Espero esta actualizacion sea de su agrado y agradezco a los que leen.

just a fan, thanks for your comment and thanks for reading. Cheers

Como siempre dejando la cancion que me acompaño en este capitulo.

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En el Penthouse Izumi terminaba de secar lo platos luego de sacarlos de lava vajillas, su mujer parecía un león enjaulado caminando de un lado a otro. Desde que Yoruichi se había marchado empezaron a recoger las copas, la botella de vino. Recogieron los platos de la mesa y empezaron con la limpieza de la cocina. La pelinegra inicio una pequeña charla donde mencionaba que la noche había sido buena para variar, luego de muchas invitaciones por fin Yoruichi había aceptado compartir junto a ellas una comida que no fuese en un lugar neutral y eso era un pequeño avance según Izumi. Lo que no entendía es porque su mujer no decía nada o simplemente asentía de manera que parecía no importarle la plática.

— Minako te estoy hablando y tú no dices nada — regaño la pelinegra — hay veces que entiendo porque Yoru-chan es difícil contigo.

La peli violeta suspiro cuando vio que Izumi dejaba la cocina para posiblemente dirigirse a la habitación, llevo la copa al fregadero y se dispuso a lavarle para que no quedara nada sucio, era un tanto tranquilizador hacer oficio que desde hace un poco más de dos años volvió con eso de hacer tareas hogareñas, podría aceptar que la señorita Miyazaki le estaba cambiando por no decir domesticando a su manera, claro que habían pasado por desacuerdos y luego de casi cinco años de estar juntas la pelinegra empezó con el consejo de arreglar su casi nula relación con Yoruichi, hasta ese entonces Minako había aceptado que ella misma había jodido la relación con su hija, no iba a negar que cambio por el divorcio volviéndose un poco fría y práctica, cuando vino a reaccionar su hija iba por el mismo camino.

Pero como algo milagroso esa noche su hija apareció en el lugar luego de tantos desaires a las invitaciones de su pareja, aunque sabía bien que el problema para Yoruichi no era aceptar a Izumi porque ciertamente parecían llevarse de las mil maravillas y esta noche lo noto, quizá el asunto se derivaba en que su hija prefería mantener distancia emocional y una actitud profesional con ella, porque desde que paso la adolescencia Yoruichi no compartió sobre su vida personal, como novios o novias, sus logros como competidora de pista, y para cuando Minako quiso acercarse de nuevo a su hija era demasiado tarde, fue ahí cuando decidió que si la morena no le permitía acercarse ella iba a meterse le gustara o no. Al final ahí estaban con una relación de madre e hija precaria y por mucho que Izumi quisiera el arreglar algo como eso no sería fácil, con ese último pensamiento fue a la habitación.

— No te molestes Izumi — pidió suavemente — deberías haber notado que Yoruichi es un tanto difícil y ciertamente me pareció que se estaba comportando un tanto extraña.

La pelinegra suspiro — ¿crees que no sé qué Yoru-chan es un tanto especial? — Cuestiono un tanto incrédula — es tu hija Minako y no debería recordarte que el fruto no cae tan lejos del árbol — la peli violeta puso los ojos — quizá solo estaba un tanto preocupada con lo que le paso a su amiga.

— ¿Tan preocupada que va a la playa con su comprensiva madre? — Cuestiono — Izumi no me parece que seas de las que creen en pajaritos preñados, no dudo que este preocupada por Soi, pero conociendo a mi hija seguro está escapando de alguna situación incómoda que posiblemente se le fue de las manos.

La pelinegra se acomodó en la amplia cama — lo de su amiga le afecta, pero también esta estresada y era notable — señalo — deja que resuelva lo que tenga que resolver por sí misma, lo que menos necesita es que te metas y alborotes el asunto.

— Yoruichi es como un gato Izumi — indico la peli violeta — paseara de arriba abajo, se esconderá y observara todo tras las sombras, quizá se eche a dormir hasta que pase todo el problema — suspiro cansinamente — ya es tiempo que deje de esconderse y huir.

Izumi sonrío un tanto divertida, esas habían sido las palabras que había dicho a Minako en su última discusión hace más de un año y desde ese entonces la peli violeta comenzó a mostrar pequeños cambios en su comportamiento, en la relación de pareja. Claro que no dejo su actitud práctica que parecía haberse arraigado, pero ciertamente se mostraba un poco más romántica, pero sobre todo estaba permitiendo que Izumi pasara sus barreras emocionales de vez en cuando — bueno, Yoruichi aún es joven y me parece que tiene más esperanzas de cambiar — dijo la pelinegra haciendo que su pareja pusiese los ojos — no has pensado que Soi podría ser una ayuda con esto.

Minako frunció el ceño — no, eso hay que descartarlo ella es demasiado leal e inteligente para saber que hay cosas en las cuales no debe interferir.

Izumi puso los ojos — ¿no me digas que ya lo intentaste antes? — Pregunto y vio esa sonrisa culpable en su mujer — seguro no fuiste nada sutil Minako, será mejor dormir ya que mañana tendremos viaje familiar.

La peli violeta soltó un suspiro — si no quieres que el viaje termine antes de empezar no se te ocurra decir eso frente a Yoruichi el día de mañana — la pelinegra sonrío levemente mientras se acomodaba bajo la sabana, su mujer era tan quisquillosa como lo era su hija con eso seguramente su paseo sería interesante.


Soi intentaba leer un libro en la sala de su casa, también había intentado ver un poco de televisión, pero le resulto un tanto inútil pues no había una buena programación y los doramas justo estaban fuera de lugar. Además del hecho de que su pensamiento saltaba de lo que leía a tratar de ordenar su propio drama personal y es que justo intentaba de recordar algo que le ayudara a comprender lo que había sucedido, algo estúpido de su parte porque parecía agregar más reproches para sí misma. Sabía que beber no era su fuerte y menos una solución, siempre lo evito porque simplemente el control sobre si misma se deslizaba como agua en las manos.

