18. Nuevas posibilidades
- No es verdad que Harry estuvo internado en ese lugar- dijo Hermione con voz temblorosa en cuanto Maurice se subió al auto y cerró la puerta- nosotros íbamos cada año a Hogwarts.
Maurice la miró con preocupación. Hizo un ademán de hablar pero Hermione no lo dejó.
- Sé lo que ese hombre dijo. Pero él mintió. Tienes que creerme.
No pudo contener más las lágrimas.
- Hermione…- la llamó suavemente.
- Por favor no digas nada- pidió ella al ver que Maurice seguramente trataría de darle la razón al señor Dursley. Y tampoco quería escucharlo insinuar que posiblemente ella también habría sido internada en el Centro de Seguridad San Bruto para delincuentes juveniles incurables y que así era como había conocido a Harry Potter. Fuese o no verdad, eso era lo que menos necesitaba escuchar en ese momento.
Maurice suspiró apesadumbrado y encendió el auto con la intención de dejar Surrey lo antes posible. Él se negaba a creer que una chica como Hermione hubiese sido internada en un lugar para "delincuentes juveniles incurables" pero todo apuntaba a que era una posibilidad real. Recordó la conversación que tuvo días atrás con la señora Miller, vecina de los Granger en Manchester:
-"… justo cuando Hermione terminó la primaria supe que había recibido una beca. Según me dijeron sus padres, era en un internado muy prestigiado en América, al que solamente acudían niños genio… nunca me dijeron el nombre de la escuela. De hecho cuando yo les preguntaba acerca de ese colegio se mostraban un poco evasivos…"- le había dicho la anciana.
- "Bien podría ser San Bruto"- pensaba Maurice mientras conducía por una avenida que los conectaría con la autopista de regreso a Londres- "si ese lugar existe y es como lo describió el señor Dursley, no es la clase de lugar en el que un padre admitiría haber recluido a su hijo… ¿por qué los Granger mandarían ahí a Hermione? La señora Miller me dijo que ella era una niña normal, una estudiante ejemplar…"
Si bien Vernon Dursley le había parecido un tipo desagradable y grosero, al menos tenía la pinta de ser una persona ordinariamente normal. Maurice no creía que tuviese algún motivo para mentir sobre su sobrino. Además también sabía quién era ese Sirius Black…
La mente de Maurice trabajaba a toda marcha encontrando conexiones entre las cosas que Hermione decía recordar y lo que muy probablemente era la realidad detrás de esos relatos fantásticos y carentes de lógica. En una oportunidad que tuvo mientras estaban en un semáforo con la luz roja, envió un mensaje de texto a Dave Spencer.
"Dave, necesito que investigues si estos dos lugares existen: Centro de Seguridad San Bruto para delincuentes juveniles incurables y Howarts."
Él de verdad deseaba creer en lo que Hermione decía porque claramente ella estaba convencida de tener razón. Esperaba que Dave pudiera darle esa respuesta que ella tanto deseaba y que aquél lugar llamado Howarts fuera real. La luz del semáforo cambió a verde y Maurice retomó la marcha sin dejar de pensar en el asunto.
- "Los Dursley tuvieron que huir de su casa, igual que los Granger… y casi al mismo tiempo. No creo que esto sea una simple coincidencia, estoy seguro de que Sirius Black está detrás de eso… entonces si verdaderamente Black es el padrino de Potter, ¿por qué Aurora piensa que lo quería asesinar?"
Entonces un pensamiento brincó en la mente de Maurice:
"Quizás después de todo esta chica sí padece esquizofrenia"
Él meneó la cabeza tratando de alejarlo.
- "Será mejor no mencionarle que vi a Black en persona. Bien me pude haber topado también con Potter ese día en Grimmauld Place. Si es que sigue vivo, como dijo el señor Dursley…"
No dijeron ni una sola palabra en todo el trayecto de Surrey a la casa de Maurice en Londres. Justo cuando él estacionó el auto, su teléfono móvil le indicó que acababa de recibir un mensaje de texto. Rápidamente lo miró:
"El Centro de Seguridad San Bruto existe, acabo de enviarte toda la información a tu correo electrónico. Sobre el otro lugar aún no encuentro nada. Seguiré buscando."
