con sus mejillas de un color carmín intenso. Oh Kami si esto no paraba ya…

-Kagome… basta… por favor… escúchame…-juntando toda la fuerza de voluntad de la que era capaz en ese momento y sin saber como lo hizo, la tomo de los hombros y la separo de él, mirándola a los ojos-escúchame… despierta… yo sé que no quieres hacer esto… ¡despierta!

Sin embargo, los ojos cafés de ella seguían neutrales, sin transmitir nada y completamente vacíos.

"Dale el golpe de gracia"

-¿Kagome?-Inuyasha pronuncio con temor al ver como Kagome acercaba sus labios a otro sitio que no era ni sus mejillas ni su cuello, sino a su propia boca. La joven lentamente cerró los ojos para saborear lo que iba a probar después de mucho tiempo y lo que no solo por ordenes lo hacia.

-Inuyasha…-susurro.

Inuyasha no supo hacer otra cosa mas que cerrar sus parpados con fuerza y esperar, mientras sentía sus latidos atorados en la garganta.

-¡ALTO!

Kagome se detuvo a unos cuantos centímetros de los labios de Inuyasha y se separo de él. Después se puso de pie para dirigirse a su asiento anterior con toda la tranquilidad del mundo, dejando a un Inuyasha sentado en el suelo jadeando con el Haori medio abierto y a punto de darle un paro cardiaco.

Al darse cuenta que todo había acabado, Inuyasha suspiro aliviado y se dejo caer al pasto, todavía con los nervios a flor de piel.

-Kagome, cuando yo cuente tres, despertaras y no recordaras nada de lo que paso, de acuerdo?-Hana prosiguió a terminar el hipnotismo.

-si…

-bien… uno… dos… tres…

Los ojos castaños se cerraron para luego abrirse pausadamente y mostrar el brillo y la vitalidad que segundos antes había perdido. Se sentía confundida y un tanto mareada. Miro a su alrededor, la expresión de sus amigos era completamente fuera de su alcance a comprender.

-¿Qué sucedió?

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listo!!!

despues de la espera, lo termine

tuve que hacer algunas cositas con respecto a mi universidad por eso me atrase

con chance y los demas cap tambien los coloque con mas lentitud por que ya estare algo ocupada con la uni

pero hare lo posible para no tardarme tanto

claro si ustedes quieren que siga continuando con el fic jejeje que espero que si

espero reviews por fa!!

cuidense y saludos