14. Un muggle en Grimmauld Place
Al día siguiente por la mañana, Maurice salió de su casa y subió a su auto con dirección al apartamento de Dave Spencer.
Ante la insistencia de Maurice por averiguar más sobre Aurora y el tal Sirius Black, su amigo accedió a acompañarlo para investigar más a fondo.
- Primero iremos a las oficinas de la aerolínea, ¿cierto?- dijo Dave al subir al auto.
- Sí. ¿Trajiste impresa la fotografía?
- Así es.
Maurice condujo hacia el lugar acordado y antes de bajar del auto, Dave le dijo:
- Seré yo quien hable. Diré que soy el detective a cargo de una investigación y tú mi compañero; con un poco de suerte no se fijarán demasiado en mi identificación del trabajo. Diablos, Maurice. Si me descubren…
- Tu cabeza rodará. Lo sé- interrumpió Maurice- amigo, te aseguro que si eso sucede le pediré a mi abuelo que mueva sus influencias para ayudarte… por cierto, no te había visto de camisa formal desde que te graduaste de la universidad.
Ambos hombres rieron.
- Me siento ridículo vestido así pero al menos tengo pinta de detective.
Entraron a las oficinas de British Airways y Dave se aproximó al mostrador de informes. Maurice se quedó unos pasos rezagado, dejando que su amigo hiciera su trabajo. Para su sorpresa, unos minutos más tarde los pasaron a una sala de juntas a donde llegó un grupo de 10 personas. Ellos fueron los empleados encargados de dar información sobre los pasajeros del vuelo accidentado a los familiares.
- Buenos días a todos- saludó Dave al grupo que se miraba entre sí expectante- soy el detective Spencer de la Policía Metropolitana de Londres y éste es mi compañero McLaggen. El motivo de nuestra visita el día de hoy es hacerles unas preguntas sobre el familiar de una de las pasajeras del vuelo a Grecia accidentado hace un par de meses. Sabemos que ustedes solamente estuvieron autorizados a dar información a familiares cercanos. Nos encontramos investigando un crimen y su ayuda es crucial. Queremos saber si en los días posteriores al accidente vino este hombre a pedir informes sobre una pasajera de nombre Hermione Jean Granger.
Dave sacó de su portafolios la fotografía de Sirius Black impresa en hoja tamaño carta y la hizo circular entre los empleados. Tras unos instantes alguien habló:
- Creo que recuerdo a este hombre. Sólo que en esta fotografía luce realmente mal- dijo una mujer joven.
- ¿Está segura, señorita?- preguntó Dave con interés. La mujer sostenía la fotografía entre sus manos y la miraba concentradamente.
- Sí… creo que podría ser él. Pero insisto, en esta fotografía luce terrible- confirmó.
- ¿Cuál es su aspecto?- preguntó Maurice. La mujer volteó a mirarlo.
- Pues me pareció un tipo bastante apuesto. Alto, como de 1.80 metros. Figura atlética, cabello negro corto… sólo que vestía un poco extraño. Venía con una chica también de aspecto extraño. A ella la recuerdo bien por su cabello color púrpura. Ambos traían ropas raras, parecían chicos punk.
- ¿Y está segura de que esas personas vinieron a preguntar por Hermione Granger?- insistió Maurice. La mujer dudó un poco.
- Bueno, en este momento no recuerdo el nombre de la pasajera, fueron demasiadas personas las que murieron en ese accidente. Pero estoy segura de que ese hombre vino y dijo ser el prometido de una de ellas.
- Yo también lo recuerdo- dijo otra mujer de edad un poco más avanzada, tomando la foto de manos de su compañera- y sí, es como lo describe Anne. Muy bien parecido, nada que ver con esta foto. Pero también recuerdo a la chica de cabello morado. Estuvieron aquí cuando se les entregó a los familiares el poco equipaje que se pudo recuperar con pertenencias de los pasajeros.
- De acuerdo- dijo Dave apresuradamente- con esto nos han ayudado bastante. Muchas gracias.
Tomó de regreso la foto y con un gesto le indicó a Maurice que saliera del lugar.
- Oye, ¿a dónde vamos?- preguntó Maurice sin entender por qué la prisa repentina de su amigo- aguarda un momento, hay que pedirles la lista de pasajeros…
- Debemos salir de aquí antes de que alguno de los jefes se dé cuenta de que estamos interrogando a su personal. Si llaman a la estación de policía y descubren que nadie nos mandó, estamos fritos. Camina.
- Pero la lista de pasajeros…- insistió Maurice.
- Maurice, esa lista está en todos los medios oficiales. No es distinta a la que ellos te darían, no vale la pena perder minutos en eso. Confía en mí. Además ya escuchaste, entregaron una maleta registrada a nombre de Hermione.
Se alejaron a toda prisa de ahí hasta llegar al auto de Maurice.
- Vayamos a Grimmauld Place- dijo éste al tiempo que ponía el vehículo en marcha.
- ¿Qué? ¡Estás loco, Maurice McLaggen!- exclamó Dave.
- Sólo quiero ver al tipo de lejos.
Maurice siguió insistiendo hasta que Dave se rindió y dejó de replicar. Éste sabía que era mejor acompañar a su amigo y asegurarse de que no haría alguna locura. Tras estar atrapados por un buen rato en el tráfico de la ciudad, llegaron a la calle nombrada Grimmauld Place.
- Vaya, pocas veces había venido por este lado de Londres- dijo Dave.
Maurice manejaba lentamente, mirando a través de la ventana en busca del número 12.
- No lo veo…
Se estacionaron en un lugar disponible y aunque Dave no estuvo de acuerdo, comenzaron a recorrer a pie la calle. Era casi media mañana.