Volteó a mirar a Hermione, quien permanecía callada y con la vista clavada en la nada, carente de expresión. Se le encogió el corazón de tristeza al verla así. Incluso tuvo que ayudarla a bajar del auto y entrar a la casa pues parecía en una especie de trance o de estado catatónico. Decidió no comentarle acerca de la respuesta que Dave acababa de enviarle.
Fue a encerrarse a su habitación. Se sentía completamente devastada. Su única esperanza de reencontrarse con la vida que ella vagamente recordaba haber tenido antes del accidente había resultado ser un delincuente juvenil. El señor Dursley había sido muy tajante acerca de quién era Harry Potter… y si ella era su amiga, ¿eso significaba que ella también había sido recluida en San Bruto? ¿Y qué había acerca de la Plataforma 9 ¾ que ella recordó justo al ver al señor Dursley? ¿Y Hogwarts? ¿Eran cuentos producto de las drogas?
- "No tiene caso siquiera ir a King's Cross. Me veré ridícula tratando de atravesar una pared… si hago eso frente a Maurice, querrá llevarme de vuelta a un hospital psiquiátrico."
Se acostó en la cama en posición fetal, abrazándose a sí misma. A estas alturas ya era incapaz de derramar una lágrima más, sus ojos simplemente se habían secado. Pero era indescriptible el dolor que sentía por dentro al considerar la posibilidad de que esos recuerdos que ella creía que comenzaba a recuperar no fueran más que delirios.
Al cabo de buen un rato Maurice llamó a la puerta de la habitación. Ella no contestó, no quería verlo. Aun así el joven entró al lugar.
- Hola… me preguntaba si tienes hambre, ya es tarde- dijo él tímidamente.
Ella no se movió de su lugar, ni siquiera volteó a mirarlo.
- No tengo hambre- se limitó a decir.
- Debes comer algo. Ya también es hora de tu medicamento, ¿recuerdas? Aún no puedes suspenderlo.
-…-
Maurice odiaba verla así de triste. Suspiró y se sentó a los pies de la cama.
- Hermione…- ésta era la primera vez que él la llamaba por su verdadero nombre- lamento mucho que la búsqueda de hoy no haya resultado como tú esperabas. Yo en verdad quería que encontraras a tu amigo y con él las respuestas a tus preguntas… me duele verte con el corazón partido. Pero ¿sabes? Creo que este no es el fin. No importa quién hayas sido antes del accidente que tuviste, a mí no me importaría si estuviste en San Bruto o si acudiste a la mejor escuela del mundo; eso da igual porque no define quién eres tú como persona. Hermione o Aurora; eso no cambia el hecho de que tú eres una mujer inteligente, increíble y lo más importante: una guerrera muy fuerte.
"Cuando llegaste al hospital no creíamos siquiera que lograrías sobrevivir una noche. Después no estábamos seguros de si despertarías del coma y lo hiciste aún en contra de todos los pronósticos. Lamento mucho que la amnesia no te esté permitiendo recuperar tu vida anterior pero ésta es una oportunidad para que construyas una nueva y la vivas de la manera en que tú decidas. No importa quién fuiste antes, sino quién puedes ser de ahora en adelante; eso solamente dependerá de ti."
Maurice esperaba animar a Hermione con esas palabras pero tal pareciera que causó el efecto contrario porque ella simplemente se giró y quedó dándole la espalda.
Comprendió que debía dejarla sola en ese momento, así que se retiró de la habitación. Realmente le preocupaba este comportamiento depresivo en la chica; debía hacer algo antes de que su condición empeorara.
Los siguientes días fueron terribles para ella. Agradeció que Maurice respetara sus deseos de estar sola y no tratara de forzarla a salir de su habitación. Únicamente accedía a verlo para tomar sus medicamentos y comer un poco.
Se sentía perdida en un laberinto de angustia y desesperanza. Pasaba largos ratos mirándose en el espejo pero no lograba sentirse como "Hermione". Le parecía que Hermione Granger era una completa desconocida. Se negaba a admitir que pudiese haber sido una joven ordinaria y solitaria que posiblemente se relacionaba con hombres problemáticos; no podía creer que su vida hubiese sido así de simple, así de triste y sin ningún logro importante hasta ahora.