Pero no había logrado mucho, Soi podía recordar cuando inicio a descontrolarse toda la situación, ya llevaban bebiendo un tiempo y envalentonada con el alcohol en su sistema tomo el micrófono para empezar a cantar, Rangiku le hizo la segunda y la traidora de Yoruichi tomaba video y al final canto algo de su elección. También recordó estar fuera del bar despidiéndose de Matsumoto que tomaba un taxi, en eso ella necesitaba con urgencia ir al baño y volvieron al interior del bar a tropezones. Al final decidieron sentarse y dejar que las cosas se calmaran, pero irresponsablemente ella quería seguir bebiendo y aunque al parecer su amiga se negó en un principio, Soi uso el único recurso que siempre funcionaba con Yoruichi y era su mirada de "gato con botas"

— No puede ser que fui tan irresponsable — susurro para sí misma llevando sus manos al rostro lamentando su falta de autocontrol, se suponía que la amistad funcionaba debido a que la morena se encargaba de tomar la vida con cierta pausa, oler las flores, mirar lo hermoso de la vida, la función de Soi era poner sensatez y cierta responsabilidad que refrenaba a Yoruichi, una dinámica con las que se sentían felices y eso les funcionaba, eran el día y la noche para terminar siendo un día perfecto.

Lanzo el libro al sofá en una actitud frustrada, todo ese no hubiese sucedido si Alysa le hubiese aceptado, tomado el maldito anillo y pensar en construir una vida juntas, ahora ella debía de hacer de que su amistad de tantos años no se haga añicos como había sucedido con su relación. Suspiro por enésima vez esto no era bueno en absoluto, miro su teléfono de manera pensativa, no sabía si era una buena idea llamar o enviarle algún mensaje de texto a la morena, Pero ¿qué le iba a decir? "oye no sé si te acuerdas de lo que paso anoche" Negó con su cabeza era ridículo por no decir inconveniente, quizá debía tener esperanza que como esas veces en que Yoruichi había sido irresponsable pasándose con la bebida y había terminado teniendo sexo casual no se acordara dónde y con quien, aunque para esto último sentía que no iba a tener tanta suerte.

La noche paso como un borrón y aunque muchas veces el sueño fue un consuelo y un momento en que se podía olvidar lo estresante y molesta que era vida, para dos mujeres en distintas localidades fue una tarea maratónica quedarse dormidas y sobre todo tener una noche reparadora. Su mente y pensamientos giraban en torno a un angustiante suceso que extrañamente no recordaban, que quizá era mejor no recordar y dejar que su inconsciente trabajara al respecto, pero si su inconsciente o lo que fuera trataba de protegerlas evitando que recordaran ese momento en específico era por alguna razón, aunque no podían negar las evidencias físicas de lo ocurrido y ahí residía un problema, uno de tantos porque según esos detalles daba paso a curiosidad, una mal sana curiosidad ya que era evidente que de nada les ayudaría el saber cómo terminaron teniendo sexo.

La mañana llego y para molestia de las dos protagonistas debían hacerle frente a un nuevo día con cierta molestia de no haber descansado como dios manda, Yoruichi un poco frustrada ya que además de no haber dormido bien debía de compartir parte del día con su madre, pero al final era mejor un viaje a la playa lejos de todo, explícitamente lejos de Soi y esos pensamientos de incesto o lo que fuera. Por otro lado, la peli azul lo primero que hizo en su día fue ir directo a tomar una ducha, por mucho que eso era un momento reconfortante debía de aceptar que desde ayer eso no le funcionaba, por tanto, que se lavase, restregase y se limpiara sentía que aún estaba sucia, quizá no era algo meramente físico más bien era algo mental. Además de eso hoy regresaba Unohana y sabía que tendrían una larga charla según había advertido cuando se fue. Soi no tendría pretexto ni la intención de mentirle y sabía que tendría que darle la noticia de su rompimiento con Alysa.

Yoruichi sonrío complacida al ver llegar el automóvil Buick cascada azul luna oscuro descapotable, debía aceptar que Izumi tenía un buen gusto con los autos. Subió rápidamente al asiento de atrás dando los saludos respectivos, después de eso el viaje empezó, era una suerte que su madre manejaba e Izumi disfrutaba del viaje mientras explicaba a Yoruichi a grandes rasgos a donde se dirigían, no era de extrañar que la novia de su mamá tuviese una casa en la playa, ayer por fin había conocido su casa que era un Penthouse elegante y en una zona exclusiva, manejaba un lujoso auto deportivo y seguramente tenía más en su cochera que podrían ser de la misma categoría si no más lujoso, entonces una casa de playa no era de extrañarse. Seguramente su madre si sabía escoger luego del fiasco de su padre.

Luego de unos quince minutos y una pequeña charla la morena pareció quedarse dormida en el asiento de atrás — ¡mírala! — Se quejó Minako — es tan mal educada que a la menor pausa de plática se queda dormida.

— Shhh — pidió la pelinegra mirando hacia la morena que parecía dormir como si compitiese con la bella durmiente — déjala dormir, no tiene nada de malo que descanse.

La peli violeta puso los ojos — se supone que debe compartir con nosotros, para eso planeaste el viaje a la playa.

Izumi puso los ojos — el paseo es para eso mismo, pasear — explico — relajarnos, descansar y olvidarnos de todo para que mañana que volvamos al trabajo estemos frescas como una lechuga ¿por qué no dejas de criticar a Yoruichi y permites que lo pase como mejor crea conveniente? — Cuestiono — no seas opresiva.