- Oye, en serio no está el número doce- concordó Dave- del once se salta al trece… ¿qué demonios? Seguramente el tipo dio una dirección falsa. Eso tendría sentido.
- Tal vez…- concordó Maurice pasando su mirada nuevamente de la casa marcada con el número once a la casa número trece.
Dave finalmente logró convencer a Maurice de que no encontrarían nada ahí, así que se fueron y Maurice lo llevó de vuelta a Scottland Yard. Dave lo hizo prometer que no regresaría a tratar de hallar a Sirius Black, pero Maurice hizo lo contrario.
A eso de las seis de la tarde regresó a Grimmauld Place, se estacionó, bajó del auto y volvió a recorrer la calle en busca del número doce.
- Siempre ha sido así- le dijo una anciana mujer a la que vio asomarse desde el interior de la casa número nueve una hora después de que él llegó- del once se salta al trece. Un tonto error de numeración que jamás nadie ha corregido…
Maurice entendió que no tenía sentido seguir ahí. Tal vez Dave tenía razón y el domicilio que Black había dado en la aerolínea era falso. Iba a caminar de regreso a su auto cuando de pronto escuchó el ruidoso sonido de una motocicleta que se acercaba. Volteó a mirarla.
- "Vaya máquina"- pensó Maurice, quien era fanático de las motocicletas.
El tipo que conducía no traía casco y tras él iba una chica de cabello muy largo y pelirrojo. Maurice no pudo evitar seguir a la pareja con la mirada, estaban a unos cuantos metros frente a él. Entonces su corazón se detuvo por unos momentos cuando vio al conductor de la moto… alto, en buena forma, vestido de negro con una extraña gabardina larga, cabello negro… ciertamente la ruda apariencia del tipo era algo intimidante. Y la joven pelirroja que iba con él era muy bella.
- Gracias, Sirius- dijo ella cuando el hombre la ayudó a bajar de la moto.
- No es nada, linda. Entremos a la casa- respondió él.
En ese instante la pareja notó la presencia de Maurice, quien no les había quitado la vista de encima.
- ¿Tú qué estás mirando?- le dijo Sirius Black en un tono de voz rayando en lo agresivo. Maurice sintió un hueco en el estómago al ser descubierto.
- N-nada…- balbuceó. Se dio la vuelta y apresuradamente caminó hacia su auto estacionado afuera de la casa número seis. El corazón le latía a toda prisa a causa de la impresión que le ocasionó el haber estado a unos cuantos metros de distancia a aquél que había estado en la lista de criminales más buscados del Reino Unido.
Subió al Mini Cooper y arrancó lo más rápido que pudo. Por el rabillo del ojo miró hacia donde estaba la motocicleta estacionada y descubrió que Black y la chica pelirroja habían desaparecido.
- ¿Harry? ¿Cariño?- lo llamó Ginny Weasley desde el vestíbulo del número doce de Grimmauld Place- ¡ya llegamos! No fue necesario venir con polvos flu, Sirius me trajo desde San Mungo.
- ¡Estoy en la cocina!- contestó Harry Potter a lo lejos- comencé a preparar la cena.
En ese momento apareció Remus Lupin bajando por la escalera.
- ¿Qué haces, Canuto?- le preguntó a Sirius al verlo espiando a través de la mirilla de la puerta principal.
- Comprobando si ese muggle ya se fue. ¿Viste cómo se nos quedó mirando?- le preguntó el animago a Ginny.
- ¿Cuál muggle? ¿De qué hablan?- dijo Remus sin comprender.
- Hace unos instantes que llegamos había un muggle parado muy cerca de acá que se quedó mirándonos- explicó Ginny. Luego dirigiéndose a Sirius preguntó:- ¿pero eso qué importa? No me digas que no estás acostumbrado a que los muggles te miren así por tu estilo a la hora de vestir. Además ni siquiera nos vio entrar, se fue sin mirar atrás después de que lo asustaste.
Remus soltó una risita.
- Tienes razón- concordó Sirius.
- Bajaré a ayudar a Harry en la cocina. Les llamaremos cuando esté la cena- informó la pelirroja.
Ni Ginny ni Sirius tenían idea que haber ignorado a ese muggle había sido un grave error.
Por otro lado, lo que Maurice McLaggen y Dave Spencer desconocían era que la información sobre "Hermione Granger" y "Sirius Black" que encontraron en la base de datos del registro de población del Reino Unido no eran del todo fidedigna.
Ellos jamás sabrían que en el gobierno muggle había inmiscuidos algunos magos del departamento de Control de Población Mágica que se encargaban de asegurar que los registros que los muggles tenían sobre los ciudadanos que eran magos y brujas no levantaran ninguna sospecha.
Así manipulaban algunos datos sobre ellos, tales como la escuela de donde se graduaron y el empleo que actualmente tenían; porque seguramente llamaría la atención del gobierno muggle el ver cosas como "graduado del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería" o "Profesión: inefable".
Eran pocos los magos infiltrados y no se daban abasto para modificar todos los expedientes en el sistema muggle. Fue por ese motivo que la información sobre la inocencia de Sirius Black aún no estaba actualizada en la base de datos de la policía muggle.
N/A: ¡Qué susto para Maurice! Estuvo tan cerca de aclarar todo pero nuestro querido Sirius y su cara de pocos amigos no fueron de mucha ayuda :(
En el próximo capítulo Maurice recibirá una llamada de urgencia para regresar a Kosovo. Sí, adivinaron: algo relacionado con Hermione. ¡Nos leemos la siguiente semana!