A ella le habría encantado escuchar de boca del que creía su amigo que ella era una joven brillante que iba a la universidad. Pero las evidencias que hasta ahora tenía sobre "Hermione Jean Granger" indicaban que nada de eso había sucedido en su vida.
Aún había muchos espacios en blanco dentro de su memoria pero a estas alturas ya no se esforzaba por tratar de llenarlos. Quizás ya ni siquiera valdría la pena… ¿para qué? Si posiblemente se llevaría otra decepción al descubrir algún otro triste detalle de su pasado.
Casi una semana después de su encierro voluntario en esta pequeña habitación, finalmente la luz de la razón pareció brillar dentro de ella y se aferró a las sabias palabras que Maurice le había dicho después de su visita a Privet Drive: "No importa quién fuiste antes, sino quién puedes ser de ahora en adelante. Eso solamente dependerá de ti".
Era cierto; bien decían por ahí que no es posible vivir aferrándose al pasado. Y en su caso, ella ni siquiera tenía un pasado al que valiera la pena aferrarse.
- Es suficiente- dijo en voz alta, incorporándose de la cama. Tomó aquél expediente que decía que Hermione Jean Granger no tenía nada por qué vivir e hizo pedazos esos papeles. Había decidido que era hora de construir su futuro.
Maurice se hallaba en el sofá de la sala viendo una película de su súper héroe favorito en la TV.
Quizás Batman no tenía algún atributo físico como los músculos de acero de Superman o el poder de respirar bajo el agua y domar los mares como hacía Aquaman. Pero era millonario y usaba su dinero en tecnología para combatir al mal. Sus millones eran su súper poder. Por eso Maurice se sentía tan identificado con él.
Si bien Maurice no se disfrazaba de murciélago por las noches ni salía a combatir criminales, era voluntario en Médicos Sin Fronteras. Él vestía de blanco y luchaba por salvar vidas, muchas veces sin recibir una paga a cambio.
Sobre la mesita frente al sofá tenía una caja a la que aún le quedaban algunas rebanadas de pizza y una botella de vino para acompañar su cena.
Hacía un rato intentó convencer a Hermione para que saliera a comer algo pero la chica no le había respondido. Se iba a levantar para insistir nuevamente cuando para su sorpresa, ella apareció en la sala, colocándose a un lado del televisor. A juzgar por su cabello húmedo, recién había tomado una ducha.
- ¿Te puedo acompañar?- preguntó tímidamente.
- Hermione…- tartamudeó Maurice al tiempo que trataba de ordenar un poco el desastre que tenía sobre la mesita- por supuesto…
- ¿Ése es Batman?- preguntó la chica sentándose a un lado de Maurice.
- Sí, es Batman. ¿Quieres pizza? Iré a calentarla un poco…
Maurice se iba a levantar pero Hermione lo tomó del brazo.
- Espera… quiero decirte algo.
-…- Maurice obedeció y permaneció en silencio, dejando que ella se tomara su tiempo para hablar. Tras unos instantes ella respiró profundo y dijo:
- Hermione quedó atrás junto con todo mi pasado… como bien me dijiste, ya no importa quién fui sino quién puedo ser de ahora en adelante. Así que hoy elijo ser Aurora Wayne y comenzar una nueva vida.
La mirada de Maurice se iluminó de alegría al ver a la chica serena y decidida.
- Claro que sí- susurró él mirándola a los ojos- tendrás una vida feliz llena de nuevos recuerdos…
- Sólo que no sé por dónde empezar- admitió ella con una tímida sonrisa.
Maurice adquirió un aire pensativo y dijo:
- Empecemos por hacer algo divertido esta semana, creo que a ambos nos hace falta. Se me ocurren algunas cosas con las que podríamos comenzar desde mañana mismo aprovechando que es domingo… ¿te parece bien?
Aurora asintió y se acurrucó junto a Maurice, quien cariñosamente la rodeó con sus brazos. Por primera vez desde que despertó del coma se sintió verdaderamente optimista.
N/A: ¿significa que Hermione renunció a buscar la verdad y decidió adoptar una vida muggle ordinaria? ¿Me creerían capaz de hacer eso? xD
A esta historia le quedan aún 11 capítulos y ya saben que conmigo todo es posible :P
PD- disculpen el atraso de esta actualización, quería publicar este capítulo desde el sábado pero ya no pude (jiji).