— Puedo ser todo menos opresiva Izumi — señalo con seriedad.

La pelinegra suspiro — no quise ofenderte, pero hace un tiempo he notado que eres muy crítica de tu hija, según me dices hace su trabajo a la perfección y aun así estas ahí para señalar sus deficiencias, increpándola, entrometiéndote demasiado en su vida.

— Soy su madre Izumi — le recordó — tengo el derecho y deber de hacerlo.

Izumi suspiro, Minako no se daba cuenta que algunas veces se comportaba como su propia hija — solo tómalo con calma — aconsejo — se supone que quieres acercarte a ella no alejarla.

Minako apretó el volante, lo que decía su mujer era tan cierto no iba a gritarlo a los cuatro vientos, pero desde que Izumi Miyazaki había aparecido en su vida todo dio un giro de 180 grados. Primero porque nunca creyó que su gusto se inclinara al género femenino, desde que Shiro le dejo se pudo decir que ella tuvo uno que otro romance que más bien fue sexo sin compromiso con algunos hombres, no fue cantidad y tampoco calidad. Pero justamente ahí se dio cuenta que el daño de su esposo había sido grande. Entonces apareció en escena la pelinegra que por sí misma era un imán de miradas, alguien segura, inteligente, hermosa y extrañamente cariñosa. Nunca negaría que conocerle le causó cierto impacto y curiosidad, obviamente había conocido muchas mujeres, esposas, novias comprometidas, conocidas, señoras de negocios, una que otra lesbiana de closet y declarada, pero ninguna le afecto tanto como Izumi.

Entonces de pronto luego de dos meses de ir y venir, conocerse, charlar tendidamente de la vida y otros asuntos, se dio cuenta de su atracción mutua, decir que le dio temor reconocer que una mujer le cautivaba era inverosímil aun así la pelinegra logro sobrepasar sus miedos y terminaron juntas, cabe decir que los primeros meses fue una lucha continua, más cuando tuvo la idea de presentársela a su hija con eso de que solo era una buena amiga. Claro que Yoruichi no se comió el cuento y no era para menos cuando ella era una declarada amante de las mujeres. Los años siguientes fueron una lucha continua ya que Minako tenía algunos esqueletos en su armario, hace casi dos años después de una fuerte discusión que tuvo con su mujer, tuvo que ir hasta con un psicólogo para arreglar un poco el lio en su vida. Fue ahí cuando se dio cuenta de los errores que había cometido como persona, pareja y sobre todo como madre. Desde ese momento con ayuda de Izumi tomo la decisión de arreglar sus errores con su hija y de paso arreglar su precaria relación.

Entonces justo ahí estaban llegando a la casa de playa de Izumi, la pelinegra se encargó de despertar a su hijastra de su placentero sueño mientras Minako llevaba las maletas al interior de la casa. Yoruichi miro el lugar y sonrío pues ese lugar no era solo una casa de playa, era una casona y seguramente se lo pasarían bien. Con ese pensamiento la morena junto a Izumi entraron al lugar, para tener un día de relajación, ya que el sol y la playa siempre causaban cierta alegría a la morena.


Soi Fong miro por la ventaa de su habitación el auto que acababa de estacionarse frente a su casa y suspiro, Isane se despedía de Retsu que justamente bajaba su maleta del coche. La peli azul sabía que no había vuelta atrás y seguramente pronto se encontraría siendo interrogada sobre lo que ha pasado estos últimos días. Nunca fue de las que mentían al respecto y siempre fue directa con su madre postiza, aun así, sabía que no era conveniente contarle sobre "todo" y con todo se refería a su pequeño tropiezo con Yoruichi. Con esa conclusión en su mente se dispuso salir e ir a recibir a Unohana que seguramente tendría cosas que contar de su pequeño viaje. Después de ayudarle con la pequeña maleta y las dos entrar a casa ir por un poco a de agua y acomodarse en la sala de la casa, Retsu entrego una pequeña bolsa de regalo.

— Este es mío y encontraras otro de Isane — señalo con una sonrisa.

Soi asintió tomando la bolsa examinando su interior, sonrió al ver algunas de sus cosas favoritas en su interior — gracias — ¿cómo estuvo el viaje? — Pregunto curiosa — espero te hayas divertido.

Retsu sonrió — todo fue muy bueno, realmente cambiar un poco de aires es una buena idea para ver la vida de otra manera — carraspeo un poco al notar algunos pequeños detalles en su hija — ¿todo bien Soi? — Pregunto directamente como siempre.

Soi suspiro — no exactamente — respondió suavemente — Alysa término la relación.

Retsu no pareció inmutarse o más bien no mostro reacción alguna, miro a la peli azul frente a ella y sonrió con cariño — bueno eso si es una sorpresa, según recuerdo esta semana celebraban dos años de relación, sin contar el tiempo que tomaron para conocerse y fueron amigas — extendió su mano y la coloco sobre la pálida mano de Soi — posiblemente no era la indicada.

Soi carraspeo — quizá yo no sea la indicada para una relación.

— Aun eres joven y es tonto pensar de esa manera — señalo Unohana al momento que suspiraba — no debes cerrarte al amor, tu corazón sanara — sonrío — al menos no te veo como lo sucedido con Kaori, has madurado y seguramente Yoruichi te saco a alguna fiesta.

Soi pareció incomodarse un poco ante las últimas palabras — también fue Rangiku y no fue ir de fiesta.

Retsu sonrío un tanto divertida — déjame adivinar, algún bar karaoke — indico y la peli azul asintió seria — sabes que cualquier cosa puedes hablarlo conmigo y si no te sientes lista para venir conmigo siempre esta Isane.

Isane Kotetsu era psicóloga titulada, hace poco acababa de terminar su maestría en el campo de la consejería y era la novia de su madre. Una novia que tenía una diferencia de seis años con ella, que le había conocido en su tiempo de estudiante y que extrañamente la peligris se enamoró perdidamente de ella y desde hace más de tres años tenían esta relación. Soi siendo como era había charlado pocas veces con ella y agradecía que en eso Isane respetara su espacio, quizá era esa misma cosa de psicología, pero extrañamente esas pocas veces la peli azul sintió cierta confianza para charlar, desde ahí su madre siempre insistía en hablar.

— No me parece que tengo mucho que meditar en eso, simplemente Alysa pensó que era mejor terminar nuestra relación — indico casi en tono amargo.

— ¿Piensas ir mañana a trabajar? — Cuestionó la pelinegra sabiendo la respuesta.

Soi suspiro — no creo que tenga que dejar mis responsabilidades de lado por un corazón roto — respondió de manera suave, aun cuando su mente le corrigió "por un estúpido error"

— Bien, hare el almuerzo y veremos una película — sugirió Unohana y Soi asintió, era bueno tenerle de vuelta y que su madre estaba ahí cuando lo necesitaba, sin esperarlo así paso su día entre buena charla, anécdotas del viaje y televisión.


Yoruichi abrió la puerta de su apartamento, eran las cinco de la tarde y al instante fue directo a su habitación, necesitaba un último baño para quitar la arena que se escondía por ahí para poder dormir bien por la noche, luego de eso pediría comida a domicilio y quizá vería alguna película en la tv. El día fue bueno después de todo aun con la incomodidad de su madre queriendo meter sus narices en todo, fue un alivio que Izumi estuviese ahí tratando de que el viaje no fuese una total molestia. Definitivamente esa mujer merecía ir al cielo por aguantar a su madre, el paseo fue buena idea, el sol estuvo bien, el agua ni se diga y la vista espectacular como siempre. Suspiro un poco al aceptar que, aunque pudo ver algunas chicas de buen ver ella simplemente se contentó con disfrutar el lugar, extrañamente por ahora no quería nada que tuviese que ver con irse a la cama con alguna desconocida, justo tenia cosas que resolver que eran demasiado importante y tontear con alguna chica o irse de juerga no iban ayudarle a salvar su amistad.


El día lunes llego demasiado pronto para las dos mujeres protagonistas de su pequeño drama personal, en sus pensamientos las dos esperaban que su amistad no sufriese algún tipo de fractura o problema, sabían que tarde o temprano debían verse a la cara y afrontar lo sucedido, aunque realmente ninguna de las dos recordaba a cabalidad lo sucedido. Soi como era costumbre era de las primeras en llegar a la agencia y rápidamente se instaló en su pequeña oficina, con la esperanza de que el trabajo pudiese aliviar su mente inundada de pensamientos, hipótesis, suposición y temores, si por casualidad se topaba con Yoruichi trataría de comportarse normal. Era extraño como su mente le jugaba en contra pues desde que despertó pudo notar que muy a pesar de sí misma pequeñas cosas habían cambiado, como el hecho de preocuparse o más bien complicarse con su atuendo para el trabajo no es que tuviese que verse espectacular o algo así, realmente la peli azul en la cotidianidad se vestía de manera un poco formal y no se complicaba, pero hoy extrañamente no se sentía cómoda con su vestuario.

Yoruichi llego a la agencia un poco antes pero después de la hora habitual de apertura, no cabía duda que había tomado a más de alguno por sorpresa pues noto muchas miradas sobre ella y no es que le importara ya que estaba acostumbrada, solo que esta vez se sentía en cierta manera señala o que posiblemente todos esperaban señalarle su grave error, al llegar a su oficina rápidamente fue al baño para verse al espejo. No cabía duda que su sub cociente le señalaba su falta, miro su atuendo todo estaba como siempre, su figura era envidiable con ese traje sastre, el maquillaje tenue era perfecto, solo era esa maldita culpa o temor de perder lo único bueno, estable y significativo en su vida. Yoruichi arreglo su peinado y suspiro, no estaba dispuesta a dejar que eso pasara y haría todo lo que fuese necesario porque las cosas no se salieran de control. Lo que podía hacer por este día era ponerse a trabajar y cuando tocara el tiempo de enfrentarse a Soi lo haría, no es que iba ir directamente a su oficina para hablar de lo que no podría recordar, además en la agencia no era bueno charlar de cosas personales porque había oídos en todas partes.

Shunsui apareció en su oficina, sonriente y casual como siempre — Yoru-chan, felices los ojos que te ven — saludo y la susodicha solo alzo la vista de su computadora — traigo las facturas del almuerzo del viernes, hay que llevarlas a contabilidad.

La morena frunció el ceño — ¿por qué no las llevaste de una vez? — Pregunto, no podía ser que a primeras horas fuese a ver a Soi.

Kyōraku carraspeo y se inclinó como si fuese a decirle un secreto — me dijo un pajarito que la novia de Soi-chan término la relación — la morena puso los ojos, no era un pajarito era una vaca con unas enormes ubres — escucha, todos sabemos que eres su amiga así que porque no vas casualmente a dejar los comprobantes de gastos y de paso ves cómo se encuentra — sugirió entregándole la carpeta de la documentación.

La morena suspiro, estaba jodida y lo sabía — bien iré, pero si la conoces, aunque sea un poco sabrás que esto no es excusa para hablar de su vida personal — tomo la carpeta con los documentos y salió de la oficina dejando a Kyōraku solo.

Cuando Yoruichi llego al área contable se quedó un momento ahí, afuera pensando en que es lo que debía hacer o decir, noto que Ggio no se encontraba en su escritorio y por inercia sus ojos se dirigieron a la oficina se Soi. Ahí estaba y al parecer Vega se encontraba con ella y aunque la escena parecía normal podía notar que el joven pelinegro gesticulaba con las manos mientras la peli azul mantenía su vista en el trabajo. Entro al instante no dándole largas al momento, cuando ingreso a la oficina de la peli azul lo que sea que estuviesen hablando fue silenciado.

La morena carraspeo — buenos días — saludo.

— Yoruichi, ¿qué podemos hacer por ti? — Cuestiono la peli azul sin apartar su vista del computador, no confiaba mucho en sí misma para mirar a su amiga.

Yoruichi noto que no le miraba y al instante miro hacia el pelinegro que parecía un tanto curioso — traigo los gastos del almuerzo del viernes — informo señalando la carpeta en sus manos.

— Ggio, puedes por favor hacerte cargo y meterlos en el sistema — indico Soi con seriedad.

— Por supuesto — acepto Vega con una sonrisa al instante la morena le entrego la documentación.

— Ggio, me permites un momento — pidió Yoruichi, este al instante miro hacia la peli azul y luego a la morena — por supuesto, cualquier cosa estoy en mi escritorio.

Soi suspiro pensando en que Yoruichi no podía ser más evidente, esperaron a que Ggio saliera de la pequeña oficina — ¿cómo te encuentras? — Pregunto suavemente.

— Bien, no debes preocuparte — respondió la peli azul aun cuando evitaba ver directamente a su amiga.

La morena suspiro cansinamente al notar que Soi no le miraba directamente, es mas no le había visto desde que entro al lugar y eso le frustraba — tenemos que hablar.

Soi alzo su vista y extrañamente por un momento se quedó sin palabras, los dorados ojos de la morena parecían mirarle con una intensidad que le ponía incomoda por lo que se enfocó en un punto en específico tras la morena — creo que no es el momento, estamos en el trabajo.

— Podemos ir a cenar o algo fuera de aquí — sugirió Yoruichi, sintió que su amiga la evadía y eso no le sentó bien.

Soi carraspeo — sabes que estoy en final de mes y hacemos cierre, no tendré tiempo hasta dentro de dos días.

Yoruichi hizo una mueca molesta, no recordaba que era final de mes y por ende su amiga no tenía mucho tiempo aun así sentía que solo era una excusa ciertamente una valida, pero antes siempre había hecho un poco de tiempo para compartirlo con ella entonces la culpa volvió a ella con fuerza — Soi yo...

— Yoruichi — llamo al instante deteniendo cualquier cosa que esta pudiese decir — como te dije, justo estoy ocupada y no me parece conveniente hablar aquí en estos momentos.

La morena noto como Soi tomaba el bolígrafo en su mano, la conocía y reconocía que justo estaba tensa por la situación, quizá solo debía ser un poco paciente — el miércoles a las seis cenaremos en el lugar de siempre — señalo seria — ten buen día.

No dejo que Soi respondiera y salió del lugar con pasos rápidos, la peli azul soltó un suspiro al instante que se quedó sola. Miro hacia Ggio que parecía mirar hacia donde la morena había tomado camino. Sentía su corazón latir como si hubiese corrido una carrera, negó con su cabeza la situación no era la mejor y dentro de dos días tendrían esa charla que seguramente trataría de su pequeño gran desliz. Yoruichi por otro lado fue directamente a su oficina, pero en el camino se encontró con su madre.

— Yoruichi, me imagino que vienes de contabilidad — expreso seria — ¿todo bien con Soi?

La susodicha se contuvo de poner los ojos — está bien, con mucho trabajo ya que es fin de mes.

— Bueno, a veces el trabajo es un buen aliciente para salir adelante — señalo Minako.

Yoruichi suspiro — seguro, luego se olvidan de lo importante — luego de esas palabras prosiguió su camino dejando a su madre ahí pensativa, sabía que lo decía por ella y su abandono hace años, como había dicho hace unos meses Izumi el restaurar su relación o en todo caso mejorarla no sería fácil, solo debía ser paciente y comprensiva.


Los dos días pasaron en un ambiente un tanto extraño para los trabajadores de la agencia de publicidad, era como una mala vibra, una incomodidad y tensión en el aire que se podría cortar con un cuchillo, extrañamente siempre era en la hora del almuerzo o cuando Soi Fong y Yoruichi aparecían o se topaban en algún pasillo, departamento o el área de comida. Era día miércoles por lo que según hoy sería el día donde no tendrían más excusas y debían verse las caras y hablar del elefante en la habitación. Uno que para desgracia había salido del inconsciente de la peli azul el día de ayer para su mala fortuna y según su apreciación ella fue quien dio pie a todo el asunto Era media tarde cuando la morena llego al departamento de finanzas, Ggio Vega suspiro cansinamente este día su compañera de trabajo parecía estar en sus días, ya que se cargaba un carácter de los mil demonios. Yoruichi saludo con un gesto de su cabeza y se dirigió a la oficina de la peli azul.

— Vengo a recordarte lo de la cena — señalo al instante.

Soi suspiro y alzo su vista — no se me olvida, a las seis en el lugar de siempre.

— Si — confirmo — ¿nos vamos en mi auto? — Pregunto con cierta cautela.

— Traje mi auto, no es necesario — señalo un tanto cortante la peli azul.

Yoruichi suspiro cansinamente — debo irme para ver un cliente, pero estaré puntual, espero verte más tarde — con estas últimas palabras salió del lugar.

La peli azul puso su mano en su frente, todo era un lio tremendo y justamente hoy debían hablar de lo que sucedió — no sé cómo es que lo haces — escucho la voz suave de Vega que ya estaba en la puerta.

— ¿Qué quieres decir? — Cuestiono un tanto perdida la peli azul.

Ggio se acercó y tomo asiento frente a Soi — eres la única que conozco que no moja sus bragas por Yoruichi Shihōin, quiero decir viene para recordarte sobre ir a cenar y hasta te ofrece llevarte en su auto y la rechazas así no más.

— No es como si fuese una cita y no le rechace, solo explique qué traje el auto — aclaro la peli azul.

— Si, lo sé solo son amigas desde hace años — dijo poniendo los ojos — posiblemente han hecho pijamadas y quien sabe que otras cosas intimas — señalo — sabes lo que otros darían…

— Ggio — corto Soi lo que no quería escuchar, discutir o lo que fuera — ponte a trabajar.

Con esas últimas palabras el pelinegro salió de la oficina, no sin antes refunfuñar sobre lo amargada que estaba la peli azul y excusándose de que solo decía la verdad. Aun hasta este día no le cabía en su cabeza la idea que esas dos solo fueran amigas, cualquiera en su posición de amiga hubiese intentado ya sea de un lado u otro el intentar ver si saltaban chispas o de paso solo tener una experiencia que contar. Yoruichi era una bomba sensual por donde se le miraba y tenía cierta fama, Soi por otro lado no era un cuerpo llamativo, pero tenía un sexapil un tanto escondido, su mirada seria, sus facciones finas y al parecer cuidaba su cuerpo ya que se veía atlética.

Soi froto su rostro con sus manos, si creía que el tener el conocimiento de que cruzaron las líneas lo de ayer en la madrugada fue mil veces peor. Su mente no pudo escoger peor momento para curarse de su amnesia etílica, ciertamente al principio creyó que era un sueño húmedo inducido por la película que vio esa noche antes de dormir pero ciertamente no fue un sueño húmedo o alguna fantasía retorcida, fue el recuerdo de su noche de sexo con Yoruichi y ahora simplemente no podía negar que ella tenía parte de culpa, No sabía cómo afrontar esa cena, el cómo abordar ese tema o que es lo correcto que debía hacer de ahora en adelante, porque sin quererlo o desearlo ese recuerdo estaba cambiándolo todo.


Eran las 6:05 cuando Soi llego al comedor frente a la escuela donde se habían graduado, el lugar era muy concurrido por sus wafles y la morena era fanática de este platillo, además de un buen aliciente para sus días difíciles y este en definitiva era uno de tantos. Caminaba con pasos calmos aun cuando sabia donde se dirigía con cierta inercia y ahí estaba ya la morena sentada en uno de las mesas mirando el menú. Esta al sentirse observada alzo su mirar dorado y sonrió levemente a la peli azul.

— Pedí lo de siempre — informo cuando Soi tomaba asiento frente a ella.

Soi iba decir algo, pero al instante les llevaron sus platos de comida, noto que extrañamente la morena había pedido poca comida aun cuando sabía que ese era uno de sus lugares favoritos para comer — ¿solo comerás eso? — Pregunto.

La morena sonrío — no puedo comer como antes, ya no me ejercito como cuando iba al colegio — señalo. Después de eso empezaron a comer con cierta calma y con un poco de plática de lo más casual, las dos sabían que solo daban vueltas al asunto. Cundo terminaron sus platos llego un pequeño silencio entre ellas — yo…

Soi suspiro — siento haber salido corriendo, pero todo fue…

— Entiendo, no tienes que explicarme sé que es algo que…— la morena jugaba con el tenedor y pedacitos de comida sobrante, alzo su rostro para mirar a su amiga — perdóname si hice algo indebido, quiero decir — estiro su mano y tomo la Soi, esta sin querer se estremeció — eres mi amiga y una de las personas más importantes en mi vida, eres quien ha estado en los momentos difíciles, cuando creí que me quedaba sola y no quiero que esto que sucedió nos aleje o sea un problema molesto.

Soi movió su mano de la de la morena y le dio unas pequeñas palmaditas como queriendo dar un poco de calma a su amiga — escucha, no creo que hicieras algo indebido — noto como la morena ponía cara de sorpresa — quiero decir, no somos unas chiquillas tontas y sabemos lo importante de esta amistad tanto para ti como para mí, no es justo que pienses que fuiste culpable porque como siempre hay cosas que depende de dos y no solo de una persona — negó con la cabeza sintiéndose frustrada — si no hubiese insistido en quedarnos más tiempo bebiendo.

Yoruichi negó al instante — Soi no lo hagas, como dices es cuestión de dos y creo que lo única que podemos hacer es olvidarnos de lo que paso — sugirió la morena dejando a la peli azul un tanto confundida, pues parecían bailar alrededor del tema — lo que quiero decir es que a pesar de todo es un alivio no recordar lo que sucedió exactamente.

Soi parpadeo — ¿no recuerdas lo que sucedió? — Cuestionó curiosa.

La morena sonrío levemente — no y créeme es un gran alivio, quiero decir me sentiría más incómoda o no sé, realmente no supe más que lo evidente al despertar y bueno me dio miedo averiguarlo y llamarte — confeso — hasta fui a cenar con mamá e Izumi para no darme golpes en la pared — expreso y luego miro a la peli azul que parecía muy callada y un tanto pensativa — ¿acaso tú lo recuerdas? — Pregunto.

Extrañamente Soi se puso colorada al instante — claro que no — respondió — quiero decir, el saber que tú y yo…bueno — suspiro — creo que fue abrumador y no sabía qué hacer.

Yoruichi asintió — creo que no recordar ha sido lo mejor, así solo olvidaremos lo que sucedió como una mala experiencia — señalo seria — como decíamos de cuando éramos jóvenes, si no hay recuerdo no sucedió.

Soi asintió levemente — tienes razón, no hay que buscarle cinco patas al gato — acepto la peli azul con suavidad, aunque realmente lo que decían era "si no hay pruebas o recuerdos, no sucedió". Ciertamente hubieron pruebas de lo que paso, por desgracia ella también recordaba lo sucedido y eso le pesaba de una manera confusa.

Yoruichi llamo a la camarera para pagar su cuenta, no necesitaba saber cuánto era porque conocía demasiado bien el lugar — será mejor irnos, mañana hay trabajo — señalo la morena, Soi asintió y se puso de pie — ¿estamos bien verdad? — Cuestiono — quiero decir que estos días odie que ni me miraras cuando cruzábamos palabras.

Soi sonrió levemente — lo siento sé que fui un tanto injusta contigo — señalo y luego le sonio un poco — estamos bien, todo olvidado.

La morena sonrió ampliamente y Soi no pudo evitar sonreír a la vez contagiada por esa expresión para luego ponerse seria, si lo pensaba bien podría decir que esa sonrisa de Yoruichi siempre fue dirigida hacia ella, porque era una sonrisa de verdad de esas que llegaba hasta sus ojos e iluminaba de una manera especial su mirada dorada. Llegaron al estacionamiento y se despidieron para que cada una fuese a su respectivo auto, después de eso cada una se dirigió a casa con diferentes percepciones de lo que había sucedido esa noche, no es que fuese una gran platica simplemente decidieron echar tierra sobre lo sucedido, olvidarlo, saltarlo, hacer como si nunca ocurrió para salvar su larga amistad, el problema es que si sucedió y que por mucho que lo quisieran eso no se podía olvidar así por así.

Soi saludo a Retsu que parecía mirar un programa de médicos, se dirigió a su habitación había sido un día estresante y por fin terminaba, comenzó a quitar su ropa y prepararse para dormir, si era sincera todos los días anteriores habían sido una mierda. Pero hablar con la persona que siempre ha estado ahí con sus tonterías y de paso tratar de arreglar su problema fui algo bueno. Aun si había mentido descaradamente a su amiga negando recordar algo que tenía grabado en su mente y con lo que luchaba constantemente. La opción de hacer como si lo sucedido nunca paso era algo conveniente para su amistad, pero extrañamente la manera en que lo dijo "una mala experiencia" no le sentaba bien, cerró los ojos fuertemente tratando de evitar pensar demasiado en eso, lo había arreglado y así su amistad prevalecería.

Yoruichi por otro lado sentía que por fin se había quitado un gran peso de encima por el simple hecho de que siendo como era y se conocía demasiado bien podría asegurar que en su estado etílico había utilizado su lado seductor aprovechando de que Soi se encontraba en estado inconveniente y no era totalmente responsable para terminar teniendo sexo. Pero ya todo parecía haberse resuelto y podrían volver a la normalidad de su amistad. Nunca había agradecido tanto al hecho de olvidar lo sucedido por una borrachera como hoy. Se recostó en la cama y suspiro pensando en todo y nada, realmente la situación la puso en un estado frenético tanto que hasta paso el fin de semana con su madre luego de mucho tiempo y eso era algo un tanto perturbador, aunque agradecía el hecho de que Izumi trato de mantener a raya a Minako que parecía curiosa por su visita, con ese último pensamiento cayó en un sueño profundo.

Era más de media noche y en la habitación del apartamento de Yoruichi todo parecía estar en calma, excepto por el movimiento bajo los parpados morenos que solo podía significar que la persona en cuestión estaba teniendo un sueño o en un hecho perturbador una pesadilla.

**************************************************************Flash Back*************************************************************

Yoruichi suspiro derrotada en la barra del bar, el lugar parecía estar en su momento más calmo y Rangiku se había dio hace diez minutos — haces trampa y debo advertirte que ese truco no durara por siempre.

La peli azul sonrío coquetamente — pero es el que siempre funciona contigo, además no es como si quisiera usar mis trucos contigo.

Le tomo un momento registrar en su cabeza esa información, porque sin querer se había quedado un tanto prendida de la sonrisa coqueta de su amiga — oh, vamos abejita no seas demasiada confiada conmigo, según recuerdo eres tú la que se sonroja por todo.

— No lo hago — se defendió al instante.

La maldad surgió en la morena, pensando en divertirse un poco y de paso obtener uno de esos lindos sonrojos marca Soi Fong — lo haces y sabes que es cierto por mucho que lo niegues — señalo, se inclinó un poco para acercar su rostro al de su amiga que extrañamente se mantuvo impasible y sin algún cambio, no del que la morena esperara, pero entonces vio algo más en esos ojos grises, algo que nunca había notado y la dejo un tanto perdida en su pensamiento.

— ¿Crees que soy como esas chicas que caen a tus pies solo por una sonrisa? — Pregunto con un tono un tanto burlista y sonrío — te conozco Shihōin, se todos tus trucos y no me afectan, por mucho que te la des de seductora.

Yoruichi sonrío divertida — bien, tienes razón — acepto — pero sabes que contigo no usaría mis trucos, eres la única persona con la que no puedo fingir y acepto que es un tanto frustrante.

La peli azul sonrío un tanto satisfecha — te frustra el que sé que dentro de todo ese acto de chica sexy rompe corazones, hay un corazón tierno y cálido.

La morena carraspeo — bueno, ese es nuestro pequeño secreto — acepto — no se lo digas a nadie, suficiente con que tú lo sepas — Soi se encogió de hombros no dándole mucha importancia — pero ya que estamos entre secretos, siempre me he preguntado — dijo un tanto sonriente y burlón — ¿te sonrojas cuando tienes sexo con tus novias?

— ¿Te importa tanto saberlo? — Cuestionó seductoramente — en todo caso eso solo se puede saber de una manera — su tono fue firme y con una sonrisa plasmada en su rostro tanto que descoloco a una morena acostumbrada a esos piques, la peli azul se sintió satisfecha de ver a su amiga con una visible falta de palabras por lo que se inclinó peligrosamente sobre ella haciendo que esta instantáneamente retrocediera — ¿que el gato te comió la lengua? — Pregunto y acto seguido por instinto, el alcohol o lo que fuera pasó su lengua en el lóbulo de la oreja de la morena que no pudo evitar estremecerse ante ese acto.

Sus ojos dorados se abrieron sorprendidos, pero lo más perturbador fue que su cuerpo se encendió más que un maldito árbol de navidad, negó con la cabeza quizá solo era el alcohol o la falta de sexo ya que desde hace quince días no había tenido algún encuentro sexual, pero sabía los limites ¿verdad? Diablos era Soi Fong, su amiga desde que eran una niñas…desde antes de tener ese lindo cuerpo, desde antes que le crecieran los senos y tuviese ese trasero que daban ganas de azotarlo…detuvo sus pensamientos asustada porque ciertamente no sabía de dónde venían, suspiro tratando de poner sensatez y noto esa maldita sonrisa de Soi esa que siempre mostraba dando a entender que tenía el sartén por el mango — deberías saber que no debes lanzarme ese tipo de retos, ya que saldrás perdiendo porque al final todas caen — se regodeo un poco y creyó que eso era suficiente para la peli azul que siendo tan responsable como era seguro termina los juegos.

Soi enarco una de sus cejas, aspiro para tomar su vaso y beber de una vez — veremos quien cae primero — terminando de decir eso se inclinó para capturar los labios de la morena que al principio se quedó en estado de shock y luego de unos instantes correspondió al contacto de una manera un tanto tímida pero consciente de lo que estaba sucediendo y cuando intento profundizar el beso termino abruptamente y la peli azul sonreía — te dije, caíste.

La morena parpadeo confusa su cerebro realmente no funcionaba, Soi había…ellas se habían, aun así su cuerpo había respondido de una manera un tanto peculiar — tu…— llevo sus dedos a sus labios y su amiga asintió con una sonrisa satisfecha, podría decir que había sido un buen beso aun cuando fue tomada por sorpresa pero no podía negar que los labios de Soi eran tan suaves, su aliento dulce y delicioso, podría aceptar que cuando paso la sorpresa y empezó a protagonizar no pudo evitar desear un poco más — ¿crees que eso es un beso? — Cuestiono — te mostrare que es un beso de verdad.

Con esas últimas palabras cerro la distancia entre ellas para tomarle en un beso un tanto apasionado, sus manos la abrazaron para profundizar y sintió que la peli azul gemía un poco ante su beso, eso fue una delicia para sus oídos entonces su lengua se abrió paso sin encontrar resistencia alguna, más bien pareció como si le daban completa liberad de acción, suspirando un poco en el beso pensó, ¿por qué no había hecho esto antes? Oh, sí lo había hecho le recordó su mente, pero entonces esto era otro nivel y deseaba más. De pronto dejaron el beso para tomar aire, como si no hubiese que hablar o algo que decir, más que un entendimiento surgido con los años, pagó la cuenta y se marcharon con toda urgencia al apartamento de la morena.

No hubo charla en el camino más que pequeños besos, risas tontas y juguetonas, cuando abrieron la puerta del lugar se desato el huracán de pasión, besos calientes, manos inquietas y apresuradas en eliminar la ropa para palmar la piel que parecía quemar, toda pasión, desenfreno y urgencia. Cuerpos desnudos en la cama moviéndose, acoplándose y tomando ritmo, todo era tan sublime, sorprendente y hasta emocionante. Yoruichi como siempre quiso ser la dominante pero se extrañó que Soi también protagonizara y no se quedara atrás haciendo desear aún más el momento, mordió la piel pálida del cuello cuando sintió los delgados dedos de Soi entrar en ella, amo los gemidos que ella misma le provocaba a la peli azul y la manera como grito su nombre y esa forma de tocarla como si tratara de memorizar su cuerpo y la manera que su piel se erizaba en el toque de Soi torturándola para finamente llevarle al orgasmo y poder decir su nombre antes de caer rendidas en un sueño reparador.

****************************************************************Fin Flash Back*********************************************************

Yoruichi despertó de golpe, agitada, sudorosa sus ojos ambarinos abiertos enteramente sorprendidos y un escalofrió inundo su cuerpo — oh, ¡mierda! — Exclamo así misma para cerrar los ojos e intentar calmar la agitación de su cuerpo y mente — no puede ser que por un sueño…— no termino lo que iba a decir porque su mente rápidamente rectifico "recuerdo" — necesito urgente una ducha fría — dijo saliendo de la cama — algo para dormir y ropa de cama — señalo frustrada y es que ese pequeño recuerdo le había hecho tener un pequeño orgasmo.

¿Qué le pasaba de todos modos? No era una adolescente hormonal que podía afectarse por un pequeño…recuerdo con alguien que era como una hermana, eso simplemente estaba fuera de lugar y no debía haber sucedido. Unos minutos después de una ducha fría, fue a la cocina para tomar una copa de vino e intentar relajarse, su mente era un hervidero. Había contado con que todo quedaría en el olvido, justamente esa noche que por fin habían saltado ese pequeño tropiezo, ahora tenía que venir su mente y joder todo sacando sus recuerdos más recónditos para restregárselos en la cara, la morena suspiro cansinamente, no sabía cómo podría ver a su amiga después de esto, realmente todo estaba jodido.


Saludos...Continuara.